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Dejemos a Míster y a la Doctora y vayamos rápidamente al otro lado de Kinesia. Allí se encuentra otro de los lugares más importantes del pueblo: el Centro Orgánico Lectivo Experimental o, como lo llaman los niños que acuden allí todos los días, el COLE. En él es donde los hijos de los científicos estudian, hacen deporte, organizan fiestas, van al cine… está equipado para todo tipo de actividades. ¿Es molón, verdad? Pues mirad ese curioso edificio con forma de esfera. Ahora mismo, un montón de gente se arremolina, visiblemente nerviosa, en la entrada. Y no es para menos, porque está a punto de comenzar el partido de Cero más emocionante de la temporada, el que enfrenta a los dos grandes rivales: ¡Átomo y Fotón! ¡Ah!, ¿que no sabéis qué es el Cero? Acompañemos a Míster y a la Doctora al estadio y lo averiguaréis…

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Nuestra pareja toma asiento mientras los jugadores aparecen flotando en la cancha y por los altavoces ruge la voz del comentarista.

–¡¡¡Aquí viene!!! A la izquierda, el campeón de liga del año pasado… vistiendo de amarillo eléctrico, con los jugadores más ofensivos del campeonato, rápidos como la luz… ¡¡¡el equipo Fotón!!!

El estadio entero retumba con los gritos de los aficionados.

–Y a la derecha… el dos veces ganador de la copa Solaris, actual líder de la liga de Kinesia… vistiendo su tradicional camiseta roja… ¡¡¡el equipo Átomoooooo!!!

Míster se pone en pie, gritando a pleno pulmón.

–¡¡¡ÁAAaaaaaÁtomoooó!!!

–¡Ahí los tienen, señoras y señores! Los catorce jovencitos más atrevidos de Kinesia, ¡dispuestos a darlo todo por sus colores en el más tradicional, reñido y emocionante enfrentamiento de la temporada de Cero!

El Cero es un deporte muy especial y solo se puede jugar en el estadio del COLE. Unos generadores especiales reducen el efecto de la gravedad para igualarla a la del espacio: gravedad cero. Propulsándose con las barras, los jugadores deben pasar la pelota ultrarrebotante por los aros-portería que flotan a ambos lados del campo, pero la gravedad cero no lo pone nada fácil, por lo que es necesario tener un asombroso sentido de la orientación y realizar increíbles piruetas para poder marcar.

–Allí están Míster.

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La Doctora señala a sus hijos mellizos, vestidos con el uniforme rojo de Átomo. Nico, con el pelo revuelto y la mirada decidida bromea con sus compañeros. Maya, con el pelo recogido en dos coletas, planea jugadas defensivas con sus compañeros mientras todos se colocan en posición.

La señal resuena en todo el estadio y da comienzo el partido: una pelota de goma ultrarrebotante flota justo en medio del espacio esférico. Los atacantes de ambos equipos toman impulso y se lanzan velozmente hacia ella, intentando ser los primeros en llegar.

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–¡Mía!

Nico se hace con la pelota, choca con un jugador de Fotón, pero girando sobre sí mismo y se la pasa a un compañero con un elegante lanzamiento.

–¡Al ataque! ¡por Átomo!

¡El partido ha comenzado y Átomo está lanzado al ataque!

–¡Átomo, Átomo, ÁAA-aaaatomooo! –Míster y la Doctora animan entusiasmados a sus hijos.

Durante cuarenta minutos los dos equipos vuelan a través del estadio haciendo piruetas, propulsándose con las barras de los laterales y pasándose la pelota. Átomo toma la delantera dos veces cuando la pelota pasa por el aro-portería de Fotón que se ilumina en color rojo para marcar el tanto. Pero la reacción de Fotón es rápida, y siempre empata el marcador a los pocos minutos.

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–El partido está muy igualado, cariño –dice Míster, que sigue atentamente cada jugada.

–Nada está decido aún… ¡y los chicos están dándolo todo! –contesta la Doctora. Mientras mastica chicle no pierde de vista a Maya, que observa cómo los atacantes de Fotón se acercan peligrosamente al aro-portería.

Solo quedan veinte segundos para que termine el partido. Maya intercambia una mirada cómplice con su amiga Dana.

–¡Dana, maniobra Beta tres!

Dana asiente y salta sobre Maya, apoyando los pies en sus manos. Justo cuando el jugador de Fotón coge impulso para salir volando hacia el aro-portería, Maya empuja a Dana y esta sale despedida con toda la fuerza combinada de ambas. El jugador de Fotón la mira con sorpresa, mientras la pequeña Dana choca con él, desviando su trayectoria en el aire y obligándole a soltar la pelota.

¡Y ahí está Nico para recuperarla!

–¡Vamos Nico, ya son tuyos! –grita Míster desde las gradas, poniéndose en pie y duchando de palomitas a los espectadores que le rodean.

–¡Chen, conmigo!

Con increíble agilidad, Nico avanza impulsándose en las barras y arcos, mientras su corpulento amigo Chen le sigue algo retrasado. El cronómetro del estadio señala que apenas quedan DIEZ segundos de tiempo. Dos defensores de Fotón le rodean. NUEVE, uno de ellos se abalanza sobre él y Nico gira el cuerpo para poner la barra de por medio: el defensor se golpea en la cabeza y queda aturdido. OCHO. Pero el otro defensor se le echa encima… hasta que Chen lo arrolla. Ambos salen despedidos hacia el centro de la cancha, convertidos en un manojo de brazos y piernas.

–¡Buena jugada, Chen! –grita Nico mientras sigue avanzando.

SIETE

Chen no es muy ágil, pero su peso hace que cuando ataca… ¡nada se le resista!

El cronómetro marca apenas SEIS segundos para el final, Nico sabe que solo tiene una oportunidad. Entre él y el aro solo queda Álex, el capitán del equipo Fotón. Nico se apoya con los pies en un arco. CINCO, salta hacia delante agarrando la siguiente barra con una mano y da una voltereta en el aire para engañar a Álex. CUATRO. Este ha saltado hacia el lado equivocado y Nico sonríe mientras se impulsa hacia el aro-portería. TRES. Nico prepara el brazo para lanzar pero Álex, dando una voltereta, logra alcanzarle y agarrarle de la pierna. Mientras el cronómetro cambia al DOS, Nico empieza a girar en el aire, desequilibrado por Álex.

Nico gruñe, sabe que solo hay un modo de ganar el partido. Se concentra, todo su cuerpo vibra durante un instante y ¡la mano de Álex le atraviesa, como si Nico estuviese hecho de aire! UNO. Libre, aunque aún desorientado, Nico lanza la pelota al aroportería por instinto.

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Ve como traza un arco en el aire.

El cronómetro empieza a cambiar hacia el CERO.

¡Y el aro-portería se ilumina en rojo un instante antes de que suene el pitido final!

¡La pelota ha cruzado la portería justo a tiempo! El griterío de los fans resuena por toda la cancha. Cuando el tanto sube al marcador, Míster y la Doctora se abrazan gritando y Maya se lanza sobre Nico abrazándolo sonriente.

¡Átomo ha ganado por tres a dos!