2. LOS DOS NACIMIENTOS

DE DIONISO

Dioniso, el dios de la viña, del vino y del delirio místico, no es un dios corriente. Para empezar, no nació una sola vez, como suele ser normal, sino dos...

El amor abrasador de Zeus

Zeus se enamoró de Sémele. Para seducirla mudó su aspecto en el de un joven apuesto y se presentó ante la muchacha. La chica aceptó sus seductoras proposiciones y durante un tiempo fueron amantes. La relación fue viento en popa hasta que Sémele se quedó embarazada.

La esposa de Zeus, la celosa y vengativa diosa Hera, se enteró de lo acontecido y se prometió a sí misma que aquella simple mortal pagaría su ofensa. Se personó en la casa de Sémele con el semblante de una anciana y entabló conversación con ella. Después de una larga charla consiguió que le revelara su secreto.

—Si quieres evitar la deshonra de tu familia, debes hacer que Zeus reconozca la paternidad del niño que llevas en tus entrañas. Pídele que se muestre ante ti con su aspecto auténtico y que se funda contigo en un abrazo amoroso como hace con su esposa —la aconsejó Hera con aviesa intención.

Con estas palabras, consiguió convencer a la ingenua Sémele, quien al reencontrarse con su amado, le pidió que le concediese un regalo sin especificarle de qué se trataba. Traicionado por la pasión, Zeus aceptó.

—Quiero que me abraces y me ames de la misma manera que a tu esposa —dijo la inocente muchacha.

Zeus deseó haber podido tapar la boca de la chica antes de que pronunciara esas palabras, pero ya era tarde, y los dioses están obligados a cumplir con su palabra. El dios se elevó hacia las alturas, recogió los rayos, las nubes y los relámpagos, y se fundió con su amante en un abrazo amoroso y al mismo tiempo mortal. El cuerpo de la joven no pudo soportar la potencia de las fuerzas celestes y Sémele pereció abrasada.

El nacimiento doble de Dioniso

Ante la desgracia que había causado, Zeus reaccionó con diligencia y extrajo el hijo del seno de Sémele, que estaba en el sexto mes de gestación. Ése fue el primer nacimiento de Dioniso; pero como el cuerpo de la criatura aún no estaba maduro del todo, el dios del rayo se lo cosió en seguida al muslo para que acabara de desarrollarse. En el noveno mes de gestación, el niño nació por segunda vez, aquella vez ya perfectamente formado. Su nombre nos indica el origen tan curioso de Dioniso, pues significa «el dios nacido dos veces».

Temeroso de lo que su esposa le pudiera hacer a la criatura, Zeus se la confió a Hermes, el dios del comercio y del robo, quien lo entregó a los reyes de Orcómeno, Atamante e Ino, para que lo criaran. El dios les aconsejó que lo vistieran con ropas femeninas para evitar las sospechas de Hera, pero ésta no se dejó engañar y volvió locos a los dos tutores.

Para evitar males mayores, Zeus se llevó a su hijo al lejano país de Nisa con la intención de que las ninfas de aquellas tierras lo educasen. Como la ira de Hera todavía no se había aplacado, el dios decidió transformarlo en cabrito, lo cual fue suficiente para que pasara desapercibido durante un tiempo y pudiera llegar a la edad adulta.