I.- Conocer el

entorno global


Aprovechar las oportunidades y
evitar las amenazas del mundo actual


canstockphoto10885628BN.jpg

Cuando yo tenía diez años, hace ya cincuenta, mi vida transcurría serenamente, la escuela, la tarea, la lectura, los fines de semana hacer un día de campo o ir a casa de las tías abuelas. Fuimos de la generación llamada baby boomers, posterior a la Segunda Guerra Mundial. Una familia normal de la época, los papás trabajando todo el día, las mamás en casa a cargo de los niños, el estilo de educación era firme y la autoridad de los padres generalmente orientada por la imagen de “papá manda”, que no daba cabida a la desobediencia. No era necesario justificar o razonar con nosotros las instrucciones que debíamos cumplir y no nos sentimos agredidos ni ofendidos por el hecho de hacer todo aquello que era nuestra obligación; desde deberes de la casa, hasta el rendimiento académico eran bajo nuestra absoluta responsabilidad. Por lo general no era necesario castigarnos, ya con la mirada de papá sabíamos si era o no correcta nuestra conducta.

Mis deberes eran levantarme a la hora exacta para arreglarme y estar lista para ir a la escuela, hacer mis tareas escolares, las tareas de casa que me correspondían y que básicamente eran mantener en orden mi recámara y ayudar a mi madre en asuntos de cocina, ya que el arte culinario fue y sigue siendo para nosotros un maravilloso motivo de unión y disfrute familiar. Por la noche bañarme y arreglar mi uniforme para el día siguiente, que yo recuerde desde los diez o doce años ya era esta mi rutina diaria. Los domingos mis hermanos, mis padres y yo veíamos en la recién inventada TV a Cachirulo con cuentos para la familia, los anuncios eran de chocolate. No recuerdo haber cuestionado las  instrucciones que mis papás me daban, ellos eran la autoridad y ya, con respeto y sin más trámites. En algunas familias había mayor rigidez por parte de los padres tanto en trato como en dirección de cómo debían manejar su vida; mis hermanos y yo tuvimos la fortuna de tener padres que nos permitieron ser a nuestro modo propio sin rebasar el respeto a su autoridad, pero de cualquier manera quienes tenían padres rígidos sentían que así eran las cosas, no era fácil concebir el concepto de rebeldía. Hoy a mis sesenta años sigo manteniendo ese profundo respeto y amor por mis padres, aun cuando siendo adolescente y joven adulta me cuestioné acerca de nuestras diferencias en maneras de manejar las cosas, jamás he cuestionado su forma de educarnos ni mucho menos el profundo amor que nos tenemos. Ahora soy yo quien está presente para ellos en lo que requieran, como ellos me enseñaron, respetando sus espacios y decisiones propias.

La idea de nuestros padres era a largo plazo, ellos anhelaban hacernos personas maduras y para llevarlo a cabo no requerían de sentirse angustiados o presionados, íbamos a llegar a donde nuestra capacidad lo permitiera; los principios morales, aun cuando asistiéramos a escuelas laicas, estaban perfectamente definidos: qué se puede y qué no. Valores como la honestidad, el respeto a los mayores y la responsabilidad, entre otros, eran incuestionables.

Cuando mis hijos tenían diez años, en la Generación X –hay quien la llama Generación de la Apatía o Generación Perdida–, el estilo de vida había sido marcado por la libertad que las mujeres obtuvimos a partir del control natal y de la fuerte ola feminista de esa época. La mujer reclama derechos y empieza a participar de manera independiente en la vida económica y social, surge la aceptación del divorcio y con él las familias disfuncionales y los niños problema que son encausados al psicólogo.

A mis adorados hijos, como a muchos otros de su generación, les tocó una vida de padres divorciados, madres trabajando, sirvientas que entraban y salían, imagen distorsionada de la relación de pareja, abandono, incertidumbre. “¿Qué voy a hacer el fin de semana? ¿Me toca con mi papá?, pero si ya tiene novia y no nos hace caso”. “Él se tiene que hacer responsable, ¡yo tengo compromisos!”. Y vaya si los tenía, trabajaba de sol a sol y vivía muy angustiada.

Los padres de familia buscamos en esa época evitar sufrimiento o problemas a nuestros hijos y darles todo aquello que no teníamos, nuestro estilo de vida había cambiado radicalmente al de nuestros padres, y en muchos casos por culpa o por miedo los sobreprotegimos, nos volvimos permisivos y rompimos el cerco de límites y contención, se cambió el “debes hacer” por el “¿quieres hacer?”.

Muchos, sí, muchos de los baby boomers criaron niños controladores, desorientados, dependientes, demandantes, que ya han cargado con una gran dificultad para obtener una vida madura y equilibrada. Muchos de estos padres de familia se siguen sintiendo responsables del pasado, presente y futuro de sus hijos que rayan entre los treinta y cuarenta años, pendientes de resolver sus vidas y propiciando su debilidad, disfuncionalidad, incompetencia y por ende su infelicidad.



Ahora que mi nieta tiene diez años, se enfrenta a una generación sobrecargada de tecnología y mercadología; la vida se vive de prisa, no hay tiempo para asimilar el estudio, para disfrutar la lectura, para escuchar una conversación y menos aún para convivir en familia.

Tomamos mucho, fumamos mucho, somos imprudentes, nos reímos poco, manejamos muy rápido, nos enojamos mucho, nos levantamos muy tarde, nos levantamos muy cansados, leemos poco, vemos mucha televisión y rezamos rara vez. Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos mucho, amamos rara vez y odiamos más seguido”.

George Carlín, comediante español

Los padres de familia de la Generación X buscan crecer la autoestima en sus hijos para hacerlos competitivos en un mundo global, dan prioridad a clases especiales, escuelas que suban su nivel, esto es, vivir en la era digital, en la posmodernidad.

El matrimonio y la familia enfrentan cambios profundos en su sentido y razón de ser para visualizarse ahora como factores de riesgo al tener que afrontar futuros personales mucho más abiertos que antes, con las oportunidades y peligros que esto conlleva, pero el riesgo es el elemento esencial de una sociedad innovadora; vivir en la era global significa manejar una gran variedad de nuevas situaciones. Tradiciones conservadas a través de los siglos empiezan a ser sujetas a duda o desconocimiento, por ejemplo, la familia, la sexualidad se están desprendiendo para formar nuevas tradiciones con versiones diferentes, que exigen tomar decisiones constantes tanto en la vida cotidiana como en otras esferas. El lado oscuro de esta situación es el aumento de adicciones y compulsiones, y cualquier área de actividad puede ser invadida por ellas (trabajo, ejercicio, comida, sexo, juego), lo que antes sólo se aplicaba a consumo excesivo de alcohol o drogas.

La globalización influye en la vida diaria, en los aspectos íntimos y personales, tanto como en lo que sucede a escala mundial. Ahora conocemos acontecimientos de los lugares más remotos de la tierra en espacio de segundos, las tendencias aparecen simultáneamente alrededor del globo terráqueo junto con la importación-exportación de todo aquello que te permite estar a la última moda en ropa, calzado, telefonía, tecnología digital, autos, música, videos…

En el clima de la posmodernidad se intercambia la experiencia por la apariencia, lo real por lo virtual, el hecho por el simulacro, la historia por el instante, el territorio por el dígito, la palabra por la imagen.

Todo se disuelve en el momento presente inmediatamente superado por otra imagen, llevándonos a vivir en una escala virtual.

Unos amigos de mi hijo pidieron mi opinión acerca de un estudio psicológico que se le realizó a su hija de catorce años por resultados deficientes en la escuela, estaban preocupados porque en la interpretación de las pruebas se determinaban desviaciones que presentaba de acuerdo a los promedios establecidos en las mismas.

Leí con detenimiento todo el estudio y les envié un mensaje para su tranquilidad que en pocas palabras decía lo siguiente:

“Tiene escaso vocabulario y da explicaciones breves a las preguntas que se le hacen”… No se llamaría “era digital” si no se caracterizara por la comunicación en imágenes, símbolos y/o dígitos, el escaso hábito de lectura propiciado por padres que ya no leen a no ser información sucinta de temas extraídos, por supuesto, de Google. El problema es de los niños y jóvenes de todo el mundo, y como dirían las tías “mal de muchos, consuelo de tontos”, pero así es.

“Se destaca que tiene una incapacidad para construir oraciones de forma estructurada”... Pregunté a los papás si estaba en escuela bilingüe. Pues ya está, ¡su mente construye en inglés! La música que escucha, las películas, la información de Google la maneja en inglés y en su escuela es el idioma prioritario.

“Muestra ansiedad y se distrae en la aplicación de pruebas”... Pues siendo amigos de mi hijo me queda claro que viven de prisa pasando de una actividad a otra, clases, dentista, psicólogo, deporte, súper, difícilmente aprenden a estar en paz.

No hay problema, hoy es normal.

Los contenidos del mundo audiovisual de hoy propician violencia, consumismo, distorsión de valores, conductas adictivas y sexualidad light, entre otros problemas.

La digitalización

La digitalización permitió transformar sonidos, imágenes, videos, fotos, películas, letras, documentos, libros, en bits y bytes que se transportan de un lado a otro a gran velocidad en computadoras, Ipod, Itouch, Ipad, BlackBerry…  y dentro de cada uno de ellos opciones infinitas que captan cada vez más la atención y tiempo de los niños y jóvenes, llevándolos a niveles nunca vistos de enajenación, aislamiento y evasión, que muchas veces es utilizada por los padres como una buena opción para tener tiempo abierto, para ocuparse de sus propios intereses, pero no nos damos cuenta de que cada vez estamos más lejos del contacto humano, de la sensibilidad y valores familiares y sociales. El chat, la web, Facebook, Messenger, Google, Twitter, Youtube, BlackBerry, DS, Yahoo, Hi5, Skype… ¿hay tiempo para hacer algo más?

Digitalización en cifras

• En 1999 se realizó la primera trasmisión de mensajería online.

• Internet cuenta en 2012 con 2 billones de usuarios.

Desde la generación del control remoto, se desprende el gran problema de no saber lidiar con las frustraciones, que se extiende a las relaciones sociales. Si algo no va bien con una persona, los niños la agreden, la hacen a un lado, buscan otra, la descartan como si fuera un videojuego. Ya jóvenes elaboran su capitalismo personal, se vanaglorian de cuántos novios han tenido y a todos los que han besado. Abandonan a quien no les gusta y empiezan a actuar como piratas, extrayendo lo máximo posible de las personas y de las situaciones”.

Icami Tiba

On line everywhere through the world all time in english”.

(En línea en cualquier lado a través del mundo todo el tiempo en inglés).

Octavio Ianni

• En todo el mundo se mandan diariamente 8.6 miles de millones de mensajes.

• Si se enviaran por carta los mensajes y se acumularan las páginas, ocuparían un poco más de lo que hay entre la tierra y la luna, lo que salva 2.8 millones de árboles cada día.

•Google tiene 8,168 millones de páginas web indexadas, maneja 29 millones de búsquedas por minuto y 4,000 millones de consultas por día.

• Facebook concentra alrededor del mundo a más de 900 millones de usuarios. Tan sólo en México hay 30 millones de usuarios.

• Wikipedia cuenta con más de trece millones de artículos disponibles.

• Los jóvenes hoy ocupan un promedio de cuatro horas diarias enviando y recibiendo mensajes.

Las denominadas redes sociales han acaparado la atención de los jóvenes del mundo, que se han empeñado en exhibir a través de fotografías y comentarios su vida propia; lo que antes se conocía como intimidad está a la vista de todos en tiempo real, y nos encontramos con niños cuyo criterio de discriminación de consecuencias es apenas incipiente, lanzando al mundo información en imágenes y letras que se convertirá en factor de riesgo para su integridad, ya que podrá pasar de usuario en usuario en una cadena interminable.

Lo mismo ocurre con la BlackBerry, los niños y jóvenes de ahora se vanaglorian de tener cada vez más y más contactos, cien, ciento veinte, compiten a ver quién tiene más, pero ¿quiénes son?, ¿cuál es su educación y procedencia?

Es de tener muy en cuenta el nivel de riesgo al que quedan expuestos, igual que en el punto anterior.

Valores que se privilegian hoy:

DINERO.- Cuánto tienes es cuánto vales, los valores se alojan en lo material, las personas se ven inmersas en una búsqueda incansable para obtener todo aquello que ofrezca proporcionar sensaciones como placer, alegría, realización, pertenencia, y el mercado ofrece una gran gama de productos con la relativa promesa de reducir su ansiedad, llevándolas a vivir en lo imaginario.

Ser rico o ganar mucho dinero sin cuestionamientos de su procedencia, hace a una persona exitosa y digna de ser imitada. Casi todos los niños y jóvenes aspirarían a ser futbolistas o modelos  según el sexo, como una aspiración alta en su vida, porque conocen las fabulosas cantidades de dinero que acumulan desde muy jóvenes quienes incursionan con éxito en estas actividades.
“Para qué estudio, eso no me sirve de nada, si algo necesito lo saco de Google”, conversación de adolescentes en un café.

DELGADEZ.- En mi juventud muchos novios se decían “gordo” como apelativo de cariño, hoy es una afrenta decir a cualquier joven gordo o gordito. Las niñas en especial viven obsesionadas con el peso. “¿Crees que si le pongo aderezo a mi ensalada engordo?”, dice mi nieta de ocho años. Es la cultura actual, lo ven en todos los medios electrónicos, en la escuela, en sus propios padres que en muchos casos trabajan y saben que hoy por hoy la imagen vale oro, y cómo no, estar delgados es importante. La industria dirigida a la delgadez es de las más prósperas en los últimos años, y muy cerca de los primeros lugares en consultas vía internet, con más de un millón y medio de referencias, son relacionadas con asuntos de desórdenes alimenticios y/o control de peso.

BELLEZA.- “Estamos planeando para tus quince años llevarte a Europa”. “Mejor págame la cirugía, quiero operarme la nariz, el busto y la lipoescultura que le hicieron a Miranda, ¿a poco crees que ella tiene ese cuerpazo?”. La cultura globalizada deja claro este parámetro de éxito en la vida, por supuesto generando también una industria de consumo importante. Valores asentados en la mercadotecnia: “mi meta en la vida es ser bonita y tener buen cuerpo” ¡OMG!, mis tías se habrían vuelto a morir; “buenos modales, cultura, respeto a tus mayores, profesionalismo, siempre una buena anfitriona, bendice los alimentos, aprende a cocinar bien…”, todo esto se enterró con ellas.

JUVENTUD.- Pues aquí me toca hablar de mí y de mis congéneres… qué difícil nos han hecho la vida los jóvenes en la política, en la industria, en la tecnología, en lo social… si no eres joven no das el ancho, simple y llanamente porque no creciste con la tecnología y los valores de esta era. Muchos adultos mayores han recurrido a la cirugía, al uso de ropa juvenil, al comportamiento que genere empatía con la gente menor, adoptando el truco de casarse con personas de mucho menor edad, pero ¿a quién engañamos?, somos muchos, somos viejos, ya dejamos de ser útiles para una generación que está orientada a estimar personas y cosas en función de que les sirvan para algo inmediato. “Mi amor, ¿me puedes decir cómo cambio la foto en mi BB?”, pregunto sintiéndome muy moderna. “¡Las abuelas! Nunca le vas a entender, Bu, mejor yo te lo hago, pero me llevas por una crepa”.

Paradójicamente para 2020 los mayores de sesenta años seremos mayoría.

Las creencias y valores tradicionales se confunden en la inmensa ola de información que bombardea nuestra mente por todos los medios.

Contadas veces hacemos un alto en el camino para reflexionar y traer a la mente la realidad de que nuestros hijos están adoptando en el día a día los esquemas de conducta que regirán su futuro.

La prisa cotidiana apenas deja tiempo para planear, como en los negocios, las estrategias y acciones necesarias para llevar a nuestras familias a un futuro más promisorio dentro de un entorno de alto riesgo.

Hay que tener claro el compromiso personal, familiar, social y moral para hacer de nuestros hijos ciudadanos éticos y autosuficientes que propicien una mejor calidad de vida en nuestro país para su bienestar y el de las próximas generaciones.

Como padres tenemos dos vías, una de ellas es reconocer nuestra responsabilidad en la crianza de los hijos preparándonos para realizarla con amor y dedicación, y la otra desentendernos haciendo responsable a la escuela, sociedad, a la pareja o a la incompetencia del propio niño de su inminente fracaso ante la vida.

No tenemos una cultura que nos ayude a ser conscientes de lo que el futuro conlleva cuando no se planea adecuadamente el presente, y las más de las veces dejamos pasar las cosas hasta que ocurre algo que verdaderamente cimbra a la familia como adicciones, accidentes, divorcios, violencia.



Todos necesitamos compromisos morales que trasciendan las preocupaciones y riñas triviales de nuestra vida diaria. Deberíamos estar dispuestos a hacer una defensa activa de nuestros valores, allí donde estén poco desarrollados o en peligro. La moralidad cosmopolita tiene que estar guiada por la pasión”.

Giddens en Un Mundo Desbocado

La familia es el único recurso que tus hijos tienen para enfrentar los retos de la vida actual con fortaleza y seguridad”.

II.  Estar en conciencia


Lo primero que aprenden los hijos
es lo que ven en sus padres


canstockphoto5463993BN.jpg





Stephen Covey propuso su ya famoso Círculo de Influencia y Círculo de Preocupación y lo relaciona con la oración de la serenidad de San Francisco: “Señor, dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para distinguir la diferencia”.

Si malgastas el tiempo en cosas que te preocupan, pero sobre las que no tienes ningún tipo de control, estás perdiendo el tiempo. En cambio, si trabajas dentro de tu Círculo de Influencia sobre las cosas que sí puedes cambiar, entonces estás aprovechando tu tiempo y puedes hacer que tu Círculo de Influencia crezca y abarque más temas.

Hay situaciones y cosas que salen de control simplemente porque no hay opciones a nuestro alcance, podríamos vivir preocupados por toda la basura que a través de internet y otros medios masivos de comunicación ponen en riesgo la salud mental de nuestros hijos, por la comida chatarra que daña su salud y que las campañas mediáticas invitan al consumo, por la violencia social que expone nuestra vida, y por tantas cosas para las cuales efectivamente necesitamos serenidad para aceptarlas, ya que en nuestras manos no está un cambio radical en tales sentidos; mas sí podemos instalar bloqueos de programación clasificada para adultos, hacer atractiva y sabrosa la comida sana, dejar la violencia fuera de casa y, por qué no, participar en campañas que respalden la salud e integridad física y mental de los niños. Esto sería lo que para Stephen Covey es actuar en tu Círculo de Influencia y tener la satisfacción de logros dentro de situaciones problemáticas.

Los esquemas conocidos en lo que se refiere a crianza de niños ya resultan obsoletos, y el primer paso para un exitoso desarrollo de nuestros hijos en el mundo actual es realizar cambios en nosotros mismos, entendiendo que en el momento en que yo modifique algo en mí, lograré un efecto inmediato en el entorno. Éste es un proceso y requiere de cumplir paso a paso con pequeños avances que perseverando se convertirán en hechos.

La realidad de hoy es que debemos criar a nuestros hijos en un ambiente de suficiente tranquilidad para equilibrar la violencia externa, una buena dosis de contención que les enseñe a alcanzar sus deseos a su tiempo y en su medida, un lenguaje positivo que reafirme su posición en el mundo y una expresión directa de nuestro amor por ellos, que les permita establecer relaciones emocionales sanas y enriquecedoras.

En mi opinión hay cinco factores que influyen directamente en el éxito o fracaso de los padres en la crianza de sus hijos: el equilibrio físico emocional y mental de los padres como individuos, la relación de pareja o en su caso el manejo del padre o madre solteros, las reglas que cualquier propio o extraño respeta en la casa, los límites que no deben rebasar los integrantes de la familia en respeto a la armonía del grupo y el cuidado por el crecimiento individual en el ámbito de la esencia de cada quien.

Queda claro –como afirma Watzlawick[1]– que más de lo mismo produce más de lo mismo, y en el caso de la crianza de niños en la era digital hay que aceptar que se hacen necesarios ajustes en todos los ámbitos de nuestra vida para generar un ambiente propicio para su desarrollo. No está por demás reiterar que no es haciendo más de lo mismo, sino tomando el riesgo de hacer algo diferente, ya que en la medida en que uno solo de los miembros de la familia genere un cambio, el efecto se verá reflejado de manera inmediata en el resto del sistema.





El reto de las águilas

La vida de las águilas es un ejemplo de fortaleza, tienen un promedio de vida de setenta años, pero a los cuarenta su pico es tan largo que podrían hasta morir de un picotazo en su propio pecho, sus uñas son tan débiles que no pueden atrapar a sus presas y sus alas cargadas de un plumaje tan pesado que llega un momento en que no les permiten volar. ¿Cuáles son sus opciones?

Dejarse morir, sin saber qué hacer.

Esperar que alguna otra águila les allegue comida.

Las que logran triunfar es porque, aceptando sus circunstancias, se  aíslan por un tiempo en el que romperán con dolor su pico y esperarán con paciencia a que crezca uno nuevo, con éste quitarán una a una sus uñas, esperarán que salgan nuevas y con éstas y su pico retirarán las plumas para crecer nuevo plumaje. Con éste podrán volar y subsistir dignamente por treinta años más, su proceso de renacimiento dura aproximadamente cinco meses en los cuales viven alejadas de todo, comiendo muy austeramente y sufriendo cada paso que por instinto saben las llevará a una mejor vida.

Cuando quieres algo todo el universo conspira para que realices tu deseo”.

Paulo Coehlo

CLAVES PARA UNA VIDA ÍNTEGRA  Y PLENA

1. Estar donde estás en mente y cuerpo

Por el tiempo destinado al efecto, dejando fuera distractores que impidan tu concentración.

En mi actividad como consultora de empresas (sin excepción) tuve la experiencia en diversas reuniones con los altos niveles de dirección de ser recibidos con puntualidad y por el tiempo definido a quien o quienes tenían citados, estar concentrados en el asunto a tratar, buscar respuestas satisfactorias de corto plazo que ahorrarán tiempo en el futuro y, muy importante, a diferencia de niveles menores de la organización, no interrumpen las reuniones con el uso de celulares: o los apagan o los dan a la secretaria para que conteste. En mi experiencia no me ha tocado ver a ese nivel de personas agobiados leyendo mensajitos, dejando sonar los móviles en reuniones de trabajo o, peor aún, contestarlos. Y ¿a qué viene todo esto? Quisiera dejarte una reflexión:

El valor de tu tiempo está en donde estás en cuerpo y mente.

Si quieres ser triunfador en el papel más trascendente de tu vida, previendo un futuro promisorio para tus hijos, valora y respeta el tiempo que les puedas dedicar, con amor, comprensión y paciencia.

La auto observación será el instrumento que te ayudará si decides tener la disciplina de aplicarla con frecuencia, y es muy simple, analiza primero uno de tus días normales: al levantarte, antes de entrar en los deberes cotidianos, dedica un breve espacio para ordenar tu mente, déjala vacía por unos minutos, disfruta tu baño (el jabón que te gusta, la toalla suave, tu canción favorita), sigue tu rutina diaria observando en cada actividad tu nivel de concentración y no lo pierdas, cada vez que notes que te desvías regresa a estar presente en cada actividad que te demande el día.

Si estás en el trabajo… concéntrate y produce resultados, si estás en una reunión social… relájate y diviértete, y si estás en tus rutinas familiares… cumple tu papel de líder y aporta las bases del futuro de tus hijos con alegría y amor.

La meditación es un espacio de vacío para entrar en control contigo mismo, si no tienes tiempo para dedicarlo a esta maravillosa práctica, usa los tiempos en el auto, es una prueba que te recomiendo, especialmente si vives en una ciudad como la mía en la que los trayectos deben ser calculados en horas; lo importante es salir con tiempo, concentrarte en tu respiración y dejar tu mente lo más limpia posible; si hay tiempo, avanza en el desarrollo de nuevos proyectos o recetas que plasmarás cuando llegues a tu centro de trabajo o a tu casa. Comprobar la diferencia entre llegar molesto, desesperado, o llegar relajado con tus ideas en orden, te va a enseñar a practicar cada vez con más frecuencia la auto observación.

2. Definir tus prioridades

Elabora tu propia escala de valores y te darás cuenta de que muchas veces lo que más parece importarnos, es a lo que menos dedicamos tiempo y atención. Tal vez tu prioridad actual sea tu trabajo, pensando que con eso darás a tus hijos todo lo que necesitan, y claro que es una prioridad, pero no descartes el calcular que tu atención, afecto y cercanía les serán de mucho más valor que la ropa de marca, los juguetes de última moda o las comidas en restaurantes caros.

¿Qué recuerdos tuyos quisieras dejar en tus hijos?, ¿cuáles crees que son las cosas más importantes que puedes hacer para y con tus hijos en el tiempo que estás con ellos?

La época que vivimos nos mantiene realizando actividades una tras otra, y muchas de ellas son intrascendentes para nosotros mismos o para nuestra familia, por ejemplo, la necesidad que se nos genera de atender teléfonos móviles, responder mensajes o leer correos de manera inmediata, por lo general se traduce en nada. Mucho te ayudará contabilizar una semana el tiempo que dedicaste a las actividades arriba mencionadas, cuenta el número de horas, calcula en qué influyeron para tus prioridades y como lo más seguro es que sólo hayas perdido el tiempo, empieza a enfocarlo a lo que sí importa, y limita a un horario establecido tu contacto de entretenimiento con estos equipos, acuérdate de que tendrás que inculcar lo mismo a tus hijos.

Es probable que esto implique cambios en tus rutinas y en tu mente, y que tengas que ajustar tiempos y estilos de comunicación que más adelante veremos.

3. Establecer tu propia barrera de contención

No conozco persona alguna que pueda hacer de su vida lo que quiera sin asumir las consecuencias lógicas de sus actos. Este tema, que trataremos a detalle en el capítulo de paternidad, he considerado incluirlo aquí porque también en este caso es a partir de ti que puedes después derivar algo a tus hijos.

Límites es la palabra clave, y en quien primero deben existir es en ti mismo, a través del respeto a tu propia persona, saber decir “no” a todo aquello que pueda generarte un daño físico, emocional o psicológico, aprender a reconocer qué consecuencias corresponden a cada uno de tus actos, y contenerte antes de propiciar resultados negativos.

Casi a punto de casarme, hace ya más de cuarenta años, por mi profesión de psicóloga recién recibida fui a una terapia para vivir la experiencia previa a ejercer mi profesión. No tenía muchas cosas que hablar con el psicólogo y sólo había algo que me inquietaba en ese momento; mi futuro esposo y yo ya habíamos rentado un departamento y teníamos algunos muebles, pero en esa época no se estilaba convivir hasta estar casados formalmente, por lo que pregunté al terapeuta si estaría mal que conviviera más íntimamente con mi novio, y la respuesta fue una lección para siempre: no pienses en el momento, sino en cómo te vas a sentir después. En ese instante se me encogió el estómago y entendí que lo básico es visualizar las consecuencias y escuchar a tu estómago. Más adelante había aprendido a fumar y lo hacía poco, no había tanta publicidad negativa como ahora, pero en una ocasión vi a un amigo de la familia, fumador y divertido siempre, cargando un equipo de oxígeno sin poder casi hablar porque se ahogaba; regresé a la fórmula de “no es que hoy fume sino cómo me voy a sentir después”, y en adelante, cada vez que se me antojaba un cigarro me veía con el oxígeno, y mi estómago se encogía y así deje de fumar. Es a lo que los neurolingüistas llaman “anclaje”, el hecho ligado a la consecuencia.

A partir del respeto por nosotros mismos, para lograr una vida plena es indispensable aprender y aplicar límites a todos cuantos se relacionan con nosotros en lo emocional, familiar, profesional y/o social. El Tai Chi, que se desprende de la sabiduría china, enseña una serie de ejercicios que equilibran las emociones y los pensamientos de las personas, y se basan en movimientos que delimitan a la perfección ese espacio que te pertenece y que no debe ser invadido por nadie. Estira tus manos al frente, llévalas hacia los lados, luego hacia arriba, y vive la sensación de privacidad en tu propia burbuja; no la pierdas, es un espacio que virtualmente representa todo aquello que debes defender como propio: tus ideas, tus sentimientos, tu vocación, tu integridad física y moral.

Dentro de los estudios desarrollados en terapia de pareja, queda claro que la frecuencia mayor en cuanto a divorcios y separaciones se da en personas que dejaron en manos de sus parejas decisiones de proyecto de vida, gustos, actitudes y hasta lugares dónde vacacionar; que a la larga diluyeron su presencia siendo sólo una sombra de quien acaba por no verlos y hacer su propia vida.

El no aprender a poner límites a los demás para respetar tu propia integridad te vuelve cada vez más débil e insignificante, observa a las personas que más respetes y fíjate cómo conoces perfectamente hasta dónde puedes llegar con ellas, porque tienen la fuerza para mantener sus opiniones, expresar sus sentimientos, salir de relaciones destructivas y hacer oír su voz.

4.- Simplificar tu vida

Los padres de hace cincuenta años si bien no tenían de frente un mundo tan hostil y sobrecargado como el actual, supieron en muchos de los casos sacar adelante hijos responsables y maduros. Gran parte de su éxito fue el llevar una vida más relajada, en ese tiempo no se estilaban las clases extraescolares, los tiempos con especialistas como pediatras, dentistas, ortopedistas, odontólogos, nutriólogos y por supuesto tampoco psicólogos. Los alimentos en familia eran usuales, así como el respeto a los mayores y cercanía con la familia extendida.

Hoy que la vida nos exige tiempos más extendidos de trabajo y de trayectos para desplazarnos a cualquier parte, es necesario hacer la vida más simple, menos calle, sólo lo indispensable, realizar más actividades dentro del hogar que propicien tranquilidad y convivencia.

Se ha demostrado una tendencia creciente en los niños a presentar síntomas de Déficit de Atención e Hiperactividad, y que en muchos de los casos no es sino el reflejo de vivir sin parar y con prisa pasando de actividad en actividad desde que amanecen hasta que ya tarde se acuestan. La recomendación inmediata de los expertos es, como se decía en mis tiempos, “paren su tren que se va a desbocar”, menos número de actividades y más calidad de resultados.

Un poco de orden hará más simple tu vida, más disfrutable en cada paso.

Ir dos o tres veces al banco o al súper porque algo se olvidó, buscar cosas o recibos que quién sabe dónde se dejaron, extender llamadas telefónicas en tiempos de hacer tareas, jugar con la computadora en la oficina y apretar los tiempos de trabajo, ir a tomar un café con alguien por pena de decir que no, son algunos ejemplos de tiempos perdidos que generan en el corto plazo tensión, estrés y mala calidad de vida para ti y quienes te rodean.

Simplemente organiza tus actividades de acuerdo a lo prioritario y disfruta la vida.

5.-Superar los puntos de fricción

Incrementa tu tolerancia a la frustración.

Se ponchó la llanta, no se levantaron los niños a tiempo para la escuela, no llegó la muchacha, te cancelaron la cita, te dejaron esperando una hora, hiciste la cola y no alcanzaste boleto, no te pagaron, te pegaste con la puerta del coche, no encuentras las llaves y te urge irte, no te alcanzó para el sweater el último día de la barata, te cerraron el banco cuando ibas llegando, se te quemó el arroz, el bebé lloró más de una hora, tu pareja se levantó de malas, el proyecto no le gustó a tu jefe, no te alcanza para las colegiaturas, tu hijo reprobó el año, te caíste en una calle… si te han ocurrido más de tres de estas situaciones, ¡bienvenido al mundo real!

No sabes cómo me he reído al pensar en todo lo que nos pasa todos los días, claro que en el momento en que te pasa sientes un gran malestar, y es normal, pero no te atores allí ni prolongues a todas tus actividades posteriores el mal momento; razónalo, resuélvelo allí, y con sentido del humor aprende a reírte de ti mismo cuando eres un mortal común y corriente al que algunas cosas le salen bien y otras no, no es que a ti te haya elegido la vida para fastidiarte, a todos nos pasa, la única diferencia es la forma en que tomamos las cosas.

“Vivir las experiencias que nos ofrece la vida es obligatorio; gozarlas o sufrirlas es opcional”, dice el hombre más feliz de la tierra, Matthieu Ricard[2]. El monje explica cómo nuestra vida puede ser transformada incluso a través de variaciones mínimas en la manera en que manejamos nuestros pensamientos y percibimos el mundo que nos rodea.

Hay que desarrollar lo que se ha llamado “plasticidad de la mente”, que es la capacidad humana de modificar físicamente el cerebro por medio de los pensamientos que elegimos.

“A más pensamientos negativos más infelicidad autogenerada, por el contrario, quien piensa positivamente aumenta las emociones placenteras y de felicidad”, afirma Richard J. Davidson, experto de la Universidad de Wisconsin, y aunque parezca irreal, te invito a ejercitar las neuronas de tu cerebro produciendo pensamientos positivos, y cambiando el foco de atención de los puntos de fricción hacia esquemas más relajados y agradables. Tú verás cómo igual que ejercitas tu cuerpo por salud física, puedes ejercitar tu mente para encontrar felicidad.

El sentido del humor es un instrumento favorable para ubicarte de la mejor manera frente a los retos que consuetudinariamente la vida nos pone, ríete de tus propios errores y, claro, trata de no volverlos a cometer. Cuántas veces afectamos a terceros por situaciones que son de nuestra responsabilidad, sólo por no reconocer que nos hemos equivocado. Hay que entender que somos humanos y no sobrecargar la importancia de las cosas.

6.- Ser amable contigo

No es difícil encontrar en estos días a muchos papás y mamás que en su prisa diaria para cubrir un sinnúmero de actividades se olvidan de sí mismos, acumulando carencias de toda índole que los dejan vacíos en el interior sin poder reconocer el porqué.

Para lograr ser un padre más paciente, es importante atender tus propias necesidades; si tú no estás pleno como persona, estarás seco para dar algo a los demás. No se trata de que seas un egoísta pensando sólo en ti, se trata de buscar espacios y cuidarte física, mental y espiritualmente con lo que ayudarás a tus hijos a hacer lo mismo.

Ana y Santiago llevan un matrimonio “ejemplar” desde hace nueve años, tienen dos hijos  y se dedican de tiempo completo al trabajo, tareas con hijos, apoyarse en labores del hogar y hacer vida social. Sorpresivamente Ana expresó su deseo de separarse, había algo que no sabía identificar pero se sentía deprimida, insatisfecha y triste. “Estoy trasmitiendo esta amargura a mis hijos, así no puedo seguir”, decía preocupada.

Santiago aceptó cuidar de los niños y darle un espacio para pensar qué le ocurría. En los diez días que estuvo sola, Ana entendió que eso, y nada más que eso, le estaba haciendo falta: tiempo para relajarse, meditar, disfrutar de una buena lectura y retomar su gusto por escribir cuentos. Le quedó claro que eI amor a su esposo y a sus hijos estaba más presente que nunca, así que volvió sonriente y relajada y negoció con Santiago que él organizara su trabajo para leer cuentos a los niños y dormirlos por la noche dos días de la semana, en los que Ana aprovecharía para clases de yoga y para leer, y cada seis meses tomaría unos días para ella sola. La fórmula les ha resultado y ahora Ana apoya también con gusto que Santiago vaya con sus amigos a los partidos de los Pumas, a los que antes no asistía porque Ana se molestaba, mientras ella cuida de los niños.

7.- Comunicar asertivamente

La comunicación verbal y no verbal transmite a los demás sentimientos y emociones que van desde la euforia hasta el miedo y todo influye: el gesto, el tono de la voz, el volumen y la intención.

Hablar desde tus sentimientos, actuar de acuerdo a lo que afirmas, respetar las creencias y estilos de las personas y no emitir juicios, son algunas de las muchas reglas que nos permiten convivir en armonía y respeto con los demás.

8.- Programar tu mente para una paternidad exitosa

Hace algún tiempo comentamos entre amigas que algunas habían vivido con alegría el crecimiento de sus hijos, habían disfrutado de verdad esa etapa de su vida, pero observamos con extrañeza cómo varias, entre las que me incluyo, tuvimos más períodos de preocupación, estrés y nerviosismo por hacer un mejor papel, negándonos la posibilidad de vivir intensamente y con alegría la crianza de nuestros hijos que al fin y al cabo fue por un breve espacio.

Somos humanos, somos imperfectos, lo que hagas por tus hijos valóralo como lo mejor que puedes hacer, no siempre el resultado de tus buenas acciones en la difícil labor de la paternidad se ven reflejadas en lo que tú esperabas para tus hijos, pero seguramente lograrán lo que ellos se propongan.

También hay que aceptar que todos tenemos un lado negativo, y al aceptarlo podemos tomar la responsabilidad del mismo y tener cuidado de no afectar a los demás.





Date cuenta de cómo visualizas lo que ocurre o está por ocurrir con esos tremendos lentes de tu pasado: rencores, pérdidas, abandonos, devaluación personal; aunque en muchas ocasiones también usamos los lentes del futuro: hasta que no tenga el BMW no voy a estar bien, cuando logre la casa de mis sueños vamos a ser felices, y en todos los casos te alejas de la realidad, del ahora que te corresponde vivir.

Soy la única persona que elige mis pensamientos”.

Louise Hay

Nuestros pensamientos y acciones consecuentes y en plena conciencia son la semilla para la vida futura de nuestros hijos.

Aquí entra el uso de la auto observación, nuestra mente por naturaleza tiende a estar constantemente trabajando aunque no siempre esa labor le da beneficios a su dueño, con frecuencia anticipamos acontecimientos agregando un sentido negativo a nuestros pensamientos, propiciando desequilibrio emocional y físico y, aunque no se crea, propiciando un resultado negativo como “profecía que se cumple a sí misma”.

La mayor parte de las personas nos cuestionamos acerca de esta inercia que han traído diversas publicaciones como El secreto, en el que aparecen quienes se volvieron millonarios o se salvaron de una enfermedad incurable gracias a que usaron positivamente el poder de su mente, y ciertamente podemos y debemos ser escépticos.

Lo que es un hecho es que todos conocemos a una o dos personas exitosas en algún aspecto de la vida, y si investigas sus pensamientos en ese tema, seguramente encontrarás que constantemente trabajan en mantenerlos llenos de luz.

Nuestra cultura por su naturaleza tiende a ser pesimista y a ubicarnos en una postura “modesta”, como si pensar en grande fuera a lastimar al resto del mundo, y no es así, pensar en las infinitas posibilidades que tenemos de triunfar en nuestros propósitos, sean cuales sean, simplemente por estar convencidos y trabajar mental y físicamente hasta lograrlo.

Te preguntarás entonces, “¿por qué un narcotraficante puede triunfar económicamente y hasta socialmente si todo lo que produce es negativo?”, y la respuesta sería: “porque su mente es positiva en lograr sus objetivos, aun cuando éstos no sean ética o moralmente aceptados”.

Especialmente con nuestros hijos, el temor a que algo les pase nos llena muchas veces la cabeza de imágenes y diálogos negativos que alteran completamente nuestra tranquilidad, y es humano, pero no hacemos ningún favor a ellos ni a nosotros. Les transmitimos nuestros temores y los volvemos temerosos, nuestra preocupación y los volvemos inseguros, nuestra necesidad de control y los volvemos dependientes. Sí… todo eso podemos hacer con la falta de orden en nuestra mente.

Visualizar los acontecimientos por venir hermosos, brillantes, abundantes en bendiciones y hasta en dinero, transforma al menos tu vida, y estoy segura de que esto mismo cambiará la de tus seres más cercanos. Por qué anticipar fracasos si da lo mismo anticipar el éxito, total, si no se logra el objetivo, pensando positivamente diremos a nuestra mente “no era por allí, pero vamos a encontrar por dónde”. ¿Cómo? Pues corrigiendo tu diálogo interno cada vez que quiera enfrascarse en ideas de fracaso, sufrimiento, abandono, pobreza, y cuántas más.

Muchas publicaciones destacan el valor de la espiritualidad, y refieren la importancia de generar, especialmente en las difíciles circunstancias del mundo actual, espacios de oración y/o meditación para ser parte activa en la vuelta de campana que nuestro mundo exige, y por supuesto transmitirlo a nuestros hijos.

Visualiza en tu mente a tus hijos prósperos y autosuficientes, desarrollando cada uno el rol que eligió en la vida y a la cabeza de quienes harán de éste un mejor país. Junto a ellos estás tú, satisfecho de tu esfuerzo por ser un mejor padre o madre.

Nada ganarías con hacer escenarios mentales fabulosos si no los accionas, el logro de tus objetivos debe mostrarse en resultados. Personas exitosas en diversos ramos han sido aquellas que no sólo imaginan meter un gol, sino que lo meten, y no sólo por el poder de su mente sino realizando acciones concretas con concentración y constancia.

Tus pensamientos convertidos en actos engrandecen o deterioran tu vida y la de tus hijos.

Es fácil darte cuenta cuando tus pensamientos te están llevando por el camino equivocado, sin lugar a duda te sentirás incómodo y

Tu centro emocional irradiará ese apretón de inconformidad que sabes reconocer.

canstockphoto1879420BN.jpg

iii. Construir una
estructura familiar sólida

Requerimos de una cerca que nos dé seguridad y pertenencia








Cuando yo era joven, las opciones en todos los ámbitos eran mucho más restringidas que ahora, eso hacía que la vida fluyera más fácilmente. Por lo que se refiere a la vida de pareja, nuestra mentalidad en general como mujeres fue la de casarnos para siempre y cuidar de nuestra familia e hijos, y para los señores, ser el sostén de su familia y tal vez en el subconsciente tener la certeza de optar por un segundo frente si se ofrecía. Pero la realidad de nuestra generación fue la de ser pioneros en divorcios, separaciones, familias disfuncionales, que como nunca antes se dispararon gracias a los derechos reconocidos a la mujer, sobre los cuales algunas se extralimitaron haciendo a un lado la vida familiar, otras exigimos un trato respetuoso y al no lograrlo tomamos el reto de divorciarnos, algunas más tuvieron la suerte de un buen matrimonio, y no faltaron aquéllas que a la antigüita aguantaron todo con tal de no estar solas. En fin, fue una generación que rompió con los preceptos establecidos, cuyos hijos e hijas, ahora padres de familia, no encontraron la brújula precisa de cómo se lleva una relación sana de pareja y muchos confunden bienestar con placer, y creen no encontrar una vida plena con la pareja que eligieron para compartir su vida.

La definición ideal de la familia es una unidad social que está organizada alrededor de un matrimonio fuerte, lo cual es crítico para construir seguridad en los niños”.

John Rosemond

Es tan intenso lo que sentimos al enamorarnos, que como decía Erick Fromm[3], no nos damos cuenta de que estamos enamorados del amor, y no de la persona a la que idealizamos borrando todo índice de defecto o diferencia que pudiéramos tener. Si a esto agregamos que es común que nos atraigan personas con características opuestas haciendo realidad el principio de la física de que polos opuestos se atraen, concluiremos que no es fácil llevar una relación de pareja duradera, estable, y sobre todo que logre plenitud individual y compartida.

El matrimonio rompe la fantasía y nos confronta con una realidad inesperada, las personas tenemos hábitos adquiridos casi siempre diferentes, la realidad familiar exige responsabilidades serias y muchas veces preocupantes, la economía pasa a ser responsabilidad única de la pareja y no de la familia de origen, nuestros estados de ánimo, olores, galanura a los que estábamos habituados se desdibujan en la convivencia diaria, y acabamos por sentir que estamos casados con un desconocido.

Lo primero que debemos conocer son los tres factores principales que mantienen unida a la pareja:

Pasión: Conservando la atracción que los hizo acercarse la primera vez. El hecho de casarnos nos obliga con mucha mayor razón a aparecer frente al otro tan o más atractivos que cuando éramos novios.

Intimidad: Abrir tus sentimientos íntimos al otro y organizándose como una entidad distinta a la familia de origen. Dejar atrás a nuestra familia de origen y planear y ejecutar nuevas formas de vida que se apeguen a las necesidades de ambos será un fuerte pilar en la estabilidad de la pareja, y no porque el estilo de vida de la familia de cada uno no sea adecuado, sino porque hay que aceptar con gusto el cambio, lo nuevo, la complicidad que a partir de nuestros mutuos acuerdos nos lleve a tener una vida privada, desde elegir colores, muebles, espacios, hasta decidir el momento de ser padres, la forma de educar a los hijos, y todo lo que esto conlleva.

Compromiso: Ser fiel, compartir tiempo, persona y bienes preparándose psicológicamente para afrontar los problemas y conflictos inherentes a vivir en pareja en el momento actual. Si bien firmamos un compromiso legal en el momento de casarnos, o tenemos algunos acuerdos implícitos, la mejor forma de llevar un matrimonio en paz es negociando, sí, leíste bien, negociando con tu pareja las reglas internas de su relación, y de preferencia dejarlas por escrito para formalizar los acuerdos a los que se llegue.

EL CONFLICTO EN LA RELACIÓN DE PAREJA

En 1980, cuatro de cada cien parejas se divorciaron en México; en 2009, en la capital del país, el 25% de las parejas se separaron.
Crisis económica, la infidelidad, la monotonía y el individualismo fueron las causas principales de este suceso.

Crisis económica. La exigencia social de estatus reflejado en ropa, autos, escuela, viajes y tantas cosas más, aunado a la difícil situación financiera de países, empresas y por tanto hogares, genera un nivel de estrés que acaba por romper la armonía en parejas que no cuentan con una estructura sólida, y que basan sus relaciones en el “cuánto tienes, cuánto vales”.

Infidelidad y monotonía. La cultura del zapping, de brincar de una cosa a la otra, de dejar atrás lo que ya no es divertido y buscar algo más atractivo, lleva a las parejas a dolorosos rompimientos, al no haber aprendido a contenerse y a tolerar la frustración de no encontrar en el otro ese ideal que imaginaron y que por lo general no es más que eso, una fantasía.

Individualismo. Las libertades llevadas al extremo para cumplir expectativas personales, dificultan los acuerdos y compromisos como pareja, lo que hace inviable el matrimonio.






DECÁLOGO DE LAS PAREJAS EXITOSAS:

• Me acepto y me quiero a mí mismo.

• Puedo ser autosuficiente aunque no lo requiera.

• Soy franco, abierto y digo lo que siento positivamente en circunstancias buenas o malas.

• El conflicto forma parte de nuestras diferencias individuales, por lo que me pongo en sus zapatos y también defiendo mi punto de vista, para negociar por partes iguales, aunque no siempre.

• Discutimos cuando es necesario, no frente a otras personas, y menos frente a los hijos.

• Estoy consciente de que la confianza se gana en muchos actos, y se pierde en uno.

• Cuido mi pulcritud y presencia personal de día y de noche.

• Mi pareja cuenta conmigo en cualquier circunstancia.

• Buscamos tiempo para nosotros y aprendemos a divertirnos solos.

• Las ofensas personales y los juicios no forman parte de nuestras posibilidades.

EL COMPROMISO ESPECIAL DE PADRES SOLTEROS

La idea romántica de la familia estándar de los cincuentas con ambos padres casados viviendo juntos, con sus hijos matrimoniales, la madre ama de casa de tiempo completo y el padre como sostén de la familia, ha sufrido en el mundo transformaciones inéditas que se desprenden, por lo general, de la ubicación de la mujer en un ámbito cada vez más parejo en el que la toma de decisiones propias juega un papel definitivo. En Estados Unidos, que ya tienen una estadística en este sentido,  estima la Oficina del Censo que el 59% de los niños pasarán parte de su vida en un hogar con un solo padre; si observamos datos estadísticos de México presentados por el INEGI, con matrimonios a la baja y divorcios a la alza, sentirás un alivio al saber que la circunstancia no es sólo tuya, es un resultado de los valores y entorno cultural que vive el mundo actual.

Estas familias pueden reconfigurarse con la presencia de una nueva pareja que puede aportar hijos o no, o de la familia ampliada, por lo general en México la abuela haciéndose cargo de los niños, o bien un solo padre con los hijos, que es a lo que nos referiremos en este capítulo.

Abrumada, culpable, vulnerable, solitario, deprimido, ansiosa, triste, son expresiones frecuentes del sentir de los padres solteros, quienes desempeñan en solitario un trabajo diseñado para dos personas, y que lo son con mayor frecuencia por divorcio, embarazos sin compromiso del padre biológico, y en menor medida, viudez y adopción.

Comparto contigo la difícil tarea de ser proveedor, o al menos semiproveedor. Lo cual implica las más de las veces trabajo fuera de casa, y con ello la complejidad de cumplir de manera simultánea el rol de padre y madre además del laboral. Es casi inevitable la presencia de culpa por no satisfacer las expectativas que en los dos ámbitos quisieras alcanzar, pero al ser compartidas las responsabilidades lo normal es que no se cumplan y no pasaría nada a no ser que utilicemos esa culpa para sobreproteger y cumplir todos los caprichos a nuestros hijos, con lo que únicamente logramos debilitarlos y dar valor a lo material sobre lo espiritual.
Ante todo será necesario que aceptes tu realidad con aplomo y una mente positiva que te ayude a levantar la cabeza y continuar el camino de la familia con dignidad y amor, para lo cual generalmente los padres solteros tendrán que superar una o varias de las siguientes etapas:

• Duelo y/o enojo, devaluación.

• Aceptación y adaptación.

• Búsqueda de un nuevo estilo de vida.

• Valorar los beneficios y vivir en paz.

• Buscar cooperación del otro padre.

• Evitar chantajes usando a los hijos.

DECÁLOGO DE LOS PADRES SOLTEROS EXITOSOS

• Me acepto y me quiero a mí mismo.

• Estoy convencido de que soltar el pasado me permite un mejor presente.

• Cumplo con mi parte de responsabilidad, enseño a mis hijos a cumplir la suya, y en su caso cuido que mi ex cubra la suya.

• El apoyo de familia y amigos llena mi hogar de calor.

• Cuido mi pulcritud y presencia personal de día y de noche.

• Organizo mi tiempo por prioridades dejando por lo general un espacio para hacer lo que yo elija.

• Aprendo a diferenciar entre las decisiones sanas y las que nacen del miedo o de la culpa.

• Desprendo de mi mente los pensamientos negativos y me esfuerzo por mantener los positivos.

• Mi mayor tranquilidad la obtengo al dejar a un lado algunas cosas como arreglo de casa o visitas sociales para dedicar mayor tiempo a una convivencia familiar tranquila.

• Puedo darme una nueva oportunidad en pareja y tener éxito.

ESTRUCTURA DE LA FAMILIA

Las familias de nuestra época muestran una variedad muy amplia de estructuras, en las que los niños pueden tener desde un hogar conformado por padre, madre e hijos –como era la forma tradicional–, dos hogares en los que comparten tiempo con un padre soltero o con nueva pareja que puede incluir nuevos hijos, o la presencia permanente de algún familiar –generalmente abuela– que se hace cargo de la atención de los niños en tanto los padres trabajan. Cada vez encontramos un mayor número de opciones y combinaciones que cambian por completo los estilos de vida y por tanto la estabilidad de los hijos.

Una familia unida y relajada tendrá menos problemas disciplinarios que resolver, sin embargo las familias de hoy, al estar sujetos los padres a un alto nivel de estrés que les impone la vida actual, propician conductas negativas en los niños, generalmente como resultado de la falta de atención.

VISIÓN Y VALORES FAMILIARES

Nuestra visión ideal como padres se centra en educar a los hijos para que lleguen a ser afectivamente autónomos, financieramente independientes y ciudadanos éticos del mundo.

Lo valores que definimos dentro de nuestros hogares ayudan a nuestros hijos a entender las conductas que esperamos de ellos.

Algunos de los valores familiares más relevantes para crear una estructura interna firme en nuestros hijos son: amor, honestidad, respeto, generosidad, prudencia, paciencia, amabilidad y responsabilidad; es obvio entender que los niños de ahora se reirían tan sólo de escuchar palabras para ellos hasta “cursis”, lo importante aquí es el ejemplo.

LAS SIETE CLAVES BÁSICAS DE LA VIDA EN FAMILIA

Para lograr que la vida en familia sea gratificante se deberán respetar siete claves básicas:

1 Estructura sólida

No importa la composición que haya adoptado el grupo familiar, lo verdaderamente importante es conservar las reglas de la casa y las líneas de autoridad bien definidas, y acordadas con los segundos hogares si es que los hay.

Una estructura ideal se conforma regularmente de un líder (dos en acuerdo en caso de la pareja) del que se desprenden el resto de los miembros, tanto hijos como familiares bajo el mismo techo, hasta empleados domésticos.

Cuando no se trabaja en la elaboración e imposición de reglas del hogar, todos los integrantes de la familia y hasta la familia extendida y amistades cercanas se ven afectados por la incertidumbre. Es como perderse en un campo sin cerca en donde podrías ir hacia cualquier lado, no importa que caigas en un abismo o llegues a un paraíso, no estarás exento de sentirte inseguro y perdido.

2 Rutinas predecibles

Está comprobado que las rutinas diarias ayudan a generar hábitos y conductas mucho más estructuradas y por tanto de un beneficio superior en el desarrollo de los niños.

Esto aplica especialmente en días laborables en los que los horarios para levantarse, acostarse, comer, hacer la tarea, descansar, televisión, deberían acomodarse de manera similar diario.

Es tan importante como que genera confianza en los niños, pues se sentirán más seguros mientras mejor conozcan qué va a ocurrir.

3 Buena nutrición

La forma en la que hoy coman tus hijos sentará hábitos muy difíciles de romper y hoy es tu responsabilidad ayudarles a llevar una dieta que cumpla con todas las leyes de la alimentación, lo que les dará los cimientos de una vida sana.

Exactamente de la misma forma puedes hacerles el hábito de comer verduras, proteína, frutas y una ración de carbohidratos como indica el plato del buen comer que sugieren los expertos, que el hábito de tomar refrescos, frituras, galletas y dulces. Todo aquello que lo convertirá en sano u obeso con problemas de salud, está en tus manos.

Establecer horarios y lugar para tomar los alimentos es otro factor indispensable para una dieta sana, una de las reglas más importantes para la familia ya que de ésta depende en gran parte la intercomunicación familiar. El orden en la ingesta de alimentos evita también otro factor de obesidad que se desprende de la combinación de televisión acompañada de comer por horas.

Lograr que al menos un alimento en días laborables sea compartido por toda la familia, propicia la comunicación y relajamiento que da el disfrute de una buena cena o comida.

4 Acondicionamiento físico

Mantener una actividad física en la familia respetando los gustos de cada miembro ayuda no sólo a mantener la salud sino a desarrollar disciplina, autocontrol y a bajar estrés, por ejemplo: programar clases de yoga, futbol, baile, gimnasia, una o dos veces por semana fuera de horarios escolares y de convivencia familiar.


5 Muchas horas de sueño

Una buena disciplina en horarios de dormir para los niños y también para los adultos, invariablemente redunda en más rendimiento y mejor estado de ánimo.

El rendimiento escolar se ve disminuido cuando no existe una rutina sana en lo que a horas de sueño se refiere, no es un asunto que quede bajo decisión de los niños, es obligación de los padres entender que la vida saludable de un niño requiere de un número determinado de horas que generalmente no deben ser menos de nueve.

Por otro lado la convivencia familiar puede verse seriamente afectada cuando los niños por falta de sueño se vuelven intolerantes, berrinchudos y llorones. Pero no faltan los padres de familia que después de permitir que el niño vea televisión hasta altas horas de la noche todavía se pregunten qué le pasará cuando al día siguiente llora y descontrola a  la familia.

6 Una sana relación entre sus integrantes

• Propiciar la comunicación positiva y en primera persona.

• Evitar la agresión.

• Contener los malos comportamientos propios y de los hijos.

7 Las reglas de la casa

Son aquéllas que no son negociables, que permanecen en el tiempo y que por lo general reflejan el respeto a los valores y costumbres establecidos por la familia en cada casa. Representan la primera capa de contención que es general para todos los miembros de la familia.

Estas reglas deberán explicarse a los niños de una manera clara, precisa y consistente ya que serán la base de su educación, para lo cual se colocarán a la vista de todos con letra formal y legible, y en el caso de niños pequeños representar con dibujos.

Al ser consistentes con las mismas, estarán implícitas en las conductas de todos los miembros de la familia.

Ejemplo: Las reglas de la familia Arenas

• La única autoridad son papá y mamá.

• Escuchar y hablar respetuosamente.

• No agredir física o verbalmente.

• Cooperar en los deberes del hogar que se les asignen.

• Respetar espacios y objetos ajenos siempre.

• Estar presente en las reuniones familiares.

• La hora de dormir de los niños es a las 8:30 p.m.

• Las comidas se sirven sólo en el comedor.

• Cumplir con obligaciones escolares y/o profesionales.

secretos de los obama1

Los Obama han sido reconocidos por su acertada manera de criar a sus hijas en la línea de ser felices y bien adaptadas, sus ocho regalos básicos para ellas son:

• Saber que son amadas.

• No malcriarlas ni permitir que crezcan muy aprisa.

• Experimentar la seguridad de los hábitos y las tradiciones.

• Contar con un círculo estrecho de apoyo.

• Tener reglas y cierto permiso para infringirlas.

• Aprender a pensar en las demás personas.

• Desconectarse de los aparatos electrónicos.

• Tener padres que reconozcan que criar niños es difícil.

Al aprender a identificar y entender nuestras diferencias individuales en la familia, estaremos otorgando respeto al otro, así como agradecimiento por el aprendizaje que a partir de esas diferencias podemos obtener para nuestro crecimiento personal.

Secretos de los Obama[4]

iv. Ejercer liderazgo para formar el carácter de los hijos

Disciplinar, contener, darles la fuerza del orden y la constancia

canstockphoto0009921BN.jpg

Liderazgo es el proceso de influir en otras personas y de incentivarlas para que trabajen en forma entusiasta por un objetivo común.

Los niños requieren de una guía que los oriente y contenga para sentirse seguros y desarrollar sus mejores habilidades en un ámbito de confianza. El liderazgo de los padres traducido en autoridad firme y amorosa conduce a los niños a transitar por caminos definidos con garantía de éxito en la vida.

Como en las empresas, el liderazgo familiar presenta tres tendencias básicas:

El líder autócrata

Un líder autócrata asume toda la responsabilidad de la toma de decisiones, inicia las acciones, dirige, motiva y controla al subalterno. Todo se centraliza en el líder. Puede considerar que solamente él es competente y capaz de tomar decisiones importantes, puede sentir que sus subalternos son incapaces de guiarse a sí mismos o puede tener otras razones para asumir una sólida posición de fuerza y control. La respuesta pedida a los subalternos es la obediencia y adhesión a sus decisiones.

Los padres que aplican en casa este tipo de liderazgo se asemejan mucho a los padres de mi época (que no los míos): “lo haces… porque yo lo ordeno”, cancelando toda posibilidad de tomar decisiones propias, equivocarse, conocer el fracaso propio y crecer. El resultado son niños débiles y dependientes que de adultos tendrán que tener siempre un jefe o figura que defina el rumbo a seguir.

El líder de rienda suelta o líder liberal:

Mediante este estilo de liderazgo, el líder delega en sus subalternos la autoridad para tomar decisiones. Este líder espera que los subalternos asuman la responsabilidad por su propia motivación, guía y control. Excepto por la estipulación de un número mínimo de reglas, este estilo de liderazgo proporciona muy poco contacto y apoyo para los seguidores.

Padres –como ya mencionábamos– que por no molestar a sus hijos con reglas muchas veces incómodas, o no molestarse ellos en dar atención y seguimiento a conductas de los hijos por mantener su propia comodidad, o dando excusas para evadir la responsabilidad aplicándola en otro miembro de la familia, o tratando a los hijos como amigos, desconocen o tratan de ignorar el profundo daño que recibe un niño cuando no tiene definido un territorio en el cual puede moverse con tranquilidad, una cerca de contención que le aportará la posibilidad de respetarse a sí mismo y a los demás.

Diría mi mamá: “crecen los niños como perro sin dueño”.

El líder participativo

Cuando un líder adopta el estilo participativo, utiliza la consulta para practicar el liderazgo. No delega su derecho a tomar decisiones finales y señala directrices específicas a sus subalternos pero consulta sus ideas y opiniones sobre muchas decisiones que les incumben. Un líder participativo eficaz, escucha y analiza seriamente las ideas de sus subalternos y acepta sus contribuciones siempre que sea posible y práctico. El líder participativo cultiva la toma de decisiones de sus subalternos para que sus ideas sean cada vez más útiles y maduras. Predica con el ejemplo.

Impulsa también a sus subalternos a incrementar su capacidad de autocontrol y los insta a asumir más responsabilidad para guiar sus propios esfuerzos. Es un líder que apoya a sus subalternos y no asume una postura de dictador. Sin embargo, la autoridad final en asuntos de importancia sigue en sus manos.

Rumbo, ritmo, dirección, libertad de decisión, autocontrol, madurez, es lo que un padre que ejerce este tipo de liderazgo deja en sus hijos. Requiere mayor esfuerzo, creatividad, concentración y tiempo, sí, claro, pero también brinda un presente y un futuro de mayor satisfacción y trascendencia.

I. COMUNICAR CON ASERTIVIDAD

¿Cuáles conductas son aceptables y cuáles no?

Cualidades indispensables de
un líder participativo:

• Responsabilidad. Si no llevas la bola no puedes dirigir el equipo.

Autodisciplina. La primera persona a la que tienes que dirigir es a ti mismo.

Carácter. El carácter es una combinación de valores, sentimientos y actitudes. Es la fortaleza que sacas en las buenas y en las malas.

• Compromiso. Cumplir tu palabra.

Comunicación. Transmitir con claridad rumbo, límites y entusiasmo.

Rosamaría Ortega •

• Capacidad. Mejorar constantemente para inspirar a los demás. Para mantenerte dirigiendo, mantente aprendiendo.

• Concentración. Estar con todos tus sentidos resolviendo el aquí y ahora. Entender prioridades y dejar nimiedades.

• Saber escuchar. Para conectarte con sus corazones usa tus oídos.

PATERNIDAD

Es muy clara la coincidencia entre liderazgo y paternidad,

Una buena paternidad se ejerce a partir de cuatro fundamentos básicos:

• Comunicar con asertividad cuáles conductas son aceptables y cuáles no.

• Enseñar a tomar decisiones con las reglas del día a día.

• Enseñar a resolver conflictos con el discernimiento.

• Propiciar tiempos de convivencia relajada.

• Usaremos diversos ejemplos para ubicar de una mejor manera estas acciones en el día a día.

Ya comentábamos en otro capítulo la importancia que tiene en la vida de nuestros hijos la forma en que nos comunicamos tanto en lenguaje verbal como no verbal.

Hay una tendencia generalizada a verbalizar todo aquello que consideramos perfectible en los hijos, y frecuentemente lo expresamos como reproche o juicio causando pérdida de autoestima, rebeldía e inseguridad, y paradójicamente nuestra cultura no propicia la expresión de reconocimiento y optimismo indispensable para afianzar la seguridad en sí mismos.

Los padres con frecuencia confundimos firmeza con agresión y calculamos que una instrucción dada en tono firme tiene que ser subiendo la voz o agrediendo verbalmente a los niños, la otra cara es tomar la opción de hablar con ellos en tono de súplica para no herir susceptibilidades. Como decían mis tías: “ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”.

Es indispensable que los niños nos vean como autoridad, que impongamos respeto en nuestra palabra, persona, espacio y tiempo, esto los hará ser seres socialmente adaptables y respetables también. Los niños que no ven en sus padres figuras de autoridad sino “cuates” de los que pueden hasta burlarse, tienen una gran probabilidad de ser personas desadaptadas y social y laboralmente rechazadas.

Cuando los mensajes que das a tus hijos son sólo hablados y sin acción, ellos empiezan a buscar límites desesperadamente; todas las personas necesitan tener barreras de contención para su seguridad física y emocional. Si tú no pones los límites ellos mismos tratarán de mostrarte mediante conductas inadecuadas que debes hacerlo. Tus hijos no están en busca de más libertad, más bien quieren encontrar algo o alguien que los contenga, si no eres tú, es probable que tome el poder de las decisiones propias pero de las tuyas también.

Entre los muchos consejos a los padres para establecer límites que favorezcan el desarrollo de los niños sin confundir con agresión y/o castigo están:

• Entender que es una tarea que lleva tiempo y que deberás ir aplicando poco a poco, dando prioridad a lo que en pareja determinen como fundamental. La constancia será la clave para obtener resultados, al ir poco a poco se convertirán en hábitos y costumbres y ya no tendrás que estar batallando para que se realicen; ten la confianza de que en dos o tres semanas de ser constante lograrás una conducta permanente en tu hijo, y para ti una mayor tranquilidad.

• Junto con el límite hay que establecer consecuencias claras y lógicas, relacionadas al tema tanto en el caso de cumplirse como cuando no se cumplen, y también a los intereses de los niños, por ejemplo:

• “La hora máxima para estar en la cama después del baño, cena y lavarse los dientes es a las nueve de la noche, si se cumple siempre estarás fresca y descansada al día siguiente para poder cumplir con tus tareas en el colegio, y nosotros podremos descansar y dedicar tiempo a nuestra convivencia como adultos. De no ser así, además de que no rendirás de igual manera en tus tareas y de que nos impidas descansar, tendremos que modificar horarios a partir del día siguiente en donde la hora de televisión (o de algún juego que es esparcimiento para ella) será cancelada en tanto no se cumpla el horario de estar en la cama”.

• Evitar que las consecuencias se relacionen con un juego de sentimientos de parte de los padres, por ejemplo:

• “Si haces tu tarea te voy a querer más”, o “Ya no te voy a querer porque no saludaste a tu abuela”, o “Si no te bañas me voy a enojar contigo”.

• Hay que tener presente que estos juegos se revierten y damos armas a los niños para lograr causarnos enojo o tristeza simplemente como instrumento de chantaje.

• No te enojes ni agredas si no cumplen con los límites, con tranquilidad y firmeza aplica la consecuencia advertida con anterioridad.

• No causa el mismo efecto el decirle a gritos “¡Y ahora en castigo por flojo te vas a la cama sin cenar!”, a decirle “No tuviste tiempo para cumplir con la tarea en los horarios que acordamos, por lo tanto no habrá tiempo para jugar DS el día de hoy como también acordamos”.

• Convertirte en una figura de autoridad para tu hijo es un beneficio mutuo que fortalece a ambas partes.

• Tengo un amigo con tres nietos que viven en otra ciudad, uno de los cuales es calificado por los padres como el “destroyer”, inquieto, desobediente, llorón, gritón, la oveja negra de la familia, casi siempre enojado y de mal humor. Durante una visita en la que se alojaron en su casa, mi amigo, preocupado por lo que podría hacer el destroyer, decidió desde que los recibió en el aeropuerto dedicar todo el camino a comunicarles las reglas de su casa: serio, firme y convencido. Resultado: no hubo distinción alguna entre sus tres nietos, se comportaron todos bien. Por supuesto para él son Luis, Rodrigo y Carlos, ninguno tiene un apodo.

Para establecer límites adecuados a nuestros hijos la comunicación deberá ser:

II. ENSEÑAR A TOMAR DECISIONES

Las reglas del día a día

Coherente: Pensamiento-palabra-acción

NO: “Te prohíbo que hables mal de las personas, ya ves la vecina tan chismosa, creo que ya hasta tiene líos con el marido y no dudo que se divorcien”.

SÍ: “No está bien expresarse mal de las personas, hay que entender que todos somos diferentes y respetar las decisiones de cada quien”.

NO: “No te permito que fumes en mi presencia” (y tú fumas).

SÍ: “Un libro es tu mejor compañero” (y tú lees de manera consistente).

Oportuna: Ligada a los hechos.

NO: “No puedes ir a comer con tu amiga porque el día que fuimos con tus abuelos me faltaste al respeto”.

SÍ: “No voy a permitir que me faltes al respeto, por tanto no comerás con nosotros sino en la cocina de los abuelos”.

NO: “Le pegaste a tu hermanita, por lo tanto dejarás de ver televisión por una semana”.

SÍ: “Le pegaste a tu hermanita, por tanto en este momento le ofreces disculpas y te quedas en tu cuarto por el resto de la tarde”.

Firme: Usando un tono marcado y respetuoso.

NO: “A ver si vas alzando tus juguetes para irnos al futbol”.

SÍ: “Tienes diez minutos para alzar los juguetes e irnos al futbol”.

NO: “¿No te gustó la comida? ¿Quieres que te prepare algo diferente?”.

SÍ: “¿No te gustó la comida? Bueno, pues tendrás que esperarte a la cena”.

Veraz.

NO: “Si alzas tus juguetes mañana te llevo al cine” (sabes que no lo harás).

SÍ: “Alza tus juguetes. De no ser así quitaré uno por cada vez que

los dejes tirados” ( y lo cumples).

NO: “Si no haces la tarea no vas a venir a las vacaciones” (sabes que no lo harás).

SÍ: “Hacer la tarea es tu responsabilidad, podrás ver una hora de televisión cuando la termines” (y lo cumples).

Directa: Sin ambigüedades.

NO: “Tal vez vamos al cine el sábado pero tengo mucho trabajo que hacer en casa”.

SÍ: “Iremos al cine hasta la otra semana porque tengo trabajo que hacer en casa”.

NO: “Estoy pensando que podría quitarte la pelota que te gusta si no te vas a la cama en un rato”.

SÍ: “Vamos a hacer un trato tú y yo, cada vez que no te vayas a la cama a la hora que hemos acordado me quedaré con tu pelota por dos días” (y lo cumples).

Juicios referidos a hechos: No a las personas.

NO: “¿Eres tonto o te haces, cómo no le entiendes a la tarea?”.

SÍ: “Fíjate bien, es algo más complejo que lo que siempre te dejan de tarea, pero tú puedes resolverlo”.

NO: Eres un cochino, ve cómo dejaste de sucia esa camisa”.

SÍ: “Tu camisa está muy sucia, podrían no salirle las manchas. Ten cuidado para la próxima”.

Expresar sentimientos en primera persona: YO

NO: “Me desesperas, eres insoportable”.

SÍ: “Yo me siento desesperada cuando actúas así”.

NO: “Tú eres agresivo conmigo”.

SÍ: “Yo me siento agredida si…”.

Evitar palabras totales: Siempre, nunca, todo, nada.

NO: “Siempre dejas tirada tu ropa”.

SÍ: “Alza la ropa antes de ir a cenar”.

NO: “Nunca ayudas a nada”.

SÍ: “A partir de hoy me vas a ayudar a…”.

Las reglas del día a día son aquellas que se construyen  de acuerdo a tus valores y cultura familiar, para dejar claro a los niños los límites que tienen en su comportamiento dentro y fuera de casa.

Probablemente algo que para ti sea indispensable inculcar en tus hijos no lo sea para alguna otra persona, y está bien, en tanto sea socialmente aceptable.

En general poner barreras en el comportamiento ayuda a los niños a crecer siendo más cooperativos, capaces, responsables y respetuosos.

Los límites se dividen en dos categorías: los que se enfocan al respeto y los que se enfocan a la seguridad. Los primeros incluyen tus expectativas acerca de la forma en la que tu hijo se trata a sí mismo y a otros. Es donde se enseña a los niños que su conducta tiene el poder de impactar todo a su alrededor en ambos sentidos, negativo y positivo.

Los límites enfocados a la seguridad incluyen por ejemplo cinturones de seguridad en el auto, no acercarse a la estufa, no salir solos a la calle, no hablar con extraños.

Conforme a la edad de los niños se establecen las conductas y responsabilidades diarias que se esperan de él, debiendo ser discutidas, advertidas y aceptadas por el niño antes de ser aplicadas.

Los límites no son negociables, lo único que es negociable es la manera de hacerlo, y es donde les ayudamos a empezar a tomar decisiones. Veamos a qué me refiero:

• “¿Ya te abrochaste el cinturón de seguridad? Te puedes sentar del lado izquierdo o derecho, como prefieras”.

• “Vas a arreglar tu cuarto una vez por semana. Elige el día que desees y a la hora que te venga mejor… así que tú me indicas”.

• “Te vas a poner la chamarra para salir al jardín. ¿Cuál prefieres, la roja o la azul?, elije la que quieras”.

• “Debes hacer la tarea antes de la cena. Puedes hacerla en la mesa del desayunador o en tu escritorio”.

La integridad de un hijo se forma conociendo y aprendiendo a controlar su espacio vital, tomando decisiones, asumiendo las consecuencias de las mismas, y respetando a los demás.

Las ocho claves que facilitan la
aplicación de límites son:

Expresarlos verbalmente en forma clara, directa y concisa, sin dar cabida a extensas explicaciones: “Te vas a poner el sueter”.

Hablando con firmeza: “En diez minutos se apaga la televisión” (y se apaga).

Demostrando respeto: “Entiendo que estés enojado pero es necesario hacerlo…”.

Ofreciendo alternativa:  “Puedes cenar el sándwich que te hizo mamá o irte sin cenar a la cama”.

Estableciendo claros los límites: “A tu hermana la respetas, no la puedes agredir de ninguna manera”.

Imponiendo consecuencias: “Si la molestas el día de hoy no podremos llevarte a la fiesta de tu primo”.

Dejando que se hagan responsables de su elección: “Lo siento, tendrás que quedarte en casa, no irás con nosotros a la fiesta”.

Siendo consistentes: “Espero te haya quedado claro, a tu hermana la respetas…”.

Un niño con sólidos límites, buena comunicación con sus padres, con reglas de conducta consistentes y predecibles, se siente bien consigo mismo; se siente amado. Todo niño, e incluso adolescente pide guía, protección, afecto y claro supervisión. Tu hijo quiere que le pongas  límites no negociables e inamovibles”.

Lynne Reeves Griffin

III. ENSEÑAR A RESOLVER CONFLICTOS CON
EL DISCERNIMIENTO

Muchos padres de familia ven el conflicto como algo que debe ser evitado pero es ley de vida, por eso es importante enseñar –y en este caso sólo a través del ejemplo– a enfrentar situaciones conflictivas, para lo cual deberán analizar la situación y resolverla de tal forma que afecte lo menos posible a los involucrados. Tendrán que aprender a:

• Escuchar lo que la otra persona tiene que decir.

• Abrirse a entender el otro punto de vista.

• Hacerse responsable de su parte en el conflicto.

• Concentrarse en las formas de trabajar para resolverlo.

• Encontrar una solución buena para ambos entendiendo que no aportará el 100% a ninguno.

• Comprometerse a cumplir el acuerdo.

• Perdonar.

iV PROPICIAR UNA CONVIVENCIA RELAJADA

Los padres de la era digital sienten el profundo compromiso de colocar a sus hijos en un alto nivel de competitividad, e incorporarlos lo antes posible en una buena plataforma económica y social; resultado: muchas horas de trabajo casi siempre por parte de ambos padres para poder pagar escuelas de alto nivel, autos que los coloquen en un status deseable, ropa a la moda y clases extraordinarias.

Aunado a esto, los niños salen de la escuela para comer algo rápidamente e incorporarse a actividades vespertinas que les exigen tiempo y el despliegue de un incontable número de retos casi siempre impuestos por las frustraciones personales de los padres: clases de idiomas, de baile, futbol, gimnasia, natación…

Dice Salvador Cardús, sociólogo catalán: “El exceso de estímulos ahoga el deseo y paradójicamente nuestros hijos, la generación más estimulada de la historia, pueden llegar a ser los más desmotivados que hayan existido”.

Hay que pensar bien con los niños las actividades extraescolares que serán un apoyo real para su crecimiento personal sin llegar a ser una carga física y emocional.

Es conveniente planear las actividades diarias como padres para dedicar al menos dos tardes entre semana para una convivencia relajada en familia para platicar, jugar, recibir a los abuelos y aprender de su sabiduría, contar e inventar cuentos, y todo cuanto podamos compartir en un ambiente confiable y cómodo para todos.

La disciplina ecológica

Inculcando amor a la Tierra

De nadie es desconocido el problema ecológico al que está expuesto nuestro planeta por el calentamiento global, extinción de especies animales y vegetales, fenómenos meteorológicos nunca antes vistos, pandemias de salud derivadas de contaminación ambiental. Definitivamente tú y yo tenemos una responsabilidad –al igual que el resto del mundo– si queremos que las próximas generaciones tengan todavía un planeta habitable.

Si visualizas que es algo con lo que no naciste te percatarás de que tienes que cambiar tus hábitos, costumbres y manera de pensar para poder dar a este tema  la importancia que amerita.

• ¿Ahorrar agua? ¡Pero si en mi colonia no escasea!

• ¿Separar la basura? ¿Para qué?, ¡si el del camión la revuelve!

• ¿Retirar materia fecal de mi perro? Si todos los que tenemos animales hacemos lo mismo, y la de perro no es el problema, ¡es la de vaca!

• ¿Juntar ropa para usar una o dos lavadoras a la semana? Por Dios, ¿para qué la compré?, ¡para no acumular ropa sucia! Es cómodo, ¿o no?

Cuántas veces nos encontramos con este tipo de respuestas ante la insistencia de organismos internacionales y gubernamentales de cumplir con reglas que hagan más habitable la Tierra.

Las claves para hacer de tus hijos personas conscientes y maduras en el cuidado del medio ambiente son:

• Acercarlos con más frecuencia al contacto con la naturaleza mostrándoles lo que le  hace bien y mal.

• Darles la oportunidad de hacerse cargo de una planta en maceta o en tu jardín, si es el caso.

• Enséñales a separar los desechos orgánicos de los inorgánicos y éstos en lo que es reciclable buscando un destino adecuado, y lo que no lo es, aun cuando en tu colonia todavía no tengan camiones con compartimentos de separación.

• Incluye en las reglas de la casa el cuidado del agua en el aseo personal, de ropa y casa; y de luz para ahorrar energía.

• Opta por lo general por artículos y que no dañen el ecosistema.

Las conductas difíciles

Cuando ocurre con tu hijo una conducta inadecuada, no es para preocuparse; si esta conducta te genera enojo o impotencia seguramente es porque se repite con regularidad, convirtiéndose así en un patrón de conducta. Si es una sola vez es sólo eso, pero si ocurre con más frecuencia ya es un problema que tendrás que atender con un plan específico.

Cuando se presentan conductas difíciles tenemos que preguntarnos ante todo a qué están respondiendo y por lo general las causas provienen de tres fuentes:

1. Causas imputables a la dinámica familiar

Cuando hay conflictos de pareja, económicos, de salud o de otra índole que distorsionen la vida familiar, el primer aviso de la gravedad lo tendrás en la conducta de tu hijo. Lee ese termómetro y resuelve oportunamente dándole la atención que te está pidiendo, delimitando los problemas en quienes corresponden y explicándole en su ámbito de entendimiento lo que ocurre. Por ningún motivo lo involucres o lo hagas responsable de situaciones que sólo competen a los adultos.

Otra de las causas más frecuentes del mal comportamiento en los niños responde al estilo de trato de padres permisivos o autoritarios que dan poca o demasiada atención, careciendo de formas adecuadas para controlar las situaciones internas de la familia por lo que ante su rigidez, permisividad o desatención obtendrán precisamente lo contrario a lo que buscan. Por lo general padres autoritarios esperan obediencia y obtienen rebeldía, padres permisivos que buscan que sus hijos sean felices obtienen hijos caprichosos, inadaptados y por tanto infelices, y ni qué decir de los padres flojos, desapegados, que esperan que los hijos no les den lata; observa como siempre son los más latosos y generan problemas ahora y en el futuro.

En esta misma clasificación no olvides que los niños repiten conductas que conocen, si tu forma de actuar o reaccionar ante diversas situaciones es inadecuada, es probable que tu hijo repita lo que ha aprendido.

El vecino de arriba por lo general habla a gritos con sus empleados o cuando se enoja con su esposa, y paradójicamente su hijito vive castigado porque le grita a su mamá. Se oye lógico pero es frecuente no darnos cuenta de que nosotros mismos somos quienes propiciamos las conductas que rechazamos en nuestros hijos.

2. Por causas internas de los niños

Otro termómetro importante para medir las causas de conductas inadecuadas o difíciles, es observando lo que internamente puede estar ocurriendo con el niño, ya que su conducta estará expresando sus sentimientos.

Analizar su estado físico, si se siente mal, si tiene sueño, hambre o frío; su estado mental, como mucha presión escolar o dificultad para entender instrucciones, y su estado emocional, como diferencias o rechazo de otros niños, bullying, no sentirse aceptado por alguno de los padres… en fin, que podríamos incluir muchos más ejemplos.

Tal vez la solución más sencilla es la del estado físico siempre y cuando no se refiera a alguna enfermedad de cuidado, pero a veces nos encontramos con papás que regularmente permiten a los niños quedarse viendo tele o en reuniones de adultos hasta altas horas de la noche, y luego se extrañan de que estén muy llorones, cansados o necios. Recuerda que una de las claves de éxito en familia es ¡dormir muchas horas!, y los niños necesitan más horas de descanso que sus padres.

Si encontramos que el estado mental es el que está afectando el comportamiento de nuestro hijo, habrá que hablar con él con paciencia y tratar de encontrar qué ocurre, generalmente las calificaciones son reflejo de cuánto esfuerzo le está costando la escuela y podemos apoyarlo con maestros especiales o directamente indicando a la escuela la necesidad de apoyo que sentimos requiere nuestro hijo. Una condición ideal en la educación es dejar que los niños se responsabilicen de sus tareas, pero si encontramos que existe una gran dificultad para llevarlas a cabo es importante acercarnos pero no hacerlas por ellos, lo cual sería muy fácil, sino tratar de entender qué es lo que se le dificulta y está generando los problemas que se reflejan en su conducta. Si en algún momento tienes que tener el valor de aceptar que es mejor bajar un año escolar o cambiar de colegio, no lo dudes; es mejor generarle la seguridad de sus logros en un ámbito de menos exigencia, que mantenerlo sintiendo que él no puede.

El estado emocional de un niño es tal vez la situación  más difícil de resolver para los padres, ya que los niños difícilmente saben expresar en palabras sentimientos internos que temer causen una reacción de burla o juicio por parte de sus padres; por tanto hay que observar más si su comportamiento varía en familia, escuela y/o amistades, para establecer de ser posible una pista. Permitir mayores espacios para conversación con papá o mamá –con quien se exprese mas fácilmente– y buscar temas que le ayuden a describir algo de lo que siente, aunque lo exprese a través de otras personas, animales o cosas y sea de manera verbal o con dibujos o actuación. Escúchalo… trata de identificar su situación emocional a través de sus palabras.

Es sano darte esa oportunidad de apoyar a tu hijo antes de tomar la decisión de ayuda profesional, que si bien es de lo más recomendable en estos casos, habrá que dejarlo como una opción posterior a lo que la familia internamente pueda hacer con dedicación y sobre todo con amor. La vida de hoy es difícil y es por eso que los padres tenemos que asumir la responsabilidad de la crianza de nuestros hijos con cercanía y preparación.

3. Por patología física o mental

Un buen diagnóstico y el seguimiento puntual de las indicaciones médicas serán el mejor apoyo para tu hijo.

PAUTAS PARA LOS HIJOS ADOLESCENTES

Muchos de ustedes, queridos lectores, están buscando respuestas con hijos ya adolescentes, con quienes precisamente en esta etapa se han vuelto críticos los problemas de comunicación y cuanto más la disciplina.

Efectivamente, la adolescencia es una etapa de crisis en la que aplicamos a nuestros padres la tarea de lidiar con ese adulto que creemos ser, y con el niño que todavía somos. Tú y yo y el resto del mundo hemos pasado por allí, el manejo se vuelve más complicado que con hijos pequeños, cuanto más si no supimos o no pudimos establecer la estructura familiar adecuada para contener en lo posible la excesiva efervescencia hormonal con afecto, reglas y límites muy claros.

Pues la buena nueva es que estás todavía a tiempo, la mala es que es tu última oportunidad de establecer el escenario requerido para la formación de personas que cuenten con la madurez, fortaleza e integridad para un desempeño de armonía y crecimiento en el ámbito familiar, profesional y personal.

La receta será ejercer tu liderazgo con mayor disciplina, constancia y dedicación, lo cual significa que darás, ahora más que nunca, prioridad a tu papel de padre o madre, y estar presente en mente y espíritu en esta última etapa de su desarrollo en la que participarás.

DIEZ FRASES DE AMOR

A MI HIJO(A) ADOLESCENTE

Confío en ti, por lo que muchas de tus actividades diarias las podrás realizar sin mi supervisión.

Las reglas de esta casa son independientes a nuestra edad, permanecen en cualquier circunstancia, aun cuando ya tengas tu propia casa.

Entiendo tu prisa y entusiasmo por incorporarte al mundo de los adultos, no te molestes si como tu padre (madre), esté alerta para prevenirte de aquello que pueda hacerte daño.

Me da gusto que tengas comunicación con tus amigos a través del Facebook, no dejes de observar que la vida íntima no se publica ni en fotos ni en palabras, recuerda que “tu mejor amigo siempre tiene un mejor amigo”, y te podría lastimar cualquiera burlándose, emitiendo juicios o divulgando algo que sólo a ti te pertenece.

Respeto tus espacios y tiempos para estar solo(a), pero toma en cuenta que siempre estoy aquí para escucharte.

Guardar enojo, rabia, molestia, sin expresar a quien te la causa tus razones y tu sentir, sólo te hace mal a ti; expresa tus sentimientos, yo prometo hacer lo mismo hacia ti.

Puedes estar seguro(a) del amor que como padre (madre) siento por ti, aun en situaciones de conflicto, nada ni nadie está por encima de esa realidad.

Somos diferentes y seguramente el camino que tomes no tendrá que ser igual al mío, por lo cual me abstengo de emitir juicios sobre tus decisiones y respeto mi propia manera de ver la vida.

El dinero y la belleza son factores que no hay que descuidar, pero no son más que accesorios del profesionalismo, la amistad, el amor, la compasión y todos los valores que te llevan a relaciones sociales, laborales y personales estables y plenas.

En incontables ocasiones te voy a decir cosas que no te gustan pero que te convienen, acéptalas confiado en que de algo te servirán hoy o mañana.

v. acompañarlos en el
desarrollo de una gran visión del futuro


Desplegar en grande lo que son por esencia

canstockphoto6417790BN.jpg

1. Conocerse a través del pensamiento y
palabras de los padres

Nos preocupa tanto la posibilidad de sufrimiento de nuestros hijos al enfrentarse al mundo tal como es, que con frecuencia el miedo nos lleva a visualizarlos cargando todas aquellas posibilidades de equivocarse, de fallar, de no ser todo lo competentes y agradables que tú crees que deben ser.

También es usual que nuestros pensamientos se conviertan en palabras, con lo cual estaríamos sometiendo al niño a la constante presión de advertencias, juicios, llamadas de atención y sin querer realizamos una descalificación permanente a su ser y hacer. Dicen que “las palabras se las lleva el viento”, no en el caso de lo que tú insertes en la mente de tus hijos, ya que esas son frases que van construyendo la imagen que se tiene de uno mismo.

Por ejemplo el “gordito”, atenderá siempre a su apodo, no se diga el “enanito”, que lo será mentalmente. “Tú no puedes con las matemáticas”, seguro no va a poder, “eres un inútil” y por qué no serlo si ya lo sabemos. Las etiquetas quedan grabadas en la mente de los niños de tal manera que enfrentan la vida como si trajeran en la frente aquello que los marcó.

Buscar las cualidades personales o tareas que hacen con éxito, respetando su propia idiosincrasia, sin introducir nuestros deseos personales, ponerlas en la mente cada vez que pensemos en ellos y expresarnos a partir de ese niño que hemos visualizado, sentará las bases de lo que se denomina alta autoestima, cuyo ingrediente principal será el amor incondicional.

Algunas de los graves errores que dejan huella en nuestros hijos son:

Las comparaciones: “Deberías aprender a Santiago, él sí va a llegar muy alto” (yo no); “Valentina no es rubia como el resto de la familia” (entonces soy fea); “Luis es campeón de tenis, en cambio a Carlos creo que nada de eso le gusta” (soy perdedor).

Ignorarlos cuando con esfuerzo realizan algo bien a su escala. “Mami, ya pude hablar con la miss y decirle que siento feo cuando me habla mal”; “Ya estoy subiendo mi promedio en mate, ya saqué ocho”; “Ya me abroche sola mi zapato”; “Te quiero enseñar mi tarea”.

Los diminutivos: “Amiguito”, “enanito”, “gordito”, “chistosito”… todo lo que lo hace minimizarse.

Juicios negativos: Los comentarios de sus defectos “por detrás de ellos”.

Sobre este tema hace algunos años vi una película que me impactó, porque presentaba la forma en que un hombre destruía la vida de su hijo. Aparece una escena en donde el padre comenta a un amigo acerca de la inteligencia y habilidad del hijo de su capataz, y de lo afortunado que era su propio hijo al estar cerca de él porque era difícil que por él mismo lograra algo; el hijo lo escucha y esta frase marca su vida para siempre, convirtiéndose en un don nadie temeroso de actuar en la vida y desarrollando sentimientos negativos hacia el capataz.

Y no es un cuento. Nos encontramos con casos similares en el día a día, el simple hecho de que los padres “sientan” que su hijo es incapaz, rebelde, diferente… es una señal que para el niño se convierte en realidad y la cumple al pie de la letra.

Sin embargo, afirmaciones hacia los hijos resaltando cualidades o buenas acciones como “qué listo eres”,  “así se hace”, “qué guapa”, “jugaste excelente”, “muy bien”… levantan la autoestima de una manera sorprendente.

2. Cambiar “desalentar” por “estimular”

Resolviendo los problemas de la vida y aprendiendo nuevas habilidades será como el niño aumente su autoconfianza.

La manera de demostrarles confianza será:

• Otorgar responsabilidades. Es una forma de decirles que sabes que lo pueden hacer.

• Pedir su opinión o recomendación. Creen en su capacidad de contribuir.

• Evitar asumir el mando. Hacerles saber que reconoces su capacidad para asumir las consecuencias de sus actos. Ganarán confianza en la medida en que aceptemos sus decisiones, escuchemos sus deseos, atendamos sus necesidades, negociemos las reglas del día a día y les permitamos probar sus propias decisiones, aun cuando muchas veces deberán asumir consecuencias no agradables.

3. Construir la autoestima

Lo que hagamos en casa puede ayudar a los hijos a desarrollar todo el maravilloso potencial con el que han nacido, y la autoestima precisamente se construye desde los primeros años de vida, para impulsarlos convenientemente:

• Abrir oportunidades de sentir que algo se hace bien.

• Apoyarlos en sus fortalezas. Enfocarse en lo que hacen mejor.

• Dar reconocimiento a cada paso. Revertir la frustración por no tener logros inmediatos, aprendiendo a ser perseverantes.

• Propiciar  los pensamientos positivos en la solución de problemas.

• Apreciar la mejora individual. No la perfección.

• Ayudar a establecer metas realistas.

• Dar valor para luchar por sus propios ideales.

• Mostrar cómo cada paso con éxito ayuda a éxitos futuros.

4. Superar los fracasos

Sólo con una mentalidad optimista permitiremos que entiendan que los fracasos tienen causas específicas y nos ayudan a aprender, evitando que los sientan como un estado personal y permanente que se convierta en un patrón de vida.






Si tienes un pasado que no te satisface, olvídalo y concéntrate sólo en los momentos en los que lograste lo que deseabas, y esa fuerza te ayudará  a conseguir lo que quieres”.

Paulo Coehlo

5. Nutrir la vida interior

El tiempo libre es un tiempo para vivir, para crecer, para aprender, para descansar y recuperar fuerzas; es el tiempo que debe enriquecer la vida interior de las personas.

Se puede incidir en el desarrollo personal de los hijos enseñándoles a ocupar el tiempo libre para su desarrollo mental, emocional, espiritual y social.

5.1. Mente

El lenguaje, la comprensión y el pensamiento crítico se verán estimulados según Luis Hazel con acciones como:

• Juegos familiares de clasificación de palabras, definir palabras, nombrar cosas mediante observación.

• Conversar en familia de lo que ocurre en el mundo, en nuestro país y en nuestra ciudad.

• Leer en presencia y/o con nuestros hijos.

También aconseja Hazel que para avivar el aprovechamiento del aprendizaje escolar, es útil razonar a partir de sus tareas qué aprenderán de ellas y cómo les pueden servir en el futuro, además se incrementará el interés por el conocimiento al:

• Conectar las lecciones de ciencia con la naturaleza.

• Conectar la literatura con experiencias de la vida real.

• Señalar aplicaciones de las matemáticas en la vida cotidiana.

• Establecer conexiones que sean significativas.

• Identificar qué materias les son más interesantes, para apoyar su desarrollo en el mediano y largo plazos.

5.2 Emocional

Lo que se llama inteligencia emocional puede ayudar a tener éxito en casi todas las áreas importantes de la vida: trabajo, relaciones sociales, amistad y amor.

Los principales atributos de quien posee una inteligencia emocional bien desarrollada, de acuerdo a la clasificación que aporta Naomi Drew[5], son:

• La habilidad de comunicarse efectivamente.

• Habilidad para escuchar a otros.

• Habilidad para resolver conflictos.

• Habilidad para manejar el estrés.

• Control de impulsos.

• Habilidad para saber esperar una gratificación.

• Confianza en sí mismo.

• Nivel de conciencia.

• Entiende por qué una conducta puede ser aceptable o inaceptable.

• Identifica sentimientos y los expresa apropiadamente.

• Es cooperativo.

• Tiene habilidad para hacer y conservar amigos.

• Es empático.

Algunas estrategias que ayudan a propiciar el crecimiento emocional de los niños son:

En el ámbito de la amistad:

• Tener la mente abierta para apreciar el lado bueno de las personas sin importar sexo, raza o edad.

• Crear nuevas oportunidades a través de actividades de su interés en donde conozca nuevos niños.

• Ser el tipo de persona que otros quisieran tener por amigo.

• Enseñar a dar elogio y valor a otros.

• Impulsar el hábito de cooperar.

• Enseñar cómo iniciar conversaciones.

• Enseñar cómo lidiar con el rechazo.

En el desarrollo de la empatía, que se entiende como la habilidad de leer, entender y cuidar los sentimientos de otra persona:

• Enseñar a ponerse en el lugar de la otra persona.

• Animar a que identifique los sentimientos de otros.

Enseñar a solucionar problemas:


• Identificando el problema.

• Explorando soluciones.

• Realizando un plan de acción.

• Previendo que no vuelva a ocurrir.

5.3 Espiritual





Muchas personas asumen que el éxito es esencialmente material, que se puede medir en dinero, prestigio o en abundantes posesiones.

El éxito real para un niño incluye la habilidad de amar y ser compasivo, la capacidad de sentir alegría y darla a otros, la seguridad de saber que la vida tiene un propósito, y finalmente el sentido de conexión con el poder creativo del universo.

La más profunda madurez que puedes dar a tu hijo es la madurez espiritual.

Principios de Deepak Chopra hacia sus hijos:

• Que el universo los valora por lo que son, no por lo que hacen.

• Les hacemos saber con honestidad cuando estamos en desacuerdo, enojados o heridos.

• Recordamos que nuestros niños son regalos del universo a quienes ayudamos a crecer, mas no son nuestra posesión, por lo que no proyectamos nuestras expectativas en ellos.

• Les decimos que hay regalos que pueden cambiar la vida de las personas y sus propias vidas.

• Les hablamos de éxito en establecer metas que den alegría y significado a otros.

• Impulsamos sus sueños, diciéndoles que confíen en sus propias decisiones, ya que el universo les ayudará a que se realicen.

Hay dos últimos legados que podemos dejar a nuestros hijos. Uno son raíces y el otro, alas”.

Hodding Carter

• Los animamos a que vivan sus propias vidas y no las que nosotros no pudimos tener.

• Ayudamos a hacerles entender que cada quien está haciendo lo mejor que puede de acuerdo a sus posibilidades.

Las siete leyes espirituales de Deepak Chopra para padres en acción:

1. Todo es posible, no importa qué.

Cualquiera puede contar las semillas en una manzana, nadie puede contar las manzanas en una semilla”.

Anónimo

• Oriéntalo a estar unos minutos en meditación silenciosa.

• Inspíralo a apreciar la belleza y maravilla de la naturaleza.

• Invítalo a estar abierto a las infinitas posibilidades que ofrece el universo, observando cosas nuevas aún en situaciones conocidas.

2. Si tú quieres obtener algo, primero dalo.

En el ciclo de la naturaleza lo que das, lo recibes de regreso”.

R. Ortega

• Invítalo a que dé algo a alguien cada día: una sonrisa, un cumplido, una manzana… y que sientan el efecto de hacerlo.

• Enséñale la manera afable de recibir, y de tener gratitud hacia quien lo da.

• Has un ritual para agradecer con ellos los regalos de la vida, tenernos unos a otros, un buen día en la escuela.

3. Cuando haces una elección, cambias el futuro. Enseñar a discriminar entre lo que queremos y lo que sabemos que es mejor para nosotros.

Si tú no ves un resultado inmediato de una acción buena o mala, sé paciente y observa”.

Deepak Chopra

• Habla acerca de una elección que hicieron, y sus efectos.

• Muéstrales cómo nuestro futuro ha cambiado por las elecciones que hicimos en el pasado.

• Explícales lo que está bien y mal en términos de cómo la elección lo hace sentir.

4. No digas “no”, sólo fluye.

La vida es como un río, no puedes estar en el mismo lugar dos veces”.

Heráclito

Coopera con tu destino, no vayas en contra ni lo detengas, sólo déjalo fluir”.

Nisargadatta Maharaj

• Tendemos a tratar de imponer las viejas conductas y hábitos en las nuevas situaciones.

• Podrás realizar algún sueño cuando te sientas relajado y cómodo con lo que hagas, por definición la gente exitosa disfruta lo que hace.

• Impúlsalo a disfrutar lo que hace, destacando de tu propia actividad y de la de él. Cómo puede verse el esfuerzo como un juego y no como una presión.

• En familia decidan la forma de reducir el esfuerzo al que nos sometemos en nuestras tareas, evitando sentir que el trabajo es duro, difícil, complicado.

• Observa las formas que tiene la naturaleza para ayudarnos, llegan sin avisar y son silenciosas.

5. Cuando desees o quieras algo, siembra una semilla.

Ten mucho cuidado con lo que deseas de corazón, porque seguramente lo tendrás”.

Ralph Waldo Emerson

• Lo que deseamos es como las semillas, y las cosas que nos pasan son la germinación de esas semillas; algunas lo hacen rápidamente y otras no.

• Hacer una lista de nuestros deseos para la semana, y los pegamos en el refrigerador.

• Lanzar los deseos al universo para que se cumplan.

• Estar relajado en el presente y alerta a que ocurra su realización. La naturaleza dará una respuesta a cualquier situación, mientras más grandes sean los deseos tardarán más en ocurrir.

• En la medida en que las intenciones son más claras, específicas y puras, más claro será el resultado que tendrás de regreso.

6. Disfruta tu trabajo.

Toda nuestra vida es un experimento. A más experimentos, mejor”.

Ralph Waldo Emerson

• Ser imparcial, lo que significa apasionado con el trabajo pero desapasionado con el resultado.

• Confiar en ti mismo, no en tus logros, es el éxito.

• Habla acerca de lo que realmente eres.

• Muéstrales que la incertidumbre puede ser buena, nada tiene en sí todas las respuestas.

• Enséñales a sentir el balance entre ganar y perder.

7. Tú estás aquí por una razón.

Tú no puedes estar mal acerca del destino, como quiera que sea, con éxito o no, tú estás probando ser mejor”.

La meta más importante en la vida es encontrar un propósito, y vivir en él. Un propósito se activa cuando eres receptivo. La conciencia es la llave para alcanzar lo que el universo tiene planeado para ti.

• Pregunta a cada uno: “¿En qué estás bien ahora?”.

• Impulsa sus talentos y habilidades únicas.

• Impúlsalos a involucrarse en acciones de servicio social.

Un valor único para llegar a los hijos es la inocencia, es la apertura, es el conocimiento de que tú puedes guiar a tus hijos pero nunca controlarlos.

Inocencia es el conocimiento de que la vida es incierta, no podrás predecir el futuro de tus hijos, ni lo que ellos puedan hacer de su vida en el futuro, y tendrás que aceptarlo con paz en tu corazón.

Inocencia es el conocimiento de que el amor es más profundo que los eventos superficiales.

Lo mejor que puedes hacer por tu propia espiritualidad es jugar tu papel de padre con total amor y convicción.

5.4 Social

Aprendiendo buenos modales, ayudas a tus hijos a actuar con respeto hacia otros y a sentirse mejor con ellos mismos. Se sentirán más confiados en la medida en que saben la manera apropiada de comportarse en todos los ámbitos.

Desde muy pequeños es conveniente observar que sus hábitos y conductas no estén fuera de lugar o lastimen la susceptibilidad de otras personas, garantizando su entrada en cualquier ámbito social que deseen explorar.

Las expresiones verbales y no verbales, la forma de comportarse en la mesa, en un avión, en una reunión social, saludar y dar gracias, vestirse de acuerdo a cada evento… es la cereza del pastel, ese plus que le permitirá fluir en cualquier ambiente con aceptación y agrado.

• “Si vas a decir algo feo mejor no lo digas”.

• Reglas del teléfono.

• Mensajes escritos.

• Reglas de la mesa.

• Comer con buenos modales.

• Dar atención a los mayores.

• Invitar y recibir invitaciones.

• Ser un buen anfitrión.

6. El poder de las afirmaciones

Como mencionamos en otros capítulos, ha quedado demostrado que la fuerza del poder de la mente llega a extremos en los que las personas pueden obtener grandes cosas materiales, hasta enfermarse gravemente sin un diagnóstico clínico definido. Por lo tanto, incluir en la crianza de los niños la certeza de que lo que dispongan en su mente es muy probable que ocurra en la realidad nos parece indispensable.

Ayudar a los hijos a hacer planteamientos positivos ante los diversos escenarios que la vida les presenta les permitirá tener una visión optimista del porvenir y por tanto actuar en consecuencia. La vieja frase “ver un vaso medio vacío o medio lleno” cobra coherencia cuando la aplicas en el ámbito de la vida diaria.

Louise L. Hay[6] explica a través de ejemplos cómo enseñar a los niños el poder de las afirmaciones, que son pensamientos y palabras que usamos en la vida diaria y que se transforman en acciones y estilo de vida en las que ocurren cosas positivas:


• Me amo a mí mismo y las demás personas también me aman.

• Voy a hacer mi día muy divertido.

• Me amo exactamente como soy.

• Defiendo lo que es importante para mí.

• Me encanta aprender cosas nuevas.

• Estoy rodeado de amor.

• Colaboro con gusto siempre que puedo.

• Estoy agradecido con lo que tengo.

• Aprendo de mis errores y progreso.

• Yo cuido de mi hogar, la Tierra.

• Elijo ser una persona positiva.

• Estoy lleno de ideas creativas.

• Veo lo mejor de las personas.


7. Asegurar sus finanzas





Es muy cierto que lo material no define el nivel de felicidad que podemos tener, pero hay que reconocer que una holgada situación económica facilita el camino.

Deja que tus hijos crezcan con un poco de hambre y un poco de frío”.

Confucio

El dinero se convierte en un problema cuando se entiende como un fin y sólo se acumula para ir teniendo más y más sin un propósito específico, o cuando lo usamos como medio para ser aceptados socialmente a través de compra de objetos que nos den estatus.

Cuando a través de nuestro propio ejemplo enseñamos a los niños que un buen manejo financiero trae tranquilidad y bienestar, lograremos que encuentren un balance adecuado para su estabilidad futura.

Deepak Chopra afirma que la abundancia o riqueza significan que eres capaz de satisfacer tus deseos, cualesquiera que éstos sean,
ya sea que se apliquen al reino material o a nuestras necesidades emocionales, psicológicas o espirituales.









Existen diez fórmulas que ayudan al niño a tener éxito profesional y financiero en su vida posterior:

1 Agregar palabras financieras a tu vocabulario

Incorporar a tus hijos en conversaciones que tengan que ver con dinero, chequeras, bancos, inversiones, intereses, crédito, débito, impuestos, y el significado que tienen en la vida diaria afectando a la familia de manera positiva o negativa, les dará una cultura financiera que apreciarán en su futuro como adultos.

Un futuro rico y libre empieza en la mente, comienza con las palabras, pensamientos y acciones, todos los días sin excepción.
Comienza haciendo un registro de dónde pasas tu tiempo y con quién lo pasas. Comienza sabiendo qué debes hacer para que tu plan se convierta en realidad, para construir un puente desde donde estás, por encima de las aguas revueltas de tus sueños”.

Robert T. Kiyosaki en Padre Rico

Los activos introducen dinero a tu bolsillo, y los pasivos extraen dinero de tu bolsillo”.

Robert T. Kiyosaki

Dar sentido real a cada palabra. La aplicación de ingreso, gasto, ahorro, inversión, crédito, activos y pasivos, desde pequeños.

2 Enseñar a dominar su dinero

Saber contenerse es una de las virtudes más valiosas con las que un ser humano puede desarrollarse en todos los ámbitos y en asuntos de dinero no es la excepción, aun cuando tu presupuesto esté abierto para cumplir todos y cada uno de los requerimientos y caprichos de tu hijo, le harás un gran favor enseñándole con hechos a discriminar qué es lo verdaderamente útil o necesario y también cómo se aprecian más las cosas cuando no son en demasía. Tal vez tendrás reacciones negativas en un principio pero precisamente es donde aprenden a dominarse. Y esto se aplica desde la compra de alimentos hasta la adquisición de objetos de entretenimiento.

3 Apoyar el que sienta pasión por lo que hace

Pasión por lo que hace, no por lo que va a redituar; lo demás viene por añadidura. Muchas veces nos encontramos con padres que desalientan a sus hijos cuando su pasión se dirige a actividades no reconocidas como generadoras de dinero, como son todas las actividades artísticas que difícilmente reditúan en el corto plazo. Habrá que tener confianza en que su talento y entrega rendirán frutos ante todo en su realización personal.

4 Alentar el espíritu empresarial

Alentarlo mediante el pago por trabajos específicos que no deben confundirse con las obligaciones familiares establecidas al niño, las cuales deberá cumplir sin remuneración alguna, simplemente por cooperación en el equipo familiar. De lo que se trata es que te ayude en cualquier otra actividad como encerar el auto, archivar papeles, investigar algo en internet como estados de cuenta de predial, agua, o bien permitirle que use su creatividad para ofrecer algún producto o servicio que le remunere. Por ejemplo, hace poco me visitaron dos vecinos de diez y doce años para ofrecerme manzanas cubiertas de chamoy preparadas por ellos, estaban un poco caras pero riquísimas, desde entonces les he comprado varias.

5 Impulsar el estudio y los conocimientos como base para ser competitivo en el mundo

Ideal sería que tu propia experiencia muestre a tu hijo el valor de adquirir conocimientos para un mayor éxito en la vida profesional y personal, pero el sólo observar a quienes dirigen empresas y organizaciones privadas y gubernamentales, y hoy por hoy destacan quienes cuentan con un mayor grado de estudios.

6 Trabajar metódicamente

El único ingreso que crece es el que se deriva de su esfuerzo propio, y sólo el trabajo constante ordenado y metódico hace que logremos aquello que soñamos.

Mi amigo Eduardo creció rodeado de comodidades y dinero, un junior en toda la extensión de la palabra que no tenía más que estirar la mano para obtener todo cuanto quería. Cuando se vinieron abajo las empresas de su padre y conoció la quiebra personal, empezó a trabajar en una empresa con tal dedicación que ahora estrena autos y casa adquiridos con su esfuerzo personal, con un ritmo de trabajo de ocho a diez horas diarias y una satisfacción que lo llena de orgullo.

7 Practicar la planeación financiera

Inculca el espíritu de ahorro como medida de precaución para emergencias, dicen que el buen manejo financiero no se mide sólo en los bienes que podemos tener; también en los males que podemos evitar. Dentro de la planeación, el ahorro funge como un esquema ordenado para lograr la adquisición de bienes materiales de un costo superior como una bicicleta, una computadora, o un DS.

8 Vivir en la práctica el manejo del dinero

Entre los 6 y los 9 años incluye un ingreso semanal para sus gastos con el que hará lo que él decida, pero no le otorgarás más que ese dinero. Invítalo a que planee cómo administrarlo de acuerdo a lo que más le interesa, y que haga un presupuesto.

Evita que quiebre a los cuarenta, déjalo quebrar a los diez, esto es, que asuma desde ahora la responsabilidad de sus decisiones respecto al dinero, y aprenda a no gastar más de lo que gana.

Llévalo al banco a abrir una cuenta por él mismo, y enséñale a analizar sus estados de cuenta.

Conozco padres de familia que con mucho éxito han abierto una cuenta de ahorros desde que el niño nace, y la van incrementando con una disciplina de depósito semanal al que dan continuidad después inculcando en el niño el hábito desde pequeño.

Ahora inclusive los bancos han abierto la opción de cuentas de ahorro para niños con denominaciones dirigidas a ellos: “Chicos” de HSBC, “Winner Card” de Bancomer, “Mi Cuenta” de Banamex, “Ixe Club” de Ixe, “Junior” de Santander,  “Inverdivertida” de Scotiabank y “Suma Menores” de Banorte.

Dar en la práctica un uso ordenado al dinero evitando las deudas o créditos que comprometan la tranquilidad familiar e incorporar al niño en la toma de decisiones en las que aparezcan descartados planes o compras con esas características.

9 Establecer prioridades en el uso del dinero

Se trata de evitar el consumismo sobreponiendo otros valores. Queda claro que es más importante el seguro médico que las vacaciones en la playa, un escritorio para realizar las tareas que un sofisticado juego que pasará de moda, un auto que una gran fiesta. Pero solemos caer en las ofertas, las modas, y es importante dejar en los hijos la idea de que todo lo que se nos presenta en la vida nos exige toma de decisiones y que en el caso del uso del dinero puede llevarnos en sentidos totalmente opuestos, de la seguridad a la quiebra.

10 Aprender que el mayor disfrute es compartir

Adentrarlos en la relación directa entre nuestro esfuerzo para obtener ingresos y la satisfacción de utilizarlos para darles una buena educación, paseos, ropa y diversión, eso es compartir.

También en este rubro que empiecen a sensibilizarse con causas sociales organizadas, esto no es regalar dinero en las esquinas que no ayuda a nadie y genera parásitos sociales, pero sí apoyar proyectos de educación, cultura y alimentación a grupos marginados a través de organizaciones que han demostrado seriedad y resultados tangibles.

DECÁLOGO DE LOS PADRES EXITOSOS

• Influyo en la conducta de mis hijos, no la controlo.

• Establezco reglas claras con consecuencias claras, permitiendo opciones que desarrollen la toma de decisiones.

• Hago cumplir las reglas de manera consistente y lógica.

• Veo las situaciones de conflicto  como oportunidades de aprendizaje, no como argumentos para ganar o evitar controversias.

• Uso palabras  positivas y frases que expresan exactamente lo que el niño puede hacer, no me enfoco sólo en lo que no pueden hacer.

• Dedico tiempo todos los días a poner atención a cada niño escuchando todo lo que tenga que decir desde la perspectiva del propio niño.

• Enseño a cooperar y a respetar a los demás.

• Entiendo la diferencia entre lo que es superfluo y lo que es vital.

• Predico con el ejemplo.

• Sé que sólo estoy preparando a mis hijos para dejarlos ir.

vI. Dejarlos ir por
su propia vida

Regalar al mundo líderes que marquen un nuevo derrotero



canstockphoto2390509BN.jpg

Recuerdo hace algunos años haber leído en un periódico la reseña de una conferencia que el escritor mexicano Carlos Fuentes había impartido a estudiantes universitarios. Me quedaron fuertemente grabadas algunas de sus ideas, especialmente la que de joven  tenía la visión de un México pujante en proceso de crecimiento, y cómo a sus más de setenta años seguía viendo al país como un adolescente detenido en esa etapa de crisis, incertidumbre e inmadurez.

Está claro que México está rezagado en muchos aspectos y también que nuestra postura dependiente y a veces infantil nos hace culpar siempre a alguien más de los que nos ocurre: han sido los gobiernos corruptos, la ineficiencia de las Cámaras de Diputados y Senadores, la obsolescencia de sus instituciones… en fin, escuchamos muchas versiones que nos permitan ocultar nuestra propia responsabilidad como ciudadanos, y la más importante de ellas es que nuestra cultura familiar confunde el afecto y cercanía con codependencia, impidiendo el crecimiento y madurez de los  hijos en vías de mantener un control sobre ellos; misma situación que ocurre con el sistema de gobierno que propone las dádivas y produce limosneros. Cuando de niños no aprendemos a asumir responsabilidades por nosotros, llegamos a la edad adulta con temor, desconociendo muchas veces nuestras propias habilidades, desconfiando de nuestra creatividad y responsabilizando a alguien más de nuestro escaso desarrollo.

Infinidad de veces me he encontrado con padres de familia que se refieren negativamente a la sociedad norteamericana porque a partir de los dieciocho años sueltan a los hijos a las universidades –que generalmente no son en la ciudad de residencia paterna–, les pagan sus estudios y hospedaje casi siempre en las propias escuelas, para que concluyendo sus estudios busquen la mejor oportunidad de empleo o negocio por ellos mismos, y se hagan cargo de su vida. Obviamente que la labor de los padres es muy intensa desde la etapa de formación hasta los dieciocho, pero a partir de esa edad confían en que aplicarán los criterios y valores aprendidos. Que hay quienes se desvían del camino, sí; pero para ellos forma parte de la vida misma.

La sociedad americana es respetable en su desarrollo y potencial, por algo es la primera potencia del mundo, si tuviera niños y adolescentes únicamente no hubiese llegado a donde está. Aceptando que nuestra idiosincrasia es diferente y que los valores de unión familiar son, además de respetables, necesarios para una vida plena, ¿por qué no aceptar nuestra responsabilidad social como padres? Hemos adoptado la cómoda postura de que merecemos que todo se nos dé con facilidad, tendemos a responsabilizar a alguien más de nuestros errores o fracasos llámese gobierno, papá, mamá, jefe, pareja… y por supuesto a disculpar y cubrir las ineficiencias de nuestros hijos a través de una sobreprotección disfrazada de atención para su crecimiento, aun cuando ya sean  mayores de edad.

¿Qué es lo que tememos los padres de familia en México? ¿Quedarnos solos en nuestra vejez?, ¿qué nuestros hijos no puedan salir adelante por ellos mismos?, ¿que la unión familiar quede desmoronada?

Familias disfuncionales las hay en todos los esquemas sociales, niños o jóvenes que se desvían del camino también, tenemos que soltar nuestro deseo de controlar las vidas de los hijos, confiar en que les hemos dado lo mejor de nosotros, permitirles sufrir sus propias decepciones, equivocarse, luchar, esforzarse, ser disciplinados,  crecer y madurar hasta alcanzar su propio vuelo a la altura que sus capacidades se lo permitan.

No confiar en ellos les hará saber que los consideras débiles y, como hemos mencionado con anterioridad, será el esquema de vida que has elegido para ellos.

Esta no será una labor fácil, desprenderse de los hijos implica:

• Aceptar que se pierde una función de nuestras vidas, sin duda la más trascendente, y que tendremos que buscar nuevos horizontes en donde desarrollar nuestras capacidades y volcar nuestra energía.

• Entender que ser adulto se entiende a partir de la autosuficiencia en todos los ámbitos de la vida, y no permitirlo a nuestros hijos los convierte en niños para siempre, ¿así es como quieres ver a tu hijo? Pregúntate qué va a pasar cuando tú no estés, cuando es natural que no les sobrevivas.

• Atreverse a ver cara a cara a la pareja y definir si la relación subsiste aun sin los hijos; retomarla para plantear juntos un nuevo proyecto de vida o aceptar el deterioro que de no haber previsto antes la condición de nido vacío puede ocurrir, y construir un nuevo rumbo en solitario.

• Respetar las decisiones emocionales y profesionales de los hijos aun cuando nos parezcan arriesgadas o equivocadas.

• Propiciar su independencia acotando el apoyo económico y emocional sólo a circunstancias específicas.

• Dar la certeza de nuestro amor incondicional, nuestro apoyo moral a sus decisiones, y nuestra presencia física cuando así lo requieran.

Todo esto se dará por sí mismo al darles desde niños, apertura para la toma de decisiones, límites firmes, obligaciones dentro de casa, cabida amplia a sus sueños, impulso para llevarlos a cabo y un panorama de lo que el manejo financiero representa en la vida.

Perdónate por no ser el padre o la madre perfecta que quisieras ser, no conozco a ninguna persona que lo sea, somos imperfectos, y por lo general no estamos satisfechos con nuestra labor de padres; es la responsabilidad más importante de nuestras vidas y no depende al cien por ciento de nosotros.

Perdónalo por no ser el modelo de hijo que siempre soñaste, por no cumplir tus expectativas personales, por actuar ante circunstancias de la vida de la manera que tú no esperabas y sobre todo por no voltear atrás para hacerse cargo de ti.

Es necesario que aceptes ese nuevo reto que te dejará la vida, ser tú mismo en libertad para disponer de tu tiempo, tu espacio y un proyecto de vida por delante; dependerá de ti lo apasionante o frustrante que llegue a ser.

El mundo necesita de ese hijo tuyo adulto, confiado y confiable, con capacidad para decidir, que asuma las responsabilidades de sus decisiones y forme parte de ese núcleo de líderes que nos harán al fin obtener un desarrollo sustentable en un ámbito de paz y estabilidad.

Soy madre y abuela, hoy he tratado con mis nietas de enmendar errores que cometí con mis hijos; por ellos sufrí mucho tiempo culpándome de las dificultades que han tenido que sortear como cualquier ser humano en un mundo tan hostil como el de hoy, ahora los disfruto como son y las decisiones que toman las respeto aun cuando calcule que podría no ser la mejor. Somos ellos dos y yo muy diferentes y he tenido que trabajar mucho para entenderlos.

Este trabajo está dedicado con amor a ellos, mis amados hijos, por las carencias y ausencias que tuvieron que vivir con valentía siendo pequeños. Espero que este homenaje sea para ti un instrumento de apoyo para acompañar a tus hijos en un camino bien cimentado, confiable y amoroso hacia su independencia.

para consulta


Apter Terry

The Confident Child

Norton & Company USA 2006


Arranz Freijo Enrique

Familia y Desarrollo Psicológico

Pearson Prentice Hall

Madrid 2004


Attié Thalía

Lo que los Padres Pueden Aprender de los Hijos

Trillas. México

Segunda Edición 2007


Bienenfeld Florence

Cómo ayudar a los Hijos de Padres Divorciados

Selector 1995- 2006


Borghino Mario

El Arte de Dirigirse y Dirigir

Grijalbo. Random House Mondatori México 2004


Bolman Lee G& Deal Terrence E

Liderazgo con Alma

Ediciones Granica Méxco

México 1999

*Brooks Robert& Goldstein Sam

Cómo Criar Niños Auto disciplinados

Editorial Aguilar

México  2008


*Calle Ramiro

La Claridad Interior

Ediciones B  España 2008


Carter W.M.Lee

¡Ponte En sus Zapatos! (Guia Práctica para Educar a sus Hijos) Selector

México 2002-2006


*Chopra Deepak

The Seven Spiritual Laws for Parents. Three River Press

USA 1997


Clemes Harris. Bea Reynold

Cómo Inculcar disciplina a sus hijos. Editorial Debate

España 2001


*Cline Foster&  Fay  Jim

Parenting With Love & Logic

Piñon Press. USA 2006


Covey Stephen R. 

Los 7 Hábitos de las Familias Altamente Efectivas.

Editorial Grijalvo México 1998

Dinkmeyer Don Sr. Kay Gary D., Dinkemeyer Don Jr.

Guía para los Padres (Sistematic Training for Effective Parenting)

STEP Publishers. USA  1998


*Drew Naomi

Peaceful parents, peaceful kids

Kensington Publishing Corp.

USA 2000


Estrada Inda Lauro

El Ciclo Vital de la Familia

Debolsillo 1997-2007

Faber Adele & Mazlish Elaine

How to Talk So Kids Will Listen & Listen So Kids Will Talk

Collins Living. USA 2004


Faber Adele & Elain Mazlish

Liberated Parents, Liberated Children. Your Guide to a Happier Family

Harper Collins Publishers

USA 2004


Faber Adele &  Mazlish Elaine

Your Guide to a Happier Family

Collins. NY 1990


Farris Michael

What a Daughter Needs from her Father

Bethany House Publishers.

USA 2004


*Giddens Anthony

Un Mundo Desbocado

Taurus. España 2000


Giuliani Rudolph W

Liderazgo

Random House Mondatori

España 2002


Godfrey Neale S.

Ultimate Kids Money

Simon&Schuster Children Publishing Division

USA 2002


Guerra Ortega Gabriela

Modelo de Terapia Breve Integral Basado en la Planeación Estratégica

Tesis. México 2005

U. de las Américas


Haden Elgin Suzette

The Grandmother Principles

Abbeville Press Publishers

USA 1998

Hartley- Brewer Elizabeth

Raising Confident Boys

De Capo Press

USA  2001


*Hazel N. Luis

Cómo Hacer Triunfadores a los Hijos. Editorial Época

México 2008


*Ianni Octavio

Teorías de la Globalización

Siglo XXI Editores

México 2006


Jones Maggie

Cómo Identificar y Ayudar a Niños Hiperactivos

Selector. México 200-2007


Jongeward James

Nacidos para Triunfar

Addison – Wesley Iberoamericana

México 1986


Kita Joe

Cómo ser un Padre Amoroso Paciente y Felíz

Selector. México 2000 2007




Kiyosaki Robert T.

Niño Rico, Niño Listo (Cómo dar a sus Hijos una Educación Financiera Sólida)

Aguilar. México2004


Llano Cifuentes Carlos

Humildad y Liderazgo

Ediciones Ruz. México 2004


Locke Edwin A. and Associates

The Essence of Leadership

Lexington Books. USA 1991


MacKenzie Robert J.

Setting Limits with your strong willed childThree Rivers Press. USA 2001

Makarenko Anton S.

Flores de la Vida ( El Libro de los Padres)

Editorial Cartago

Buenos Aires 1956


Makarenko Anton

Poema Pedagógico

Ediciones de Lenguas Extranjeras. Moscú 1952

Meeker Meg

Boys Should Be Boys ( 7 secrets to raising Healthy Boys)

Regnery. USA 2008


Mendive Gerardo

La Educación Familiar y sus Desafíos

Paidós. México 2005-2007


Mendive Gerardo (compilador)

Que por Nosotros no Quede

( Antología de Lecturas para Padres y Docentes)

México 2007


Minuchin S., Fishman H. Ch.

Técnicas de Terapia Familiar

Paidos. México 1990.


*Nelsen Jane

Positive Discipline ( Revised and Updated)

Ballantine Books-New York

USA 1981- 2006


Nelsen Jane, Cheryl Erwin y Carol Delzer

Disciplina Positiva Para Padres Solteros

Ediciones Ruz. México 2004


Phelan Thomas W. ph. D.

1 -2-3 Magic, Effective Discipline for Children

2 -12 Phelan

Glen Ellyn, Illinois 2003



*Reeves Griffin Lynne

Negotiation Generation

Berkley Books. USA 2007


*Rojas Enrique

El Hombre Light

Editorial Planeta. México 1999


*Rosemond  John

The Fundamentals of Effective Parenting Family Building 5

Andrews Mc Meel. Kansas 2005


Rosemond John K.

¡Porque lo mando yo!

Editorial y Distribuidora Leo

México 2001


Russ Lili

201 Mensajes Para Los Hijos

V&R Editoras. China 2008


Savater Fernando

Los Diez Mandamientos del Siglo XXI

Random House Mondatori

México 2005


Santín H. Lorna.

Cómo  Educar a sus Hijos para la Libertad

Selector. México 2003- 2008

Santín H. Lorna

Cómo desarrollar los Valores en los niños

Selector. México 2002-2007


*Schmill Vidal

Disciplina Inteligente

Producciones Educación Aplicada. Green Leaf

México 2003


Skenazy Leonore

Free Range Kids

Jossey-Bass USA 2009


Stern Joanne, PhD

Parenting is a Contact Sport

Greenleaf Book Group

USA  2009

Suárez Higuera Mariela del C.

Familia y Valores Módulos

1 al 4).

Magisterio. Colombia 2000


Templar Richard

Las Reglas de los Buenos Padres

Pearson Prentice Hall

España 2008



*Tiba Icami

Quien Ama Educa

Aguilar. México 2008


*Tolle Eckhart

El Poder del Ahora

Editorial Norma. México 2005


Villalobos Leonor Villalobos Javier

Finanzas para Niños

Producciones Educación Aplicada. México 2007


*Watzlawick Paul

El Arte de Amargarse la Vida

Herder. España 1992

* Recomendación de la autora

de la misma colección

trastornos alimenticios

la realidad detrás del espejo


Conmovedora, elocuente, a veces impactante. Esta historia ofrece al lector la experiencia real de quien a sufrido un trastorno alimenticio.

Completada con otras experiencias de jovencitas que lo han sufrido, la autora nos ofrece una historia de su propia vida.

Éste es el relato de algunos relatos, una fracción en la vida de algunas vidas, que como la de la autora, son testimonio de un sufrimiento solitario y también, de un incesante deseo por encontrar paz y tranquilidad.

Una alerta, un llamado de atención a papás, maestros, familiares, amigos. Ésta obra es un aviso a tiempo que generosamente ofrece una jovencita.

Narrada con limpieza, con sencillez, desentraña un problema de nuestro tiempo al que sin saberlo, tal vez estemos contribuyendo.

Adentrarse en las páginas de este libro, leerlo y al mismo tiempo escuchar lo que cada uno va diciendo, será toda una experiencia que dejará huella.

TRASTORNOS.jpg

[1]   Paul Watzlawick fue uno de los principales autores de la Teoría de la comunicación humana y del Constructivismo radical, y una importante referencia en el campo de la Psicoterapia.

[2]   Matthieu Ricard, nacido en París en 1946, es doctor en genética
molecular pero abandonó su carrera científica para dedicarse a la práctica del budismo tibetano.

[3]  Erich Fromm, psicoanalista alemán, autor, entre otras obras, de El arte de amar.

[4]  Extraído de Selecciones, the Reader´s Digest.

[5]  Naomi Drew, reconocida experta en solución de conflictos en escuelas y hogares.

[6]  Louise L. Hay, escritora y oradora estadounidense, es una de las figuras más representativas del movimiento New Age (Nueva Era).