Capítulo 1

Instalaciones para la caracterización de residuos industriales

Contenido

1. Introducción

2. Objetivos de la caracterización

3. Clasificación de los residuos

4. Infraestructura básica de los laboratorios de química

5. Normas a observar

6. Resumen

1. Introducción

La caracterización de los residuos consiste en obtener toda la información posible acerca de la composición de los mismos para poder realizar una correcta gestión. Este paso es muy importante, ya que en función de los datos que se obtengan se podrá destinar ese residuo hacia un tratamiento o destino determinado, sin poner en riesgo el medioambiente ni la salud de los seres vivos. En este capítulo se estudiará el fin para el que se realizan las caracterizaciones así como las diferentes clasificaciones que se les puede dar a un residuo.

Por otro lado, resulta fundamental conocer el ámbito de trabajo donde se realiza la caracterización analítica de residuos industriales: el laboratorio. El laboratorio es un lugar equipado con instrumentales y equipos necesarios para la realización de ensayos, análisis y/o trabajos científicos y técnicos. En él se manipulan sustancias y se realizan trabajos que pueden entrañar riesgos para el personal. Por tanto, parece necesario conocer la infraestructura de un laboratorio, así como sus instrucciones básicas en el manejo de las sustancias con las que allí se trabaja, los materiales y equipos que se utilizan y el modo de actuar ante una situación de emergencia como pueden ser vertidos o fugas.

2. Objetivos de la caracterización

Un residuo industrial puede provocar diversos impactos en la salud de las personas y del medioambiente dependiendo de la naturaleza de la que esté constituido. Por ello, es importante conocer con la máxima exhaustividad posible la composición del residuo con el fin de realizar un buen manejo del mismo.

La caracterización de los residuos industriales consiste en obtener información acerca de las propiedades y características de los residuos con el objetivo de establecer correctamente los procedimientos y tratamientos para su correcta gestión. La caracterización incluye análisis de los residuos e implica algunos otros factores más.

A la hora de caracterizar los residuos industriales y de evaluar su peligrosidad es importante acudir a la legislación vigente aunque los profesionales que cada día se enfrentan a la caracterización se quejan de que esta es poco clara y no es suficientemente homogénea. Esto unido a las diferentes interpretaciones y desarrollos que se producen posteriormente en cada comunidad autónoma, hacen que este proceso resulte complejo.

Image

Sabía que

Antes de mediados de la década de los 80 no existía en España legislación para la correcta gestión de residuos tóxicos y peligrosos y que se estima que al menos el 85 % de este tipo de residuos eran eliminados de manera incontrolada.

Por tanto, la caracterización de residuos industriales sirve para saber si estos están en condiciones de ser descargados (residuos líquidos o gaseosos) o dispuestos en lugares adecuados (residuos sólidos). Además, conociendo la composición del residuo se pueden diseñar tratamientos adecuados y eficientes a cada caso.

Existen diferentes herramientas para la caracterización de residuos, pudiéndose utilizar de forma alternativa o complementaria y son:

  1. Lista Europea de Residuos (código LER), que figura en la Decisión de la Comisión 2014/955/UE.
  2. Ficha de seguridad de los productos a partir de los cuales se han generado los residuos.
  3. Caracterización analítica del residuo en un laboratorio.

En la mayoría de los casos basta con aplicar las dos primeras para poder caracterizar el residuo. Solo cuando no se logre con alguna de esas herramientas, se recurrirá a la caracterización analítica en un laboratorio.

Image

Pasos a seguir en la caracterización de residuos

3. Clasificación de los residuos

Los residuos industriales son aquellos que se generan en los procesos de fabricación de la industria y que no tienen valor como mercancía, muchas veces porque las técnicas aplicables para hacerlos útiles son caras y económicamente poco rentables para el empresario.

Existen numerosos tipos de residuos y por ello se han creado muchas clasificaciones (por su naturaleza, por su origen, por su peligrosidad, por el material que lo constituye, etc.).

Si se atiende al origen del residuo, la clasificación se hace muy interesante, ya que muchas de las características y propiedades están determinados por el lugar y forma en donde se originan. Teniendo en cuenta su origen o actividad que lo ha generado se pueden distinguir, entre otros, los siguientes grupos de residuos:

  1. Residuos urbanos, municipales y domésticos: son residuos recogidos de manera separada o mezclada, procedentes de las zonas habitadas o de la actividad asociada. Entre ellos se incluyen:
    1. Papel
    2. Cartón
    3. Madera
    4. Vidrio
    5. Metales
    6. Textiles
    7. Plásticos
    8. Biorresiduos
    9. Envases
    10. Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos
    11. Residuos de pilas y acumuladores
    12. Residuos peligrosos del hogar
    13. Residuos voluminosos (colchones, muebles, sofás, etc.)

Image

Planta de separación de residuos urbano

Image

Importante

No se incluyen en este apartado los residuos de fosas sépticas, alcantarillados o por ejemplo los lodos de las depuradoras.

  1. Residuos industriales: son aquellos residuos resultantes de los procesos de producción, fabricación, transformación, utilización, consumo, limpieza o mantenimiento generados por la actividad industrial como consecuencia de la actividad principal.
  2. Residuos sanitarios: son todos los residuos generados en cualquier establecimiento o servicio en el que se desarrollen actividades de atención a la salud humana, incluidos los envases, y residuos de envases, que los contengan o los hayan contenido.
  3. Residuos mineros: son aquellos originados en el proceso de prospección, extracción y almacenamiento de recursos mineros. Estos residuos pueden ser sólidos o líquidos.
  4. Residuos radioactivos: generados en centrales nucleares, y en las instalaciones que utilizan materiales radioactivos, tales como plantas de tratamiento de minerales de uranio, hospitales, etc.

Image

Contenedores de residuos radiactivos

  1. Residuos comerciales: son aquellos generados por la actividad propia del sector servicio, tanto al por menor como al por mayor, bares, restauración, oficinas, mercados, etc.
  2. Residuos forestales: son los que proceden o bien del mantenimiento y mejora de las montañas y masas forestales, cuando se hacen podas, limpiezas, etc.; o bien de los residuos resultantes de cortar los troncos de los árboles para hacer productos de madera.
  3. Residuos agropecuarios y silvícolas: son aquellos resultados de actividades agrarias, ganaderas o del cuidado, cultivo y explotación de bosques o montes.
  4. Residuos de las artes pesqueras: son aquellos residuos de cualquier actividad relacionada con la pesca, todos los componentes separados, sustancias o materiales unidos a ellos cuando son descartados y aquellos elementos abandonados o perdidos durante la actividad.
  5. Otros tipos de residuos: pueden distinguirse los siguientes:
    1. Residuos de construcción y demolición (RCD).
    2. Residuos eléctricos y electrónicos (RAEE).
    3. Vehículos fuera de uso (VFU).
    4. Neumáticos fuera de uso (NFU).
    5. Lodos de depuradoras de aguas residuales.
    6. Pilas y acumuladores.

Otra clasificación muy importante es la que se refiere al impacto potencial sobre el medioambiente y la salud de los seres vivos. Por ello, se puede clasificar en dos grandes grupos: residuos peligrosos y residuos no peligrosos.

Image

Image

Nota

La mayoría de las empresas generadoras de residuos desconocen la naturaleza de estos, ya que muchas veces es complicado ubicarlos en una de las clasificaciones establecidas.

Image

Aplicación práctica

En un hospital se generan semanalmente yeso, guantes desechables, jeringuillas y bisturís, cartones y desechos orgánicos procedentes de las operaciones.

Clasifique los residuos en función de su origen y averigüe el código de identificación apropiado para cada residuo indicado según la Lista Europea de Residuos (LER).

SOLUCIÓN

Según su origen son residuos sanitarios u hospitalarios. Esta es la información básica que debe dar el alumno.

Los códigos se pueden encontrar en la lista LED, en el apartado 18 que es el correspondiente a “Residuos médicos o veterinarios y/o de investigación asociada” y en el apartado 15 que es el correspondiente a “Envases (incluidos los residuos de envases de la recogida selectiva municipal)”.

  1. Yeso: 18 01 04
  2. Jeringuillas y bisturí: 18 01 01
  3. Guantes desechables: 18 01 04
  4. Cartones: 15 01 01
  5. Desechos orgánicos procedentes de las operaciones: 18 01 02

3.1. Peligrosos

Se denominan residuos peligrosos a aquellas sustancias que por su composición química y sus características pueden ser peligrosos para la salud y/o para el medioambiente. Además, suelen ser muy difíciles de degradar, por lo que suelen permanecer en el medio donde se producen o se vierten durante un largo periodo de tiempo. Otras tienen la desventaja que al degradarse producen unas sustancias más peligrosas que las de origen. Por ello, es necesario dedicarles una consideración especial a este tipo de residuos.

Image

Vertedero incontrolado de residuos peligrosos

Aun cuando la mayoría de los residuos peligrosos o tóxicos son de procedencia industrial, no todos los residuos industriales son peligrosos o tóxicos. Otro ejemplo de residuos peligrosos son los que se producen de los procesos sanitarios:

La determinación de residuos que se consideran como residuos peligrosos o no se encuentra regida por la Decisión 2014/955/UE, por la que se modifica la Decisión 2000/532/CE, sobre la lista de residuos, la cual entró en vigor el 1 de junio de 2015.

En esta lista los residuos peligrosos aparecen identificados mediante un asterisco. En el caso de que un residuo esté codificado en la LER como residuo peligroso y como no peligroso, la determinación de si se trata de uno u otro se hará comprobando si debido a su composición reúne una o más de las características de peligrosidad enumeradas en el Reglamento 1357/2014, de 18 de diciembre por el que se modifica el Anexo III de la Directiva 2008/98 /CE.

Si la composición del residuo no es conocida, la determinación de sus características de peligrosidad se deberá llevar a cabo mediante los métodos de ensayo que se describen en el Reglamento (CE) n.º 440/2008 del Consejo.

Actualmente, los residuos peligrosos son identificados con las letras HP, en lugar de la letra H, para que se puedan diferenciar claramente los residuos de las sustancias, quedando de la siguiente manera:

  1. HP 1 Explosivo: corresponde a los residuos que, por reacción química, pueden desprender gases a una temperatura, presión y velocidad tales que pueden ocasionar daños a su entorno. Se incluyen los residuos pirotécnicos, los residuos de peróxidos orgánicos explosivos y los residuos autorreactivos explosivos.
  2. HP 2 Comburente: corresponde a los residuos que, generalmente liberando oxígeno, pueden provocar o facilitar la combustión de otras sustancias.
  3. HP 3 Inflamable: son aquellos que poseen la capacidad de causar un incendio por fricción, absorción de humedad, cambios químicos, etc. Los productos inflamables se clasifican en:
    1. Residuos líquidos inflamables: residuos líquidos con un punto de inflamación inferior a 60 °C, o gasóleos, carburantes diésel y aceites ligeros para calefacción usados con un punto de inflamación entre > 55 °C y ≤ 75 °C;
    2. Residuos líquidos o sólidos pirofóricos inflamables: residuos líquidos o sólidos que, aun en pequeñas cantidades, pueden inflamarse al cabo de cinco minutos de entrar en contacto con el aire;
    3. Residuos sólidos inflamables: residuos sólidos que se inflaman con facilidad o que pueden provocar fuego o contribuir a provocar fuego por fricción;
    4. Residuos gaseosos inflamables: residuos gaseosos que se inflaman con el aire a 20 °C y a una presión de referencia de 101,3 kPa;
    5. Residuos que reaccionan en contacto con el agua: residuos que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables en cantidades peligrosas;
    6. Otros residuos inflamables: aerosoles inflamables, residuos que experimentan calentamiento espontáneo inflamables, residuos de peróxidos orgánicos inflamables y residuos autorreactivos inflamables.
  4. HP 4 Irritante, irritación cutánea y lesiones oculares: corresponde a los residuos que, cuando se aplican, pueden provocar irritaciones cutáneas o lesiones oculares.
  5. HP 5 Toxicidad específica en determinados órganos (STOT en su sigla inglesa)/Toxicidad por aspiración: corresponde a los residuos que pueden provocar una toxicidad específica en determinados órganos, bien por una exposición única bien por exposiciones repetidas, o que pueden provocar efectos tóxicos agudos por aspiración.
  6. HP 6 Toxicidad aguda: corresponde a los residuos que pueden provocar efectos tóxicos agudos tras la administración por vía oral o cutánea o como consecuencia de una exposición por inhalación.
  7. HP 7 Carcinógeno: corresponde a los residuos que inducen cáncer o aumentan su incidencia.
  8. HP 8 Corrosivo: corresponde a los residuos que, cuando se aplican, pueden provocar corrosión cutánea.
  9. HP 9 Infeccioso: corresponde a los residuos que contienen microorganismos viables, o sus toxinas, de los que se sabe o existen razones fundadas para creer que causan enfermedades en el ser humano o en otros organismos vivos.
  10. HP 10 Tóxico para la reproducción: corresponde a los residuos que tienen efectos adversos sobre la función sexual y la fertilidad de hombres y mujeres adultos, así como sobre el desarrollo de los descendientes.
  11. HP 11 Mutágeno: corresponde a los residuos que pueden provocar una mutación, es decir, un cambio permanente en la cantidad o en la estructura del material genético de una célula.
  12. HP 12 Liberación de un gas de toxicidad aguda: corresponde a los residuos que emiten gases de toxicidad aguda (Acute Tox. 1, 2 o 3) en contacto con agua o con un ácido.
  13. HP 13 Sensibilizante: corresponde a los residuos que contienen una o varias sustancias que se sabe tienen efectos sensibilizantes para la piel o los órganos respiratorios.
  14. HP 14 Ecotóxico: corresponde a los residuos que presentan o pueden presentar riesgos inmediatos o diferidos para uno o más compartimentos del medioambiente.
  15. HP 15: residuos que pueden presentar una de las características de peligrosidad antes mencionadas que el residuo original no presentaba directamente.

3.2. No peligrosos

Son aquellos que no están incluidos en la definición de residuos peligrosos. Si se refiere al catálogo o Lista Europea de Residuos (LER), son todos aquellos cuyos códigos no están marcados con un asterisco.

Dentro de este grupo, se pueden identificar otros subgrupos como son:

  1. Residuos inertes: son aquellas sustancias que no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas. No son solubles, ni combustibles, ni reaccionan física ni químicamente de ninguna otra manera, ni son biodegradables, ni afectan negativamente a otras materias con las cuales entran en contacto de forma que pueda dar lugar a contaminación del medioambiente o perjudicar la salud humana. Son, por ejemplo, los escombros, material de derribo, rellenos, gravas, determinadas escorias y cenizas, etc.

Image

Residuos inertes procedentes de escombros de obras

  1. Residuos asimilables a urbanos o municipales: son aquellos residuos generados por las industrias que poseen las mismas características que los residuos urbanos y los procedentes de domicilios, oficinas, comercios y servicios, cuya gestión puede hacerse de forma conjunta. Normalmente corresponde a los residuos industriales que no proceden del proceso. Forman parte de este grupo los restos de comedores, basura de oficinas, (restos orgánicos, papel, cartón, plásticos, textiles, maderas, gomas etc.).
  2. Residuos no peligrosos valorizables: son aquellos que son entregados a gestores para su reciclaje y generan un beneficio económico para estos. Algunos ejemplos son el cartón, el plástico, la chatarra, etc.
  3. Residuos no peligrosos propiamente dicho: aquellos que no son peligrosos pero tampoco pueden ser englobados en asimilables a urbanos ni en inertes, como por ejemplo los lodos de depuradora no peligrosos.

Image

Lodos de depuradora obtenidos de aguas residuales no peligrosas

Image

Aplicación práctica

En el taller “Motor a punto” se generan diariamente numerosos residuos. El dueño, que es amigo suyo, le facilita una lista y le pide que le ayude a identificar sus residuos como peligrosos o no peligrosos. ¿Cual sería el resultado?

  1. Residuos de aceites hadráulicos
  2. Gasolina
  3. Envases de cartón y papel
  4. Filtros de aceite
  5. Trapos de limpiarse las manos
  6. Neumáticos
  7. Baterías usadas
  8. Envases metálicos vacíos y otros con restos de aceite

SOLUCIÓN

El resultado sería:

Peligrosos No peligrosos
Residuos de aceites hidráulicos Envases cartón y papel
Gasolina *Neumáticos
Filtros de aceite Envases metálicos vacíos
Trapos
Baterías
Envase metálico con restos de aceite

*Los neumáticos fuera de uso están catalogados por la lista europea de residuos como no peligrosos, aunque su toxicidad si se queman pueden hacer pensar al alumno de que se trata de un residuo peligroso.

4. Infraestructura básica de los laboratorios de química

La infraestructura de un laboratorio de química debe contar con los instrumentos, equipos y herramientas necesarias para llevar a cabo de manera eficaz los trabajos que en él se realicen. Además, en estos espacios, las condiciones ambientales se encuentran controladas y normalizadas para evitar que se produzcan influencias extrañas a las previstas que alteren las mediciones y ensayos (presión, humedad, temperatura, etc.).

La disposición del laboratorio debe diseñarse atendiendo a criterios de eficacia. Por ejemplo, la distancia que recorra el personal para la realización de los diferentes procesos analíticos debe ser la mínima posible, por lo que se debe tener en cuenta este hecho a la hora de organizar los equipos.

Image

Vista general de un laboratorio químico

Dependiendo del tamaño del laboratorio y de sus líneas de trabajo, se puede encontrar frecuentemente distintas zonas o áreas especializadas en realizar diversas actividades, delimitadas por su ubicación, equipamiento e instalaciones: sala de balanzas, de instrumental, zonas comunes, almacén, zonas “limpias”, etc. De esta manera, existen áreas provistas de numerosos bancos fijos dotados con agua, electricidad, sumideros, campanas de humos, estantería para los reactivos y espacio para la limpieza y almacenamiento del instrumental.

Las zonas denominadas “limpias” son áreas especializadas que requieren de “aire limpio” ya sea por el carácter contaminante de la sustancia que se manipula, para evitar contaminar otras muestras o porque la preparación de la muestra libere polvo o gas que pueda ser peligroso para el personal del laboratorio o para evitar posibles contaminaciones externas de las muestras en las que se trabaje. Para lograr estas zonas, es necesaria la instalación de sistemas de extracción como vitrinas de gases, cabinas de seguridad biológica, campanas, que retiran al exterior un volumen de aire del laboratorio.

Image

Cabina de gases

El lugar de trabajo debe estar provisto de mobiliario adecuado que suele constar de varias mesas grandes de 2,5 a 3 m, separadas por pasillos laterales y centrales de 1,20 a 1,50 m que permiten a los operarios trabajar y moverse con fluidez. Cada mesa suele estar provista de cajones o taquillas, fregadero, baldas o repisa y dispone de servicios de agua, luz, gas, presión y vacío. En el área de trabajo suelen ubicarse armarios para depositar productos y materiales.

En los laboratorios, generalmente existen almacenes para el instrumental, cuarto de balanza, cuarto de limpieza y almacén de los productos y reactivos químicos:

  1. Instrumental: se aíslan los instrumentos de la acción de vapores, posibles derrames, etc.
  2. Balanza: se suele ubicar en una sala aparte para evitar vibraciones y golpes y aislarla de los vapores, la luz y las corrientes de aire.
  3. Almacén de reactivos y productos químicos: esta zona requiere de una especial atención debido a la peligrosidad que acarrean estas sustancias si no se manejan de manera conveniente.

El almacenamiento de los productos químicos de un laboratorio debe reducirse al máximo mediante una adecuada gestión del stock, de manera que únicamente se tengan los reactivos necesarios para el trabajo diario. Estos deben estar ordenados y almacenados en una sala exclusiva para este fin, en estantes, baldas o armarios, evitándose que haya productos químicos en lugares de paso. Por lo general, los productos se ordenan en grupos compatibles y de manera alfabética. En almacenes de grandes laboratorios, se localizan las sustancias a través de un fichero, bien por escrito, bien informatizado, donde se indica el número de armario o repisa donde se encuentra.

Image

Consejo

Las condiciones normalizadas para un laboratorio deben ser:

  1. Temperatura: 20º.
  2. Humedad: la mínima posible sin ser menor del 50 %.
  3. Presión: ligeramente superior a la atmosférica.

Además de la infraestructura estrictamente necesaria para el desempeño del trabajo de laboratorio, este debe tener vestuarios, pasillos, despachos, almacenes y aseos unidos físicamente entre sí.

Dentro del laboratorio, y debido al riesgo que conlleva la manipulación y uso de sustancias químicas y otros productos con los que se trabaje, es necesario que existan equipos de actuación para casos de emergencia. Estos elementos están constituidos básicamente por:

  1. Duchas de seguridad: es el sistema de emergencias más habitual para casos de proyecciones con riesgo de quemaduras químicas e incluso si se prende fuego en la ropa.
  2. Fuente lavaojos: es un sistema que permite la descontaminación rápida y eficaz de los ojos y que está constituido básicamente por dos rociadores o boquillas capaces de proporcionar un chorro de agua potable para lavar los ojos o la cara, una pileta, provista del correspondiente desagüe, de un sistema de fijación al suelo o a la pared y de un accionador de pie (pedal) o de codo.

Image

Combinación de lavaojos y ducha de seguridad

  1. Mantas ignífugas: permiten actuar de forma eficaz en caso de pequeños fuegos y sobre todo cuando se prende la ropa. Se puede utilizar de manera alternativa a la ducha si esta se encuentra un poco alejada del sujeto en llamas, por lo que ayuda a limitar el efecto y desarrollo de estas.
  2. Extintores: son aparatos que contienen un agente o substancia extintora que puede ser proyectada y dirigida sobre el fuego por acción de una presión interna. Existen diferentes tipos de agentes extintores (agua pulverizada o a chorro, polvo, polvo polivalente, espuma, hidrocarburos halogenados o CO2) dependiendo de los distintos fuegos que existen según se traten de sólidos, gases, metales o de origen eléctrico.

Image

Variedad de extintores según el tipo de fuego que pueda producirse

  1. Neutralizadores: son utilizados en caso de derrames o vertidos accidentales. Los neutralizadores y/o absorbentes necesarios estarán en función de la actividad del laboratorio y de los productos utilizados. Normalmente debe disponerse de agentes específicos para ácidos, bases, disolventes orgánicos y mercurio, lo que constituye el denominado “equipo básico”.
  2. Equipos para ventilación de emergencia: la ventilación de emergencia consiste es una instalación que, en caso de necesidad, genera un elevado caudal de aire de extracción que barre completamente el conjunto del laboratorio o una parte prefijada del mismo. Los equipos consisten en la combinación de varios ventiladores conectados al exterior o en un accesorio de la ventilación general que permita temporalmente un caudal importante de aire. Es usado en caso de emergencia por fugas de gases o grandes vertidos de productos volátiles.

Dentro de los elementos que se consideran necesarios para el correcto funcionamiento de un laboratorio está el material que en él se utiliza. El instrumental de laboratorio es imprescindible para la realización de mediciones, obtener datos y manipular las muestras. En el siguiente cuadro se muestran los materiales más empleados en un laboratorio de química. La definición y utilización de cada uno se llevará a cabo en el siguiente capítulo.

Image

Image

Materiales más empleados en un laboratorio de química

Image

Aplicación práctica

Realice un plano de un laboratorio de química, indicando las instalaciones y elementos básicos, para el desempeño del trabajo y la seguridad, que debe contener indicando el lugar más adecuado para las mismas.

SOLUCIÓN

El diseño que el alumno le puede dar al laboratorio es totalmente a su criterio sin olvidar una serie de instalaciones y elementos básicos como son:

  1. Almacén.
  2. Zonas “limpias” con vitrina para gases o cualquier otro tipo de dispositivo.
  3. Elementos de emergencia: duchas, lavaojos, extintores.
  4. Duchas de emergencia.
  5. Lavaojos de emergencia.
  6. Extintor.
  7. Fregadero.

Image

5. Normas a observar

En el laboratorio se pueden producir riesgos derivados del manejo de los productos químicos con los que se trabaja y los generados por las operaciones que con ellos se realizan. Además, deben considerarse otro tipo de riesgos que tienen su origen en los equipos y materiales que existen en ellos. Por tanto, es necesario conocer una serie de normas de obligado cumplimiento para desempeñar el trabajo con el menor de los riesgos.

Por otro lado, el laboratorio dispone de una serie de instalaciones o servicios generales de gas, agua, aire comprimido, vacío, electricidad, etc., que unido a los productos que en ellos hay, pueden desembocar en una situación de emergencia, la cual hay que saber controlar y cómo actuar para evitar daños al personal.

Se exponen a continuación estas normas en relación a los elementos tratados.

5.1. Manejo de sustancias

Cualquier operación del laboratorio en la que se manipulen productos químicos presenta un riesgo. Para manejar los reactivos de manera correcta y segura es necesario tomar ciertas precauciones entre las que se encuentran conocer las propiedades de la sustancia, leer las etiquetas del envase en las que vienen y utilizar material de laboratorio limpio y seco.

Image

Es importante conocer las características de las sustancias químicas con las que se trabaja y realizar un buen manejo de ellas.

De modo general, antes de manipular un reactivo o sustancia química hay que conocer sus características químicas, ya que incluso los clasificados como “no peligrosos” pueden serlo si entran en contacto con otras sustancias o pueden dar lugar a otros productos que si lo sean. Por tanto, como norma habitual se deben seguir las siguientes indicaciones:

Sustancias sólidas

Se deben mantener los envases que las contienen el menor tiempo posible abierto, ya que muchas sustancias pueden alterarse por la acción de la humedad, e incluso con el vapor de agua o el oxígeno de la atmósfera. Por tanto, la forma correcta de proceder es tomando la cantidad que se necesite en un recipiente aparte, sin introducir ningún objeto en el interior del envase. Si sobra reactivo, este no se devuelve al envase original sino que se desecha como residuo, excepto cuando se trate de una cantidad apreciable, que se guardará en un recipiente convenientemente cerrado e identificado para su uso posterior.

Sustancias líquidas

Suelen estar en envases de vidrio de color oscuro, excepto las sustancias que pueden atacarlo como las bases fuertes que se presentan en envases de plástico. Se deben mantener bien cerrados para evitar la evaporación. Igual que ocurre con las sustancias sólidas, para retirar una cantidad no debe introducirse ningún objeto en el envase sino que se vierte un volumen aproximado al que se va a necesitar en un recipiente. El sobrante se desecha correctamente como residuo.

Como se ha estado indicando, es esencial conocer las propiedades y características de las sustancias químicas que se van a manejar para saber el riesgo que entraña. Una de las maneras de hacerlo es mediante la etiqueta que debe llevar obligatoriamente todo envase de reactivo químico, de manera bien visible e indeleble. En ella debe aparecer la siguiente información:

  1. Nombre, dirección y número de teléfono del proveedor o proveedores.
  2. Cantidad nominal de la sustancia o mezcla a no ser que se especifique en otra parte.
  3. Identificadores del producto:
    1. Para sustancias: con un nombre y un número que lo identifique.
    2. Para mezclas:
      1. El nombre comercial o la denominación de la mezcla.
      2. La identidad de todas las sustancias que contribuyen a su clasificación como peligrosa.
  4. Pictogramas de peligro: en forma de rombo con dibujo en negro sobre fondo blanco. El marco exterior en color rojo. La norma que regula los pictogramas de peligro es el Reglamento (CE) n.º 1272/2008.
  5. Palabras de advertencia: que serán las de “peligro” o “atención” dependiendo del grado de peligrosidad de la sustancia o mezcla.
  6. Indicaciones de peligro, frases H: equivalentes a las antiguas frases R. Son las indicaciones de peligro correspondiente a cada clase u categoría.
  7. Consejos de prudencia: frases P: son frases que describen la medida o medidas recomendadas para minimizar o evitar los efectos adversos causados por la exposición a una sustancia o mezcla peligrosa durante su uso o eliminación. Sustituyen a las antiguas frases S.
  8. Información suplementaria: se indica otra información que se crea pueda ser relevante para dar más datos sobre las sustancias o mezclas que contiene.

En el caso de que toda esta información venga claramente detallada en el envase, no será necesario aportar etiqueta.

Image

Las frases H de peligro sustituyen a las antiguas frases R de riesgos, permiten complementar e identificar los peligros mediante su descripción en un listado donde vienen identificados por la letra H y un número (H+ tipo de peligro + clase de peligro + categoría de peligro). Por ejemplo:

  1. H200: explosivo inestable.
  2. H201: explosivo; peligro de explosión en masa.
  3. H202: explosivo; grave peligro de proyección.
  4. H203: explosivo; peligro de incendio, de onda expansiva o de proyección.
  5. H204: peligro de incendio o de proyección.
  6. H205: peligro de explosión en masa en caso de incendio.
  7. H220: gas extremadamente inflamable.
  8. H221: gas inflamable.
  9. H222: aerosol extremadamente inflamable.

Image

Ejemplo

Tipo de peligro 2 (Peligros físicos) + Clase de peligro 7 (Gases, líquidos y sólidos comburentes) = H270: Gases comburentes + categoría 1. Puede provocar o agravar un incendio. Comburente.

Además de las frases H el Reglamento CLP introduce las frases EUH que complementan a las anteriores:

  1. EUH 029: en contacto con agua libera gases tóxicos.
  2. EUH 031: en contacto con ácidos libera gases tóxicos.
  3. EUH 066: la exposición repetida puede provocar sequedad o formación de grietas en la piel.
  4. EUH 070: tóxico en contacto con los ojos.

Las frases P, o consejos de prudencia, sustituyen a las antiguas frases S, y estableen medidas recomendadas para evitar o minimizar efectos adversos con el uso de los reactivos. Cada uno viene identificado por la letra P y tres dígitos:

  1. P210: mantener alejado de fuentes de calor, chispas, llama abierta o superficies calientes. — No fumar.
  2. P211: no pulverizar sobre una llama abierta u otra fuente de ignición.
  3. P220: mantener o almacenar alejado de la ropa/…/materiales combustibles.
  4. P221: tomar todas las precauciones necesarias para no mezclar con materias combustibles…

Para ilustrar las frases H se incluyen en las etiquetas los pictogramas informando sobre la peligrosidad el mismo:

Image

Image

Aplicación práctica

Está trabajando en un laboratorio realizando la caracterización de residuos industriales. De repente, se da cuenta de que al envase de hipoclorito sódico (componente de la lejía) le falta la etiqueta. Esa misma tarde vienen becarios a trabajar con usted en el laboratorio y no quiere que corran ningún riesgo, por lo que diseña una provisional. ¿Qué información debería contener? Intente reflejar el máximo contenido posible.

SOLUCIÓN

Una etiqueta comercial de hipoclorito sódico llevará la siguiente información:

image

La etiqueta provisional deberá reflejar, al menos la siguiente información:

  1. Nombre, dirección y número de teléfono del proveedor o proveedores: puede ser ficticia.
  2. Cantidad nominal de la sustancia o mezcla a no ser que se especifique en otra parte.
  3. Identificadores del producto: para la etiqueta que se adjunta, se indica una mezcla con sus ingredientes.
  4. Pictogramas de peligro: corrosivo y dañino para el medioambiente.
  5. Palabras de advertencia: en este caso será “peligro”.
  6. Indicaciones de peligro, frases H: no es indispensable que facilite el código, solo que, utilizando la intuición ante un producto por todos conocidos, facilite algunos riesgos del mismo. En este caso podría ser (algunos ejemplos, pero hay más):
    1. H301. Tóxico en caso de ingestión.
    2. H315. Provoca irritación cutánea.
    3. H318. Provoca lesiones oculares graves.
    4. H410. Muy tóxico para los organismos acuáticos, con efectos nocivos duraderos.
  7. Consejos de prudencia: indican medidas preventivas para su manipulación y utilización. Pueden ser, entre otras:
    1. P102. Mantener fuera del alcance de los niños.
    2. P273. Evitar su liberación al medioambiente.
    3. P302. En caso de contacto con la piel…
  8. Información suplementaria: indicar algo que crea que pueda ser relevante para que los becarios tengan precaución.

5.2. Materiales

El material que se utiliza en el laboratorio es muy amplio y variado. Es muy importante conocer la función de cada uno porque del uso correcto que se haga de ellos dependerá la calidad y éxito de los resultados que se obtengan.

Un aspecto clave que hay que tener en cuenta con respecto al material de laboratorio es su limpieza. De ella depende, muchas veces, que los resultados obtenidos sean fiables. Por tanto, una norma que debe ser de obligado cumplimiento es la de mantener la mesa de trabajo perfectamente limpia y lavar de forma adecuada el material de laboratorio.

Image

Lavado de una pipeta por arrastre

Para limpiar un objeto, en primer lugar se quitan los residuos (que se tiran en el recipiente adecuado) con una espátula o varilla y después se limpia con el disolvente apropiado. El material se lava, seguidamente, con agua y jabón y se enjuaga muy bien con agua del grifo. A continuación se vuelve a lavar únicamente con agua destilada, enjuagando como mínimo cuatro veces. Se deja escurrir boca abajo sobre un papel de filtro o boca arriba sobre la mesa. Para materiales que no se pueden sostener en vertical se usa un soporte adecuado inclinado o vertical.

Esta operación se debe realizar inmediatamente después de utilizar el material, ya que así la limpieza es más fácil y se conoce la naturaleza de los residuos que contiene.

Cuando se necesite material totalmente seco, una vez lavados se pueden introducir en una estufa. Hay que tener en cuenta que nunca se deben secar de esta manera el material que se utiliza para medir volúmenes (pipetas, buretas, matraces aforados) ni los que sean de plástico. Si estos deben estar secos se les pueden enjuagar con etanol o acetona que aceleran el proceso de secado.

Para el material volumétrico, antes de su uso es conveniente enjuagarlo con la disolución que se va a medir, realizando este proceso al menos tres veces. De esta manera, se asegura que los volúmenes medidos corresponden en su totalidad a la disolución que se está utilizando.

Si la sustancia que se ha utilizado en el trabajo de laboratorio no se puede limpiar únicamente con el método señalado anteriormente, es necesario emplear otros agentes limpiadores específicos o más enérgicos:

  1. Agentes tensioactivos: es un tipo de jabón que se presenta en polvo o en forma de disolución. No producen espuma y, por tanto, no dejan residuo alguno. El material se sumerge varias horas en este tipo de jabón especial y después se enjuaga con agua.
  2. Ácidos: se utiliza habitualmente una disolución de ácido nítrico al 10 %. El material se sumerge en el ácido y después se enjuaga con agua destilada.
  3. Mezcla crómica: consiste en una disolución de dicromato sódico o potásico en ácido sulfúrico muy concentrado. Se aplica para la limpieza y desengrasado del material de vidrio.

Se deja actuar la mezcla crómica en el material durante toda la noche y al día siguiente se enjuaga de manera exhaustiva, ya que la disolución se adhiere fuertemente a las paredes del material. Esta mezcla puede reutilizarse varias veces, guardándola en un recipiente bien cerrado.

La desventaja que tiene este método es que la mezcla es potencialmente peligrosa, además de la toxicidad de las sales de cromo (VI).

Image

Recuerde

Es muy importante que el material de laboratorio esté en perfectas condiciones de limpieza, debiendo utilizar, en caso necesario, agentes limpiadores específicos.

A modo general, cuando se trabaja con material de laboratorio se debe seguir las siguientes normas:

  1. Debe revisarse el material de vidrio para comprobar posibles fisuras, especialmente antes de su uso a vacío o presión. En caso de estar agrietado o roto se deposita en un contenedor apropiado destinado al reciclaje y nunca en una papelera.
  2. No calentar directamente los materiales de vidrio a la llama.
  3. El vidrio caliente no puede colocarse en una superficie fría porque se puede romper. No se puede distinguir el vidrio frío del caliente, por lo que hay que utilizar unas tenazas para cogerlo siempre que haya duda de ello.
  4. Para evitar caídas y derrames innecesarios se tienen que utilizar soportes apropiados para dar estabilidad.

Image

Gradilla para el soporte de tubos de ensayo

5.3. Equipos

La correcta gestión y control de los equipos que integran un laboratorio es fundamental para asegurar la calidad de las medidas y la fiabilidad de los procesos que en ellos se realizan.

Por tanto, es común que en los laboratorios existan procedimientos y normas para todo lo relacionado con la adquisición y recepción de equipos, puesta en marcha y utilización, mantenimiento y calibraciones, etc.

Image

Definición

Calibraciones

Conjunto de operaciones que establecen, en condiciones especificadas, la relación existente entre los valores de una magnitud indicados por un instrumento de medida o un sistema de medida, o los valores representados por una medida materializada o por un material de referencia, y los valores correspondientes de esa magnitud realizados por los patrones.

Cada vez con más frecuencia es habitual encontrar laboratorios que acreditan el buen funcionamiento de sus procesos y servicios certificándose conforme a una norma u otro documento especificado. La Norma UNE-EN ISO/IEC 17025/2017 “Requisitos generales relativos a la competencia de los laboratorios de ensayo y calibración” contiene los requisitos que un laboratorio tiene que cumplir si se quiere demostrar que es técnicamente competente y que es capaz de producir resultados técnicamente válidos. En dicha norma se han establecido los requisitos generales relativos a la competencia para la adquisición y manejo de equipos. Esta norma no es obligatoria que se implante aunque sí recomendable, ya que otorga confianza en los procesos que en ese laboratorio se realizan.

Independientemente de que un laboratorio esté certificado o no por unas normas u otras, para el correcto manejo de los equipos es importante la correcta calibración. El envejecimiento de los componentes, los cambios de temperatura y el estrés mecánico que soportan los equipos deteriora poco a poco sus funciones. Con la correcta calibración se otorga seguridad de que los productos o servicios reúnen las especificaciones que se requieren.

Image

Equipos utilizados frecuentemente en los laboratorios

Además, a modo general, es fundamental seguir una serie de normas relativas al manejo de los equipos, que se resumen en los siguientes puntos:

  1. No se debe utilizar nunca ningún equipo o aparato sin conocer perfectamente su funcionamiento. En caso de duda, leer las instrucciones y el manual de uso.
  2. Los aparatos y equipos deben estar en perfectas condiciones de uso, por tanto, antes de utilizarlos se deberán inspeccionar.
  3. Cuando se determinan masas de productos químicos con balanza se utilizará un recipiente adecuado.
  4. El material y los aparatos empleados tienen que dejarse siempre limpios y en perfecto estado de uso al finalizar cada sesión de trabajo.
  5. Se debe mantener perfectamente limpio y seco el lugar donde se encuentre situado cualquier instrumento con contactos eléctricos.

5.4. Actuación en caso de fugas y/o vertidos

En un laboratorio se realizan muy diferentes y variados trabajos. Normalmente se manejan productos y reactivos peligrosos, pudiéndose generar situaciones de riesgos para la salud de los trabajadores. Estos riesgos pueden considerarse relativamente habituales, por lo que es necesario conocer el procedimiento a seguir para que la actuación para controlar la situación sea rápida y eficaz y no genere una situación de peligro incontrolada.

La manipulación de gases en el laboratorio, bien sea operando directamente con las botellas de gases a presión o en una instalación conlleva una serie de emergencias:

  1. Fugas de gases corrosivos, irritantes o tóxicos.
  2. Fugas de gases asfixiantes químicos.
  3. Fugas de gases asfixiantes inertes.
  4. Fugas de gases inflamables.
  5. Fuga de oxígeno.
  6. Llama en la boca de una botella de gas inflamable.
  7. Calentamiento espontáneo de una botella de acetileno.
  8. Incendio en un local con botellas de gases a presión.

Fugas de gases

Se deben revisar periódicamente las conexiones de las botellas y de las instalaciones como medida preventiva para evitar las fugas que puedan generar una situación de emergencia. La manera de realizar la revisión es con agua jabonosa o productos o detectores específicos para el gas, nunca mediante un foco de ignición como una cerilla o mechero. Si se detectara una fuga, la manera de proceder sería la siguiente:

  1. Se debe aproximar a la botella con la corriente de aire siempre a la espalda.
  2. Si es posible, cerrar el grifo.
  3. Trasladar la botella con fuga a un espacio abierto, fuera del alcance de personas e instalaciones.
  4. Avisar a los bomberos si no se trata de oxígeno o un gas inerte.
  5. Señalizar la zona con la indicación de peligro correspondiente, impidiendo el acceso de personas, focos de ignición, etc.
  6. Controlar permanentemente la botella hasta su total vaciado.
  7. Avisar al suministrador.

Image

Fuga de gas

Si la fuga tiene lugar en una instalación, entonces los pasos a seguir que se recomiendan son los siguientes:

  1. Cerrar los grifos de la/s botella/s conectada/s a la instalación.
  2. Comunicar la incidencia al responsable de la instalación o del laboratorio para recabar instrucciones.
  3. Estudiar la conveniencia de actuaciones de emergencia: evacuación, aviso a los bomberos, aislamiento del área, etc.
  4. Avisar al suministrador y/o mantenedor de la instalación centralizada de gases.
  5. Purgar la instalación con un gas inerte antes de proceder a la reparación.
  6. Realizar la reparación, siempre con garantía de que la instalación no se halla bajo presión.
  7. Comprobar que la fuga ha sido reparada, empleando aire o un gas inerte.
  8. Poner en marcha otra vez la instalación con los purgados previos que ello requiera.

Si la fuga es de gases corrosivos, irritantes o tóxicos, o inflamables, hay que tener en cuenta que es muy probable que haya que evacuar el laboratorio y considerar la posibilidad de que el gas sea también inflamable. Esto mismo ocurre en el caso de gases asfixiantes químicos.

En el caso de gases inertes, tales como dióxido de carbono, nitrógeno, gases nobles, etc., se procedería a la ventilación del laboratorio antes de trabajar en él.

Si la fuga que se produce es de un gas inflamable, es obvio que se debe evitar cualquier foco de ignición y cortar la energía eléctrica del laboratorio, ventilándolo a continuación.

Cuando el gas que se fuga es oxígeno, si se inhala durante cortos periodos de tiempo no entraña peligro alguno para la salud. La peligrosidad de esta fuga radica en que el aumento de su concentración ambiental puede variar las características de inflamabilidad y corrosión de otras sustancias presentes en el laboratorio.

Image

Recuerde

Es necesario revisar periódicamente las instalaciones y las conexiones de las botellas que contienen gas para evitar posibles fugas que generen una situación peligrosa.

Llama en la boca de una botella de gas inflamable

En el caso de que se produzca una llama en la boca de una botella, lo primero será cerrar el grifo. Si las circunstancias no lo permiten, se actuará de una manera u otra dependiendo de la ubicación de la botella:

  1. Si se encuentra en la caseta de los gases: se apagará la llama con un extintor, preferiblemente de polvo, se señaliza la zona indicando el peligro y se enfría el grifo para poder cerrarlo.
  2. Si la botella se encuentra en el laboratorio: hay que tener en cuenta que existe el riesgo de escapes de gases inflamables, que puede ser incluso más peligroso que la propia llama. Por tanto, si se decide no apagar la llama, se deberá separar la botella con llama todo lo susceptible de provocar un incendio. Se da aviso inmediato a los bomberos y al suministrador.

Calentamiento espontáneo de una botella de acetileno

El acetileno es un gas altamente inflamable y muy usado en los laboratorios químicos. Puede ocurrir un calentamiento espontáneo de una botella de acetileno se debe evacuar inmediatamente la zona y seguir la siguiente secuencia de actuación:

  1. No mover la botella del lugar donde está.
  2. Cerrar el grifo si es posible hacerlo sin peligro.
  3. Evacuar al personal del área.
  4. Avisar al Servicio de Prevención, a los bomberos y al suministrador de la botella.
  5. Regar la botella con agua hasta que se enfríe (hasta que el agua no se evapore).
  6. Comprobar que la botella se ha enfriado y que no vuelve a calentarse. Si esto no ocurre, continuar regándola, comprobando su enfriamiento.
  7. Devolver la botella al suministrador y proceder a su sustitución.

Incendio de un local con botellas de gases a presión

Image

Enfriamiento de una botella de acetileno después de su calentamiento

Si ocurre un incendio en el laboratorio o almacén donde se encuentren botellas de gases, se deberán retirar con la mayor rapidez posible. Si no se pueden quitar, por los motivos que sean, se deberán refrigerar con agua e informar al servicio de prevención, a los bomberos y al suministrador. Una vez extinguido el incendio, se revisarán las botellas que no se retiraron para comprobar que no existan marcas de exposición al fuego. Si tuvieran alguna, se procederá a su sustitución.

Vertidos

Con la manipulación de productos químicos, ya sean sólidos o líquidos, se está expuesto al riesgo de que se produzca algún vertido accidental por la caída de envases que contienen sustancias químicas. Si se trata de productos líquidos, se deberá actuar rápidamente para neutralizar, absorber y eliminar la sustancia cuanto antes.

Dependiendo de la peligrosidad del producto vertido puede ser necesario el uso de equipos de protección individual (EPI) para su eliminación sin riesgos para la salud. Por ello, es imprescindible consultar la ficha de seguridad del producto (que normalmente aparece resumida en la etiqueta) antes de realizar cualquier tipo de acción, ya que puede ser que se necesite equipos de protección concretos como guantes, gafas, delantal impermeable, etc.

El procedimiento general para los diferentes tipos de líquidos se muestra a continuación.

Líquidos inflamables

Si se derramaran líquidos inflamables, se deben absorber con carbón activo u otros absorbentes que existen en el mercado. No se debe utilizar nunca serrín, porque al ser líquidos inflamables podrían causar un incendio.

Ácidos

Los vertidos de ácidos deben absorberse con la máxima rapidez ya que tanto el contacto directo, como los vapores que se generen pueden causar daños tanto a las personas como a las instalaciones y equipos.

Para su neutralización lo mejor es emplear los absorbentes-neutralizadores que se hallan comercializados y que realizan ambas funciones. Caso de no disponer de ellos se puede neutralizar con bicarbonato sódico. Una vez realizada la neutralización debe lavarse la superficie con abundante agua y detergente.

Bases

Para los vertidos de bases se emplearán los productos específicos que existen en el mercado para su neutralización y absorción. Si ocurre una situación de emergencia y no se tienen a mano este tipo de productos, se puede utilizar agua ligeramente ácida. Al igual que ocurre con los ácidos, una vez realizada la neutralización debe lavarse la superficie con abundante agua y detergente.

Otros líquidos no inflamables ni tóxicos ni corrosivos

Los vertidos de otros productos líquidos no inflamables ni tóxicos ni corrosivos se pueden absorber con serrín.

Vertido de líquidos que requieren un procedimiento específico

Como se ha indicado anteriormente, el procedimiento que se ha visto es para una actuación general en caso de vertido. Existen algunas sustancias que por su composición y/o peligrosidad requieren de una actuación específica para su eliminación.

En la siguiente tabla se muestran algunos procedimientos de absorción y neutralización de productos químicos y de familias de ellos. De manera general, consultando siempre la ficha de datos de seguridad y no disponiendo de un método específico, se recomienda su absorción con un absorbente de probada eficacia como el carbón activo, vermiculita, soluciones acuosas u orgánicas, etc.; y a continuación tratarlo como residuo. Se puede proceder a su neutralización directa en aquellos casos en que existan garantías de efectividad, valorando siempre la posibilidad de generación de gases y vapores tóxicos o inflamables.

PRODUCTO O FAMILIA PROCEDIMIENTO
Acetiluro de calcio Recoger con vermiculita seca
Ácidos inorgánicos Ver procedimiento general
Ácidos orgánicos Bicarbonato sódico
Ácido fluorhídrico Solución de hidróxido cálcico o de carbonato cálcico
Alcaloides Bisulfato sódico, ácido sulfúrico diluido (pH=5-6) o ác. Sulfámico
Aldehídos Solución de bisulfito sódico en exceso
Agua oxigenada Vermiculita en gran exceso
Amiduros alcalinos Cloruro amónico en exceso
Aminas alicíclicas Bisulfato sódico, ácido sulfúrico diluido (pH=5-6) o ác. Sulfámico
Aminas alifáticas Bisulfato sódico, ácido sulfúrico diluido (pH=5-6) o ác. Sulfámico
Aminas aromáticas Bisulfato sódico, ácido sulfúrico diluido (pH=5-6) o ác. Sulfámico
Anhídridos de ác.orgánicos Bicarbonato sódico
Azoderivados Solución 10 % de nitrato de cerio amoniacal
Bases inorgánicas Ver procedimiento general
Bases pirimidínicas Bisulfato sódico, ácido sulfúrico diluido (pH=5-6) o ác. Sulfámico
Borohidruros Agua fría en exceso
Bromuro de etidio Carbón activo, Amberlita XAD-16 o Azul algodón (colorante)
Carbamatos Solución de hidróxido sódico 5 M
Cesio Butanol o terbutanol en gran exceso
Cetonas Solución de bisulfito sódico en exceso. Ver también procedimiento general de inflamables
Cianuros Solución de hipoclorito sódico. Mantener siempre el pH básico
Clorometilsilanos Agua fría en exceso
Compuestos orgánicos de azufre Solución de hipoclorito en gran exceso y agua jabonosa con hipoclorito sódico
Diisocianatos Metanol frío
Etanolaminas Bisulfato sódico, ácido sulfúrico diluido (pH=5-6) o ác. Sulfámico
Fluoruros Solución de cloruro cálcico
Formol Solución de hipoclorito sódico
Fósforo blanco y fosfuros Solución de sulfato de cobre y neutralización posterior con bicarbonato o hipoclorito sódico
Halogenuros inorgánicos Bicarbonato sódico y solución de hidróxido sódico en exceso
Halogenuros de ácidos orgánicos Bicarbonato sódico
Halogenuros orgánicos Solución de hidróxido sódico 10 %
Hidrazina (hidrato) Solución de hipoclorito sódico
Hidrazinas sustituidas Solución de hipoclorito sódico, bisulfato sódico, ácido sulfúrico diluido (pH=5-6) o ácido sulfámico
Hidroperóxidos Vermiculita en gran exceso
Hidruros (en general) Recoger con disolventes orgánicos. No emplear agua ni alcoholes
Loduro de propidio Carbón activo, Amberlita XAD-16 o Azul algodón (colorante)
Litio Agua en gran exceso
Mercaptanos Solución de hipoclorito sódico en gran exceso y agua jabonosa con hipoclorito sódico
Mercurio Polisulfuro cálcico, amalgamantes o azufre
Metales pesados y derivados en solución Formar derivados insolubles o recoger y precipitar a continuación
Metales carbonilados Recoger con agua procurando que se mantenga que se mantenga el pH neutro
Organometálicos Recoger con disolventes orgánicos. No emplear agua ni alcoholes
Perácidos Vermiculita en gran exceso
Peranhídridos Vermiculita en gran exceso
Perésteres Vermiculita en gran exceso
Peróxidos Vermiculita en gran exceso

Procedimientos específicos de neutralización y absorción de vertidos de productos químicos

6. Resumen

La caracterización de los residuos industriales consiste en obtener información acerca de las propiedades y características de los residuos con el objetivo de establecer correctamente los procedimientos y tratamientos para su correcta gestión. Incluye diferentes herramientas, algunas teóricas (caracterizar el residuo en la lista europea de residuos, por ejemplo) y otra práctica mediante el análisis en un laboratorio.

Los residuos se pueden catalogar de varias maneras, siendo la más extendida la que facilita la normativa vigente, que los clasifica en peligrosos y no peligrosos.

El lugar donde se lleva a cabo la caracterización analítica de los residuos es el laboratorio, que está formado por una serie de infraestructura general (almacén, zonas “limpias”, mobiliario adecuado), materiales (de vidrio, porcelana, instrumental de medición, térmico, etc.) y equipos (estufas, balanzas, etc.) para la realización de las diferentes líneas de trabajo que allí se lleven a cabo. Es imprescindible conocer las normas básicas que se tienen que llevar a cabo cuando se trabaja con sustancias químicas, materiales y equipos en un laboratorio, porque la gran mayoría de los trabajos que allí se realizan suponen un gran riesgo.

Así, a modo general, las normas básicas son:

  1. Manejo de sustancias: no manipular sustancias sin conocer su composición química. Esta información y otras de gran utilidad se pueden encontrar en las etiquetas de los envases que las contiene o en la ficha de seguridad del producto.
  2. Materiales: conocer su utilidad y extremar la limpieza de los instrumentos, así como evitar contaminar las sustancias que se manejan introduciendo el material en el envase directamente.
  3. Equipos: mantenerlos en perfectas condiciones y someterlos a calibrado.

Un riesgo que puede ser frecuente en un laboratorio es el vertido de sustancias, fugas de gases y aparición de llamas e incendios. Es conveniente, por tanto, saber los pasos que deben de darse para su correcta actuación para cada situación.

Image

Ejercicios de repaso y autoevaluación

1. La caracterización se realiza

  1. … buscando el residuo en la Lista Europea de Residuos.
  2. … realizándole al residuo una analítica en el laboratorio.
  3. … observando la ficha de seguridad del producto que ha generado el residuo.
  4. Todas las opciones son correctas.

2. Los residuos se clasifican:

  1. En peligrosos y no peligrosos.
  2. Por su origen o actividad que los genera.
  3. Existen numerosas clasificaciones (naturaleza, origen, peligrosidad…).
  4. En industriales y domésticos o urbanos.

3. Los residuos no peligrosos son:

  1. Inertes, asimilables a urbanos, peligrosos valorizables y peligrosos pero que no se pueden ubicar en ninguna de las categorías anteriores.
  2. Los domésticos o urbanos.
  3. Los residuos de construcción y demolición y los domésticos.
  4. Los residuos peligrosos una vez tratados.

4. Los elementos de actuación en caso de emergencia de los que dispone un laboratorio son:

  1. Serrín neutralizador, bañera de seguridad, gafas de protección y guantes de vinilo.
  2. Duchas de seguridad, fuentes de agua potable, sistemas contra incendio y neutralizadores.
  3. Duchas de seguridad, lavaojos, mantas ignifugas, extintores, neutralizadores y equipos de ventilación de emergencia.
  4. Una línea directa con los bomberos y con el responsable de prevención de riesgos.

5. A la hora de manejar sustancias químicas

  1. … se debe mantener el menor tiempo posible abierto el envase.
  2. … se vierte el contenido que se necesita en un recipiente aparte.
  3. … si sobra reactivo se desecha o se guarda en un recipiente aparte.
  4. Todas las opciones son correctas.

6. En las etiquetas de las sustancias químicas

  1. … se obtiene información sobre los experimentos que se realizan con ella.
  2. … se indica la fecha de caducidad del producto.
  3. … se indica información importante acerca de la identificación, composición, propiedades, peligros y recomendaciones.
  4. Las opciones a y c son correctas.

7. El material del laboratorio:

  1. Se debe lavar siempre en el lavavajillas.
  2. Se mete en la estufa a 150 ºC para evitar que se contaminen.
  3. Se enjuaga con agua del grifo cada vez que se utilice.
  4. Se debe lavar a conciencia cada vez que se utilice con agua y jabón y enjuagar varias veces con agua destilada.

8. Los equipos de laboratorio

  1. … deben someterse periódicamente a unas calibraciones.
  2. … no necesitan un cuidado especial hasta que se observe que se ha averiado.
  3. … no se averían ni se le debe controlar en ningún momento.
  4. … si se les observa algún fallo en la medición se les sustituye inmediatamente por otro.

9. En caso de fuga de gases

  1. … se deben utilizar las mascarillas y permanecer en el laboratorio hasta que se solucionen.
  2. … se utilizan las vitrinas de gases para poder respirar.
  3. … se intenta controlar y, si no se puede, se evacua la zona y se avisa al suministrador.
  4. … se abre las ventanas y puertas hasta que todo quede despejado.

10. Si se vierte líquido inflamable

  1. … se debe absorber con serrín.
  2. … se absorbe con carbón activado u otro absorbente comercial.
  3. … se utilizan únicamente absorbentes comerciales específicos.
  4. … se friega la superficie con agua y amoniaco.