Introducción astrológica: el horóscopo en cuatro palabras
En este capítulo:
Visualiza el sistema solar
Paséate por el Zodíaco
Clasifica los signos según su polaridad, modalidad y elemento
Contempla el Sol, la Luna y los planetas
Conoce al regente de cada signo
Descubre el ascendente
Recorre las casas
Según la leyenda, Isaac Newton, considerado el mayor genio de todos los tiempos, pudo haber explorado el campo de la astrología. Newton tenía una mente compleja y curiosa. Además de desarrollar el cálculo matemático y descubrir la ley de la gravitación universal, a Newton le interesaba la alquimia (el arte de convertir metales ordinarios en oro), la Biblia y la astrología. Cuando su amigo Edmund Halley (de quien toma nombre el cometa) hizo un comentario despectivo al respecto, Newton, un capricornio reservado, se apresuró a contestar: “Yo, señor, he estudiado el tema. Usted, no”. O al menos así lo cuenta la historia.
Como cualquier otro astrólogo, me gusta pensar que esta historia es cierta. Al fin y al cabo, la astrología ha sobrevivido a las modas y se ha desvanecido también ante ellas, pero nunca ha tenido que lamentar la falta de seguidores. Catalina de Medici tuvo un astrólogo: Nostradamus; la reina Isabel I de Inglaterra, otro: John Dee; y otras personalidades de la talla de Napoleón, George Washington, J. P. Morgan y Ronald Reagan se dejaron aconsejar también por entendidos en el tema. En todo este tiempo, nadie había ofrecido todavía una explicación satisfactoria sobre el funcionamiento de la astrología. Durante siglos, los defensores del arte antiguo habían sugerido que el motor de la astrología tenía que ser la gravedad, el electromagnetismo o la ley metafísica de las correspondencias. El famoso psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo Carl Jung lo resumió con la siguiente frase: “Nacemos en un momento dado, en un lugar determinado y, como los vinos, tenemos las cualidades del año y la estación en la que nacemos”.
No sé exactamente cómo funciona la astrología, como tampoco lo sabía Isaac Newton, pero puedo asegurarte que funciona. El patrón que trazan los planetas en el momento de tu nacimiento, es decir, tu carta astral u horóscopo, caracteriza tus tendencias, habilidades, retos y potencial. No te predice el futuro, aunque sí tiene en cuenta las posibilidades del destino. En mi opinión, la forma exacta que tome, depende de ti.
En este capítulo me sumerjo en la astronomía que hay tras la astrología, así como en los signos del Zodíaco y los componentes de la carta astral.
Alza la vista hacia el cielo estrellado
Te invito a que visualices nuestro sistema solar. En medio se sitúa el Sol y a su alrededor los planetas y asteroides, cuyas órbitas lo rodean más o menos como lo hacen los surcos de un disco musical en torno a la etiqueta central.
Esta idea, con la que nos machacaron de pequeños, habría sorprendido a los antiguos astrónomos, quienes estaban convencidos de que el Sol, la Luna y los planetas giraban alrededor de la Tierra. Aunque nosotros sabemos que eso no es cierto, los antiguos no eran estúpidos por pensar así. Realmente parece que el Sol gire alrededor de la Tierra, que nazca en el este y se ponga en el oeste, sin salirse nunca del espacio delimitado por la línea que rodea la Tierra como un aro gigantesco. Esta línea del cielo se conoce con el nombre de eclíptica.
A continuación te indico los tres datos más importantes sobre la eclíptica:
La eclíptica representa la trayectoria aparente del Sol alrededor de la Tierra. Digo aparente porque, en realidad, el Sol no gira alrededor de la Tierra, solo lo parece.
Del mismo modo que el círculo, la eclíptica está dividida en 360 grados y cada grado, a su vez, está dividido en 60 minutos. Los 30 primeros grados de la eclíptica los ocupa Aries, los segundos 30 grados pertenecen a Tauro y así sucesivamente.
Las estrellas dispersas como motas de polvo a lo largo de toda la eclíptica forman las constelaciones del Zodíaco.
Y aquí llega la parte confusa: los signos del Zodíaco y las constelaciones que comparten su nombre no son lo mismo. Los signos son divisiones de la eclíptica; a cada uno le corresponde una doceava parte de su longitud total, es decir, 30 grados. Las constelaciones no tienen nada que ver con los signos. Explico este desafortunado hecho en el cuadro siguiente, titulado “Los signos, las constelaciones y la precesión de los equinoccios”.
Los signos, las constelaciones y la precesión de los equinoccios
Hace miles de años, cuando los babilonios establecieron los principios de la astrología, las constelaciones y los signos del Zodíaco coincidían. En el equinoccio vernal (el primer día de primavera), el Sol estaba “en” la constelación de Aries; es decir, si lograbas ver el Sol y otras estrellas al mismo tiempo, podías ver el Sol rodeado por las estrellas de Aries. En aquellos tiempos felices, los signos y las constelaciones coincidían.
Pero ya no es así. Ahora, en el equinoccio vernal, el Sol se mueve ante las (tenues) estrellas de Piscis como pez en el agua.
La razón de este desplazamiento es que la Tierra se tambalea sobre su propio eje y describe un círculo en el espacio parecido al que describe el bamboleo de una peonza. Cuando el eje se mueve, las constelaciones parece que realicen un movimiento retrógrado. El grado de retroceso para una persona durante toda su vida es ínfimo, pero al cabo de generaciones se nota. Como resultado, cada equinoccio tiene lugar un poco antes en el Zodíaco que el anterior. Este proceso, que se conoce con el nombre de precesión del equinoccio, explica por qué el equinoccio vernal, que solía ocurrir en la constelación de Aries, ahora lo hace en Piscis.
Cuando el equinoccio retroceda todavía más, hasta la constelación del Aguador, empezará oficialmente la Era de Acuario. Los astrólogos difieren sobre cuándo ocurrirá esto. Algunos están convencidos de que ya se está produciendo y otros creen que todavía quedan décadas o siglos. Al final, el ciclo empezará de nuevo. Alrededor del año 23800, el equinoccio vernal volverá a Aries y los astrólogos podrán ahorrarse esta discusión. Mientras tanto, las constelaciones del Zodíaco y los signos del Zodíaco no coincidirán.
Los escépticos que atacan a la astrología —y por alguna razón, esas almas recelosas pueden ser asombrosamente hostiles— a menudo utilizan el cambio de posición de las constelaciones y la precesión de los equinoccios como prueba para demostrar la falsedad de la astrología. La verdad es que los astrólogos son muy conscientes de este fenómeno y consideran las constelaciones como simples signos de señalización. Lo que importa es la división de la eclíptica; las estrellas, tan espléndidas ellas, nada tienen que ver con tu signo.
Identifica los signos del Zodíaco
El signo que ocupaba el Sol cuando naciste es lo que mejor determina tus bases astrológicas. Define tu ego, tus motivaciones, tus necesidades y cómo enfocas la vida. Pero el Sol no es el único planeta que te afecta. (En el mundo de la astrología llamamos planetas a ambas fuentes luminosas, tanto al Sol como a la Luna. Hazte un favor y no uses esta terminología cuando hables con astrónomos.) Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Quirón, Urano, Neptuno y Plutón, por no mencionar la Luna, representan distintos tipos de energía que se refleja en el estilo del signo en el que se encuentran.
Sin embargo, astrológicamente hablando, el signo del Zodíaco determina tus características más esenciales. Para comprobar tu signo, usa la tabla 1-1. Ten en cuenta que las fechas varían de un año a otro. Al fin y al cabo, aunque un círculo tiene 360 grados y a cada signo le corresponden 30 grados, los años no tienen 365 días justos, lo que da lugar a que existan los años bisiestos. Así que la división de signos entre días no es tan precisa como te gustaría. Si has nacido en el primer o el último día de un signo, tendrás que comprobar tu signo natal mediante el uso de las tablas del apéndice, probar suerte en internet o consultar a un astrólogo.

Comprende los signos
Como cualquier otro sistema satisfactorio, la astrología clasifica e interpreta sus elementos básicos de distintas formas. Para empezar, cada signo se define por la polaridad (patrón de reacción positiva o negativa), la cualidad o modalidad (forma de expresión) y el elemento (describe el temperamento básico).
Polaridad: el Zodíaco entre dos
Se puede determinar la polaridad de cada signo dividiendo el Zodíaco por la mitad. Empezando por Aries, seis signos positivos o masculinos se alternan con seis signos negativos o femeninos. Siento decir que tradicionalmente se usa el lenguaje sexista. Algunos astrólogos prefieren usar los términos yin y yang. Llámalos como quieras. Su significado es el siguiente:
Los signos positivos (yang) son más extrovertidos, objetivos y asertivos.
Los signos negativos (yin) son más introvertidos, subjetivos y receptivos.
El Zodíaco también puede dividirse en parejas de signos opuestos. Los signos opuestos son: Aries y Libra, Tauro y Escorpio, Géminis y Sagitario, Cáncer y Capricornio, Leo y Acuario, y Virgo y Piscis.
Modalidad: el Zodíaco entre tres
Las tres modalidades describen distintas formas de expresión. Veámoslo a continuación:
Los signos cardinales son emprendedores. Promueven el cambio y logran resultados. Los signos cardinales son Aries, Cáncer, Libra y Capricornio.
Los signos fijos consolidan y preservan el cambio. Son centrados y decididos. En este grupo se encuentran Tauro, Leo, Escorpio y Acuario.
Los signos mutables son flexibles y versátiles. Se adaptan y se ajustan. Estos son Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis.
Elemento: el Zodíaco entre cuatro
Clasificar el temperamento de cada signo del Zodíaco a través de la asignación de uno de los cuatro elementos ancestrales es probablemente el método de clasificación más famoso. Los cuatro elementos son el fuego, la tierra, el aire y el agua.
El fuego es sinónimo de vitalidad, entusiasmo e intensidad. Los signos de fuego son Aries, Leo y Sagitario.
La tierra dota al signo de estabilidad, sentido común y habilidad para llevar cosas a cabo. Aquí se encuentran los signos de Tauro, Virgo y Capricornio.
El aire alimenta la mente y aumenta la sociabilidad. A este grupo pertenecen los signos de Géminis, Libra y Acuario.
El agua fortalece las emociones y la intuición. Los signos de agua son Cáncer, Escorpio y Piscis.
Los signos del Zodíaco juntos de nuevo
Una vez aprendido el orden de los signos, es fácil asignarles la polaridad, la modalidad y el elemento correcto, porque esa clasificación es siempre secuencial, tal y como puedes ver en la tabla 1-2. Esta clasificación contiene abundante información. Si sabes la polaridad, la modalidad y el elemento de cada signo, ya es mucho.

Seleccionemos como ejemplo a Cáncer. Sabemos que es un signo negativo, cardinal y de agua, y eso nos indica que los cáncer tienden a ser personas introvertidas y receptivas (negativo), con una gran dosis de iniciativa (cardinal) y una conciencia emocional muy fuerte (agua).
El hombre astral
Los arcos zodiacales atraviesan el cosmos, inmenso e increíblemente remoto. Su equivalente simbólico, pequeño e increíblemente cercano, es el cuerpo humano. Hace dos mil años, un astrólogo romano llamado Manilius correlacionó cada signo del Zodíaco con una parte del cuerpo en una secuencia que empieza en la cabeza con Aries y desciende hasta los pies, que pertenecen a Piscis. El arte medieval, tanto europeo como islámico, cuenta con magníficas representaciones del denominado hombre astral, que también aparece en textos médicos antiguos. De hecho, la medicina como tal se solía practicar en función de la astrología, no solo para entender la enfermedad, sino también para curarla.
Tengo mis dudas en cuanto a la astrología médica, aunque debo decir que he visto casos en los que es extraña e inquietantemente precisa. Sin embargo, me gusta este esquema porque me recuerda que el espectro de la experiencia representado por signos del Zodíaco es universal y se encuentra en todas y cada una de las personas.

Ahora toma a Leo como ejemplo. Vive junto a Cáncer pero presume de una personalidad totalmente distinta, tal y como ocurre con todos los signos adyacentes. Leo es un signo positivo, fijo y de fuego. Eso significa que tiende a ser de naturaleza extrovertida (positivo), determinada (fijo) y llena de inspiración (fuego).
La polaridad, la modalidad y el elemento ofrecen una visión básica de cada signo. En la parte II encontrarás una descripción más detallada de los signos.
Contempla el Sol, la Luna y los planetas
El Sol, la Luna y los planetas tienen papeles individuales en tu horóscopo. Su significado es el siguiente:
El Sol representa el deseo, la individualidad, la vitalidad, las ansias de poder y la personalidad básica. Dice más de ti que cualquier otro planeta. En términos generales, también representa al hombre.
La Luna representa las emociones, el subconsciente, los instintos, los hábitos y la memoria. En términos generales, representa a la mujer.
Mercurio simboliza el estilo de comunicación, la capacidad de razonamiento y la manera de pensar.
Venus representa esas partes de tu vida relacionadas con el amor, la atracción, la belleza, las posesiones y las artes.
Marte es el planeta del deseo y la agresividad. Representa la combatividad, la iniciativa, el coraje y la energía física.
Júpiter es el planeta del desarrollo y la buena suerte. Representa el crecimiento, la prosperidad, la abundancia, la sabiduría, la generosidad y la mente superior. La posición de Júpiter en el horóscopo te dice en qué aspectos tendrás suerte.
Saturno representa los límites, la restricción, la prudencia, la organización, el empeño y la disciplina. Te indica el lugar en el que se encuentran tus ambiciones y en el que afrontar tus miedos.
Quirón, un planeta diminuto descubierto en 1977, representa el dolor pasado y la sanación futura. No todos los astrólogos contemplan a Quirón en sus cartas, pero los que lo hacen suelen asociarlo a la medicina holística.
Urano representa la originalidad, la independencia, la rebeldía, la imaginación, la perspicacia y todo lo imprevisto.
Neptuno representa la espiritualidad, los sueños, la habilidad psíquica, la intuición, la disgregación, la compasión, la abnegación, la decepción y la ilusión.
Plutón representa la eliminación, la destrucción, la regeneración, la renovación y la transformación.
Una manera de simplificar toda esta información consiste en asignar una sola palabra o —según los astrólogos— palabra clave a cada planeta. La tabla 1-3 contiene las palabras clave que resumen el significado de cada planeta.

¿Quién pone las reglas? Conoce al regente de cada signo
En un mundo ideal, todas las combinaciones de planetas funcionarían igual de bien, pero en realidad algunas son mejor que otras. El signo en el que parece que un planeta funciona con mayor efectividad será el signo que regirá. Hace dos mil años, cuando los astrólogos solo tenían que preocuparse del Sol, la Luna y cinco planetas, asignaron las siguientes regencias:
El Sol regía a Leo.
La Luna regía a Cáncer.
Mercurio regía a Géminis y Virgo.
Venus regía a Tauro y Libra.
Marte regía a Aries y Escorpio.
Júpiter regía a Piscis y Sagitario.
Saturno regía a Acuario y Capricornio.
Tras el descubrimiento de Urano en 1781, Neptuno en 1846 y Plutón en 1930, los astrólogos modificaron ese sistema. Actualmente, las regencias planetarias más aceptadas suelen ser las siguientes:
El Sol rige a Leo.
La Luna rige a Cáncer.
Mercurio rige a Géminis y Virgo.
Venus rige a Tauro y Libra.
Marte rige a Aries.
Júpiter rige a Sagitario.
Saturno rige a Capricornio.
Urano rige a Acuario.
Neptuno rige a Piscis.
Plutón rige a Escorpio.
En los últimos años, los astrónomos han descubierto legiones de asteroides, lunas y otros cuerpos celestes en nuestro sistema solar. Uno de ellos es Quirón, descubierto en 1977. Como algunos astrólogos creen que Quirón rige a Virgo, otros lo asocian a Sagitario y a otros tantos no les preocupa este asunto, el resultado es que todavía no se le ha asignado la regencia de ningún signo.
Valora el ascendente y las casas
Los planetas no son los únicos componentes esenciales de tu carta. El ascendente o signo ascendente, es decir, el signo que ascendió en el este sobre el horizonte en el momento de tu nacimiento, también es muy importante. Hace referencia a tu máscara o persona, la que muestras al mundo. También marca el punto de inicio de las 12 casas.
El ascendente
¿Alguna vez has coincidido con la que creías doña Simpatía y te has llevado un chasco? ¿Has topado alguna vez con alguien que al principio parecía distante y frío pero que luego fue cambiando? ¿Conoces a alguien cuya actitud despreocupada y desenfadada esconde una mente calculadora y manipuladora? ¿Y alguna vez te has preguntado cómo te ven los demás, especialmente cuando no te conocen demasiado? Tu horóscopo te da la respuesta. Tu signo zodiacal podría pasar inadvertido, pero no tu ascendente. Es tu imagen, tu fachada, tu personalidad externa. Tanto si choca como si armoniza con tu signo zodiacal, describe cómo te ve la gente y la impresión que causas de puertas afuera. De hecho, algunos astrólogos consideran que el regente del ascendente, es decir, el planeta que rige al signo ascendente, es el regente absoluto de tu carta.
No importa cuál sea tu signo zodiacal, cualquiera de los 12 signos podría haber estado en el este sobre el horizonte en el momento de tu nacimiento. Si naciste justo cuando el Sol se asomaba por detrás del horizonte, ya sabes cuál es tu signo ascendente: el mismo que tu signo zodiacal. Si naciste en cualquier otro momento del día, tu signo ascendente y tu signo zodiacal serán distintos.
A las personas a las que les coincida el signo ascendente y el zodiacal, también les coincidirá la superficie y la sustancia. Si no es este el caso, lo que ves y lo que es no tiene por qué coincidir.
Veamos como ejemplo el caso de la actriz Whoopi Goldberg. Su ascendente es Acuario, así que aparentemente es progresista, sociable y excéntrica, posee una personalidad de espíritu alegre y un enfoque de la vida objetivo y centrado. Sin embargo, su Sol está en Escorpio, de modo que bajo esa brillante superficie de Acuario se esconde una persona sumamente emocional, apasionada, reservada y nada centrada.
Para determinar tu signo ascendente, necesitas saber en qué momento naciste. Cuando lo sepas, dirígete al capítulo 3, donde encontrarás una estimación aproximada de tu signo ascendente, y a continuación salta al capítulo 11, donde aprenderás a interpretarlo.
Además de marcar tu personalidad, el ascendente cumple también otra función: abre la puerta hacia las casas. Si te interesa este tema, sigue leyendo.
Recorre las casas
Tanto si compartes el amor por la diversión de Leo, como si sufres la adicción al trabajo de Capricornio, tendrás que ocuparte de asuntos como tus relaciones, el dinero, la salud, la carrera profesional, etcétera. Están bajo la autoridad de las casas, que dividen el cielo en 12 partes, empezando por el ascendente, que marca el punto de inicio de la casa I. En la tabla 1-4 te muestro un resumen con el significado de las casas.

Del mismo modo que todas las cartas astrales incluyen todos los planetas, todos los horóscopos incluyen todas las casas. El signo que hay en la cúspide o punto de inicio de la casa describe tu aproximación a ella. Por ejemplo, si el signo del Toro está en la cúspide de tu casa VI, la del trabajo, tu actitud hacia él es taurina, lo que te convierte en una persona fiable, productiva y un poco tenaz, haya planetas o no en esa casa.
En astrología, la palabra cúspide se usa de dos modos distintos. Cuando alguien dice que nació “en la cúspide”, se refiere a que su cumpleaños cae a finales de un signo y principios de otro, y suele pensar que tiene cualidades de ambos signos, tema del que me ocupo en el capítulo 3. Cuando los astrólogos se refieren a la cúspide de una casa, se refieren al punto de inicio de esa casa.