Presentación

Uno de los más grandes desafíos que hoy se plantean a la Iglesia es cómo lograr conducir al hombre actual hacia un auténtico encuentro con Cristo Jesús. Cada vez se constata con mayor fuerza cuán ardua es actualmente la tarea de despertar y mantener viva la fe.

La respuesta a este desafío no se centra tanto en el orden doctrinal o en cambios de orden organizativo. Es un desafío que se ubica más bien en el orden pedagógico, es decir, en el cómo lograr captar vitalmente al hombre actual que, en general, se muestra indiferente ante el mensaje del Evangelio; o cómo despertar a los “creyentes no creyentes”, a fin de llevarlos a un real encuentro con el Señor e infundir en su alma un ardiente entusiasmo misionero.

Si bien se ha buscado nuevos métodos y nuevos caminos de evangelización y se ha elaborado nuevos estilos y modos de entregar la Palabra de Dios y la catequesis, y se ha puesto en práctica valiosos caminos de encuentro y afianzamiento de la fe, no obstante, la indiferencia religiosa en lugar de disminuir parece crecer.

El llamado que hizo Juan Pablo II a una nueva evangelización y que han continuado los siguientes Sumos Pontífices, se sitúa en esta dirección. No es la primera vez en la historia que la Iglesia sufre crisis y pasa por períodos de prueba.

Sin embargo, siempre la Iglesia ha sabido salir adelante con renovadas fuerzas: el Espíritu Santo no abandona la barca de Pedro. Estamos seguros de que ello va a acontecer también ahora. Todo cambio de época, y más aún de la envergadura del cambio actual, presenta nuevos retos que en definitiva llevan a un florecimiento de la vitalidad y ardor de la fe.

Una pastoral mariana renovada constituye, a nuestro juicio, un medio pedagógico de primera importancia en este sentido. Nos referimos expresamente a una pastoral mariana “renovada”, lo cual supone una revisión profunda de la imagen de María que posee nuestro pueblo y, por otra parte, la implementación de una nueva espiritualidad y metodología pastoral mariana.

En este sentido, a través de esta publicación, queremos compartir lo que el fundador del movimiento de Schoenstatt, el P. Kentenich, ofrece como fruto de una amplia experiencia y elaboración pastoral, que da cuenta de la eficacia del camino mariano de evangelización para nuestro tiempo.

P. Rafael Fernández de A.