c. La tercera dimensión

Hasta ahora hemos practicado dibujando cosas y observando objetos. Ahora me gustaría introducir la tercera dimensión y empezar a tener en cuenta la profundidad de los objetos en el espacio.

Empecemos con una sencilla explicación de lo que es la tercera dimensión.

Explicación básica de la tercera dimensión

He aquí un cuadrado dibujado en una hoja de papel.

Ahora observemos esa misma hoja de papel desde un ángulo distinto.

Muy bien, ahora estamos mirando la hoja de papel desde un lado, como si estuviéramos de pie junto al artista que lo ha dibujado.

Ahora quiero que te imagines lo que ocurriría si este cuadrado empezara a levitar sobre la hoja. ¿Puedes intentar imaginarlo? Genial.

Esto es lo que verías si nuestro cuadrado empezara a levitar a distintas alturas.

¿Has visto lo que ha ocurrido? ¿Puedes imaginarte realmente el cuadrado levitando por encima del papel? ¿Puedes notar su presencia? Genial.

Ahora vamos a elegir uno de esos cuadrados que están flotando en el aire y borraremos todos los demás.

Vayamos un paso más lejos y conectemos las esquinas respectivas. Por respectivas me refiero a las que están exactamente encima / debajo las unas de las otras.

¿Qué tenemos? Exacto: ¡un cubo tridimensional!

Ahora empecemos a hacer ejercicios.

Ejercicios básicos en 3D

En este apartado, puedes utilizar una regla para dibujar líneas rectas. Más adelante, cuando pongamos énfasis en las técnicas, te sugeriré que dejes de utilizarla. Pero en este apartado es más importante que entiendas por qué las cosas son como son.

Para el primer ejercicio utilizaremos un cubo de Rubik. Si tienes alguno colócatelo delante. Si no tienes, también puedes utilizar un libro gordo.

¿Recuerdas los dos cuadrados de antes a los que les hemos unido las esquinas? Si observas con atención reconocerás esos mismos cuadrados en tu cubo / libro, aunque no sean del todo visibles. Intenta encontrarlos. ¿Lo has conseguido?

Aquí están.

Los he resaltado en color rojo para que los veas mejor. Observa que la superficie del cuadrado de arriba se ve perfectamente mientras que la de abajo solo se ve parcialmente.

Ahora me gustaría que utilizaras lo que acabo de enseñarte para que puedas dibujar tu primer cubo.

Hazlo dibujando dos paralelogramos (que son los cuadrados que hemos dibujado antes) idénticos (todo lo que te sea posible).

Aquí los tienes.

Observa que las líneas AB y DE son paralelas, así como las líneas BC y EF. Ahora, para poder observar bien la parte inferior A-B-C, necesitamos dibujar dos líneas paralelas a DG y FG.

Así.

Ahora conecta las respectivas esquinas (AD, BE, CF, HG).

¿Qué has conseguido? Exacto, ¡un cubo!

En realidad, este cubo es transparente. Quería hacerlo así para que te resultara más fácil aprenderlo. Si quieres dibujar un cubo que no sea transparente, solo tienes que saltarte el paso 2 y conectar las esquinas directamente. En otras palabras, el punto H no existiría en ese caso.

Ahora vamos a probar algo distinto, y también tendrás la oportunidad de dibujar un cubo que no sea transparente.

Quiero que dibujes un cubo alargado. Imagina que lo que quieres es dibujar un cubo y hazlo alto.

Empieza dibujando los planos superior e inferior, igual que antes. Pero esta vez dibuja el plano superior un poco más arriba.

Ahora conecta las esquinas.

Aquí lo tenemos: un cubo alargado.

O sea, que al cambiar la distancia entre los dos cuadrados, podemos alterar el resultado final y crear formas tridimensionales más largas.

Ahora quiero que demos un paso más y que lo convirtamos en un objeto que no sea transparente. Y lo conseguiremos borrando todas las líneas que no se verían si el objeto fuera real. Esas líneas son todas las que están conectadas al punto H. La explicación es que todas esas líneas quedarían obstruidas por los tres planos visibles. Pronto lo entenderás.

¿Ves lo que acabamos de hacer? Hemos borrado todas las líneas conectadas a la esquina H. Ahora tenemos los tres planos visibles y nuestro objeto ya no es transparente.

¿Y qué pasa con el libro grueso?

Aquí tenemos el gran libro de antes. Vamos a intentar dibujarlo.

Empezaremos buscando los dos cuadrados. Te lo he enseñado hace solo un momento, pero quiero que ahora los encuentres tú solo.

Aquí están.

Como habrás observado, están muy cerca el uno del otro. En ese sentido son el ejemplo exactamente opuesto a la situación anterior.

Vamos a hacerlo paso a paso, y yo te iré guiando.

Primero vamos a dibujar dos rectángulos. Tenemos que asegurarnos de que están cerca el uno del otro.

Como ya hemos comentado, si tienes problemas para dibujar el plano inferior, recuerda que todas las líneas deberían ser paralelas a las líneas respectivas del plano superior.

Ahora vamos a conectar las esquinas respectivas.

Lo que tenemos es un libro transparente. Date cuenta de que no he dibujado líneas rectas para conectar las esquinas. Observé el libro real y conecté las esquinas de forma similar teniendo en cuenta la forma redondeada de la encuadernación del libro. Tampoco me molesté en conectar la esquina más alejada, porque pronto la borraremos.

Muy bien, ahora vamos a borrar las líneas que, en realidad, no se ven.

¿Cómo reconoceremos esas líneas? Cuando tengas más experiencia, podrás distinguirlas fácilmente. ¿Pero qué puedes hacer por ahora? Exacto: mirar el libro y comprobar tú mismo qué líneas no se ven.

Cuando lo tengas claro, las borras. Este es el resultado final:

Es bonito, ¿eh? ¿Ves lo fácil que es dibujar cuando entiendes el objeto que estás dibujando?

En este caso, utilizamos nuestra comprensión para dibujar este gran libro. Sin embargo, podemos hacer lo mismo basándonos por completo en la observación, sin tener que borrar ninguna línea. Puedes limitarte a observar el libro y dibujarlo. Con el tiempo, aprenderás a utilizar ambos métodos de forma simultánea, eso significa que podrás dibujar basándote tanto en lo que estés observando como en tu habilidad para comprenderlo.

Ahora quiero enseñarte una cosa genial. ¿Y si te dijera que este método que hemos utilizado para dibujar cuadrados también se puede emplear para dibujar círculos? ¡Vamos a dibujar nuestro primer cilindro!

Antes de empezar, vamos a hacer un pequeño experimento para entender algo de lo que todavía no hemos hablado.

Si tienes una taza o un vaso, tráelo, quiero que le echemos un vistazo.

Mira dentro de la taza. Verás que tiene una forma completamente redonda. Probablemente, estés viendo algo así.

Esto es, básicamente, un círculo. Ahora inclina la taza. Se supone que deberías estar viéndola desde este ángulo.

Ahora observa la parte superior de la taza. ¿Es un círculo perfecto como antes? Piénsalo bien y continúa leyendo.

Bien, la respuesta es que no es un círculo perfecto. Espera, deja que resalte la forma.

En realidad, es un óvalo. Cogemos el círculo de antes y lo estrechamos un poco.

Ahora retrocedamos un poco más, ¿recuerdas cómo hemos dibujado el cubo? ¿Utilizamos cuadrados perfectos para hacerlo? No. Aquí tienes un recordatorio.

Este fenómeno ocurre cuando inclinamos los objetos en el espacio y los miramos en diagonal.

Aquí tienes varios ejemplos de distintos cubos vistos desde ángulos diferentes. Presta especial atención a los planos y observa cómo cambian.

Básicamente, cuanto más ampliemos la diagonal desde la que lo observemos (o con la que giremos el cubo), menos veremos algunos de sus planos, y viceversa. Cuanto menos trozo veamos, más achatado parecerá el plano.

Este fenómeno se denomina escorzar. Recuérdalo porque hablaremos sobre él más adelante.

¡Ahora retomemos el ejercicio del cilindro!

Teniendo en cuenta todo lo que hemos comentado, utilizaremos formas ovaladas para dibujar las bases del cilindro.

Ahora conectamos los bordes exteriores. ¿Qué tenemos?

¡Un cilindro transparente! En realidad, este cilindro puede convertirse en muchas cosas, dependiendo de los detalles que le añadamos.

Quizá siga resultándote difícil verlo, así que vamos a borrar las líneas que sobran. En realidad, solo tenemos que deshacernos de una línea, y es la parte superior del óvalo inferior. Si lo observas con atención, te darás cuenta de que, en realidad, esa parte queda obstruida por el cilindro.

Deshagámonos de ella.

Ya está, mucho mejor. Ahora puede ser una lata de refresco, un cubo de basura, un lapicero o muchas otras cosas.

Un rápido consejo estrella: si tus óvalos no son perfectos, no te preocupes. Acabarán siéndolo con la práctica. Si no consigues que te salgan bien, para un momento y practica con los óvalos. Utiliza lo que te enseñé cuando hablamos de la calidad de las líneas para que te salgan bien las curvas y para sacarle el máximo provecho a tu muñeca.

Volvamos al tema. ¿Recuerdas que antes te he dicho que es básico comprender lo que estamos dibujando? Ahora ha llegado el momento de dibujar algo cilíndrico basado en un objeto real y comprender realmente de qué va todo esto.

Ve a la cocina y coge una lata de refresco. Si no tienes ninguna a mano, puedes utilizar esta, que es la misma que utilizaré yo.

Para mí es importante enseñarte que he dibujado algo real en lugar de mostrarte un boceto de algo que he dibujado de la nada.

Cuando nos planteamos dibujar esta lata, en realidad, tenemos algunos conocimientos básicos previos de por qué tiene el aspecto que tiene. Esto nos ayudará a hacer un buen dibujo.

Para este ejercicio quiero añadir algunos pasos. Vamos a dibujar esta lata de arriba abajo, y le añadiremos algunos detalles que harán que parezca más una lata, en lugar de parecer solo un cilindro.

Para poder añadirle los detalles finales, intenta dibujar el cilindro básico más flojito que en los ejercicios anteriores. Utiliza trazos suaves y delicados.

Empecemos por el óvalo superior.

Ahora prosigamos y dibujemos las dos líneas verticales. Intenta que sean de la longitud apropiada, basándote en el objeto que has elegido. Asegúrate también de que son de la misma longitud.

Ahora cierra la parte inferior utilizando medio óvalo. Intenta imaginar que estás dibujando un óvalo entero. Quizá te ayude.

Ahora vamos a seguir dibujando para acabar de crear la forma de la lata. Lo conseguiremos añadiendo detalles en la parte superior e inferior del recipiente.

En la parte superior tenemos la anilla para abrirla. El diámetro de la lata se encoge y después se expande para crear la forma de la tapa.

La parte inferior es cónica.

Ahora vamos a añadirle la decoración y el texto.

¡Y aquí tenemos nuestra lata de cerveza!

Observa cómo el texto y el logo se adaptan a la forma del cilindro, las líneas que encuadran las letras grandes son paralelas a los óvalos superior e inferior de la lata.

Esto es a lo que me refiero.

Esto es extremadamente importante para transmitir la forma del cilindro.

Normalmente, el paso siguiente sería sombrear el cilindro. De momento lo dejaremos así porque hablaremos de las luces y las sombras más adelante.

Aprender a dibujar o bosquejar estas formas sencillas es muy útil, porque las encontrarás en muchos sitios. Si lo piensas, nos encontramos cilindros por todas partes: botellas, latas, patas de mesa, cubos de basura, postes de farolas. Incluso todo el chasis de una bicicleta está formado por cilindros. Dominar estas formas te ayudará mucho a dibujar los objetos complejos que los contienen. Practica todo lo que puedas.

Ahora vamos a avanzar un poco más. Esta técnica de dibujar dos planos y conectarlos, puede aplicarse a casi cualquier forma que queramos crear.

A esto es a lo que me refiero. He dibujado una forma cualquiera.

Ahora mira lo que hago. Añado algunas líneas que nacen de las esquinas y los bordes. Las dibujo de la misma longitud.

Después conecto esas líneas dibujando otra que sea «paralela» a la forma superior.

¿Ves lo que hemos conseguido? Otra forma tridimensional. Quizá no sea una forma con mucho sentido, pero quería enseñártelo para abrirte la mente a lo que se puede hacer con este método específico. Y se puede hacer con cualquier forma que se te ocurra.

Vamos a resumir un poco. Lo primero que quiero que recuerdes es que si creamos una forma, dibujamos líneas que nazcan en los bordes y en las esquinas, y las conectamos con una línea paralela, podemos crear cubos, cilindros y muchas otras formas. Lo segundo es que la mejor forma de ejercitarte dibujando formas que ya comprendes, es observando objetos reales.

Ahora exploremos la técnica para escorzar.

Escorzar

Como ya he dicho antes, comprender y saber es básico. Cuando entiendes las cosas puedes salir al mundo y buscarlas en la vida real. Una vez las reconozcas, podrás dibujarlas mejor porque ya comprenderás el molde.

Para entender lo que significa escorzar, hay que utilizar un ejemplo de la vida real que nos ayude a asimilar bien el concepto.

Veamos un ejemplo.

Observa el poste de la luz. Parece un simple cilindro largo. Vamos a imaginar que caminamos hacia ese poste para mirarlo desde un ángulo más bajo.

Esto es lo que veríamos:

Quizá hayas notado que el poste tiene algo extraño. Ahora la parte superior parece un poco más pequeña. Vamos a acercarnos un poco más hasta colocarnos justo debajo.

Esto es lo que veríamos:

¡Míralo ahora! Parece más corto.

Cuando escorzamos vemos las cosas de forma diferente desde distintos ángulos.

He aquí otro ejemplo similar al del poste. Sostén un lápiz verticalmente delante de ti, con la punta afilada hacia abajo. Desde este ángulo podemos ver toda la longitud del lápiz.

Ahora inclina un poco el lápiz de forma que la goma te señale un poco más. Debería verse así:

¿Te has dado cuenta de que ahora el lápiz es más «corto»? Esto es escorzar. Si continúas inclinándolo cada vez verás más la goma y menos del lápiz en sí. Y si lo haces hasta el final, solo verás la goma.

Esto es lo que deberías ver:

Para entenderlo bien vamos a mirar el lápiz desde el lado.

Al principio lo hemos sostenido verticalmente, así:

Las líneas grises representan la forma en que tu campo de visión percibe el lápiz, mientras que la línea negra representa la longitud visible real (aproximada y generalizada).

Después lo hemos inclinado, de forma que veíamos parte de la goma y menos longitud del lápiz. Esta es la vista lateral, con la zona visible resaltada.

¿Has visto que ahora la línea negra es más corta? Esto demuestra que la longitud del lápiz que registra tu mente es más corta en este caso.

Al final lo hemos inclinado del todo, de forma que estaba prácticamente horizontal. He aquí una vista lateral que demuestra por qué vemos apenas solo la punta.

Ahora vemos menos el lápiz y más la goma.

¿Lo entiendes? Genial. Sigue observando objetos y descubriendo aplicaciones de lo que significa escorzar en la vida real.

Aquí hay otro ejercicio sencillo que puedes hacer. Ponte delante de un espejo y observa tu mano descansando en un lateral de tu cuerpo. Lo que verás será algo así:

Ahora levanta la mano hasta colocarla en una posición horizontal y señala el espejo con el dedo.

Lo que estás viendo es un ejemplo muy potente de lo que significa escorzar.

La mano parece más corta de lo que es en realidad.

Este es un concepto muy complejo, y yo tardé varios años en dominarlo. Escorzar es difícil. Tardarás algún tiempo en hacerlo bien. De momento lo importante es que comprendas por qué ocurre y la explicación básica de por qué ocurre.

Durante los siguientes días quiero que busques ejemplos sobre esto allá donde vayas. Ocurre literalmente en todas partes, desde edificios hasta vehículos, coches, árboles y personas.

Si lo conviertes en un hábito acabarás entendiendo el concepto. Esto te ayudará mucho a mejorar tus capacidades visuales y de observación.

Ahora vamos a hablar de otra cosa que te ayudará a mejorar: la perspectiva.

Perspectiva

Empezaré aclarando que este no es un libro sobre perspectiva. La perspectiva es un concepto muy importante que tardamos bastante en comprender. Haré todo lo que pueda para abordar los conceptos básicos de la perspectiva en estas páginas. Por lo que a este libro se refiere, solo tienes que preocuparte de comprender los conceptos que explique. El resto podrás aprenderlo mediante la observación y la práctica.

Si ya estás familiarizado con este concepto, puedes saltarte este apartado si quieres.

Si te apetece profundizar en este concepto, échale un vistazo a mi libro sobre perspectiva para principiantes. También puedes buscar mi nombre en Amazon y lo encontrarás.

Bueno, ¡empecemos!

¿Qué es la perspectiva? La perspectiva es eso que determina la forma en que se ven las cosas desde un ángulo o un punto de vista específico. Es un conjunto de reglas diseñado para ayudarte a comprender la realidad y plasmarla sobre el papel.

Hay algunas normas básicas que debes aprender y comprender. Son estas:

  1. Los objetos lejanos parecen más pequeños, y los objetos cercanos parecen más grandes.
  2. El objeto que nos obstruye la línea del horizonte determina la altura de nuestro punto de vista.
  3. Todas las líneas paralelas se conectan en el mismo punto de fuga.

Vamos a repasar estas normas una por una y a profundizar un poco más en ellas.

Norma número 1

Los objetos lejanos parecen más pequeños y los objetos cercanos parecen más grandes.

Ya habíamos hablado sobre esta norma antes.

¿Alguna vez te has dado cuenta de que, cuando conduces, la carretera parece más pequeña cuanto más alejada está?

Me refiero a algo así:

La carretera serpenteante de la fotografía parece encogerse hasta desaparecer en un punto del horizonte. Este punto por el que desaparecen las líneas es el punto de fuga. Enseguida hablaremos más sobre él.

Veamos otro ejemplo:

Esto es un rebaño de vacas. Observa que las vacas que están más cerca parecen más grandes que las que están alejadas. En realidad, alguna de las vacas que están más cerca pueden impedirnos ver otras vacas. Esto es porque los objetos que están más cerca parecen más grandes de lo que son.

Vamos a poner en práctica otro ejemplo para entenderlo mejor. Extiende el dedo índice y colócalo delante de ti. ¿Te das cuenta de que te tapa otras cosas a pesar de que, en realidad, es mucho más pequeño que esos objetos?

¡Es el poder de la perspectiva en acción!

Norma número 2

El objeto que nos obstruye la línea del horizonte, determina la altura de nuestro punto de vista.

Esta es la línea del horizonte. Es una simple línea que representa el horizonte.

Ahora quiero que prestes mucha atención. La línea del horizonte es una línea sinsentido. Por si sola nunca nos dirá nada. Pero en cuanto haya otro objeto, esa línea nos proporcionará mucha información.

Observemos el dibujo con una línea del horizonte (LH) y otros objetos.

Aquí tenemos una gaviota en pleno vuelo:

Date cuenta de que percibimos cierta sensación de donde estamos. Y esto es lo más importante, y no hablo solo de la situación del paisaje, estoy hablando de nuestra situación (punto de vista) dentro del paisaje.

La gaviota está volando por el cielo. También nos tapa la LH. Gracias a eso podemos concluir que nosotros también estamos en el cielo. Tenemos una perspectiva a vista de pájaro.

Ahora observemos un caso completamente opuesto:

Aquí, en realidad, estamos dentro de la hierba, y el champiñón nos tapa la LH. En este ejemplo estamos viendo la imagen desde un ángulo muy bajo.

En el ejemplo anterior, un objeto colocado a una gran altura obstruía la LH, cosa que nos indicaba que nuestro punto de vista también era muy elevado. En este ejemplo, ocurre exactamente lo contrario.

Recuerda: cuando nuestro punto de vista es más alto, son los objetos más altos los que nos ocultan la LH y viceversa. Cuanto más alto subamos, menos objetos podrán obstruirnos la LH. Esto continúa hasta que ya no queda nada lo suficientemente alto para taparnos el horizonte. ¡En ese caso estaremos contemplando un paisaje precioso!

Otra forma de verlo sería imaginar que la LH es una línea divisoria. Todo lo que está por encima, lo vemos levantando la cabeza. Todo lo que está por debajo, lo vemos agachándola.

Norma número 3

Todas las líneas paralelas se conectan en el mismo punto de fuga.

Esta es la más difícil de explicar, pero sígueme.

Aquí tenemos un dibujo de una vía de tren:

Observa que, tal como ya hemos explicado, la vía se va haciendo pequeña cuanto más lejos está. Esto puede aplicarse a todos los elementos del dibujo, postes eléctricos, la vía, los matojos y las rocas.

La vía se van haciendo cada vez más pequeña hasta que al final se unen en el punto de fuga.

Ahora observemos la misma vía desde arriba.

Observa que las dos líneas de las que se compone la vía son paralelas. Ahora observemos una vez más el ejemplo anterior, esta vez resaltaremos las líneas paralelas.

Fíjate en las líneas negras y cómo parecen conducir hacia el punto de fuga. En realidad, el punto de fuga suele estar en el horizonte (pronto comprenderás por qué digo que «suele estar»).

La norma número tres estipula que todas las líneas paralelas convergen en el mismo punto de fuga. Si hay más de un punto de fuga, cada grupo de líneas paralelas convergerán en un punto de fuga distinto.

En este ejemplo tenemos un grupo principal de líneas paralelas que convergen en el PF del centro. También tenemos otro grupo de líneas paralelas (compuesto por las líneas horizontales de las vías de este ejemplo), pero estas no se «alejan» de nosotros, por lo que no convergen en ningún PF.

Ahora hablemos brevemente de los tres tipos de perspectiva que existen.

  1. Perspectiva de un punto.
  2. Perspectiva de dos puntos.
  3. Perspectiva de tres puntos.

Cada uno de estos tipos de perspectiva contiene la cantidad respectiva de puntos de fuga. La perspectiva de un punto contiene un punto de fuga; la perspectiva de dos puntos contiene dos puntos de fuga; la perspectiva de tres puntos contiene tres puntos de fuga.

Perspectiva de un punto

Esta es la perspectiva más sencilla que existe. Contiene un punto de fuga que está localizado en el horizonte.

He aquí el ejemplo más sencillo de perspectiva de un punto:

Exacto, ¡la vía del tren!

Este ejemplo se utiliza mucho para enseñar perspectiva. Fíjate en lo que te he explicado antes: todas las líneas que convergen en el punto de fuga (que está justo en el centro) son paralelas. También puedes ver que los objetos más alejados son mucho más pequeños. Compara los tamaños de las rocas o los postes de la luz y observa cómo se van haciendo más y más pequeños.

Otro buen ejemplo sería una calle.

¿Eres capaz de encontrar el punto de fuga en este ejemplo? Puedes hacerlo resiguiendo la trayectoria de todas las líneas paralelas. Dedica un momento a encontrarlo.

Aquí está:

Si unes todas las líneas paralelas que se «alejan» de nosotros, te darás cuenta de que se encuentran en ese punto exacto.

Perspectiva de dos puntos

En la perspectiva de dos puntos tenemos dos puntos de fuga y los dos se encuentran en el horizonte. Recuérdalo, porque es importante.

Como ya he explicado antes, a veces tenemos varios grupos de líneas paralelas. La perspectiva de dos puntos se utiliza cuando tenemos dos grupos de líneas paralelas que se alejan de nosotros, y por tanto requieren puntos de fuga.

Esto es un dibujo muy simple del tejado de una casa a vista de pájaro. ¿Puedes encontrar los dos grupos de líneas paralelas?

Aquí están:

Tenemos dos grupos de líneas paralelas. Según las reglas que te he enseñado antes, cada grupo de líneas debería converger en un punto de fuga distinto. Observemos esta casa desde una perspectiva de dos puntos.

Muy bien. Fíjate que cada grupo de líneas paralelas converge en su punto de fuga respectivo, y los dos puntos están en la línea del horizonte. Esto es la perspectiva de dos puntos.

Vamos a intentar dibujarle unas ventanas a la casa. Lo único que tenemos que hacer es imaginar las líneas de las ventanas y comprender con qué punto de fuga convergen. Así:

Y esto es la perspectiva de dos puntos.

Perspectiva de tres puntos

La perspectiva de tres puntos contiene tres puntos de fuga. El cambio más importante en este caso es que uno de esos puntos no está en el horizonte, sino por debajo o por encima.

El objetivo del tercer punto de fuga es el de darnos sensación de altura.

He aquí una fotografía que lo demuestra:

Fíjate que nos resulta muy sencillo afirmar que estamos mirando estos edificios desde arriba, porque vemos los tejados de los edificios. Esta sensación puede recrearse en un dibujo añadiendo un tercer punto de fuga por debajo de la línea del horizonte.

Aquí tienes un ejemplo simplificado de una situación similar, con sus tres puntos de fuga:

Imagina que estamos sobrevolando una gran ciudad con un helicóptero. Fíjate cómo, tal como ocurría en la fotografía anterior, cada lateral del edificio converge con su respectivo punto de fuga. En esta ocasión, sin embargo, las líneas verticales que indican la altitud del edificio también convergen en un punto de fuga a pie de página, por debajo de la línea del horizonte.

He aquí las líneas paralelas y los puntos en los que convergen:

Este era un ejemplo para ilustrar lo que ocurre cuando observamos un edificio. También podemos utilizar la perspectiva de tres puntos para plasmar una escena en la que estemos observando el edificio desde un ángulo bajo. Esto se consigue colocando el tercer punto de fuga por encima de la línea del horizonte.

He aquí un ejemplo de ello:

¿Ves que el edificio se va haciendo pequeño a medida que vamos levantando la vista? Si continuáramos dibujando las líneas paralelas que se «alejan» de nosotros, se unirían en algún punto por encima de los edificios, en el tercer PF.

He aquí un ejemplo simplificado de lo que estoy comentando:

Fíjate en las líneas que he añadido. ¿Te das cuenta de que las líneas verticales, que son paralelas, convergen en un punto que está por encima de la línea del horizonte? Esto es la perspectiva de tres puntos.

Examen

Vamos a hacer un pequeño examen. Te voy a enseñar unas cuantas fotografías y tendrás que determinar qué clase de perspectiva estás viendo. No siempre hay una única respuesta correcta, porque algunas de las imágenes pueden incluir dos (o más) tipos de perspectiva. Sin embargo, normalmente tendremos una clase de perspectiva dominante que nos ayudará a decidir.

Vamos allá.

Fotografía 1:

Fotografía 2:

Fotografía 3:

Fotografía 4:

Fotografía 5:

Fotografía 6:

Y estas son las respuestas:

  1. Perspectiva de un punto.
  2. Perspectiva de tres puntos.
  3. Perspectiva de dos puntos.
  4. Perspectiva de dos puntos.
  5. Perspectiva de tres puntos.
  6. Perspectiva de un punto.

¿Qué tal ha ido? ¡Genial!

Con esto acabamos esta sección.

No te preocupes si tienes la sensación de que todavía no eres capaz de dibujar utilizando la perspectiva. Más adelante, cuando practiquemos con el dibujo de paisajes, podrás intentarlo utilizando las perspectivas. Y con el tiempo y la práctica acabarás entendiéndolo perfectamente.