Capítulo 2
El patrimonio

2.1. Concepto y composición

El patrimonio de una empresa, particular o colectiva, está compuesto por los bienes, derechos y obligaciones que constituyen los medios económicos y financieros a través de los cuales ésta puede cumplir sus fines.

Si nos situamos en el plano familiar, podríamos citar los siguientes elementos patrimoniales:

Nos hemos referido al patrimonio «familiar» por ser más conocido para quien inicia el estudio de la contabilidad; pero idéntica sería la clasificación si nos refiriésemos al patrimonio de un comerciante o de una sociedad. La contabilidad deberá fijar cuantitativamente y cualitativamente dicho patrimonio, así como sus variaciones.

Hay que tener en cuenta que el concepto vulgar que se suele atribuir al patrimonio es mucho más restringido ya que suele identificarse como «conjunto de riquezas pertenecientes a una persona», lo cual dista mucho de lo que en contabilidad hemos de entender por «patrimonio», ya que éste no sólo comprende «riquezas», sino también las «deudas» (obligaciones).

Por lo tanto, se entenderá por patrimonio «bruto» el conjunto de bienes, derechos (créditos) y obligaciones (deudas), pertenecientes a una misma persona física o jurídica:

Patrimonio bruto = Bienes + Derechos + Obligaciones

Pero, si hablamos de patrimonio «neto», la ecuación representativa será otra:

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Y si, contablemente, a los bienes y derechos los vamos a denominar patrimonio «activo» y a las obligaciones (deudas) patrimonio «pasivo», la ecuación será:

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Por último, si tenemos en cuenta que a veces se utiliza el concepto de patrimonio neto como sinónimo de capital líquido, tendríamos también esta ecuación:

Capital líquido = Activo – Pasivo

2.2. Elementos patrimoniales

Los bienes, derechos y obligaciones que componen el patrimonio empresarial pueden diferir enormemente, no sólo por el tamaño de la empresa, sino también por la clase de actividad. Pero, aunque sólo sea como ejemplo, veamos cuál podría ser la composición patrimonial de una empresa dedicada a la comercialización (compra-venta) de electrodomésticos:

  1. a) Como bienes podríamos enumerar los siguientes:
  1. b) Como derechos podríamos enumerar los siguientes:
  1. c) Como obligaciones económicas podemos citar:

La situación económico-financiera normal es que el conjunto de bienes y derechos sume más que las obligaciones. La situación contraria supondría un estado de quiebra.

Por otra parte, habrá que diferenciar el corto y largo plazo, tanto en los derechos como en las obligaciones. Esa distinción será fundamental para analizar la situación económico-financiera de la empresa, ya que un importe elevado en las obligaciones a corto plazo podría plantear una situación de insolvencia (suspensión de pagos) si los derechos no tienen también un plazo corto de realización (cobro). El equilibrio entre los bienes y derechos con respecto a las obligaciones habrá que medirlo, por lo tanto, no sólo cuantitativamente, sino teniendo en cuenta los plazos de vencimiento. De ahí que en la contabilidad habrá que distinguir con claridad los derechos a corto plazo y largo plazo, así como las obligaciones con vencimiento a corto y largo plazo.

2.3. Cuenta

En contabilidad, los elementos patrimoniales (bienes, derechos y obligaciones) se reagrupan en unos conceptos denominados «cuentas».

Una cuenta podría definirse como «un concepto abstracto representativo de una serie de valores patrimoniales de la misma especie». Por ejemplo, en la oficina de una empresa hay sillas, mesas, estanterías, máquinas de escribir, armarios, ficheros, etc. A todos estos elementos patrimoniales se los agrupa en el concepto de «Mobiliario». Y esto es una cuenta; es decir, un concepto que se materializará en una ficha o folio de un libro, como representación y medida de los elementos que componen el patrimonio y que servirá de instrumento contable para reflejar la situación inicial y las variaciones que posteriormente ocurran en cada elemento patrimonial.

Veamos, para ir familiarizándonos con estos conceptos, el contenido de algunas cuentas respetando el título con el que figuran en el PGC:

Las ocho últimas cuentas representan créditos o deudas que se han originado en las operaciones comerciales de la empresa. Pero hay otro tipo de operaciones, que, aunque no corresponden a lo que se considera estrictamente operaciones «comerciales» de la empresa, también originan créditos y deudas. El Plan General de Contabilidad establece otras cuentas distintas para tales créditos y deudas, diferenciando además entre el «corto plazo» (hasta un año) y el «largo plazo» (a más de un año).

Citamos a continuación algunas de estas cuentas:

Para introducirnos en la contabilidad no creemos conveniente definir ahora más cuentas ni tampoco hemos considerado conveniente concretar con mayor detalle el contenido de las que hemos enunciado. Hemos de sacrificar la amplitud y la perfección en pro de conseguir el fin didáctico que nos hemos impuesto con este libro.

Veamos ahora, antes de avanzar en materia, cómo clasificaríamos las cuentas definidas anteriormente dentro de los conceptos de activo y pasivo. (Los números que figuran entre paréntesis son el código que dichas cuentas tienen asignado en el PGC).

CUENTAS DE ACTIVO   CUENTAS DE PASIVO

Componen la estructura económica de la empresa, representando los elementos patrimoniales que sean bienes o derechos económicos a favor de la empresa.

 

Componen la estructura financiera de la empresa proveniente de recursos ajenos, representando las obligaciones contraídas con terceros (deudas).

(570) Caja.   (400) Proveedores.
(572) Bancos c/c.   (401) Proveedores, efectos comerciales a pagar.
(300) Mercaderías.   (410) Acreedores por prestaciones de servicios.
(210) Terrenos y bienes naturales.   (411) Acreedores, efectos comerciales a pagar.
(211) Construcciones.   (523) Proveedores de inmovilizado a cort o plazo.
(213) Maquinaria.   (173) Proveedores de inmovilizado a largo plazo.
(216) Mobiliario.   (521) Deudas a corto plazo.
(217) Equipos para proceso de información.   (171) Deudas a largo plazo.
(218) Elementos de transporte.    
(430) Clientes.    
(431) Clientes, efectos comerciales a cobrar.    
(440) Deudores.    
(441) Deudores, efectos comerciales a cobrar.    
(543) Créditos a corto plazo por enajenación del inmovilizado.    
(253) Créditos a largo plazo por enajenación del inmovilizado.    
(542) Créditos a corto plazo.    
(252) Créditos a largo plazo.    

Serán las cuentas las encargadas de registrar, día a día, como explicaremos en el capítulo 4, los movimientos patrimoniales. Para ello, las cuentas se estructuran con dos columnas, denominadas «Debe» y «Haber», en las que se que se irán registrando los aumentos y disminuciones de cada elemento patrimonial.

Por lo tanto, así como los inventarios y los balances se utilizan para presentar la situación del patrimonio en un momento concreto (estática patrimonial), las cuentas tienen un esquema de funcionamiento que sirve para registrar la dinámica patrimonial; cualquier modificación de un elemento patrimonial (aumento o disminución) quedará reflejado en la cuenta respectiva.

2.4. Masa patrimonial

Hemos visto anteriormente que los elementos patrimoniales se reagrupan en «cuentas»; pero éstas, a su vez, se reagrupan en unos conceptos más amplios denominados «masas patrimoniales», abarcando cada masa una serie de cuentas que tienen la misma funcionalidad económica o financiera. Por ejemplo, los conceptos de Mobiliario, Construcciones, Maquinaria, Elementos de transporte, Equipos para procesos de información..., son cuentas que comprenden elementos patrimoniales que forman la estructura fija de la empresa y que no tienen un fin especulativo de venta. Esta funcionalidad homogénea es la que determina su agrupación en la misma masa patrimonial: Activo no corriente.

Son diversos los conceptos utilizados por unos y otros autores a la hora de clasificar y denominar las masas patrimoniales, pero, aunque más adelante comentaremos la clasificación o agrupación en masas que hace el PGC al establecer los modelos de cuentas anuales, de momento haremos esta clasificación:

Así, pues, hemos visto que los elementos patrimoniales, cuyo concepto figura en el diccionario de la Lengua (mesas, sillas, facturas, dinero, pisos, camiones...), se reagrupan en cuentas (conceptos propios de un diccionario contable) y que las cuentas se reagrupan en masas patrimoniales. Pero aún debemos hacer un reagrupamiento más: el patrimonio cuya realización o exigibilidad se considera a corto plazo (hasta un año) se denominará activo o pasivo corriente; cuando el plazo de realización o de exigibilidad es a largo plazo (a más de un año), se denominará activo o pasivo no corriente.

Según lo anteriormente expuesto, podemos establecer la siguiente clasificación:

ACTIVO   PATRIMONIO NETO Y PASIVO
No corriente:   Patrimonio neto:
— Realizable a largo plazo.   — Fondos propios.
— Inversiones a largo plazo.   Pasivo no corriente:
— Inmovilizaciones.   — Deudas a largo plazo.
Corriente:   Pasivo corriente:
— Disponible.   — Deudas a corto plazo.
— Realizable a corto plazo.    
— Inversiones a corto plazo.    
— Existencias.  

Y como conclusión del capítulo, obtenemos el siguiente cuadro sinóptico:

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