El origen del vodka se lo disputan Polonia y Rusia, y puede considerarse en estos momentos la bebida espirituosa más consumida en los países occidentales. La palabra vodka significa “agua” en polaco (woda) y agüita en ruso (voda), y en un principio se utilizaba como medicina, como indica su nombre completo en ruso: zhiznennia voda (“agua de vida”). En este país también se le llamaba “vino de pan”, y al principio era un alcohol de centeno al que se le añadían plantas aromáticas para mejorar su sabor.
El primero en mencionar el vodka fue el embajador inglés en Moscú en el s. xiv, y se tienen datos fehacientes de que los monjes del Kremlin destilaban aguardientes, conocidos como “pan de vino moscovita”. En Rusia se utilizaba en aquella época un sistema de filtración del vodka, que consistía en congelarlo dentro de las barricas en el exterior de la destilería en pleno invierno. En Polonia ya se empleaba el vodka durante la Edad Media con fines medicinales, y en su origen se elaboraba con corteza de abedul.
El vodka es un alcohol neutro que se obtiene de todo tipo de plantas, aunque hoy en día predominan los cereales, como trigo, cebada, maíz y centeno, a pesar de la asociación popular con la patata, que siempre estuvo restringida a pequeños elaboradores de Polonia y Suecia. La mayoría de los vodkas polacos son de centeno, cereal que le aporta un toque especiado, mientras que los rusos utilizan trigo de Siberia. Y la fama de gran pureza se debe a que tras las numerosas destilaciones, realizan varias filtraciones con carbón vegetal de manzano o abedul.
El proceso de elaboración comienza con la cocción de los cereales, transformándose su almidón en azúcares, que luego fermentan mediante la adición de la levadura. Una vez obtenida esta rudimentaria cerveza, se destila en grandes columnas continuas; se realizan múltiples destilaciones para eliminar todas las impurezas, alcanzado los 96º de alcohol, y rara vez se emplean alambiques pot-still.
Un científico ruso, Dimitri Mendeleyev, conocido por ser el inventor de la tabla periódica de los elementos, tras numerosas investigaciones determinó la composición perfecta del vodka en su proporción de agua y etanol, que era de 40º, y desde entonces es la graduación de la mayoría de los vodkas comerciales. A la hora de rebajar el grado final antes del embotellado, adquiere una gran importancia la calidad del agua que se utiliza, en gran parte procedente de manantiales y de ríos alimentados por el deshielo de los glaciares.
En la pureza final del vodka es fundamental el proceso de filtración, con carbón vegetal. Una pequeña destilería de un noble ruso fue la primera en aplicarlo, cuando el químico Andrev Albanov descubrió que el alcohol de una botella absorbía el humo de un carbón encendido cercano, y que con este proceso la bebida adquiría una mayor finura. Antes de extenderse este sistema de filtración, lo habitual era pasar el vodka por un lecho de arena de río para limpiarlo. En la actualidad algunos vodkas realizan hasta ocho filtraciones, pero solo una de ellas con carbón vegetal y el resto con exóticos filtros de partículas de oro, plata o diamantes, y también con arenas de cuarzo.
Hoy, los principales productores continúan siendo Rusia y Polonia, a los que hay que sumar países escandinavos como Suecia y la más reciente incorporación de Francia como gran productor de vodkas sofisticados.
29,60 €
Importador: The Poshmakers
La compañía The Poshmakers, fundada en Londres en el año 2000 e integrada por Fran Amejeira y Elli Baker, sorprende con gratas novedades como este original AKA Vodka: The Secret British Vodka, el secreto mejor guardado de las Islas Británicas y que posee una personalidad elegante y sofisticada, con un cierto aire retro de la década de 1960.
La propuesta de bebidas espirituosas de esta casa, todas ellas de marcada personalidad británica, está completa con este vodka; primero fue la ginebra ISH (nombre inspirado en el final de la voz British), y la Ish Limao; luego el ron de estilo británico Virgin Gorda, y por último el ron de estilo español Virgin Gorda 1493, pensado para combinados con cola.
AKA Vodka se elabora al 100% con granos de cereal británico, y se destila cinco veces en alambiques continuos para adquirir su gran pureza, pero el 50% del espirituoso es redestilado de nuevo en alambiques de cobre pot-still, en el corazón de Londres. Este proceso le aporta profundidad, redondez y cremosidad, así como una excepcional suavidad que convierte el vodka en irresistible.
Vista: Luminoso y claro.
Nariz: Aroma cítrico y fresco, de piel
de limón, paso goloso y finas especias.
Boca: Entrada suave, con una nota golosa de cereal, refrescante y cítrico; final redondo, sedoso y especiado.
Este es un vodka sedoso de cereales de las Islas Británicas que se puede degustar solo, o en un sensacional Vodka Martín; tanto si es agitado en coctelera como mezclado en el vaso mezclador, en ambos casos está garantizado el momento
de placer. Y, por supuesto, es sensacional en un combinado con tónica, creando una copa muy refrescante, llena de carácter.
Antes de crear su original compañía de bebidas espirituosas The Poshmakers, todas ellas de marcas propias, esta pareja abrió uno de los mejores bares de Madrid, el Bristol Bar, un templo de las buenas copas y el gin-tonic.
42 €
Beluga es un noble vodka ruso de gran suavidad debido a sus cuidadosas destilaciones y filtraciones. El alcohol se obtiene en la destilería Mariinsk, fundada en 1900 en pleno corazón de Siberia, uno de los principales centros de producción de Rusia, y en la actualidad ya son cinco generaciones las que han trasmitido la tradición de su elaboración.
El trigo de esta región siberiana, considerada una de las más puras del planeta, se maltea y luego realiza una fermentación, que aporta una suave textura al vodka, y el agua, cristalina, se extrae de un pozo artesiano de gran pureza y 300 m de profundidad, filtrada en capas de arenas de cuarzo, lo que contribuye a las propiedades únicas de este singular vodka.
Beluga se destila en un proceso múltiple y posteriormente se filtra tres veces con carbón vegetal de abedul del tipo plateado, con el objetivo de eliminar cualquier impureza, y se deja reposar tres meses antes de su embotellado final, para que se afine y redondee su sabor. Y como símbolo de su elaboración ecológica, incorpora un pez beluga.
Vista: Luminoso, limpio y cristalino.
Nariz: Complejo aroma floral y de cereal, toque goloso de miel y especias dulces, de vainilla.
Boca: Muy sabroso y bien equilibrado, con notas golosas y especiadas; final sofisticado.
Un vodka de esta suave textura se puede disfrutar solo a una temperatura baja, acompañado con caviar, y combina muy bien en coctelería como en un Vodkatini, o en un Bloody Mery. Su vodka-tonic es muy refrescante: la copa hay que presentarla con una piel de naranja y una ramita fresca de romero, que le aporta un delicioso toque mediterráneo.
Uno de los mejores vodkas
de esta casa es el Beluga Transatlantic Racing Special Edition, de 40º, que se elabora
con cebada malteada y es muy armonioso, refrescante
y cítrico, de largo final especiado y seductora personalidad.
47 €
Belvedere es un vodka super-premium creado en 1996 en Polonia, país donde está estrictamente regulada su elaboración; su nombre hace referencia al palacio presidencial de Varsovia, la capital de Polonia.
Su calidad está íntimamente relacionada con la variedad de centeno que utiliza, y que lo diferencia de los vodkas de trigo rusos por su sabor rico y dulce, con un marcado toque especiado, muy apreciado por los buenos bebedores de vodka.
Frente al mito de los vodkas sin color, sin olor y sin sabor que se puso de moda en EE UU y que conllevó que en la actualidad sea la bebida espirituosa más consumida en este país, Belvedere se postula como un vodka intenso, con sabor, aroma y carácter.
Belvedere realiza una compleja microdestilación en cuatro alambiques de cobre de columna, en pequeños lotes, que utiliza solo materias primas naturales, como el centeno de la variedad Dankowskie Oro Rye, procedente de la impoluta región polaca de Mazovia. La procedencia del agua, de gran pureza en esta región, es de dos pozos artesianos cercanos a la centenaria destilería Polmos Zyrardów.
Vista: Luminoso y cristalino.
Nariz: Aroma goloso de vainilla, almendras y nota especiada de pimienta blanca.
Boca: Sabroso, de textura suave, vibrantes notas especiadas del centeno; final sofisticado, largo y elegante.
La cremosidad que adquiere este vodka cuando se bebe en un vaso bajo con hielos, o muy frío recién salido del congelador, es sensacional, pero esto no impide disfrutarlo
en complejos cócteles y combinados. Su vodka-tonic hay que prepararlo en un vaso ancho sidrero, con abundantes hielos y una tónica premium, aromatizado con una ramita fresca de romero.
La amplia gama de esta destilería incluye Belvedere Unfiltered, de gran textura; Intense, de mayor graduación, 50º; los vodkas macerados con frutas, como el de pomelo, limón, mango y frutos de bosque y su Bloody Mery.
34,40 €
La familia de Jean Sebastien Robicquet, el maestro destilador de Cîroc, tiene una fuerte vinculación con la región de Cognac desde el s. xvii. Por ello, cuando empezó a pensar en elaborar vodka, apostó por utilizar las variedades de uvas blancas ugni blanc y mauzac blanc, cultivadas en Gaillac, ciudad de gran relevancia histórica. Además, incorporó un innovador sistema de macerado y fermentación en frío para conservar el aroma y la frescura de estas singulares uvas.
El nombre de Cîroc es la contracción de las palabras francesas para cima y roca, y hace referencia al terreno donde están plantados los viñedos de donde se obtienen la uvas, en la ciudad medieval de Cordes-sur-Ciel.
Las uvas, vendimiadas en su punto óptimo de madurez, realizan una maceración en frío con sus hollejos por sus aromas afrutados, y el vino fermenta a bajas temperaturas de forma lenta, a 8ºC, para luego ser destilado cuatro veces en columnas de cobre pequeñas, y una quinta y última vez en un alambique de cobre charentais, de unos 2000 litros de capacidad, en su destilería en la región de Cognac.
Vista: Luminoso y cristalino.
Nariz: Aroma fresco de uva, con notas cítricas, y suave toque goloso.
Boca: Muy fresco, con notas de piel
de limón, golosas y especiadas; paso vibrante y cuerpo por su densidad vínica.
Este vodka fresco, vivaz y cítrico, con un marcado espíritu vinícola, es perfecto para disfrutar solo con hielo, aunque
en su página web ofrecen atractivas sugerencias de cócteles vanguardistas como el Coconut Caipiroska, el Peach Bellini,
el Cîroc Mimosa, o el Pineapple Mojito, variantes de cócteles clásicos que incorporan el vodka Cîroc.
La icónica piedra azul y la base
de la botella de Cîroc rinde homenaje al famoso pigmento
azul de Gaillac, muy utilizado para elaborar pinturas y tintes de prendas textiles desde principios del s. xvi.
46,95 €
François Thibault es un conocido maestro de cava de la región de Cognac, y cuando anunció que estaba pensando aplicar sus conocimientos destiladores para elaborar un vodka de trigo de calidad de la región de Picardía, sus vecinos reaccionaron con escepticismo.
Pero si existe un lugar en Francia donde abundan los expertos maestros destiladores es en Cognac, de ancestral tradición.
La inactividad de los alambiques durante nueve meses al año, que por ley solo pueden destilar cognac durante los meses de invierno, es una fuente de inspiración que ha supuesto la llegada de numerosas y atractivas novedades al mundo de las bebidas espirituosas: ginebras y, en especial, vodkas de calidad.
François Thibault selecciona personalmente el mejor trigo francés de La Beauce, y supervisa el proceso de destilación en cinco columnas que otorga a Grey Goose un sabor refinado; posteriormente se rebaja con agua del manantial de Gensac-la-Pallue, de la región de Cognac, que se filtra de forma natural a través de piedra caliza, y que sin duda le aporta una textura suave y cremosa.
Vista: Limpio y cristalino.
Nariz: Agradables notas golosas, de flores, piel de cítricos y un toque especiado.
Boca: Suave, redondo y fino, con paso goloso y dulce, densidad del cereal; vibrante final especiado.
Grey Goose propone una amplia gama de sabores, como melón, cereza, pera, naranja y limón, idóneos para beber solos con hielo, al reunir el carácter del vodka y de las frutas al completo. El vodka blanco es mejor beberlo solo y muy frío, aunque por su versatilidad es perfecto para elaborar coctelería creativa.
El Vodka Martini es el cóctel más popular de vodka, una variante del Dry Martini, el rey de la coctelería, elaborado con ginebra y un toque de vermut blanco seco; sin duda, el vodka aporta una mayor suavidad al trago.
39,90 €
En Suecia nació en el 2008 un vodka de patata, Karlsson’s, elaborado con patatas nuevas de primavera de la mejor región productora del sur del país, el cabo Bjäre. Por ley, en este territorio escandinavo todo el vodka se elaboraba de patata hasta el año 1980.
Börje Karlsson, el maestro destilador más famoso del país y padre del famoso vodka Absolut, una vez jubilado cumplió su sueño de elaborar el mejor vodka de patata del mundo con el objetivo de recuperar el estilo tradicional y el originario sabor perdido del vodka. Hoy es un lujo poder elaborar un vodka de calidad con patatas nuevas de primavera suecas, pues se necesitan 8 kg de este tubérculo para cada botella de vodka.
De la mezcla equilibrada de siete variedades de patata, cada una con su sabor característico, se obtiene este seductor espirituoso, que realiza una sola destilación en alambiques continuos, permitiendo mantener los aromas típicos de la patata; para preservar este carácter distintivo, no realizan ninguna filtración final del destilado.
Vista: Luminoso y cristalino.
Nariz: Original aroma de patata, con fondo especiado y fina terrosidad.
Boca: Sabroso y equilibrado, notas dulces de nueces, toque especiado, moderada terrosidad y envolvente aroma de patata.
Vodka pensado para tomar solo o en combinados, su perfect serve es con mucho hielo y un toque de pimienta negra Karlsson’s recién molida en la superficie de la copa.
La versatilidad de este vodka permite combinarlo a la perfección con ginger ale, y con vermut seco blanco, y por supuesto es un aliado perfecto para elaborar el clásico Bloody Mery.
Esta destilería elabora vodkas monovarietales de un solo tipo
de patata en series muy cortas, de añada y numeradas, como Solist 2006, solo de patatas solist,
o Gammel 2006, de gran originalidad, arrebatadora personalidad y sabor auténtico.
46 €
Siberia es una tierra remota que se extiende desde los montes Urales a los confines del Pacífico, y desde las fronteras con China y Mongolia hasta el Ártico. En esta tierra de gran pureza natural, una expedición descubrió en el 2003 un colmillo de mamut que sobresalía entre el hielo derretido de la tundra.
Uno de los exploradores, Frederick Paulsen, encontró entero el mamut de Yukagir, uno de los descubrimientos científicos más importantes de este siglo. Paulsen es el creador del vodka Mamont, producido en una de las destilerías más antiguas de Rusia, a los pies de las montañas Altái, por expertos artesanos utilizando métodos tradicionales e ingredientes naturales.
Mamont se elabora con alcohol de trigo blanco de invierno de Siberia, al que se somete a una cuidada fermentación, luego destilada cinco veces en columnas, a la que se añade una pequeña cantidad de licor de nuez de cedro, antes de filtrar el vodka con carbón de abedul plateado. El agua que se utiliza durante todo el proceso procede de las montañas Altái, famosa por su gran pureza.
Vista: Cristalino y brillante.
Nariz: Limpio, con agradables aromas de fino alcohol y una nota golosa de vainilla.
Boca: Suave, redondo, goloso y dulce, helado de vainilla; paso cálido y grato final especiado.
En Rusia la costumbre es beber el vodka solo y muy frío, pero no congelado, durante toda una comida como complemento de platos salados y agrios, y se degusta en unos pequeños vasos de unos 10 cl de capacidad que reciben el nombre de stopka. Primero se hace un brindis y luego se vacía el vaso
de un solo trago mientras se aguanta la respiración.
La expedición que originalmente descubrió el colmillo de mamut en el 2003, en la tundra congelada siberiana, había planificado su viaje de dos años mientras se encontraba atrapada entre glaciares; durante ese tiempo, para calentarse, tomaban vodka.
44,40 €
Elit, vodka de la casa Stolichnaya, nacido en una destilería de San Petersburgo durante la Revolución rusa de 1917, se elabora con trigo
y centeno de la región de Tambov y agua pura de glaciar. Este vodka es una de las marcas rusas más reconocidas, fruto de un proceso único que se remonta a los tiempos de los zares.
Es un vodka con un singular proceso de filtración, que se realiza mediante congelación; según la antigua tradición rusa, se hacía exponiendo las barricas al aire helado del exterior de las destilerías. Con esta costumbre se conseguía congelar la parte exterior del vodka en la barrica, eliminando sus impurezas y dejando en el centro el líquido cristalino.
Este vodka se obtiene de cereales tras una triple destilación y cuatro filtraciones. En la primera fase de elaboración, pasa por un filtro de plata, en el que se congela a -18ºC, y cuando está denso se filtra, eliminando sus impurezas; por último, pasa por un filtro de arena de cuarzo y carbón que retiene las partículas más densas.
Vista: Luminoso y cristalino.
Nariz: Muy fino, aromas golosos de vainilla y caramelo, refrescante toque cítrico.
Boca: Sabroso, con estructura y densidad de cereal, notas de vainilla
y anís; vibrante final especiado.
En EE UU hay mucha costumbre de disfrutar de Elit en los Dry Martini de vodka, y en la web de la propia destilería proponen 11 estilos distintos de elaboración, así como una amplia gama de cócteles creativos. Su vodka-tonic es muy sugerente y puede ir aromatizado con unos granos de pimienta rosa y dos hojas de menta.
Elit Pristine Water Series es
una gama de vodkas de edición limitada en la que utilizan aguas de los entornos más puros del planeta: New Zealand, Himalayan y Andean Editions, este último con agua del lago Colico, en los Andes.
19,95 €
botella 50 cl.
La destilería donde se elabora Syrenka, una de las más grandes y prestigiosas de Polonia, data de 1879 y fue premiada por el Gobierno de este país en el 2001 con el galardón de calidad. Polonia es un referente mundial del vodka e icono de los buenos aficionados a esta bebida espirituosa, y es el cuarto consumidor mundial, tras Rusia, EE UU y Ucrania.
El origen del vodka se lo disputan Rusia y Polonia, y es difícil saber en cuál de los dos países comenzó a destilarse, pero teniendo en cuenta cómo ha perdurado y lo extendida que está la destilación casera y artesanal entre la población, nadie duda de los profundos vínculos de los polacos con su destilado bandera.
El proceso de elaboración de Syrenka mantiene la tradición polaca, utilizando como materia prima el trigo cultivado en la región. Primero se cuece el cereal hasta que fermenta, obteniéndose una cerveza que se destila en alambiques de columna. Luego se realizan cuatro destilaciones para conseguir un elevado grado de pureza, y finalmente se filtra con carbón activo para dotarlo de un aspecto cristalino.
Vista: Luminoso, limpio y cristalino.
Nariz: Golosas notas de cereal y caramelo, con un suave toque especiado.
Boca: Fino y fresco, con cereal dulce,
de estilo suave, cuerpo medio, redondo; final especiado muy vivaz.
Los bebedores ortodoxos de vodka recomiendan su consumo en shots bien fríos, a temperaturas gélidas, directo del congelador, aunque su gran capacidad de mezcla lo convierte en idóneo como base para la coctelería de autor. También se puede elaborar un atractivo vodka-tonic, decorando la copa con un twist de lima y unos pétalos de rosa.
Según Mario Villalón,
prestigioso barman de Madrid,
“el vodka es una bebida que te permite ser sofisticado en la barra, por ser muy versátil, tiene un espíritu moderno y se adapta bien a todo tipo de paladares”.
45 €
El vodka U’Luvka está inspirado en las tradiciones taumatúrgicas de la corte real polaca, y redescubre la receta perdida del s. xvii del auténtico vodka polaco de la casa real: el rey Segismundo III pidió a un célebre alquimista de la época que creara un vodka de la más alta pureza y calidad. El alquimista correspondió a los deseos del rey elaborando una bebida que sobrepasaba la calidad de cualquier otro vodka.
La finalidad del pedido real era evitar las nocivas resacas del personal de la corte y así poder seguir celebrando sus tradicionales fiestas nocturnas, cuya antigua moda era beber en vasos sin base, de forma que no podían soltarse hasta que todo el contenido se había bebido.
Para crear este sensacional vodka polaco, presentado en una atractiva botella de vidrio soplado, elaboran un alcohol neutro de cereales a partir de una sofisticada receta compuesta por 50% de trigo, 25% de centeno y 25% de cebada, con lo que se consigue una gran complejidad, pues el centeno aporta una grata nota especiada; y luego se realizan tres destilaciones en columna para refinar su textura y sabores.
Vista: Luminoso, limpio y cristalino.
Nariz: Aroma fresco y goloso, con toque floral, anisado y frutos secos.
Boca: Floral, especiado y goloso, nota cítrica y cremosa del cereal; vibrante final especiado.
La sensacional textura de este vodka permite degustarlo a temperatura ambiente, aunque más frío gana en untuosidad. Por su gran capacidad de mezcla, es uno de los vodkas favoritos de los bartenders para crear cócteles como el Vodkatini o el Bloody Mery, y también el vodka-tonic, presentado con una piel de limón y dos cardamomos.
Mark Holmes, fundador del vodka U’Luvka, investigó durante años en antiguos archivos y documentos sobre la receta de este vodka, y encargó a unos de los mejores maestros destiladores polacos recrear la fórmula original.
39,95 €
El vodka Wyborowa Exquisite se elabora con el grano de centeno en un proceso que incluye una triple destilación. La última novedad es la original botella Single Estate, diseñada por el arquitecto Frank Gehry, que convierte este vodka en un auténtico capricho de sibarita.
La historia de Wyborowa comenzó en 1823, año en que Hartwig Kantorowicz fundó una nueva destilería en la ciudad de Poznan, al tiempo que un periódico local organizaba un concurso para tratar de encontrar el mejor vodka del país. Cuentan que cuando el presidente del jurado probó el vodka exclamó: “¡Exquisito!” y como agradecimiento al galardón, Hartwig llamó a su vodka “Wyborowa” , que significa “exquisito” en polaco.
En la destilería, los granos de centeno se remojan y cuecen en agua caliente para extraer sus azúcares, y a este mosto se le añaden levaduras para que fermente, con un resultado de 7-11º de alcohol. Se necesitan unos 3 kg de centeno para conseguir un litro de este vodka, que se obtiene mediante una triple destilación en alambiques de columna de cobre, y por último se filtra tres veces.
Vista: Transparente y cristalino.
Nariz: Aroma intenso y potente de gratas notas especiadas: pimienta blanca y nuez moscada.
Boca: Denso, de paso goloso, miel y vainilla; vibrante final especiado y gran sofisticación.
La web de esta marca sugiere numerosas propuestas de combinados con Wyborowa, y explica cómo elaborarlos, aunque sin duda su consumo más popular es en un shot, un vaso bajo y pequeño helado, que se bebe de un solo trago, pero esta forma un tanto bárbara de disfrute, ya clásica, tal vez debería cambiarse por un lento paladear.
El concepto del lujo en una bebida espirituosa está muy bien representado con este vodka, de atractiva botella, diseñada por un arquitecto de renombre, el mejor vestido para un destilado donde predomina la pureza de sensaciones.
14 €
En sus comienzos, los aguardientes de cereal polacos eran aromatizados con serbal, granos de pimienta, hierbas de limón y otras plantas. Hasta nuestros días ha llegado la marca Zubrówka, cuyo vodka se macera con la hierba del bisonte, pasto de este rumiante que se encuentra en la región fronteriza entre Polonia y Bielorrusia, y cuya receta de hierbas es originaria del s. xiv.
Zubrówka, nombre que significa “vodka de la hierba del bisonte”, incluye una ramita de esta hierba en la botella. El vodka se elabora en una destilería situada en el bosque de Bialowieza, un parque nacional que se ha convertido en uno de los últimos parajes vírgenes de Europa.
Este vodka polaco se elabora con un alcohol puro de centeno donde macera la hierba del bisonte, cosechada en el bosque de Bialowieza, manteniendo la fórmula originaria ancestral de la región, que ha pasado de generación en generación. Una vez recolectada, la hierba se seca con calor durante un mes, para luego infusionarla con el vodka dentro de la botella.
Vista: Amarillo verdoso pálido.
Nariz: Anisado, aromas de hinojo, flores de primavera y lavanda.
Boca: Muy original, herbáceo y anisado; notas dulces del anís estrellado, tomillo, té negro, y florales de jazmín.
En cada botella de Zubrówka macera una hoja de la hierba del bisonte; no se trata de un elemento decorativo, pues le da al vodka su particular gusto y aroma, y un singular color verde limón. La forma más habitual de tomarlo en Polonia es muy frío y acompañado con zumo de manzana, combinado que en polaco se conoce como tatanka y que resulta muy refrescante.
Antiguamente estaban muy extendidos los bisontes en el este de Europa hasta el Cáucaso, pero fueron extinguiéndose debido a la caza y la tala de bosques; los que actualmente viven en esta región polaca proceden de zoológicos.