Capítulo 1
Sensibilización social sobre la comunidad sorda
Contenido
2. Comunidad sorda y sensibilización social
Se entiende por comunidad al conjunto de personas que comparten unas características sociales, culturales y/o demográficas. Toda comunidad está constituida por un grupo de individuos que comparten normas, valores, creencias y costumbres.
Hay muchos tipos de comunidades y maneras de clasificarlas, atendiendo a criterios meramente geográficos. Por ejemplo, de un nivel más general a más concreto están: la comunidad mundial, la estatal, la autonómica, la comunidad regional, etc.; las clasificaciones son infinitas. Otro criterio de clasificación depende de si se pertenece o no a un colectivo de individuos con o sin diversidad funcional. La forma de desplazarse, adquirir conocimientos, las capacidades intelectuales, sensoriales, físicas, motoras, etc., se verán determinadas por ello. El colectivo de personas que tienen en común un tipo de diversidad funcional también constituye una comunidad. Existe, de este modo, la comunidad de personas con diversidad funcional psíquica, física, intelectual, sensorial o motora, y dentro de ellas caben muchos subtipos de comunidades en función de la clase de discapacidad: si es congénita, adquirida o temporal, por grado de afectación, localización geográfica, edad, ocupación, género, nivel socioeconómico, etc.
Se entiende por comunidad sorda a aquel grupo poblacional que tiene como factor común la diversidad funcional auditiva y que forman una minoría lingüística específica por el uso de la lengua de signos. Hay muchos tipos de personas sordas, atendiendo a su tipo o grado de sordera, su edad, género, nivel de estudios, situación laboral, formación, etc., por lo que se trata de un conjunto poblacional muy heterogéneo.
También hay personas oyentes, sin discapacidad auditiva, que pertenecen a esta comunidad, por vínculo familiar (padre/madre, hermana/o, etc., de alguna persona sorda), por relación profesional como los/las intérpretes de lengua de signos, por ejemplo, o por mera afinidad con dicha lengua o con cualquier otro factor de la comunidad sorda.
Sin embargo, hay características comunes a todos los integrantes de esta interesante comunidad:

Personas de la comunidad sorda dando una charla (© Fotografía: Elisa Jarquin Vía Web CC BY-SA 4.0)
Atendiendo a la comunidad sociolingüística a la que se pertenezca, se desarrolla un paradigma mental u otro con respecto a la percepción del mundo y a la interacción con el resto de sociedad. El lenguaje determina la manera de pensar, realizar tareas y la forma de comunicarse. De este modo, las personas sordas tienen la lengua de signos como factor comunicacional común determinante.
Se debe entender la sordera como un fenómeno sociocultural y a la comunidad sorda como un grupo social que emplea una lengua minoritaria y que cuenta con un recorrido histórico y cultural propio. Bajo este prisma, la guía de la European Union of the Deaf (Unión Europea de Sordos) define el concepto “Sordo” como:
Sordo (con S mayúscula) se refiere a una persona que utiliza la Lengua de Signos como modo de comunicación primario, se identifica a sí misma con otras personas sordas y usualmente no oye.
Por lo tanto, se está ante una concepción cultural en la que la pérdida o carencia auditiva no es el núcleo definitorio. Lo fundamental de dicha definición recae en la inclusión y cohesión del grupo social de la comunidad sorda y en la lengua de signos. De la mano de estas afirmaciones, la European Union of the Deaf explica la identidad sorda como la ideología compartida por las personas sordas, que se sienten orgullosas de serlo, de participar de su cultura y de comunicarse a través de su lengua.

Intérprete de lengua de signos signando (© Fotografía: Anthony Correia / Shutterstock.com)

Definición
Comunidad sorda
Comunidad lingüística minoritaria compuesta por personas con o sin diversidad auditiva, de distinto grado o afectación, que comparten una misma identidad social junto con la cultura visual y que, además, emplean la lengua de signos.
En la actualidad, el significado de sensibilización es muy amplio y poco conciso, ya que abarca desde una charla de dos horas en un centro social de barrio, hasta las macrocampañas en los medios de comunicación por parte de grandes multinacionales del sector servicios. Por tanto, a veces, el concepto de sensibilización puede ser una especie de cajón de sastre de acciones, campañas y/o actividades puntuales en un dilatado marco de actuación social.
Muchas veces se tiende a asociar la sensibilización con el soporte concreto en el que se presente la actuación o actividad en sí, ya sea un anuncio de televisión, un cartel de carretera, un folleto, etc., pero todo soporte de una acción social lleva implícito el objetivo de cambio, teniendo un trasfondo, tanto en su elaboración como en su planificación, fruto del trabajo de múltiples entidades y profesionales. Así, es imprescindible planificar la dinamización de todos los soportes empleados en la sensibilización social y cultural para generar actividades acorde con el grupo social al que vayan destinados.
La sensibilización debe ser concebida como un proceso a medio y largo plazo en vez de como una actividad puntual y aislada, y debe tener continuidad. Nunca tiene que ser algo aislado e independiente de la intervención individual, grupal y comunitaria.
Debe pensarse que la sensibilización social y cultural aglutina a todas las acciones realizadas con el objetivo de aumentar la concienciación y capacidad de reflexión de un colectivo o individuo sobre otro. Bajo este prisma, las acciones de sensibilización social y cultural sobre la comunidad sorda irán enfocadas a la relación de la comunidad oyente o mayoritaria con la sorda o minoritaria.
La sensibilización es un instrumento básico clave para poder cambiar la sociedad. A través de ella se consigue transformar la percepción social, derrumbando prejuicios, estereotipos, barreras sociales y barreras comunicativas. Hay que contemplarse como agentes sensibilizadores del cambio, influyendo en derrocar ideas preconcebidas erróneas fruto del desconocimiento sobre, en este caso, la comunidad sorda. Se trata de aumentar el papel de la comunidad sorda en la sociedad y visibilizarla como comunidad social y cultural, a través de la integración social y cultural y del acercamiento lingüístico.
El planteamiento de las iniciativas de sensibilización no puede ser independiente del enfoque global con el que se aborda la integración social y cultural de las personas sordas. La comunidad sorda debe tener y ejercer un papel activo en la construcción de una sociedad basada en la participación igualitaria. La sensibilización entre personas oyentes y sordas solo es concebible dentro de una perspectiva de igualdad y de construcción colectiva de la sociedad.

Actividades
1. Defina los conceptos de “lengua de signos” e “identidad sorda” bajo el prisma de la Unión Europea de Sordos.
2. Comente, dando su opinión personal, el siguiente enunciado: “La sordera es más que un diagnóstico médico, es un fenómeno cultural en que se unen inseparablemente pautas y problemas sociales, emotivos, lingüísticos e intelectuales” (Schlesinger, H. y Meadow, K., en Sound and Sign).
La sensibilización social y cultural puede definirse como “el proceso de influencia comunicativa a distintos niveles, individual, grupal y social, donde el objetivo general sea promover o ajustar actitudes o percepciones, que faciliten una reflexión generadora de cambios comportamentales, los cuales se conviertan en actitudes favorables a la diversidad cultural, y por ende a las personas y colectivos que la conforman”, tal y como define Hernández Hernández, F. (2003).
La sensibilización es una herramienta para transformar progresivamente la percepción y el discurso social de un determinado entorno o grupo poblacional. A menudo, va de la mano de la intervención social, ya que hay que hacer procesos de sensibilización que faciliten y abran paso a la inclusión y a la integración sociocultural, derribando barreras comunicativas, así como discursos sociales negativos sobre la comunidad sorda.
Las acciones que se desarrollan en el marco de la sensibilización social son muchas y muy dispares por la multifactoriedad de nuestra sociedad contemporánea y por el abanico tan grande que abarca.

Alumnado sordo dentro del aula (© Fotografía: ProtoplasmaKid Vía Web CC BY-SA 3.0)
Toda acción de sensibilización social y cultural debe abogar por la erradicación de la desigualdad, en el ámbito personal y de trabajo. Atendiendo al colectivo, la comunidad sorda, todas las acciones que se desarrollen deberán evitar el trato desigual y discriminatorio a nivel de accesibilidad a toda la información, contenidos y desarrollo.

Importante
La sensibilización social y cultural pretende paliar la discriminación hacia una comunidad sociocultural minoritaria a través de la concienciación. La sensibilización social y cultural pretende paliar la discriminación hacia una comunidad sociocultural minoritaria a través de la concienciación.
Muestra de material de sensibilización como toma de contacto con la lengua de signos y la comunidad sorda, alfabeto dactilológico español

La sensibilización debe plantearse siempre dentro del marco de los Derechos Humanos, la Constitución Española y las directivas europeas y españolas que aluden a la igualdad de oportunidades y a la erradicación de la desigualdad.
Las acciones de sensibilización deben potenciar la reflexión, la concienciación y la participación social igualitaria entre individuos y grupos sociales. Uno de los principales pilares de la sensibilización es la información, ya que muchas veces se tiende a discriminar de manera inconsciente por desconocimiento, por lo que una acción divulgativa o explicativa sirve, además de para crear acercamiento, para romper distancias entre iguales.
Conocer las barreras a las que se enfrenta la comunidad sorda, como minoría lingüística, debe ser el principal eje motor de todas las acciones de sensibilización. Así, una primera toma de contacto con su realidad sociocultural es clave para el desarrollo de los programas y acciones.

Actividades
3. Reflexione sobre la siguiente afirmación: “Creo que la ‘curación’ más eficaz de la sordera no es la medicina, ni los aparatos mecánicos o electrónicos… sino la comprensión. Pero antes de poder desarrollar la comprensión, hay que crear la conciencia” (Jack Cannon).
4. Proponga algunas medidas para crear la conciencia a la que alude la anterior afirmación.
La principal barrera entre la comunidad sorda y la oyente es el acceso a la comunicación, por lo que todas las acciones que se lleven a cabo tienen que prever el acceso igualitario a la información por parte de las personas oyentes y sordas.
A continuación, se van a estudiar distintas formas de clasificar las acciones sociales y culturales que se pueden realizar desde la perspectiva sensibilizadora.
Se puede comenzar una primera clasificación de tipos de acciones atendiendo a los y las destinatarios/as a las que van dirigidas atendiendo a su edad. Se debe tener en cuenta que adaptar el mensaje es básico para que las personas destinatarias del mismo lo reciban y aprendan correctamente. El manejar varios registros atendiendo a la franja de edad con la que se trabaje es fundamental, ya que no se hablará igual a un grupo de niñas de 7 años que a un grupo de mujeres de 70 ni se estructurarán del mismo modo las sesiones. Por ello, según las edades del público destinatario existen distintos tipos de sensibilización:
Una segunda clasificación sería la realizada a partir del ámbito profesional de a quienes vayan dirigidas las distintas acciones, ya que el registro será más o menos técnico, formal, etc., según se enfoquen las acciones sensibilizadoras a:

Aplicación práctica
Una asociación de padres y madres de un centro educativo de educación infantil y primaria de un barrio de Madrid quiere hacer una campaña de concienciación y sensibilización sobre las barreras comunicativas en la comunidad escolar. Si quieren enfocarla solo a las familias y al alumnado de dicha escuela, clasifique su acción según los tipos explicados anteriormente.
SOLUCIÓN
La campaña será un tipo de acción de sensibilización enfocada a población escolar (alumnado) y a población en general (padres, madres y resto de familiares), atendiendo a la clasificación por edad de la población destinataria. También irá enfocada a población sin atender su ámbito profesional, ya que el profesorado quedará fuera de la campaña, y el enunciado no dice si hay alguna persona sorda, ya sea madre, padre o alumno/a, en esta comunidad educativa.
Hay acciones diferenciadas según el contexto donde se realicen, ya que el registro debe adaptarse al marco contextual de la acción, siendo más o menos técnico, formal y participativo:
Otra clasificación dependerá del soporte o herramientas que se emplee para la acción:

Campaña con motivo del Día Internacional de las Personas Sordas de 2014
Aunque se pueden realizar acciones sin ningún tipo de soporte material, siempre es aconsejable documentar la acción y acompañarla de alguno de los ejemplos enumerados anteriormente, para su difusión previa, mantenimiento de los contenidos, etc.

Aplicación práctica
Imagine que debe presentar la comunidad sorda a un grupo de personas mayores de una residencia de la tercera edad, en la que, hasta el momento, no convivía ninguna persona sorda y en unas semanas entrará a vivir una mujer de 80 años con hipoacusia. Es la primera vez que en dicho centro se realiza una charla de sensibilización. Debe pensar en facilitarles lo más posible la comunicación a los y las residentes con la nueva mujer sorda cuando llegue.
¿Cómo empezaría la charla? ¿Qué tipo de vocabulario emplearía? ¿Cómo introduciría a la futura residente sorda y la lengua de signos? ¿Qué materiales facilitaría a la residencia? Realice un posible guion de lo que sería su charla para responder a las preguntas anteriores.
SOLUCIÓN (Posible solución)
Empezaría la charla presentando brevemente la comunidad sorda a las personas mayores de la residencia en un lenguaje fácil y accesible; por ejemplo, diría que la comunidad sorda es el grupo al que todas las personas sordas pertenecen y que tienen la lengua de signos como los y las oyentes tienen la lengua oral, pondría ejemplos comparativos. Preguntaría si alguien ha tenido contacto a lo largo de su vida con una persona sorda y pediría que contaran al grupo sus experiencias, para hacer la sesión más participativa y compartir ideas preconcebidas que puedan tener.
A continuación, les contaría que va a empezar a convivir allí una mujer sorda que emplea la lengua de signos para hablar, aunque también puede hablar de manera directa, procurando siempre el contacto visual, no taparse la boca con la mano, etc. Para hacer la jornada de sensibilización más amena y participativa, recurriría a role-playing escenificando posibles situaciones comunicativas, como avisar que es la hora de la merienda o invitar a dar un paseo por los jardines de la residencia.
Para concluir la charla, se practicarían algunos signos básicos como dar los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches.
Dejaría como materiales en la residencia varios posters con el abecedario dactilológico y otros de la asociación a la que se pertenezca, en el que se vean muy claros los datos de contacto por si surgieran dudas o la necesidad de volver a solicitar los servicios más adelante cuando ya convivan en la residencia con esta señora sorda.
Al ser personas mayores, habría que tener muy presente hablar con frases claras, vocalizando bien, a un volumen medio-alto, en un lenguaje fácil y accesible a todos los niveles cognitivos.
Además, se pueden dejar materiales de sensibilización más elaborados como guías de intervención y de primera toma de contacto con la comunidad sorda para el personal de la residencia para su libre disposición y gestión.
Normalmente, en la mayoría de las ocasiones, las actividades de sensibilización social y cultural se entienden dentro de la sensibilización formal que engloba a todas las acciones e iniciativas que tienen una estructura predeterminada y cuentan con objetivos, metodología, destinatarios y evaluación fijada previamente, es decir, la sensibilización formal está planificada y programada antes de su ejecución.
Frente a ella, está la sensibilización informal que engloba a todas las acciones y comportamientos que una persona puede desarrollar a través de sus actividades cotidianas que ayuden a sensibilizar de manera indirecta y concienciar a su entorno personal, laboral, etc. En el caso de la sensibilización social sobre la comunidad sorda, los profesionales que trabajan profesional o voluntariamente con personas oyentes y sordas son agentes de sensibilización informal; este tipo de sensibilización no consiste en añadir labores a las que se vienen realizando habitualmente, sino de ver en el día a día un contexto de actuación viable para contrarrestar elementos discriminatorios o discursos excluyentes.

Importante
La sensibilización empieza por ser conscientes de que el cambio social comienza por el cambio de comportamientos en uno mismo.
La sensibilización informal se lleva a cabo gracias a la reflexión personal y a la intencionalidad. Se pueden introducir mensajes positivos e inclusivos en el día a día, siempre y cuando se evite caer en el paternalismo. Es importante mantener un espíritu crítico, cuestionando toda percepción y discurso sobre la comunidad sorda de manera continua. Esto es así porque la profesionalidad no implica ser invulnerables ante los estereotipos y prejuicios acerca de las personas sordas. Por ejemplo, realizar una labor profesional eficazmente promocionando la inclusión sociocultural de este, o cualquier otro colectivo social en riesgo de exclusión, no inmuniza de mantener el estereotipo de que, por ejemplo, este colectivo tiene dificultades para acceder a determinados recursos o ayudas sociales. Toda la ciudadanía es fruto del contexto social, por tanto, es necesario reflexionar para suavizar y eliminar cada una de las discrepancias y prejuicios “heredados” sin fundamentación, que van pasando de generación en generación.
Es muy frecuente en la práctica profesional, tanto voluntaria como laboral, que a nivel teórico se tenga muy presente la importancia de la sensibilización informal, pero que en el día a día se acabe no prestándole atención a esta práctica. Por ello, la implicación, tanto profesional como laboral, constituye la base para llevar a cabo iniciativas sensibilizadoras. Todo profesional debe ser, independientemente de sus funciones, un agente de sensibilización informal sobre la comunidad sorda, para fomentar su propia implicación.
Jamás se debe olvidar que el cambio de actitudes y de comportamientos debe empezar a ser aplicado por toda la comunidad profesional implicada con la comunidad sorda.
Se debe tener muy presente el contexto sociohistórico actual y también que, dentro de la sociedad mayoritariamente oyente, la comunidad sorda supone una minoría sociolingüística y cultural.
Dentro de la sociedad hay múltiples patrones de comportamiento y formas de entender la vida. Estos criterios de respeto hacia la multiculturalidad y multilingüismo deben estar interiorizados en todas las pautas de comportamiento profesional y personal.

Actividades
5. Piense actividades de su vida cotidiana en las que pueda realizar algún tipo de sensibilización informal y compartir a través de ellas su percepción, su discurso social, su modo de actuar, etc., para fomentar la inclusión de personas con diversidad funcional auditiva en algún contexto laboral, social o cultural de su entorno, por ejemplo, si va al cine, preguntando por las salas que cuenten con subtitulado o bucle magnético. Realice un listado con, al menos, cinco actividades.
La comunidad sorda es aquella comunidad formada por personas que, con o sin diversidad funcional auditiva, forman una minoría lingüística específica por el uso de la lengua de signos. Aunque es un grupo muy heterogéneo, tienen características comunes muy importantes como la lengua de signos, la cultura visual y la identidad sorda.
La sensibilización social y cultural es el proceso de influencia comunicativa a distintos niveles, individual, grupal y social, donde el objetivo general es promover o ajustar actitudes o percepciones, que faciliten una reflexión generadora de cambios en el comportamiento, derribando prejuicios e ideas falsas preconcebidas. Hay varios tipos de acciones de sensibilización social dirigidas al colectivo de personas sordas y a la sociedad en general. En este capítulo se han visto varias clasificaciones:

Ejercicios de repaso y autoevaluación
1. La comunidad sorda es aquella comunidad formada por:
2. Complete la siguiente oración:
La sensibilización social y cultural puede definirse como el _________________ de influencia _____________ a distintos niveles, ____________, ____________y ____________, donde el ______________ general sea promover o ajustar actitudes o percepciones que faciliten una reflexión generadora de _________________ comportamentales.
3. Señale si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas:
4. ¿Qué tipos de acciones de sensibilización social hay según la clasificación por edades?
5. Complete los huecos con las siguientes palabras:
Población - plantilla - clasificación - comunidad - público
Una ________________ sería la realizada a partir del ámbito profesional a quienes vayan dirigidas las acciones de sensibilización, ya que el registro será más o menos técnico, formal, etc., según se enfoquen las acciones sensibilizadoras a:
6. Relacione los siguientes elementos:
7. Escriba, al menos, tres ejemplos de acciones de sensibilización social sobre la comunidad sorda en formato artístico.
8. Señale qué tipos de sensibilización se explican a continuación:
9. ¿Qué tipos de soporte conoce para las acciones de sensibilización social sobre comunidad sorda?
10. La comunidad sorda es un grupo: