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EJERCICIOS PARA ESTIMULAR A LOS BEBÉS MES A MES DURANTE LOS DOS PRIMEROS AÑOS

MES 1

Mientras se le alimenta:

Hay que asegurarse de introducir bien el pezón, la tetina o el chupete en la boca del bebé, ya que al sentirlo y tocarlo entre la lengua y el paladar, aprenderá a chupar mejor. Hazle mimos y caricias por las manos y la cara, mientras le hablas suavemente, sin distraerlo mientras come. Cuando termine de alimentarse mantenlo en tus brazos un rato y sigue acariciándolo y comunicándote con él (abriéndole los dedos suavemente, cantándole, meciéndolo, repitiéndole sonidos de modo rítmico «o-o-o…»).

Durante el baño y el cambio de ropa:

Masajea suavemente su cuerpo, déjale mover libremente los pies y las manos (dentro y fuera del baño), háblale, ponle tu dedo en su mano para que lo agarre —si no lo hace, ayúdalo— y cuando lo apriete tira de su mano para que haga fuerza; haz este ejercicio primero con una mano y luego con las dos a la vez.

En este mes, entre comidas lo habitual es que el bebé pase la mayor parte del tiempo durmiendo, por lo que es importante acostarlo en distintas posiciones. Acostúmbralo también a estar con diferentes personas, permítele chupar cosas que no le hagan daño, como el chupete o un dedo. Puedes estimular la succión introduciendo el chupete mojado en agua entre los labios y también moviéndolo alrededor de estos.

Muéstrale de vez en cuando objetos de color vivo (rojo, azul, amarillo, verde…) mueve el objeto lentamente ante sus ojos para que lo siga.

Una manera para desarrollar su vista consiste en colgar un móvil cerca del lugar donde duerme. Puedes confeccionarlo tú mismo con hilo, papel o cartulinas de colores vivos, celo y tijeras. Dibuja el cuerpo de un animal —un perro, por ejemplo—, en papel o cartulina. Debe medir unos 20 cm de largo. Recorta el contorno y los ojos. Puedes ponerle orejas de lana.

Al final del mes:

   ¿Reacciona a ruidos?

   ¿Fija la mirada durante un corto espacio de tiempo sobre algo que se le ponga delante?

   ¿Chupa sin problemas?

   ¿Aprieta el dedo que se le ponga en la mano?

   ¿Sigue ligeramente con la mirada los objetos que se le ponen delante?

   ¿Hace pequeños intentos de sujetar la cabeza cuando se le endereza?

   ¿Hace algunos ruidos de garganta?

MES 2

Mientras se le alimenta:

Es importante recordar que el bebé no solo necesita alimentos, también necesita que le hagan mimos, lo acunen, le hablen… por eso es imprescindible organizarse de la mejor manera posible para sacar el mayor partido a ese momento, interactuando con él todo lo que se pueda.

Durante el baño y el cambio de ropa:

Si emite algún sonido cuando se lo baña o muda, tenemos que repetir ese sonido, por ejemplo, «a-a», «gu-gu»…

Mientras está tendido boca arriba, se le deja mover las manos y las piernas libremente. Podemos coger sus manos y juntarlas y separarlas varias veces; después, cogeremos sus piernas y las estiraremos con suavidad para permitirle que las doble solo. Esto se puede repetir cuatro o cinco veces cada vez.

Es importante dejarlo gozar del agua del baño un ratito; se lo sostendrá por detrás para que se sienta seguro.

En este mes, si el niño se entretiene mirando el móvil que se le confeccionó el primer mes, podemos hacerle otro o variar el que ya tiene y colgarlo en alguna parte de la casa donde el bebé suela estar durante el día.

Ataremos una cuerda en su cuna —hemos de asegurarnos de que esté bien atada—, de modo que cuando el bebé esté boca arriba pueda tocarla con sus manos. Podemos poner en la cuerda un cascabel o un sonajero de sonido suave.

Aprovechando los momentos en que se encuentra boca arriba podemos mostrarle dos objetos que hagan ruido, por ejemplo, dos cajas con algo dentro, de manera que al moverlas hagan ruido, con lo que conseguiremos que el niño preste atención. Después, separaremos las cajas y moveremos primero una y después la otra, tratando de que mire alternativamente a las dos cajas u objetos que hayamos elegido.

Cuando lo tengamos que llevar en brazos podemos hacer que haga ejercicios. Podemos, por ejemplo, ponerle el chupete en su mano y guiarle la mano despacio hasta su boca hasta introducir el chupete en ella, luego lo sacaremos de su boca y repetiremos el ejercicio varias veces.

En este mes se le pueden comprar juguetes de goma de los que hacen ruidos al apretarlos.

Al final del mes:

   ¿Reacciona ante un ruido?

   ¿Emite algunos sonidos?

   ¿Sigue con la mirada un objeto que se mueve delante de él?

   ¿Ha aprendido a sujetar mejor la cabeza cuando se levanta?

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MES 3

Mientras se le alimenta:

Hay que parar para que expulse el aire; en este momento podemos levantarnos y pasearlo, acercándolo a objetos para que los toque (cosas ásperas, blandas, suaves, frías…). Por ejemplo, al tocar el cristal de la ventana podemos decirle: «¡Huy, qué frío!». También podemos acariciarle la espalda, ponerle boca abajo, hablarle y sonreírle siempre.

Durante el baño y el cambio de ropa:

Conviene tener a mano varias cosas, como el pañal, la ropa, la crema... Con ellas, jugaremos al escondite. Así, podemos ponerle alguna prenda limpia sobre la cara para que el bebé se la quite y aplaudiremos cuando lo haga; si no lo hace, le ayudaremos nosotros. Nosotros podemos taparnos la cara con el pañal limpio y retirarlo al cabo de unos segundos para aparecer sonriendo. También podemos acercarle algún objeto para que lo coja.

Cuando le quitemos la ropa le movemos lentamente las piernas; eso sí, si hace frío no le quitaremos las prendas inferiores (pantalones, leotardos…).

Ahora empezaremos a cantarle canciones marcándole un poco el ritmo. Por ejemplo, «Veo, veo...». Mientras cantamos haremos movimientos siguiendo el ritmo y dando palmadas. Es necesario repetir los sonidos que el bebé emite.

Al final del mes:

   ¿Emite sonidos bucales ( «ajo», gorgojeos)?

   ¿Sujeta la cabeza cuando se levanta?

   ¿Levanta la cabeza cuando se le deja boca abajo apoyándose ya en los brazos?

   ¿Sonríe cuando alguien le sonríe?

   ¿Reacciona ante los ruidos?

MES 4

Mientras se le alimenta:

Hay que permitir que toque con sus manos el biberón mientras lo toma, así irá aprendiendo lo que es caliente, frío, suave, duro…

Aprovecharemos este momento para enseñarle a sentir y percibir; para ello podemos coger, por ejemplo, una prenda de lana y pasársela por la mano, tomar uno de sus dedos y hacerle que toque el botón y el ojal de la prenda.

Le daremos el puré de verduras o frutas en un lugar de la casa distinto a aquel en el que toma el biberón para que vea cosas nuevas. El niño debe familiarizarse con el nombre de las cosas que lo rodean, por lo que le mostraremos las cosas una a una llamándolas por su nombre, por ejemplo: «pan», «leche», «agua»… Es importante que usemos la palabra correcta y la pronunciemos bien; por ejemplo, no llamemos a la leche «cheche» sino «LECHE». Nunca hemos de imitarlo cuando diga una palabra mal porque, de hacerlo, aprenderá mal las palabras y tendrá que volver a aprenderlas.

Lo separaremos y le mostraremos claramente el objeto que estamos enseñándole y nombrando para que no lo confunda con otro. Si se le dice «cuchara» cuando le damos el puré, no sabrá si «cuchara» se refiere al puré, a la mano, al plato o la cuchara, como es el caso. En este mes no va a repetir la palabra, pero el objetivo es que se familiarice con los objetos de su día a día.

Es importante que le sonriamos y aplaudamos los pasos que vaya dando, las cosas que vaya aprendiendo.

Durante el baño y el cambio de ropa:

Trataremos que el niño siga con la mirada los movimientos que se le hacen y los desplazamientos de quienes lo rodean. Así, por ejemplo, cuando nos inclinamos para coger algo del suelo podemos llamarlo para que mire hacia ese lado.

Al levantarle las piernas para cambiarle el pañal, llamaremos su atención para que se mire sus propios pies y se los bajaremos muy lentamente, tratando de que los siga con la vista. Asimismo, cuando lo estemos cambiando, si hay algo que le llama la atención y no es peligroso, podemos dárselo para que juegue.

Es aconsejable imitar lo que el niño haga de manera espontánea. Por ejemplo, repetiremos algún sonido de los que emita («ba-ba»); si se ríe, reiremos con él; si saca la lengua nosotros también la sacaremos... También haremos movimientos que el bebé ya sabe hacer e intentaremos que nos imite: por ejemplo, sacar la lengua, juntar las manos, mover la cabeza…

Entre las comidas:

Comprobamos que a los niños les atrae cualquier cosa que puedan tocar, chupar y golpear, por ejemplo las tazas de plástico, las tapas de los tarros... Podemos coger 50 cm de manguera de plástico —mejor si estos 50 cm son la suma de fragmentos de manguera de diferentes colores—, la lavamos bien y la cortamos en pedazos de 4 a 5 cm de longitud. Hacemos con ellos un collar ensartándolos en una cuerda. Al niño le gustará morderlo, meter el dedo en los agujeros, agitarlo…

Cuando esté despierto alguien debe cogerlo en brazos y pasearle un rato por la habitación o por distintas estancias de la casa, permitiéndole coger o tocar aquello que le llame la atención. De vez en cuando lo dejaremos acostado boca abajo para que se ejercite en levantar la cabeza y el pecho.

MES 5

Mientras se le alimenta:

Trataremos de estar tranquilos, por muchas cosas que tengamos que hacer, porque si nosotros estamos nerviosos el niño lo percibe y se pone nervioso también. Aprovecharemos este rato para sonreírle, hablarle con expresividad y claridad… Aunque no entienda las palabras aprende que hablamos de manera distinta cuando estamos alegres, cansados o tristes. Podemos cantarle alguna canción que le guste; asimismo, si ha comido bien expresaremos mucha alegría.

Mientras se le cambia de ropa o se baña:

Vamos a hacer todo lo posible para que el baño sea un momento agradable para el bebé. Si lo sujetamos con firmeza para que se sienta seguro, podrá aprender muchas cosas nuevas en este tiempo; por ejemplo, que si se mueve el agua también lo hace, que al moverse el agua hace ruido, que el agua tiene la misma temperatura que el biberón. Además moverá y fortalecerá sus piernas y sus brazos, lo que le beneficiará cuando comience a caminar.

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Iremos nombrando las partes del cuerpo que vamos tocando al secarlo y vestirlo.

Entre las comidas:

Cuando se lo dejemos solo, lo haremos cerca de algo con lo que se pueda entretener, cuidando que los objetos que lo rodeen no sean excesivamente pequeños, ni con piezas que ellos puedan arrancar, ni con cuerdas largas que estén libres, al menos, por un extremo, por el peligro que esto entraña. A esta edad les gusta tener uno o dos objetos cogidos a su cuna, entre estos debe haber uno que pueda morder, para ejercitar la masticación.

Es importante que cambiemos al bebé de lugar de tiempo en tiempo y que vayamos a verlo algunas veces; también se le puede poner cerca de la ventana (asegurándonos de que está bien cerrada y de que no hay peligro de caídas o golpes). Si se le apoya bien la espalda, podrá aguantar una media hora semisentado y así tendrá las manos libres para jugar.

Es conveniente esconder las cosas lentamente y ante su mirada. Se puede hacer con el chupete y cuando lo localice o levante lo que esté encima, lo celebraremos con alegría y aspavientos. Si no lo encuentra o no trata de buscarlo, dejaremos una parte del objeto asomada, de modo que se vea un poco; si sigue sin darse cuenta le mostraremos la parte que asoma. Este ejercicio lo repetiremos con otros objetos.

También pueden esconderse las personas delante de él tapándose la cara o detrás de algo. Asimismo, podemos tirar algún objeto delante del bebé y buscarlo con su colaboración. Podemos ponerlo delante del espejo y hablarle a través de él, moviendo la cara, las manos…

MES 6

Mientras se le alimenta:

Es importante que el niño entienda que la hora de la comida no es para jugar. Para ello vamos a establecer un lugar fijo donde darle de comer, de modo que el bebé comprenda qué actividad corresponde a cada lugar de la casa; por ejemplo, dormir en la habitación, jugar en la salita, comer en la cocina o comedor… Para que se produzca este aprendizaje es imprescindible hacer siempre cada actividad en la estancia que hemos elegido para ella, ya que, de lo contrario, el niño podría confundirse.

A la hora de la comida, como ya hemos comentado, es importante que estemos tranquilos para sonreírle y hacerle mimos. Hay que ir hablándole, pronunciando los nombres de las cosas que nos rodean, también hay que ir nombrando las personas que están en la sala o que entran o salen de ella; por ejemplo, si entre la abuela, le diremos «abuela». También podemos pedirle algún objeto cercano a él, como el pan. Es necesario que cuando le hagamos la petición le señalemos dónde está lo que le hemos pedido.

Mientras se le cambia de ropa o se baña:

Los momentos antes del baño son los idóneos para que el bebé haga gimnasia. Si no hace frío, podemos desnudarlo y dejarlo que juegue con libertad. Así, podemos dejarlo en la cama—estando pendiente de que no se caiga—, donde su cuerpo se convertirá en un juguete: podrá patalear, cogerse los pies, mirarse las manos y los dedos… Nosotros aprovecharemos el momento para ir nombrando las partes del cuerpo con las que él está jugando y lo ayudaremos a descubrir nuevas zonas de su cuerpo.

Cuando esté boca arriba, lo ayudamos a pedalear, estirar y encoger las piernas, abrir y cruzar los brazos, sujetarse de nuestros dedos en un intento por sentarse… Posteriormente lo pondremos boca abajo, colocándole un objeto que le resulte atractivo delante de su cabeza. Intentará levantar la cabeza y mover los brazos para alcanzarlo. Debe estar un rato en esta posición para que mueva las manos y las piernas.

Observaremos cuál es la mano con la que suele agarrar la mayoría de las cosas, cuál es su mano dominante. Cuando tiene las dos manos libres, ¿cuál es la primera que extiende para alcanzar algo? Imaginemos que es la derecha, cuando le cojamos la mano o el pie derecho para vestirle le diremos: «Dame la mano derecha», «Dame el pie derecho». Con la mano y el pie izquierdo se le dirá: «Dame la otra mano», «Dame el otro pie». Si la mano izquierda es la dominante, se le hará lo mismo, pero nombrándole la mano y el pie izquierdo.

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De este modo, lo iremos iniciando en la lateralidad.

Entre las comidas:

A esta edad lo vamos a ir dejando semisentado cuando esté despierto para que pueda mirar a su alrededor y mover libremente los brazos, no tiene que estar siempre acompañado, pero tampoco a todas horas solo.

Intentaremos dejarle cerca de diversos objetos con distintas formas y, si es posible, que hagan ruidos diferentes, como botellas de plástico transparente con cosas de color dentro, sonajeros.... También podemos ponerle música suave y alegre, sacarlo a pasear en brazos, dentro y fuera de la casa, repetir los sonidos que él ya sabe hacer. Es interesante que continuemos haciéndole movimientos para que los imite, por ejemplo, el gesto de adiós.

MES 7

Mientras se le alimenta:

A esta edad aún no come sin ayuda, pero vamos a ir dejándole que haga cosas solo, por ejemplo, que sujete el biberón con sus manos, que saque del plato trocitos de comida con sus manos y se la lleve a la boca, ponerle algo de líquido en un vaso y ayudarlo a que sujete el vaso con sus manos, que tenga una cuchara en su mano para que vaya aprendiendo a cogerla....

Durante el baño y el cambio de ropa:

El contacto con la piel del niño es muy importante para su desarrollo en general y, en especial, para el cariño que se le expresa y transmite, fundamental para su desarrollo afectivo. Por ello aprovecharemos este momento para acariciarle.

Haremos un breve masaje en cada parte del cuerpo que le vamos limpiando (la cabeza, los brazos, las piernas, el cuello, la espalda…). Al secarle, por otra parte, lo haremos con suavidad, sin frotar y cantaremos respondiendo a sus balbuceos, gestos y gorjeos.

Entre las comidas:

A esta edad el niño ya sigue objetos que se mueven delante de él con la mirada. Elegiremos un objeto que le guste por su color o sonido y lo ataremos a una cuerda para balancearlo de un lado a otro. Otro ejercicio es dejar caer el objeto para que el bebé siga el recorrido de la caída.

Cuando esté sentado haremos rodar una pelota hacia donde está. Cuando esté sentado al borde de una mesa, ponemos un objeto que le resulte atractivo atado a una cuerda, de manera que lo que él pueda alcanzar sea la cuerda a la que está atada el objeto; así, el pequeño tirará de la cuerda para alcanzar el objeto. Conviene repetir este ejercicio varias veces. Si al principio vemos que el niño no sabe actuar, lo haremos nosotros y posteriormente él nos imitará. Es importante que el objeto resulte atractivo para el bebé ya que, de lo contrario, no tendrá ningún interés en tirar de la cuerda.

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También aprovecharemos este momento para jugar al escondite. Al principio esconderemos algo grande debajo de algo transparente o fino para ir escondiéndolo más progresivamente.

Cuando esté sentado o medio tumbado, jugaremos con él a dar saltitos sobre un plano duro o sobre nuestras rodillas.

Para favorecer el ejercicio de gatear lo colocaremos boca abajo doblándole las piernas y poniéndole una almohada o rodillo bajo el vientre y en esta posición le daremos juguetes para que intente cogerlos.

Lo dejaremos jugar espontáneamente frente al espejo y a cambiarle de lugar con frecuencia para que pueda mirar distintas cosas.

MES 8

Mientras se le alimenta:

Le enseñaremos a tomar líquido en un vaso por sí solo. Para ello le daremos un vaso que no pueda romperse y se lo colocamos en sus manos. Una vez que haya aprendido a cogerlo, verteremos en su interior un poco de un líquido que a él le guste, por ejemplo, zumo. Si no sabe llevarse el vaso a la boca, nosotros cogeremos otro vaso con agua y beberemos delante de él para que nos imite o cogeremos sus manos y lo ayudaremos a llevarse el vaso a la boca.

A medida que vaya aprendiendo a sujetar el vaso y no derrame el líquido, iremos aumentando la cantidad de líquido en el vaso. En todo este proceso tenemos que ir reforzándolo los avances, con un beso, un «¡muy bien!» o una caricia.

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En la hora de la comida seguiremos nombrándole las distintas cosas que están cerca de él, como el pan, el vaso, el plato…

Cuando repita los nombres, aunque no lo haga correctamente, nosotros continuaremos pronunciando correcta y claramente, no repetiremos nunca sus errores y no debemos olvidar que hay que separar los objetos que le vamos nombrando para que el niño los identifique con claridad.

Durante el baño y el cambio de ropa:

En este mes continuaremos con los ejercicios del mes anterior.

Entre las comidas:

En esta edad es importante seguir favoreciendo el gateo; para ello continuaremos colocando un cojín o almohada bajo su vientre y lo dejaremos boca abajo, colocándole delante objetos que le resulten de interés.

Con un cuento le iremos mostrando los objetos e imágenes que ya conoce (gato, mamá, mano…). Podemos recortar imágenes, colocarlas en un álbum de fotos para ir repasando con el bebé las cosas que ya sabe e ir aprendiendo nuevos conceptos.

Iremos ayudándolo a ponerse de pie, apoyándose en algún mueble; le retiraremos un objeto con el que esté jugando y a colocársela cerca para que vaya a buscarlo. También le acercaremos un objeto para que lo coja con una mano y cuando tenga esa mano ocupada, le daremos otro para que lo coja con la mano que quedó libre; a veces, puede que suelte el primer objeto que agarró para poder asir el segundo con la misma mano.

Con carretes de hilos vacíos o con trozos de cajas de cartón, le construiremos un tren muy colorido. Para ello, pintaremos los carretes vacíos o los trozos de cajas y, una vez secos, los uniremos a través de un cordel, en cuyos extremos se atará un palo para que no se salgan las cuentas. Nosotros jugaremos primeros haciendo el ruido del tren para que posteriormente el bebé repita el juego e incluso haga sus propias variaciones.

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MES 9

Mientras se le alimenta:

Intentaremos estar lo más tranquilos posible para poder disfrutar de la comida y del rato que va a pasar con nosotros. Le dejaremos «hablar», repetiremos sus sonidos y le contaremos un cuento mientras le damos de comer. Continuaremos nombrándole las cosas que tiene cerca durante la comida, le daremos un vaso con agua, por ejemplo, para que siga afianzando su aprendizaje de beber solo en un vaso y cuando quede poca comida en el plato, le ofreceremos la cuchara para que vaya haciendo sus intentos de coger el alimento con la cuchara y llevárselo a la boca.

Durante el baño y el cambio de ropa:

Antes del baño le permitiremos que esté unos cinco o diez minutos desnudo o con poca ropa para que se mueva con libertad (patalee, ruede por encima de la cama, se siente, se acueste, de vueltas…).

Dentro del baño le pondremos algunos objetos como una taza de plástico, tapaderas de botes, tapón de corcho… y le invitaremos a jugar con ellos. De este modo aprenderá que hay cosas que no se hunden, como el tapón de corcho, que otras se van al fondo, como las tapaderas de metal, que el agua se puede meter en la taza de plástico, que aunque las cosas estén debajo del agua se siguen viendo, que el agua salpica cuando la golpeamos… En cinco minutos de baño podrá aprender muchas cosas.

Entre las comidas:

Para que se divierta y aprenda cosas nuevas guardaremos en una bolsa de tela, nunca de plástico, objetos con los que el pequeño suele jugar. Entre estas cosas puede haber, por ejemplo, cubos que se meten unos dentro de otros. No debe haber, en cambio, objetos pequeños o que se desmonten ya que podría tragárselos.

En la tapa de una caja de zapatos haremos algunos agujeros. Tras ponerle la tapa a la caja, la ataremos bien y permitiremos que el niño meta objetos por ellos.

También buscaremos un teléfono con dial giratorio e incitaremos al niño a que meta el dedo en los distintos agujeros y gire el disco.

En esta edad cobran importancia las canciones acompañadas de gestos, en las que el pequeño pueda aplaudir, subir las manos, girarlas… como en la de «Cinco lobitos». No es necesario que sea siempre la misma persona la que se la cante: si en la casa hay más hermanos, es recomendable que ellos también le canten y estén con el pequeño porque de este modo se acostumbrará a oír diferentes sonidos, ver distintas cosas y escuchar diversas explicaciones.

MES 10

Mientras se le alimenta:

Seguimos las pauta de los meses anteriores, recordando que es importante que tanto el niño como nosotros estemos lo más tranquilos posible. Aprovecharemos este momento para seguir enseñándole y desarrollando su inteligencia. Le permitiremos coger la cuchara, beber agua de un vaso, llevarse la comida a la boca… no importa si esto último lo hace con las manos.

Es importante hablarle, nombrarle los objetos que tenemos alrededor e incitarle a que los nombre también él.

Entre las comidas:

Para que el niño desarrolle su inteligencia es imprescindible que le dejemos hacer cosas solo. Un juego muy recomendable para esta edad consiste en ensartar aros de colores en un palo en posición vertical apoyado en una base de madera.

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Lo podemos fabricar nosotros mismos, creando algunos aros que no tengan agujeros para que el bebé aprenda que estas no pueden insertarse en el palo.

Para fabricar este juego se necesita media taza de sal de mesa, una taza de harina, agua fría, un rodillo, una base de madera de unos 2 cm de grosor, un palo redondo de 1 cm de diámetro y 30 cm de altura, pintura de témpera, pinceles, clavos y martillo. Empezamos mezclando la sal y la harina en un bol, se agrega el agua fría y se bate todo lentamente con un tenedor hasta obtener una masa homogénea. Estiramos esta masa con un rodillo, hasta que tenga un grosor de 1 cm. Con un cuchillo y la ayuda de algo redondo o cuadrado recortaremos aros con estas formas —recuerda, eso sí, dejar algunas sin agujeros—. Los dejamos secar hasta que se endurezcan bien y los pintamos con colores brillantes.

Pegamos el palo a la base; para más seguridad se puede clavar por el revés con un clavo sin cabeza.

Otro ejercicio para esta edad consiste en dejarles que manejen bolsos, carteras o envases que se abran de distinta manera (cremallera, broche, botón…) y colocar dentro, a la vista del niño algo que le guste, animándolo para que lo abra solo.

Es muy importante que el bebé tenga un espacio seguro donde poder gatear y moverse con libertad.

Cuando estemos con el niño le colocaremos un objeto cerca, pero de manera que tenga que cambiar de posición para obtenerlo (pararse, gatear, darse la vuelta…).

Podemos poner una toalla sobre la cama o el suelo y colocar en uno de sus extremos —el que esté más lejos del bebé— su objeto favorito y animarlo a que vaya a por él.

También lo estimularemos para que se ponga de pie y lo sujetaremos para que dé pasitos.

MES 11

Mientras se le alimenta:

¿Cuántas veces tras darle un juguete al niño lo ha golpeado, sacudido o tirado? Seguro que cuando se le recoge el juguete lo vuelve a tirar… Es normal, no lo hace para fastidiarnos. Mientras le damos de comer, podemos dejar los juguetes en otro sitio y, de este modo, aprenderán que es el momento de la comida y no del juego.

En este rato colocaremos migas de pan sobre la mesa y a estimularle para que las recoja.

Cuando tenga algo en la mano, por ejemplo la cuchara, le pediremos que nos la dé («Dame la cuchara»); si no lo hace, nosotros le mostraremos cómo hacerlo y cuando lo haga, lo reforzaremos con un «¡Muy bien, muchas gracias!».

Déjale el plato de comida frente a él tapado con una servilleta y pídele que lo destape. También puedes darle la cuchara envuelta en una servilleta para que la desenvuelva.

Durante el baño y el cambio de ropa:

El momento de cambiarle de ropa es el más adecuado para que haga un poco de gimnasia, preferiblemente desnudo. Hay que dejarle jugar libremente con su cuerpo (pedalear, patalear, dar vueltas, cogerse los pies, mirarse las manos…). Es muy importante que el niño conozca su cuerpo, que lo sienta, que lo vea. Por lo que es necesario que le vayamos nombrando las partes que se va tocando, que le pidamos que nos dé la mano, levante la cabeza...

Entre las comidas:

No es recomendable que el niño pase solo muchas horas al día, se debe poner en algún lugar donde pueda observar a los miembros de la familia haciendo sus actividades, por ejemplo, al padre preparando la cena, al hermano estudiando…

Hay que favorecer y premiar todos los intentos del bebé por ponerse de pie y caminar, se le debe estimular agarrándole de las manos y apoyándole en alguna silla o mueble.

Elige un objeto que le guste tirar al suelo, átale un cordel a este objeto y enséñale a recogerlo tirando de él. Es importante que el cordel sea corto para evitar accidentes. También podemos esconder ese objeto, ante la vista del pequeño, en una caja, dejándole el cordel fuera para que lo vea y pedirle que tire de él para conseguirlo.

Coloca un juguete que le guste fuera de su alcance y dale un palo, una cuchara de madera, un cilindro de cartón… algo, en definitiva, con lo que el niño pueda alcanzarlo.

A esta edad son importantes los juegos de manos como las palmitas o los cinco lobitos.

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MES 12

Mientras se le alimenta:

Es importante que el niño conozca a otras personas, vea caras distintas y escuche otras voces diferentes a la de la madre y/o el padre, por lo que, de vez en cuando, le pediremos a algún hermano, abuelo, tío… —una persona que no sea totalmente extraña para él o ella— que le dé la comida.

Mientras el bebé espera que le calienten o enfríen la comida, podemos jugar con sus dedos con algún cuento del tipo: «Este dedito compró un huevo, este lo puso a hervir, este lo peló, este le echó la sal y este chiquitín, chiquitín se lo comió».

Déjale pinchar alimentos blandos con el tenedor, sin dejarle jugar a solas con él.

Durante el baño y el cambio de ropa:

No hay que olvidar su rato de gimnasia en el que se mueve libremente. También le dejaremos jugar un rato con algunos objetos dentro del agua para que siga aprendiendo cosas nuevas; mientras aprende, nosotros le daremos cariño, sonriéndole y hablándole.

Mientras lo vestimos, le incitamos a que coopere, diciéndole: «Mete por aquí la mano derecha, levanta las piernas, te voy a poner el calcetín en el pie derecho»…

A esta edad comenzaremos a enseñarle a reconocer sus sentimientos. Él los expresará mediante gestos; por ejemplo, si al patalear nos da a nosotros, haremos como si lloramos poniéndonos las manos en los ojos; cuando descubra o le demos un objeto, haremos el gesto de sorpresa, levantando los brazos y exclamando: «¡Oh!». Pronto aprenderá a imitarlo.

No es recomendable dejarle demasiado tiempo en la cama, parque o cochecito porque ahora necesita ejercitarse para caminar. Haremos todo lo posible para que salga todos los días a pasear por la calle, aunque solo sea un ratito.

Hay que dejarle escuchar música infantil para que vaya descubriendo los sonidos de las cosas, los instrumentos, los diferentes tonos de voces al cantar, los distintos ritmos y volúmenes… Le ayudaremos a que lleve el ritmo de la música golpeando las manos o algún objeto, como un tambor.

Cuando esté jugando, ponle juguetes envueltos en papel o tela para que los desenvuelva. Con un papel, le enseñaremos a arrugarlo, hacer pelotas, rasgarlo... Es importante no dejarle solo con los papeles para que no los chupe o se los trague.

MES 13

Mientras se le alimenta:

Revisa las sugerencias hechas para los meses 10, 11 y 12. Hay que repetir las actividades propuestas en estos meses hasta que el niño las desarrolle con completa soltura. Además, empezaremos a enseñarle a mostrar partes del cuerpo que se le nombren. Para ello le diremos frases del tipo: «Enséñame tu pie», «¿Dónde está el pelo?». Al principio, nosotros lo guiaremos, le llevaremos la mano hasta su pelo y le diremos: «Este es tu pelo, lo estás tocando» e iremos haciendo lo mismo con otras partes del cuerpo.

Si el niño toca algún objeto con la mano, le diremos el nombre y el color del mismo e incluso el tamaño.

Le permitiremos que tome agua o leche en un vaso irrompible y bajo nuestra supervisión. También colocaremos en la mesa migas de pan o magdalena y le pediremos que las vaya echando en una taza o en un plato.

Durante el baño y el cambio de ropa:

Vamos a hacernos una pequeña evaluación para saber si llegados a este punto, estamos cooperando con el desarrollo de nuestro bebé:

   Aprovechando que el niño está desnudo o con poca ropa, ¿le dejo libertad para moverse?

   ¿Le ayudo a hacer un poco de gimnasia?

   Cuando lo baño, ¿le dejo objetos para que juegue en el agua?

   Cuando le estoy poniendo la crema, ¿le masajeo el cuerpo mientras nombro las partes que voy masajeando?

   ¿Le hablo y repito los sonidos que él dice y nombro los objetos que me enseña?

   ¿Le sonrío, lo acaricio, le canto?

   De vez en cuando, ¿los hermanos/papá/abuela… bañan o cambian al bebé?

La respuesta debe ser afirmativa en todas o casi todas las preguntas.

Entre las comidas:

El niño ya ha cumplido su primer año y necesita más espacio para seguir desarrollándose, no querrá quedarse mucho tiempo sentado, pero aún es muy pequeño para andar solo por la casa, por lo que vamos a explicar dos actividades para que se entretenga y aprenda:

   Con los cubos de madera pueden entretenerse y aprender durante años, pueden meterlos y sacarlos de bolsas o cajas, pueden ponerlos en fila, iniciándose en el juego simbólico, y hacer el tren, pueden golpearlos, hacer torres, empujarlos para que se caigan...

   A esta edad es importante que se ejercite para caminar. Hay que dejarle andar apoyándose en muebles, le podemos preparar un circuito, donde cada mueble esté estratégicamente colocado para que puedan llegar a cualquier parte desplazándose libremente por la habitación.

MES 14

Llegados a esta edad necesitaremos un álbum, en el que pegaremos los dibujos que el niño conozca y fotografías suyas y de familiares. Los dibujos deben ser grandes y en color. El álbum tienen que estar ordenado por temas (fruta, animales, ropa…).

El niño jugará con este álbum acompañado de otra persona, que irá nombrando lo que él vaya viendo, parándose en lo que señala, indicándole el color que tienen las cosas, si son grandes o pequeñas… Incluso podemos crear una cancioncilla para cada temática, incluyendo en esta los objetos que se observan en el álbum.

Entre las actividades que el niño puede realizar con otra persona, se encuentran:

   Lanzar una pelota pequeña, que el bebé pueda coger con ambas manos y, al ser posible, de gomaespuma.

   Permitirle hacer algunas cosas por sí solo, aunque tarde en hacerlo, como quitarse el abrigo, lavarse las manos, ponerse los zapatos…

   Esconder un objeto cuando el niño lo está mirando y animarlo a que lo busque. Podemos esconder objetos detrás de la puerta, debajo de la cama, debajo de un cojín…

   Cuando lo saquemos a caminar, lo dejaremos que se pare en los lugares que le llaman la atención y le nombraremos lo que hay a nuestro alrededor.

   Le permitiremos que encienda y apague la luz. Cuando la luz se encienda, diremos: «luz». También le permitiremos llamar al timbre de casa, abrir el grifo…

   Debemos enseñarle a abrir la puerta girando el picaporte.

   Es necesario dejarle subir escaleras, meterse dentro de un mueble, subirse a una silla, pasar debajo de ella, meterse en una caja, trepar por el sofá… Todo esto lo hará bajo la supervisión de un adulto. Podemos formarle un circuito usando sillas, mesas, cojines…

   Con un papel y un lápiz, a ser posible grueso y de cera, le enseñaremos a garabatear.

MES 15

A esta edad el niño ya podrá hacer solo estas actividades:

   Inventar qué hacer con los objetos que le dejemos cerca.

   Pasar cosas de un lugar a otro, por ejemplo, de una caja a un tarro. Nosotros le haremos una demostración de cómo se hace y él se entretendrá solo un buen rato.

   Ver en la televisión un programa para niños durante cinco o diez minutos.

   Ver el álbum de fotos que creamos en el mes anterior; con él también aprenderá a pasar hojas.

   Desabotonar alguna prenda de vestir con botones grandes.

   Empujar un carrito o tirar de todo lo que pueda arrastrar.

Con la ayuda de otra persona podrá:

   Salir a caminar y detenerse en los lugares que le interesen. Recuerda nombrarle las cosas que hay alrededor de ese lugar y prémiale los intentos de repetir las palabras.

   Mientras estamos haciendo otras cosas, podemos contarle al niño lo que estamos haciendo.

   Tírale la pelota, haz que él te la tire a ti, que la recoja de donde cayó…

   Sentado en nuestras rodillas le haremos galopar, mientras le cantamos alguna canción que le guste.

   Aunque siguen necesitando que le demuestren cariño, no se les debe agobiar demasiado con besos y abrazos

   Lo ayudaremos a hacer construcciones firmes con cubos, torres, filas, puentes…

   Hay que estimularle a que suba a sillas y escaleras aunque sea gateando.

   Llena hasta la mitad un vaso con garbanzos o lentejas y enséñale a vaciarlo en otro recipiente. Tras terminar este ejercicio hay que asegurarse de que no ha quedado ninguna legumbre por ahí tirada para evitar que se la trague.

   Déjale que coopere en vestirse y desvestirse (quitarse el gorro, los calcetines, el abrigo, el pañal…).

   Pregúntale dónde están algunas cosas y personas. «¿Dónde está la servilleta?», «¿dónde esta la cuchara?»… Si se equivoca al indicárnoslo, le diremos: «Esta es la servilleta», «La cuchara está aquí»… y le señalaremos dónde está.

   Enséñale a soplar. Para tal fin, puedes utilizar un globo, una pajita en un vaso con un poco de agua, la comida…

MES 16

Además de repetir las actividades de meses anteriores, sobre todo aquellas por las que el niño ha mostrado un mayor interés, vamos a realizar otras nuevas.

Para que juegue y siga aprendiendo estando solo:

   Búscale un muñeco (no importa que sea niño) al que se le pueda quitar y poner la ropa con facilidad. Lo ideal es que el muñeco tenga prendas con diferentes broches (botones, cremalleras…). También le puedes proporcionar una cuchara y un biberón para que le dé de comer a su muñeco.

   Consíguele envases que se destapen de manera distinta, como una caja de cerillas, sin cerillas y vigilando que no la chupe, para que aprenda a abrirla y a cerrarla, un estuche con cremallera, un tarro con tapa de rosca…

   Es recomendable que se le ponga música y se le permita llevar el ritmo con una cuchara de palo y una caja de cartón, por ejemplo.

Con la ayuda de otras personas el niño podrá:

   Acompañar a otra persona mientras esta realiza algún tipo de actividad: hacer la cama, limpiar, cocinar… es importante que esa persona le cuente lo que está haciendo, nombrando las cosas que tiene a su alrededor y preguntándole a él cómo se llama o dónde están esas cosas. Hay que tratar de ser lo más expresivo posible cuando le hablamos.

   Cuando estemos barriendo pararemos un momento para pedirle que pase por debajo de la escoba y luego por arriba; le diremos: «Ahora por arriba», «ahora por debajo». «

   Llevaremos el ritmo de las canciones, haciendo distintos gestos y acciones, como silbar, golpear alguna madera e invitaremos al niño a que nos imite.

   Con el álbum de cosas que realizamos, le pediremos que nos muestre los objetos conocidos. «¿Dónde está el plátano?», «¿Dónde está el zapato?»…

   Dale dos tarros de distinto tamaño y enséñale a ponerle a cada uno la tapa que le corresponde. Después complicaremos el ejercicio algo más, poniéndole otro envase. Iremos añadiendo envases de manera sucesiva.

   Comenzaremos a enseñarle los colores. Se debe empezar por un color vivo, uno solo, por ejemplo, el rojo, el azul, el amarillo… Juntaremos dos objetos del color que hemos elegido y le diremos: «coche rojo», «camiseta roja»… Si es el rojo el color que hemos elegido, luego mostraremos los mismos objetos, pero con distinto color para decirle: «Este coche no es rojo». Esto se debe repetir durante un tiempo, mostrándole objetos que sean rojos y objetos que no sean rojos. No se debe pasar a otro color hasta que no haya aprendido el anterior.

MES 17

Para que el niño juegue y siga aprendiendo solo le pondremos algo pesado en un carrito para que lo arrastre. dejaremos que él coloque los objetos que le gusten dentro de una caja o dentro del carrito para arrastrar. Le indicaremos que se llevará una cosa cada vez.

Dado que aún no tiene edad de ir al colegio, aprovecharemos para dejarle que colabore en vestirse y desvestirse. No importa que tarde, debe ejercitarse, de manera que cuando vaya al colegio se vestirá mucho más rápido y con mayor soltura de lo que lo hace ahora. También se le debe estimular para que coma solo, dejándole la cuchara o que coja los alimentos con la mano y se los lleve a la boca.

Con cajas de cartón de diferentes tamaños, podrá comenzar a imaginar historias, subiéndose a ellas, metiéndose dentro, colocándose detrás, metiendo unas dentro de otras…

A esta edad continuaremos con el ejercicio de los tarros: dale diferentes tarros de distintos tamaños y pídele que coloque a cada uno su correspondiente tapadera.

Los remolinos nos pueden servir para enseñarle a soplar, invítale a que lo haga girar y ande con él.

Mientras hacemos la comida podemos darle un poquito de los ingredientes que estamos usando. Cuando los coja le nombraremos lo que le estamos dando. También le nombraremos las prendas de vestir a medida que se las va poniendo o quitando; cuando coma le diremos el nombre de la comida que le vamos dando. De este modo estimulamos el lenguaje.

Cuando tiendas, pídele que te vaya dando las pinzas. Le pediremos que nos dé pocas pinzas, una pinza, muchas pinzas y le iremos indicando si lo que nos da es realmente lo que le hemos pedido («Esto son dos pinzas, una pinza es esto»).

Si estás amasando, dale un poco de masa para que juegue; con este ejercicio preparará sus músculos para la escritura.

No olvides sacarle a caminar un rato todos los días y aprovecha este momento para enseñarle a despedirse de la gente (dar un beso, mover la mano diciendo adiós…).

El niño tiene que aprender que existe una palabra para cada cosa que haga, lo ayudaremos a que aprenda esto diciéndole lo que está haciendo. También podemos jugar a que nosotros decimos una acción y él debe ejecutarla, por ejemplo, decimos: «correr» y él corre, «saltar», «andar», «cantar»…

MES 18

A esta edad seguiremos estimulando el área motriz, el área perceptiva (cognitiva), el área social y el lenguaje. Para ello:

   Con cajas de colores le construiremos un tren —él puede participar en la tarea de construir.

   Dale prendas de vestir con botones y cremalleras grandes para que abroche y desabroche y abra y cierre.

   Le daremos lápiz y papel para que haga garabatos.

   Búscale algún juguete del tipo banco de carpintero con el cual el niño pueda golpear con un martillo (de juguete) los trozos de madera para introducirlos en el lugar que por su forma le corresponda.

   Envuélvele y átale varios de sus juguetes preferidos para que él los desenvuelva y los desate.

   En un trozo de cartón podemos hacer un agujero lo suficientemente grande como para que pase un dedo. Con un cordel enseñaremos al niño a pasarlo de un lado al otro del agujero.

   Con un trapo húmedo le pedimos que se limpie solo las manos y la cara.

   Cuando le cambiemos, lleguemos de la calle a casa o le vayamos a acostar, le pediremos que se quite él solo alguna prenda de vestir, como el abrigo o los zapatos. También le pediremos que se ponga estas prendas de vestir. En el caso de los zapatos, nosotros le indicaremos en qué pie va cada uno y le premiaremos por los esfuerzos que haga.

   Para enseñarle lo que significa «arriba» y «abajo» cogeremos un objeto que a él le guste, lo alzaremos y diremos: «arriba». Luego lo pondremos en el suelo y diremos: «abajo». Si lo colocamos en otros lugares, indicaremos dónde está exactamente; por ejemplo, si lo ponemos sobre la cama, diremos: «encima de la cama»; luego lo pondremos debajo de la cama y diremos: «debajo de la cama». Repetiremos esta actividad con varios objetos y le preguntaremos al niño dónde se encuentran los objetos, por ejemplo: «¿Dónde están los zapatos?».

MES 19

Comenzaremos el mes buscando o fabricando de un material duro dos círculos azules, dos círculos rojos, dos círculos amarillos, dos cuadrados azules, dos cuadrados rojos y dos cuadrados amarillos de unos 8 cm de diámetro (los círculos) o lado (los cuadrados).

Con ellos podrá jugar de diferentes maneras: poner juntos los que tengan igual color, poner juntos todos los círculos, poner juntos todos los cuadrados…

También le proporcionaremos una caja donde el niño pueda guardar las cosas con las que juega. Así sabrá cuáles son las cosas que puede coger libremente (las que están en esa caja) y cuáles no. En esta caja no deben faltar los cubos de madera o plástico duro para hacer construcciones, papel, lápices, muñeca, tren para arrastrar…

Con un palo o con la escoba le enseñaremos a jugar a caballitos.

Lo premiamos y reforzamos cuando colabore en vestirse y le permitiremos hacer solo todo lo que pueda hacer, aunque tarde en hacerlo.

Aprovecharemos las tareas domésticas para que el niño se entretenga y siga aprendiendo. Podemos darle órdenes que pueda cumplir, por ejemplo: «Llévale esto al hermano», «Dame las llaves»… y le reforzaremos cuando cumpla esas órdenes.

Es importante estimularlo y premiarlo por todos los intentos que realice de imitar a los adultos en actividades que no sean peligrosas (peinarse, usar el cepillo de dientes, ponerse los zapatos…).

No se deben dejar pasar las oportunidades de que juegue con niños de su edad. Para ello lo mejor es llevarlo al parque y permitirle que se desenvuelva solo con otros niños, prestando cuidado de que no corra peligro.

Muéstrale animales vivos o en dibujos y enséñale el sonido que hace cada uno junto con el nombre del animal, por ejemplo, el perro dice «guau».

Para que aprenda a coger la pelota, es preferible que empiece con una grande que no pese, como las hinchables de la playa.

Hazle ejercicios acompañados de una canción. Estos deben ser rítmicos, por ejemplo, mover las manos al ritmo de la canción, dar palmadas, golpear algo… Todo lo que sea moverse al ritmo de la canción le gustará y le servirá para su desarrollo.

MES 20

Comenzaremos este mes añadiendo cosas nuevas al álbum de cosas del niño y se lo dejaremos para que juegue junto con viejas revistas. Aprovecharemos esta actividad para pedirle que busque alguna cosa en alguna de las páginas; por ejemplo, imagina que en la categoría de las frutas hay, en una de las hojas, una manzana y un plátano. Podemos preguntarle: «¿Dónde está el plátano?» para que él nos señale dónde se encuentra y cuando lo haga, le diremos: «¡Muy bien, ahí está el plátano!». Si se confunde y señala la manzana, diremos: «Manzana, eso es una manzana. El plátano es este».

Con hojas de revistas o periódicos, le podemos enseñar a cortar tiras y cuadrados con sus manos y le pediremos que guarde todos los papeles recortados en un envase.

También le proporcionaremos cajas de distintos tamaños para que guarde unas dentro de otras.

Seguiremos jugando con las figuras de colores que construimos o compramos en el mes anterior y pondremos juntas, por un lado, todas las que sean azules; por otro lado, todas las que sean rojas, todas las que sean amarillas… Las agruparemos, así, por colores.

De momento trabajaremos con los colores primarios, pero también se le puede ir nombrando los colores secundarios, para lo cual utilizaremos objetos y prendas de vestir que sean de estos colores.

Esconde un objeto que al niño le resulte atractivo, sin que te vea dónde lo escondes, y dile dónde está para que vaya a por él. Por ejemplo, «La pelota está debajo de la mesa».

Le enseñaremos una nueva canción que vaya acompañada de gestos. Conforme el niño vaya aprendiéndose las canciones y los gestos, le iremos enseñando otras nuevas, a ser posible con gestos diferentes.

Aprovechando el momento en que se le cambia o se le baña, ve tocándole distintas partes del cuerpo y nómbralas. También puedes pedirle que las nombre él; por ejemplo, cuando le tocas la nariz, pregúntale: «¿Qué es esto?». Continúa nombrándole los objetos que lo rodean (cuchara, puerta, pañal…).

A esta edad ya podemos pedirle que pase por encima de algo que haya en el suelo (si no lo hay, lo colocamos nosotros) sin pisarlo, por ejemplo, un zapato.

Déjale pasar pequeñas cantidades de líquido de un envase a otro.

Recuerda sacarle a pasear todos los días y, si es posible, llévale a un parque donde haya zona de juegos infantiles.

MES 21

Revisa las actividades de los meses anteriores y repite las que al niño le interese o las que aún no realiza correctamente (tirar del carrito, hacer construcciones, jugar con figuras geométricas de colores, vestir a la muñeca…).

¡Vamos a jugar a los bolos! Podemos construir este juego con botellas o vasos de plástico, con un rotulador pintaremos una de las caras de las botellas o los vasos de colores vivos. Si no tenemos pelota pequeña, podemos hacerla con unos calcetines viejos doblados hacia dentro. Coloca las botellas o los vasos a una cierta distancia del niño y enséñale a tirarlos con la pelota. Anímalo a que levante las que ya se han caído para tirarlas nuevamente.

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Para que aprenda a dibujar en vertical, dale un papel de periódico o cualquier otro papel viejo y un lápiz. Pega el papel en un cristal y enséñale a hacer círculos. Cuando haya aprendido a hacer esto en vertical lo podrá hacer encima de la mesa, en horizontal.

Es importante para su desarrollo favorecer las relaciones con otros niños, por lo que lo llevaremos al parque y dejaremos que otros amigos vengan a casa. Igual de importante es potenciar en el niño la expresión de sus sentimientos (risas, abrazos, dolor, rabia…). Si sus expresiones de enfado, rabia o dolor son desmedidas, puede deberse a que no se siente comprendido del todo o pretende llamar la atención.

Enséñale algún color que todavía no haya aprendido y, para no confundirle, no le enseñes otro nuevo hasta que no haya aprendido el anterior.

Déjale explorar cosas nuevas, como el bolso de mamá, la mochila del hermano… y pídele que nombre los objetos que va encontrando.

Esconde algún objeto pequeño en tu puño y espera a que el niño te lo abra para recuperar el objeto. Esconde el objeto en una mano y pásatelo a la otra mano delante del él, pon frente a él las dos manos cerradas para que busque el objeto. Posteriormente puedes complicar más el juego pasando de un escondite a otro y después a un tercero.

Enséñale a imitar sonidos (el claxon de un coche, la ambulancia) podemos crear una grabación con sonidos de todo tipo y jugar con él, primero a imitar cada sonido y, después, a adivinar qué es cada cosa.

Otro aprendizaje importante a esta edad es el de estornudar y toser con la mano puesta delante de la boca. También podemos enseñarle a sonarse la nariz, primero un orificio nasal y luego con el otro.

Mientras se viste nómbrale cada una de las prendas que se pone y aprovecha al máximo las oportunidades para indicarle con palabras lo que tiene que hacer; por ejemplo, «Álvaro, pásame la servilleta, por favor» . Hay que darles las órdenes diciendo su nombre para que el niño sepa que se lo estamos pidiendo a él.

MES 22

Haz una colección de envases de distintos tamaños y cierres (tarro con tapa a presión, frasco con tapa a rosca, bolsa con cierre de cremallera…), mete dentro algo que le resulte interesante a tu hijo y anímale a que cierre y abra estos envases.

Con papel de periódico o revista podemos hacer una pelota para meterla dentro de un recipiente grande (barreño, papelera…). Después dejaremos que el niño haga solo la pelota y la tire dentro del recipiente. Recuerda que nosotros siempre somos modelos que imitar.

En esta edad comenzaremos a enseñarle a hacer líneas horizontales y para ello, utilizaremos un papel y lápices (de cera a ser posible). Primero las haremos en plano vertical, colocando el papel sobre una ventana o pared, para posteriormente realizarlas con el papel sobre una superficie horizontal, como una mesa.

Con las figuras geométricas que hicimos en el mes 19 (círculos y cuadrados) jugaremos a hacer un montoncito (unos encima del otro) de círculos y otro montoncito de cuadrados. También compondremos filas con una secuencia de colores, por ejemplo, un círculo rojo, un círculo amarillo o un círculo rojo y un círculo azul. Empezaremos utilizando una forma geométrica y dos colores para posteriormente (cuando el niño ya sepa hacerlo) ir añadiendo colores y formas geométricas a la secuencia.

Cuando el niño esté jugando con algo, taparemos su juguete con un trapo y le preguntaremos: «¿Dónde está?». A continuación, le daremos tiempo para que recupere su juguete.

En el álbum de cosas que le hicimos buscaremos a una persona y señalaremos las distintas partes de su cuerpo mientras las nombramos y estimulamos al niño para que repita lo que nosotros decimos (cabeza, piernas, ojos, boca…).

Expresa con palabras lo que él va haciendo, por ejemplo, «Bebes agua», «Cierras la puerta»…

Seguiremos enseñándole a distinguir los sonidos y a relacionarlos con los objetos que lo producen y para ello, podemos continuar utilizando la grabación de ruidos y sonidos que hicimos el mes anterior. Nosotros iremos poniéndole nombre a cada sonido y haremos que el niño lo nombre con nosotros. Así, por ejemplo, ante el ruido de la ambulancia, diremos «ambulancia» y esperaremos que él lo repita.

También podemos hacer sonar diferentes objetos fuera de su vista y preguntarle: «¿Qué es eso?». De este modo estamos estimulándole a que adivine los sonidos, por ejemplo, el ruido de unas llaves. Después le mostraremos el objeto, lo haremos sonar de nuevo y le diremos: «Son las llaves».

Aprovecha los ruidos que se producen dentro y fuera de la casa (ladrido de un perro, la sirena de policía, una puerta que se cierra…) para preguntarle: «¿Qué es eso?».

Es importante que el niño comience a ordenar las cosas, guardar en un lugar los juguetes con los que juega, juntar los pares de zapatos… Podemos aprovechar el momento en que recogemos la ropa para pedirle que nos ayude, le podemos pedir que nos vaya dando todos los calcetines, por ejemplo.

Delante de un espejo le dejaremos entretenerse mientras mira su imagen reflejada. Le pediremos que nombre las distintas partes del cuerpo mientras se mira al espejo.

Juega con él a repetir los movimientos que vamos haciendo: levantar los brazos, bajarlos, sentarse, acostarse, correr, ponerse a gatas…

Es recomendable que el niño aprenda a estar con otras personas, tanto de su edad como mayores, y para ello favoreceremos las situaciones en las que se pueda encontrar con más gente, por ejemplo, ir a comer con la familia o invitar a amigos a ir a casa.

Completa las frases que él dice, por ejemplo, si dice: «pan» nosotros diremos: «Mamá, dame pan, por favor». Para favorecer el lenguaje podemos recorrer la casa y pararnos en los sitios que a él les resulten interesantes y preguntarles: «¿Qué es esto?». También podemos hacer lo mismo con las personas: «¿Quién es?».

MES 23

Revisa las actividades de meses anteriores y realiza con el niño las que todavía le interesen o las que veas que no ha superado aún, como montar a caballito sobre una escoba, jugar a los bolos, cortar papel con las manos…

Continuaremos haciendo el ejercicio de hacer círculos sobre un papel, pero ahora le guiaremos con nuestra mano mientras VERBALIZAMOS lo que vamos haciendo: «Empezamos arriba, vamos bajando poco a poco y volvemos a subir hasta llegar al mismo sitio donde habíamos empezado». Es normal que al principio tan solo haga garabatos: le dejaremos libertad para hacerlo.

Para inventar juegos es importante que observemos al niño y descubramos qué es lo que le gusta hacer y a partir de ahí inventar. Por ejemplo, si vemos que muestra interés cuando estamos cocinando, podemos proporcionarle una olla pequeña (a ser posible de juguete) y le daremos trocitos de los ingredientes que estamos usando nosotros. Podemos pedirle que meta en la olla los que son de un determinando color y después los de otro color.

Ya puede ir aprendiendo los números por orden del uno al cinco, para empezar, y del uno al diez cuando sepa los primeros. Cuando le estemos enseñando le iremos mostrando objetos. Así, por ejemplo, le mostramos un zapato y le decimos: «uno»; luego le mostramos el otro y le decimos: «… y dos». «Hay dos zapatos», concluimos. Con los dedos de la mano podemos hacer lo mismo, a medida que se los vamos cogiendo vamos contando: «uno, dos, tres, cuatro y cinco». «Hay cinco dedos.» Cuando tengamos que subir una escalera vamos contando los escalones, recuerda: primero de cinco en cinco y cuando ya sepa contar hasta cinco lo haremos de diez en diez.

Cuando coma anímale a usar el tenedor con algunos alimentos blandos como, por ejemplo, el plátano.

Cuando nos haga preguntas las contestaremos siempre del modo más sencillo. Es importante que no le mintamos porque lo confundiremos. Nunca debe darse a un niño explicaciones que no son ciertas como, por ejemplo, «Llueve porque hay un hombre escupiendo en el cielo». Es preferible que digamos que no lo sabemos a que le mintamos.

A esta edad el niño ya se lavará las manos solo. Podemos levantarle nosotros o poner un taburete para que él alcance al grifo cada vez que lo necesite.

Cuando el niño pida algo hay que animarle a que lo haga con palabras y no con gestos y sonidos.

Haz que el niño se mueva al ritmo de la música, levantando los pies, los brazos, haciendo palmas, dando vueltas… todo lo que se te ocurra.

Favorece las situaciones en que pueda jugar con otros niños de su misma edad y con otras personas de distinta edad.

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MES 24

El niño va a seguir jugando con su juego de figuras geométricas, el que le conseguimos en el mes 19. Ahora le pediremos que separe y ponga en un montón aparte todos los cuadrados. Cuando lo haga volveremos a mezclar las figuras y le pediremos que haga lo mismo con los círculos.

Haz lazos simples con lazos anchos y, a ser posible, de colores llamativos en la pata de una mesa o silla y pídele al niño que los suelte.

Dale unas cuantas cajas y unas cuantas tapaderas, lo más pequeñas posible, y dile que ponga por un lado las cajas y por otro, las tapaderas.

Los 2 años es una edad de gran importancia para el desarrollo psicomotor, por lo que son necesarios juegos que estimulen las capacidades motrices e intelectuales del niño y, para ello, utilizaremos juegos de ensamblaje. Podemos hacerlo nosotros mismos dibujando en un cartón dibujos simples, como círculos, triángulos, cuadrados… Con la ayuda de un cúter recortamos los dibujos, de manera que queden la forma de los mismos en el cartón. Es recomendable pintar los dibujos con colores vivos, los que ya conozca el niño. El juego consiste en pasarle el cartón al pequeño y pedirle que coloque cada figura en su lugar correspondiente. Le reforzaremos cada vez que lo haga bien, le diremos: «¡Muy bien! Ahí va el triángulo» y cuando lo haga mal le diremos: «Ahí no va el círculo, ¿ves cómo no encaja?».

Nosotros también podemos fabricar nuestra propia masa para moldear, solo necesitamos una cucharadita de sal, dos cucharadas de harina y un poquito de agua. Mezclar todo hasta que quede como una masa. El niño nos puede ayudar a prepararla si la echamos en un cuenco de plástico y utilizamos una machacadera de madera. Una vez hecha la masa jugaremos con él a hacer bolitas, panecillos, a verterla en moldes de galletas, o en cajas de cerillas…

A esta edad ya se pueden empezar a utilizar puzles sencillos.

Sigue estimulándolo para que coopere en las tareas domésticas. Recuerda darle órdenes sencillas, que él pueda cumplir, como poner cucharas en la mesa (NO TENEDORES, NI CUCHILLOS), recoger papeles del suelo y llevarlos a la basura…

A la hora de jugar a juegos como el pilla-pilla intenta que lo haga con niños de su edad para que exista competición real, ya que si lo hace con niños mayores no se dejarán pillar y se aburrirá.

Déjale bajar las escaleras de frente con el apoyo de la mano de un adulto o una barandilla.

Sigue enseñándole a contar de la manera indicada en el mes anterior.

Estimúlalo a que siga jugando con las cajas como en el mes 17. Quítale el fondo a una caja grande y déjale que pase a través de ella.

Para que aprenda a expresarse correctamente, cuando diga alguna frase incompleta, complétala tú. Anímale, asimismo, a pedir las cosas con palabras, no solo con gestos y ruidos.

Sigue poniéndole música para que el niño se mueva al ritmo de la misma (levante las manos, haga palmas, dé vueltas…).

Continúa favoreciendo todo lo que puedas las situaciones en las que el niño pueda estar con otros niños y con otros adultos.

    Recuerda:

   Explícale siempre lo que vais haciendo o lo que haces tú con un lenguaje claro y sencillo y no olvides nombrar las cosas por su nombre.

   Nombra todo lo que puedas, lo que nos rodea en cada momento.

   Plantéale retos, no importa que no lo haya hecho antes o que no lo consiga a la primera, para ello puedes crear juegos teniendo en cuenta los intereses del niño.

   Déjale que manipule las cosas, siempre y cuando no entrañen ningún peligro.

   Hazle preguntas y deja que se exprese. Cuando nombre algo mal, nosotros lo nombraremos correctamente, por ejemplo, si él dice: «Voy a momí», nosotros diremos: «Vas a dormir».