2.   El color de la simpatía y la armonía

La simpatía: azul, 25% · verde, 18% · rojo, 13% · amarillo, 12% · naranja, 10%

La armonía: azul, 27% · verde, 23% · blanco, 9% · rojo, 8% · oro, 6%

La amistad: azul, 25% · verde, 20% · rojo, 18% · oro, 12%

La confianza: azul, 35% · verde, 24% · oro, 11% · amarillo, 11%

El azul es el color más nombrado en relación con la simpatía, la armonía, la amistad y la confianza. Éstos son sentimientos que sólo se acreditan con el tiempo, que casi siempre nacen con el tiempo y que siempre se basan en la reciprocidad.

¿Por qué la mayoría de los humanos asocia el azul a estos sentimientos, que son sentimientos “sin color” en el sentido más fiel de la expresión? ¿Es que las personas sencillamente transfieren su color preferido a las mejores cualidades? No, puesto que también las personas que tienen el rojo o el negro o cualquier otro color como su color favorito sienten que, en este orden, el azul es el color básico, el color adecuado.

Y es que cuando asociamos sentimientos a colores, pensamos en contextos mucho más amplios. El cielo es azul, y por eso es el azul el color divino, el color de lo eterno. La experiencia continuada ha convertido al azul en el color de todo lo que deseamos que permanezca, de todo lo que debe durar eternamente.

Y no es casual que el verde sea el segundo color más nombrado para estos sentimientos. En contraste con el azul divino, el verde es terrenal: el color de la naturaleza. En el acorde azul-verde se unen cielo y tierra. En el verde, el azul divino se convierte en azul humano.