Son los dos polos opuestos de la energía, donde hay Yin hay Yang y viceversa; todo en nuestra vida pasa por Yin y Yang, la media noche es el punto extremo del Yin y el medio día es el del Yang. De la misma forma, los meses tienen un efecto Yin y Yang, cuando la Luna está más llena la energía es más Yang, cuando está más oscura es más Yin, en Luna nueva somos más estudiosos, introspectivos, hogareños, porque los sentimientos del ser humano se asocian con Yin y el exterior con Yang. En verano, con la influencia de la energía Yang, queremos ir a la playa y estar más activos; en invierno, con la influencia de la energía Yin, somos más amorosos, sentimentales, hogareños, familiares.
Las construcciones también se asocian con Yin o Yang. Un espacio que está muy reducido y alargado se considera Yin, en tanto que un espacio cuadrado se considera más Yang. Por ejemplo, la casa de un muerto se asocia con Yin, ésta es alargada, oscura, sin ventilación, sin movimiento, hay humedad, insectos.
En nuestra forma de vida, una casa con habitaciones alargadas, pasillos muy largos, oscuros, con energía Yin se convierte en conflictiva. Casas con humedad, sin movimiento, espacios que no tienen ventilación o lugares que tienen plagas, pasto que no crece o las plantas no crecen o se secan, reflejan una construcción donde predomina la energía Yin. Este tipo de espacios generará conflictos. También, un exceso de energía Yang crea problemas porque no existe un balance entre las dos energías.
Una casa Yang se caracteriza por tener grandes ventanales, con exceso de ventilación, luces, mucho movimiento, niños, mascotas, los espacios son cuadrados. Mientras que una casa o los espacios demasiado Yin se asocian con enfermedades Yin como SIDA, cáncer, lupus, enfermedades largas, agónicas y difíciles; a diferencia de los lugares con exceso Yang, los cuales se asocian con enfermedades Yang como estrés, presión arterial alta, problemas del corazón, nerviosismo, alergias (esto aplica también a los climas).
En lugares donde el clima es Yin, como Suiza y Europa, el mayor número de enfermedades se asocian con tipo Yin. En lugares de clima Yang como México, el mayor número de enfermedades se asocian con tipo Yang. El Feng Shui sostiene que el entorno en que vivimos influye y se refleja en nuestra salud. Al analizar el lugar en el que vivimos o trabajamos, se busca establecer el equilibrio de energía a través de colores, formas, materiales y estructuras.
Los seres humanos, por nuestras características físicas y nuestro carácter, tendemos a manifestarnos más Yin o Yang. Aunque también existen personas con una tendencia más equilibrada. Las personas Yin suelen ser altas y delgadas, sus facciones son largas, al igual que las manos, los dedos y los pies, los ojos tienden a ser grandes y separados, los labios gruesos, comen lo que desean y no suben de peso fácilmente.
Las personas Yang pueden ser más bajas de estatura, llenitas, propensas a subir de peso, de manos y pies chicos, ojos pequeños y cercanos, labios delgados.
En carácter, las personas con tendencia Yin se manifiestan serias, tranquilas, reflexivas, hacen las cosas por convencimiento propio, interioristas, no se angustian por una emoción de competencia. Las personas que abusan de la energía Yin se pueden volver solitarias, se aíslan de los demás, se sienten solas, se deprimen y lloran; en el grado extremo del Yin se vuelven depresivos. En ese punto extremo pasan al punto extremo del Yang que es la violencia, por eso muchas personas después de una depresión muy fuerte se vuelven agresivas y violentas, o al contrario, después de agresivos pasan a depresivos.
Las personas Yang se caracterizan por manifestarse activas, alegres, hablan mucho, pueden hacer varias cosas a la vez, viven aceleradas, son personas que funcionan con base en la competitividad: si alguien no compite con ellos no se esfuerzan por realizar las cosas y las tareas; son muy comunicativas, directas, francas, aceleradas, empiezan a exagerar o a abusar de la energía Yang cayendo en el estrés y la desesperación; cuando llegan al punto máximo se vuelven violentos y pasan al extremo del Yin que es la depresión y el llanto.
En el sistema de vida que llevamos, la influencia del entorno es fuerte, podemos trabajar el equilibrio en forma personal aplicando los colores y materiales en la ropa que empleamos, los alimentos que consumimos y las actividades que realizamos, para buscar un equilibrio y balance. Si tu tendencia es Yin, el Yang te ayudará y viceversa.

Dentro del Yang hay Yin y dentro del Yin hay Yang. En la gama de los rojos, el rojo quemado es Yin y el rojo sangre es Yang. El verde es un color Yin y, sin embargo, el verde perico es Yang, mientras que el verde hoja es Yin. Entonces, en un espacio donde se necesita energía Yin se pueden utilizar verdes, aunque si no se quiere demasiado Yin, puede utilizarse el verde Yang, y de esta forma habrá energía Yin y Yang creando un balance y equilibrio en el entorno.
Asimismo, los alimentos también se pueden clasificar y asociar con Yin y Yang, como se enseña a continuación:

Las actividades correspondientes se incluyen en la siguiente clasificación:
Actividades Yin: natación, caminata lenta, tai chi, golf, meditación, descanso, masajes.
Actividades Yang: las de alto impacto como futbol, karate, box, aeróbicos.
Actividades Yin-Yang: danza, equitación, esquí, caminar descalzo sobre el pasto, jardinería.
El Yin-Yang nos ofrece una alternativa para ajustar el balance de nuestra vida, tanto en nuestras relaciones sociales como con lo que nos rodea. En algunas ocasiones, todo es más Yin o más Yang de acuerdo con lo que se le compara; por ejemplo, descansar es más Yin que trabajar, pero éste a su vez es más Yang que dormir.
Con base en las fases de la Luna, nuestra actitud se convierte más Yin o más Yang. En Luna llena nos convertimos más Yang y activos, mientras que en los días subsecuentes nos vamos volviendo más Yin, es entonces el momento de cultivar nuestro espíritu y paz interior. Lo mismo sucede con las estaciones del año, como el verano (Yang) o el invierno (Yin).
El recorrido del Sol al amanecer atrae energía Yang a la casa y al atardecer energía Yin, por lo que se recomienda que en el área de la casa donde llega la energía Yang se coloquen las habitaciones de actividades que requieran nuestra energía Yang, y en el lado contrario, las que representen el Yin. Si tú eres una persona demasiado Yang, puedes pasar más tiempo en tus habitaciones Yin, para balancear tu propio Chi y viceversa.
Al practicar este aspecto, podemos llegar a reconocer una persona con mayor tendencia Yin o mayor tendencia Yang, lo que nos permitirá establecer mejores canales de comunicación. ¿Cómo? Al reconocer a una persona de manifestación Yin, comunícate con ella en lenguaje profundo, pausado y sensitivo. Mientras que al reconocer a una persona de manifestación Yang, comunícate con ella en lenguaje rápido, práctico, directo, franco y visual.
En las formas arquitectónicas de los edificios también representamos el Yin y el Yang. Las construcciones altas y delgadas tienen más Chi Yin, en tanto que las bajas y cuadradas son más Yang que el edificio.
Entre más larga y delgada es la forma, más Yin representará, así ocurre con los pasillos largos o habitaciones rectangulares. Entre más compacta es la forma (círculos, octágonos o cuadrados), más Yang será la construcción. Ahora bien, el vacío es considerado Yin y lo sólido Yang.
Lo cóncavo se asocia con Yin y lo convexo con Yang, lo cual representa la constante interacción entre femenino y masculino. Lo mismo nos sucede con la iluminación, una construcción con amplias ventanas es mucho más Yang que aquella con reducidas ventanas y poca ventilación.
A nivel personal, cada uno de nosotros también puede ser más Yin que Yang. Las características de una persona Yin se relacionan con aquellos que son más relajados, sensitivos, creativos e imaginativos; si su energía es demasiado Yin, pueden ser depresivos o aletargados. Por el contrario, las personas Yang son despiertas, rápidas y activas; el exceso de Yang las convierte en irritables, agresivas y enojonas. Esto se puede controlar a través de ejercicios, actividades y alimentos.
Las formas, muebles, colores, pisos y materiales también se pueden clasificar en Yin y Yang. Al reconocer un espacio donde predomina la tendencia Yin, se pueden integrar elementos Yang para establecer el balance o equilibrio, y viceversa. Las formas y texturas consideradas Yin son suaves, curvas y acogedoras. Las formas y texturas consideradas Yang son duras, rígidas, rectas y definidas. Recuerda que dentro del Yin hay Yang y viceversa, por ejemplo, la madera rústica representaría Yin, mientras que la madera pulida y laqueada representaría Yang. La madera color natural se asocia con Yin, y la madera entintada se vincula con Yang.

Fuente: Simon Brown, Practical Feng Shui.

Describimos de la siguiente forma cada una de estas energías:
• La energía Yin es una manifestación suave, tranquila, relajada, interior, sentimental, de descanso, femenina, cautelosa e introspectiva. La energía Yang es dinámica, activa, acelerada, móvil, impulsiva, alegre, exterior, material, masculina, vanguardista y superficial.
• Las habitaciones Yin se relacionan con las áreas de descanso, por ello se sugiere ubicarlas en la parte más protegida del terreno y alejada de la calle.
• Las habitaciones Yang corresponden a las áreas sociales, su posición ideal es al frente del terreno, más cercanas a la calle, de donde proviene el movimiento y la actividad de la casa.
• Un ambiente decorado con una atmósfera Yin nos va a proveer un espacio relajado que va a favorecer la expresión de sentimientos, la profundidad de pensamientos, la comunicación entre familiares o nuestra pareja, incluso con nosotros mismos; además va a permitir un mejor descanso y va a despertar la manifestación de nuestro aspecto artístico e intelectual.
• Un ambiente con una atmósfera Yang nos proveerá de un espacio dinámico y activo que favorecerá la productividad, la sociabilidad, una mejor relación social y pública, una mentalidad analítica y material.
Ambos ambientes son necesarios en nuestra vida. Si utilizamos las tablas anteriores, podemos diseñar y decorar los espacios y crear en nuestra habitación una atmósfera Yin. Para las áreas sociales (sala, comedor, sala de juegos) crearemos una atmósfera Yang. Aquellos lugares que requieren una atmósfera balanceada (Yin-Yang) son el estudio y la cocina.
Estos espacios de diseño moderno o contemporáneo en donde ubicamos habitaciones para niños que duermen, juegan y estudian, provocan caos y confusión en la persona ya que no hay una tendencia de ambiente definida, por tanto se refleja en rebeldía, poco descanso, falta de concentración, aislamiento, problemas de convivencia, etcétera.
Cada espacio tiene una función específica y su ambientación se debe enfocar a promover una actitud que facilite el desarrollo de esa función, por ejemplo: la recámara es para descansar, la cocina para cocinar, la sala para convivir, ver televisión y realizar actividades como jugar, etcétera.
Los aromas y el Yin/Yang
Hemos establecido la importancia del balance Yin-Yang así como algunas características para ubicarlo y determinarlo. Por medio de otros apoyos como la aromaterapia, se puede recurrir a aromas establecidos como Yin y Yang como una herramienta más para lograr armonía y balance en una habitación o espacio. Cuando determinamos que prevalece el Yang en un lugar, una esencia Yin será de gran ayuda y viceversa. Los aromas Yang se caracterizan por fuertes vibraciones, generalmente se emplean para protección y purificación, el deseo sexual, la salud, la fuerza y el valor. Son esencias que apoyan las funciones de hormonas masculinas, estimulan la concentración mental y el control de los sentimientos. Los aromas Yin son sutiles y suaves. Se emplean para el amor, la belleza, la juventud, la curación, la fertilidad, la riqueza, la felicidad, la paz, el sueño y la espiritualidad; además apoyan las funciones de las hormonas femeninas, abren el alma, relajan, tranquilizan y despiertan el aspecto sentimental.




Asimismo, si deseas una atmósfera Yin, utiliza aromas Yin; si quieres provocar una atmósfera Yang, te sugiero emplear aromas Yang.
Los cinco elementos
De la interacción del Yin-Yang y asociados con las estaciones del año, surgen o se interpretan los cinco elementos de la metafísica china. Estos elementos son: madera, fuego, tierra, metal y agua, que se consideran la estructura de todo lo existente en el entorno.
Dichos elementos surgen del Yin-Yang en sus diversas combinaciones. El ser humano está compuesto de estos elementos, por lo que se sentirá cómodo si los tiene en su casa y su trabajo, pues de manera inconsciente los busca en su entorno.
Estos elementos también se asocian con: colores, estaciones, direcciones cardinales, emociones, partes del cuerpo, órganos del cuerpo, sabores, aromas, formas, texturas, plantas, constelaciones y planetas. El definirlos y establecerlos nos apoya al hacer un análisis para buscar un perfecto balance.
Los elementos fluyen e interactúan en ciclos en los que pueden generarse y darse vida entre ellos o controlarse y destruirse, al igual que equilibrarse, así como reducir sus efectos excesivos. Como dijimos, cada elemento se asocia con diversos objetos, colores y formas que se enumeran a continuación:
Madera
• Formas alargadas.
• Colores: verde, azul claro.
• Muebles y accesorios de madera.
• Vigas.
• Plantas, flores (naturales o artificiales).
• Tapicería floral.
• Textiles de fibra natural vegetal (algodón, lino).
• Pinturas de bosques, paisajes.
• Pedestales, esculturas (alargados y de madera).
Fuego
• Formas triangulares, pirámides, conos.
• Colores: rojo, naranja, amarillo.
• Aparatos eléctricos.
• Objetos luminosos.
• Velas.
• Pieles.
• Huesos.
• Plumas.
• Fibras textiles naturales animales (seda, lana).
• Mascotas, pinturas de animales.
• Pintura de retrato.
• Luminiscencias.
• Luz natural.
• Chimeneas.
• El ser humano.
Tierra
• Formas rectangulares, cuadradas.
• Colores: café, térreos, ocres.
• Adobe, ladrillo, cerámica, barro.
• Superficies planas.
• Paisajes desérticos y de cultivo.
• Arena.
Metal
• Formas circulares, óvalos, arcos.
• Colores: blanco, pasteles.
• Metales.
• Rocas.
• Piedras.
• Cuarzo y gemas.
• Esculturas de metal.
Agua
• Formas asimétricas.
• Colores: oscuros, gris Oxford, negro, azul marino.
• Ríos, fuentes, albercas.
• Superficies reflejantes.
• Cristal.
• Esferas.
• Paisajes acuíferos.
• Peceras.
Estos elementos se combinan y se complementan balanceándose entre sí; un ejemplo es el acuario, mezcla de los cinco elementos en toda su expresión: arena (tierra), agua (agua), plantas (madera), peces (fuego), piedras (metal); motivo por el cual es considerado un elemento decorativo protector de mala energía. En China hay estanques o acuarios por todos lados, pues existe la creencia de que al colocarlos a la entrada de un lugar aleja robos, protege el lugar, atrae ventas y abundancia.
En casa, la oficina o cualquier espacio construido, puedes lograr una infinidad de combinaciones por medio de colores y objetos que generarán confort y bienestar, al igual que un flujo armónico del Chi, basándote en la interacción de los cinco elementos. Tales elementos son la base en el estudio, interpretación y aplicación de cualquier teoría o escuela de Feng Shui, además de ser considerados la base de la metafísica china.
Puedes observar dentro de casa qué elementos predominan y cuáles faltan, para armonizar el Chi aplicando de preferencia el ciclo de generación de los elementos que nos llevará a un crecimiento y desarrollo del Chi que nos beneficiará. Ésta es una de las formas más completas de obtener un equilibrio esencial.
Como hemos dicho, los elementos se asocian con emociones y reacciones; así, la madera se manifiesta como inquietud, creatividad, impulsividad. La madera fomenta la aventura y los riesgos. En un lugar donde predomina la madera, se genera demasiada impulsividad sin medir los riesgos, incluso a veces mala argumentación y pleito.
El fuego se manifiesta como alegría, fiesta, comunicación, chisme, vanidad. Este elemento fomenta la interacción social, la fama y el reconocimiento. El exceso de fuego provoca demasiada agitación, actividad mental y extremo movimiento, estrés, chismes, incluso violencia o reacciones explosivas.
La tierra se manifiesta como solidez, estabilidad, equilibrio, honestidad, calidez, sensatez y precaución. El exceso de tierra se va a reflejar en arraigo, pesadez, aburrimiento y estancamiento.
El metal se manifiesta como orden, lógica, disciplina, certeza, análisis y estructura. El exceso de metal generara demasiada frialdad y falta de comunicación, crueldad, poca expresividad, sentimientos reprimidos, dureza y rigidez.
El agua se manifiesta como emociones, sentimientos, inspiración artística, profundidad de sentimientos, pensamientos y expresiones, emotividad, sensibilidad, adaptabilidad. El agua en exceso genera inestabilidad, depresión, tristeza, desorden y desequilibrio.
Tales excesos muy marcados se pueden corregir con el elemento que reduce, y mejorarse con el elemento que lo genera y al que le da vida.
En lo que se refiere a los planetas, la madera se asocia con Júpiter, el fuego con Marte, la Tierra con saturno, el metal con Venus y el agua con Mercurio.
En lo concerniente a los animales cósmicos formados por constelaciones, tenemos que el tigre verde se asocia con la madera, el ave fénix roja con el fuego, la serpiente ocre con la tierra, el tigre blanco con el metal y la tortuga negra con el agua.
Con las estaciones del año, vemos: primavera con madera, verano con fuego, transición con tierra, otoño con metal e invierno con agua.
Como mencionamos previamente, los cinco elementos se pueden manifestar en fase Yin o en fase Yang, asociándose con los números de El cuadrado mágico del Lo Shu y las direcciones cardinales. La madera Yang con el número tres y el Este; la madera Yin con el cuatro y el Sureste; el fuego con el número nueve y el Sur; la tierra Yin con el dos y el Suroeste; la tierra Yang con el ocho y el Noreste; la tierra en equilibrio con el cinco al centro; el metal Yang con el seis y el Noroeste; el metal Yin con el siete y el Oeste; el agua con el uno y el Norte.
Los cinco elementos en fase Yin y Yang conforman lo que se conoce o denomina como Los diez tallos celestiales, base del estudio de astrología china o Los cuatro pilares del destino. Asimismo, estos números, totalmente ligados a los cinco elementos, representan estrellas que generan un efecto determinado sobre la dirección y sector cardinal que recorren en su constante ir y venir acorde a ciclos de veinte años, anuales, mensuales y diarios, o bien, de horas.
Estos números también conforman los Ming Gua o trigrama personal, correspondiente a cada persona con base en su fecha de nacimiento y determinando cuatro direcciones cardinales positivas y cuatro negativas a cada Ming Gua.
En lo que correspondería a los órganos del cuerpo humano, la madera Yin se asocia con el hígado y la madera Yang con la vesícula biliar. El fuego Yin con el corazón y el fuego Yang con el intestino delgado. La tierra Yin con el bazo y la tierra Yang con el estómago. El metal Yin con los pulmones y el metal Yang con el intestino grueso. El agua Yin con los riñones y el agua Yang con la vejiga.
Respecto a los orificios, la madera se asocia con los ojos, el fuego con la lengua, la tierra con la boca, el metal con la nariz y el agua con los oídos. Para los tejidos corporales tenemos: madera con los tendones, fuego con las venas y arterias, tierra con los músculos, metal con la piel y agua con los huesos.
En cuanto a las emociones, las correspondecias son: madera con enojo e ira; fuego con júbilo; tierra con meditación; metal con pena y agua con miedo.
Incluso los doce signos zodiacales chinos, conocidos como Las doce ramas terrestres en astrología o Los cuatro pilares del destino, se asocian con un elemento fijo y uno variable. El tigre y el conejo con madera, la serpiente y el caballo con fuego, el dragón, buey, cabra y perro con tierra, el mono y el gallo con metal, el cerdo y la rata con agua.
Los años terminados en cuatro o cinco se asocian con madera; los terminados en seis o siete, con fuego; en ocho o nueve, con tierra; cero y uno, con metal, y dos o tres, con agua.
Para el clima: ventoso, madera; calor, fuego; húmedo, tierra; seco, metal; y frío, agua.
Respecto a la actitud, la madera es controladora; el fuego, visionario; la tierra, pensativa; el metal, discursivo; el agua, receptiva. Sus manifestaciones: la madera, relajada; el fuego, espontáneo; la tierra, cuidadosa; el metal, enérgico; y el agua, silenciosa.
En lo concerniente a animales, la madera se asocia con animales con escamas (peces), el fuego con animales con plumas (aves), la tierra con animales desnudos (el ser humano), el metal con animales con pelo (mamíferos), y el agua con animales que tienen concha (invertebrados).
Con base en los colores, los alimentos, los cuarzos y las piedras, se van a asociar con los siguientes elementos: madera con verde y turquesa; fuego con rojos, naranjas, amarillos; tierra con amarillos, ocres y cafés; metal con blancos; y el agua con colores oscuros.
En cuestión de salud, la madera controla el sistema nervioso periférico que regula la tensión y la actividad muscular, los ligamentos y los tendones. Trabaja con el sistema linfático, elimina dolores musculares y fatiga. El fuego también se relaciona con la mente y las emociones, y controla la circulación sanguínea. Puede relacionarse con la glándula del timo, la pituitaria, el crecimiento, el metabolismo, la inmunidad, la sexualidad. La tierra regula y balancea las cinco energías elementales del cuerpo, su mal funcionamiento se refleja en malestares de todo el cuerpo. El metal se relaciona con el sistema nervioso autónomo y conecta el cuerpo con la mente. El agua funciona con las glándulas suprarrenales regulando la potencia sexual y la fertilidad.
Los aromas, las plantas, la ropa, la moda, los cortes de cabello, las formas del calzado, las actividades económicas y productivas, en fin, todo se asocia con los cinco elementos, incluso las etapas de gestación y de la vida de los seres humanos. Un exceso o carencia de alguno de estos elementos lleva al desequilibrio y desbalance en todos los aspectos de nuestra vida. He ahí la finalidad del Feng Shui: interpretar el tipo de Chi (Sha Chi: agresivo, Sheng Chi: aliento de vida) y buscar su equilibrio y balance (Yin-Yang), asociándolo con los cinco elementos y aplicando e interactuando con sus diversos ciclos.

Fuente: Simon Brown, Practical Feng Shui.

Asociemos los cinco elementos con las formas de las construcciones:
Elemento metal
Es igual a una casa o bodega o domo circular como los hangares, o el Palacio de los Deportes, en la Ciudad de México.

Elemento agua
Es igual a formas libres, caprichosas como la Alberca Olímpica, las láminas de asbesto sin que sea de dos aguas, sólo planas.

Elemento madera
Su forma es alta, casi vertical como los edificios y las columnas.

Elemento tierra
Son las colinas más planas, las construcciones son rectangulares, cuadradas o cúbicas.

Elemento fuego
Como el volcán Popocatépetl en forma de cono, un triángulo al igual que las construcciones de formas picudas, de dos aguas o piramidales.

Respecto a la arquitectura, la forma de la construcción va a corresponder a un distinto elemento, también va a regir la atmósfera interior de cada hábitat.
Es importante decir que el elemento se determina de acuerdo con la escuela que se está aplicando, siendo que la escuela de las formas está determinada por su mismo elemento, no importa el color ni la textura, como material de construcción: formas, color y textura (material de construcción).
Los cinco elementos o las cinco fuerzas transformadoras de la naturaleza presentan una excelente opción o herramienta en el diseño y ambientación de espacios. Cada una de estas fuerzas corresponde a un elemento de la naturaleza con una energía determinada y características propias.
El agua es una energía profunda, analítica, evoca los sentimientos. Promueve la libertad, los viajes y la aventura. Favorece la comunicación profunda y la seriedad. Es muy favorable cuando deseamos integrar un toque de intelectualidad, sentimental, libertad y comunicación profunda al ambiente de un lugar. Puede ser por medio de una fuente, un tazón con agua, un cuadro de un lago, río o marina, algún objeto de forma irregular o asimétrica así como tonos oscuros como negro o morado obispo. Un ambiente con agua crea una atmósfera de sabiduría y docilidad. Pero si se abusa del agua en un espacio, se daña la atmósfera y provoca actitudes de descuido e introversión o encierro, dispersión y falta de motivación.
La madera es una energía alegre, sociable, inquieta, curativa, productiva, creativa, evoca la naturaleza. Favorece la innovación y el desarrollo de proyectos nuevos. Es muy buena cuando deseamos integrar esta energía a un entorno, pues provee un ambiente de salud, frescura, alegría y fertilidad. Puede ser por medio de plantas, fibras textiles como lino o algodón, cuadros de paisajes de bosques y flores, muebles y pisos de madera, formas alargadas o colores verde y tonos azul claro. Un ambiente con madera crea una atmósfera de productividad y benevolencia, una sensación amable. Abusar de la madera daña la atmósfera provocando demasiada calidez, que puede llevarnos a caer en trampas fácilmente.
El fuego es una energía festiva, activa, sociable, alegre, llamativa y brillante. Favorece el desarrollo social, la pasión y la autoestima. Es muy positivo cuando queremos imprimir un toque de alegría y pasión en la atmósfera; también promueve las relaciones interpersonales y la sociabilidad. Se puede lograr por medio de aparatos eléctricos, velas, pirámides, triángulos, fotografías, mascotas, esculturas, luz o colores brillantes como magenta, rojo, naranja o amarillo; y textiles de origen animal como seda o lana. Un ambiente con fuego crea una atmósfera de cortesía y confiabilidad. Abusar del fuego daña la atmósfera provocando actitudes demandantes, demasiado estrés y desarrollo de manías, que nos pueden llevar a ser extremistas, arrogantes y crueles.
La tierra es una energía sólida, estable, segura y precavida. Favorece la precaución, el cuidado y la armonía familiar. Es muy adecuada cuando queremos generar una atmósfera maternal, hogareña, estable y de motivación. Puede ser por medio de objetos y materiales de origen térreo como barro, adobe, porcelana, cerámica o talavera, cuadros de paisajes de campos de cultivo o de fachadas de casas de ladrillo o adobe, formas cuadradas o planas, ocres, amarillos, mostaza, arena, beige y café. Un ambiente con tierra crea una atmósfera de armonía familiar y calor de hogar, de confiabilidad y lealtad. Abusar de la tierra daña la atmósfera y la vuelve turbia, aburrida y pesada, provocando actitudes de alejamiento, dudas e inseguridad.
El metal es una energía de orden, consolidación, organización y liderazgo. Favorece la seguridad, la libertad, el romance y la estabilidad. Es muy bueno cuando queremos imprimir un toque de elegancia, romance, libertad y consolidación. Promueve una atmósfera ordenada, organizada, limpia y superficial. Un ambiente con metal favorece la planeación, las finanzas, el liderazgo. Crea una atmósfera de rectitud y decisión. Abusar del metal daña la atmósfera, la vuelve fría y determinada, provocando actitudes de fuerza y valentía que desembocan en comportamiento dominante e irascible.
El elemento agua nos es de mucha ayuda en casos de personas ancianas, en situaciones de mucho estrés, insomnio; cuando nos encontramos en convalecencia y recuperación de enfermedades, incluso ante problemas sexuales.
El elemento madera es recomendable en habitaciones de gente joven, cuando se desea comenzar o reconstruir una carrera, cuando se necesita confiar o se desee desaparecer el letargo.
El elemento fuego es de mucha ayuda en lugares donde es difícil la convivencia o donde falte inspiración y existe timidez.
La tierra nos apoya en casos de gente joven, cuando se quiera comenzar una familia o en lugares donde existan discusiones. También en casos de personas muy impulsivas y arriesgadas.
El metal es muy adecuado en la etapa de la madurez, en lugares desorganizados, donde se necesite control, inspiración o habilidad para terminar las cosas.
Las habitaciones de la casa se asocian con los elementos dependiendo las funciones para las que están destinadas. El baño y la lavandería se clasifican como representantes de elemento agua, mientras que la cocina corresponde al elemento fuego.
Cuarzos y los cinco elementos
Según los colores y el corte que tengan las piedras se pueden clasificar acorde con cada elemento.
Es necesario tomar en cuenta los colores y formas para encontrar la correspondencia entre las piedras y los cinco elementos:

Aromas y los elementos
Los aromas que se asocian con los cinco elementos son:

