—No sirve de nada intentarlo —dijo ella—.
Uno no puede creer cosas imposibles.
—Me atrevería a decir que usted no ha tenido
mucha práctica —dijo la reina—.
Cuando yo tenía su edad, siempre lo hacía
media hora al día. A veces he creído
hasta seis cosas imposibles antes del desayuno.
LEWIS CARROLL
Alicia en el país de las maravillas