CLUB DEL PRINCIPITO

 

Imagina que estás frente a la pantalla de tu computador siguiendo el curso Superlectura Veloz on line. Sorpresivamente aparece:

 

INVITACIÓN SECRETA

 

El Principito que apareció en 1943, decidió regresar para ayudar al mundo que atraviesa una grave crisis. Esta vez aparecerá como El Principito Lector con la misión de mejorar al mundo a través de los buenos libros. Su regreso tendrá lugar el próximo domingo a las 10.00 horas en el Estadio Nacional. Es una cita secreta entre él y los participantes del curso Su-perlectura Veloz, on line o presencial. Para entrar tienes que presentar este libro y responder una clave secreta. La descubrirás escuchando a los que lleguen antes que tú. ¡Cuidado! Hay varios delincuentes y malos lectores que desean boicotear nuestro club.

(No reveles el contenido de la tarjeta).

  

CLAVE SECRETA

 

Estamos en el Estadio Nacional. Llega el primer invitado y muestra su libro. El que recibe a los participantes exclama:

—¡Veinticuatro!

La persona responde: –Doce.

Y le permiten entrar a la reunión del Club.

Llega otro estudiante y el receptor le dice: 

—¡Dieciocho!

El niño susurra:

—Nueve –y entra al estadio.

Otro joven se presenta y la persona de la boletería exclama: –¡Catorce!

El invitado susurra:

—Siete –y es invitado a ingresar al recinto.

Aparece un estudiante de México. El que controla el ingreso dice:

—Ocho.

El duranguense responde:

—Cuatro –y accede al lugar.

Un flojito cero-libros, que no ha sido invitado pero que ha estado observando de cerca, exclama feliz:

—Ya descubrí la clave secreta. Es súper fácil.

Se acerca a la boletería. Muestra un ejemplar del Principito Lector robado minutos atrás. El encargado exclama:

—Cuatro.

El delincuente responde:

—Dos.

Pasan pocos segundos y… aparece la policía llevándoselo detenido.

En la prisión el flojito-ladrón susurra: “La clave era sú–per fácil. Sólo tenía que decir la mitad del número. Exijo una explicación”.

¿Qué número debió decir, de acuerdo con la clave?

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Ahora tú te acercas a la ventanilla y el boletero te dice:

—¡Cuarenta!

 Dudas, estás por decir veinte. entonces a tu lado aparece el Principito y te “sopla”.

—¡Ocho! 

Dices la cifra, muestras tu libro y pasas.

Una voz que viene de las estrellas te susurra al oído:

—Siempre que tengas un problema, visualiza al Principito y pídele ayuda. Desde hoy será una especie de Ángel Guardián. Ese extraordinario ser representa la suma de valores humanos que hay en tu otro yo (subconsciente).

Entras al estadio y ves que está repleto con estudiantes. También profesores, padres, abuelitos.

Un avión da vueltas muy cerca de las personas y despierta la curiosidad de todos.

De pronto, la nave desciende en picada sobre el campo de fútbol y…

—¡Oh! Se va a estrellar. Caerá sobre nosotros. ¡Arranquemos! –gritan algunos con voz miedosa.

 El avión hace extrañas piruetas y realiza un aterrizaje forzoso en el arco norte, metiendo un gol de acero. Los niños sólo paran de gritar cuando desciende el piloto y…

—Algo se rompió en el motor –dice Antoine–. No llevo pasajeros ni mecánicos. Apenas tengo agua para ocho días, exclama –acentuando las palabras con sus manos repletas por dedos voladores.

Sorpresivamente, al lado del piloto, aparece un muchachito rubio de cabellos dorados. Lleva espada, capa de rey, botas y… –¡El Principito! gritan miles de gargantitas lectoras que conocen el libro.

—Antoine –dice la vocecita rubia–, tú, como famoso escritor me ayudarás a explicarles por qué YO AMO LEER. Recuerda que a los humanos del año 2011 no les puedes decir “Vi un lindo libro de páginas rosadas y palomas en la portada”. No lo pueden imaginar. Hay que decirles: “Vi un libro de cien dólares”. Entonces gritarán “¡Qué hermoso debe ser!”.

La boca del Principito parece cajita de música cuando el estadio se cubre de árboles tan inmensos como catedrales y…

 —¡Son los BAOBABS! –Gritan los buenos estudiantes.

—¡Cuidado! Representan daños para el planeta –exclaman los que ya conocen el libro.

—Cuando uno está triste desea ver puestas de sol. Los libros deben tener espinas igual que las rosas para defenderse de piratas y fotocopiadores –dice el Pequeño Príncipe, caminando con Antoine de Saint–Exupéry hacia el escenario.

Pablo y Pabla, directores del Club, junto a sus perritas Tábata y Milagros, se sientan en la galería. Las poodles parecen galletitas de manjar, tienen dos uvitas por ojos y una aceituna muy negra en la nariz.

—YO AMO LEER, pues con los libros se aprenden miles de cosas útiles que nos ayudan en la vida. Además, estar bien informados nos permite destacar ante profesores, parientes y compañeros –exclama el Principito Lector, abriendo sus ojos igual que los Simpson, pero con orzuelos.

—¡Sí! –gritan el Vanidoso, el Cordero, el Rey, el Geógrafo, el Astrónomo, el Guardavías y el Zorro. Del cielo caen cinco mil Rosas que simbolizan el amor.

—El mal lector se saca los ojos del alma, convirtiéndose en ciego del espíritu, encarcelando sus sentimientos para no mirar las cosas que sólo se ven con el corazón –dice el piloto-escritor poniendo ojos de conjuntivitis (bien chiquititos y colorados)… por la arena del desierto de Sahara.

—¿Saben cuál es una de las principales ventajas de la Superlectura Veloz? –pregunta Antoine.

—Muy simple –agrega de inmediato–. Al leer vas formando imágenes propias, ricas en sensaciones, movimientos, colores, sonidos y Emociones, desarrollando así una poderosa imaginación e Inteligencia Positiva que te ayudarán a triunfar y ser feliz.

—La tele, en cambio, te obliga a ver imágenes prefabricadas, disminuyendo tu inteligencia –grita un estudiante español con sus anteojos y cerebro repletos de libros.

—¿Por eso la TV en exceso es tan dañina? –Pregunta una niña colombiana, con voz de cumbia y café (viene de la Feria del Libro de Bogotá).

—¡Y por muchos motivos más! –Canta un coro de niños con notas promedio siete.

—Nosotras recomendamos que por una hora de tele, tengan dos de lectura o estudio. Tres horas de televisión, cuatro leyendo –ladran las perrita poodles, suspirando por Snoopy.

—Yo amo leer porque es una maravillosa forma de entretención… que al mismo tiempo enseña –susurra Antoine de Saint–Exupéry–. El buen lector obtiene mejores notas pues se concentra en todo lo que hace. Es un súper estudiante que logra Megaprendizaje.

Dos lamparitas verdes se encienden en los ojos–traga-libros del Principito Lector.

—¡Sí! La lectura es el mejor tónico para la concentración —dice un niñito mexicano que viene de Durango, con voz de chile (ají) y sonrisa de tacos (moviéndose como Cantinflas).

—Al mal lector en cambio, su abuelita lo manda a comprar pan, pero regresa a los diez minutos y… –¿qué me encargaste abuelili? ¿Patatas o aceite? –Dice una “ñañita” ecuatoriana, poniendo la voz igual que Vilma Picapiedra.

—Los niños deben modelar, es decir, imitar la conducta de los que leen –dice el Principito Triunfador.

Tábata y Milagros, las mascotas de Pablo y Pabla ladran felicitaciones.

En ese momento, en el Estadio Nacional todo se oscurece y en el cielo brillan las estrellas que siempre acompañan a los que siguen al Pequeño Príncipe y ayudan a que los niños triunfen.

—¡Eliminen los impuestos a los libros –gritan varios niños que lucen en su pecho una linda bandera blanco, azul y rojo con una estrella (y un corazón) de este porte.

—El mal lector vive en la luna o en otra galaxia. Como no se concentra, pone sal en el café y azúcar a la ensalada. Tira el penal afuera y pasa con luz roja –comenta un niñito de Guadalajara, poniendo cachetes de marrana flaca, igual que el Quico.

—Los que causan accidentes y desgracias conduciendo ¡son malos para leer! –exclama el piloto–escritor-. Prin-cipito, ¿qué tal si me ayudas con el avión? Tenemos una avería y…

El Pequeño Príncipe nunca responde las preguntas y agrega, con voz rubia:

—Leer es un hábito precioso que necesitan practicar hasta que se convierta en necesidad viva, algo así como dormir, respirar, comer o rezar. Leer es una llave mágica que abre las puertas de la sabiduría, el éxito y la felicidad. La lectura es un puente maravilloso que nos une con los cerebros más inteligentes que han existido.

Luego mira a su propio autor y susurra: –”Las personas mayores son muy raras. Los adultos siempre hacen preguntas tontas”.

El Farolero camina entre los estudiantes regalando a todos, hermosas linternas de colores.

La boa y la serpiente amarilla, dos animales peligrosos que aparecen en El Principito, están encerradas en jaulas de vidrio.

—La humanidad pasa por sus peores momentos. Antiecología. Calentamiento global. Destrozo de la naturaleza. Guerras en oriente. La madre Tierra no avisa que sufre, provocando terremotos, sunamis, derrumbes, fríos, calores pero. algunos siguen dañándola. Vemos países dominados por el narcotráfico. Millones de personas que no leen. Famosos son los “Ninies” (Ni trabajan ni estudian), sólo chatean y repletan las discotecas –dice una rosa. (¿de la que está enamorado el Principito?).

—¿Y qué podemos hacer? –Preguntan los estudiantes invitados.

—Crearemos el “CLUB DEL PRINCIPITO”. Ustedes serán los encargados de salvar a la humanidad, convirtiéndose en los socios de esta nueva empresa espiritual y a través de ella recuperaremos los valores perdidos. Nos ayudará el libro “El Secreto de los Duendes”.

—¿Qué es eso? –Preguntan niños argentinos y. sus voces resuenan igual que millones de cascabeles.

La respuesta la traen pequeños Duendes Dorados, que se presentan diciendo:

—Nosotros administramos el oro en la Tierra.

—¿Cuál es el secreto?

—Preguntan niños brasileños, que vienen de Camboriú.

—Nosotros hacemos que los pensamientos se cumplan, convirtiéndose en cosas gracias a la Ley de Atracción, dicen los Duendes y agregan: –”Eres un imán, todo lo que visualizas a tu vida atraerás”.

—¿Qué más haremos en el Club? –consulta un estudiante colombiano, con voz de café. Se llama Juanito Valdez.

—El Principito es el libro más leído por la humanidad después de La Biblia, traducido a 200 idiomas. Lamentablemente muchos niños no lo entienden hasta que son grandes. En el Club iremos leyendo una versión fácilmente comprensible. Cada capítulo–aventura presenta entretenidas actividades para mejorar Superlectura Veloz, concentración, memoria y Megaprendizaje.

El piloto–escritor dice:

—El Principito les mostrará las leyes del éxito y la felicidad.

Los Duendes Dorados muestran un ejemplar de “El Secreto de los Duendes” y exclaman:

—El principal secreto del éxito y la felicidad es:

—Tu Inteligencia Positiva, –se apresuran a decir el Geógrafo y el Guardalíneas.

—Cada capítulo–aventura tómenlo como un entrenamiento y practiquen –agrega Harry Potter, moviendo su varita mágica.

Varios estudiantes de ingeniería aeronáutica reparan el motor del avión. Antoine de Saint–Exupéry con el Principito Lector suben a la aeronave, el motor suena como si el estadio estuviera lleno de vuvuzelas, y abandonan el recinto en medio de grandes aplausos que hacen clap, clap, clap…

—¡YO AMO LEER! –gritan los estudiantes y personas mayores que vienen del extranjero pues realizan el curso de Superlectura Veloz on line. También los que lo toman presencial. El aire se llena de globos que tienen formas de libros y corazones.

Pablo y Pabla que ahora son presidentes del “Club del Principito” suben al escenario, toman el micrófono y gritan:

—YO AMO LEER porque la Superlectura Veloz potencia la mielina cerebral, justo la que desarrolla la inteligencia y el talento.

“Y sin ellos, no existe FELICIDAD”, escribe con humo en el cielo el avión del Principito Triunfador.

Todos toman su libro. Se hace un silencio cómplice de la Superlectura. Nos concentramos y… 

—Ahora comenzaremos a leer El Principito, capítulo por capítulo, introduciendo una breve explicación, que llamaremos “Símbolos” –dicen varios Profesores chilenos, de Lenguaje y Comunicación.

—Al final de cada capítulo–aventura, realizaremos un comentario acá en el mismo Estadio Nacional –dicen Maestros argentinos.

—¿Por qué invitaron a los que hacen el curso de Super–lectura Veloz?

—¡Por qué Dios y en Universo ayudan a los que leen!

 

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