PRESENTACIÓN

La historia del movimiento estudiantil chileno coincide en un largo periodo con la de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), es decir, con la organización de los estudiantes de la Universidad de Chile. Esto es perceptible durante todo el siglo XX. En sus inicios y hasta 1929 su estructura incluía también a “asociaciones de estudiantes secundarios”1 y de establecimientos de instrucción especial. “A partir de 1930 la Federación solo representó a los estudiantes de la Universidad del Estado”.2

En 1931 se unieron a la FECH los dirigentes estudiantiles de la Universidad Católica y de la Escuela de Artes y Oficios (hoy USACH) en la acción que precipitó la caída de la dictadura de Ibáñez. La Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC), por su parte, mantuvo una larga presencia desde la capital del Biobío.

La enorme expansión de la educación superior ha contribuido a universalizar las agrupaciones de estudiantes; también los estudiantes de enseñanza media han tomado una mayor participación asociativa. Pero la FECH continúa teniendo una gravitación central e importante entre todos los movimientos sociales chilenos.

En este libro se refieren hechos ocurridos en siete años en los cuales el autor fue testigo y actor. Es producto del ejercicio de la libertad de crítica y de la convicción de haber pertenecido a una generación que tuvo un sueño, al cual la inmensa mayoría de sus integrantes permanecieron y permanecen fieles, desde sus particulares posiciones ideológicas y políticas. Si hubo un signo común me parece que ese fue el luchar por construir una democracia real en nuestro país, ampliando la libertad y la participación, la igualdad, la justicia y la fraternidad, creyendo que ello era y es posible.

Escribo estos recuerdos “antes del olvido”. No pretenden hacer historia política, lo que demandaría una especialidad de la que carezco. Comenzaron como notas escritas aquí y allá, impulsadas por el placer de rememorar un tiempo duro, pero feliz. Después, he sentido la necesidad de publicarlas como un tributo a tantas compañeras y compañeros que vertieron su generosidad, pasión e idealismo en la Federación, con los cuales estuve de acuerdo o discrepé, pero a los que aprecio en su valor.

La importante presencia de la Federación de Estudiantes de hoy nos permitirá adentrarnos en los grandes problemas que enfrentan actualmente las personas en nuestro país y, como antes, opinar sobre ello.


Santiago, junio de 2013.


1 Federación de Estudiantes de Chile. Declaración de Principios y Organización aprobada en la 1ª. Convención Estudiantil Chilena, celebrada en Santiago en junio de 1920. Reproducida en edición facsimilar en los Anales de la Universidad de Chile Sexta Serie, No.17, diciembre de 2005, pp. 17-32.

2 Moraga Valle, Fabio. En Anales de la Universidad de Chile Sexta Serie, No.17, diciembre de 2005, p. 166.