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Normas para la aplicación práctica

La terapia con diapasón es un método curativo nada agresivo, que reúne en sí tres factores armónicos, coherentes y útiles:

«Ahora puedo ayudarme personalmente, donde quiera y cuando quiera».

«Renuncio a tomar medicamentos (y renuncio también a sus efectos secundarios)».

«Me preocupo de forma activa por mi bienestar».

CÓMO ELEGIR EL DIAPASÓN ADECUADO

Como el propio nombre indica, la terapia con diapasones exige que dispongamos de estas herramientas, los diapasones. Aquí llegan las buenas noticias: si no los maltrata, los diapasones le durarán toda la vida. Si no sufren daños, jamás se desafinarán. Es maravilloso tener la oportunidad, en todo momento, de ofrecer vibraciones que nos ayuden a nosotros mismos o a otras personas a recuperar el bienestar. Todos los diapasones (incluso los juegos de diapasones para principiantes, más económicos) se pueden comprar a través de www.schwingung-als-weg.de*. En la propia página encontrará también consejos y recomendaciones.

Tenga en cuenta asimismo la oferta de diapasones universales (teóricamente disponibles a partir de principios de 2016) de la editorial www.mankau-verlag.de.

Recomendación 1: Jahreston OM (136,10 Hz)

El modelo Jahreston OM (136,10 Hz) siempre da la buena nota si buscamos un diapasón completo y versátil. No hace recuperar la propia confianza en nosotros mismos, relaja las tensiones que sufre el alma, elimina los agarrotamientos y borra los miedos, nos permite vivir con menos tensión para disfrutar del aquí y el ahora. «Om» (que se correspondería con el «amén» de la cultura cristiana) nos lleva a conocer el auténtico amor en nuestro corazón.

Recomendación 2: Venus (221,23 Hz)

El modelo de diapasón Venus (221,23 Hz) representa a la diosa del amor por los demás y el amor propio. Cada vez son más las personas que enferman por una carencia de amor propio. De hecho, quien no es capaz de soportarse y aprender a convivir consigo mismo (o misma), seguramente no prestará suficiente atención a su organismo ni, desde luego, a su espíritu.

Recomendación 3: Schumann II (256 Hz)

Un corazón que ama vibra con oscilaciones de 8 Hz; si duplicamos esas octavas, alcanzamos consecutivamente 16, 32, 64, 128, 256 (hercios). Además, esta vibración coincide con la que se ha constatado en los cerebros de los sanadores durante sus terapias. Si la contemplamos de forma simbólica, nos hallamos ante la «frecuencia de una nueva era».

Recomendación 4: Diapasones individuales con su frecuencia de vibración personal

Este diapasón se fabrica de forma individualizada, guiándose por el horóscopo según su fecha de nacimiento, para que sus vibraciones le abran un nuevo camino. Su patrón de vibración personal es absolutamente individual, al igual que las huellas digitales, y le permitirá progresar de forma precisa y constante hacia la meta: activar sus fuerzas curativas internas propias.

APLICACIÓN ÓPTIMA DE LOS DIAPASONES

Se ha demostrado que el mejor procedimiento es asumir cierto aspecto lúdico, que comenzaría por reconocer y manipular en primer lugar los diapasones con los dedos, recorriéndolos por completo. Así podremos ver y sentir que cada diapasón está compuesto por una lengua (la horquilla o U) y un cuello (su mango o mástil).

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Para golpearlo y producir vibraciones, el diapasón se debe asir y sostener exclusivamente por el cuello, utilizando para ello el pulgar, el índice y el dedo medio). Si por descuido tocamos la lengua u horquilla del diapasón, la vibración se interrumpe y agota visiblemente.

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Para golpear el diapasón sobre una parte del cuerpo, lo mejor es elegir zonas relativamente insensibles, como los pulpejos de las manos o la yema de los pulgares, los antebrazos, las rodillas flexionadas o incluso los talones. También se ha demostrado que es eficaz utilizar para el golpeo el borde de cualquier mesa o del respaldo de una silla. Además, otra opción fantástica es recurrir a un taco de goma o un mazo de madera (a la venta en tiendas especializadas). Asimismo, debe prestar atención para colocar el diapasón en estado de vibración en posición paralela longitudinalmente al eje del cuerpo.

Llegados a este punto, debemos concentrarnos y seguir con nuestra atención las vibraciones para ir penetrando en el interior del organismo:

Si una región del organismo tiene algún problema, absorberá la vibración con la misma voracidad que un sediento al encontrar un manantial de agua.

Si se concentra un exceso de energía, la vibración rebotará y no podrá atravesar la barrera formada por un «portero» invisible.

¡Importante!

Las carencias y los excesos de energía son las dos caras de la misma moneda, ya que ambas revelan un desequilibrio, o sea, una «desafinación» que podemos reajustar con las vibraciones del diapasón Venus.

ACEPTAR LA SERENIDAD TONAL INTERIOR

La serenidad interior es igual de importante que aplicar correctamente el diapasón. En materia de vibraciones no hay nada correcto o incorrecto, malo ni bueno. Esos compartimentos mentales solamente existen en nuestra cabeza. La vibración en sí está libre de juicio o valor, pero es absolutamente respetuosa. Esta es la máxima que debe servirnos de guía: dejemos atrás el juicio y la razón, adentrémonos en el profundo significado del sentir.

Puede apoyar con más fuerza el flujo de la energía si dirige su atención, de forma consciente y con la mente concentrada, hacia la zona del organismo que esté desafinada. Si se ejercita y practica un poco, podrá dirigir la atención. Una observación útil:

La conciencia parece ser un plano superior de la información, que contiene en su interior la vida e impide de este modo que las formas se desintegren. Allí donde la conciencia se bate en retirada, la situación se deteriora. Los «desafinamientos» y bloqueos tienen así vía libre para proliferar y propagarse en el interior del organismo, ya que este orienta sus esfuerzos principalmente hacia el exterior. Como resultado, la persona ya no es dueña de su propia casa, de su organismo y los elementos agresores y dañinos encuentran facilidades para irrumpir.

Aquí se detecta una interacción: un espíritu sano habita en un organismo sano y viceversa, ya que presta atención a sí mismo y al cuerpo que es su casa.

Deje que su intuición innata le sirva de guía durante todo el proceso de balancing. Su organismo sabrá decirle sin palabras dónde y durante cuánto tiempo necesita ayuda. Cuando le proporcione aquello que ansía y necesita, notará que reacciona con una sensación de bienestar.

También puede intensificar el efecto si cierra los ojos mientras aplica las vibraciones.

CÓMO ENCONTRAR LOS PUNTOS CORRECTOS

Si no consigue localizar un punto de acupuntura descrito en el primer intento, no se rinda, persevere. Tampoco es imprescindible, ya que las vibraciones suaves sabrán encontrar el camino por sí mismas si consigue aplicarlas en la zona del cuerpo que las necesita.

Este libro pretende ofrecer consejos útiles que sirvan para la ayuda y la autoayuda, tanto a las personas profanas en la materia que jamás han tenido experiencia con la acupuntura o la acupresión, pero tienen interés, como a los profesionales de la materia.

Por este motivo, localizamos cada punto de acción correspondiente (o «punto de energía») y lo señalamos gráficamente por medio de ilustraciones acompañadas de la denominación original de los puntos. Además, se indica con claridad cuál es la zona que rodea a cada punto. De este modo nos aseguramos de que tanto profesionales como neófitos puedan recurrir a la terapia de la forma más eficaz.

DURACIÓN Y FRECUENCIA DE LA TERAPIA

En el caso de desafinamientos graves se puede aplicar la vibración hasta tres veces al día, siempre y cuando el efecto sea beneficioso y se experimente un alivio o una mejoría.

Por cada punto puede aplicar el diapasón vibrando entre tres y diez veces. Tenga en cuenta que, para que la terapia sea eficaz, el diapasón debe vibrar de forma notoria. Si no tiene una seguridad absoluta, acerque el instrumento al oído. Si no aprecia ninguna vibración, vuelva a golpearlo. Lo mejor es golpear el diapasón con breves periodos de espera entre golpe y golpe, para que la vibración sea lo más potente posible.

Valores aproximados orientativos para la duración del tratamiento general

Adultos: De 5 a 20 minutos
Niños: 10 minutos como máximo
Niños pequeños y bebés: 4 minutos como máximo
Embarazadas: Imprescindible consultar antes al médico

Le rogamos que no se exceda en la aplicación de vibraciones para los distintos puntos. Someter al organismo a una estimulación más larga no conlleva automáticamente un mayor alivio. Es importante que preste atención a su sentido de la intuición, que le indicará cuándo es suficiente. Su cuerpo reaccionará de una forma distinta ante el tratamiento suave con vibración del diapasón, que dependerá de su constitución física y psíquica.

Aquí podemos mencionar una cita clásica de Wolfgang von Goethe: «Ya hemos intercambiado suficientes palabras, ¡es hora de ver hechos!».

En primer lugar, queremos comenzar por regular la vibración de los meridianos por medio de la aplicación del diapasón, para recuperar el flujo en las zonas donde existan posibles atascos o bloqueo. De esta manera, liberaremos las vías por las que posteriormente podremos hacer avanzar los balancings, ejercicios que hemos reunido en un listado para tratar los principales bloqueos, de la A a la Z.

* En España, se pueden encontrar los diapasones en páginas como www.sonoterapia. com y www.globalsoundhealing.net, entre otras.