INTRODUCCIÓN:

PRIMERA TEORÍA DE LA ESPUMA

Siempre recordaré un comentario de un lector que se manifestaba en profundo desacuerdo con una de mis columnas donde trataba el tema de la desigualdad. El lector objetaba mi preocupación por la igualdad de resultados y no solo de oportunidades como criterio del ordenamiento social; objetaba, además, mi cuestionamiento ético a quienes se autodenominan como excelentes en una sociedad tan desigual; la desigualdad, me decía, es natural. «No te digo que vendes humo», me dijo, «porque el humo tiene formas y se ve. Lo tuyo es aire, puro y simple aire.» Tenía mucha razón.

El aire es tremendamente importante en la espuma gastronómica de la cocina deconstructivista. El contraste entre el sabor de la película y su ausencia en la atmósfera de cada burbuja intensifica nuestra experiencia bucal. La ausencia de algo sirve para sentirlo más. Así pasa también con las delicias y dulzuras del capitalismo contemporáneo. Cuando es una sopa homogénea, se vuelve excesivo, burdo y hostigoso. Como espuma será pasable, interesante e incluso elegante. En esa espuma la película es el sistema económico contemporáneo, sus mercados, sus finanzas, sus dinámicas darwinianas, su destrucción creativa, su acumulación de potencia, su constante cambio; y el aire es… bueno, de eso es de lo que hablaremos a continuación.

En los restaurantes donde cultivan la gastronomía molecular, muchas veces te sirven espumas. Sí, espumas, como las que se forman en la bañera y sobre las que uno sopla. Ligeras espumas que flotan encima de salsas o se estructuran en formas inesperadas alrededor de los platos. Espumas que uno prueba y siente un sabor, amplificado (y esto es importante), igual como ocurre con las bebidas carbonatadas. Se siente el sabor de la espuma y de algún modo el contraste con el aire de las burbujas lo hace todo más intenso, más delicioso, más impactante. La espuma impregna su sabor y luego se evapora y desaparece.

Este tipo de cocina trata de representar la esencia de un plato, nada más. Idealmente, que uno sienta el plato completo y estructurado en un par de bocados; idealmente, en una sola cucharada. La idea de que cada plato sea así de efímero pero a la vez intenso permite al chef hacerte pasar por más sabores, combinaciones, texturas y temperaturas para proponerte un concepto y un significado completo y complejo. Otros lo llamaban cocina deconstructivista, como la arquitectura que quiere desarmar la forma para que quede lo esencial expuesto de la manera más simple posible. Esa filosofía estética halla la belleza en ese minimalismo que tiene como contrapartida, si está bien lograda, una mayor intensidad y complejidad de la experiencia.

Este libro está lleno de espumas. Cada una es un intento de extraer ciertas esencias a partir de los significados presentes en algunas ideas económicas, políticas y filosóficas. Son pequeños bocados escritos en clave de ensayo, sin estar sujetos a proceso académico alguno ni rendir homenaje a ningún método particular ni sujetarse a ningún procedimiento.

Estamos seguros de que no dejarán satisfecho al que busca una cena de ecuaciones densa como un plato de lentejas, o al que espera un sistema lógico robusto como una pierna de jamón o al que gustaría de un cuerpo de evidencias empíricas apabullantes como una empanada de queso. No hay nada de eso. Son bocados de espuma que dejan una sensación, que insinúan algo, pero que no permanecerán, no ofrecerán resistencia a los dientes, si es que se busca mascar. Si se quiere mascar y volver a sentir esos sabores, quizá con mayor intensidad y textura, habrá que ir a buscarlos a la realidad.

Mi apuesta es similar a la del chef molecular. Esos pequeños bocados, en orden sucesivo, espero que representen una idea más completa, más acabada, racionalizable en una estructura dura de argumento lógico, en un resumen, en una minuta, en un diagrama, una cuña, si es que alguien tuviese la inspiración de elaborarlas a partir de las sugerencias que se hacen en este libro.

Este texto desarrolla la siguiente noción: que en la política socialista democrática y socialcristiana comunitarista hay una dimensión faltante que es adicional a la lucha por una sociedad y economía más igualitarias; que esa dimensión fue abandonada y es extrañada, profunda, existencialmente por la centroizquierda. Este desarraigo conceptual y emocional tiene que ver con ese abandono; ese abandono tiene que ver con nuestra relación intelectual, teórica y práctica con el poder, en un proceso ligado con la evolución práctica, ideológica y científica de la ciencia económica. Dicha dimensión faltante es el desafío comunitario y colectivo: la tarea de cultivar espacios sociales que controlen, influyan y afecten el funcionamiento y los resultados del sistema económico, y que, por esa vía, no solo restituyan ciertos niveles mínimos de igualdad, sino de significación y sentido social; esto es, el socialismo, nada menos.

El libro está estructurado en ocho capítulos, cada uno con sus respectivos subapartados. En el primer capítulo abordamos la derrota y el resurgimiento del concepto del poder en la ciencia económica; en el segundo, discutimos y reflexionamos sobre el problema de la izquierda con el poder; en el tercero, presentamos los elementos de la teoría económica contemporánea que explican por qué el problema del poder se halla íntimamente relacionado con el desafío comunitario y colectivo; en el cuarto, argumentamos que debido a esto es posible microfundamentar con estos conceptos o sustentar teóricamente en la economía contemporánea la clásica trilogía revolucionaria; en el quinto, añadimos una nueva trilogía para la izquierda contemporánea, que también es posible sustentar en estos conceptos; en el sexto, discutimos la trilogía de la utopía liberal y explicamos cómo se encuentra implícitamente fundamentada en estos mismos elementos y, críticamente, en la existencia de la equidad; en el séptimo, revisamos la consecuencia práctica de toda esta teoría, que genera la necesidad de volver a abordar el diseño y la experimentación en el comunitarismo y colectivismo social desde el Estado a través de una estrategia de políticas públicas y una política democrática, y en el octavo planteamos siete espacios públicos donde podría desplegarse una estrategia como la discutida a lo largo del libro, para finalizar con una conclusión.

A mis colegas economistas quizás les podrá extrañar la mezcla que se intenta en este libro. Les podrá incluso sorprender la convivencia de citas técnicas, literarias, intelectuales, cinematográficas y musicales. Mis excusas si esto genera incomodidad en quienes cultivan heroicamente los rigores metodológicos de nuestra disciplina.

En las páginas de este libro el lector encontrará una serie de traducciones mías directas de pasajes de libros o artículos que fueron escritos originalmente en inglés y que en la bibliografía aparecen referenciados en su edición en dicho idioma. De todos modos, se indica en cada caso cuando existen ediciones en castellano.

Este libro fue escrito, básicamente, entre 2013 y principios de 2015 en mis oficinas de la Universidad de Chile y durante las visitas que hice a la Blavatnik School of Government de la Universidad de Oxford, cuya hospitalidad agradezco por otorgarme un espacio de tranquilidad y perspectiva que resultó crucial para acabarlo. Fue interrumpido por las prisas y urgencias asociadas, primero, a mi gestión de la reforma curricular de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile como director de escuela y, luego, por mi nombramiento como presidente del Directorio de Codelco y los desafiantes primeros dos años de esa gestión. El libro se terminó en el verano de 2015 gracias a la insistencia, fe y convicción de mi padre, Óscar Landerretche Gacitúa, el cariño, curiosidad e interés de mi madre, Trini Moreno, a la fuerza, determinación, sentido de propósito y entusiasmo de mi mujer, Patricia Medrano y a la generosidad, capacidad de escucha y aporte crítico de mis dos hijos mayores: Óscar y Andrea. La dulzura y alegría de mis hijos menores: Matilde y Pedro ha sido un apoyo durante el proceso editorial. Quiero agradecer el apoyo de la Presidenta Michelle Bachelet y de su jefa de gabinete Ana Lya Uriarte, que posibilitaron que se terminara y publicara este libro, a pesar de las tareas, dedicación y representación pública inherentes al cargo que he desempeñado estos años. También agradezco la enorme oportunidad de aprendizaje que me otorgó el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle al permitirme participar de su segunda candidatura presidencial; mucho de lo que se dice en este libro fue aprendido allí.

Agradezco especialmente las extensas conversaciones y detallados comentarios del Presidente Ricardo Lagos Escobar a versiones preliminares de este libro.

Por último, quiero agradecer la ayuda de Mireya Iturra, Carmen Gloria Bravo y Julia García, que con su labor diaria, gestión y apoyo proveyeron los espacios y las calmas necesarios para llevar a cabo este trabajo, que sin ellas no habría podido darse. También el apoyo editorial y soporte anímico de Nancy Guzmán y Juan José Tohá. Quiero reconocer la importancia que tuvieron en diferentes aspectos del proceso de elaboración y publicación de este libro muchas veces sin saberlo Fernando Paulsen, Nicolás Vergara, Camila Cea, Lola Hiernaux, Tamara Van Hemelryck, Samuel Bowles, Wendy Carlin, Ngaire Woods, Ranjita Rajan, Harley Shaiken, Beatriz Manz, Kirsten Sehnbruch, Osvaldo Andrade, Daniel Hojman, Dante Contreras, Mario Waissbluth, Federico Huneeus, Pablo Bello, Ernesto Águila, Pablo Velozo, Fernando Atria, Miguel Crispi, Benjamín Leiva, Nicolás Lillo, Nicolás Grau, Patricia Roa, Álvaro Elizalde, Daniel Paravisini, Verónica Rappoport, Sergio Micco y Aldo González.