5.   El color de la fantasía

La fantasía: azul, 22% · violeta, 19% · naranja, 16% · verde, 10%

El azul es el color de aquellas ideas cuya realización se halla lejos. El violeta simboliza el lado irreal de la fantasía —lo fantástico—. El naranja, tercer color de la fantasía, simboliza el placer de las ideas locas. Azul-violeta-naranja es el acorde de la fantasía.

Como color de la lejanía y del anhelo, el azul es el color de lo irreal, e incluso de la ilusión y el espejismo. Antiguamente se llamaba en Alemania a las historias inventadas “cuentos azules”. Cuando un francés dice j’en reste bleu, quiere decir que no sale de su asombro. Y cuando exclama parbleu!, es que algo resulta fantástico y difícil de explicar.

El capitán Oso Azul, un personaje de cómic, cuenta continuamente historias falsas. Este oso, que se distingue de todos los demás osos por su pelo azul, es un excelente ejemplo del uso creativo de los colores → fig. 13.

En inglés se habla a menudo de blueprints; esta expresión no designa a las viejas copias hechas con técnicas que hoy ya resultan obsoletas, sino que hace referencia a planes y proyectos hechos al tuntún, aunque a veces algunos puedan dar en el clavo.*

Desde 1998 existe la píldora de la potencia sexual, llamada Viagra; es azul y se la llamó “el milagro azul”.

En Holanda se dice: “esto no son más que florecillas azules” en el sentido de “no más que mentiras”. Pero las mentiras asociadas al color azul son sólo patrañas inofensivas —también el bluf está emparentado con blue.

El grupo artístico Der blaue Reiter (El Jinete Azul), fundado en 1911 por Franz Marc, Wassily Kandinsky, Alfred Kubin y Gabriele Münter, recibió ese nombre simplemente porque a todos los pintores de dicho grupo les gustaba pintar caballos y el azul era su color favorito. Pintaban, pues, caballos azules.

Henri Matisse también pintaba tomates azules. Cuando le preguntaban por qué lo hacía, respondía simplemente que lamentaba que él fuera el único que veía los tomates azules.

Yves Klein pintaba cuadros en los que todo era azul. Incluso patentó su azul especial como “azul Yves Klein internacional”. En realidad no es sino un azul ultramarino sintético corriente —que se podía fabricar según un método más barato que el habitual. Para Klein, el azul era el color de las posibilidades ilimitadas.

 

* N. del E.: En el original se hacen juegos de palabras con expresiones que emplean colores que se pierden al traducirlos. Por ejemplo, hacer algo al tuntún, emplea en alemán el color azul; lo mismo ocurre con la expresión “dar en el clavo”, que en alemán sería algo así como “dar en el negro”. El juego con el azul y el negro se pierde.