II

Las finanzas legionarias

A los ojos de cualquier banquero, Marcial Maciel tenía buenas razones para preocuparse por maximizar las inversiones del complejo entramado empresarial y financiero tejido en torno a los Legionarios de Cristo. La secrecía que envuelve las finanzas legionarias había impedido conocer el tamaño del poder económico de la orden.

Hasta ahora.

Documentos internos de la Legión e informes oficiales comienzan a dar forma a esa nube difusa: las escuelas, fundaciones, inmobiliarias y empresas surgidas al cobijo de los Legionarios de Cristo reciben —sólo en México— 8 000 millones de pesos anuales.

Y una buena parte de ese dinero son donativos —deducibles de impuestos— recaudados a través de al menos 161 organizaciones “filantrópicas” y educativas instaladas en México que nacen de la Legión de Cristo y se extienden por todos lados.

Esas 161 organizaciones ligadas a los legionarios reciben entre 3 800 y 4 000 millones de pesos al año: la mitad son donativos1 y otro tanto cuotas por venta de servicios y cobro de colegiaturas de los más de 100 000 alumnos —desde preescolar hasta posgrado— que atienden en 18 países a través del Grupo Integer y del Consorcio Educativo Anáhuac. La Legión cuenta con una estructura de más de 300 empresas constituidas como sociedades anónimas o sociedades civiles, que generan más recursos. Ha diversificado sus actividades: cuenta con una agencia de viajes con oficinas en cuatro países, despachos de consultoría, editoriales, una constructora, más de 100 inmobiliarias, una comercializadora de ropa para dama, una agencia internacional de noticias, una trasnacional de servicios educativos vía internet, estaciones de radio, fondos de inversión, librerías, clubes deportivos y hasta una promotora de espectáculos y conferencias.

Un informe oficial de la Fundación Altius, organización internacional creada por los legionarios, reporta que 49% de los ingresos corresponden a donativos y que el 51% restante deriva de las cuotas de alumnos, programas de cooperación con empresas o instituciones y venta de servicios de las asociaciones y empresas legionarias.2

Organizaciones que nacieron en los apostolados de la Legión se han transformado al paso de los años en lucrativos negocios. Ese es el caso del Banco Compartamos, cuyo germen proviene de una asociación que en la década de los noventa promovía microcréditos en comunidades pobres, de la mano de los sacerdotes legionarios y los consagrados del movimiento Regnum Christi. Al cierre de 2014, ese banco de raíz legionaria tuvo ingresos netos de 3 324 000 000 pesos.3

El Teletón es otra iniciativa impulsada por los Legionarios de Cristo, a través de dos discípulos de Maciel: Fernando Landeros y Bruno Ferrari, quienes colaboraban desde que eran adolescentes en los grupos de apostolado. En 2014, esa organización recibió donativos por más de 2 497 000 000 pesos.4

BIENES EN LAS SOMBRAS

Marcial Maciel y sus súbditos tejieron una intrincada red de sociedades que ha servido para ocultar los bienes de la Legión. En conjunto, hay casi 500 empresas y asociaciones ligadas a los legionarios y muchas están vinculadas entre sí, pues comparten los mismos socios, directivos y domicilios.

Un solo colegio puede tener tras de sí a varias empresas: una inmobiliaria que es la dueña del terreno y del edificio, una sociedad civil que administra los donativos y una operadora que lleva el manejo cotidiano de la institución, incluido el cobro de cuotas y el pago de maestros. Además, hay sociedades mercantiles que son dueñas de decenas de marcas que utilizan las escuelas legionarias.

Ese esquema, multiplicado por 200 escuelas, deriva en una verdadera maraña de nombres y razones sociales, tras las cuales se ocultan los jerarcas legionarios.

¿Quiénes están detrás de esas empresas? Al revisar los movimientos realizados en años recientes en decenas de actas constitutivas aparecen los nombres de operadores financieros, todos integrantes del estrecho círculo de Marcial Maciel: los sacerdotes Luis Garza Medina y Álvaro Corcuera, ex vicarios de la Legión de Cristo; Evaristo Sada Derby, quien durante tres décadas se desempeñó como secretario general de la congregación; Juan Manuel Dueñas Rojas, rector emérito del seminario romano Mater Ecclesiae; Óscar Náder Kuri, ex director territorial en Italia, quien ejerció desde Roma la censura en la agencia Zenit cuando estalló el escándalo de pederastia; Enrique Jiménez Esquivel, otro censor en defensa de su padre fundador; Gabriel Ramón Sotres, quien durante más de 15 años estuvo al tanto de los secretos de Maciel, por ser quien le manejaba su correspondencia; Eloy Bedia Diez, asociado con la cúpula en empresas en Estados Unidos; Rodolfo Mayagoitia, director territorial en México cuando el Vaticano intervino la Legión; el exsuperior general de la congregación, Octavio Acevedo Marín, quien hizo el papelazo de abogado del diablo al exculpar públicamente al cura pederasta, pese a las evidencias que demostraban que era un criminal, y Armando Arias Sánchez, apoderado legal y presunto prestanombres de Maciel durante décadas.

Los anteriores personajes aparecen en las actas de las empresas que son propietarias de cientos de marcas de los legionarios, incluidas las de los colegios Interamericanos, Cumbres, Bosques, Mano Amiga, Edelweiss, Bambolino, Greenhill, Himalaya, Ceyca, ECYD, Godwin, Maddox y Alpes.

La Legión operó durante muchos años a través de, al menos, cinco grandes estructuras: Fundación Altius, que controla el presupuesto de Mano Amiga y de proyectos sociales; Red Misión, que integra los apostolados del Movimiento Regnum Christi; Grupo Integer, corporativo empresarial que manejaba la red de escuelas; Educational Developers, con 13 empresas de servicios educativos, y Fidelis Educational, un holding de 38 inmobiliarias que a su vez administran cientos de propiedades.

En esta estructura destaca el Grupo Integer, un corporativo empresarial que controlaba gran parte del presupuesto de la Legión, y que está en proceso de ser desmantelado, a partir de las recomendaciones del cardenal Velasio de Paolis, comisionado del Vaticano.

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Los 8 000 millones de pesos que obtienen cada año las organizaciones, fundaciones y empresas ligadas a la Legión de Cristo en México equivalen a 500 millones de dólares.

Pero esa es sólo una porción de la riqueza que ha generado la congregación en el mundo. En España su presupuesto anual se estima en 100 millones de euros (equivalente a 130 millones de dólares),5 y en Estados Unidos la captación —tan sólo en donativos— asciende a más de 100 millones de dólares, a través de organizaciones y escuelas ligadas a la congregación religiosa.6

En Chile los ingresos de sus colegios, del Consorcio Educativo Aseger y de la Universidad Finis Terrae, superan los 32 millones de dólares al año,7 y en Canadá los donativos que obtiene suman nueve millones, por medio de seis organizaciones religiosas y educativas.8

La Legión también ha establecido asociaciones para captar donativos y empresas mercantiles en al menos otros 20 países, por lo que los ingresos anuales de la orden y de sus organizaciones derivadas con facilidad alcanzan los mil millones de dólares al año.

Si el grupo filantrópico-empresarial ligado al apostolado de los legionarios fuera una corporación formal, entraría sin ningún problema en la lista de las 500 empresas más grandes de México enlistadas por la revista Expansión. Competiría por el lugar cien.

LA MENTE MAESTRA DETRÁS DE LAS FINANZAS

Luis Garza Medina parece un seminarista sosegado y con cierto aire angelical (tez blanca, rasgos finos, cara alargada, peinado de raya al lado), pero detrás de esa imagen se esconde un sofisticado cerebro capaz de articular complejas operaciones financieras. Siendo uno de los ocho hijos del clan Garza Sada —su hermano Dionisio, el mayor de la prole, hasta hace poco presidente del Grupo Alfa—, Luis fue acogido muy pronto en el primer círculo del fundador de los legionarios: a los 32 años ya era vicario general de la orden, un auténtico número dos con amplísimos poderes.

Educado en el seno de una familia acaudalada en la que la obtención de ganancias se convirtió en un objetivo de vida, Garza Medina dio muestras del talante empresarial heredado de una de las familias fundadoras del Grupo Monterrey.

Es muy probable que las clases de ingeniería industrial a las que Luis Garza Medina asistió en la Universidad de Stanford hayan contribuido a forjar en él un pensamiento organizado, sistemático, como el que se requiere para controlar una intrincada red de cientos de instituciones y empresas.

Maciel Degollado no se equivocó al elegirlo. Garza Medina sacó a relucir sus dotes y fue el creador de una de las redes financiero-empresariales más redituables que jamás se hayan conocido dentro de la Iglesia católica.

Tras la sacudida de 2006 por el escándalo de pederastia de Maciel, hubo reacomodos en la estructura empresarial de la congregación. Algunas empresas se extinguieron y fueron creadas otras, para suplir sus actividades.

En el centro de la estrategia Garza Medina colocó entonces una institución que sirvió para manejar multimillonarios recursos y obtener elevadas ganancias: el Grupo Integer, el holding (concentradora de empresas) que operó como tesorería y a través del cual se articuló el manejo de la red de escuelas, colegios y universidades que los legionarios tienen en México y el mundo.

Para tener pleno control de las finanzas, puso en los puestos clave de Integer a sus parientes. Como director general nombró a René Lankenau Coindreau, suegro de una sobrina,9 y como director financiero a su cuñado Alejandro Páez, esposo de su hermana Teresa Garza Medina.

Como director de la Fundación Altius —la segunda organización con más presupuesto en la estructura de la Legión— colocó a René Lankenau Haas, también vinculado con la familia Garza.

En la cumbre legionaria que se realizó entre enero y febrero de 2014 en Roma, el cardenal Velasio de Paolis recomendó extinguir el corporativo Integer, que tenía a su cargo la operación y gestión de la red internacional de escuelas, la administración financiera y de recursos humanos, la recaudación de fondos y hasta algunas tareas de apostolado de los legionarios.

Con la desaparición de Integer no se desmanteló la estructura religioso-empresarial. Lo único que se hizo fue transferir las tareas y atribuciones a las direcciones territoriales de la Legión. Pero los millones quedaron intactos.

* * *

Actas constitutivas de diversas empresas vinculadas a los legionarios muestran el peso y la huella que tuvo Luis Garza Medina como el gran maestro de las finanzas legionarias. Cuando tuvo el poder de la congregación, ordenó movimientos para colocar a sacerdotes allegados al padre Maciel como los responsables del manejo de cuentas bancarias y de valores.

Ejemplo número uno: Garza Medina presidió el 16 de julio de 1999 la reunión del Consejo de Administración del Centro de Actualización y Planeación Pedagógica, SC, empresa poseedora —entre otros activos— de la red de colegios Cumbres.

En la sesión se ratificó a Garza Medina como presidente y se nombraron integrantes del consejo a los sacerdotes Evaristo Sada (primo de Garza Medina), Juan Manuel Dueñas y Álvaro Corcuera, todos hombres cercanos a Maciel. Y se acordó, además, otorgar poderes especiales para invertir en bancos y casas de bolsa a los sacerdotes Eloy Bedia Diez y Octavio Acevedo Marín.

También otorgaron poderes para abrir cuentas de cheques y administrar los fondos de la empresa a Dermot Tenyson, profesor de la Universidad Anáhuac y especialista en inversiones bursátiles; al español Alberto García, administrador de la red de colegios Cumbres, y al sacerdote Jesús Torres, originario de Cotija, Michoacán, paisano y hombre de todas las confianzas de Maciel.10

Ejemplo número dos: un movimiento similar se realizó el 21 de junio y el 12 de agosto de 1999 en Mano Amiga, S.C. y en Promoción Bundoran, SC, cuando se otorgó poder especial a Eloy Bedia y Octavio Acevedo Marín, entre otros, “para negociar, suscribir y mantener ante la institución y casa de bolsa de su elección los contratos de valores e inversión para el manejo de los fondos de la sociedad”.11

Ejemplo número tres: los mismos sacerdotes recibieron las mismas facultades en una sesión ordinaria realizada en abril de 2000 en la empresa Investigación y Estudios Superiores, SC, operadora de la Red de Universidades Anáhuac.12

En todos los casos, los poderes los otorgó Luis Garza Medina como presidente del Consejo de Administración.

Con la defenestración de Marcial Maciel, Garza Medina perdió poder e influencia: fue destituido por el delegado del papa, el cardenal Velasio de Paolis,13 y se le alejó de la nomenclatura de los legionarios, en donde llegó a tener tres posiciones centrales: era vicario general, con control absoluto y total de la administración de la orden; era director territorial para Italia, donde la congregación tiene su sede, y supervisaba el movimiento Regnum Christi.

Luego de que la orden religiosa fue intervenida por instrucciones del Vaticano, Garza Medina fue arrinconado y enviado a la dirección territorial en Norteamérica, con control de las finanzas en Estados Unidos y Canadá. El 15 de abril de 2014 fue separado definitivamente de la cúpula legionaria. Su labor de consolidar el imperio financiero de la legión había concluido.

LOS ALCANCES DE LA ESTRUCTURA EMPRESARIAL

Cuando en 2006 las revelaciones de los abusos sexuales cometidos por Marcial Maciel se habían convertido en un borbotón ya inocultable, la cúpula de los legionarios tuvo una encerrona. Los hombres más cercanos al fundador se citaron a las cinco de la tarde del 30 de marzo de aquel año en una residencia de Lomas de Tecamachalco para tomar decisiones urgentes en la estructura empresarial de la Legión.

El papa Benedicto XVI había ordenado abrir una investigación sobre los excesos y delitos de Marcial Maciel, a quien obligó a renunciar al sacerdocio.

El escándalo cimbró la estructura empresarial de la Legión de Cristo.

Álvaro Enrique Corcuera Martínez del Río, quien fue nombrado sucesor de Maciel, era al mismo tiempo el presidente del consejo de administración de las empresas Centro de Actualización y Planeación Pedagógica, SC; Investigación y Estudios Superiores, SC (operadora de la Universidad Anáhuac), Promoción Bundoran (dueño de decenas de marcas de los legionarios) y Bermúdez Mascareñas, SC (operadora del Instituto Irlandés), entre muchas otras.

Cuando el papa ordenó el retiro de Maciel a una vida de oración y penitencia, Corcuera asumió el cargo de superior general de los Legionarios de Cristo y se vio forzado a renunciar a su encargo empresarial.

Su remoción de la presidencia del consejo de administración de la empresa administradora de los bienes legionarios se realizó a finales de marzo de 2006.

En la sesión ordinaria del Centro de Actualización y Planeación Pedagógica, SC, se nombró como nuevo presidente a Gabriel Ramón Sotres Sáinz, un sacerdote acusado de haber encubierto a Maciel.

El teólogo, historiador y periodista italiano Sandro Magister, uno de los más importantes vaticanistas, lo describe así: “Gabriel Sotres ha sido por veinte años el responsable de la comunicación de la Legión, el spin master que ha protegido la doble vida de Maciel con un éxito tal que ha hecho decir a Benedicto XVI que verdaderamente ‘estaba bien cubierta’”.14

Junto con Sotres Sáinz fueron nombrados integrantes del consejo otros tres sacerdotes legionarios, muy cercanos a su defenestrado patriarca: Óscar Náder Kuri, Javier Guadalupe García González y Enrique Jiménez Esquivel.

Durante todo el año 2006, en medio del escándalo internacional, los legionarios realizaron cambios en la estructura de decenas de empresas mediante las que controlan su red de escuelas e inmobiliarias. El objetivo: blindar el complejo financiero-empresarial de la legión ante la temida intervención del Vaticano.

Nueve años después de aquellos apurados movimientos, lo han conseguido: el poder económico de los Legionarios de Cristo está casi intacto.

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El día que falleció Marcial Maciel en su residencia en Jacksonville, Florida, ante su cama estaba de pie el padre José Félix Ortega, quien durante 20 años fungió como tesorero de la Legión de Cristo en Estados Unidos.

El sacerdote, quien siempre procuró mantener un bajo perfil, es uno de los pocos legionarios que conoce los detalles de la fortuna que la congregación tiene depositada en bancos, en acciones bursátiles y en inmuebles en Estados Unidos, a nombre de distintas empresas y organizaciones.

Su firma aparece en las actas de al menos 80 empresas creadas entre 1992 y el año 2010 en 22 estados.15 En dichas empresas funge como director, secretario y tesorero. En ocasiones desempeña doble y hasta triple tarea. Su cargo formal es director administrativo de la Legión en Estados Unidos, con acceso privilegiado a toda la información financiera de decenas de organizaciones ligadas a la congregación fundada por Maciel.

Agradecido por la confianza que siempre le dispensó, estuvo junto a su patriarca el día de su muerte. A diferencia de otros sacerdotes que llevaban sotana, él vestía una camisa blanca, de manga corta, desfajada. Su informalidad fue vista por algunos como un reto a sus superiores. Pero el padre Félix puede moverse como se le antoje. Sabe demasiados secretos de la Legión y eso le da poder. Era, ni más ni menos, uno de los cancerberos de Maciel en materia financiera.

Originario de Valencia, España, el padre Félix estudió en el Ateneo Regina Apostolorum, el centro de estudios superiores de los legionarios en Roma. Muy joven se sumó a la sede de la Legión en Thornwood, en el condado de Wenchester, Nueva York, donde actualmente reside.

El 1º de julio de 1992 constituyó Overbrook, Inc., en la cual fue nombrado director y secretario.16 La empresa es la responsable de recaudar las colegiaturas de una exclusiva academia para jovencitas en Rhode Island. Las cuotas le generan a la Legión ingresos anuales por alrededor de ocho millones de dólares, que son depositadas en una cuenta de la sucursal de Wells Fargo Bank, en Nueva York.

El padre Félix también creó Rossoto, Inc., que fue constituida en Connecticut el 1º de julio de 199217 y al año siguiente creó cinco empresas en sólo 20 días.

Entre 1994 y el año 2010 participó en la constitución de al menos otras 54 empresas: tres por año, en promedio. La mayoría fueron creadas como organizaciones altruistas o evangelizadoras. Pero todas tienen como objetivo la captación de recursos por venta de servicios, cobro de cuotas o vía donativos.

Conquest NA, Inc., por ejemplo, se dedica a organizar campamentos infantiles y juveniles. El argumento ante los padres de familia es que se trata de actividades de promoción de valores y de formación de líderes. Aunque también es un redituable negocio. La cuota de membresía anual es de 750 dólares y en 2013 había inscritos 6 000 participantes, lo que representaría ingresos para la legión por cuatro millones y medio de dólares. El modelo de negocio de los clubes legionarios se ha replicado en gran parte de Estados Unidos.

También se replicó a 25 estados el esquema de recaudación de fondos de la organización Catholic World Mission, Inc., en la que el padre Ortega funge como tesorero. Tan sólo la agrupación con sede en Nueva York capta al año en promedio 10 millones de dólares en donativos, que son enviados a Roma.

La expansión de ese método de recaudación a la mayor parte de la Unión Americana se dio a partir del 26 de mayo de 2006, justo una semana después de que el papa Benedicto XVI ordenó al padre Maciel retirarse del sacerdocio. Ante el temor de que el Vaticano interviniera las cuentas legionarias, se decidió pulverizar los donativos a través de varias asociaciones.

El escándalo de la pederastia cimbró las finanzas legionarias, pero los cancerberos de Maciel estaban atentos para proteger sus intereses.

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Los colegios Semper Altius cobran colegiaturas de hasta 10 000 pesos al mes, porque con ese dinero se puede dar educación gratuita a los niños pobres de las escuelas Mano Amiga. Ese es el argumento que durante años han dado los sacerdotes legionarios a alumnos y padres de familia de los colegios Cumbres, Irlandés, Alpes, Bosques, Highlands, Oxford, Kilimanjaro y Bambolinos.

El mismo alegato de que Mano Amiga es para ayudar a los pobres es el que expresan los integrantes de la Fundación Altius cuando acuden a gestionar donativos ante autoridades y empresarios.

El argumento ha sido exitoso, pues entre 2009 y 2014, Mano Amiga ha captado en México donativos por más de 500 millones de pesos para el sostenimiento de sus escuelas.18 A través del programa Padrinos, en el que un benefactor adopta a un niño, ha recibido en cuatro años 76.6 millones de pesos. A esa cantidad hay que sumar más de 20 millones de dólares que dos agrupaciones de la Legión aportaron en Estados Unidos también para ayudar a las escuelas Mano Amiga.19 World Education & Development Fund captó en cinco años 15 millones de dólares y Helping Hands recaudó otros cinco millones.

En conjunto, las donaciones en México y en el extranjero sumaron más de 760 millones de pesos. Esa cuantiosa suma no les bastó a los legionarios para el sostenimiento de los 24 planteles manejados a través de la Fundación Altius. Por ello fijaron una cuota de cooperación a los padres de familia, que equivale a una colegiatura. En algunas ciudades, los colegios Mano Amiga se transformaron en escuelas particulares, de paga, para los pobres.

Por ejemplo, en la escuela Mano Amiga Guadalajara, SC al menos 600 alumnos fueron obligados a pagar una cuota de inscripción de 830 pesos y una colegiatura mensual de 630. Al año, los papás debían aportar unos cinco millnes de pesos.20 Además, el plantel recibía en promedio un millón de pesos de donativos anualmente.21 Un negocio redondo. Si un papá alegaba que no podía cubrir la colegiatura, era obligado a trabajar de intendente, en la limpieza del plantel.

Los niños que asisten a ese plantel pertenecen a las colonias Jardines de Nuevo México y Villas de Tesistán, incluidas por el Inegi entre las zonas de mayor marginación en Jalisco. Una familia pobre con tres hijos debía desembolsar el equivalente al sueldo de todo un mes del jefe del hogar (1 900 pesos).

Según los legionarios, el costo real de colegiatura por cada niño es de 1 470 pesos en preescolar, 1 680 en primaria y 1 890 en secundaria. Pero como dicen que están para ayudar a los pobres, aplican descuentos sobre ese tabulador. Al final, les hacen creer a las familias necesitadas que pagan poco por la educación de sus hijos. Si a un niño le fijan una cuota de 840 pesos, lo convencen de que en realidad fue beneficiado con una beca del 50% y si paga 500 le dicen que tiene beca de 70 por ciento.

En algunos planteles de Mano Amiga —como en el de Torreón—, además de pagar la cuota los papás han sido obligados a vender boletos para rifas (1 600 pesos por alumno); en otros, las familias que se retrasan en la colegiatura deben pagar intereses acumulados y en ocasiones a los niños con adeudos les bloquean el acceso a la escuela.22 En Aguascalientes la escuela se edificó con recursos públicos y pese a ello los directivos amagaron en 2012 con cerrar el plantel con el argumento de que no tenían dinero. Ese año, Mano Amiga de Aguascalientes recibió donativos por 9 381 000 pesos, aparte de las cuotas de los papás. Pero querían más.

EL COLABORADOR INCÓMODO

El padre Pablo Pérez Guajardo conoce perfectamente las tripas de los Legionarios de Cristo: con ellos vivió dos décadas en su sede central en Roma y sabe cómo operan sus negocios.

Colaboró permanentemente en la sede de la dirección general, en Roma, de 1986 a 2007. Era asistente del sacerdote José Blum Pérez, quien se desempeñaba como administrador de la Legión. Con él colaboraban, en la misma oficina, el sacerdote irlandés Michael Greely (hoy legionario en México), el español Rafael Pascual (actualmente profesor en Roma) y Jesús Villagrasa, integrante de la cúpula legionaria y rector del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.

Todos ellos se hacían cargo de la administración, al mismo tiempo que estudiaban filosofía y teología.

A Pérez Guajardo le tocó vivir en la sede de los legionarios la crisis por el escándalo de pederastia del padre Maciel. Fue testigo de que desobedeció al papa Benedicto XVI, quien en mayo de 2006 le ordenó retirarse a una vida de oración y penitencia, pues el jerarca siguió en su residencia en Roma, operando como líder de la congregación.

Luego, en 2007, el sacerdote Pérez Guajardo fue enviado a México, en donde le comisionaron atender una parroquia en Quintana Roo.

Decepcionado por la falta de apoyo y por la tolerancia de los legionarios a los abusos de Maciel, decidió dejar la orden a finales de 2012. Como él, otros 100 sacerdotes han abandonado la congregación desde que el Vaticano reconoció que Maciel era un delincuente.

—¿Sabe a dónde van a dar los donativos que reciben los Legionarios de Cristo?

—La Legión funciona como un corporativo (llamado anteriormente Horizons, Inc.), que cotiza en la bolsa de valores y vende acciones. Los capos legionarios viven como Maciel, con hoteles, vehículos y trajes de lujo. Son ejecutivos y tienen en su equipo laicos bien pagados, como los del Grupo Integer, Fundación México Unido y Fundación Altius.

—¿Sabe si en la Legión existe o existió algún mecanismo que auxilie a las empresas a evadir impuestos, vía donativos?

—La Legión ha servido para lavar dinero de empresas y dictaduras como la de Pinochet. La Legión tiene varias asociaciones civiles e instituciones de asistencia privada que pueden dar recibos deducibles de impuestos. La “mega misión” de Semana Santa, realizada por Juventud y Familia Misionera, es otro gran negocio. Según datos oficiales de la congregación, participan 10 000 personas y cada una paga una inscripción de 1 000 pesos. Otro negocio es la Fundación Lazos para ayudar a escuelas pobres. En todos los casos llega una mínima parte a los necesitados.

—¿Conoció algún caso concreto de donativos utilizados para fines distintos?

—La Legión tiene un sistema de administración centralizado. Por tanto, todo, todo, todo lo que entra va a Roma y de ahí se distribuye conforme a presupuestos consolidados. Los donativos son mercadotecnia para conseguir dinero, no se aplican al fin presentado.

—¿Se destinan esos fondos a obras sociales?

—Las obras sociales son negocios. Según decía el padre Maciel, no hay mejor negocio que los pobres.

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Harto de los abusos de los legionarios, el padre Pablo Pérez abandonó la orden en 2012, después de 39 años. Él es un testimonio clave para comprender la estructura financiera de la Legión.

—Además de los donativos, ¿qué otros medios de financiamiento y captación de recursos tienen los legionarios?

—Los capos legionarios invierten en acciones triple A, que son las más seguras. La Legión tiene títulos en diversas empresas y, desde luego, la compraventa de terrenos. Para que tengan una idea, todo lo que hoy es Lomas Anáhuac eran terrenos de la Legión. Maciel compró toda la loma a precio regalado por estar fuera de la ciudad, incomunicado y agrícola. Con sus contactos políticos logró cambiar el uso de suelo, comunicar la zona. Con sus contactos religiosos consiguió que esa zona no fuera de la Arquidiócesis de México, sino de Tlalnepantla, de modo que no tenía que rendir cuentas al entonces arzobispo, que era contrario a los legionarios.

—¿Las colegiaturas de los colegios Cumbres y de las universidades Anáhuac se contabilizan como donativos?

—Son pagos de los padres de familia, pero los colegios quedan en números rojos al dar donativos a la Fundación Altius y becas para estudios en Roma. Los colegios legionarios no son dueños ni del terreno ni del edificio; los rentan a otra sociedad inmobiliaria de la Legión. El nombre comercial no es el nombre jurídico del colegio. Las colegiaturas de varios colegios superan los 10 000 pesos mensuales, mientras los salarios del personal docente y no docente son los mínimos.

—¿Qué otras estrategias empresariales emplean?

—Una de las estrategias de la Legión es afirmar que está en problemas financieros, que no hay dinero porque son muchas las vocaciones, porque ayuda a las misiones mayas en Quintana Roo, porque han bajado los donativos o existe una crisis nacional o planetaria.

Dicen que no hay dinero, pero en 2011-2012 la Universidad Interamericana para el Desarrollo ganó 600 millones de pesos. La Legión es dueña de Banco Compartamos y si hacemos auditoría a la Universidad Anáhuac y a cada colegio nos sorprenderemos de las ganancias. En México hay colegios legionarios —ahora se llama Red de Colegios Semper Altius, porque legionarios es marca quemada— que cobran 10 000 pesos mensuales de colegiatura.

—¿Qué otras vías utilizan para allegarse fondos?

—Una de las estructuras para recaudar dinero es la Fundación Altius. Al igual que en el campo inmobiliario, la Legión cuenta con una red de asociaciones que dan la impresión de no tener nada en común. La mayoría no tienen connotación religiosa, como la Fundación Lazos. Otras han iniciado como ayudas y se han convertido en auténticos negocios como Banco Compartamos o los colegios Mano Amiga.

—¿Los donativos se canalizan a organismos ligados a los legionarios?

—A los legionarios no les importan los pobres. ¿Alguna vez han visto a Fernando Landeros cambiar pañales a un niño del Teletón? ¿Lo han visto dar terapias? ¿Cuándo han visto a un legionario atendiendo niños Teletón? Se habla de Mano Amiga como escuela de pobres. ¿Cuántos legionarios atienden a los niños pobres de Mano Amiga? Los sacerdotes legionarios están en los colegios ricos y caros. Es más, Mano Amiga es un colegio que empieza pobre y se vuelve de paga para clase media. Este esquema es el que ahora está usando el hermano de Luis Garza Medina, pues el mercado de niños ricos es limitado. En cambio, el de clase media y media baja es enorme. No les importa la educación ni los niños, es el dinero lo que los mueve. Los legionarios no pierden el tiempo con los pobres o con los de clase media. Eligen sus vocaciones entre güeritos. La Legión se ha convertido en una agencia escort. Te rentan sacerdotes bonitos y caros para tus eventos sociales: bodas, funerales, primeras comuniones. El hijo de Carlos Salinas de Gortari se casó en abril de 2013 y tuvo en su boda no a un obispo o a un cardenal, sino a un legionario, al sacerdote Jesús Quirce Andrés, rector de la Universidad Anáhuac.

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En una carta enviada a inicios de 2013 a Sylvester Heereman von Zuydtwyck, en aquellos días superior general de los legionarios, el padre Pablo Pérez denunció manejos turbios del dinero recaudado por monjas.

El Departamento Atención a Religiosas (dar) tiene dos caras: una es el apoyo espiritual a las religiosas con retiros, cursos bíblicos y de oración. La otra es la asesoría en el gobierno y en particular en la administración. Dicho en breve, los legionarios son el banco de las religiosas. Ellas entregan su dinero y saben que los legionarios les darán mayores intereses de los que generarán en un banco convencional […] Lo que no saben las religiosas es cómo logran los legionarios hacer rendir el dinero.

Según el padre, las inversiones de los legionarios han ido a dar hasta empresas de armas, todo con tal de obtener la mejor utilidad.

Pero ese no es el único manejo turbio de la Legión. El sacerdote desmenuzó cómo operan las finanzas legionarias en los inmuebles y en los colegios. Sobre los inmuebles, dice:

Las casas de los legionarios están en zonas ricas, caras. Se abre un colegio y se hace ver a las madres de familia que los padres no tienen casa, que están rentando o vienen desde muy lejos. Las mamás cooperan para comprar una casa y remodelarla. Pero la casa no está a nombre de legionarios, se escritura a nombre de una inmobiliaria que es parte de un grupo más grande que posee varias sociedades, que están dentro del grupo internacional Horizons Inc., que cotiza en bolsa y vende acciones. De modo que las madres de familia hacen que el patrimonio de Horizons Inc. aumente y con eso sus acciones coticen más alto.

Sobre los colegios:

Los colegios o escuelas no son de la congregación de los legionarios. El terreno está a nombre de una sociedad inmobiliaria, digamos “Fuentes Brotantes, sociedad anónima”, que renta el inmueble a “Flora Barragán asociación civil” y el nombre comercial es “Instituto Cumbres Lomas”. ”Las firmas de las sociedades inmobiliarias son de consagrados, casi nunca de legionarios a no ser que sean los de mayor rango. Como los consagrados no están reconocidos por el Vaticano, no tienen obligación de rendir cuentas y como los superiores los sujetan con el control de conciencia, la sociedad está tranquila. En las sociedades más importantes, como en las cuentas bancarias más fuertes, la firma principal era la del padre Luis Garza Medina.

El colegio paga renta por el inmueble para no tener tantas ganancias, porque es una asociación no lucrativa. Además la renta es deducible de impuestos. Otras ganancias desaparecen bajo apariencia de becas, pero no son para alumnos pobres de esa escuela, son becas que se mandan a la administración central.

Por su parte la sociedad inmobiliaria no tiene ganancias porque ha comprado otros terrenos o porque ha hecho cuantiosos donativos a la Fundación Altius o al Teletón y con eso, además de no tener ganancias, obtiene deducibles de impuestos.

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Según el padre Pablo Pérez, los legionarios han recibido donativos de personajes ligados con el narcotráfico. Es el caso de Guillermo González Calderoni (a quien llama Memo Calderoni), excomandante de la Policía Judicial Federal quien en la década de los noventa fue acusado de proteger a los capos del cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes, y del cártel del Golfo, Juan García Ábrego.

El sacerdote asegura que la benefactora regiomontana Bety Canavati fue la que le reveló el apoyo que González Calderoni aportaba a la congregación.

Canavati sabía del tema de los donativos, porque era una de las grandes gestoras de fondos de la Legión en Monterrey:

A lo largo de los años numerosas señoras AAA (clasificación máxima por cantidad de dinero que donan) han sido coordinadas por Bety Canavati. Damas tan distinguidas son la que reciben invitación exclusiva de los directores territoriales de Monterrey para las reuniones en la Casa de Ejercicios Espirituales de Teotepec (en Coahuila). Ahí, después de una congruente motivación espiritual, son instruidas sobre cómo elaborar sus testamentos a favor de la Legión y proponer a sus maridos las aportaciones para las obras de la Legión.

Así lo expuso el padre Pablo en una carta enviada en enero de 2013 al entonces vicario general Sylvester Heereman, con copia al nuncio Christophe Pierre y al sacerdote jesuita Gianfranco Ghirlanda, asesor del cardenal Velasio de Paolis.

La misiva asegura que cuando Maciel vivía, su secretario, John Devlyn, llamaba por teléfono desde el paraíso sexual de Tailandia —a donde viajaba con el cura pederasta— para pedirle cuentas de los donativos a la benefactora regia.

“Doña Bety Canavati me confirmó que Memo Calderoni estaba entre los grandes benefactores de los legionarios de Cristo en Monterrey. Casi siempre, el que lo atendía era el padre John Devlyn (exsecretario particular de Maciel)”, se lee en la carta dirigida al vicario general y al Nuncio Apostólico.

“Las generosas donaciones de Memo Calderoni abrieron brecha al establecimiento de los Legionarios de Cristo en Medellín (Colombia)”, añade la misiva.

El jefe policiaco se jactaba de su amistad con el capo del cártel del Golfo: “Soy amigo de Juan García Ábrego, crecimos juntos en Matamoros”, decía.23

En 1993 el comandante huyó de México para evitar que lo arrestaran por supuesto enriquecimiento ilícito y delitos contra la salud. Se refugió en Texas, con la protección de la justicia de Estados Unidos, gracias a que se convirtió en informante de la agencia antidrogas (DEA).

“Memo Calderoni salió de forma repentina de México en 1993 hacia Estados Unidos, pero sin descuidar las buenas relaciones con los legionarios y su desarrollo en Colombia”, aseguró el padre Pablo en su carta enviada a los superiores de la congregación.

Calderoni, quien durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari fungió como director de investigaciones contra el narcotráfico, fue asesinado en febrero de 2003 en McAllen, Texas, donde tenía su refugio. Su fortuna estaba calculada en 400 millones de dólares.