Capítulo 1
Planificación de las programaciones para la gestión cultural
Contenido
2. Principios de la programación cultural
3. Técnicas de valoración de los factores del medio
Actuar en un medio tan sensible como es la cultura nunca debe hacerse desde la improvisación. Planificar la intervención que una entidad tendrá en el ámbito cultural debe ser un requisito indispensable cuando se opera bajo postulados profesionales de la gestión cultural.
En un primer momento, es importante advertir todos los elementos que entran en juego en un proceso de planificación cultural. Así, reconocer el contexto en el que se desenvuelven las programaciones y definir los criterios que se utilizan para su diseño serán tareas principales en el comienzo de la planificación. Por otro lado, establecer un guion lógico y metódico para diseñar las programaciones ayudará a controlar el proceso de trabajo y permitirá la valoración de las actuaciones emprendidas.
Pero no solamente habrá que asimilar los condicionantes y las técnicas que circundan a la planificación de las programaciones, sino que habrá que profundizar en estas, analizando sus componentes, sus recursos y sus resultados. Por último, el proceso de planificación aconsejará la aproximación a la realidad de las organizaciones culturales, incluida la propia que se encuentra diseñando su programación.
La gestión cultural se define como un ámbito de estudio interdisciplinar, ya que son muchos los lugares y las funciones que se desempeñan. Existe toda una serie de industrias culturales y creativas como son los sectores del patrimonio, artes escénicas, artes visuales, música y literatura y edición.
Analizar la gestión cultural como una profesión ha sido algo que ha surgido a lo largo de los años, ya que con la llegada de nuevas políticas culturales y a partir de la instauración de la democracia en España se ha ido demandando una profesionalización del sector, sobre todo a partir de los años 80.
En la actualidad con la implementación de la agenda 2030 y diversas directrices europeas, el ámbito cultural adquiere un especial interés en el marco del desarrollo sostenible y es transversal a todos los objetivos. Por todo ello, existe la responsabilidad de crear un futuro seguro desde una planificación, concretando programas y desarrollando proyectos y posteriormente evaluándolos para conseguir de una manera eficiente los objetivos y metas a alcanzar.
Gestionar cualquier actividad significa controlar su desarrollo. En el campo de la cultura, establecer vías de control que organicen y estructuren las actuaciones se consigue mediante la planificación de estas, que debe surgir de un proceso de reflexión previo y a propósito de la consecución de unas metas establecidas.
Un programa cultural persigue incrementar la proyección social de las acciones culturales, estableciendo un orden lógico que las articule en base a los objetivos planteados, con los recursos definidos y en el tiempo estipulado.

Importante
La programación en la gestión cultural debe siempre basarse en un proceso previo de interpretación de la realidad que identifique unas metas a conseguir con esa programación.
Los principios básicos que deben regir una programación cultural son:
Estas tres “reglas” de la programación deberán ser atendidas en todo el proceso de planificación, ya que de su cumplimiento depende, en gran parte, el éxito del programa.
Intervenir en la cultura conlleva una alteración de la realidad e implica a los sectores de esa realidad que se ven afectados por el desarrollo de actuaciones culturales. Un programa cultural debe contextualizarse en la realidad para la que se proyecta, teniendo presentes las características y circunstancias que la definen. A su vez, este programa cultural es promovido y ejecutado por un agente concreto, por lo que también es necesario contextualizarlo en el ámbito de la entidad que lo lleva a cabo. Por último, es preciso describir la estructura básica que articulará la programación, conectando la realidad con la entidad.
Contextualización en la realidad
Los tres conceptos que entran en juego en la contextualización de un programa cultural atendiendo a su entorno sociocultural son:

Importante
El contexto en el que se incluye la programación variará si se trata de un programa de dimensión territorial, o si, por el contrario, la programación se refiere a una entidad y/o infraestructura cultural concreta.

Actividades
1. Elija un evento cultural que conozca y realice un esquema reseñando el territorio en el que se inserta, la población a la que se dirige y el sector cultural al que pertenece.
El territorio
El programa deberá ajustar sus recursos y esfuerzos a una zona determinada que delimite claramente el contingente de población objeto.
Los parámetros a tener en cuenta dentro del ámbito territorial son la extensión, las particularidades políticas y económicas y las características medioambientales:

Importante
Las particularidades de un territorio localizado en el medio rural deben ser abordadas siempre desde postulados de conservación y respeto al entorno medioambiental.
La sociedad
La implementación de un programa cultural siempre definirá a un contingente humano como beneficiario de las actuaciones. Esta colectividad social puede definirse por el territorio que ocupa (habitantes de un núcleo determinado), por las características que lo dotan de homogeneidad (jóvenes, inmigrantes, desempleados, enfermos) o por la pertenencia a un grupo objeto específico (afectados por alguna circunstancia especial, hábitos sociales comunes).
Los parámetros a valorar son la historia y evolución, los aspectos demográficos, la organización social existente y las condiciones económicas imperantes:

Ejemplo
Para el desarrollo de una programación en un municipio concreto se analizará la estructura social de esa población, tratando de radiografiar su realidad a partir de los vectores históricos, demográficos, sociales y económicos.
La cultura
Los hábitos de comportamiento, las vías de expresión pública (artísticas o no), los componentes lúdico-festivos, las creencias religiosos o ideológicas y las técnicas y conocimientos (tradicionales o innovadoras) conforman el espectro cultural de un colectivo.
La realidad cultural se manifiesta en tres dimensiones:


Recuerde
Para contextualizar un programa cultural en la realidad que lo acoge, es necesario valorar aspectos relacionados con el territorio, la sociedad y la cultura.
Contextualización en la entidad
Las planificaciones de programas culturales tienen unos responsables: las entidades que las promueven. Para contextualizar un programa cultural es necesario aproximarse a la organización que lo protagoniza, además de identificar la imbricación de estos programas en su actividad habitual.
La naturaleza de la entidad que promueva el programa va a delimitar su concepción, ya que según el objeto social de las entidades existen acciones en el sector cultural con diversas finalidades y beneficiarios.
El conjunto de entidades que habitualmente promueven acciones culturales se puede clasificar según su naturaleza jurídica, resultando tres tipos de organizaciones.
Entidades públicas
La administración y los organismos dependientes de esta promueven programaciones que toman como referencia a la población que administran. Estos programas pueden ser integrales (abarcando la totalidad del territorio y del sector cultural) o sectoriales (abordando parcelas determinadas de la población y de los sectores culturales).
Entidades privadas
Instituciones que programan acciones culturales en base a unos objetivos particulares de la organización. Empresas y entidades del sector no lucrativo, como fundaciones y asociaciones, forman este grupo. Según su público objetivo y ámbito de actuación, las entidades empresariales se regirán por la lógica del mercado cultural, en tanto que las organizaciones no lucrativas lo harán según el objeto social de su constitución.
Entidades mixtas
Organismos con participación de la iniciativa pública y privada, como consorcios, fundaciones y plataformas reúnen en una estructura de gestión a empresas, creativos independientes, administraciones públicas, asociaciones culturales, etc. Estas entidades se gestionan y financian también de manera mixta, aunque los porcentajes de control de la organización varían según el acuerdo fundacional. Estas entidades buscarán el equilibrio entre los objetivos públicos y las necesidades sectoriales de los miembros privados que las integran.

Nota
La naturaleza jurídica de las entidades no determina el contenido de la programación, sino que serán los objetivos planteados los que rijan el diseño de las acciones.

Actividades
2. Realice un listado de las entidades que programan acciones culturales en su territorio y clasifíquelas según su naturaleza jurídica. ¿Qué tipo de entidades protagonizan la oferta cultural?
Estructura básica
Al margen de la naturaleza jurídica de la entidad promotora, la contextualización de una programación cultural se adscribe a un esquema de acción, más o menos generalizado, que lo delimita en cuanto a sus metas y procedimientos.
Una estructura básica reconocida y utilizada frecuentemente por las organizaciones culturales es la que articula las actuaciones a partir de una planificación integral, compuesta por programas de acción (los programas culturales) que a su vez se construyen con proyectos concretos. Así, en un orden descendente, la secuencia programática se resume en: política, plan, programa, proyecto y actividades.
Política
Cualquier entidad cultural se reconoce en un modelo de actuación principal que rige todas las acciones que lleva a cabo. En el caso de las entidades públicas, la política cultural vigente será el principal marco de contextualización, traducida en leyes, reglamentos, decisiones y criterios políticos.
Las entidades privadas, en cambio, estructuran su acción a partir de sus propios criterios. Un centro cultural, un museo o una fundación definirán en su constitución unos principios que darán sentido a su actividad. Estos principios generales marcarán la política de actuación para estas organizaciones.
Plan
Es la primera unidad de acción y se define para perseguir una finalidad general. El plan es el instrumento técnico que materializa la acción cultural de una entidad, en tanto que define unos procesos encaminados a intervenir en el contexto que la rodea.
El plan marcará la finalidad última de su desarrollo, delimitará criterios estratégicos a tomar en cuenta para la programación, establecerá un marco cronológico a largo plazo e identificará los recursos económico-financieros necesarios. Igualmente, el plan contará con un sistema de evaluación que retroalimente a la entidad y ofrezca valoraciones de sus resultados. Por último, un modelo de coordinación y comunicación aplicado al plan cierra el conjunto de elementos presentes en este primer nivel de acción.
Programa
Los principales componentes de un plan son sus programas, unidades de acción que deben articular y dar sentido a todas las actuaciones a llevar a cabo en el ámbito de la planificación.
Si el plan identifica una finalidad general, cada uno de los programas diseñados afrontará la consecución de un objetivo específico y discurrirá por uno o algunos de los criterios estratégicos de la planificación. La consecución de los objetivos específicos de cada programa redundará positivamente en la aproximación a la finalidad definida para el nivel superior, el plan.
Un programa cuenta con un objetivo específico, un modelo de gestión, un marco temporal a medio plazo, una asignación de recursos, un presupuesto y un sistema de evaluación. A nivel de programa también es recomendable definir un modelo de comunicación concreto.
Proyecto
Es la mínima unidad de acción en el marco del plan. Los proyectos se localizan en el seno de los programas, por lo que un conjunto de ellos configuran a un programa determinado. Orientados por el objetivo específico del programa que lo acoge, un proyecto identifica objetivos operativos, muy concretos y fácilmente verificables. La suma de los objetivos de varios proyectos conduce a la consecución del objetivo específico del programa.
El proyecto presenta objetivos operativos y una planificación de actividades que deben alcanzarlos, un marco cronológico a corto plazo, una serie de recursos y un presupuesto, un modelo de gestión y coordinación y un sistema propio de evaluación.


Nota
Un marco cronológico a largo plazo marca un horizonte temporal superior a tres años, el medio plazo entre uno y tres años, y el corto plazo no supera el año de duración.
Realizar una programación cultural es una tarea que debe articularse desde unos criterios principales que delimiten su contenido. Para definir cuáles serán los criterios que rijan el diseño del programa, es importante antes valorar el entorno en el que ese programa se inserta.
Aspectos del entorno de una programación
Los condicionantes de la entidad promotora, el contexto de la realidad y las características de los agentes externos serán analizados para establecer el escenario en el que se fijarán los criterios programáticos.
La entidad promotora
La finalidad principal de la entidad promotora establece el primer punto de partida. Así, una entidad que trabaja por las manifestaciones tradicionales desarrollará acciones relacionadas con el patrimonio histórico, mientras que un centro de arte contemporáneo propondrá programaciones en la vanguardia de las expresiones culturales.
Los recursos disponibles en la entidad delimitarán fuertemente la definición de criterios en la programación. Los recursos económicos (propios o ajenos), los recursos materiales (infraestructuras y equipamientos) y los recursos humanos (equipo técnico) marcan las posibilidades de actuación para el programa.

Actividades
3. Identifique una entidad cultural que programe cultura contemporánea y otra que trabaje en el ámbito del patrimonio. Reflexione sobre las diferencias en formatos, destinatarios y proyectos.
El contexto de la realidad
Varias son las circunstancias del contexto sociocultural en el que se insertará la programación a tener en cuenta. El perfil de los beneficiarios, la trayectoria de la programación cultural, los valores culturales existentes y las tendencias del sector cultural deben traerse a análisis antes de establecer los criterios programáticos.
El perfil de los beneficiarios debe ser la principal dimensión a valorar en este momento anterior a la programación. Los hábitos y preferencias culturales de la comunidad receptora del programa darán sentido, o no, a la programación. En una aproximación más específica, el programa deberá detectar e incorporar las demandas culturales de los beneficiarios, a fin de diseñar una programación que responda a esas necesidades identificadas.
Es importante valorar la trayectoria de la programación cultural anterior al programa en fase de diseño, ya que esto aportará información concreta sobre los resultados de la gestión realizada. Aspectos como los principios conceptuales, los contenidos artísticos, la respuesta de los destinatarios y otras variables del proceso de desarrollo ofrecerán claridad en cuanto a los procedimientos y fórmulas que consiguen mejor los objetivos planteados.
Los valores culturales existentes pueden ayudar a establecer criterios programáticos, ya que ofrecen información sobre el sustrato más etéreo de la cultura. Valores como el respeto a la tradición o, por el contrario, la admiración por la innovación, harán que los criterios de programación oscilen según el mensaje que lanzan estos valores.
Las tendencias del sector cultural son un buen barómetro de las demandas culturales de un colectivo social determinado. Los gustos y preferencias en el ámbito de las manifestaciones culturales son moldeados en un proceso de retroalimentación entre los creativos y operadores que ofertan y los destinatarios que seleccionan según su motivación. Esta dinámica debe ser tenida en cuenta para la programación, ya que aconsejará la elección de unos contenidos u otros según, siempre, el objeto del programa a desarrollar.
Los agentes externos
Una programación cultural interactuará necesariamente con agentes externos a ella. Por ello, y al margen de que la programación incorpore en su desarrollo a alguno de estos agentes externos, es importante establecer mecanismos de relación con los creativos más próximos al programa, tratando de aprovechar su conocimiento de la cultura local para enriquecer los contenidos.
La competencia (o la actividad de otras entidades ajenas a la programadora) aporta una información muy útil de cara a establecer criterios de programación. Las acciones emprendidas, sus resultados y sus efectos deben valorarse para rescatar las buenas prácticas y, en su caso, desdeñar aquello que no funciona. Por otro lado, establecer paralelismos y complicidades con la programación ajena redunda en el impacto de las actuaciones y ayuda a establecer una red local alrededor de las manifestaciones culturales.
Finalmente, un programa cultural siempre está sujeto a crítica externa. Los medios de comunicación, los líderes de opinión y la comunidad que recibe la programación pueden ayudar a delimitar un poco más las vías por las que debe discurrir un programa cultural en un contexto determinado. Es importante no dejarse llevar por estos agentes, pero no lo es menos tener presentes sus valoraciones sobre la oferta cultural y su proyección social.

Actividades
4. ¿Qué beneficios proporciona analizar la programación de otras entidades ajenas a la promotora?
5. Elija un artículo de crítica a algún evento cultural y analice la información expuesta desde el punto de vista del programador.
Criterios para la programación
Programar una acción cultural significa establecer un orden de actuación que organice el desarrollo de esa acción. Para definir el modelo de aplicación de esta acción cultural se define un programa, que sistematiza todos los elementos necesarios para actuar. Este programa perseguirá la consecución de un objetivo específico y para definir el camino a seguir hasta él se establecen unos criterios concretos, que marcarán y determinarán los procesos a ejecutar.
Los criterios para programar van a resultar del análisis y detección de la problemática concreta sobre la que se quiere actuar desde la cultura. Después de un proceso de identificación de los objetivos a conseguir para atajar la problemática, y teniendo presentes todos los aspectos del entorno de la programación (la entidad, la realidad y los agentes externos), la definición de los criterios principales servirá para establecer los pilares de la programación sobre los que sostener el resto de los elementos.
Aunque los criterios variarán de un programa a otro en tanto que varíen los factores externos y los objetivos a conseguir, es posible agrupar en bloques los posibles criterios que van a regir la acción. Criterios que atienden a la dimensión cultural, al factor económico o al desarrollo local resumen el conjunto de orientaciones programáticas más frecuentes.
La dimensión cultural
El fomento de las manifestaciones culturales y sus artífices centran este bloque de criterios para la programación. El enriquecimiento de la cultura como expresión humana es el vector para estos criterios programáticos.
Los criterios de este bloque centrarán la programación en:

Ejemplo
Los años temáticos dedicados a una disciplina artística concreta, como el año de las letras, responden a un criterio que trabaja en favor de una manifestación cultural determinada.
Siempre que el objetivo específico del programa se centre en el fomento de la actividad cultural serán estos criterios los que entren en juego durante el proceso de diseño.
El factor económico
La cultura como motor económico es un eje importante de las economías en las distintas escalas locales, regionales, nacionales e internacionales, por lo que el diseño de programaciones orientadas al incremento de la actividad económica en torno a la cultura es habitual.
En el caso de una entidad privada sujeta al mercado se buscará incrementar los beneficios, mientras que desde la óptica de lo público, el objetivo económico se traduce en una ampliación de beneficiarios, ya que la rentabilización de la inversión económica aumenta en cuanto sus efectos lleguen a un mayor número de personas administradas por la entidad pública.
Los criterios que se adscriben al factor económico son:
Cuando el objetivo específico del programa circunde factores de base económica, se emplearán criterios de este bloque. La industria cultural a día de hoy, es una la que más se está beneficiando del crowdfunding y del mecenazgo. Estas dos fuentes de financiación hacen que se consigan diversas fuentes de financiación que permiten desarrollar las actividades de diferentes proyectos.
El desarrollo local
Cuando la cultura se entiende como una herramienta de crecimiento de la comunidad se establecen criterios orientados al desarrollo local. Los factores de desarrollo contemplan desde criterios económicos a culturales, pero para las acciones con objetivos sociales, estos criterios no marcarán la finalidad de la programación.
La educación, la integración, la igualdad de oportunidades o el fomento del tejido cultural local estarán en el horizonte de los programas con criterios de desarrollo social.
Los criterios orientados al desarrollo comunitario son:
En los casos en los que el objetivo específico se oriente al desarrollo integral de la comunidad, se traerán a colación criterios de este perfil.


Actividades
6. Si quisiera incrementar el número de usuarios de su entidad, ¿qué criterios priorizaría para diseñar la programación?
Partiendo de que una programación cultural siempre pretende transformar positivamente su entorno, la planificación de esta es la búsqueda de soluciones para una problemática determinada, convirtiendo a los problemas en situaciones positivas para el objeto de la programación, que puede ser un territorio o una entidad cultural.
Elaborar una planificación requiere una metodología que asegure la óptima ejecución de las actuaciones culturales. Seguir un guion lógico que atienda a varios factores es vital para justificar los contenidos de cualquier intervención en el ámbito de la cultura.
En un esquema integral, la planificación se aborda en fases que se corresponden con los procesos metodológicos estipulados para favorecer un diseño programático idóneo. Estas fases se materializan a través de varias herramientas técnicas que van articulando el desarrollo de la planificación.
Las fases que se suceden en el proceso de planificación son: investigación, análisis, diseño y desarrollo, con una fase transversal que se ejecuta desde el inicio hasta el final de las actuaciones, la evaluación.

Definición
Planificación
Plan general, metódicamente organizado y frecuentemente de gran amplitud, para obtener un objetivo determinado, como el desarrollo armónico de una ciudad, el desarrollo económico, la investigación científica, el funcionamiento de una industria, etc.
Fase de investigación
El primer paso para definir un modelo de intervención en el sector cultural es conocer las características del ámbito de actuación. Un proceso de investigación sobre los aspectos que determinan la realidad cultural arrojará los elementos de entrada que deben regir el diseño de los programas.
La fase de investigación se nutre de información. Es importante entonces advertir que serán las fuentes informativas las que aporten la materia prima.
Las fuentes de información
Las fuentes de información se clasifican en primarias y secundarias. La información primaria es aquella que se genera en el proceso de investigación, mientras que la secundaria es información ya existente que se recopila y adapta a las necesidades de este proceso.
La información primaria será fundamentalmente de tipo cualitativo y de opinión. Los datos cualitativos, si bien no se pueden cuantificar, aportan una visión más subjetiva de la realidad, pero de sumo interés para el desarrollo de la que será la segunda fase de la planificación, el análisis.
Algunas de las herramientas más idóneas para la obtención de esta información primaria son:
Es recomendable que el tratamiento de la información se realice inmediatamente después de su recogida para incorporar todos los matices e impresiones recabadas.
La información secundaria se utiliza generalmente para obtener información cuantitativa. Tradicionalmente se le ha dado más valor o énfasis a los datos cuantitativos, ya que presentan cuestiones objetivas sobre las que es más fácil sostener el posterior análisis.
Estas fuentes de información secundaria en el sector cultural pueden ser:
Las fuentes de información secundaria se considerarán de tipo indirecto, por lo que es fundamental para cualquier investigación del ámbito cultural combinarlas con el uso de fuentes directas (información primaria) o trabajo de campo.
La sistematización de esta información obtenida a partir de las fuentes dará lugar al elemento principal de esta fase, la memoria descriptiva. Este documento aportará todos los datos necesarios para obtener un conocimiento exhaustivo del campo de actuación.

Actividades
7. Localice alguna estadística sobre hábitos culturales y realice un listado con las actividades que se registran. Reflexione sobre las ausencias y presencias de las actividades.
La memoria descriptiva
Los aspectos sobre los que profundizar y obtener la información que constituirá la memoria descriptiva son:
Dado el carácter cultural de la planificación, las dos primeras dimensiones (territorio y sociedad) aportarán un contexto necesario pero no extenso, extrayendo datos que sirvan para centrar la actuación.

Ejemplo
Si la planificación se realiza para un centro de mayores, el diseño de la programación deberá tener en cuenta las características de sus usuarios.
En el caso de la dimensión cultural, la tarea de recopilación y sistematización de información ganará en profundidad, generando una radiografía completa del ecosistema cultural en el que se enmarca la intervención.
Las variables sobre las que recabar información son: los recursos culturales (infraestructuras), la oferta cultural (programas, eventos y actividades) los agentes (creativos, promotores y prestadores de servicios) y los receptores de la cultura (ciudadanía, usuarios, públicos).
En el caso de que la planificación no tenga carácter territorial y sea diseñada para un equipamiento cultural concreto, la investigación atenderá a los aspectos internos que definen la realidad de este equipamiento.
Inventario de recursos
Un inventario es la recopilación de información dispersa para producir una información concreta. El inventario de recursos culturales se configura como una herramienta necesaria para el estudio y conocimiento del ámbito cultural.
La elaboración de un inventario discurre por varios pasos, comenzando con la delimitación del tipo de recursos objeto del inventario y la elaboración de un listado básico que los identifique.
Los tres campos de información que trabajará el inventario serán los correspondientes a las infraestructuras, la oferta y los agentes culturales.
Una infraestructura cultural se definiría, en primer lugar, por su dimensión física, constituyendo un inmueble, un conjunto de ellos, e incluso un espacio abierto. En segundo lugar, esta infraestructura se adscribe al sector cultural en tanto que forma parte de su actividad en mayor o menor medida. Estas dos características definirán a las infraestructuras susceptibles de incluirse en el inventario.

Recuerde
Una infraestructura cultural se reconoce como tal dada su dimensión física y el tipo de actividades que se desarrollan en ella.
A continuación, se detallan los tipos de infraestructuras que se localizan en el sector cultural:
Trabajando en estos tres bloques se configura un listado de infraestructuras que ofrecerá una primera instantánea del mapa de recursos existente.
Para recabar la información de los recursos identificados es necesario delimitar qué tipo de datos deben obtenerse. La elaboración de una ficha técnica de trabajo establecerá con precisión y detalle toda la información a recopilar de cada uno de los recursos de forma individualizada.
Interesa para la investigación conocer los datos administrativos y de contacto, el tipo de infraestructura, los equipamientos y espacios con los que cuenta, la actividad habitual y las características de su proyección hacia los destinatarios. Pensando en la programación, es recomendable también registrar su régimen de uso por parte de los profesionales, en aspectos como la accesibilidad, condiciones de alquiler y las posibilidades de ejecución de actividades.
Un último paso para configurar el inventario será trasladar a un banco de datos todos los campos de información definidos en la ficha técnica. El trabajo de campo y de gabinete aportarán los datos necesarios para completar el inventario.
Para no desvirtuar el inventario, es importante tener presente algunas recomendaciones:
Concluido y estructurado en un banco de datos, el inventario será accesible y manipulable al máximo. Las prestaciones de un banco de datos permitirán realizar consultas, agrupar por características, elaborar informes, etc.

Nota
La vida efectiva de un inventario no suele superar los dos años en el sector cultural, ya que la aparición-desaparición de infraestructuras con programación es bastante frecuente.

Actividades
8. Elabore una ficha técnica a partir de los bloques de contenidos expuestos.
La oferta cultural se materializa en actividades y acontecimientos que pueden entenderse como una de las vías de expresión de la colectividad, cuyos productos y servicios desembocan en acciones culturales dirigidas a la ciudadanía. Estas actividades dinamizan las infraestructuras, fomentan la colaboración entre los distintos agentes y trabajan por la configuración de una identidad cultural concreta.
Esta actividad cultural es un buen barómetro para medir el estado de un ecosistema cultural. De cara a la investigación, será necesario registrar las actividades culturales que se ofertan para favorecer el análisis posterior.
Dado el carácter amplio del significado del concepto “cultura”, es importante, antes de ejecutar el trabajo de campo, reseñar qué tipos de acontecimientos se entenderán como culturales para la investigación, como los que se describen a continuación:
Delimitado el ámbito de prospección, el trabajo de campo deberá recabar información sobre los contenidos de las actividades, la estructura de gestión, los recursos e infraestructuras que utiliza, la orientación hacia los destinatarios y su nivel de repercusión social.

Recuerde
Las actividades culturales son el motor del sector cultural ya que dinamizan las infraestructuras, fomentan la colaboración entre los distintos agentes y trabajan por la configuración de una identidad cultural concreta.
Dentro del conjunto de agentes culturales se localizan las personas, entidades y organismos que desarrollan su actividad ordinaria en el sector de la cultura.
Para facilitar la prospección en este terreno conviene establecer los tipos de agentes culturales que operan en la cultura:
Teniendo presente que esta lista de agentes puede resultar muy extensa dependiendo del territorio objeto de la investigación, los recursos destinados a la prospección de estos deben ser bien gestionados, evitando prolongar demasiado el proceso de recopilación de información.
En el caso de que la investigación estuviese promovida por un equipamiento cultural, la información a recabar se centraría en los agentes relacionados con este.
Con la aparición de estos nuevos agentes y el auge de la información online existen nuevas variables culturales que tener en cuenta:
Receptores de la cultura
El sentido de una programación se encuentra en su conexión con los destinatarios de las actividades. Este grupo puede estratificarse también según la naturaleza de la programación.
Los receptores de la programación cultural se agrupan en:
Para obtener información útil sobre los receptores de las acciones culturales existen herramientas como memorias de resultados de otros eventos, estudios de hábitos y preferencias culturales, sondeos específicos, etc.
Completada la fase de recopilación y sistematización de la información, la memoria descriptiva del contexto queda configurada y dispuesta para su estudio, que abrirá la segunda fase de la investigación: el análisis.


Actividades
9. Realice un esquema tipo índice con los contenidos y epígrafes que tendría un documento de memoria descriptiva.

Aplicación práctica
En el departamento de gestión cultural de su ayuntamiento acaba de entrar un nuevo director que proviene de otro ámbito, por lo que desconoce la realidad cultural de este territorio. En concreto, está interesado en disponer de toda la información posible sobre las infraestructuras culturales. ¿Cuál debe ser el trabajo que usted, como técnico del departamento, deberá acometer primero?
SOLUCIÓN
Tendría que llevar a cabo un inventario de infraestructuras culturales en el municipio. Para ello, identificará los espacios y mediante una ficha técnica recopilará la información administrativa y de contacto, el tipo de infraestructura, los equipamientos y espacios con los que cuenta, la actividad habitual y las características de su proyección hacia los destinatarios. Registrará también su régimen de uso por parte de los profesionales.
Fase de análisis
Conocer plenamente el entorno en el que se implementará la programación cultural supone identificar aquellos aspectos a transformar con la misma. La memoria descriptiva debe ser desgranada para identificar los puntos clave que centrarán el diseño de la planificación, en tanto que serán ellos los que apunten los objetivos a conseguir y las vías a seguir para conseguirlos.
El principal objetivo del análisis es detectar los problemas y necesidades del territorio-entidad objeto de la planificación, evidenciando las causas que los generan. Para conseguir sacar a flote esta problemática, se procederá a valorar la información relativa al ámbito cultural:
La herramienta que aportará el conocimiento de la problemática es el diagnóstico. Son múltiples las metodologías existentes para la realización del diagnóstico: diagnóstico participativo, planificación descentralizada, técnicas de análisis estadísticos de datos, análisis socioeconómico o el Método DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades). Para abordar el análisis en la planificación cultural resulta idónea la técnica de la matriz DAFO.

Recuerde
Para diagnosticar la realidad cultural se analizarán los espacios (infraestructuras), los contenidos (oferta), los promotores (agentes) y los destinatarios (receptores).
Diagnóstico con la matriz DAFO
Para realizar un diagnóstico a partir de la matriz DAFO se comienza por un análisis externo de los elementos del entorno, generalmente no controlables, que afectan al territorio-entidad, tanto negativamente como positivamente, detectando así las amenazas y oportunidades.
Seguidamente se realiza un análisis interno o de aquellos factores controlables por los promotores de la planificación, identificando los puntos fuertes y débiles que poseen:
Esta técnica de análisis, la matriz DAFO, da lugar a un diagnóstico estructurado de la realidad, ya que presenta las características de esta organizadas en distintas dimensiones.

Completada la matriz DAFO, la metodología para esclarecer cuáles serán los objetivos y estrategias de la planificación sigue este proceso:
Así, las debilidades marcarán la problemática, las fortalezas indicarán el camino para atajarla, las amenazas reseñarán las situaciones a evitar y las oportunidades mostrarán los escenarios a contemplar en el diseño de la planificación.
Para cerrar la fase de diagnóstico y con objeto de dotar a este del mayor rigor posible, se pueden poner en marcha algunas acciones específicas al respecto:
El resultado de esta fase se dispone para el análisis a partir de los dos elementos elaborados en su desarrollo: la memoria descriptiva, con toda la información relativa al contexto, y el diagnóstico, con los aspectos que orientarán el proceso analítico.

Actividades
10. Escoja una entidad cultural y, a partir de la información que pueda obtener de ella en la web, destaque las fortalezas que posee.
Fase de diseño
La fase de diseño o análisis propositivo establecerá los objetivos de la planificación y las estrategias (vías) sobre las que articular la programación cultural que tratará de alcanzar esos objetivos.
En un primer momento, se extraerá de la problemática el principal aspecto a corregir y las causas que lo generan. La conversión de ellas en aspectos positivos arrojará los objetivos a conseguir. En un segundo paso, las fortalezas y oportunidades detectadas en el diagnóstico aconsejarán la elección de las estrategias a seguir para la consecución de los objetivos.

Definición
Estrategia
En un proceso regulable, es el conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento.
La problemática y los objetivos
Los objetivos representan unas metas o conductas concretas, cuya consecución promueven el logro de la finalidad principal de la planificación. Las características principales de los objetivos son:
La identificación de los objetivos, además de contrarrestar los efectos negativos de las debilidades y amenazas, debe contemplar las fortalezas y oportunidades, ya que ellas los dotarán de realismo en tanto que su consecución deberá apoyarse en esas circunstancias positivas.
En el primer escalón de la planificación cultural se localiza la política de la entidad promotora. Este contexto marca la finalidad última de la entidad, y por tanto, la que tendrá cualquier planificación emprendida por esta. Seguidamente aparece el plan, ámbito superior de la acción a ejecutar y que identifica un objetivo general, amplio y alcanzable solamente a partir de la consecución de otros objetivos de menor rango.
Un plan está compuesto por programas de acción, diseñados para conseguir los objetivos específicos. Estos objetivos serán concretos y abarcables por la entidad y resultarán de la consecución de otros objetivos menores.
El último escalón en el esquema de la planificación es para los proyectos, que dotan de contenido a los programas. Los objetivos operativos orientan a los proyectos, siendo objetivos conseguibles en sí mismos y fácilmente medibles.
Existen entonces cuatro tipos de objetivos: la finalidad para la política, el objetivo general para el plan, los específicos para los programas y los operativos para los proyectos. Las tareas, al constituir una mínima acción, no presentan objetivos propios, sino que son la herramienta necesaria para el cumplimiento de los objetivos operativos del proyecto que las contiene.
Las metas/objetivos en un proceso de planificación se clasifican:

Para esclarecer los objetivos de la planificación se abordan los problemas y se formulan en positivo. Por ejemplo, si el principal problema detectado es el desinterés de la población por las manifestaciones culturales, el objetivo general sería conseguir una población interesada por las manifestaciones culturales.
Varias son las técnicas de prospección que consiguen evidenciar aquellos problemas más importantes detectados en la investigación. La programación trabajará por la corrección de esos problemas, proponiendo los objetivos necesarios para conseguirlo. En el campo de la planificación cultural resulta idóneo utilizar la técnica del árbol de problemas para esclarecer los objetivos de la planificación.
El árbol de problemas facilita la identificación de causas y efectos en un problema central. Solamente cuando se conozca el origen (causas) del problema central se podrán solucionar los efectos negativos que este genera.
Para realizar un árbol de problemas, el diagnóstico debe identificar el problema o problemas centrales, así como las causas y efectos correspondientes. Por ello, el diagnóstico debe señalar todos los elementos necesarios para la elaboración de este árbol.
Para la realización de un árbol de problemas se propone esta secuencia de acciones:
Para realizar la construcción del árbol es necesario anotar el problema central. Después, hay que describir las causas detectadas y conectarlas a este problema principal.
Planteadas las primeras relaciones entre el problema central y sus causas más cercanas se identifica el objeto general de la planificación (problema central), y también los objetivos específicos que deberán alcanzar los programas (causas).
Para detectar los efectos producidos por el problema central se aplicará el mismo procedimiento que para las causas, pero en esa ocasión en orden ascendente.
En este punto es posible afirmar que la erradicación de las causas eliminaría el problema central, y con este, los efectos generados. Así, la formulación en positivo de las causas va a marcar las metas a conseguir, mientras que los efectos se convertirán en indicadores para verificar esa consecución, en tanto que deberán desaparecer si la programación se resuelve con éxito.


Actividades
11. A partir del problema “carencia de público en la programación de la entidad”, elabore un árbol de problemas con causas y efectos.
La planificación estratégica para la cultura
La planificación es la búsqueda de soluciones a una serie de problemas que se detectan convirtiéndolos en situaciones positivas para el objeto de la planificación, ya sea un territorio, una empresa o una institución.
Algunos modelos de planificación tradicionales tienen un enfoque unidireccional que los convierte en métodos desaconsejables. Estos modelos se caracterizan por contemplar un desarrollo arriba-abajo de naturaleza tecnocrática, la definición de un contexto de certidumbre irreal, el enfoque hacia los efectos y no hacia las causas y demasiada rigidez en la temporalización de las actuaciones.
Ante estos modelos, la planificación estratégica se presenta flexible y eficiente, permitiendo una respuesta a la problemática que tenga en cuenta el contexto y las posibilidades internas.
El modelo estratégico propone que desde el diagnóstico DAFO, la planificación articulará el desarrollo de la acción a partir de una o varias estrategias. La decisión que se basa en rentabilizar lo positivo (fortalezas y oportunidades) y eludir lo negativo (debilidades y amenazas) es lo que se conoce como estrategia.

Nota
La planificación estratégica aplicada al territorio surgió en las ciudades norteamericanas. El paso pionero lo dio la ciudad de San Francisco en 1981.
El plan estratégico es un instrumento que propicia la participación de los diferentes actores implicados, permite la definición de una visión de desarrollo futuro e identifica las grandes prioridades y los objetivos. Además, tiene en cuenta la situación actual, sus fortalezas y debilidades, así como las amenazas y oportunidades existentes.
En la fase de diseño de la planificación con el método estratégico se emplean los siguientes elementos:
Es, por tanto, en esta fase cuando la programación debe quedar configurada. Una metodología participativa que incorpore al mayor número de agentes posible en su desarrollo favorecerá la creación de contenidos.
Para completar la planificación habrá que definir varias cuestiones importantes que deben quedar reflejadas en el proceso de diseño:
Establecida la planificación en base al modelo estratégico, todo queda dispuesto para la implementación de la programación.

Recuerde
La fase de diseño debe tener en cuenta la situación actual, sus fortalezas y debilidades, así como las amenazas y oportunidades existentes.

Aplicación práctica
En la entidad cultural para la que trabaja han elaborado un diagnóstico, detectando una serie de problemas que experimenta la entidad y que deben atajarse por medio del diseño de una planificación. ¿Cómo plantearía la definición de los objetivos que deberá tener esa planificación?
SOLUCIÓN
Construir un árbol de problemas en el que se establezcan las relaciones entre los conflictos, descifrando el problema principal y sus causas. Después, se invertiría el árbol transformando el problema principal en el objetivo general y todas las causas en objetivos específicos. A partir de aquí se comenzaría a diseñar la planificación.
Fase de desarrollo
La fase de desarrollo requerirá de todos los factores que hacen posible la ejecución del plan. Los recursos materiales, la disponibilidad de servicios, la financiación necesaria y el óptimo funcionamiento del equipo de gestión son condiciones irrenunciables para la consecución de los objetivos en el tiempo y forma planteados.
En esta fase entran en juego todos los agentes involucrados: los gestores a nivel de coordinación, los colaboradores, los proveedores de recursos y servicios, los artistas y creativos participantes y los destinatarios de la programación. Para supervisar todo ello se elabora un plan de trabajo que reparta responsabilidades y establezca las herramientas necesarias para el control de las actuaciones.
El plan de gestión
Una planificación integral con varios programas de acción contempla un horizonte temporal, generalmente, no menor de tres años. La gestión de la planificación requiere de una temporalización abarcable, que resuelva por periodos el trabajo planificado. Así, un plan de trabajo de tres años puede contener tres periodos de un año cada uno, facilitando la gestión y posibilitando la rectificación o reorientación de los contenidos según los resultados y las circunstancias.
Este plan de gestión con un horizonte temporal concreto y abarcable tendrá al menos dos elementos primordiales: el equipo gestor y las acciones de coordinación.
El equipo gestor estará formado en relación a la dimensión del programa, ya que no es lo mismo una planificación territorial, por ejemplo para una ciudad como Barcelona, que una planificación para un equipamiento cultural determinado. A pesar de esto, varias son las áreas de competencias que siempre estarán presentes:

Este esquema para el equipo de trabajo garantiza el control del desarrollo programático. Para materializar una gestión acorde a las necesidades de la planificación deben estipularse algunas herramientas a emplear por el equipo durante esta fase:
Ajustándose al máximo al plan de trabajo, la programación conseguirá ser eficiente y efectiva, ya que el control de las actuaciones permitirá rentabilizar el uso de los recursos y garantizar la consecución de los objetivos.

Actividades
12. ¿Desde dónde se gestiona la comunicación interna del equipo de trabajo durante la fase de desarrollo?
Fase de evaluación
La fase de evaluación es transversal durante toda la vida de la planificación. Tomar el pulso al desarrollo de la planificación favorece que los agentes implicados puedan valorar el retorno de su participación y el grado de éxito alcanzado en base a los objetivos a conseguir.
La fase de evaluación se puede dividir en etapas cronológicas según la vida de la planificación, y debe apoyar su materialización en herramientas que ayuden a ejecutarla.
Etapas evaluativas
Existen tres momentos principales en la fase de evaluación de una planificación cultural:
Al margen de estos tres momentos estrictamente necesarios, la evaluación puede contemplar acciones intermedias que enriquezcan el proceso y flexibilicen más el desarrollo del programa.

Importante
Solamente desde la evaluación se pueden detectar los aciertos y errores que se desprenden del desarrollo de la planificación.
Herramientas para la evaluación
Dentro del conjunto de elementos técnicos que forman parte de la evaluación existen dos grupos diferenciados: herramientas de medición y herramientas de información.
Como herramientas de medición se define los indicadores, que verificarán, o no, la consecución de los objetivos. Los indicadores son los criterios de éxito, mensurables y realistas, que permiten acompañar y evaluar los logros de la programación.
Un indicador establece una relación entre dos o más variables que, al compararse con las metas marcadas en los objetivos, permite valorar el grado de éxito del programa.
Los indicadores se expresan mediante un enunciado que define de manera conceptual lo que se desea medir, y se cuantifican a partir de un cálculo matemático que lo dota de un valor numérico y lo hace comparable.

Ejemplo
Para un objetivo de incrementar el público en un equipamiento se definirá un indicador que controle el número de asistentes al equipamiento durante un periodo y lo compare con los valores del periodo anterior de referencia.
Las principales características que rodean a un indicador son:
También será necesario determinar los medios de verificación, que son las fuentes o mecanismos de información que servirán para verificar los indicadores y constituyen la base del seguimiento del proyecto.

Varias son las herramientas de información que deben definir la fase de evaluación. Estas herramientas servirán tanto para recopilar como para sistematizar la información útil para la valoración continuada de las actuaciones:
La utilización de las herramientas de información en la fase de evaluación debe contener una temporalización estructurada, evitando su utilización arbitraria, ya que podría generar el efecto contrario al deseado abriendo paso a la desinformación y con ella, a la pérdida de control del proceso de valoración.

Actividades
13. ¿En qué momento de la evaluación se utilizan la memoria descriptiva y el diagnóstico?
Una programación cultural no debe ser un hecho aislado. El contexto de la realidad en la que se inserta es el principal vector a considerar en el proceso de diseño y planificación. Conocer de primera mano el medio en el que va a implementarse un programa es la mayor garantía de consecución de los objetivos planteados, en tanto que será ese medio el que justifique, favorezca y determine esas metas.
Al margen de las necesarias consideraciones sobre los aspectos genéricos que contiene el medio a intervenir con la programación, es la dimensión cultural del entorno la que se debe analizar en profundidad, llegando a los engranajes internos que poseen las organizaciones y proyectos culturales para extraer de ellos toda la información que permita adquirir un conocimiento efectivo.
Un proceso lógico que conduzca a una valoración real de los factores del medio sería:
El conocimiento del entorno cultural favorecerá el desarrollo de una planificación justificable, ya que se ajustará a la realidad de su sector y, por tanto, tendrá más garantías de éxito al intervenir en ella con su programación.

Importante
La aproximación al medio puede realizarse hacia la organización y proyectos propios, hacia los existentes en un entorno determinado o hacia ambas dimensiones.
El sector de la cultura es un sector muy particular, dado que su materia prima, representa una cualidad humana en posesión de todas las personas, algo que dificulta la delimitación estandarizada de las formas y procesos adscritos a su desarrollo.
Las organizaciones que operan en el sector cultural son de variada naturaleza, con objetivos distintos y altamente sujetas a los cambios. A su vez, los proyectos que estas organizaciones ponen en marcha son, igualmente, diversos y difíciles de encasillar en unas clasificaciones rígidas.
Teniendo presente esto, adquirir información valiosa sobre el medio en el que se inserta una programación cultural es una tarea que debe atender al análisis de los proyectos y las organizaciones que los promueven. Para ejecutar esta tarea es posible establecer una serie de dimensiones a estudiar que se dan en todos los objetos de estudio, tratando de estandarizar todo lo posible la información que de ellos se desprende.
Proyectos culturales
Un proyecto cultural es la materialización de la acción en la cultura. El proyecto, como unidad de acción real, incorpora en su concepción y desarrollo una serie de principios, métodos y recursos que hacen patente la manera de “hacer cultura” de un promotor.
Para contextualizar la planificación cultural es importante aproximarse a los proyectos culturales existentes, bien en el territorio o bien en la organización promotora, reconociendo las actuaciones que se dan en ese contexto.
Un análisis de proyectos culturales debe seguir esta secuencia:
Las necesidades de información determinarán la identificación del proyecto objeto del análisis. Un organismo que desee implementar una programación en el sector escénico tiene necesidad de conocer las acciones puestas en marcha en este sector, mientras que un organismo que pretenda promover una programación para el territorio tendrá que aproximarse, en la medida de sus posibilidades, al grueso de los proyectos culturales y así identificar el ecosistema cultural existente.
Contando con las múltiples posibilidades de análisis y debido a las también múltiples motivaciones que pueden generarlo, es importante establecer unas variables a estudiar sea cual sea el tipo de proyecto analizado. El trabajo por proyectos garantiza una serie de procesos, presentes en todas las actuaciones, que conformarán el esquema a seguir para aproximarse a una acción cultural.
El análisis de las variables de un proyecto puede acometerse de manera estructurada, organizando estas variables en bloques de acción propios de la actividad cultural: creación, producción, gestión, comunicación y financiación.


Nota
Dependiendo del tipo de proyecto y motivación del análisis, se podrían estudiar también los procesos de exhibición, distribución y comercialización.
Creación
El elemento creativo es el germen de todo proyecto cultural. Este componente dotará al proyecto de su personalidad, definiendo su naturaleza y contextualizándolo en un espacio determinado del sector cultural.
En el estadio de la creación, los valores sobre los que recabar información son:
Todos estos valores definen al proyecto frente al contexto que lo acoge, caracterizándolo dentro del conjunto de actuaciones que suceden en el sector cultural.
Producción
Producir un proyecto cultural es llevarlo del papel a la realidad. Una buena producción puede encumbrar un proyecto, mientras que una producción deficiente lo condenará, sin duda, al fracaso.
Analizar la producción de un evento generará información sobre los aspectos ocultos de este, aquellos que conectan las elucubraciones de la creación y las posibilidades de la realidad en la que se proyectan.
Dentro del espacio de la producción, el análisis se enfocará hacia:
Estos componentes altamente prácticos aportarán información sobre la materialización del proyecto, evidenciando maneras de hacer dentro del ámbito profesional de la gestión cultural.
Gestión
La implementación de un proyecto conlleva el desarrollo de una serie de tareas a cargo de un equipo concreto. El equipo gestor estará organizado en base a un modelo de relación, ajustándose a un esquema de trabajo que delimite las funciones y tareas de cada miembro del equipo.
Con frecuencia, los proyectos culturales ponen en juego a varios profesionales conectados por el proceso de trabajo al equipo gestor. Coproducciones, colaboraciones y otras formas compartidas de ejecución de proyectos obligan a definir un modelo de coordinación para todos los operadores implicados.
Para el análisis del proyecto es importante esclarecer estos aspectos de la gestión:
La información relativa a la gestión ofrecerá posibles modelos de trabajo para los proyectos culturales a programar.

Importante
Las funciones asignadas a los miembros del equipo gestor se corresponderán con un lugar en el organigrama de relaciones.
Comunicación
Todos los proyectos culturales contemplan necesariamente acciones orientadas a difundir sus contenidos. La comunicación atiende tanto a la proyección de las actuaciones hacia los destinatarios como a la difusión del mensaje hacia la comunidad que acoge el proyecto.
El componente comunicativo contemplará elementos dirigidos a convocar al público objetivo, a informar a los medios y a congregar a los participantes e implicados en el desarrollo del proyecto.
Para analizar la comunicación llevada a cabo en un proyecto cultural se profundizará sobre:
Analizar la comunicación de un proyecto es conocer la manera de contarlo. Esta manera de contar las cosas hablará no solamente sobre el proyecto y sus promotores, sino que también aportará información sobre los destinatarios y agentes implicados en su desarrollo.
Financiación
El componente económico de un proyecto cultural es el medio material que permite su realización. La puesta en funcionamiento de recursos y la contratación de servicios desencadena necesariamente una actividad económica adscrita al proyecto.
Para analizar el modelo de financiación se abordará tanto el montante económico necesario para ejecutar el proyecto como las vías utilizadas para obtener los fondos correspondientes.
Las variables que tener en cuenta en el análisis de la financiación son:
Esta vertiente del análisis ayudará a conocer el mercado profesional de la cultura, al mismo tiempo que aportará información sobre las posibilidades de financiación existentes en el sector cultural.
A estas variables imprescindibles en el análisis de proyectos culturales pueden sumarse, según los casos, la comercialización y la exhibición, para aquellos proyectos que se inserten en la lógica del mercado o que contengan una exposición pública de contenidos.


Actividades
14. ¿En qué bloque de acción del proyecto se analizarán los destinatarios de las acciones?

Aplicación práctica
Como responsable de programación para el año siguiente, su entidad le ha solicitado una propuesta programática que se diferencie notablemente de la programación anterior, ¿cómo lo haría?
SOLUCIÓN
Realizar una prospección de la programación anterior a partir del análisis de los proyectos culturales ejecutados. Este análisis servirá para justificar los nuevos criterios, prioridades y objetivos de la programación siguiente.
Organizaciones culturales
El motor de impulso de los proyectos culturales se localiza en sus promotores. Las organizaciones culturales son el principal agente generador de proyectos que se ajustan a una metodología profesional de implementación de acciones.
El ecosistema cultural de un territorio determinado depende, en gran medida, de las organizaciones que lo habitan. Por tanto, el desarrollo cultural de la población está en las manos de estas organizaciones, que a través de su acción aportan los contenidos que caracterizan la cultura de ese conjunto social.
Para realizar una aproximación a las organizaciones promotoras de cultura, es necesario establecer los ítems que formarán parte del análisis, agrupando por bloques la información a recopilar el análisis de organizaciones contemplará la finalidad, la acción y la estructura.
La finalidad
Toda organización, sea del tipo que sea, se reconocen en una finalidad. En el sector cultural, las organizaciones acometen su labor a partir de unos principios que orientan su actividad, caracterizándose con ello dentro del espectro cultural del territorio. La localización del organismo en un sector u otro de la cultura y su posición en la cadena de valor dependerán de la finalidad que persiga este organismo.

Definición
Cadena de valor
Itinerario formado por todas las actividades que constituyen un producto/servicio cultural desde su concepción hasta su consumo por parte de los destinatarios. La cadena se compone de Investigación/Creación/Producción/Difusión/Distribución/Comercialización.
La finalidad estipulada para la organización vendrá marcada en gran parte por la naturaleza jurídica que esta posea. Una entidad pública o no lucrativa operará desde parámetros de servicio público, mientras que una entidad privada lo hará en base a la lógica del mercado y los consumidores.
Para completar el análisis en este bloque es recomendable aproximarse al entorno de la organización, delimitando los factores internos y externos que influyen en el cumplimiento de su finalidad.
Los elementos a someter a análisis dentro del bloque de la finalidad son:
Esta valoración de ítems caracterizará a la organización en base a su concepción dentro del sector cultural.

Recuerde
Una técnica apropiada para analizar el entorno externo e interno de una organización es la matriz DAFO: oportunidades y amenazas, fortalezas y debilidades.

Actividades
15. Elija una organización cultural que conozca y sitúela en la cadena de valor. ¿En cuántas de las actividades de la cadena la reconoce?
La acción
El rol de una organización cultural se define por aquello que esta hace, por las actividades que promueve en su ámbito de actuación. Para analizar la acción que una organización cultural desarrolla no basta con enumerar las actividades que ejecuta, sino que es importante detectar la estructura que las sustenta, es decir, la articulación con la que la organización aporta sentido a su acción.
Las actividades siempre van dirigidas hacia unas necesidades o preferencias, por lo que atienden demandas culturales específicas. El análisis deberá fijar su atención en las necesidades a las que responde la acción de la organización, determinando con ello también a su público objetivo.
Para valorar la acción de la organización se atenderá a:
Clasificar una organización en base a su acción permitirá posicionarla en el sector y facilitará el conocimiento de las posibilidades culturales que esta ofrece para sus destinatarios.

Nota
Analizar las organizaciones de un territorio en base a su acción ofrecerá un mapa de los agentes y la oferta cultural de ese territorio.
La estructura
Todas las organizaciones poseen una estructura interna que hace posible la acción. La estructura de las organizaciones de este sector se orienta hacia las manifestaciones culturales, adaptando su diseño a las características del arte, el patrimonio y las actividades creativas.
El esquema de las relaciones funcionales en el equipo humano y la capacitación de sus miembros se corresponderán con la finalidad y la acción de la organización. El sistema de financiación estará igualmente condicionado por la actividad, ya que dependiendo del objeto de trabajo, la organización dispondrá de diferentes posibilidades financieras y presupuestarias.
La comunicación, a nivel interno, hará funcionar a la organización, mientras que a nivel externo transmitirá una serie de valores que deben corresponderse con la finalidad y la acción propias.
Para profundizar en la estructura de una organización se valorará:
En este apartado del análisis se controlan los mecanismos internos de la organización, con lo que se profundiza en la dimensión profesional de la gestión cultural.
A partir de este esquema de análisis, el proceso para radiografiar un proyecto u organización cultural conlleva la recopilación de toda la información relativa a los ítems definidos. Una vez que se disponga de toda la información, habrá llegado el momento de reflexionar sobre ella para completar el análisis.
Analizar un proyecto o entidad cultural debe producir una descripción completa de las características de estos elementos. La profundización en sus componentes tratará de establecer relaciones lógicas entre todos los factores y procesos presentes en la acción.
El análisis de la información recopilada hablará sobre la razón de ser de la organización o el proyecto, identificando la coherencia entre las metas, los recursos, los procesos y los resultados obtenidos.


Aplicación práctica
Los datos de consumo asociados a los productos culturales de su organización han bajado respecto al periodo anterior. Por el contrario, la situación de su principal competidor ha mejorado, incrementando sus consumidores. Es necesario determinar qué está ocurriendo. ¿Por dónde empezaría?
SOLUCIÓN
Analizar la organización de la competencia y la propia, estableciendo los paralelismos y diferencias existentes en los ámbitos de la finalidad, la acción y la estructura.
Proyectos culturales
Para el análisis de la información relativa a un proyecto cultural se abordará la prospección a partir de cuatro bloques diferenciados: el componente cultural, la materialización, el control del desarrollo y la dimensión económica.
El componente cultural
La base de un proyecto cultural se compone de los valores de la cultura que este proyecto pone en juego. Para analizar el componente cultural de un proyecto es preciso identificar los objetivos marcados, el tipo de actividad, los agentes participantes y los destinatarios de las acciones.
Los objetivos de los proyectos culturales pueden orientarse en varias direcciones, por lo que es importante agrupar en algunas categorías estas finalidades, a fin de poder clasificar los proyectos según sus metas.
Para llevar a cabo la clasificación se definen las categorías del proyecto en base a sus objetivos:
Es probable que un mismo proyecto contemple objetivos que pudieran atender a más de una de estas categorías, por lo que habrá que determinar la prioridad establecida a partir del objetivo principal y definir la jerarquía que se establece entre los propósitos de la acción.

Actividades
16. En un proyecto compuesto por una muestra de música clásica en un conservatorio ofrecida por los alumnos, ¿qué tipo de objetivo se está priorizando? ¿Por qué?
Todos los proyectos culturales están diseñados en el ámbito de alguna actividad propia del sector de la cultura. Así, el análisis deberá centrar al proyecto en alguna de las disciplinas culturales para poder clasificarlo según su contenido.
Las categorías habituales para las actividades de base cultural y creativa son:
El dinamismo de las expresiones culturales puede generar que existan proyectos con nuevas formas no contenidas en estas categorías, por lo que se recomienda actualizar esta relación según las características de los proyectos analizados.

Nota
Actividades como la arquitectura, la comunicación o la moda pueden relacionarse con las actividades culturales cuando presentan un alto componente creativo.
Los agentes participantes marcan en gran medida el nivel cultural de un proyecto. Dependiendo de los objetivos y del tipo de actividad, el proyecto estará protagonizado por uno u otro tipo de los agentes que operan en la cultura.
Los distintos tipos de agentes que participan en proyectos culturales son:
Se podría decir que un proyecto cultural completo debería contar con una representación de todos estos profesionales, cerrando el círculo de la proyección social de la cultura. Aun así, y dado que esto no es frecuente, se clasificará el proyecto a partir del agente con más peso en el desarrollo.
Por último, analizar los destinatarios del proyecto favorecerá su clasificación en el ámbito de la rentabilidad social de la cultura. Focalizar una acción hacia un público determinado supone la atención a unas necesidades frente a otras, por lo que es importante para el análisis definir a los destinatarios finales.
Para establecer una clasificación de destinatarios se pueden utilizar estas categorías:
Detectados los destinatarios, el análisis buscará las relaciones establecidas entre todas las dimensiones del componente cultural. Una relación coherente hablará de un proyecto bien planteado en esta dimensión.

Ejemplo
Un proyecto con un objetivo de creación cultural en una tipología de artes visuales estará protagonizado por artistas y orientado hacia unos destinatarios del perfil usuarios.

La materialización
La materialización hace referencia al proceso de llevar el proyecto del papel a la realidad. Hacer efectivos los planteamientos y ejecutar las tareas para configurar la acción es la función específica que se localiza en este estadio del proyecto.
Para analizar la materialización del proyecto se atenderá a dos variables: los recursos empleados y los servicios requeridos.
En el bloque de los recursos se considerarán para el análisis todos los elementos materiales que han sido necesarios para desarrollar el proyecto. Para ordenar su descripción, se clasificarán en:
Identificar los recursos empleados aportará un alto grado de conocimiento del proyecto, ya que supone controlar con qué se hizo y todo lo que se necesitó para hacerlo.

Actividades
17. Analizando la promoción (carteles, flyer) de las actividades culturales que promueve el Ayuntamiento de su ciudad, identifique las sedes en las que tienen lugar las actividades y obtenga un listado de la red de infraestructuras culturales.
Poner en práctica acciones en el marco de un proyecto cultural requiere habitualmente de la prestación de una serie de servicios profesionalizados propios de las industrias de base creativo-cultural.
Al margen del que se podría considerar servicio de gestión del proyecto, que suele ser prestado por la entidad promotora, es necesaria la contratación de otros servicios externos a la organización.
Para clasificar este grupo de cara al análisis se pueden agrupar los servicios en:

Nota
Cuando existe un componente creativo que se requiere como servicio, se localiza en el grupo de diseño.
Identificados los recursos y servicios, el análisis recogerá un listado de necesidades técnicas y aportará conocimiento sobre los recursos culturales y los agentes profesionales del entorno del proyecto.
El control del desarrollo
Para profundizar en un proyecto cultural hay que conocer el sistema de gestión que hace que éste se realice. Analizar la estructura organizativa y las relaciones entre los agentes implicados en el proyecto aportará información sobre el método de trabajo aplicado.
Dentro de la dimensión operativa interesan para el análisis los aspectos organizativos del equipo de gestión. Un organigrama clásico contendría estos apartados:
Dentro del desarrollo y de cara al análisis del proyecto es importante advertir las relaciones que se establecen entre todos los agentes implicados, dado el caso de que el proyecto contemple la participación de actores distintos.
Para centrar la atención en este aspecto es posible estructurar estas relaciones según el tipo de agente:
Una vez analizado el control del desarrollo quedará de manifiesto el cómo se hizo el proyecto, generando una valiosa información en cuanto a procesos, buenas prácticas o experiencias negativas.
La dimensión económica
Todo proyecto implica la movilización de recursos y la prestación de servicios, por lo que el componente económico también debe ser analizado. Para aproximarse a la dimensión económica se abordarán el presupuesto del proyecto y las vías de financiación utilizadas.
El presupuesto del proyecto se estructura en partidas de gasto y previsiones de ingresos, que deberán registrarse en el análisis.
La composición básica del presupuesto es:
Las posibilidades de financiación son múltiples en los proyectos culturales. El análisis podrá clasificarlas en:


Aplicación práctica
A partir del análisis del proyecto cultural que ejecutó el año pasado, le requieren un mapa de relaciones con otros agentes del entorno de la organización. ¿Cómo lo haría?
SOLUCIÓN
Rescatar del bloque de “componente cultural” los agentes participantes ajenos a la organización. Extraer del bloque de “materialización” a todos los proveedores de servicios que se contrataron y obtener del “control del desarrollo” los colaboradores e intermediarios.
Concluido el análisis, el programador podrá saber qué perseguía el proyecto analizado, qué elementos necesitó para ejecutarse, cómo se organizó su desarrollo y de qué manera se financiaron sus actividades.

Importante
Describir todas las circunstancias de un proyecto colocará al programador en situación de estandarizar el análisis y hacerlo extensible a otros proyectos, favoreciendo una comparativa que esclarezca las buenas prácticas entre acciones similares.
Organizaciones culturales
El análisis de la información propia de una organización cultural identificará una serie de características que facilitarán la comprensión de la dinámica programática de esta organización.
Siguiendo el esquema empleado en el caso de las organizaciones para recopilar y sistematizar la información, el análisis trabajará en los bloques de finalidad (objetivos, localización en sector y entorno), acción (estructura de programación, actividades y demandas atendidas) y estructura (organizacional y económica).
Finalidad
La razón de ser de una organización cultural es la fuente de la que nacen todas las demás características de esta. El objeto fundacional de un organismo, empresa, fundación o asociación determina el rol que jugará en el ecosistema cultural que le corresponda.
Para analizar la finalidad de la organización es importante comenzar por definir su naturaleza jurídica:
Pertenecer al sector público o al privado conlleva unos parámetros de actuación distintos. Las entidades de diferente naturaleza, aunque confluyen en el espacio público, operan de maneras diversas y en base a distintos objetivos.
Los objetivos de una organización pueden ser múltiples, aunque siempre podrán reconocerse en un objetivo general, en una política de actuación.
Para estas organizaciones es posible identificar varias metas finales que rigen su actuación:
Aunque el principio rector de una organización marca la acción de esta, el sector cultural ofrece la suficiente versatilidad para que una entidad promueva actividades que sean propias de otras entidades con metas distintas.
El análisis avanzará más hacia el conocimiento de la organización cuando se adentre en la localización de su actividad dentro del sector cultural y en su posicionamiento dentro de la cadena de valor.

Ejemplo
Un yacimiento arqueológico que promueve una muestra anual de arte contemporáneo está atendiendo a una finalidad patrimonial y artística al mismo tiempo.

Actividades
18. Una organización compuesta por artistas y creativos dispone un programa para fomentar la creación audiovisual entre personas inmigrantes, diseñando una batería de cursos formativos sobre la materia. ¿Qué tipo de finalidades persiguen con este programa? Razone su respuesta.
La definición de sectores culturales es, a veces, tan escurridiza como la propia del concepto “cultura”. Manteniendo la clasificación definida para el análisis, la organización podrá incluirse en alguna de estas tipologías: patrimonial, plástica-visual, escénica, musical, literaria, audiovisual, nuevas tecnologías y/o multidisciplinar.

Recuerde
El dinamismo de las expresiones culturales puede generar que existan manifestaciones que escapen a su clasificación dentro delos sectores establecidos.
Junto al sector específico en el que la organización se desenvuelve, es importante determinar en qué lugar de la cadena de valor de la cultura opera:
Aunque se delimiten las acciones desarrolladas por una organización en estos estadios de la cadena de valor, una misma entidad puede reconocerse dentro de varios de ellos, por lo que el análisis deberá contemplar es todas las opciones y determinar con ello el verdadero posicionamiento de la organización.
Finalmente, es recomendable incluir en el análisis el entorno de la organización, delimitando las posibilidades y adversidades externas así como las virtudes y carencias internas.
Acción
Actuar es definirse. Una organización se dota de sentido cuando acomete acciones que la identifican en el espacio público de la cultura. Para acercarse a la organización, el análisis promoverá el conocimiento, no solamente de su actividad, sino también sobre la manera de llevarla a cabo y el destino de esta.
Las organizaciones articulan sus actividades de diferentes maneras:
Dentro de estas “cajas” que ordenan las actividades, las organizaciones llevarán a cabo su acción a través de múltiples formatos posibles. Por enumerar algunos, se reconocen como actividades las exposiciones, conciertos, recitales, cursos, congresos, proyecciones, conferencias, encuentros, festivales, etc.
Para concluir, y dependiendo del tipo de actividades que se promuevan desde la organización, el análisis evidenciará las necesidades y demandas principales que atienden. Entre ellas se pueden diferenciar las necesidades de ocio, formación, inserción, educación, participación, etc.
Estructura
Para poder mantener una acción en el tiempo y conseguir, además, resultados positivos con ella, es necesario que la organización defina una estructura de funcionamiento.
Empezando por el organigrama funcional, el análisis definirá las áreas de trabajo, competencias y las funciones asignadas a cada área. Este esquema organizativo variará según la dimensión de la organización. En el mismo ámbito, se traerán al análisis las relaciones establecidas entre estas áreas y funciones, poniendo de manifiesto el sistema de comunicación interno que ordena la actividad.
La capacitación del equipo de trabajo en la organización es el mimbre sobre el que se apoyan los procesos de acción. Tanto los medios de trabajo (equipos, infraestructuras) como la cualificación profesional del personal determinarán en gran medida a la organización, por lo que el análisis se detendrá en ellos para destacarlos.
Por último, aproximarse a la realidad económica es vital. Estudiar el presupuesto para conocer los criterios de gasto y desgranar las fuentes de financiación para determinar los ingresos cerrará el análisis a la organización.


Recuerde
El dinamismo de las expresiones culturales puede generar que existan manifestaciones que escapen a su clasificación dentro delos sectores establecidos.

Aplicación práctica
A partir del análisis de una entidad cultural ajena, la dirección de su entidad le pide una breve localización de esa entidad en el ecosistema cultural. ¿Qué información tendría que presentar?
SOLUCIÓN
Habría que consultar el apartado de la finalidad y comprobar en qué sector de actividad opera habitualmente la entidad y qué situación ocupa en la cadena de valor. Estas características ofrecerán una primera idea de la naturaleza y localización de la entidad analizada.
Concluido este proceso de análisis, la planificación de la programación dispone ahora de una valiosa información sobre los elementos culturales que la rodean, y puede reconocer los marcos que delimitan su campo de actuación.
Para realizar un análisis y valoración de los eventos culturales, es preciso establecer un método de trabajo que garantice la recopilación ordenada de la información.
Definir el método de trabajo debe ser el principio de toda prospección sobre eventos, delimitando las cuestiones que orientarán la recopilación de información y organizarán las acciones y herramientas a utilizar.
Un proceso metodológico de recogida de información puede resumirse en:
Ajustándose a este esquema de trabajo, la prospección proveerá de la información necesaria para conocer el evento en todas sus vertientes.
Información a recopilar
Frente a un evento determinado y teniendo presentes las necesidades del análisis a realizar es posible focalizar la labor de prospección en aspectos concretos del evento. A pesar de esto, es recomendable contar con un guion completo que recoja todas las circunstancias del evento para poder asegurar que se controla toda la información.
Para el guion de la prospección se tendrá presente el esquema de análisis del proyecto, añadiendo solamente un espacio para los datos administrativos:

Una vez definido el guion, la recopilación de información se dota de un esqueleto que guiará su desarrollo y garantizará la validez de la información registrada.
Herramientas
Para sistematizar la información y estructurarla de cara al análisis es importante diseñar herramientas que ayuden a conseguir ese propósito. Para recopilar datos y convertirlos en accesibles se pueden utilizar dos herramientas básicas: la ficha técnica del evento y el banco de datos.
La ficha técnica
Toda la información recopilada será volcada en una ficha técnica de trabajo diseñada expresamente para ello. A partir del guion de prospección se definirán una serie de bloques y campos que ayudarán a estructurar la información.
Una estructura posible para la ficha técnica podría ser:
Para diseñar la ficha técnica es importante advertir que lo ideal es delimitar las “respuestas” a los campos, con objeto de estandarizar al máximo la información. Así, cuando se registre el “tipo de actividad” se ofrecerán las posibilidades definidas para el análisis (Patrimoniales/Plásticas-visuales/Escénicas/Literarias/Audiovisual/Nuevas tecnologías/Multidisciplinar) y se marcará la opción que corresponda.

Nota
La ficha técnica deberá ser testada antes de darla por válida y emplearla en la recopilación de información.
El banco de datos
Sistematizar la información que se recopile en la ficha técnica es vital para convertir esa información en conocimiento compartido. Para ello, a partir de los campos definidos en la ficha, se diseñará un banco de datos informatizado en el que volcar la información.
El software existente para el banco de datos es múltiple. Lo ideal es trabajar con una herramienta completa pero accesible, que no requiera de un nivel alto de familiarización, a fin de facilitar la consulta y modificación por parte de más de una persona del equipo. El banco de datos permitirá hacer consultas sobre la información y realizar informes a demanda.
En ocasiones se utiliza un software de hoja de cálculo, que ofrece prestaciones en cuanto a la modificación de los campos, creación y eliminación de celdas de manera muy ágil, varias páginas en un mismo archivo, etc. La elección de uno u otro soporte informático dependerá del grado de familiarización del equipo con cada uno de ellos.
Fuentes y recopilación
Las fuentes de información aportarán todos los contenidos requeridos en la ficha técnica. Como en todas las investigaciones se trabajará a partir de fuentes secundarias y primarias.
Una vez detectadas las fuentes, simplemente resta establecer un calendario de trabajo en el que se orqueste la recopilación de la información. El final de este proceso generará una ficha técnica completa y dispuesta para el análisis de la información.
Fuentes secundarias
Son todas aquellas preexistentes a la investigación y que aportan información valiosa para esta. En el caso de los eventos culturales, se contemplarán las siguientes fuentes de información secundaria:
Las fuentes secundarias serán más profusas dependiendo del nivel de profesionalización del evento y de la relevancia de este en su contexto.
Fuentes primarias
Aquellas que aportan información de primera mano solicitada por la prospección. La información primaria se puede generar a partir de varias acciones:
Las fuentes primarias suelen aportar información cualitativa muy valiosa que habrá que adaptar a la ficha técnica de recopilación.


Importante
El principal problema de las fuentes de información secundaria es su accesibilidad, ya que si el evento a investigar es ajeno al investigador, la posibilidad de acceder a determinada información puede ser mínima.

Actividades
19. Para investigar un programa cultural que dejó de ejecutarse hace años, ¿qué tipo de fuentes utilizaría? ¿Por qué?

Aplicación práctica
Acaba de comenzar la programación anual y usted tendrá que hacer la memoria de los proyectos educativos que se desarrollen. Indique cómo procedería para asegurarse los datos necesarios.
SOLUCIÓN
Lo primero sería delimitar la información a recopilar, estableciendo la relación de eventos educativos que se localizan en el grueso de la programación. Después, habría que definir las herramientas a utilizar, que contendrían una ficha técnica y un banco de datos para sistematizar la información. Seguidamente se identificarán las fuentes a utilizar, entre primarias y secundarias, y comenzaría la recopilación de información de forma paralela a la programación.
En un proceso de planificación para la programación cultural siempre se establecen unas prioridades a la hora de articular los contenidos. Las prioridades van a marcar al programa cultural en su concepción, ya que se diseñarán las acciones en base a las prioridades que se quieran atender.
Prioridades en la programación
Partiendo de los criterios que se manejan en programación cultural se pueden delimitar las prioridades de un programa concreto. Los criterios para programar se recogen en tres grandes bloques: criterio cultural, económico y de desarrollo comunitario. Para cada uno de estos bloques se identifican las posibles acciones que, según su presencia en el programa, representarán las prioridades del mismo.
Prioridad cultural
Un programa que persigue el fomento de las manifestaciones culturales está priorizando el componente cultural en sus actuaciones. Para detectar la importancia del componente cultural en un programa se pueden atender a varios aspectos dentro de su contenido:
Los programas que reúnan estas características estarán priorizando el componente cultural dentro de la programación.
Prioridad económica
El vector económico de la cultura está presente en todas las acciones dentro de su ámbito. Así, es posible diseñar una programación orientada a la potenciación de la rentabilidad económica de sus actuaciones.
En un programa que prioriza la rentabilidad económica se pueden encontrar algunas características concretas:
Priorizar la dimensión económica significa supeditar los contenidos a los patrones de consumo establecidos en el mercado, lo que no supone necesariamente ausencia de calidad en la propuesta, sino que el diseño de la programación atiende a la lógica mercantil para su implementación.
Prioridad de desarrollo comunitario
Programas en los que mejorar el entorno social es la última meta de las acciones. Un programa orientado al desarrollo comunitario cumple con una serie de postulados programáticos:
La prioridad de desarrollo suele definir las programaciones que se llevan a cabo desde lo público, así como aquellas que promueven las entidades privadas no lucrativas.

Técnicas para la detección de prioridades
A partir del análisis de los contenidos de una programación cultural, la detección de las prioridades establecidas para su diseño puede ser abordada desde un proceso de reflexión compartida, en el que participen varias personas con distintos perfiles profesionales.
Una de las técnicas de reflexión compartida con mejores resultados demostrados es el método Delphi, por el que se introduce en el análisis la visión y valoración de expertos y profesionales ajenos a la programación.
El proceso de aplicación del método Delphi se resume en el siguiente esquema:


Importante
El método Delphi asegura que las conclusiones se extraen tras un proceso de reflexión y valoración, por lo que se pueden considerar veraces y válidas para determinar las prioridades que se establecieron para el diseño de cualquier programa cultural.
Establecer las prioridades de un programa permitirá detectar la coherencia de sus acciones. Cuando un programa marca una prioridad obedece a un deseo de trabajar en una dirección concreta, algo que permite monitorizar el desarrollo de las actuaciones y comprobar si estas actuaciones están en consonancia con la prioridad definida.

Aplicación práctica
El programa de actividades culturales en la facultad de humanidades ha concluido. Para diseñar la siguiente edición y dotarla de continuidad respecto a la anterior, el equipo de trabajo necesita conocer qué prioridades se establecieron en la programación pasada.
Defina un proceso que incorpore una técnica de detección de prioridades y proporcione el conocimiento necesario para diseñar la nueva edición.
SOLUCIÓN
Realizar un resumen ejecutivo del análisis y proceder a poner en marcha el método Delphi. Diseñando un cuestionario, se creará el panel de expertos y se remitirán los cuestionarios. Con las respuestas obtenidas se formula otro cuestionario que atienda a las cuestiones que han quedado sin consenso, y volver a remitir a los expertos. Tratando la información en segunda ronda se obtendrán las prioridades del programa gracias a la aportación del panel de expertos.
Un indicador es una unidad de medida que sirve para realizar un seguimiento a las acciones desde la óptica de los objetivos. Así, los indicadores establecerán una serie de valoraciones que irán controlando el desarrollo de la programación y el grado de cumplimento de las metas fijadas.
Varios son los tipos de indicadores que se utilizan en el seguimiento de un programa cultural. Según el momento en que se aplican, los indicadores pueden ser de proceso (durante el desarrollo), de resultado (según el cumplimiento de objetivos a corto plazo) y de impacto (para metas a medio plazo). Según los resultados y en relación a los procesos y recursos empleados, los indicadores pueden ser también para medir la eficacia y la eficiencia.

Importante
Un indicador debe ser medible, en tanto que hará posible la comparación entre la situación que mide y la realidad deseada para esa situación. Junto a esto, el indicador debe ser unívoco, ya que debe expresar con claridad aquello que se quiere medir.
En el ámbito del análisis de un programa cultural, la definición de los indicadores destinados a detectar las necesidades atendidas por el programa debe relacionarse con los tipos de necesidades que, desde la cultura, obtienen respuesta.
Las necesidades que encuentran atención a partir de las acciones culturales son las relativas al crecimiento personal y al ocio cultural.
S. Carrasco señala dos fases a la hora de construir indicadores: una primera en la que se recogen indicadores operativos, que son los encargados de medir fases de recursos y procesos y también los productos y en la segunda fase, vinculado al territorio y a la política. Son indicadores complementarios.
Para la Agenda 21 de la cultura, los indicadores son pilares básicos para que esta se desarrolle como eje de la sostenibilidad y el desarrollo comunitario.
Crecimiento personal
Forman parte de este grupo de necesidades todas aquellas que se adscriben al desarrollo intelectual y social de la persona. Así, la educación, la comunicación y la relación en la comunidad son atendidas por los programas que han definido objetivos de crecimiento personal para los destinatarios.
En este bloque, el análisis tratará de diseñar unos indicadores que verifiquen, o no, la voluntad del programa para atender estas necesidades. Una relación de indicadores en este bloque podría contener los siguientes:
Este bloque de necesidades se ajusta al papel socializador de la cultura. Se localiza aquí la necesidad de expresarse a través de las manifestaciones culturales y el potencial de estas para proveer de una determinada identidad.
Ocio cultural
El ocio representa el espacio para el aprovechamiento del tiempo libre bajo parámetros de esparcimiento. La necesidad de disfrutar a partir de contenidos culturales es intrínseca al ser humano, que además promueve a través de ellas una serie de valores positivos que le hacen desarrollarse a la vez que se divierte.
Las necesidades de ocio cultural pueden tener especial atención en las programaciones, para lo que el análisis definirá una relación de indicadores específicos:
El ocio cultural es el principal motor de las industrias creativas, ya que a través de él, los productos culturales encuentran su lógica en el mercado, convirtiéndose en productos de consumo posicionados en el tiempo libre.

Recuerde
Un indicador es una unidad de medida que sirve para realizar un seguimiento a las acciones desde la óptica de los objetivos.
Aproximarse a un evento cultural para extraer información sobre él es un proceso que atiende a varios factores y se aborda desde varías ópticas, generando herramientas y resultados que deben ser estructurados.
Para hacer accesible y comprensible la información recabada durante el análisis es necesario presentar una estructura de su composición, al mismo tiempo que es imprescindible sistematizar esa información para posibilitar su comprensión.
Elementos del análisis
Varios son los elementos que aparecen en un análisis de eventos culturales. A fin de rentabilizar al máximo la información recopilada, el proceso analítico se cerrará con la preparación de una documentación concreta que recoja a todos estos elementos dentro de un orden lógico.
A continuación, se exponen todos los elementos que deberá contener el documento de análisis que se presentará como resultado del proceso de investigación.
El contexto
Se incluyen en este primer bloque las informaciones relativas al contexto externo e interno del evento. Este primer apartado situará al lector en el marco general que rodea al evento analizado, dotándolo del conocimiento necesario para situar la acción en un entorno que aporte sentido a su desarrollo.
Este bloque de contenido reflejará las características del ecosistema cultural y de la organización que promueve el evento analizado:
Estos contenidos del entorno del evento facilitarán la comprensión del resto del análisis, ya que delimitarán la realidad que ha generado el desarrollo de la acción cultural analizada.
La ficha técnica
Datos técnicos que identifican las principales características del evento. Esta ficha debe generar un primer contacto entre el lector y el evento, dado que es una especie de documento de identidad por el que se reconoce y delimita el evento.
Se presentan, de forma esquemática, los aspectos del evento que se reflejarán en esta ficha técnica:
Este documento de identidad del evento lo reduce a sus principales características, estandarizando la información para permitir su rápida asimilación y también su comparación con otros eventos.
El evento
Los resultados del análisis en los aspectos inherentes al propio evento cultural encuentran aquí su espacio para presentar con detalle la información extraída.
Los elementos que se registran en este apartado se ordenan de la siguiente forma:
Este bloque recoge toda la información necesaria para adquirir un conocimiento detallado del evento cultural.

Importante
Los resultados del proceso de análisis se exponen aquí, por lo que la redacción deberá ser clara y concisa, evitando informaciones superfluas que distraigan la atención del lector.

Actividades
20. ¿En qué parte del documento de análisis se registrarán las características de los destinatarios del evento?
El análisis
Es importante describir el método utilizado para obtener la información que se está presentando. Los aspectos metodológicos permiten seguir la pista de la investigación, por lo que se podrá valorar el resultado desde el conocimiento de la forma en la que se ha obtenido.
En este apartado es necesario destacar algunas cuestiones metodológicas.
Este bloque de análisis hace referencia a los aspectos internos del proceso y dotan de rigor a las informaciones presentadas. La metodología de trabajo ayudará a familiarizarse con él, al mismo tiempo que ofrecerá la posibilidad de reflexionar sobre el proceso empleado y su relación con los resultados obtenidos.


Aplicación práctica
El evento sobre poesía que acaba de concluir cuenta con una memoria de actividad, que recoge todos los datos necesarios para llevar a cabo un análisis del evento. Ocurre que solamente necesita presentar los datos principales, de forma clara y concreta para propiciar una rápida asimilación de las características del evento.
¿Cómo procedería para atender esa demanda de información?
SOLUCIÓN
Se elaboraría una ficha técnica del evento, con los campos de identificación, descripción, gestión y financiación. A partir de la memoria de la actividad, se extraerían todos los datos oportunos para completar la ficha técnica. Los datos que requiere la ficha técnica son los datos principales, que permiten conocer el evento de manera ágil, evitando el desarrollo de un análisis completo.
Compartir la información es el último requisito para dotar de valor a un análisis. Tanto durante el proceso de investigación como después de haber concluido este, disponer de un sistema de transmisión de la información será totalmente necesario.
El análisis de una entidad o programa cultural presentará dos vertientes distintas a la hora de transmitir a información obtenida: la vertiente interna y la vertiente externa. Aunque pueden compartir varios de ellos, es importante advertir que se emplearán diferentes soportes tecnológicos dependiendo de si los destinatarios de la información forman parte de la entidad que ha promovido el análisis, o si por el contrario pertenecen al ámbito público y simplemente tiene la posibilidad de acceder a los contenidos de manera voluntaria.

Nota
El sistema de transmisión tendrá una naturaleza digital, soportada por las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la información y comunicación en la actualidad.
Transmisión interna
El equipo de trabajo, los responsables o miembros de organizaciones colaboradoras compartirán toda la información que se desprenda del análisis del evento o programa.
Tanto durante todo el proceso como en su finalización, la transmisión de información se articulará a partir de varias vías:
Rentabilizar el uso de estas posibilidades que ofrecen las TIC redundará en el desarrollo positivo del análisis (en proceso) y la potenciación del valor del conocimiento generado (al final).
Transmisión externa
La información obtenida durante el análisis puede tener vocación pública y ofrecerse, en parte, a cualquier persona u organización que pueda estar interesada.

Importante
Las TIC y la red internet hacen posible que una información concreta se difunda a nivel mundial. Este proceso de generación de conocimiento social es, cada vez más, la base de las relaciones online.
Las posibilidades de las TIC y el entorno online para la difusión de la información son:
La transmisión de información a nivel público debe ser controlada por la organización que la ofrece. Comunicar el resultado de un trabajo concreto redunda en la imagen y posicionamiento de la organización, hablando de ella hacia el exterior y, por tanto, lanzando mensajes que deben ser reflexionados antes de introducirse en el ámbito público.

Actividades
21. El Boletín del Museo del Prado es uno de los vehículos a través del cual el Museo publica los resultados de sus investigaciones sobre las colecciones o sobre áreas de la historia del arte relacionadas con ellas. Localice esta publicación en la web del Museo, y trate de encontrar otro equipamiento cultural similar que también ofrezca este tipo de información en su espacio web.

Aplicación práctica
El equipo de trabajo de su entidad no comparte espacio físico de trabajo. En el proceso de análisis de programación, necesita compartir un documento que contiene información reservada y, por tanto, accesible solamente a los miembros del equipo.
Identifique qué sistemas de transmisión de información podría utilizar.
SOLUCIÓN
Se podrían utilizar hasta tres medios de transmisión de información a nivel interno, dependiendo de si la entidad dispone de todos, de algunos o solamente de uno de ellos. El servidor interno, un portal web para compartir información online exclusivamente entre miembros de un equipo, y un espacio restringido en la web de la entidad serían las opciones a utilizar para compartir el documento reservado.
Un buen trabajo de aproximación a la realidad cultural justificara el diseño de una planificación determinada. Una vez abierto el proceso, la planificación ha tenido en cuenta los principios más importantes en una programación cultural, asumiendo el análisis de su entorno y adoptando las técnicas necesarias para definirse en el ámbito de la cultura.
El esfuerzo empleado en la valoración de los factores del medio se ve recompensado cuando se controla todo el espectro cultural actual, ya que se han analizado los eventos y organizaciones de interés, generando un conocimiento directo de procesos, métodos, técnicas y herramientas habituales en este estadio de la gestión cultural.
Todo este escenario, que incluye además una radiografía de la propia entidad que promueve la planificación, se dispone ahora para acoger la nueva programación, que nace del profundo estudio de las características que posee el sector cultural que le da sentido.

Ejercicios de repaso y autoevaluación
1. De las siguientes frases, indique cuál es verdadera o falsa.
2. Relacione las siguientes técnicas con las fases del proceso de planificación a las que corresponden.

3. En el estadio de la creación de un proyecto, se analiza…
4. ¿Qué elementos se traen a análisis dentro de la estructura de una organización cultural?
5. Según el tipo de objetivos a perseguir, ¿en qué grupo de proyectos se llevan a cabo acciones de integración, educación en valores, capacitación y empoderamiento del colectivo social?
6. En los destinatarios de un proyecto cultural, describa las diferencias entre los “usuarios” y los “públicos”.
7. Resuma en el siguiente cuadro las funciones asignadas a cada categoría de un organigrama clásico.
ORGANIGRAMA |
FUNCIONES |
Dirección |
|
Coordinación |
|
Ejecución |
|
Administración |
8. Indique cuáles de las siguientes características de un proyecto tienen prioridad cultural.
Difundir alguna manifestación cultural |
Incrementar públicos |
Los protagonistas son los creativos |
Dirigido al gran público |
Destinatarios en el proceso de diseño y gestión |
Política de precios |
9. Escriba el índice de contenidos en el documento de análisis de un evento cultural.
10. Enumere las posibles vías para la transmisión de la información a nivel interno.