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El método de Raniere

Tras la declaratoria de culpabilidad emitida contra Raniere el 19 de julio de 2019, el cuento de la “misión del hombre más inteligente del mundo”, con el que quiso ocultar la autoría de sus atrocidades, ardió sin remedio y tomó su lugar la figura del Raniere inescrupuloso, delincuente, embaucador profesional y depravado con la cual terminará sus días.

Los alumnos que ingresaban a las instalaciones de Nxivm en cualquier lugar del mundo y miraban la foto de su sonriente líder, vestido con camisa negra de lino, barba de tres días y peinado de raya en medio, nunca imaginaron sus alcances criminales, conmovidos como estaban con la magnitud de sus lecciones. Justo ahí fue donde se asentó el andamiaje del engaño de Raniere: en construir un método que en apariencia impulsaba el mejor desempeño social de las personas, pero que en realidad era una forma de justificar su propia vena antisocial.

A ojos de los individuos más precavidos, debe resultar asombrosa la tenacidad de Keith Raniere para pisotear mínimas normas de convivencia social, como admirables sus arrestos para conquistar durante lustros a decenas de mujeres, sobre todo siendo un tipo que no supera el 1.70 de estatura, que no es demasiado guapo y que, según el recuerdo de quienes lo conocieron, resultó ser alguien melancólico, resentido, sobreactuado, embustero y mustio, aparte de completamente siniestro.

Sin desear menospreciar los afectos que ganó con el poder de su labia y encanto, en definitiva la gran obra de Raniere fue la creación de una empresa de cursos de autoayuda de la que derivó el corporativo Nxivm y cuyo eje, donde reposaban todas las enseñanzas prometidas, era el Executive Success Programs (ESP), nombre oficial de la organización en México. Al embuste construido desde su infancia de ser un iluminado, a mediados de la década de 1990 Raniere agregó la figura del novedoso gurú de la autoayuda. El resultado fue la salida al mercado de un proyecto que presumía contar con las herramientas para liberar el potencial de las personas, a las que encaminaba rumbo a la creación de un mundo mejor. De acuerdo con un anuncio que la empresa pagó en una revista de ciencia editada en Monterrey, Nuevo León:

ESP es un programa de entrenamiento enfocado en crear consistencia en todas las áreas, y ayuda a desarrollar las habilidades prácticas, emocionales e intelectuales que la gente necesita para alcanzar su máximo potencial. Todos los programas de ESP utilizan una tecnología de punta con patente en trámite llamada “cuestionamiento racional” (rational inquiry), una ciencia basada en la creencia de que entre más consistentes sean las creencias y patrones de conducta de un individuo, más exitoso será en todo lo que haga.1

Raniere salió al mercado con Nxivm en los tiempos en que el coaching, entendido como el proceso en que un maestro proporciona a otros las herramientas para alcanzar sus metas, vivía una época dorada. Aunque lo presumió como una innovación en el mercado, tanto el concepto rational inquiry como los cursos, en realidad lo que hicieron fue mezclar ideologías y prácticas ya acreditadas, de las que tomaron pequeñas dosis para dar forma al método Raniere. Luego el líder desplegó un plan: los primeros invitados a los cursos recibirían beneficios económicos para atraer a más personas y, así, la hermandad piramidal crecería, pues serían los mismos alumnos quienes difundirían la marca y la saturarían de encomios: “El descubrimiento de Raniere sobre investigación racional es el mayor logro humano desde que el hombre inventó la escritura”, se atrevió a decir su socia Nancy Salzman, con lo cual se dio vida a uno de los muchos ardides publicitarios que se dirigían al público.

Su sistema, que funcionaba en la mayoría de los casos, no fue creación de un día; Raniere lo perfeccionó durante al menos una década. Pero si se pretendiera hallar un origen, quizá sea el trabajo de la escritora Ayn Rand (1905-1982) —de quien tomó algunos conceptos— el que más impactó en su ideología. La filósofa rusa sustentó su obra en los principios de individualidad, libertad y autodeterminación, y se le atribuye la creación del objetivismo, doctrina que plantea celebrar la propia vida antes de pensar en la del resto de los mortales. Con un creciente narcicismo —cultivado, por cierto, desde su infancia—, muy pronto el neoyorquino presumiría ser una combinación de la inteligencia de Albert Einstein, el corazón de Gandhi y el físico de Jim Thorpe, atleta que ganó un par de medallas de oro en las olimpiadas en la especialidad de pentatlón, además de poseer una prolífica carrera en el futbol americano. En otro de sus trucos publicitarios, el líder garantizaba acercar esos logros a quien siguiera sus enseñanzas.

De los cientos de libros que Raniere tenía en su biblioteca —a la que tuve la oportunidad de acceder por extrañas circunstancias que más adelante detallaré—, destacan los temas en los que él alardeaba tener cierta erudición: bioquímica, psicología, psicología matemática, inteligencia artificial, anarquismo, motivación humana, lenguaje y memoria. Pero entre los clásicos —como 1984 de George Orwell y Siddhartha de Hermann Hesse— y obras de diversas temáticas encontré dos libros que llamaron especialmente mi atención: México, un paso difícil a la modernidad, cuya versión en inglés es México: The Policy and Politics of Modernization, escrito por el expresidente Carlos Salinas de Gortari; y How to Develop your ESP Power, de Jane Roberts, autora del género paranormal, cuyo sistema presenta serias coincidencias con la propuesta que planteó Raniere en el caso de Nxivm.

¿Acaso fue mera coincidencia que alguien iniciara una empresa con las iniciales ESP luego de leer un libro que en su título lleva esas mismas siglas? La escritora Roberts ha sido objeto de estudio, pues reveló tener una personalidad masculina alternativa, a la cual nombró Seth. A través de la tabla ouija o de grabaciones de audio, Jane escuchaba cómo Seth le dictaba maravillas que ella sólo se limitaba a pasar al papel. En ese estado de trance fue que “escribió” su primer proyecto How to Develop your ESP Power, en el que, de acuerdo con una reseña del libro, “comparte con sus lectores el camino hacia sus propias conciencias superiores” y registra algunas de sus primeras experiencias para lograr una mayor autorrealización. Aunque nacida en Albany —casualmente vivió en Saratoga, un área cercana a donde se estableció el cuartel general de Nxivm—, llegó a decir que Seth, la versión espiritual de sí misma, era alguien con “una inteligencia que reside fuera del tiempo y el espacio”, algo que Raniere pensaba sobre su propia persona. Entre las ideas generales de Roberts, tomadas de sueños precognitivos que trasladó a un diario, se encuentran los sentidos y el ego internos, el tiempo psicológico, el subconsciente, la “reencarnación”, la clarividencia y la telepatía. Conceptos que, por lo menos la mitad de ellos, forman parte del marco teórico raniereano. ¿Coincidencia?

Pero si de algún lugar sustrajo Raniere materiales para el proyecto de Nxivm fue de la cienciología, la seudorreligión de L. Ron Hubbard que nunca logró desprenderse de las acusaciones de ser una organización de culto, a la cual se adhirieron famosos como Tom Cruise, John Travolta, Kirstie Alley y Jason Lee. Una prueba contundente la ofreció Heidi Hutchinson, la hermana de Gina que ayudó a Keith a resolver su examen IQ y que posteriormente denunció en entrevista que ella dio a Raniere documentos de los cursos de cienciología a los que había asistido.

Los paralelismos entre ambos líderes y sus “creaciones” son altamente sospechosos. Ambos eran mitómanos y con tendencias criminales. En el caso del muy venerado Hubbard, él mismo hizo pública una biografía en la que aseguraba ser el Eagle Scout más joven de la historia, además de ser hermano de sangre de la tribu Blackfeet Native, y nieto de un potentado dueño de amplios territorios donde solía convivir con caballos salvajes. Alegaba también ser un habilidoso y temerario piloto, aunque investigaciones posteriores desmintieron ésos y otros bulos más. De lo que sí no hay duda es de la fértil imaginación de Hubbard, quien llegó a escribir más de cien textos de ciencia ficción y fantasía antes de publicar el que lo hizo famoso: Dianetics: The Modern Science of Mental Health,2 en el cual el autor promovía la ciencia moderna de la salud mental que, a la postre, se convertiría en el texto fundacional de su exitosa iglesia. “Para sus seguidores, L. Ronald Hubbard era más grande que la vida. Aunque fuera una imagen de su propia creación”, expresó sin rodeos un juez de la Corte Superior de Los Ángeles, mientras presidía una demanda a la Iglesia Scientology en 1984. El fundador de la cienciología, dijo, era “virtualmente un mentiroso patológico” sobre asuntos de su pasado. “Con una pizca de verdad, inventó elaboradas historias sobre una vida que aparentemente deseaba que fuera la suya”, dicta el primer párrafo de un reportaje de Los Angeles Times, diario en el que se exhibieron sus mentiras, como las que decían que era físico nuclear o piloto de guerra.3

Otra de las semejanzas es que tanto Hubbard como Raniere estaban obsesionados con ser catalogados como las personas más éticas del mundo, reconocimiento que permitieron que sus discípulos difundieran, pero que se contradecía en los hechos cuando ordenaban actos ilegales y, por consecuencia, inmorales.

Cuando la mexicana Daniela Fernández se capacitó para servir como hacker de Raniere, entró en conflicto y le preguntaba cómo era posible que el líder de una organización como Nxivm hiciera cosas ilegales. El Master la tranquilizó: “Hacemos cosas éticamente reprobables para volver este mundo más ético”, especificó ella en el juicio contra el líder celebrado en Brooklyn, Nueva York.

Otra misteriosa casualidad es el celo con que ambos líderes mantenían sus enseñanzas en secreto, como si fueran la fórmula de la Coca Cola. Nxivm obligaba a sus estudiantes a firmar acuerdos de confidencialidad que estipulaban que serían acreedores a demandas en caso de que se atrevieran a difundir material sobre su formación. Muy pronto la directiva de la organización evidenciaría que las condiciones del convenio no eran tan sólo un amago: a los cuatro años del inicio de operaciones se abrió el primer litigio por esa causa. La exalumna Stephanie Franco entregó información a Rick Ross, experto en organizaciones de culto, que a su vez la dio al psiquiatra forense John Hochman que, en un texto demoledor, concluyó, entre otras cosas, que se trataba de “un lavado de cerebro muy costoso”. Tras publicar los resultados de sus pesquisas en su página web, Ross fue demandado por 10 millones de dólares junto con Franco, a quien se incluyó en la demanda como coacusada. A Ross lo investigaron ilegalmente, intervinieron sus cuentas bancarias, espiaron sus comunicaciones y rondaron su residencia para obligarlo a retractarse, pero nunca pudieron con él.

Con el intento de silenciar a Ross, Vanguard no hizo sino reflejarse en el espejo de Hubbard, quien ya en 1955, en el artículo titulado: “La cienciología. Manual sobre la difusión del material”4, apuntaba que “el propósito de la demanda es hostigar y desalentar en lugar de ganar. La ley se puede usar muy fácilmente para acosar, y de todos modos el acoso suficiente sobre alguien que está en el límite será suficiente para causar su muerte profesional”. Lo cierto es que a partir de ese pleito con Rick Ross, Raniere se entusiasmó con la táctica y demandaba a la menor provocación. Aparte de esa agresiva estrategia, el director de Nxivm contaba con el apoyo de las hermanas Bronfman, quienes gastaron, de acuerdo con las declaraciones del abogado de Ross, Peter Skolnik, a The New York Times, cerca de 50 millones de dólares en tratar de silenciar a los “enemigos” de la Misión.5 Su arrogancia les impidió ver que con cada demanda sólo avivaban la llama de la “disidencia represiva”, concepto que Keith también hurtó del padre de la cienciología.

La estrategia de usar los litigios como una vía para aplacar a críticos, periodistas o exempleados, se replicó en su filial de México, donde Emiliano Salinas Occelli —quien ejerció el liderazgo más visible en ese país— participó en la conspiración para espiar a rivales de Nxivm, según demostró la Fiscalía que investigó el caso. Salinas y su socio Alex Betancourt mostraron fidelidad a las enseñanzas de Raniere; utilizaron a sus abogados para demandar penalmente a Toni Zarattini, un coach de la organización que dejó su puesto al corroborar las prácticas que el líder desplegaba al interior de su grupo sexual secreto. Como se verá más adelante, Toni cometió el “pecado” de llamar a sus conocidos de la cofradía para revelarles los secretos del gurú e incitarlos a huir.

Finalmente, el plagio de Nxivm a lo que ya había probado la cienciología se repitió en la búsqueda para captar adeptos desde dos etapas y circunstancias en apariencia vulnerables: la infancia y la desgracia. Si L. Ron Hubbard probó con los centros de desintoxicación para drogadictos o alcohólicos (con alto poder adquisitivo) y con los centros educativos enfocados en corregir problemas de lectura en niños y jóvenes, Raniere dio vida al Rain­bow Cultural Garden (RCG), experimento que, sin haber sido probado, buscaba enseñar siete idiomas a niños en edad preescolar. Aunque se pretendió promover estos centros educativos como una franquicia internacional, la idea tuvo gran impulso en México, sobre todo desde que en San Pedro Garza García, municipio del estado de Nuevo León, se inauguró el primer centro en abril de 2007. Loreta Garza Dávila y Rosa Laura Junco de la Vega aportaron, cada una, 50 mil pesos para abrir la empresa que gestionó el concepto. También la misma Garza Dávila, junto con alguien llamado Michele Tarzia, registró en Estados Unidos al RCG y al RCG Kids International, “dos sociedades de responsabilidad limitada en los estados de Nueva York y Nevada”, según informaron los periodistas mexicanos Juan Omar Fierro y Sebastián Barragán.6

Al paso de los años, el proyecto de los kínderes impulsados por Raniere desde 2016 resultó ser un fracaso en Estados Unidos, pues salvo los de Albany y Miami, Florida, en ninguna otra ciudad despertaron interés. Solamente habría operado el de Nueva York si no fuera porque en 2015 la española Raquel Perera, que en ese momento aún era esposa del cantante español Alejandro Sanz, aceptó formar una sociedad para la sucursal del sur. Empero ese local tuvo una efímera existencia debido a que en mayo de 2018, cinco semanas después de la detención de Raniere en Puerto Vallarta, el departamento de Niños y Familias en Florida ordenó su clausura.

Una situación muy distinta se vivió en México, donde Ra­niere siempre halló entusiasmo para darle a sus deseos el empuje que en otra parte del mundo le negaban. A las franquicias del RCG en Guatemala, España y Reino Unido, se sumaron las de Mon­terrey, Guadalajara, Cuernavaca y Ciudad de México. Para 2010, de la mano de Emiliano Salinas Occelli, la Ciudad de México se había convertido en la plaza más importante para los proyectos de Nxivm. En abril de 2013, el gobierno mexicano, a través del acuerdo 09130016, expedido por la Secretaría de Educación Pública, permitió a Nxivm operar sus escuelas, aunque de cualquier modo ya funcionaban. La directora del Rainbow fue Cecilia Salinas Occelli, y la segunda de abordo Fabiola Sánchez de la Madrid, esposa de Federico, uno de los tres hijos del expresidente Miguel de la Madrid; en tanto que Doménica Giordano fungió como administradora e Yvonne D’Harcourt Velázquez como directora académica.7

Al investigar otros métodos que pudieran haber inspirado a Raniere, se encontró que había similitud entre su sistema de gratificación y el que se utiliza en algunas artes marciales, como el taekwondo o el karate. Por ejemplo, la división en jerarquías de los participantes, a quienes les colocaban bandas de colores que debían portar alrededor del cuello durante los cursos. Las identificaciones iban del blanco, para los principiantes, al más oscuro, para los masters. Pero a diferencia de los méritos que se manejan en las artes marciales, en el sistema Raniere operaba el favoritismo y la corrupción, pues podía haber ascensos si al líder se le llevaban esclavas o si se ofrecía a la organización algún bien inmueble como tributo.

Raniere era realmente ingenioso para la creación de los más inverosímiles proyectos, del que sobresale el Cuestionamiento Racional (CR), la base de todo lo que significó Nxivm. El 3 de abril del 2003 solicitó la patente de dicho modelo, cuya creación arrastraba desde los tiempos que dirigía Consumers Buyline Inc. Lo presentó en la oficina de patentes como una “invención que se refiere generalmente a métodos educativos para mejoras personales”. En esa presentación de 240 páginas, redactadas en máquina tradicional en combinación con figuras, esquemas, listas de los módulos y descripción de las labores de los entrenadores, explica a detalle lo que se propone.

En términos concretos, el CR se presumía como un método para eliminar “desintegraciones” (creencias) que bloqueaban el avance en los alumnos, las cuales primero había que descubrir. Una de las técnicas para hacerlo era la terapia conocida como “exploración del significado” (meaning exploration o EM) en la que un coach buscaba acceder a las profundidades en las creencias de los estudiantes. Una vez ahí, se les hacía creer que esas certezas eran sólo suposiciones que eran aceptadas como realidad, y que tal rigidez era la causa de un comportamiento inflexible. De ese modo, la herramienta EM descubre juicios erróneos, consigue que el alumno los agregue a la conciencia y luego los elimine.8

La EM tenía un fin perverso, según me confió otra de las participantes entrevistadas para este trabajo, pues “se trataba de cuestionarte tus valores, tus principios, tu ética, y en el momento en que algo te generaba conflicto, una inseguridad o un miedo, de ahí se agarraban para interrogarte y obtener más información”. La intención era iniciar un proceso de desintegración de los principios del paciente hasta hacerlo sentir vulnerable y dispuesto a hacer confesiones y concesiones extremas. “Un verdadero lavado de cerebro”, considera la exalumna.

La profesional de la salud pública y M.S. en ciencias poblacionales, Myrna García, desde hace años estudia a las sectas y atiende a sus víctimas. Como tal, ha triturado muy bien el método de cuestionamiento racional de Nxivm, en el que incluye tanto a la Programación Neurolingüística como a la Misión de doce puntos.

En entrevista para este libro, que retomaremos en diferentes momentos, Myrna García argumentó que el inicio de la trampa en la que Raniere hacía caer a sus alumnos en el CR, comenzaba con la Programación Neurolingüística (PNL) que se vuelve peligrosa por el simple hecho de que un coach “puede dirigir la manera en que una persona entiende e interpreta lo que siente, su realidad y cómo enfrentarla, pues se enfoca en el desarrollo de estrategias para controlar, ignorar o eliminar los miedos y limitaciones de la persona que es atendida bajo su dirección”. La socia principal de Keith Raniere, Nancy Salzman, fue quien ofreció sus conocimientos sobre hipnosis y programación neurolingüística (PNL) al método. Sus aportes fueron piedra angular en las enseñanzas de Raniere y parece injusto el poco crédito que se le ha dado por ello.

García, presidenta y fundadora de la organización internacional Red de Apoyo a Víctima de Sectas Inc., concede que la PNL es aceptada en algunos círculos porque realmente funciona, ya que el ser humano aprende asociando los estímulos percibidos y los recordados, “primero pensamos y luego actuamos”, aclara. A sabiendas de esta obviedad, esta técnica utilizada en Nxivm, también otorgaba al coach el poder de dañar los mecanismos psicológicos de protección, prevención y defensa del estudiante. Myrna García cita a una exalumna de Nxivm que llegó a atender: “Para los líderes de ESP es necesario destruirte para volverte a construir, pero en su versión particular de cómo debes de ser”.

Cuando esa herramienta de manipulación psicológica llenaba de dudas la estructura cognitiva de los estudiantes, es cuando ingresaba, a fuerza de repetición, el enunciado de la Misión de doce puntos que debían rezar a diario y en voz alta “comprometiéndolos a cumplir con cada uno de sus preceptos, con el objetivo de poder ser consistentes, y por lo tanto, alcanzar éxito en sus vidas”, continua García. De manera automática, los devotos repetían en todo momento pactos y juramentos de lo que, creían, era parte de su compromiso con el éxito. “Esa era la muy bien pensada trampa confeccionada por Raniere, quien les hizo creer que serían ayudados a alcanzar su equilibrio interno para lograr un desempeño óptimo pero, aunque la idea en teoría sonara bien, estaban dejando que la Misión de doce puntos fuera su aspiración y objetivo personal, que casualmente eran los de la organización y los de Keith Raniere que de ese modo tomaba poder y control sobre sus vidas”, según el análisis realizado por la experta en sectarismo con maestría en ciencias de la salud pública.

“Por ejemplo, los enunciados 10 y 11 sugerían entregar sin reserva todos los recursos del mundo a las personas exitosas y éticas para que ellos los manejen, y claro, quienes ya estaban comprometidos era exactamente lo que hacían”, continúa Myrna García. En Nxivm abundan las historias de gente que perdió fortunas bajo el argumento de estar sirviendo “a la misión”.

Otra de las líneas discursivas de Raniere versaba sobre la gente “luciferina”, calificativo asignado a quienes no comulgaban con la doctrina de Nxivm. Así que “por representar a la maldad, nadie deseaba ser identificado como ‘luciferino’ siendo que estas charlas lo que buscaban rechazar a través de una asociación cognitiva, es todo lo que no tuviera que ver con las enseñanzas en Nxivm”, acusa la especialista puertorriqueña. “Era una manera muy aguda de condicionarlos a rechazar a todo el que pensara distinto”.

Raniere presumía siempre que su fórmula tenía como base la “ciencia y la tecnología”, que significaba un gancho para los participantes que de ese modo pensaban hallarse en una organización moderna y futurista donde se respiraba la innovación como promesa del éxito y la salud. Somos una “tecnología científica avanzada de introspección sistemática que garantiza el éxito de las personas”, decían los miembros, pero “analizado el contenido por gente que realmente nos hemos dedicado a la ciencia nos damos cuenta de que ese concepto no tiene ningún sentido”, repite Myrna García.

El equipo encargado de revisar la petición de patente de Raniere coincidió con Myrna García, en el sentido de que el cuestionamiento racional no era una ciencia que debiera ser protegida, por lo que dicha patente fue negada. Dicho episodio nunca fue superado por Raniere. Meses después ordenó investigar, ilegalmente, a los empleados que rechazaron su proyecto y que pasaron a engrosar su larga lista de enemigos.

Pese al rechazo, “la tecnología funcionaba, Raniere te programaba y de ese modo había solucionado la ecuación para ser un humano alegre, realizado o curado. Decide cuál es tu ética y toma las decisiones con base en ella; no tomes decisiones si no representan esas creencias”, concluyó la periodista Vanessa Grigoriadis, quien también entrevistó a varios miembros del grupo, incluido al propio Raniere.9 Un buen porcentaje de participantes en los cursos sólo refiere resultados exitosos, pues vencieron su miedo a volar en avión o a hablar en público, mientras que otros superaron algunos vicios que dañaban su existencia, sobre todo después de tomar los cursos Mobius, “para sanar partes de tu personalidad que rechazas”, o Human Pain, mediante el cual lograbas entender “que el dolor y el amor con frecuencia van de la mano”.

Sin embargo, la parte espiritual, por la que se ha señalado que el método y el negocio eran en realidad una secta, descansaba en el culto obligado y permanente a la figura de Vanguard, apelativo que el jefe tomó de un videojuego en el que se ganaba más poder al destruir a los enemigos. A Raniere había que reverenciarlo desde el primer día y durante todo el tiempo en que sus miembros permanecieran en la organización. Un cuadro con su foto colgado en cada instalación tenía esa finalidad. “El compromiso con Raniere debía de ser absoluto”, explicaron los fiscales al dar a conocer los usos y costumbres del clan. “Incluso se debían exaltar sus enseñanzas y no tolerar la disidencia”, acusaron.

Con la imagen del hombre que quería salvar al mundo en la mente, el siguiente paso antes de iniciar las sesiones era repetir el decálogo de verdades raniereanas.10

Durante el juicio, celebrado entre el martes 7 de mayo y miércoles 19 de junio de 2019, correspondió al cineasta Mark Vicente, ejecutivo de Nxivm entre 2005 y 2017, leer el considerado Credo de la congregación. Si acaso de una cuartilla de extensión, pretendía plasmar nociones de éxito, fidelidad y unión entre los agremiados y, vistas en profundidad, éstas no parecían contener la fuerza capaz de detener el fin del mundo. Aun así, como muchos de los asuntos de Nxivm descansaban en actos de fe, los alumnos repetían las frases como un mantra rumbo a la salvación:

Declaración sobre Doce puntos de la misión

Por Keith Raniere

El éxito es un estado interno de claridad. Es conocimiento honesto de lo que soy, de mi valor en el mundo y mi responsabilidad por la forma en que reacciono a todas las cosas.

No hay víctimas finales; por lo tanto, no elegiré ser una víctima.

Estoy comprometido en ser exitoso. Entiendo que cada uno de nosotros debe de mejorarse a sí mismo y de ese modo nutrir a todos los demás, como todos los demás nos nutren a nosotros. Esto es interdependencia.

El éxito es mi propio derecho y conseguirlo es un triunfo. El verdadero triunfo no puede ser robado, copiado ni recibido por casualidad. No voy a enmascarar mi triunfo bajo esos métodos ni bajo ningún otro. Voy a ganar mi éxito.

El tributo es una forma de pago y honor. Es dar el crédito a quien lo merece. Usaré el tributo para defender a otros a través de mis pesares, gustos y disgustos. Como resultado de eso me defino a mí mismo y mi verdadera contribución a la humanidad.

La gente exitosa no roba y no tiene deseos ni necesidad de hacerlo. No robaré nada. Siempre me ganaré lo que necesito y deseo. Copiar sin permiso o tributo no es la más alta forma de elogio, es un robo. Robar es tomar algo sin habértelo ganado. Siempre es a expensas, por pequeñas que sean, de los demás.

Honestidad interna e integridad son los más altos valores y los fundamentos de la psicología humana. Todos los demás valores surgen de ahí. Nunca cambiaré mi integridad u honestidad interna por ningún otro valor. Nunca será algo digno.

Los métodos e información aprendidos en ESP son para mi uso personal, no hablaré de ellos con nadie ni daré, de ninguna forma, este conocimiento fuera de ESP. Parte de la condición de ser acep­tado en ESP es mantener toda esta información confidencial. Si violo esta cláusula estoy rompiendo esta promesa y rompiendo mi contrato, pero lo más importante, estoy comprometiendo mi propia honestidad e integridad.

El triunfo verdadero nunca es a costa de otros. Como un éxito individual, nunca envidiaré el éxito de otros. El éxito de otros me alegrará porque yo también soy parte del equipo humano. La actualización del potencial humano por parte de cualquiera es un homenaje a todo el equipo de la humanidad. Si otros tienen éxito, protegeré su éxito contra aquellos que lo envidian. Prometo purgarme de todos los hábitos basados en parásitos y envidias, y reemplazarlos con los hábitos de esfuerzo e interdependencia.

Voy a aceptar sin reservas el éxito que me he ganado, no aceptaré más pero tampoco menos; esto es aceptarlo con integridad. Voy a aceptar sin reservas el éxito que los otros han ganado. Estoy dándolo con integridad. No aceptar lo que valgo o lo que he ganado, es devaluarme a mí mismo y, por lo tanto, a todos los demás.

Los humanos controlan el dinero, la riqueza y los recursos del mundo. Es esencial para la supervivencia de la humanidad que esos recursos sean controlados por gente ética y exitosa. Prometo controlar los recursos del mundo dentro de mi plan de éxito. Prometo controlar éticamente la mayor cantidad posible de dinero, riqueza y recursos del mundo dentro de mi exitoso plan. Y siempre apoyaré para que haya control ético en estas cosas.

Un mundo de gente exitosa es un mejor mundo, de acuerdo; un mundo desprovisto de hambre, robos, deshonestidad, envidia e inseguridad. La gente ya no intentará destruirse entre sí, robarse unos a otros, desvanecerse o alegrarse por otra muerte. Éxito, ética e integridad son conspiradores. Me comprometo a compartir e inscribir personas en ESP y su misión para mí, y para hacer del mundo un lugar mejor para vivir.

De pronto, a mitad de su lectura el llanto le impidió continuar: “Esto es un fraude, una mentira”, decía entre sollozos. “Me avergüenzo de haber leído esto”, insistía. “Se ha utilizado para dañar a muchas personas, es una cosa muy malvada”.

Con todo, los cursos de dos semanas, con duración de hasta 12 horas diarias y cuyo costo oscilaba entre los 5 mil y 7 mil dólares, fueron tomados por más de 16 mil estudiantes, entre los cuales hubo cientos que quedaron como colaboradores permanentes en puestos de coach, de vendedores… o de esclavas sexuales, a las cuales, poco a poco, se les convenció de cambiar su residencia a los alrededores de Albany para estar cerca de la sede del proyecto.

Los más fieles no sólo trabajaban sin cobrar, sino que debían continuar pagando otros cursos como muestra de agradecimiento por ser invitados permanentes a La Misión. Les decían que eran “privilegiados por estar recibiendo una educación de élite”, me explicó un miembro que permaneció en la organización casi una década. Además, los obligaban a hablar con términos y frases que solamente sus miembros entendían.

En la parte de los negocios, la mesa directiva de Nxivm siempre alentó la apertura de nuevas empresas. Al igual que los kínderes en 2006, año que al parecer fue de mucha inspiración para Raniere, se creó el grupo de empoderamiento femenino, al que nombraron Jness. La idea surgió en una charla —que grabó Jane Robertson— entre Pamela Cafritz y Mariana Fernández, quienes dijeron a Raniere que, dada su gran experiencia en la generación de metodologías educativas, él podría ayudar a que las mujeres tuvieran una mejor posición en un mundo que les seguía negando posibilidades. Así fue como Vanguard creó otra firma que, ligada a Nxivm, tenía una doble intención: por un lado, ofrecer una nueva alternativa a las mujeres ya inscritas en su organización y, por el otro, abrir una agencia para barajar futuras aspirantes a engrosar su club de perversiones.

Como en su primera etapa Jness contó con la dirección de Cafritz, el impulso de Raniere de usarla en su beneficio estuvo acotado. Pero al morir ella y con la actriz Allison Mack al frente, Vanguard ya no encontró obstáculos para ligar la firma de empoderamiento femenino con DOS, el círculo de esclavas del líder. Así lo descubrieron algunas de las víctimas que, con engaños, transitaron por ahí, como Sarah Edmondson y las testigos de la Fiscalía durante el juicio, “Nicole” y “Jay”.

Así, una década después de haberla concebido, Raniere presumía tener instalaciones de Jness en 17 lugares diferentes, a donde habían acudido casi 2 mil mujeres que, como se anunciaba, se acercaron al “camino más avanzado de descubrimiento de género en el mundo”. Cuando existía, el sitio de internet explicaba también que “la esencia de lo que significa ser mujer Jness es que [ésta] aporta su amabilidad, sabiduría y cuidado a su búsqueda comprometida de crear un mundo mejor y más humanitario”. Sin duda la creación de Raniere crecía tanto en su tendencia criminal como en sus negocios.

No fue sino hasta 2013 que Raniere ideó la contraparte de Jness: la Sociedad de Protectores (SOP, por sus siglas en inglés). Esta nueva empresa, que operó bajo el reconocido esquema de marketing multinivel, ofrecía seminarios que resumían las enseñanzas de Raniere en torno a la virilidad y el control sobre las mujeres, a la vez que reforzaba las alianzas con sus acólitos. Al fortalecer la pirámide donde reposaba el líder, y al que se promovía para reclutar a otros, “los miembros de la Empresa esperaban recibir oportunidades financieras y beneficios personales, incluidos un mayor poder y estatus dentro de la Empresa”, de acuerdo con la acusación que se encuentra en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York.

En el caso de la SOP, se ha señalado que ésta no hizo sino reforzar la misoginia, aunque en el sitio web podía leerse que ayudaba “a los hombres a convertirse en miembros más poderosos e influyentes de la sociedad al brindarles herramientas y una red de hombres honorables para que los apoyen”. Se ha llegado a decir que la conformaron 500 hombres que pagaban una cuota de 59 dólares al mes para pertenecer al club. “No es sólo un plan de estudios, sino que implica pruebas prácticas para fortalecernos con respecto a la preparación, la capacidad de respuesta, el carácter, el honor, el pensamiento estratégico y el liderazgo”, se informaba en la página de internet. Algunas enseñanzas de la SOP eran:

Los motivos de Raniere y su organización Nxivm, que siempre fueron dudosos, en algún momento comenzaron a flaquear. Para 2013, Nxivm se enfocaba sólo en los negocios, en reclutar e incorporar a cada vez más gente y, en el caso particular del gurú, en terminar de moldear un club secreto. Para ese momento las ideas dejaron de fluir con claridad, como puede verse en una de las charlas que el mismo Raniere ordenó grabar con fines publicitarios. Rasurado, peinado y sonriente, se halla frente a la actriz Allison Mack, quien le pregunta el significado de “autenticidad”, que él desgaja sin rubor:

Tiene un tipo de estructura, o debería decir una falta de ella, mientras que la autenticidad es una estructura. La falta de autenticidad es un tipo de bloqueo: es un tipo de bloqueo calculado o estructurado. Y la esencia de la autenticidad es lo que podríamos llamar naturalidad pura. Y aunque la naturalidad es algo estructurada, a menudo cuando llegas a algo que es auténtico, experimentas este tipo de creatividad, esta alma. Y un alma no es necesariamente el alma del ser humano, es un alma de un ser vivo, ya sabes, así que puedes tener, ya sabes, un césped que se cuida de cierta manera y muy, muy preciso, o podrías tener flores silvestres. Y aunque las flores silvestres no son tan uniformes y cortadas y tal vez incluso funcionales, a veces hay algo simplemente increíble en su naturalidad. La naturalidad y la autenticidad tienen este paralelo, pero no se habla tanto de que las flores sean auténticas. Hablas de que los humanos son auténticos y el humano auténtico es un ser humano natural, y lo que están haciendo, y por supuesto que son cosas, hay personas que no son auténticas por naturaleza, pero eso es algo diferente.

A Mack se le salieron las lágrimas al escuchar esa respuesta.

Muy lejanos estaban los tiempos en que Keith Raniere y Nancy Salzman habían puesto de moda los cursos a los que se inscribía gente dispuesta a sanar sus emociones. Dejaron de acudir las celebridades a las que el dinero, la fama y el poder les habían hecho perder el sentido de la vida, y que se reencontraban con la ruta de sus propósitos gracias a ese hombrecillo tan inteligente, tan ético e innovador. De ese modo asistieron a los cursos el magnate Richard Branson, quien luego lo negó, pese a que en las fotos que circulan posa con miembros de la mesa directiva; Sheila Johnson, filántropa, empresaria y cofundadora de Black Entertainment TV; o la puertorriqueña Antonia Novello, cirujana general en Estados Unidos (1990-1993). A Novello, por cierto, meses después de tomar los cursos en Nxivm, un fiscal de Nueva York la acusó de presentar documentos apócrifos durante su encomienda, entre 1996 y 2006, como comisionada de Salud del estado. Acaso no aprendió bien las lecciones de Keith Raniere.

Asimismo, tomaron los cursos algunos padres de quienes luego se convirtieron en víctimas o cómplices —como el mexicano Alejandro Junco de la Vega, accionista principal del periódico Reforma, el millonario Edgar Bronfman o Catherine Oxenberg, la actriz de la serie Dinastía—, tal vez alimentados por la excitación de sus vástagos y por su propia curiosidad de conocer ese nuevo sistema de coaching que ocasionaba cambios en las personas. Se apuntaron a uno o más cursos, indagaron a detalle en la personalidad del líder e, invariablemente, a diferencia de sus hijos, terminaron desilusionados y hasta enfurecidos por los daños que Raniere provocó en sus familias.

Por su parte, los fiscales que investigaron a la secta hallaron lo que parecía uno de los objetivos centrales del grupo: “aislar a los asociados de amigos o familiares haciéndolos dependientes de la empresa por su bienestar financiero o su estatus legal en Estados Unidos”. Esta situación se repitió de manera periódica y no sólo con los que cambiaban su residencia de México a Albany. Finalmente, el propósito era mantener una coerción sistemática, que llevaba “a los asociados a tomar otros cursos caros de Nxivm, para que así contrajeran deudas y eso fuera un medio para ejercer control sobre ellos”. Y mientras esto sucedía, los miembros de la empresa de más alto rango obtenían beneficios financieros.11

Apenas iniciado el siglo, el mexicano Édgar Boone se enteró de los cursos y se le ocurrió llevar la idea a México. Tras él apareció un compatriota que, con entusiasmo y contactos, llegaría a cambiar la historia de la congregación para siempre: Emiliano Salinas Occelli.

El hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari alguna vez confesó en un video promocional: “pese a vivir en un contexto familiar privilegiado y cómodo, tanto financiera como políticamente, por años me sentí perdido y sin rumbo… hasta que conocí a Keith Raniere”. El flechazo fue mutuo, ya que el neoyorquino, cuyo encanto aumentaba cuando se hallaba frente a una persona con poder y dinero, intuyó la magnitud que adquiriría su proyecto si lograba fichar a un personaje como Salinas, a quien ya no soltó.


1 Revista Conocimiento, septiembre de 2008.

2 L. Ron Hubbard, Dianetics: The Modern Science of Mental Health, a Handbook of Dianetic Therapy, Estados Unidos: Hermitage House, 1950.

3 Joel Sappell y Robert W. Welkos, “The mind behind the religion: defining the theology”, Los Angeles Times, 24 de junio de 1990. Disponible en: <https://www.latimes.com/archives/la-xpm-1990-06-24-mn-1011-story.html>.

4 L. Ron Hubbard, “La cienciología. Manual sobre la difución del material”, en Ability, núm. 1, marzo de 1955.

5 Vanessa Grigoriadis, “Los secretos de Nxivm, la secta que predicaba empoderamiento”, The New York Times, 30 de mayo de 2018. Disponible en: <https://www.nytimes.com/es/2018/05/30/nxivm-keith-raniere-secta/>.

6 Juan Omar Fierro y Sebastián Barragán, “Kínder Nxivm: la escuela que Raniere entregó a los hijos de Salinas y a Rosa Laura Junco”, Aristegui Noticias, 21 de junio de 2019. Disponible en: <https://aristeguinoticias.com/2106/lomasdestacado/kinder-nxivm-la-escuela-que-raniere-entrego-a-los-hijos-de-salinas-y-rosa-laura-junco/>.

7 Idem.

8 “Rational Inquiry Method”. Archivo 96/654,423 de la Oficina de Marcas y Patentes del Departamento de Comercio de los Estados Unidos. Copia en poder de esta investigación.

9 Vanessa Grigoriadis, op. cit.

10 En “Twelve-point Mission Statement”, prueba de la Fiscalía GX-1008 contra Keith Raniere.

11 En “Acusación de reemplazo” contra Raniere, de Richard P. Donoghue, fiscal federal de la Corte del Distrito Este de Nueva York, marzo de 2019.