Capítulo 1

Fundamentos de primeros auxilios

Contenido

1. Introducción

2. Conceptos. Definiciones de accidente, urgencia y emergencia. Definición de primeros auxilios

3. Objetivos y límites de los primeros auxilios

4. Aspectos ético-legales en el primer interviniente

5. Actuación del primer interviniente

6. Anatomía y fisiología básicas para primeros auxilios

7. Técnicas de apoyo psicológico en primeros auxilios

8. Resumen

1. Introducción

Los primeros auxilios constituyen el primer eslabón de la atención sanitaria ante un accidente, por lo que se debe ser consciente de que el estado y la evolución de las lesiones derivadas de este pueden depender de la rapidez y calidad del auxilio recibido.

En este sentido, y tomando las actividades y las instalaciones deportivas acuáticas como eje principal de aplicación de los primeros auxilios a lo largo de este manual, se expone durante el presente capítulo una serie de aspectos y fundamentos básicos a tener en cuenta durante la prestación de los mismos.

2. Conceptos. Definiciones de accidente, urgencia y emergencia. Definición de primeros auxilios

Los primeros auxilios son aquellas actuaciones o medidas que se adoptan inicialmente con un accidentado o un enfermo repentino, en el mismo lugar de los hechos, hasta que llega la asistencia especializada. Así, la actuación durante los primeros minutos de un accidente puede ser crucial, contribuyendo a ayudar a que la víctima en cuestión se recupere de una forma más rápida y mejor.

Por otra parte, se hace referencia a tres conceptos básicos, de los cuales se deben conocer sus particularidades debido a la estrecha relación que guardan entre ellos. Estos son:

  1. Accidente: cualquier suceso provocado por una acción violenta y repentina ocasionada por un agente externo involuntario y que da lugar a una lesión corporal.
  2. Urgencia: término subjetivo que designa la situación de salud que se presenta repentinamente sin riesgo de vida y puede requerir asistencia médica dentro de un periodo razonable. Por ejemplo: un esguince, una luxación articular, etc.
  3. Emergencia: término objetivo que indica la situación de salud que se presenta de forma repentina, que requiere inmediato tratamiento o atención y que lleva implícita una alta probabilidad de riesgo de vida. Por ejemplo: pérdida de conocimiento, asfixia por inmersión, etc.

3. Objetivos y límites de los primeros auxilios

La principal finalidad de la persona socorrista al aplicar los primeros auxilios es reconocer y mantener los signos vitales, evitando complicaciones y riesgos añadidos a la víctima.

En base a ello, se plantean como primordiales los siguientes objetivos en la aplicación de los primeros auxilios:

  1. Conservar la vida y, por tanto, evitar la muerte del accidentado.
  2. Impedir el agravamiento de las lesiones.
  3. Evitar lesiones secundarias como infecciones, complicaciones físicas o secuelas psicológicas.
  4. Ayudar o facilitar la recuperación del lesionado.
  5. Asegurar que el accidentado esté bien mientras llega la ayuda especializada.

A tal efecto, haciendo especial hincapié en el control y el mantenimiento de los signos o las constantes vitales, se debe atender a tres niveles básicos: en primer lugar, la valoración de la consciencia, ya que su pérdida o disminución puede constituir un signo representativo o una evidencia de emergencia médica. Los otros dos signos vitales a valorar serían la respiración y la circulación sanguínea, prestando especial énfasis a los ruidos respiratorios en el caso de la primera y al pulso cardíaco en la segunda, tomándose este último con los dedos índice y corazón, sobre las arterias carótida (en el cuello), radial (en la muñeca) o femoral (en la ingle, la mejor opción para tomar el pulso a lactantes y niños).

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El pulso radial se palpa en la muñeca por debajo del pulgar y el pulso carótido se palpa en la parte frontal del cuello, bajo el ángulo del mentón.

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Actividades

1. ¿Por qué se considera incorrecto tomar el pulso con el dedo pulgar? Razonar la respuesta.

Atendiendo a los límites de los primeros auxilios en un accidente, hay que centrarse en una actuación primaria e inmediata ante un accidentado. De tal forma, habrá que limitarse a una conducta de actuación conocida bajo el acrónimo PAS, el cual resume la pauta básica en materia de aplicación de los primeros auxilios:

  1. Proteger al socorrista, al lesionado y el lugar de los hechos. Tras producirse un accidente, el peligro que lo ocasionó puede persistir, por lo que hay que tratar de hacer seguro el lugar del accidente, debiendo cuidar la integridad propia y la de los accidentados, evitando así el desencadenamiento de un nuevo accidente o el agravamiento del existente.
  2. Avisar a los servicios de socorro (Emergencias 112, Policía, Bomberos, Guardia Civil, etc.), permaneciendo siempre junto al accidentado, y enviar a la persona más cercana a pedir ayuda. Ante esto, y tras identificarse debidamente, se deberá aportar información relevante de la naturaleza de:
    1. Lugar exacto del accidente.
    2. Tipo de accidente y circunstancias agravatorias de este.
    3. Número de heridos y estado aparente de los mismos.
  3. Socorrer a las víctimas mediante la aplicación de los primeros auxilios y las maniobras de rescate, reconociendo en primer lugar sus signos vitales (conciencia, respiración y pulso), tal y como se comentó anteriormente y siguiendo dicho orden.

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Nota

Hay que ser consciente de las limitaciones de uno mismo. A veces, el deseo de ayudar puede poner en peligro al socorrista y hacer que se convierta en una víctima más.

4. Aspectos ético-legales en el primer interviniente

La actividad o la misión primordial y casi exclusiva del socorrista ante una víctima no es otra que la de salvar vidas. Esto conlleva la necesidad de conocer las consecuencias de sus actos e intervenciones.

4.1. Perfil, competencias y actitudes

La persona que presta primeros auxilios debe presentar y caracterizarse por unas particularidades comportamentales a diferentes niveles, que serán vitales en la actuación ante un accidente:

  1. Tranquilidad: el autodominio o la capacidad de permanecer confiado y calmado ante situaciones dramáticas es una actitud básica, puesto que es frecuente que ante accidentes se pierdan los nervios, por lo que resulta necesario mantener la calma y transmitir serenidad.
  2. Estabilidad emocional y firmeza: la persona socorrista debe ser capaz de tomar decisiones firmes y lo más adecuadas posibles a la situación presente, lo que implica ser consciente de las limitaciones propias y tener seguridad en uno mismo.
  3. Capacidad de organización: es la habilidad del socorrista o las personas que intervengan en el socorro de las víctimas/accidentados en organizarse el trabajo de asistencia, así como el resto de tareas que se deriven del accidente o las que se prevea que puedan aparecer.
    Nota: teniendo en cuenta que no hay dos accidentes iguales, se deberán establecer unas pautas de actuación que ayuden a efectuar una labor correcta y eficiente como: establecer un orden de prioridad de los lesionados, apartar a los “mirones”, pedir ayuda a personas circundantes, etc.
  4. Cortesía y actitud positiva: el socorrista se debe mostrar firme, razonable y cortés, a fin de ganarse el respeto y la cooperación de los testigos presentes en el accidente, debiendo comprender sus responsabilidades en dicha situación y mostrando, al mismo tiempo, capacidad de cooperación con otros socorristas en la consecución de resultados favorables hacia el lesionado.
  5. Conocimientos teórico-prácticos: referidos a una continua actualización sobre técnicas y maniobras de primeros auxilios y rescate, así como al uso del material básico y necesario para el desempeño de su intervención.

4.2. Ética profesional y código deontológico

Existen cuatro principios en ética sanitaria que son el principio de Autonomía, por el cual el paciente tiene derecho a que se respeten sus deseos y decisiones, el principio de Beneficencia, por el que el personal que interviene en la asistencia tiene la obligación de hacer el bien a la persona, el principio de No maleficencia, el cual delimita la obligación de no hacer daño de forma intencionada, y el principio de Justicia, por el cual toda actuación que se lleve a cabo debe estar dentro de los límites de la ley.

Partiendo de la premisa de que toda persona accidentada tiene derecho a la vida, las actuaciones en primeros auxilios se deben guiar por los derechos fundamentales de las personas, emanando de todos ellos uno principal como es el derecho a la vida.

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Nota

La responsabilidad de la persona que presta primeros auxilios conlleva la obligación de responder de los propios actos, tanto desde el punto de vista moral como legal.

Por su parte, el Código Deontológico no es más que un conjunto de medidas de carácter ético y moral que se deben tener presentes en la actuación durante la aplicación de los primeros auxilios:

  1. El socorrista ha de poseer los conocimientos, las habilidades y las actitudes necesarias para realizar lo que su título le faculta. Por ello, repasará frecuentemente lo que por desuso pueda caer en el olvido.
  2. El socorrista ha de mantenerse en forma para prestar el mejor servicio posible.
  3. El socorrista nunca desempeñará su actividad bajo los efectos del alcohol u otras drogas.
  4. El socorrista debe observar el protocolo exigido en cada caso, estableciendo las prioridades que correspondan en cuanto al cuidado del paciente.
  5. El socorrista es un auxiliar sanitario, por lo que ha de ponerse a disposición del médico o el enfermero.
  6. Como primera medida de actuación, el socorrista siempre ha de protegerse a sí mismo, a los demás, así como a la zona.
  7. El socorrista no discriminará jamás a las víctimas por la razón que sea, salvo por motivos técnicos.
  8. El socorrista debe ofrecer seguridad y tranquilidad al paciente, a los familiares y a los espectadores.
  9. El socorrista nunca dejará de vigilar al paciente mientras esté a su cargo.
  10. El socorrista nunca dará por perdido a un paciente hasta que un facultativo verifique su muerte.
  11. El socorrista no se extralimitará más allá de sus funciones.
  12. En caso de que existan indicios de delito, el socorrista ha de dar parte a la autoridad.
  13. El socorrista es el responsable de los efectos personales de la víctima que se le hayan confiado.
  14. El socorrista está obligado a guardar secreto profesional.
  15. El socorrista nunca debe aceptar recompensas por su labor.
  16. El socorrista, al finalizar su servicio, debe:
    1. Sanear el material utilizado.
    2. Reemplazar lo que se haya gastado del botiquín.
    3. Adoptar las medidas necesarias de higiene personal.
    4. Rellenar los informes y los registros del caso, según esté establecido.

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Actividades

2. ¿Con el incumplimiento de qué premisas del Código Deontológico están relacionados los siguientes hechos?

  1. El socorrista fue recompensado con 50 euros por un bañista.
  2. La víctima sudamericana acabó ahogada a pesar de que presentaba una lesión de mayor prioridad.
  3. El joven nadador no fue atendido por el socorrista, al encontrarse este perjudicado por los efectos secundarios del vino.

4.3. Marco legal y responsabilidades: normas civiles y penales

Tomando como marco legal referencial la Constitución Española de 1978, su artículo 43 reconoce el derecho a la protección de la salud, al tiempo que establece que compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y los servicios necesarios.

Existe una normativa a nivel estatal en la que se establecen los criterios técnico-sanitarios en las piscinas, el Real Decreto 742/2013 de 27 de septiembre, sin perjuicio de otras leyes autonómicas que especifican las medidas en materia de seguridad de las mismas.

Sin embargo, es el Código Civil el texto que contiene las reglas básicas de convivencia de la sociedad. En base a esto, cuando no se actúa conforme a lo establecido en este o se producen consecuencias negativas de una actuación, se actúa con culpa o negligencia, representando estas un daño que da lugar a la denominada “responsabilidad civil”. A su vez, se considera delito o falta la comisión u omisión de un hecho penado por la ley.

El Código Penal establece distintos delitos con respecto a la asistencia del socorrista en el ejercicio de sus funciones. Así, en el artículo 195 se penaliza el delito de Omisión de socorro, estableciéndose en este como delito tanto la no actuación ante un accidente como la no petición de auxilio, siendo penado incluso con penas de cárcel. Así mismo, el artículo 196 establece penas en cuanto a la denegación de auxilio. El artículo 152 del Código Penal establece el delito de lesiones imprudentes, cuando se lleve a cabo una actuación imprudente que dé lugar a lesiones a la persona socorrida. Esto puede incluso derivar en un homicidio imprudente, lo cual está contemplado en el artículo 142 de este Código Penal, que se puede penar con cárcel e inhabilitación para el socorrista.

Así, será el propio Código Penal el que establezca los castigos a esos delitos o faltas mediante penas, las cuales no se limitan a responsabilizar exclusivamente a quién lo comete físicamente, al autor, sino también a los cómplices y encubridores.

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Nota

El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento.

Centrándose en los primeros auxilios, los delitos que se pueden cometer en su prestación son:

  1. Omisión del deber de socorro.
  2. Omisión del deber de impedir un delito contra la vida y omisión de denunciar esos mismos delitos.
  3. Denegación de auxilio.
  4. Delito de imprudencia.
  5. Vulneración del deber de confidencialidad.

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Actividades

3. En una instalación acuática se produce un accidente con varias víctimas implicadas de diversa gravedad. En esos momentos, el socorrista acuático, en lugar de atender a las víctimas, decide salir corriendo en busca de la ambulancia localizada a la entrada de la instalación, dejando en desamparo a los accidentados. ¿En qué delito o delitos ha incurrido el socorrista? Razonar la respuesta.

Para tratar de no caer en esos delitos, las responsabilidades del socorrista son las siguientes:

  1. Evaluar la situación con rapidez y seguridad.
  2. Solicitar ayuda.
  3. Proteger de posibles peligros a los heridos, a sí mismo y a otras personas presentes en el lugar de los hechos.
  4. Identificar, en la medida de lo posible, la naturaleza de la lesión o la enfermedad que afecta a la víctima.
  5. Aplicar un tratamiento básico, precoz y apropiado a cada víctima.
  6. Permanecer al lado de la víctima hasta que llegue la asistencia sanitaria y colaborar con ella si fuera necesario.
  7. Prevenir, en la medida de lo posible, complicaciones, daños, riesgos y lesiones, tanto de la víctima como de sí mismo.

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Actividades

4. Explicar brevemente el significado de las siguientes circunstancias que pueden intervenir en los delitos y las faltas: eximente, atenuante y agravante.

5. Actuación del primer interviniente

Como ya se ha visto, a la hora de prestar auxilio a un accidentado es necesario seguir un orden de prioridades, sobre todo en el medio y las instalaciones acuáticas, debido a la variabilidad del medio.

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Nota

Cuando tiene lugar un accidente, la ayuda que se presta suele carecer de un orden, debido, entre otros, al revuelo producido en torno a la víctima.

5.1. Riesgos en la intervención

En muchas ocasiones, se ve cómo se producen accidentes en lugares que revisten una especial peligrosidad e incertidumbre, como puede ser el caso de las instalaciones acuáticas y las actividades que en ellas tienen lugar, afectando esto tanto a la víctima como al socorrista debido a la posible aparición de un riesgo secundario de accidente.

Algunos de los principales riesgos que pueden presentarse en un accidente durante la prestación de auxilio en el medio acuático son:

  1. Inhalación o impregnación de gases o sustancias tóxicas y corrosivas que produjeron el accidente (por ejemplo: el cloro).
  2. Actuación indebida o sorpresiva de elementos circundantes ajenos al accidente (familiares, caída de material acuático instalado, etc.).
  3. Escasez de visibilidad del lugar y el entorno del accidente debido a condiciones adversas (por ejemplo: exceso de usuarios de una piscina pública).
  4. Escaso o nulo control de la situación por incapacidad o falta de conocimiento para la actuación adecuada.
  5. Contagio de enfermedades o infecciones por atención al accidentado.

5.2. Seguridad y protección durante la intervención

Se debe tener muy presente que, durante la ayuda a un lesionado, el socorrista no debe poner en peligro su integridad, puesto que puede convertirse en una nueva víctima si no actúa adecuadamente.

Una de las principales pautas a tener en cuenta, previa intervención, es hacer un barrido con la mirada del lugar de los hechos para hacer, a grandes rasgos, una composición del mismo (número de lesionados, lugar más correcto de entrada al agua, etc.) y cerciorarse de que la zona es segura para la víctima y para uno mismo.

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Nota

En dicho acercamiento al lugar concreto, se debe observar la posible existencia de alguno de los posibles riesgos que pudiesen aparecer.

De la misma manera, a la hora de socorrer se debe tener en consideración una serie de medidas de seguridad, las cuales se centran, en este caso, en el uso, en la medida de lo posible, de cierto material protector (guantes, gafas, etc.) con la finalidad de prevenir daños indirectos hacia la integridad física y la salud de la persona socorrista.

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Aplicación práctica

En una instalación acuática recreativa, un usuario ha sido golpeado involuntariamente por otro al caer al agua desde una atracción. Le rodean unos curiosos, mientras otros usuarios que no se han percatado del suceso se disponen seguir usando la atracción. ¿Qué medidas de seguridad deberá adoptar el socorrista para atender a la víctima?

SOLUCIÓN

Mientras el socorrista se acerca a la víctima, debe mirar alrededor para observar si la zona es segura para sí mismo y para la víctima. Seguidamente, le pide al responsable de la cola de la atracción que detenga el uso de la misma para facilitarle la evacuación del accidentado del agua. Acto seguido, deberá pedir ayuda a cualquier bañista que se encuentre cercano observando la situación para que llame a los servicios de emergencias y le facilite el material de primeros auxilios del recinto para aplicar las medidas de auxilio necesarias ante las lesiones de la víctima. Ante la llegada de los servicios médicos especializados, no deberá abandonar el lugar con el fin de ofrecer ayuda en todo lo necesario y aportar información del suceso.

5.3. Prevención de contagios y enfermedades

Se presentan a continuación una serie de recomendaciones acerca de medidas preventivas para evitar la transmisión o el contagio de infecciones o enfermedades durante el auxilio a una víctima.

Como bien se sabe, la sangre, la saliva, etc., constituyen fluidos corporales, los cuales pueden contener microorganismos que causen enfermedades. Por ello, siempre que se presten primeros auxilios se deberá utilizar, en la medida de lo posible y siempre que esté disponible y presente en el botiquín de atención primaria más cercano, material de protección, referido este a:

  1. Guantes. Deben ser desechables y su utilidad es doble, proteger al socorrista de posibles contagios que puedan venir del paciente, y a la inversa, proteger al paciente de posibles elementos infecciosos que pueda trasmitir el socorrista.
  2. Protección ocular. Como gafas oculares, que serán útiles para proteger los ojos y la mucosa ocular de posibles salpicaduras durante ciertas actuaciones.
  3. Mascarilla. Existen distintos tipos de mascarillas, con mayor o menor nivel de protección para el socorrista. Con ella se pretende evitar también contagio en ambas direcciones: desde el accidentado, para que no trasfiera elementos infecciosos por vía aérea, y desde el socorrista, para no contaminar al paciente socorrido. Además, existen unas mascarillas especiales, con una apertura, para poder realizar maniobras de boca a boca sin necesidad de entrar en contacto directo con la boca del accidentado.
  4. Uso de una bolsa. Para acumular todos los desechos materiales que se deriven de la asistencia y evitar contagio a terceros.
  5. Lavado de manos. Es considerada la medida más eficaz para evitar el contagio de numerosas bacterias y virus. Existen además soluciones alcohólicas que ayudan a una correcta desinfección de las manos. El lavado de manos debe realizarse antes y después de la exposición y siempre que estén visiblemente sucias. A continuación, se puede ver un esquema de cómo realizar un correcto lavado de manos:

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Sabía que

Las principales enfermedades transmitidas vía sanguínea son:

  1. El virus VIH (causante del Sida).
  2. La hepatitis.

Tomando estas medidas de autoprotección como referencia, a continuación se verá el caso de un socorrista de una instalación acuática que tiene que atender a un bañista con una hemorragia leve en la planta del pie como consecuencia de una herida provocada por un azulejo en mal estado. Ante esto, una de las primeras medidas a tomar se centra en la reducción o la eliminación del motivo causante de la herida, el azulejo en mal estado, cubriéndolo por ejemplo con una simple toalla para evitar que el propio socorrista u otro usuario pueda convertirse en otra víctima por la misma causa. A la hora de atender la herida y la consecuente hemorragia leve, sería conveniente el uso de guantes de látex para evitar el contagio de la sangre con la piel y el uso de una bolsa para introducir los materiales de cura desechables durante el tratamiento de la hemorragia para su posterior eliminación.

6. Anatomía y fisiología básicas para primeros auxilios

Se considera necesario el conocimiento de algunos aspectos básicos de estructuración (anatomía) y funcionamiento (fisiología) del cuerpo humano para una aplicación correcta y de calidad de los mecanismos y las maniobras de primeros auxilios, consiguiendo así evitar complicaciones o resultados negativos en la intervención.

6.1. Conceptos básicos de anatomía y fisiología

Se entiende por anatomía la ciencia que se ocupa del estudio, la clasificación y la descripción de las estructuras y los órganos del cuerpo.

En este sentido, el cuerpo humano está organizado en diferentes niveles. Así, está compuesto de células o unidades morfológicas y funcionales mínimas de un organismo capaces de actuar de forma autónoma (por ejemplo: fibra muscular). Estas constituyen los tejidos o el conjunto organizado de células (por ejemplo: tejido muscular cardíaco), que, gracias a su organización, dan lugar a los órganos o al conjunto asociado de tejidos que concurren en estructura y función (por ejemplo: músculos), conformando estos los sistemas o el grupo de órganos asociados que concurren en una función general y formados predominantemente por los mismos tipos de tejidos (por ejemplo: sistema muscular), obteniendo de la confluencia de ellos los aparatos o el grupo de sistemas que desempeñan una función común y amplia (por ejemplo: aparato locomotor).

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Actividades

5. Buscar información y poner un ejemplo de cada uno de los niveles de organización del cuerpo humano desde el punto de vista anatómico.

Por su parte, cuando se habla de fisiología, se refiere a la ciencia que se ocupa del estudio de los procesos y las funciones del organismo.

En base a lo anterior, y teniendo en cuenta que el cuerpo humano está compuesto por diferentes sistemas y aparatos orgánicos, el ser humano puede ser considerado como una “biomáquina” al poseer tres sistemas anatómicofisiológicos diferenciados:

  1. Sistema de dirección y control: constituido por el sistema neurológico junto con el endocrino. Es el encargado de recibir estímulos, procesándolos y tratándolos para producir el movimiento.
  2. Sistema de alimentación y transporte: compuesto por los aparatos digestivo, cardiocirculatorio y respiratorio. Mantiene y da soporte a los procesos de transformación de energía.
  3. Sistema motor: integrado por el sistema osteo-muscular. Es el encargado de realizar el movimiento.

6.2. Sistemas: respiratorio, cardiocirculatorio, neurológico, digestivo, genitourinario, endocrino, tegumentario y osteo-muscular

A continuación, se tratarán las nociones generales de los principales sistemas del organismo implicados en la prestación de primeros auxilios.

Sistema respiratorio

Desde el punto de vista anatómico, el sistema respiratorio está constituido por la cavidad bucal, las fosas nasales, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios, los pulmones, los bronquiolos y los alveolos pulmonares. A su vez, destaca un músculo muy implicado en el proceso respiratorio: el diafragma.

Desde una perspectiva fisiológica, el aire entra por la nariz y por la boca, fluye por el tracto respiratorio (fosas nasales, faringe y laringe), donde es calentado, filtrado y humidificado casi por completo a su paso por la tráquea. Este proceso continúa al pasar el aire inspirado a los dos bronquios que se dividen a su vez en numerosos bronquiolos intrapulmonares, en cuyos extremos se encuentran los alveolos, donde se produce el intercambio gaseoso.

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Sabía que

Los pulmones tienen alrededor de 500 millones de alvéolos, formando una superficie total de alrededor de 140 m2 en adultos, aproximadamente la superficie de una pista de tenis y que la capacidad pulmonar esta en el rango entre 4.000-6000 cm3, oscilando esta en las mujeres un 20-25 % menor que en los hombres.

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Todo este proceso se produce gracias a dos fases: el llenado (inspiración) y el vaciado (espiración) de aire de los pulmones. Debido a la acción del diafragma, durante la inspiración se contrae descendiendo su posición hacia la cavidad abdominal para provocar la expansión de los pulmones para su llenado y durante la espiración recupera su posición inicial en la cavidad torácica provocando la relajación de los músculos inspiratorios y el vaciado de aire de los pulmones.

Sistema cardiocirculatorio

Anatómicamente, está formado por el corazón (constituido por cuatro cavidades: dos aurículas y dos ventrículos), una red de vasos sanguíneos de diferente calibre (arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas) y la sangre (formada por elementos formes -glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas- y plasma) que circula por estos vasos impulsada por el corazón.

Una red de vasos sanguíneos de diferente calibre y diferente función como las arterias (que proveen de sangre oxigenada los tejidos del cuerpo), las arteriolas (arterias de menor calibre que suministran sangre oxigenada a los órganos), las venas (que retornan la sangre desde los tejidos y órganos para que sea reoxígenada en los pulmones), capilares (son venas de pequeño calibre) y la sangre.

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Nota

Estos vasos sanguíneos son los protagonistas en la valoración del pulso cardíaco durante la atención, por lo que es básico el conocimiento de la ubicación de las principales arterias (radial, carótida y femoral) para la palpación del mismo, al ser este un sistema cuyo anómalo funcionamiento es señal de emergencia.

Desde el punto de vista fisiológico, el corazón realiza dos movimientos: sístole (salida de la sangre del corazón a través del ventrículo) y diástole (entrada de la sangre al corazón a través de la aurícula), provocando así las dos fases que componen el ciclo cardíaco:

  1. Circulación menor: la sangre sale del corazón pobre en oxígeno hacia los pulmones, donde se oxigena y sale de estos para volver de nuevo hacia el corazón cargada de oxígeno.
  2. Circulación mayor: la sangre sale del corazón rica en oxígeno hasta el resto de tejidos del organismo para propiciar el intercambio gaseoso a nivel celular y vuelve de nuevo al corazón.

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Actividades

6. Buscar información sobre los riesgos, a nivel circulatorio, que pueden derivarse de una inadecuada toma del pulso carótido.

Sistema neurológico

En cuanto a su anatomía, se habla de un sistema integrado por:

  1. Sistema Nervioso Central: es la parte protegida por estructuras óseas (cráneo y columna vertebral) y está constituida por el encéfalo y la médula espinal.
  2. Sistema Nervioso Periférico: no está cubierto por estructuras óseas y está integrado por un conjunto de células nerviosas denominadas neuronas, muy variadas en forma y función.

Atendiendo a su función fisiológica, este sistema es el encargado de regular los diferentes movimientos (reflejos o voluntarios) que se producen en el organismo.

Este sistema, a su vez, es el responsable de la conciencia y la memoria, lo que le hace ser uno de los sistemas que presenta mayor vulnerabilidad de quedar afectado en caso de accidente. Por ejemplo, ante un ahogamiento, el ser humano solo permanecerá consciente en una inmersión completa bajo agua durante un periodo de tiempo entre los 30 y 90 segundos, por lo que si el tiempo de inmersión se prolonga, tendrá lugar el deterioro de las funciones o una consecuencia fatal como resultado.

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Sabía que

A diferencia del resto de células, las neuronas no pueden regenerarse tras sufrir un daño.

Sistema digestivo

Anatómicamente, es el conjunto de órganos (boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso) encargado del proceso de la digestión.

Su función principal es la conversión de los alimentos en moléculas pequeñas que puedan ser asimiladas a lo largo de su estructura para poder ser utilizadas como nutrientes. Las funciones que cumplen de forma ordenada son: ingestión de alimentos, transporte de ellos a través de todo el tracto digestivo, secreción de líquidos y enzimas digestivas para la descomposición de los alimentos, digestión de los mismos, absorción de los productos resultantes de la digestión y eliminación de desechos a través de la defecación.

Haciendo alusión a sus requerimientos de primeros auxilios, este sistema se ve implicado en uno de los accidentes más frecuentes derivados de las actividades acuáticas como es el conocido vulgarmente como “corte de digestión”, denominado técnicamente como hidrocución, y que no es más que un cambio brusco de la temperatura corporal al introducirse la víctima en el medio acuático mientras hace la digestión.

Sistema genitourinario

Desde un punto de vista anatómico, este sistema es el conjunto de órganos cuyo funcionamiento está relacionado con la reproducción sexual, la sexualidad, la síntesis de las hormonas sexuales y la eliminación de desechos a través de la micción.

En la praxis de los primeros auxilios, ante un accidente acuático, este sistema se puede ver involucrado en la muestra de síntomas que puedan aportar información acerca del padecer de una víctima.

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Ejemplo

Si el accidentado presenta incontinencia de esfínteres, puede ser motivo, entre otras, de una lesión medular debido a un golpe en la espalda durante la entrada al agua, etc.

Sistema endocrino

Es el conjunto de órganos (glándulas) y tejidos del organismo que libera un tipo de sustancias (hormonas) con la finalidad de actuar como mensajeras que regulen las actividades de diferentes partes del cuerpo.

De las diferentes glándulas existentes se destacan, por ejemplo, las suprarrenales, que producen hormonas como la adrenalina, el cortisol, la aldosterona, etc., actuando como estimulantes del organismo. Estas, en niveles elevados y por diversos motivos, pueden suponer un serio problema en el caso de encontrarse la víctima en el medio acuático, ya que el agua es un medio inestable y variable, lo que, acompañado por una excesiva excitabilidad del sujeto por causas varias y, si fuese así, junto a un escaso nivel de nado, puede acarrear un accidente.

Sistema tegumentario

Constituido por el órgano encargado de la protección externa del cuerpo con varias capas y anejos. En definitiva, este sistema hace mención a la piel como protector externo del organismo y de cuya estructura se obtiene que está integrada por tres capas diferenciadas:

  1. Epidermis o capa más externa, cuya función es constituir una barrera impermeable para las sustancias externas.
  2. Dermis o capa intermedia, donde se encuentran los anejos cutáneos (pelo, uñas, etc.).
  3. Hipodermis o capa más profunda, que hace las funciones de protección del organismo, aportando amortiguación y aislamiento térmico.

A la hora de la prestación de ayuda inmediata se puede ver cómo la alteración de este sistema puede servir para la obtención de síntomas padecidos por la víctima.

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Ejemplo

Existen algunos signos observables en la piel que pueden dar pistas de que existe una patología importante, como es la cianosis, signo que indica falta de oxígeno, y en la que se observa coloración azulada en las mucosas o la piel, más habitual en labios, dedos, orejas, mejillas y nariz. Otro signo puede ser la Piloerección, o más conocida como piel de gallina, que entre otras causas, puede ser signo de hipotermia.

Sistema osteo-muscular

Este sistema es el resultado de la confluencia a nivel fisiológico de los aparatos osteoarticular y muscular, constituyendo en su conjunto el aparato locomotor.

En cuanto al primero, está integrado por los huesos y las articulaciones, siendo la parte estática o pasiva del aparato locomotor, mientras que el segundo es la parte activa y dinámica de dicho aparato, siendo el responsable del movimiento del cuerpo humano y estando constituido por el conjunto de músculos del organismo.

Desde la perspectiva de los primeros auxilios, este sistema es uno de los más afectados en accidentes como caídas, golpes, etc., dando lugar a una limitación o reducción de la movilidad y pérdida de autonomía física. En el ámbito de los primeros auxilios, los daños producidos sobre el sistema osteoarticular pueden suponer una difícil actuación, ya que fracturas y traumatismos craneales suponen un grave daño para el paciente.

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Actividades

7. Razonar y justificar la siguiente afirmación:

“El esqueleto de un adulto tiene aproximadamente 206 huesos, mientras que en un recién nacido este número es mayor”.

6.3. Signos y síntomas

Para no dar lugar a confusión, a continuación se definirán ambos conceptos:

  1. Signo: manifestación objetiva de una enfermedad o una alteración de la salud observable con evidencias en la biología de la víctima (por ejemplo: convulsiones o deformidad de un miembro).
  2. Síntoma: referencia subjetiva apreciable únicamente por el paciente o el enfermo acerca de una alteración orgánica o funcional propia (por ejemplo: el dolor).

Atendiendo a lo anterior se definirán, por su objetividad, unos signos vitales para la valoración de un accidentado:

  1. Respiración: entendida como el ciclo que comprende la suma de la inspiración y la espiración. Su frecuencia normal es de 16 a 20 respiraciones por minuto (rpm). En niños, es mucho más elevado, siendo normal de 20 a 30 respiraciones por minuto en la edad escolar.
    Nota: el descenso de la frecuencia respiratoria por debajo de sus valores normales se denomina bradipnea, mientras que el aumento se conoce como taquipnea.
  2. Pulso: transmisión del impulso cardíaco a las arterias del organismo. También es denominada Frecuencia Cardiaca. Su rango normal suele oscilar entre 60 y 80 pulsaciones por minuto en el adulto (lpm o ppm). En niños de menores de un año, el pulso puede ser de hasta 120-130 ppm.
    Nota: el incremento por encima de su frecuencia normal se conoce como taquicardia, mientras que a su descenso se le denomina bradicardia.
  3. Presión arterial: también conocida como tensión arterial, es la presión que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Para identificar su alteración en la prestación de auxilio interesa conocer sus signos y síntomas característicos:
 

Signos

Síntomas

Hipertensión

Palidez

Vómitos

Taquicardia

Dificultad para hablar

Sudoración fría

Náuseas

Mareo

Somnolencia

Calambres musculares

Visión borrosa

Sensación de estómago vacío

Hipotensión

Epíxtasis (sangrado nasal) Ojos inyectados en sangre

Dolor de cabeza intenso Mareo Dificultad para “pensar”

  1. Coloración cutánea: se produce como consecuencia de diversas circunstancias, como descenso de la temperatura corporal, falta de oxigenación de los tejidos tras la deprivación de este, y otras causas como contusiones, hemorragias o colapso.

Coloración

Sospecha

Palidez (piel y mucosas)

Palidez (solo piel)

Enrojecimiento

Cianosis (de rojo oscuro a amoratado)

Ictericia (de amarillo a verde oscuro)

Hemorragia interna.

Shock, lipotimia, síncope, frío y emoción.

Intoxicación por CO, insolación.

Falta de oxígeno.

Alteración de hígado.

6.4. Terminología básica médico-sanitaria

Para llevar a cabo una correcta aplicación de primeros auxilios en colaboración, tanto con otros socorristas como con el personal sanitario cualificado, es necesario comprender cierta terminología o expresiones básicas del ámbito medico-sanitario con el objeto de realizar una labor eficiente:

  1. Insuflaciones: introducir aire a una víctima que presenta deficiencia respiratoria mediante el mecanismo boca-boca, en adulto, y boca-nariz en niños pequeños.
  2. RCP: reanimación cardiopulmonar.
  3. DEA/DESA: desfibrilador externo semiautomático.
  4. Cánula de guedel: tubo de plástico curvo y rígido, con una apertura interior que se adapta a la forma de la boca y el paladar desde los labios hasta la faringe, que tiene como función mantener la vía aérea permeable.

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  1. PCR: siglas para nombrar la parada cardiorespiratora. No confundir con RCP, o reanimación cardiopulmonar.
  2. Ambú: balón de silicona o caucho flexible autoinflable con una válvula, que se conecta a mascarilla o a tubo oro traqueal que tiene como función aplicar ventilación manual al paciente que no respira por sí mismo. Se conecta también a una toma de oxígeno para proporcionar un aporte extra al paciente. Con él se pueden sustituir las respiraciones artificiales (boca a boca) durante la maniobra de RCP (reanimación cardiopulmonar). Existen diversos tamaños dependiendo de la complexión de la persona a ventilar.

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  1. PLS: posición lateral de seguridad en la que el lesionado se tumba sobre un costado, con la cabeza apoyada en un brazo y la pierna libre flexionada.
  2. Posición antishock o Trendelemburg: posición en la que la cabeza queda más baja que las extremidades inferiores, favoreciéndose así el riego sanguíneo de las partes vitales del organismo.
    Esta posición no debe usarse si el paciente está inconsciente, en ese caso, se debe usar la posición lateral de seguridad para permitir que la vía aérea permanezca permeable.

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Actividades

8. Describir los pasos para la colocación de la cánula de Guedel en una víctima inconsciente.

7. Técnicas de apoyo psicológico en primeros auxilios

Los accidentes son sucesos con un gran impacto emocional. Suceden de forma imprevista, por lo que la pérdida del bienestar de la persona se hace notable a diferentes niveles y con diferente grado de repercusión, constituyendo el psicológico uno de estos niveles.

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Nota

En este sentido, cobra importancia el apoyo psicológico en la prestación de ayuda al accidentado y a las demás personas involucradas en el mismo.

7.1. Principios de psicología general

Cuando se presta apoyo psicológico a una víctima, se procurará que este sea inmediato y próximo, así como constructivo y esperanzador.

Para conseguir esto, es imprescindible tomar la empatía como principio psicológico básico, que se entiende como la capacidad de ponerse en el sitio de los demás, es decir, que el socorrista sea capaz de vivenciar aquello que está sintiendo la víctima que auxilia, de entender su comportamiento. Esto será de gran utilidad para la comprensión de las reacciones emocionales desencadenadas y, en consecuencia, el establecimiento de las pautas de actuación.

7.2. Principios de la comunicación: canales y tipos. Comunicación entre primeros intervinientes, asistente-accidentado y asistente-familia

El interviniente se debe mostrar seguro a través de lo que dice y de cómo lo dice. En este sentido, tiene que considerar y cuidar el hecho de que la comunicación cuenta con una dimensión verbal y otra no verbal, siendo importantes ambas.

En cualquier comunicación se deben tener presentes los diferentes elementos que intervienen en ella, como son:

  1. Emisor: persona que transmite o comunica un mensaje.
  2. Receptor: persona que recibe e interpreta dicho mensaje.
  3. Mensaje: contenido de la información que el emisor comunica al receptor.
  4. Canal: elemento que conecta al emisor con el receptor.
  5. Código: conjunto de signos empleados para la codificación del mensaje entre emisor y receptor.
  6. Contexto: relación entre las palabras que componen el mensaje y que facilitan su comprensión.

Canales y tipos de comunicación

Tomando como referencia de canal de comunicación la propia voz de los intervinientes, se presta atención a los siguientes tipos de la misma que pueden estar presentes en la prestación de ayuda o auxilio en un accidente:

La comunicación verbal

El lenguaje es el elemento que permite el desarrollo de la comunicación verbal, y en ella hay que considerar elementos como:

  1. ¿Qué decir? Qué palabras o frases se utilizan para transmitir el mensaje. En primeros auxilios deben ser mensajes claros y que no den lugar a confusión.
  2. ¿A quién? El lenguaje ha de ser utilizado de una manera u otra en función del receptor.
    Nota: no se atenderá por igual a la víctima si es un niño, un anciano, etc.
  3. ¿Para qué? El hecho de comunicar un mensaje a un lesionado es para conseguir algo. Por ejemplo: tranquilizar a un accidentado una vez evacuado del medio acuático, haciéndole sentir seguro con la presencia y la atención del socorrista.
La comunicación no verbal

Se da paralela a la comunicación verbal e incluye, entre otros aspectos, los gestos, las expresiones, el tono de voz, etc. Así, se diferencia:

  1. Expresión facial: constituye un medio para expresar emociones y sentimientos. Apoya la comunicación verbal.
  2. Contacto ocular: debe llevarse a cabo durante el intercambio del mensaje con la víctima o con aquellas personas que alarmen del accidente.
  3. Gestos: ayudan a apoyar o a enfatizar el mensaje verbal que se pretende transmitir durante la intervención.
  4. Proximidad espacial: se debe cuidar la distancia a la que se habla con el accidentado para que no se sienta molesto o, por el contrario, perciba falta de seguridad por hablarle a metros de distancia.
  5. Las claves vocales: tono, volumen, velocidad, etc. pueden afectar al significado de las indicaciones que se hagan en la prestación de ayuda. Estas se consideran básicas en los primeros auxilios, especialmente entre los primeros intervinientes, tratando de utilizar términos básicos de auxilio (expuestos anteriormente), ya que en la atención dada debe ser inmediata, por lo que la pérdida del factor tiempo debe ser mínima.

Tomando estas medidas de comunicación no verbal como referencia, a continuación se expone un supuesto en el que un socorrista en una instalación acuática recreativa frecuentada por extranjeros tiene que atender a un bañista alemán que presenta un fuerte dolor en el hombro por una mala caída en el agua. Siendo consciente de que desconoce el alemán y el bañista apenas se expresa en castellano, como técnicas de relación interpersonal empleará un contacto visual permanente, tratando de captar cualquier detalle que le pueda aportar información de la causa del accidente. En combinación con lo anterior, empleará cualquier tipo de recurso expresivo corporal, como la expresión facial, para expresar desconocimiento de lo ocurrido, al mismo tiempo que tranquilidad. Usará gestos universales para, por ejemplo, expresar interrogación (brazos flexionados con manos abiertas, separadas estas del cuerpo y elevación de hombros).

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Nota

Otro recurso sería el contacto kinestésico para invitar al bañista a un lugar más adecuado para los primeros auxilios, transmitiéndole seguridad.

Comunicación entre primeros intervinientes

Existen ciertas habilidades que pueden mejorar la comunicación entre las personas que intervienen el socorro de un herido o accidentado. Estas son las siguientes:

  1. Liderazgo: como consecuencia de la situación de estrés reinante en un accidente, ejercer liderazgo por parte de uno de los intervinientes será primordial para que todas las maniobras se encaminen de forma conjunta con el mínimo margen de error posible.
  2. Comunicación: se centra en el uso adecuado de los canales y los tipos de comunicación con el fin de que las acciones a llevar a cabo sean significativas y no den lugar a desentendimiento entre los auxiliadores, desencadenándose así una mayor sensación de caos.
  3. Cooperación: durante el apoyo psicológico y emocional a la víctima es necesario sentar las bases de cooperación y coordinación de las tareas a realizar, antes de que tenga lugar una situación crítica.

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Actividades

9. Identificar el significado de los siguientes gestos que caracterizan una comunicación entre dos socorristas acuáticos ante una emergencia:

  1. Mano levantada con la palma abierta.
  2. Mano levantada con el puño cerrado.

Comunicación asistente-accidentado

En los accidentes en el medio acuático se encuentran patrones generales de comportamiento por parte de la víctima, destacando la entrada en un estado de pánico ante la valoración de peligro inmediato que ella misma hace de la situación.

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Nota

El lesionado que se encuentre en este estado presentará un nivel de activación tan elevado que impedirá comportamientos eficaces como puede ser la flotación.

Por otro lado, cuando el interviniente llega al lugar del accidente se suele encontrar con un entorno en el que tendrá que utilizar mensajes intensos e imperativos con las alarmadas personas que asisten a la escena (“¡No lo muevan!”. “¡Apártense, por favor!”), así como alentadores (“Soy el socorrista, ¡déjenme ayudarle!”). En consecuencia, la prestación de ayuda se deberá enfocar a atender la alteración emocional del accidentado mediante:

  1. Identificación de la condición de socorrista.
  2. Manifestación de seguridad y calma.
  3. Escuchar las necesidades y las molestias del accidentado mientras se le atiende.
  4. Comentar lo que se va haciendo, buscando la posible colaboración de la víctima.
  5. Permanecer con el accidentado dejando que cuente su historia y su versión de los hechos, ya que podrá aportar información básica para la ayuda a prestar y la gravedad de la situación.

Comunicación asistente-familia

Ante un accidente, los familiares del lesionado deberían permanecer cerca de este, siempre que no dificulten la labor de auxilio o estuvieran en un estado de alteración emocional que provocara unos efectos aún más contraproducentes.

Por ello, cuando el primer interviniente ha sido relevado por los equipos de urgencia, una de las acciones útiles es la de atender el estado de crisis en el que se puedan encontrar los familiares del accidentado. En este sentido, la ayuda que se ofrezca irá encaminada a:

  1. Proporcionar apoyo.
  2. Proporcionar enlace con recursos de ayuda.

7.3. Mecanismos de defensa de la personalidad

Estos mecanismos tienen como finalidad la adaptación del sujeto a la realidad del momento. A continuación, se muestran aquellos más relacionados con el ambiente psicológico que puede envolver una situación de urgencia en una instalación acuática:

  1. Represión: rechazar fuera de la conciencia aquello que resulta penoso, doloroso o inaceptable.
  2. Desplazamiento: desviar la energía que produce un afecto o una emoción.
  3. Negación de la realidad: realizar y lograr de forma imaginaria aquello que difícilmente se podría alcanzar en la realidad.
  4. Conversión: transformar la carga emocional reprimida en un síntoma somático, siendo su más claro ejemplo la histeria.
  5. Negación: evitar una representación desagradable sin anularla ni rechazarla, sino negando la realidad en sí misma.

7.4. Habilidades sociales en situaciones de crisis: escucha activa, respuesta funcional y comunicación operativa

Entre las principales habilidades a nivel social que debe presentar y caracterizar a una persona que preste primeros auxilios se encuentran:

  1. Escucha activa: escuchar activamente consiste en prestar atención a lo que una persona cuenta y, además, hacérselo ver a nivel verbal y no verbal, mediante el contacto ocular que denote asentimiento, gestos faciales y posturas que muestren interés, etc.
  2. Respuesta funcional: tiene como objeto aportar una solución práctica y útil del accidente, tratando de llevar consigo el mínimo posible de secuelas negativas o desfavorables hacia el lesionado.
  3. Comunicación operativa: se basa en el intercambio de mensajes útiles (víctima-socorrista o socorrista-socorrista), tratando de obtener los resultados más favorables posibles de la actuación de auxilio.
    Nota: en este sentido, cabe mencionar la aportación, por parte de las personas que efectuaron la ayuda primaria e inmediata, de la mayor información posible al personal sanitario especializado previa llegada de estos.

7.5. Perfil psicológico de la víctima

En la prestación de auxilio a un accidentado en una instalación acuática se debe ser consciente de que es muy probable que dicha víctima se comporte de un modo diferente a como se pudiese mostrar en un medio más estable y conocido. A continuación, se expone, a nivel cognitivo y emocional, una serie de características que pueda presentar el lesionado:

COGNITIVO

EMOCIONAL

Valoraciones irracionales.

Pensamientos negativos.

Desorganización en la toma de decisiones.

Bloqueo en el análisis de información.

Falta de autoconfianza.

Concentración deteriorada.

Focalización inadecuada de la atención.

Olvido de aspectos relevantes.

Sensación de falta de control.

Shock emocional.

Estupor.

Tristeza.

Irritabilidad.

Ira.

Negación.

Ansiedad.

Culpabilidad.

Aprensión.

Indefensión.

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Actividades

10. Indicar, al menos, tres características cognitivas y tres emocionales que presentaría una víctima que, con pánico al agua, se enfrenta a su primera clase de natación.

7.6. Apoyo psicológico ante situaciones de emergencia: crisis, duelo, tensión, agresividad, ansiedad

Si por algo se caracteriza un accidente o una situación de emergencia es por el ambiente de caos que puede reinar, por lo que el apoyo psicológico prestado debe contemplar, en líneas generales, una serie de factores:

  1. Intentar parar el desequilibrio psicológico provocado por la situación.
  2. Trasladar a la persona afectada a un lugar calmado y alejado de la muchedumbre.
  3. Mostrar confianza para ganar el control de la situación.
  4. Ponerse físicamente a nivel de la persona.
  5. Evitar negar, juzgar o discutir los sentimientos del afectado.
  6. Ayudar a la víctima a tomar contacto, lo antes posible, con personas allegadas o familiares.
  7. Motivar a las personas ante el enfrentamiento de la situación, sin crear excesivas o falsas expectativas o esperanzas.
  8. En el caso de que la víctima muestre agresividad, tratar de tranquilizarla o, en caso que sea necesario, requerir la presencia de orden público.

Tomando lo anterior como referencia, a continuación se expone el supuesto de un monitor de natación de una instalación acuática en cuya piscina ha tenido lugar el ahogamiento con consecuencias fatales de un niño que practicaba natación, a pesar del intento del socorrista por salvar su vida. Ante este hecho, observado en todo momento por los padres del menor, se produce un estado de tensión ambiental en el lugar, dando pie a tres tipos de situaciones:

  1. Duelo: por parte de la madre del niño fallecido, por lo que en su comportamiento se observarán conductas de negación, sorpresa, shock, etc.
    Nota: para ello se emplearán como técnicas de intervención alejar a la madre del lugar, respondiendo con paciencia y de forma clara y precisa a sus preguntas, mostrando interés en su pesar, entendiendo las reacciones emocionales al dolor y no reprimiéndolas, puesto que ayudarán a su desahogo.
  2. Ansiedad y angustia: en el monitor responsable interventor ante el pensamiento de que podía haber hecho algo más.
    Nota: se le dará respaldo emocional como a una víctima más, manteniéndolo en compañía en un lugar alejado y abierto para aminorar una posible opresión en el pecho que le dificulte la respiración, animando su deseo de llorar, a que reconozca y exprese sus sentimientos.
  3. Agresividad: en el padre del menor, teniendo como centro de sus represalias el monitor en cuestión. Ante esta situación, como socorrista se le tratará de calmar, para lo que incluso puede que se requieran la presencia de servicios de orden público. Hay que hacerle ver que ese comportamiento no va a revertir el desenlace del accidente y hay que acompañarlo en su dolor, compartiendo sus sentimientos de tristeza y animándolo a que se relaje y respire tranquilamente.

7.7. Técnicas de autocontrol ante situaciones de estrés

El estrés se entiende como la condición que resulta cuando la interacción entre una persona y su ambiente le llevan a percibir una discrepancia, real o no, entre aquello que requiere la situación y sus recursos, tanto a nivel biológico, como psicológico y social.

En base a ello, el autocontrol emocional es la capacidad que permite a una persona controlar sus emociones y que estas no la controlen a ella. A tal fin, las autoinstrucciones se sitúan como las técnicas de autocontrol más eficaces en la intervención. Estas autoinstrucciones son mensajes mentales que ordenan una respuesta acerca de la situación presente y se basa en tres aspectos:

  1. ¿Qué está pasando? A modo de ejemplo puede servir la situación en la que un bañista de elevada edad se encuentra tumbado en el suelo quejándose de dolor intenso en la cadera.
  2. ¿Qué puedo hacer? Siguiendo el ejemplo anterior, comprobar si presenta alguna deformidad como consecuencia de una fractura.
  3. ¿Cómo lo hago? Mediante la palpación de la zona afectada.

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Actividades

11. Basándose en las tres autoinstrucciones anteriores, ¿cómo se aplicarían ante un bañista que se desvanece en el suelo tras un dolor intenso en el pecho?

7.8. Mecanismos de defensa

Ante una situación estresante, la víctima suele desencadenar una serie de mecanismos como medio de defensa ante el conflicto psicológico-emocional producido, centrándose en la no aceptación de la realidad o la evasión de la misma. Entre estos mecanismos se encuentran:

  1. Afiliación: la víctima busca ayuda y apoyo en los demás.
    Es el caso más claro en una instalación acuática en la que un accidentado recurrirá al socorrista para recibir auxilio.
  2. Altruismo: el lesionado se enfrenta al conflicto satisfaciendo las necesidades de los demás. Puede ser, por ejemplo, el caso de los testigos presenciales ante un ahogamiento.
  3. Autoafirmación: el sujeto se enfrenta a la situación expresando directamente sus sentimientos. Se suele mostrar como un mecanismo de desahogo ante la crisis emocional presente.
  4. Sentido del humor: el accidentado se centra en los aspectos divertidos o irónicos como mecanismo de canalización de las situaciones estresantes.

7.9. Medidas, técnicas y estrategias de autocontrol emocional para superar situaciones de ansiedad, agresividad, angustia, duelo y estrés

Las emociones son reacciones naturales que permiten a una persona ponerse en alerta ante determinadas situaciones que impliquen peligro, amenaza, etc.

Al igual que dos accidentes no son iguales, cada persona es un mundo, por lo que se exponen a continuación diversas técnicas de autocontrol emocional de gran utilidad para la superación de situaciones de emergencia que requieran la prestación de primeros auxilios:

  1. Control de la respiración: muy eficaz para el control de reacciones fisiológicas antes, durante y después de enfrentarse a situaciones emocionalmente intensas.
    Consiste en llevar a cabo una respiración abdominal, concentrándose en las fases respiratorias (inspiración y espiración) de forma pausada.
  2. Detención del pensamiento: se centra en el control del pensamiento, focalizando el pensamiento negativo o la situación de estrés y sustituirlo por pensamientos positivos para solventar la situación.
  3. Relajación muscular: se basa en la visualización mental de un pensamiento apacible y la relajación progresiva muscular mediante la abstracción, la concentración y el control de la respiración.
  4. Ensayo mental: se trata de imaginar cómo se produciría tal situación, de tal forma que se visualice mentalmente aquello que se dirá o se hará.

Se tratará de aplicar estas técnicas ante situaciones que provoquen un desequilibrio emocional en la víctima, intentando reducir o eliminar aquellos factores que desencadenen un estado de ansiedad en el afectado, estando relacionados estos con una serie de reacciones consideradas normales ante situaciones de emergencia o accidente:

  1. La intensidad de la situación de emergencia vivida, así como el impacto posterior de la misma sobre la vida de la persona, pudiendo llevar esto a una incapacidad para pensar o actuar con claridad e incluso a un bloqueo emocional.
  2. El significado que la propia víctima atribuye a tal situación, llevando a desencadenar intensas reacciones de dolor emocional, llanto, etc.; por ejemplo, ante el fallecimiento presenciado de un ser querido por ahogamiento.
  3. Momento en el que el acontece el accidente, relacionado este con el estado de vulnerabilidad de la víctima, dando lugar a reacciones exageradas o no habituales.
  4. Posible ausencia tanto de mecanismos de afrontamiento ante el accidente como de apoyo social, desencadenando esto una manifestación de culpa del socorrista ante el fallecimiento de una víctima.

A continuación se analiza un supuesto en el que se ofrece apoyo psicológico a una persona que, a pesar de su intento incansable por aplicar primeros auxilios a una víctima de ahogamiento, esta acaba falleciendo. En primera instancia, se encontrará a una persona con una excesiva preocupación sobre lo ocurrido, autoadministrándose una gran culpa, mostrando incluso pánico ante la incredulidad del desenlace, con una gran activación e inquietud por buscar una posible solución aunque no exista. En consecuencia, la intervención se centrará en unas acciones orientadas a que aporte su versión de los hechos sin interrumpir el relato, a que exprese sus sentimientos y se desahogue llorando, facilitándole que se relacione con algún familiar.

7.10. Afrontamiento y autocuidado

Un accidente suele ocasionar un estado de caos o de tensión generalizada entre las personas asistentes al mismo, además de la víctima o las víctimas implicadas en él. Es por ello que el primer interviniente o socorrista debe presentar un alto nivel de autoestima para ser capaz de afrontar tal situación de la manera más eficaz y autónoma posible, siendo siempre consciente de sus propias posibilidades y limitaciones.

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Nota

En cuanto al autocuidado del auxiliador, destaca la actualización permanente y la formación continua en materia de técnicas y maniobras de primeros auxilios y salvamento acuático, con especial énfasis en las posibles modificaciones que puedan surgir.

8. Resumen

Como se ha podido comprobar a lo largo de este primer capítulo, son numerosos los aspectos a tener presentes en una intervención puntual de prestación de auxilio. Así, esta ayuda primaria e inmediata varía tanto en función de las necesidades de la víctima como de los conocimientos de la persona que socorre, por lo que será tan importante saber aquello que no se debe hacer como saber qué hacer, siendo consciente en todo momento de las posibilidades y limitaciones propias.

Es por ello que, debido a la continua evolución sociológica, se hace imprescindible generalizar a la población la necesidad de adquirir y ser conocedor de unas nociones básicas para prestar los primeros cuidados a víctimas de cualquier accidente o enfermedad repentina hasta la llegada de los servicios sanitarios especializados. Como premisa final, y puesto que nadie está libre de verse implicado en tal situación, los intervinientes deberán saber en todo momento cuál es su cometido para no interferir o duplicar medios y esfuerzos.

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Ejercicios de repaso y autoevaluación

1. ¿Cuál de los siguientes no es un objetivo primordial en la prestación de primeros auxilios?

  1. Trasladar al lesionado a un lugar más calmado para que relate su versión de los hechos.
  2. Impedir el agravamiento de las lesiones.
  3. Conservar la vida del accidentado.

2. ¿Qué significa el acrónimo PAS?

  1. Proteger-Avisar-Socorrer.
  2. Proteger-Atender-Socorrer.
  3. Prevenir-Avisar-Socorrer.

3. ¿Cuál de las siguientes respuestas supone un delito en primeros auxilios?

  1. Vulneración del Código de Seguridad Laboral.
  2. Delito de irresponsabilidad civil.
  3. Denegación de auxilio.

4. ¿Qué medidas preventivas se deben tener en cuenta en la prevención de contagios y enfermedades en la prestación de auxilios?

  1. Lavarse las manos al finalizar la intervención.
  2. Empleo de guantes y mascarilla.
  3. Todas las respuestas anteriores son correctas.

5. El sistema neurológico es el encargado de

  1. … la circulación nerviosa.
  2. … la memoria y el pulso nervioso.
  3. … la conciencia.

6. El descenso de la frecuencia respiratoria por debajo de sus valores normales se denomina

  1. … bradicardia.
  2. … bradipnea.
  3. … taquipnea.

7. ¿Qué puede significar la coloración cianótica del rostro de una víctima de un accidente acuático?

  1. Hemorragia interna.
  2. Falta de oxígeno.
  3. Insolación.

8. El contacto ocular, los gestos y la distancia espacial son aspectos propios de

  1. … la comunicación no verbal.
  2. … la comunicación verbal.
  3. … ambos tipos de comunicación.

9. ¿Cuál de las siguientes respuestas no se corresponde con las características a nivel emocional de una víctima de accidente?

  1. Culpabilidad.
  2. Ira y tristeza.
  3. Falta de autoconfianza.

10. ¿Cuáles son las tres autoinstrucciones por parte del socorrista ante una situación estresante de auxilio?

  1. ¿Qué está pasando?, ¿qué puedo hacer? Y, ¿cómo lo hago?
  2. ¿Qué está pasando?, ¿quién me puede ayudar? Y, ¿cómo me puede ayudar?
  3. ¿Qué le ha pasado al lesionado?, ¿qué no debo hacer? Y, ¿cómo lo hago?