INTRODUCCIÓN

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Antes de empezar

Si usted es una de las personas que hasta ahora comienza a estudiar el tarot, lo que encontrará más confuso son los diferentes estilos de barajas, y las muchas interpretaciones de las cartas. ¿Dónde empezar? ¿Cuáles interpretaciones debe usar? No es tan complicado como parece. El significado básico de cada una de las cartas es bastante similar. Los diferentes sistemas varían debido a que casi todo el que usa una baraja de tarot termina desarrollando sus propias interpretaciones de las imágenes y los simbolismos mostrados en las cartas.

Una vez que escoja una baraja y un sistema que encuentre compatible, el tarot “hablará” con usted; más aún, le hablará en su lenguaje. Las imágenes del tarot se traducen para usted en cual­quier punto de vista filosófico o religioso que necesite para entender y usar su baraja.

La diferencia de sus interpretaciones personales depende de la intención de uso de la baraja. Si sólo quiere emplear el tarot para leer la fortuna, entonces todo lo que necesita es encontrar y seguir un sistema ya existente que tenga sentido para usted (y le dé respuestas acertadas). Pero el tarot —especialmente los arcanos mayores— puede también ser usado como un camino para el desarrollo espiritual, y si comienza un estudio intenso para tal propósito, formará finalmente sus propias interpretaciones de las ilustraciones de las cartas.

Lo que haré en este libro es ayudarlo a que inicie el estudio del tarot. Describiré cada una de las cartas de una baraja estándar, y daré el significado básico respectivo. Mostraré no sólo la manera de usar la baraja como herramienta de adivinación, sino también cómo empezar a emplearla para el entendimiento espiritual.

Si comienza un estudio serio del tarot encontrará que su baraja puede responder, además de las preguntas simples que usted le hace a un adivino, las preguntas que finalmente dirigirán su vida.

La baraja de tarot

Hay 78 cartas en una baraja de tarot, divididas en los arcanos mayores y los arcanos menores. La palabra arcano viene del latín arcanus, que significa oculto o secreto. En el contexto del tarot, quiere decir secreto o misterio, y usualmente es utilizada en su forma plural.

Los arcanos mayores, o palo de triunfos, consisten en 22 cartas; cada una tiene una ilustración diferente que muestra una acción, un comportamiento y/o un evento. Cada carta posee también una etiqueta, que es un nombre, un título, o una descripción de su propia ilustración.

Todas las cartas de arcanos mayores, excepto una, son numeradas del 1 al 21. El Loco, la única sin numerar, es generalmente asociada al número cero.

En una lectura, los arcanos mayores representan “estados del ser” (la condición mental, emocional y/o espiritual al momento de la lectura, o en términos de la situación que está siendo descrita).

Las 56 cartas restantes de la baraja son denominadas arcanos menores. Éstas se dividen en cuatro palos: Espadas, Copas, Pentáculos y Bastos. Hay 14 cartas en cada uno: 10 son numeradas del As al Diez, las otras cuatro son cartas reales: Pajes, Caballeros, Reinas y Reyes.

En la lectura, los arcanos menores describen eventos o situaciones, y cada palo se enfoca en un área diferente de la vida. En general, las Espadas describen el estado mental o intelectual, y las Copas la vida sentimental. Los Pentáculos corresponden al estatus material o físico, y los Bastos a la carrera, las habilidades y los potenciales. Las cartas reales a menudo representan personas que tienen relación con su vida, o pueden tener el mismo tipo de interpretación de las cartas numeradas.

Las cartas de arcanos menores corresponden a las cartas de juego modernas. En la baraja moderna, el Caballero ha sido eliminado, y el Paje se convirtió en Sota, dejando sólo tres cartas reales en cada palo. Las Espadas del tarot se han convertido en Picos, las Copas en Corazones, los Pentáculos son llamados Diamantes y los Bastos son Tréboles. La única carta de los arcanos mayores que ha hecho la transición del tarot a la baraja de juego es el Loco, que se convirtió en el Comodín.

Historia del tarot

Hay muchas teorías acerca del origen del tarot, pero nadie sabe con certeza dónde y cómo se desarrollaron inicialmente las cartas. Algunas autoridades afirman que el tarot evolucionó de los palos de milenrama usados con el sistema chino de adivinación llamado I Ching; otros dicen que fue adaptado del legendario Book of Thoth (Libro de Tot). Algunos ubican su origen entre los siglos XIV y XV en Europa, ya que la baraja completa más antigua conocida data de ese tiempo.

La teoría más popular es que el tarot fue inventado en el antiguo Egipto, y traído a Europa alrededor del siglo XIV por tribus de gitanos nómadas. Según los eruditos que apoyan esta versión, las ilustraciones alegóricas mostradas en las cartas se derivaron de las enseñanzas de las escuelas secretas de Egipto.

En su obra Key to Occult Science (Clavícula a ciencia oculta), Papus explica que el reino estaba en peligro de ser derrocado, y por ello los sacerdotes diseñaron el tarot, pues necesitaban mantener sus secretos para los iniciados de futuras generaciones. Los arcanos mayores mostraban las etapas del desarrollo personal requeridas por los iniciados mientras avanzaban para alcanzar el estado de adepto. Las enseñanzas estarían disponibles, de manera simbólica, para los estudiantes consagrados a las artes esotéricas, aunque la baraja en sí pareciera sólo un juego para el no iniciado.

Otras escuelas de pensamiento afirman que los arcanos mayores son un registro de enseñanzas secretas de diversos grupos religiosos clandestinos. Uno de esos grupos es el conformado por los gnósticos, antiguas sectas cristianas consideradas a menudo heréticas por sus creencias espirituales, que de hecho fueron forzadas a mantener su fe en secreto para escapar de la persecución.

Otra teoría sugiere que la filosofía del tarot se derivó de la cábala. El orden de los arcanos mayores está relacionado con el sistema hebreo de letras y números.

La cábala es una tradición mística judía que enseña que es posible, a través de la interpretación de los textos antiguos, levantar la conciencia por encima del nivel de conocimiento mundano, y conseguir un entendimiento superior y la unión con lo divino. En esta enseñanza, las letras y los números no sólo son una forma de plasmar eventos e ideas, sino también reservas de poder divino que contienen cantidades de información accesible para el adepto. (Es interesante anotar que la escuela griega neopitagoreana también enseñaba que las letras y los números eran seres divinos que poseían sus propios poderes sobrenaturales.)

Muchas enseñanzas de los cabalistas nunca fueron escritas, pues eran transmitidas de maestro a estudiante de manera oral y mantenidas en secreto. El tipo de simbolismo usado en los arcanos mayores es una forma de preservar esos secretos sin dejarlos a disponibilidad para el no iniciado. Luego en esta teoría, el tarot es una representación alegórica del camino al entendimiento, que sería comprensible sólo para los entrenados en este método simbólico de estudio.

El origen de los arcanos menores es también incierto. Algunos investigadores creen que fueron parte de la baraja egipcia original. Otros dicen que fueron adicionados alrededor del siglo XIV de un juego de cartas italiano llamado tarocchi.

De hecho, incluso el origen del nombre tarot es también un enigma. Una explicación simple es que la palabra fue derivada de las líneas cruzadas que aparecen en el respaldo de las cartas, un diseño llamado tarotee. Otros afirman que el nombre proviene del tarrochi, que proveía las cartas de arcanos menores.

Etteilla, un gran exponente del tarot, explica que el vocablo se deriva de las palabras egipcias tar (un camino), y ro o ros (real), que unidas significan “el camino real de la vida”. En Les Romes, histoire vraie des vraise Bohemiens (1857), J. E. Vaillent afirma que la “gran divinidad AshTaroth (As-Taroth), no es más que el Indo-Tarter, el Tan-Tara, el tarot, el zodiaco”. Otras autoridades creen que tanto el tarot como el Libro de Tot derivan su nombre de la palabra egipcia taru, que significa “requerir una respuesta” o “consultar”.

Cualquiera que sea el origen del tarot, es claro que el simbolismo es universal y está dirigido a diferentes culturas y filosofías. El tarot ha sido usado por personas de todas las religiones, razas y tendencias políticas, que a su vez han desarrollado sus propias versiones de la baraja.

El único punto en que todas las autoridades concuerdan es que el tarot, especialmente los arcanos mayores, contiene un libro completo de conocimiento esotérico que puede guiar a estudiantes dedicados a un entendimiento de sí mismos y de los misterios de la creación.

Uso del tarot para adivinación y meditación

En la última sección de este libro mostraré varios métodos para la adivinación con barajas de tarot, y cómo darle sentido a las lecturas realizadas. Sin embargo, en este punto es importante entender cómo funciona dicha baraja para encontrar respuestas a las preguntas.

Aunque tal vez no lo crea, usted tiene la habilidad innata de encontrar las respuestas que necesita, pero la mayoría de nosotros no poseemos esa destreza. Usted usa el tarot —o cualquier método de adivinación— como una forma de enfocar su clarividencia: para hacer que funcione cuando lo desea, y como ayuda para encontrar la verdad solicitada.

Considere su mente consciente como una especie de “conductor entrometido” que siempre tiene todas las respuestas —incluso cuando no sabe lo que está diciendo. En este caso, el entrometido del asiento trasero corresponde a alguien que suministra consejos que usted necesita, lo que hace más difícil ignorar sus inútiles instrucciones.

Ahora está conduciendo por una vía desconocida hacia un lugar que ni usted ni su acompañante han visto antes.

Sabe que con sólo concentrarse —en las señales del camino, las posiciones del sol y las estrellas, o en su propio sentido de dirección— podría llegar a su destino sin problema alguno.

Sin embargo, no puede concentrarse. Cada vez que está a punto de saber qué camino seguir, el entrometido del asiento trasero lo interrumpe con consejos e instrucciones que deshacen su idea.

La única manera de callar a este personaje es ponerlo a hacer algo diferente, algo que haga sentir inútil al sabelotodo (quien en este caso no sabe nada), lo cual es en realidad lo que quiere. De esa forma dejará de distraerlo y podrá dirigirse correctamente a su destino.

Usted no puede simplemente ignorar esas indeseadas instrucciones, pues el “pasajero” necesita ser incluido. De hecho, no puede dejar de interferir, incluso si ambos así lo desean. Por eso, lo mejor que puede hacer es darle el mapa del camino y dejar que sea el único que lea las direcciones. Ése es el funcionamiento de cualquier herramienta de adivinación. Le da algo que hacer a su mente consciente, de tal forma que su mente clarividente natural pueda concentrarse en conducir hasta su destino.

De todos los mapas itinerarios hacia el autoentendimiento y el desarrollo espiritual, el tarot es el más detallado y conciso disponible.

En los capítulos siguientes, daré los significados básicos de las cartas de ambos arcanos. Como dije al empezar, la interpretación de estas cartas, una vez que inicie lecturas serias, depende básicamente de usted mismo. Entre más trabaje con el tarot, más personal serán las interpretaciones de cada carta.

Deje que las cartas le hablen. Si en una lectura en particular “siente” que el significado es diferente al sugerido por cualquier libro de tarot, déjese llevar por su pensamiento. El tarot está diseñado para estimular su subconsciente clarividente con el fin de ayudarlo a entender la verdad.