En definitiva, ¿qué es la teoría musical?
En este capítulo
Comprender el valor de la teoría musical
Hacer una pasada rápida por la historia de la música
Conocer los aspectos fundamentales de la teoría musical
Una de las ideas más importantes que hay que recordar acerca de la teoría musical es que la música fue primero. La música existió durante miles de años antes de que apareciera la teoría para explicar lo que la gente intentaba conseguir al tocar sus tambores. Así que ni te plantees que no puedes ser un buen músico solo porque nunca fuiste a una clase de teoría. De hecho, si eres un buen músico ya conoces una buena cantidad de teoría, pero quizá no sepas los términos o las fórmulas académicas que reflejan lo que haces.
Los conceptos y reglas que forman la teoría musical se parecen mucho a las normas gramaticales que gobiernan el lenguaje escrito, que también apareció después de que la gente aprendiera a hablar entre sí. Así como la capacidad de transcribir el lenguaje hizo posible que la gente que estaba lejos “escuchara” las conversaciones e historias que quería contar el autor, de la misma manera la habilidad de transcribir música permite que otros músicos lean y toquen las composiciones tal y como las ha pensado el compositor. Aprender a leer música es casi lo mismo que aprender un nuevo idioma, hasta el punto de que alguien que lee con fluidez puede “escuchar” una “conversación” musical cuando lee una partitura.
Así como hay mucha gente en este mundo que no sabe leer ni escribir pero puede comunicar muy bien sus ideas y sentimientos de forma verbal, también hay muchos músicos autodidactas e intuitivos que nunca aprendieron a leer o escribir música, y que consideran aburrida e inútil la mera idea de aprender teoría musical. No obstante, y del mismo modo como el dominio de la lectura y la escritura implica mejoras en la educación, así la teoría musical ayuda a los músicos a aprender nuevas técnicas, a tocar música de estilos diversos y a desarrollar la confianza necesaria para ensayar cosas nuevas.
¿Cómo me ayudará la teoría con mi música?
A falta de más información, tal vez pensaras que la música podía comenzar en cualquier nota, dirigirse a donde quisiera y acabar cuando al músico le apeteciera ir a tomarse un refresco. Aunque es cierto que muchos hemos asistido a conciertos en los que se toca música en ese estilo de “composición”, en gran parte esas ejecuciones son confusas, cargantemente desenfrenadas, y se perciben como algo sin sentido.
Los únicos que pueden tocar bien juntos y de manera espontánea son quienes han estudiado la suficiente música para juntar acordes y notas seguidas, de modo que el resultado final tenga sentido para los oyentes. Y siendo la música en sí misma una forma de comunicación, lo importante es la conexión con el auditorio.
Aprender teoría musical es inmensamente estimulante. No hay forma de describir la luz que uno siente en el cerebro cuando es capaz de construir una progresión en forma de blues de 12 compases y sacar de allí una canción realmente buena. O cuando mira una obra de música clásica y se prepara para tocarla de principio a fin por primera vez. O la primera vez que uno se sienta a tocar con amigos y ve que tiene la confianza suficiente para tomar el liderazgo.
Como músico, el hecho indiscutible es que uno logra de la música lo que pone en ella. Si quieres tocar música clásica, tendrás que saber cómo leer a vista y cómo mantener el ritmo constante. Si tu plan es convertirte en guitarrista de rock, resulta especialmente importante saber qué notas tienes que tocar en una tonalidad concreta. Saber tocar música supone una enorme disciplina pero, a la larga, merece la pena el duro esfuerzo. Además, por supuesto, tocar música es divertido y saber cómo hacerlo bien resulta increíblemente divertido. A todo el mundo le gusta una estrella de rock, un músico de jazz o un Mozart.
Nacimiento de la música y de la teoría musical
Hasta donde sabemos, por la época en la que el mundo antiguo empezaba a surgir —aproximadamente en el 7000 a.C.—, los instrumentos musicales habían alcanzado ya una gran complejidad de diseño, que conservarían hasta nuestros días. Algunas de las flautas de hueso que se han encontrado de aquella época todavía pueden tocarse y con ellas se han grabado fragmentos cortos para que los oigan nuestros contemporáneos.
Los ornamentos funerarios y las pictografías muestran que, hacia el año 3500 a.C., los egipcios habían inventado ya el arpa, además de clarinetes de doble caña, liras y su propia versión de la flauta. Hacia el 1500 a.C., los hititas, en el norte de la Siria actual, habían modificado el diseño egipcio tradicional del arpa y la lira e inventaron la primera guitarra de dos cuerdas, con un largo mástil con trastes, clavijas de afinación en el extremo del mástil y una caja hueca de resonancia para amplificar el sonido de las cuerdas pulsadas.
Hay muchas preguntas sin respuesta sobre la música antigua; una de particular importancia es la siguiente: ¿por qué tantas culturas diferentes, de forma independiente, inventaron música con tantas calidades tonales iguales? Muchos teóricos concluyen que ciertos patrones de notas les suenan bien a los oyentes, mientras que otros no lo hacen. Podría decirse entonces que la teoría musical no es más que la búsqueda del cómo y el porqué los sonidos musicales suenan bien o mal.
Mucha gente considera que la antigua Grecia fue en realidad la cuna de la teoría musical. Esto se debe a que, con su excelente forma de hacer las cosas, los griegos empezaron a crear escuelas de filosofía y ciencia a partir del minucioso análisis de todos los aspectos de la música conocida por entonces. Incluso Pitágoras (el tío del triángulo) entró en escena al crear la escala de 12 tonos que aún usamos hoy (se explica en el capítulo 10); y lo hizo mediante el primer círculo de quintas (hay un ejemplo en la guía rápida, al principio del libro), que se sigue utilizando religiosamente.
Aristóteles, otro filósofo y científico griego, es el autor de muchos libros de teoría musical. Introdujo una forma rudimentaria de notación musical que se utilizó en Grecia y en culturas posteriores durante casi mil años después de su muerte.
De hecho, los fundamentos de la teoría musical establecidos en la antigua Grecia fueron tantos que no pareció existir la necesidad de introducir cambios sustanciales hasta que llegó el Renacimiento europeo, cerca de dos mil años después. Los vecinos y conquistadores de Grecia estaban encantados de incorporar el arte, las matemáticas, la ciencia, la filosofía, la literatura y la música griegas a sus propias culturas.
Aspectos fundamentales de la teoría musical
Aunque sería estupendo ser una de esas personas que se sientan con cualquier instrumento y pueden tocar una hermosa música sin ningún tipo de formación, la mayoría de nosotros necesitamos algún tipo de instrucción estructurada, bien de un profesor o de un libro. En los siguientes apartados, repasaremos la información básica necesaria para empezar a aprender a leer música, tocar escalas, entender las armaduras, construir acordes y componer según las formas.
Comprender las bases: notas, silencios y ritmos
Aprender a leer música es fundamental para un músico, en especial, para el que quiera compartir su música con otros músicos o descubrir lo que tocan. Al estudiar los elementos básicos, tales como los valores de tiempo de cada una de las notas escritas (están en el capítulo 2), los silencios musicales (en el capítulo 3), los compases (ve al capítulo 4) y el ritmo (lo encontrarás en el capítulo 5), irás por el buen camino para dominar la música. Todos estos elementos juntos forman la base que te permitirá leer, tocar y estudiar música.
Manipular y combinar notas
Leer las notas tanto de la clave de Sol como de la clave de Fa en un pentagrama, así como encontrar las notas en el piano o en la guitarra (los dos instrumentos en los que la gente aprende a tocar por sí misma con más frecuencia) es crucial para crear y estudiar música. En el capítulo 6 encontrarás toda la información.
Cuando puedas leer las notas en un pentagrama, podrás determinar la armadura de una pieza musical, es decir, el grupo de símbolos que indica en qué tonalidad está escrita esa pieza. Puedes utilizar el círculo de quintas para entrenarte en la lectura a vista de las armaduras contando los sostenidos o bemoles que aparecen en ella. En el capítulo 9 puedes leer más cosas sobre la armadura y el círculo de quintas (que puedes ver en la guía rápida).
Cuando te hayas familiarizado con las armaduras, estarás listo para pasar a los intervalos, los acordes o la progresión de acordes, creadores de la complejidad del sonido musical: desde el sonido agradable y relajante hasta el tenso y con necesidad de resolución. En el capítulo 8 descubrirás que las escalas y acordes se construyen utilizando intervalos simples o compuestos: melódicos y armónicos. Los capítulos 11 y 12 te mostrarán todo lo que necesitas saber sobre cómo construir acordes y progresiones de acordes, así como a construir y utilizar acordes extendidos.
El teclado y la notación musical
Antes del Renacimiento hubo pocos cambios realmente innovadores en la tecnología musical. Existían instrumentos de cuerda, de madera, trompas e instrumentos de percusión desde hacía miles de años, pero a pesar de que habían experimentado mejoras en su diseño y técnica de ejecución, en esencia eran los mismos instrumentos usados por la gente de la antigua Mesopotamia. Pero en el siglo XIV apareció una flamante y singular interfaz musical: el teclado.
La invención del teclado introdujo el comienzo de la notación musical moderna, es decir, de la música escrita. La relación entre el teclado y la notación musical tiene que ver con la facilidad de componer en el teclado para gran orquesta. Debe tenerse en cuenta que las obras que se encargaban eran para teclado, a causa de la mencionada superioridad presente en la percepción pública del instrumento.
Los compositores franceses del siglo XV empezaron a añadir a sus pentagramas tantas líneas como fuera necesario (en el capítulo 6 se incluye toda la información sobre el pentagrama musical). Además escribieron música en varios pentagramas para que la tocaran de forma simultánea varios instrumentos. Como había tantas notas en el teclado, introdujeron dos pentagramas separados: uno para la mano izquierda y otro para la mano derecha, el primero con la clave para los sonidos bajos y el segundo con la clave para los sonidos altos.
El teclado también tenía la ventaja de que permitía construir acordes con facilidad (en el capítulo 11 hay mucha información sobre este tema). En el siglo XVII el pentagrama de cinco líneas se consideraba estándar para la mayor parte de la instrumentación musical, probablemente porque era más fácil y barato imprimir una sola clase de papel pautado para que los músicos compusieran sus obras. El sistema no ha cambiado mucho durante los últimos cuatro siglos y, probablemente, no cambiará hasta que aparezca una nueva, más atractiva y apetecible interfaz musical.
Estudio de la forma musical y las composiciones
La mayor parte de la música clásica y popular está escrita siguiendo unas formas específicas. Una forma es un modelo estructural utilizado para crear un cierto tipo de música. Entre los componentes básicos de cada forma se encuentran las frases y los períodos musicales (que puedes ver en el capítulo 16), y el ritmo, la melodía y la armonía tienen la función de crear el género, o estilo, de una pieza musical.
Cuando te sientas a componer, tienes que elegir la forma que vas a seguir, por ejemplo, clásica o popular. Puedes elegir entre formas clásicas y populares muy distintas: sonatas, conciertos, blues de 16 compases o la forma verso-coro (en los capítulos 17 y 18 encontrarás toda la información al respecto). Sea cual sea la forma que elijas, puedes crear sonidos variados jugando con el tiempo, la dinámica y el sonido y color de los instrumentos (se habla de ello en los capítulos 14 y 15).