Definiciones de psicoterapia

Es relativamente poco frecuente que quienes piensan o escriben sobre psicoterapia se preocupen por proponer una definición general de la misma. No es tan extraño. Pocos libros de medicina o de biología proponen ni siquiera una definición de enfermedad o de ser vivo. El problema en nuestro caso es que el término psicoterapia se aplica actualmente a prácticas muy diferentes, llevadas a cabo por agentes distintos y con propósitos diversos. Por ello revisaremos algunas definiciones (la mayor parte de ellas seleccionadas por Mahoney (1995) de las propuestas por 81 expertos (Zeig y Munion, 1990) antes de intentar delimitar con la nuestra el campo al que vamos a referirnos en este trabajo.

Las definiciones lo suficientemente extensas como para incluir la gama completa de intervenciones que reclaman el nombre de psicoterapia tienen el inconveniente, de ser poco específicas y de extenderse sobre el terreno poco claro del crecimiento personal o la búsqueda de experiencias. Un excelente ejemplo de este tipo de definición es la propuesta por Judd Marmor:

Psicoterapia es un proceso en el cual una persona que desea cambiar síntomas o problemas en su vida, o que busca el crecimiento personal, entra en un contrato implícito o explícito, para interactuar verbal o no verbalmente, en una forma prescrita con una persona o personas que se presentan a sí mismos como agentes de salud (Mahoney 1995).

La definición propuesta por el propio Mahoney tiene el mismo inconveniente (además de una carga ideológica mucho mayor).

Psicoterapia es una relación cultural especial entre un profesional de ayuda y un grupo o individuo como clientes. Trabajando desde un racional teórico que incluye asunciones básicas acerca de la naturaleza humana y el proceso del desarrollo psicológico, el psicoterapeuta trabaja con el cliente para crear una alianza segura, estable y de cuidado en la que y desde la que el cliente pueda explorar, con frecuencia vía técnicas ritualizadas, pasado, presente y posibles vías de experimentar el self, el mundo y su relación dinámica (Mahoney 1995).

La carga ideológica es también el inconveniente de definiciones, como la de Pierre Bernard Schneider que reservan el término psicoterapia para las terapias (término aplicable para las otras) que se basan en determinado modelo psicopatológico (aunque es una definición rigurosa e interesante, entre otras cosas, porque sitúa la psicoterapia en el terreno de la práctica médica).

La psicoterapia es un método médico de tratamiento de los trastornos físicos y psíquicos debidos a conflictos intrapsíquicos conscientes e inconscientes sin resolver, que exige por una parte del paciente un compromiso voluntario, una colaboración y el deseo y la posibilidad de entablar con el psicoterapeuta una relación interpersonal subjetiva muy particular a la que se llama relación psicoterapéutica, que permite que se establezca un proceso psicoterapéutico en el cual el lenguaje interviene como modo preferente de comunicación. El fin ideal de la psicoterapia es permitir al paciente resolver por sí mismo los conflictos intrapsíquicos teniendo en cuenta su ideología y, en ningún modo la del psicoterapeuta (Schneider 1976).

Otras, más que descripciones, son definiciones normativas que apuntan más a un deber ser que a un dar cuenta de la práctica realmente existente. Así Emelkamp (Mahoney 1995) exige una metodología científica de base que, en realidad, ha sido la excepción en la historia real de las psicoterapias

Psicoterapia es la aplicación de procedimientos científicamente evaluados que capacitan a las personas para cambiar sus comportamientos, emociones o conductas maladaptativos, por ellos mismos (Mahoney 1995).

En ocasiones el carácter normativo no nos refiere a pretensión de cientificidad sino a un determinado criterio ético o moral. Albert Ellis es paradigmático en este sentido

La psicoterapia consiste en ayudar a la gente a ver y cuestionar seriamente sus imperativos conscientes e inconscientes utilizando un repertorio de métodos cognitivos, emotivos y conductuales y, de este modo, hacerlos menos perturbados y menos perturbables (Mahoney 1995).

O, en la misma línea, Whitaker, que tiene, además, el problema de suponer que uno puede ser más o menos uno mismo.

Psicoterapia es una paternidad adoptiva profesional con la función deliberada de facilitar el intento del paciente de ser más él mismo (Mahoney 1995).

Para Thomas Szazs esto no es de extrañar ya que:

La pregunta sobre “¿Qué es la psicoterapia?” presupone que la psicoterapia existe. Yo creo que no es así. Como la enfermedad mental la psicoterapia es una metáfora y, como metáfora extensa, un mito… El término psicoterapia denota varios principios y prácticas de éticas seculares. Cada método o escuela de psicoterapia es, por consiguiente, un sistema de ética aplicada volcado en el idioma del tratamiento; cada uno refleja la personalidad, valores y aspiraciones de su fundador y sus practicantes (Mahoney 1995).

Intentos más descriptivos y pretendidamente más neutros serían aplicables a muchas otras prácticas que nadie consideraría psicoterapia. Así sucede por ejemplo con la definición de Paul Watzlawick

Psicoterapia intenta cambiar las asunciones de las personas acerca de la naturaleza de la realidad, asunciones que ellos consideran son verdad, objetivos o aspectos platónicos del mundo “real” (Mahoney 1995).

Lo mismo sucede con la propuesta de Mahoney de definir sencillamente la psicoterapia como un intercambio existencial (Mahoney 1995).

Existen definiciones eclécticas bien construidas como la de Sol Garfield que no tiene más inconveniente que la de la vaguedad del término problema y la gratuidad de la suposición de que lo que diferencia al terapeuta del paciente es su grado de salud mental (y no su posición en la tarea común).

Psicoterapia es un proceso interpersonal planificado en el cual la persona menos trastornada, el terapeuta, intenta ayudar a la más trastornada, el paciente, a superar su problema (Mahoney 1995).

La definición elaborada por la Danish Psychiatry Society, adoptada por el grupo de trabajo de la Unión Europea de Médicos Especialistas presupone una base científica e incluye (en un matizado y/o) objetivos como la mejor función emocional o social.

La psicoterapia es un método psicológico de tratamiento con base científica. A menudo se aplica para aliviar el sufrimiento psiquiátrico. La realiza una o varias personas, calificadas por su formación. Establecen un contrato con uno o varios pacientes con el objetivo de aliviar el dolor por síntomas y/o modificación de rasgos de personalidad y/o mejor función emocional o social y de liberar potencialidades sanas de desarrollo.

Nuestro grupo de trabajo (Fernández Liria, Hernández Monsalve, Ro­drí­guez Vega, Benito Cano y Mas Hesse, 1997) utilizó como definición de psicoterapia la siguiente:

Un proceso de comunicación interpersonal entre un profesional experto (terapeuta) y un sujeto necesitado de ayuda por problemas de salud mental (paciente) que tiene como objeto producir cambios para mejorar la salud mental del segundo.

Esta definición pretende circunscribirse a aquellas prácticas de las que reclaman el nombre de psicoterapias en las que se pretende actuar sobre problemas de salud mental (a punto estuvimos de utilizar el término trastornos mentales) excluyendo las que persiguen objetivos como el autoconocimiento, el desarrollo personal o el acceso a experiencias más o menos interesantes (que nos parecían irrelevantes para una reflexión planteada desde la psiquiatría pública).

Se matizó esta definición con algunas aclaraciones que citamos textualmente

Esta definición excluye otra serie de prácticas que pudieran, en alguna medida, ser consideradas afines, como son:

Otras relaciones de ayuda (amigos…) en los que el que la da no es un profesional experto.

Consejo médico o psicológico en el que el experto se limita a poner a disposición del cliente información que le permite realizar una elección cuya realización no está impedida por patología mental 1.

Manejo clínico de un tratamiento medicamentoso, en el que el objetivo es garantizar las condiciones (de información confianza en el médico, expectativas, adherencia al tratamiento) que permiten optimizar el efecto e la medicación prescrita.

Como nota adicional convinimos que la psicoterapia supone la posibilidad de construir una versión del problema presentado por el paciente en el que este aparece como implicado personalmente en el origen, el mantenimiento o las posibilidades de resolución del mismo.

Si nuestro objetivo no hubiera sido construir por consenso una definición a partir de una reflexión conjunta sobre nuestra práctica hubiéramos podido adoptar la impecable definición de Jorge Luis Tizón (1992).

La psicoterapia consiste en la aplicación metódica de técnicas y procedimientos psicológicos en el tratamiento de los problemas de conducta, los trastornos mentales o el sufrimiento humano (no sólo psicológico).


1. Es consejo si se dice algo como “debe dejar de fumar porque en su caso –bronquitis crónica– fumar entraña tales y cuales riesgos”. Hay psicoterapia si se inicia una intervención para resolver el problema de que el cliente no puede dejar de fumar aunque conozca los peligros y quiera hacerlo. Lo mismo será aplicable en el caso de un consejero matrimonial.