EL YUYU

 

 

 

 

José Guerrero Roldán, El Yuyu (Cádiz, 1967, 47 años) es, antes que humorista o chirigotero, un creador de universos paralelos a medio camino entre la gracia inteligente y la ocurrencia espontánea. Un ingenio andante que cosecha aplausos allá donde reparte su ironía y chispa frescas, aliadas siempre con el doble sentido y el buen gusto, y alejadas del insulto fácil o la broma soez, contra los que no duda en declarar una cruzada sin tregua.

 

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Yuyu se ganó un lugar de privilegio en el templo del humor y la crítica que es el Gran Teatro Falla por cuyas tablas, durante los concursos de agrupaciones del Carnaval de Cádiz, desfilaron sus palomos, sus árbitros, sus rockeros, sus indios, sus médicos, sus cabrones y sus borrachos, entre otros tipos. Alcanzó la gloria con la mítica chirigota El que la lleva la entiende en 1992 y con Tampax Goyescas en 2001, pero en su palmarés suma además siete segundos premios y dos terceros del jurado hasta que en 2011 anunció su retirada carnavalesca. Cinco años antes, en 2006, fue pregonero del Carnaval de Cádiz.

En la radio creó un nuevo estilo asociando el humor al deporte. Primero como director de El Pelotazo de Canal Sur y desde hace cuatro años en La Cámara de los Balones de Radio Sevilla, donde ha dado vida a un mundo propio de personajes desternillantes, surrealistas, pero siempre entrañables que también provocan las risas en otras muchas emisoras andaluzas a las 13.45 horas de lunes a viernes y en las habituales salidas donde completa aforos en auditorios de Andalucía y otras partes de España. Asimismo, se ha convertido en un gregario de lujo de las estrellas de la SER —José Ramón de la Morena, Gemma Nierga y Carles Francino—, en El Larguero, Hoy por Hoy y La Ventana.

Autor del libro El deporte según El Yuyu (2005), ahora nos regala este libro-CD para inmortalizar en papel y en disco los gags que inundan Internet para regocijo de una legión de fieles seguidores de este fenómeno radiofónico. El Yuyu rezuma un duende innato que combina la quintaesencia de la gracia gaditana y el poso formidable de sabiduría popular. Un digno heredero del Beni, Pericón, El Cojo Peroche, Ignacio Espeleta, el Masa o el Peña. Un admirador de los Monty Python, de Chiquito de la Calzada y de Antonio Reguera. Un viajero soñador, un cadista de bufanda, un alquimista como lo era Mágico González y un enamorado de la vida. Ahora más que nunca, que la comparte con una bella jerezana, María, su auténtica pasión.