Capítulo 7

Plaguicidas

Los plaguicidas presentan riesgos de diversa índole en sus fases de producción, transporte, almacenamiento, pero es quizá en el momento de la aplicación cuando estos riesgos se acentúan, diversificándose y siendo más difíciles de controlar, ya que, por una parte, cuando el plaguicida sale del equipo de aplicación (por ejemplo: nube de aspersión) queda expuesto al viento, la temperatura y la humedad relativa que pueden generar la evaporación, y adicionalmente en muchos casos la aplicación es realizada por personas que no tienen una capacitación y desconocen los riesgos.

La historia de los plaguicidas se puede resumir y dividir en tres grandes etapas: la primera a principios del siglo XIX, cuando se descubrió accidentalmente la acción plaguicida de algunos elementos naturales como el azufre, cobre, arsénico, piretrinas (sustancias obtenidas de los pétalos del crisantemo -Chrysanthemum cinerariaefolium-) y fósforo; asimismo se inició el uso de los derivados del petróleo. La segunda etapa en 1922, cuando se emplearon diferentes aceites insecticidas y poco más tarde los primeros productos sintéticos. La tercera etapa, en la que Müller, en 1940 descubre las propiedades insecticidas del Dicloro-Difenil-Tricloroetano, mejor conocido como DDT. A partir de esa fecha ese nuevo compuesto se utilizó para la eliminación de algunos parásitos (ejemplo el piojo que transmitían enfermedades como el tifo); es así como se origina la industria de los plaguicidas órganos sintéticos.

Sin embargo, el uso intensivo de estos compuestos empezó a producir enormes problemas de contaminación ambiental y daños a la salud, tal es el caso del DDT que se desarrolló como el más conocido entre los organoclorados y fue usado extensivamente para el control de plagas hasta su prohibición en 1979, sus metabolitos (productos secundarios de su degradación) se han encontrado contaminando el suelo y el agua, así como en tejidos animales y en humanos. Otros ejemplos de este tipo de plaguicidas son el heldrin, heptacloro, hexaclorido, benceno, clordano, entre otros, los cuales han causado también una grave contaminación de los ecosistemas.

Estos componentes producen susceptibilidad a la toxicidad, mutagenicidad y carcinogenicidad y este hecho ha levantado un interés público por la salud. Esto ha llevado al desarrollo de otros plaguicidas «menos tóxicos» como son los carbamatos (estructura química basada en un alcaloide de la planta Physostigma venenosum) y componentes organofosforados. Estos últimos se empezaron a sintetizar en 1948. Los nuevos compuestos desarrollados han reemplazado gradualmente a la mayoría de los plaguicidas clorados. En el presente los organofosfatos y carbamatos son los ingredientes activos de la mayoría de los insecticidas y algunos de los herbicidas en uso.

El problema de los plaguicidas, no se limita a las personas que tienen contacto con estos, sino que involucran también a otras personas que nada tienen que ver con su manejo, como los consumidores de los productos tratados, comunidades cercanas a las áreas de aplicación o de depósito y el medio ambiente, en sus componentes bióticos (flora y fauna) y abióticos (agua, aire, suelo).

Para Salud Ocupacional existe amplia preocupación por el uso indiscriminado de plaguicidas debido al efecto que estos puedan causar a corto, mediano y largo plazo sobre la salud humana y el medio ambiente. Una de las mayores incertidumbres es el riesgo que representan estas sustancias químicas no solo para los operarios expuestos directamente, sino por la probabilidad de ocurrencia de efectos adversos sobre la población expuesta indirectamente.

Mirando este panorama, se deduce la gran importancia que tiene, cualquier acercamiento que se realice, en primer lugar en pro de conocer el real impacto del problema en nuestro medio y luego, en el diseño de programas serios de promoción y prevención que lleven al manejo seguro de los químicos.

7.1. Definición

Los plaguicidas son productos químicos o biológicos utilizados para prevenir, controlar o destruir plagas. La definición incluye también otras sustancias como atrayentes, repelentes, reguladores fisiológicos y defoliantes.

Se denominan también agroquímicos, productos fitosanitarios y en el lenguaje común del agricultor venenos o remedios. Erróneamente se les denomina también pesticidas.

Los plaguicidas pueden obtenerse de distintas fuentes así:

Orgánicos de síntesis: son sustancias creadas por el hombre gracias a la química, la mayoría de los plaguicidas usados actualmente pertenecen a este grupo, ejemplo los organofosforados, los carbamatos y los piretroides.

7.2. Uso de los plaguicidas

En agricultura: para evitar o reducir las pérdidas causadas por insectos, enfermedades, malezas, o disminuir los costos de producción. Se estima que actualmente se pierde una tercera o cuarta parte de la producción potencial de productos agrícolas en el mundo, por ataques de diferentes plagas.

Productos cosechados: además de la pérdida que ocurre en el campo, un 10 a 15% adicional se pierde después que los productos han sido cosechados debido al ataque de insectos, ácaros, hongos, ratas, ratones, arroz o frijoles con gorgojo, frutas o verduras dañadas por hongos, madera atacada por comején, son ejemplos comunes de estos daños.

En ganadería y zoocría en general: para evitar o disminuir las pérdidas causadas por parásitos como garrapatas y nuches, vectores (trasmisores) de enfermedades como la rabia, maleza de los potreros, maleza tóxica al ganado.

En salud humana: tanto a nivel casero como en programas estatales, los plaguicidas tienen un amplio uso para controlar los animales que transmiten o diseminan enfermedades. Cucarachas, moscas, zancudos, piojos, pulgas, ratas y ratones, son ejemplos animales que transmiten enfermedades como la hepatitis, disentería, cólera, paludismo, fiebre amarilla, dengue, tifo, peste bubónica, rabia.

Otros usos: en carreteras, carrileras, oleoductos, patios de subestaciones eléctricas y zonas industriales para eliminar y/o controlar la vegetación indeseable que dificulta la visibilidad y puede originar accidentes o incendios. Para controlar maleza en canales de riego o drenaje, lagos, represas. Para eliminar cultivos ilícitos como amapola, coca o marihuana.

7.3. Clases de plaguicidas

De acuerdo con el tipo de problema que controlan, los plaguicidas se clasifican en:

Algunos pocos plaguicidas pueden tener más de un tipo de actividad, por ejemplo el azufre es funguicida y acaricida.

7.4. Características de los plaguicidas más comunes

De las distintas clases de plaguicidas mencionados, los más utilizados son los insecticidas, los herbicidas y los funguicidas. Veamos algunas de las características más importantes:

Insecticidas

Pueden agruparse de la siguiente forma:

  1. Por su vía de acción: de contacto, de ingestión y de inhalación. Generalmente tienen más de una vía de acción. El contacto se puede generar en el momento de la aplicación (le cae el plaguicida al insecto) o después el insecto llega y camina o se posa en una superficie tratada con el insecticida. La ingestión se puede dar al insecto comer (masticar) hojas u otra parte de la planta tratada o al chupar en plantas tratadas con insecticidas translaminares o sistémicos. La inhalación se presenta con algunos insecticidas que se evaporan fácilmente y los insectos al respirar absorben esos vapores.
  2. Por su movimiento en la planta: de superficie, translaminares y sistémicos. Los insecticidas de superficie al ser aplicados sobre las plantas quedan formando una película superficial; los translaminares, llamados también «con efecto de profundidad», pueden penetrar en las hojas u otras partes de la planta y los sistémicos penetran y además circulan dentro de la planta. Los sistémicos pueden ser absorbidos por el follaje o por las raíces. Desde el punto de vista de la seguridad estas características son muy importantes: es fácil entender por ejemplo que si una fruta ha sido tratada con un producto de superficie, puede ser lavada para eliminar cualquier residuo del producto; pero si fue tratada con un producto sistémico y el residuo está dentro de la fruta no es posible eliminarlo. Por esta razón se deben respetar los tiempos, entre la última aplicación y la cosecha, recomendados en la etiqueta.
  3. Por su selectividad a la fauna benéfica: se dice que un insecticida tiene selectividad cuando afecta más a la plaga que va a controlar, que a sus enemigos naturales. La selectividad depende de varios factores como vía de acción del insecticida, forma de aplicación, formulación, dosis utilizada, hábitos de la plaga y sus enemigos. Cuando el insecticida es más tóxico a la plaga que a sus enemigos, la selectividad es un concepto relativo y, con excepción de algunos insecticidas biológicos, nunca se logra una selectividad total.

Herbicidas

Pueden clasificarse por:

  1. Su selectividad: no selectivos son aquellos que afectan todo tipo de plantas y selectivos son los que solamente afectan ciertas familias o especies de plantas.
  2. La época de aplicación:
  3. El punto de aplicación: de aplicación al suelo y de aplicación al follaje. Los de aplicación al suelo inhiben la germinación de las semillas de malezas o las matan en el proceso de germinación. Los de aplicación al follaje se aplican sobre malezas ya nacidas (pos emergente).
  4. Su movimiento en la planta: sistémicos, penetran en la planta y la afectan totalmente (ejemplo: glifosato, 2,4-D) y de contacto, solamente afectan la parte que tocan (ejemplo: paraquat, propanil).
  5. Por la clase de maleza que controla: gramicidas, de hoja ancha y de cipéracidas. Un herbicida puede controlar una o varias clases de malezas.

Funguicidas

Pueden clasificarse de la siguiente forma:

  1. Por su movimiento en la planta: de superficie, translaminares y sistémicos.
  2. Por su modo de acción: protectantes (o preventivos), curativos y erradicantes. Generalmente los funguicidas de superficie únicamente dan un control preventivo y por tanto deben ser aplicados antes de que se presente la enfermedad o al presentarse los síntomas iniciales. Los funguicidas translaminares y sistémicos pueden penetrar el tejido de las plantas y matar el hongo que ha invadido el tejido y por eso se denominan curativos. Además pueden evitar la formación de esporas, lo cual constituye la acción erradicante.
  3. Su aplicación puede ser preventiva (antes de que se presenten los síntomas de la enfermedad) o curativa (cuando ya los síntomas se han presentado).

7.5. Clasificación de los plaguicidas según su efecto y composición

Las sustancias químicas que se usan como plaguicidas cubren una amplia gama de compuestos. La clasificación universalmente aceptada es teniendo en cuenta el efecto que producen sobre las plagas: insecticidas, herbicidas, fungicidas y rodenticidas.

Cada uno de los cuatro grupos está compuesto por sustancias de naturaleza diferente, por lo tanto es útil clasificarlos teniendo en cuenta su origen: plaguicidas inorgánicos, fabricados a partir de minerales, actualmente poco usados; plaguicidas vegetales, especialmente insecticidas extraídos de diversas partes de vegetales, ejemplo: piretrinas; microorganismos vivos, como virus, bacterias y hongos utilizados en el control biológico de plagas; y plaguicidas órgano sintéticos, sintetizados por el hombre en el laboratorio, contienen carbono, hidrógeno y otros elementos como cloro, fósforo y nitrógeno.

Más del 90% de los plaguicidas utilizados en nuestro país son órganos sintéticos, los cuales se clasifican según la naturaleza química del grupo funcional que caracteriza el compuesto y le imparte todas las propiedades físico-químicas y toxicólogas al plaguicida, en: organoclorados, organofosforados, carbamatos y piretroides.

Insecticidas organoclorados

Son agresores ecológicos potentes, ya que tienen la capacidad de resistir la influencia de los factores ambientales (temperatura, humedad, rayos solares), permaneciendo inalterados por años en diferentes ecosistemas, o si se metabolizan, el metabolito formado será más estable que el plaguicida original.

En Colombia los organoclorados fueron prohibidos siendo los últimos el líndano para uso agrícola y el DDT que se utilizaba para el control de la malaria.

Son neurotóxicos para el hombre y demás vertebrados, sospechosos de producir a largo plazo cáncer, mutagénesis y teratogénesis.

Se cree que el sitio primario de acción tóxica son las fibras sensitivas, motoras y la corteza motora; evidencias recientes sugieren que pueden alterar el transporte de sodio y potasio a través de las membranas de los axones.

Insecticidas organofosforados

Son ésteres del ácido fosfórico o sus homólogos. Estos ésteres fosforados, como cualquier otro éster, se hidrolizan en mayor o menor proporción dependiendo de su estructura química, biodegradándose y desapareciendo rápidamente del ecosistema.

Su volatilidad es muy variable; la mayoría viene en forma de líquidos volátiles. Esta propiedad es muy importante desde el punto de vista toxicológico, ya que implica ingresar al organismo por la vía respiratoria, la de acción más rápida que se conoce.

Son de alta toxicidad por ser inhibidores permanentes y muy potentes de la enzima colinesterasa, impidiendo la separación de la acetilcolina (transmisor nervioso), presentándose acumulación de esta sustancia y como consecuencia, el cuadro colinérgico típico de la intoxicación.

Carbamatos

Son derivados del ácido carbámico. Son biodegradables, no bioacumulables, menos volátiles que los insecticidas organofosforados, y por lo tanto no son residuales, son de mediana a baja toxicidad, con excepción del Aldicarb (Temik) y Carbofurán (Furadan) que son de toxicidad alta.

Son inhibidores transitorios de la enzima colinesterasa, y por lo tanto el cuadro clínico agudo es más leve que el presentado por los insecticidas organofosforados.

La inhibición de la acetilcolinesterasa es reversible, por lo que el uso de los reactivadores de colinesterasa se encuentra contraindicado.

Manifestaciones neurológicas del envenenamiento por carbamatos:

Piretrinas y piretroides

Su toxicidad está dada básicamente por reacciones de hipersensibilidad y manifestaciones agudas de hipocalcemia. Finalmente, existen reportes en la literatura de algunos casos de neuropatía retardada asociada a piretroides, aunque hasta la fecha son casos anecdóticos y no existe claridad sobre el mecanismo por el cual estos compuestos pudieran producir tal efecto.

Son insecticidas sintéticos similares a las piretrinas naturales, a las cuales han reemplazado ampliamente por tener gran estabilidad y ser menos volátiles, además son de mayor acción insecticida.

Tienen baja toxicidad aguda; poco persistentes, no acumulables; sensibilizantes, en el hombre, las lesiones causadas por los piretroides resultan más frecuentemente de las propiedades alergénicas de la sustancia, que de su toxicidad directa (dermatitis, asma, rinitis); son neurotóxicas a dosis altas; principales signos clínicos: temblores.

7.6. Órganos o sistemas que pueden ser afectados por el manejo inadecuado de los plaguicidas

Los plaguicidas pueden afectar diversos órganos o sistemas del cuerpo humano, en mayor o menor grado, dependiendo de los factores como el propio plaguicida, la dosis, uso o aplicación. Por ejemplo los plaguicidas órgano fosforados pueden afectar varios órganos y sistemascomo:

7.7. Riesgos de los plaguicidas

El riesgo se puede definir como la probabilidad de sufrir un daño al realizar una actividad. Todas las actividades que realizamos, hasta las más simples como salir a la calle, viajar en algún tipo de vehículo, hacer deporte, tienen riesgo. Esto no significa que todas las actividades tengan el mismo grado de riesgo, la experiencia y el sentido común nos muestran que hay actividades que presentan mayores riesgos que otras.

Los riesgos se derivan de diferentes factores que pueden ser de tipo físico, (ruido, vibraciones, radiaciones, calor, frío), químico (polvos, líquidos, humos, gases, vapores, nieblas), biológico (hongos, virus, bacterias,), ergonómico (postura, esfuerzos) o sicosocial (rutinas, tensiones). Los factores de riesgo de los plaguicidas son de tipo químico. Los riesgos asociados con el uso y manejo de plaguicidas son:

Intoxicaciones; irritación o corrosión; inflamación, combustión o explosión y daños al ambiente.

En Colombia tienen licencia de venta 1.370 plaguicidas comerciales formulados con base en 400 ingredientes activos. De estos, 28 ingredientes activos (123 formulaciones comerciales) pertenecen a las categorías 1a y 2b de la OMS y se encuentran entre los agrotóxicos más usados en Colombia y América Latina. Se hace un llamado hacia la prohibición y el no uso de estos plaguicidas.

Inflamación, combustión, explosión

Algunos plaguicidas pueden ser inflamables, especialmente debido a la formulación. En este caso las cajas de cartón o los recipientes mayores de 20 litros, vienen identificados con un rombo rojo que trae dibujada una llama y la leyenda “líquido inflamable”; si el producto es inflamable y su formulación es sólida, el rombo tiene rayas verticales rojas y blancas, el dibujo y la leyenda “sólido inflamable”.

Algunos pueden ser explosivos, especialmente cuando están como polvos en suspensión en el aire, pero en general este riesgo solo tiene importancia en las plantas de producción o formulación.

Los humos que se producen en las combustiones de plaguicidas son generalmente tóxicos.

Irritación y corrosión

Algunos plaguicidas pueden irritar la piel, los ojos o las vías respiratorias. Por ejemplo los piretroides tienen esta característica en mayor o menor grado: si caen en la piel producen picazón y sensación de hormigueo (los párpados y alrededor de la boca son especialmente sensibles) y si se aspira la nube de aspersión provocan abscesos de tos y estornudos. Esta característica puede ser aprovechada para valorar rápidamente la eficacia de las medidas de protección. Por ejemplo: si una persona está realizando una fumigación con piretroide y está utilizando un respirador, pero comienza a toser o estornudar, esto significa que el respirador no está funcionando adecuadamente y deben suspender la actividad para revisar la máscara media cara y los filtros, identificando las causas.

Ciertos plaguicidas pueden ser corrosivos a la piel, a los ojos y provocar dermatitis o daños graves en la visión. En caso de exposición accidental lo ideal ante exposiciones a contaminaciones es verificar los elementos de protección que estén utilizando y la descontaminación del área afectada de inmediato.

Daños en el ambiente

Varios factores pueden alterar y deteriorar el ambiente, las inundaciones, las sequías, la tala de bosques, la construcción de las carreteras, las aguas residuales de las ciudades y la misma agricultura son ejemplos de ello.

Los plaguicidas, si traen beneficios y son indispensables para producir nuestros alimentos, también pueden causar daños al ambiente, en sus componentes aire, suelo, agua, plantas y animales, en mayor o menor grado. El daño puede ocurrir por diversas causas como las siguientes:

Las causas y efectos más comunes de la contaminación de los diferentes componentes del ambiente son los siguientes:

“La mayor o menor gravedad de una contaminación está dada por la toxicidad del plaguicida a los organismos que impacta, la cantidad de plaguicida, su grado de persistencia y su capacidad acumulativa”.

Cáncer

Ninguno de los pesticidas usados en la actualidad es cancerígeno humano reconocido, salvo el arsénico inorgánico. Hay cierta controversia para los conservadores de la madera, creosota o ácido crómico, y para el fumigante óxido de etileno. Casi todos los cancerígenos laborales se han identificado en poblaciones de trabajadores empleados en la manufactura química, el número de empleados requeridos para producir plaguicidas químicos es relativamente pequeño y los estudios epidemiológicos de estos trabajadores con exposiciones únicas a plaguicidas individuales se limitan, por necesidad, a números pequeños. Por tanto, para los plaguicidas los estudios clásicos de cohortes ocupacionales de este tipo logran identificar a los cancerígenos humanos muy potentes. En fechas recientes se vio que la 4-cloro-orto-tuluidina, el principal metabolito del insecticida clordimeform, era cancerígena en un estudio hecho en 120 trabajadores en el área de manufactura en Alemania, produciendo una incidencia de cáncer de vejiga 72 veces mayor de lo esperado. En 1986 se retiró del mercado el clordimeform y a la 4-cot como cancerígenos a finales del decenio 1970-79.

7.8. Formulación de los plaguicidas

Formulación es la forma como se presenta una sustancia sólida, líquida o gaseosa para su uso práctico. En nuestra vida diaria usamos formulaciones de muchos productos, como pasta para dientes, desodorantes, líquidos para limpiar el piso,etc.

En muy pocos casos una sustancia de acción plaguicida se utiliza pura. La casi totalidad de las veces un plaguicida es un mezcla de varias sustancias que tienen una función determinada. Estas son:

Ingrediente activo

Es la sustancia responsable del efecto biológico del plaguicida (acción insecticida, herbicida, funguicida). Generalmente un plaguicida tiene un ingrediente activo, pero en algunos casos puede tener dos o más de ellos. En estos casos lo más común es que los ingredientes activos tengan la misma clase de acción, por ejemplo: que ambos sean insecticidas, pero también se encuentran productos en los cuales los ingredientes activos tienen distinta clase de acción, por ejemplo: que uno de ellos sea insecticida y el otro sea funguicida.

Generalmente un ingrediente activo posee una acción biológica, pero unos pocos pueden presentar dos acciones diferentes, por ejemplo insecticidas y acaricidas.

Para identificar con alguna facilidad cuál es el ingrediente activo de un plaguicida, a cada uno de ellos se le ha asignado un nombre común genérico que es aceptado internacionalmente. Con esto se evita tener que usar el nombre químico que usualmente es muy largo y difícil de recordar. Tanto el nombre común como el nombre químico son diferentes del nombre comercial, que es el que cada compañía fabricante usa para su producto.

El contenido de ingrediente activo de los plaguicidas se expresa como porcentaje en peso en las formulaciones sólidas (o secas) y en gramos por litro en las formulaciones líquidas.

Ingredientes aditivos

Son varias clases de sustancias que,hasta cuando no tienen acción plaguicida por sí mismas, se agregan al ingrediente activo para facilitar su aplicación, mejorar su acción, para evitar su descomposición, disminuir el riesgo de uso. En la etiqueta aparecen también como ingredientes inertes.

Existen varias clases de ingredientes aditivos. Los más comunes son:

Solventes

Muchos ingredientes activos no se disuelven bien en agua y por eso se utilizan como solventes. Productos tales como hidrocarburos, cetonas, alcoholes. Desde el punto de vista de la seguridad, los solventes son muy importantes por tres razones:

Los solventes tienen también su propio grado de toxicidad, a veces mayor que el del ingrediente activo, pueden penetrar en los elementos de protección y además pueden causar deterioro en ciertas partes de los equipos de aplicación, tal como diafragmas, mangueras y empaques.

Protectores

Son sustancias que se emplean en las formulaciones, como rellenos, diluyentes o portadores del ingrediente activo. Se trata de polvos como el caolín, o el talco, gránulos de carbonato de calcio, piedra pómez u otro material, aceites vegetales o minerales.

Surfactantes

Llamados también tensoactivos, se usan para mejorar la acción del ingrediente activo o para facilitar su aplicación. Los más usados son:

Otros. Existen otras sustancias no tensoactivas, que se utilizan en ciertas formulaciones con fines específicos. Entre ellas se pueden citar:

De acuerdo con los componentes usados y la forma de presentación, sólida o líquida, las formulaciones de plaguicidas se clasifican de la siguiente forma:

7.9. Formulaciones sólidas (o secas)

Las más comunes son:

Polvos para espolvoreo

Se identifican con las letras DP. Son formulaciones que vienen listas para su aplicación, la cual se hace con espolvoreadoras manuales o mecánicas (a veces con una tela rala). Se componen del ingrediente activo en baja concentración (generalmente menor del 10%) un portador como el caolín y pueden llevar también estabilizante y fluidificante. Esta formulación se pone fácilmente en suspensión en el aire al momento de cargar el equipo de aplicación o al aplicarlas y pueden ser aspiradas o caer en la piel o en los ojos. Son abrasivas para los equipos de aplicación y son arrastradas fácilmente por el viento. No deben mezclarse con agua. Han caído en desuso por el costo y efecto ambiental pero aún se utilizan para ciertos usos, como control de hormigueros.

Polvos mojables

Se identifican con las letras WP. Son formulaciones que se aplican mezcladas con agua, en la cual forman suspensiones. Se componen de un ingrediente activo generalmente insoluble en agua, en concentración variable (entre 20 y 80%), un portador como el caolín pero más fino, (partículas más pequeñas 44 a 74 micras) que el usado para polvos de espolvoreo, dispersantes, pegantes y humectantes. Se ponen en suspensión en el aire y pueden ser aspirados o caer en los ojos y la piel. Se recomienda hacer una premezcla con un poco de agua antes de mezclarlos con el resto del agua. Son abrasivos para los equipos de aplicación y requieren un sistema de agitación en el equipo de aplicación, para evitar que se sedimenten.

Tienden a ser reemplazados por suspensiones concentradas o gránulos dispensables.

Polvos solubles

Se identifican con las letras SP. Son formulaciones para aplicar en agua, en la cual forman verdaderas soluciones, transparentes o translúcidas. Se componen del ingrediente activo, normalmente muy concentrado (80% o más), humectantes, adherentes y anticompactantes. Se ponen en suspensión en el aire y pueden ser aspiradas o caer en los ojos y la piel. Una vez diluidos en el agua, no requieren agitación durante la aplicación. Pueden presentar problemas de compatibilidad con concentrados emulsionables y fertilizantes foliares. Generalmente son higroscópicos (absorben humedad).

Gránulos dispersables

Se identifican con las letras WG. Es un tipo de formulación moderna, similar en su composición a los polvos mojables, pero en la cual el producto no viene en polvo, sino en gránulos, los cuales se mezclan fácilmente con el aguay forman una suspensión. No se ponen en suspensión en el aire. Su medición volumétrica es confiable. Requieren agitación y son abrasivos.

Granulados

Se identifican con las letras GR. Se aplican sin diluir, al follaje, al suelo o cerca de las raíces de las plantas. Constan del ingrediente activo en baja concentración, un portador como arena, piedra pómez molida, ladrillo molido o gránulos de carbonato de calcio, con un tamaño de partícula entre 0,4 y 1 milímetro, lo cual les da un aspecto de arenas adherentes, colorantes y fluidificantes. No se ponen en suspensión en el aire y presentan riesgos mínimos de deriva (arrastre en el viento) hasta en aplicaciones aéreas. Las aplicaciones de insecticidas granulados tienen poco efecto sobre los insectos benéficos.

Cebos tóxicos

Se identifican por las letras GB. Constan del ingrediente activo en baja concentración, un portador atrayente, que generalmente es una sustancia comestible como el salvado, pulpa de cítricos, torta de soya, melaza, aceite. Pueden tener también aglomerantes, preservantes y colorantes. Se utilizan para el control de insectos, moluscos y roedores. Por ser atrayentes hacen que la plaga busque el tóxico y evitan aplicaciones generalizadas.

7.10. Formulaciones líquidas

Concentrados emulsionables

Se identifican con las letras EC. Se aplican en mezcla con agua. Es el tipo de formulación más utilizado. Consta del ingrediente activo que es insoluble o de muy baja solubilidad en agua pero soluble en otras sustancias. Un solvente que generalmente es un hidrocarburo y emulsificante, los cuales permiten mezclar el producto formulado con el agua, la cual forma una lechada blanca y opaca llamada emulsión. Por contener solventes los concentrados emulsionables se absorben fácilmente por la piel y generalmente son inflamables. Los solventes también pueden afectar algunos materiales de los equipos de aplicación como empaques, mangueras y diafragmas y elementos de protección como guantes, botas. En condiciones apropiadas de almacenamiento un concentrado emulsionante se conserva en buen estado al menos dos años. Temperaturas extremas (bajo cero o mayores de 40 °C) afectan su estabilidad o composición. Cuando se envasan en canecas metálicas y estas sufren golpes o abolladuras durante el transporte, cargue o descargue, la laca que recubre el interior de las canecas puede desprenderse, lo cual puede ocasionar descomposición del ingrediente activo, fallas en la estabilidad de la emulsión y obstrucciones en los equipos de aplicación con pedazos de la laca desprendida.

Formulaciones ULV

Son formulaciones que vienen listas para su aplicación sin diluirlas en agua. Se aplican con equipos especiales en volúmenes de 5 litros o menos por hectáreas y de allí su nombre de Ultra Bajo Volumen. Exigen una calibración muy precisa del equipo, para aplicar la dosis correcta. La concentración de ingrediente activo es muy variable: desde casi puros, hasta unos pocos gramos por litro. Dependiendo de las propiedades físicas y de la concentración del ingrediente activo, pueden llevar también un solvente y un aceite vegetal o mineral como portador. Son pegajosas y difíciles de limpiar ya que no son solubles en agua.

Concentrados solubles

Llamados también líquidos solubles o soluciones concentradas. Se identifican por las letras SL. Se componen de un ingrediente activo que es soluble en agua, o en solventes que se mezclan con el agua, como alcoholes o acetonas (y en este caso se presentan los riesgos de los solventes), adherentes y humectantes. Una vez disueltos en agua no requieren agitación adicional. No son abrasivos. Pueden tener problemas de precipitación cuando se mezclan con aguas duras (salobres) o fertilizantes.

Suspensiones concentradas.

Se han conocido también como fluidos. Se identifican con las letras SC. Tienen los mismos componentes de los polvos mojables, molidos muy finamente en molinos especiales, más agua y emulsificante. La finura de las partículas mejora la eficacia biológica en comparación con el mismo producto formulado como polvo mojable. Además tiene ventajas sobre los WPde no ponerse en suspensión en el aire y de facilitar la medida de la dosis.

Tiene el aspecto de una crema espesa de coloración variable, la cual, al echarla en agua, forma una suspensión. Debe agitarse en el envase antes de mezclarla con el agua ya que tiende a sedimentarse durante el almacenamiento. Requiere agitación durante la aplicación y son abrasivas.

Microencapsulados

Se identifican con las letras CS. En un tipo de formulación en la cual el ingrediente activo, insoluble en agua, se recubre de un polímetro especial, formando cápsulas microscópicas (menores de 30 micras de diámetro) estas cápsulas se suspenden en el agua. Como el ingrediente activo es insoluble en agua no puede salir de las cápsulas, pero una vez la aspersión ha secado, el activo sale por los microporos que tienen las cápsulas y ejerce su acción biológica. Los micros encapsulados no contienen solventes por lo cual se evitan los riesgos derivados de ellos. La toxicidad oral y dermal es menor, así como los riesgos de fitotoxicidad. La liberación gradual se traduce en efecto más prolongada.

Requiere agitación durante la aplicación. Presentan riesgos para las abejas ya que estas pueden recoger los micros cápsulas y llevarlas a la colmena. La producción de esta formulación es compleja y por lo tanto costosa, por lo cual no se ha popularizado.

Otras

Existen otras tales como las suspensiones oleosas, emulsiones invertidas, micro emulsiones, gases licuados, aerosoles de uso doméstico.

7.11. Formas de aplicación de los plaguicidas

Dependiendo el tamaño de la superficie que se va a tratar, el tipo de formulación del plaguicida y, en muchos casos del problema fitosanitario que se va a controlar los plaguicidas pueden ser aplicados de diferentes maneras y con diversos equipos, entre las más importantes están:

Aspersión

El plaguicida se aplica sin diluir en agua o diluido en agua o aceite, con equipos que producen una nube de gotas de tamaño variable. Este tipo de aplicación es el más común.

Espolvoreo

El plaguicida formulado como un polvo, se aplica sin diluir, con equipos manuales o mecánicos, la aplicación produce una nube de polvo que se deposita sobre las plantas o el suelo.

Granular

Es similar al espolvoreo, pero el plaguicida formulado vienen en partículas más grandes llamadas gránulos, los cuales se le aplican al suelo o al follaje de la planta, o se colocan cerca de las raíces de las plantas en bandas o coronas.

Termonebulización

Se hace de varias maneras, todas incluyen el suministro de calor al plaguicida para producir vapores o humo.

Gasificación:

El plaguicida produce gases debido a reacciones químicas o porque se trata de un gas licuado a presión. El tratamiento se hace utilizando cámaras herméticas o carpas, para evitar que los gases se escapen.

Drench o inundación

El plaguicida se mezcla con agua, se aplica al suelo y luego se riega de forma abundante, para hacerlo penetrar en el suelo.

Inmersión

El plaguicida se diluye en agua u en otro líquido y en él se sumerge parcial o totalmente el producto que va a ser tratado.

Según el equipo utilizado la aplicación puede ser:

Según el área cubierta:

Según el ambiente donde se aplican:

7.12. Vías de intoxicación

Un veneno es una sustancia que al ingresar al organismo, altera su funcionamiento normal, provocando un estado de enfermedad o la muerte, por medios no mecánicos

Para que un tóxico afecte los organismos ya sean plantas, animales o personas debe ingresar en él. En los seres humanos el plaguicida ingresa por varias vías, siendo las usuales la vía oral (por la boca), la vía inhalatoria (por la nariz), la vía dérmica (la piel) y los ojos. Usualmente los agricultores y las personas del campo piensan que se pueden intoxicar solamente ingiriendo o bebiendo el veneno o tóxico.

La causa de la intoxicación con plaguicidas puede ser voluntaria (intentos de suicidio), criminal (homicidios) accidental (por errores, confusiones o desconocimiento) y ocupacional (en actividades de uso y manejo de plaguicidas).

Vía oral.

Conocida también como vía de ingestión, y la que generalmente produce consecuencias más graves.

Vía inhalatoria

A través de las vías respiratorias. La contaminación de los tóxicos por la vía inhalatoria es aquella que presenta los efectos más rápidamente y generalmente son graves. Si las partículas suspendidas en el aire son pequeñas, asimismo ingresan por esta vía; si las partículas son menores de 10 micras pueden llegar hasta el alvéolo pulmonar. Partículas de 50 a 100 micras son retenidas por la cavidad nasal y se absorben por las mucosas. La superficie de absorción de los alvéolos es de unos 70 metros cuadrados y el alvéolo pulmonar, donde se produce el intercambio del gas carbónico y el oxígeno en la sangre, solo presenta una capa de células, de modo que los gases, vapores humos o partículas en general, que logren llegar al alvéolo se incorporen en la sangre.

Vía dérmica

Es la vía más frecuente de intoxicación ocupacional con plaguicidas. Se estima que el 90% de las intoxicaciones ocupacionales se presentan por esta vía.

En ensayos realizados con productos organofosforados se encontró que el antebrazo tiene menor absorción; a comparación de la cara y el cuero cabelludo es unas cuatro veces mayor, por el abdomen unas dos veces mayor y en la región genital se encontró que su absorción es doce veces mayor.

Las heridas, raspaduras e infecciones en la piel, así como el sudor, aumentan la capacidad de absorción.

7.13. Destino del tóxico

El tóxico lo pueden eliminar las personas afectadas sin descomponerse en el organismo, pueden ser descompuestos en otras sustancias llamadas metabolitos, las cuales pueden ser tóxicas o más tóxicas que la sustancia original o puede depositarse en órganos y tejidos.

La descomposición o metabolización ocurre en el hígado por procesos de oxidación, reducción o conjugación.

La eliminación se produce por varias vías siendo la más común la vía renal (por orina) para los tóxicos o metabolitos solubles en agua y la vía digestiva para los insolubles. Otras vías son la respiratoria, el pelo, la leche y la placenta.

7.14. Efectos sobre la salud

Los efectos de un tóxico pueden clasificarse de varias maneras así:

  1. Locales cuando el tóxico afecta solamente el sitio donde se aplica o sistémicos cuando comprometen todo el organismo.
  2. Reversibles cuando los efectos son temporales o irreversibles cuando dejan lesiones permanentes o producen la muerte.
  3. Agudos los que resultan de una exposición única o crónicos que resultan de la exposición repetida a dosis más bajas que la dosis aguda, pero en forma continua y por tiempo prolongado.

Los efectos agudos se manifiestan poco tiempo después de que el tóxico ha ingresado al organismo. Generalmente pocas horas y a veces pocos minutos. En las intoxicaciones agudas con plaguicidas los síntomas más comunes son: dolor de cabeza, debilidad general, náuseas, vómito, dolores o calambres abdominales, diarrea, visión borrosa, sudoración, lagrimeo, salivación, dolores musculares, dificultad para respirar. En casos graves pueden presentarse convulsiones, pérdida del conocimiento, coma y la muerte. Cabe aclarar que no siempre se presentan todos los síntomas.

Los efectos crónicos se demoran muchos años en aparecer, es difícil detectarlos a tiempo, afectan órganos o sistemas vitales, como el hígado, los pulmones, el sistema nervioso, etc., y sus efectos son generalmente irreversibles. De ahí la importancia de que la persona que trabaja con plaguicidas u otras sustancias tóxicas se realice exámenes médicos periódicamente.

Los tóxicos de acuerdo con el sistema u órgano que estén afectando así reciben el nombre:

Los efectos que presentan las sustancias pueden ser de diferente clase entre las más comunes encontramos las siguientes:

7.15. Efectos en el medio ambiente

Es importante aclarar que dentro de los agroquímicos, solamente los plaguicidas se clasifican según categorías toxicológicas; de ahí su relevancia desde el punto de vista ambiental. El análisis persistencia/degradabilidad de los plaguicidas es clave para los análisis específicos de impacto sobre los recursos naturales, biota y población. Para entenderlo, se aborda el tema partiendo de la naturaleza química de los productos.

Los organoclorados, con enlaces entre átomos de carbono y cloro, que por ser tan escasos en la naturaleza los seres vivos no están adaptados para descomponerlos. Por esta razón y por ser altamente lipofílicos tienden a acumularse a través de las cadenas alimenticias. Tienen características de gran persistencia y acumulación. Al respecto, estudios realizados por Invemar en la Ciénaga de Santa Marta, en 1986, muestran apreciables concentraciones de plaguicidas organoclorados que han sido prohibidos desde 15 años atrás: aldrín, DDT, dieldrín, heptacloro, endrín, lindano, entre otros.

Los organofosforados son moléculas orgánicas que contienen fósforo, se hidrolizan fácilmente y han venido reemplazando a los organoclorados, porque son menos persistentes en el ambiente y no se acumulan en los organismos. Sin embargo, la velocidad de degradación en estas sustancias es muy variable y en algunos casos, el producto degradado es más tóxico que el producto original.

Dentro de los compuestos comerciales incluidos en esta categoría se encuentran el carbofenotión, cloropirifox, diazinón, dimetoato, fosfamidón, malatión, mercabam, paratión, triclorfon, entre otros.

Los carbamatos son menos tóxicos porque se degradan fácilmente en el medio ambiente, pero presentan una acción potenciada cuando se combinan con organoclorados y/o organofosforados (mezclas/bombas). En algunos casos, son inhibidores del crecimiento celular y de la fotosíntesis. Dentro de los compuestos comerciales que han sido utilizados en esta categoría se hallan el aldicarb, benomilo, butilato, carbaril, carbofurano, carbosulfán, mancozeb, maneb, metam sodio, pirimicarb y zineb.

Los piretroides son insecticidas de origen vegetal, con baja toxicidad para mamíferos, poco solubles en agua, quedan retenidos en las capas superficiales del suelo antes de desaparecer, por ello es poco probable que alcancen aguas subterráneas. Tienen uso doméstico. Algunos productos de esta clase son: cipermetrín, detalmetrín, fenvalerato, permetrín, rotenona.

Adicionalmente se consideran dentro de la clasificación otras categorías con efectos menores sobre el medio ambiente y la población, como plaguicidas inorgánicos, ácidos orgánicos -no se acumulan en animales y en elevada proporción se eliminan por la orina, normalmente son herbicidas o fitorreguladores, derivados de la urea presentan toxicidad aguda relativamente baja para mamíferos, normalmente son herbicidas, derivados de la amida y otros.

El uso de herbicidas de amplio espectro como el Roundup (glifosato + POEA) aplicados por vía aérea, en los intentos fallidos por erradicar a la fuerza los cultivos de uso ilícito, causa graves e innecesarios problemas de salud en personas y animales, contamina el suelo, el aire, el agua y los alimentos, y destruye cultivos de pancoger, animales de cría y peces, los cuales constituyen la base de la sobre vivencia de comunidades campesinas e indígenas, y atenta contra la biodiversidad de flora y fauna.

7.16. Cómo se determina la toxicidad de un plaguicida

No se puede establecer un límite entre lo que es veneno y lo que no es; lo que se puede establecer son grados o categorías de toxicidad. Esto se hace con base en estudios realizados con animales como ratas, ratones y conejos.

La toxicidad aguda para la vía oral y la vía dermal se expresa como dosis letal media (DL 50) que es la dosis que produce la muerte de la mitad (50%) de los animales en estudio. La DL 50 se expresa en miligramos por kilo de peso del animal (mg/ kg.). Cuando se trata de la vía inhalatoria se habla de concentración letal media (CL 50) y se expresa en miligramos de la sustancias por litro de aire, por un tiempo de exposición determinado (usualmente 4 horas). Cuanto más pequeño sea el valor de la DL 50 (o la CL 50) más tóxica será la sustancia. Algunos valores DL 50 de referencia (por vía oral en ratas) son:

Sustancia mg/kg
Botulina 0.0005
Cianuro de potasio 1
Paration etílico 3,6
Adrenalina 10
Nicotina 50
DDT 120
Paraquat 157
Aspirina 500
Sal de cocina 3.750
Glifosato 4.320

Los resultados de los estudios obtenidos en animales permiten estimar la toxicidad para el hombre. Por ejemplo: si la DL 50 de un plaguicida en ratas es de 50 mg/kl. Se estima que para un hombre de 60 kilos esto equivaldría a 60 x 50 = 3.000 miligramos (3 gramos) de dosis total. Este valor no es igual en el organismo del hombre.

Interpretación de los valores de toxicidad aguda

Para poder interpretar los valores de toxicidad de los plaguicidas decidieron agruparlos por categorías toxicológicas teniendo en cuenta las dosis letales medias.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido cuatro categorías así: (valores DL 50 en ratón).

En Colombia el Ministerio de Salud se guía por las recomendaciones de la OMS pero es necesario aclarar que aun cuando la DL 50 es una dosis que sirve de guía importante, no es el único factor que se tiene en cuenta para la clasificación toxicológica.

Las categorías establecidas en Colombia son las siguientes:

Categoría Denominación
I Extremadamente tóxicos
II Altamente tóxicos
III Medianamente tóxicos
IV Ligeramente tóxicos

Se puede tener una idea aproximada de dosis mortal de los plaguicidas por cada categoría, tomando como ejemplo para la vía oral (producto sin diluir).

7.17. Identificación de los plaguicidas de cada categoría

Los plaguicidas se identifican a través de la etiqueta, allí se encuentra la banda de color y la categoría toxicológica a la cual pertenecen.

Categoría Denominación Color de la banda
I Extremadamente tóxico Rojo
II Altamente tóxico Amarillo
III Medianamente tóxico Azul
IV Ligeramente tóxico Verde

El riesgo depende de la toxicidad del plaguicida y la exposición al mismo y se puede resumir de la siguiente manera:

Riesgo = Toxicidad x Exposición

Factores a tener en cuenta para conocer la toxicidad de las sustancias:

La toxicidad de los plaguicidas no se puede modificar, por tanto se debe minimizar la exposición para disminuir el riesgo.

Se tendrá más probabilidad de recibir dosis tóxica cuando:

Es importante tener en cuenta que los riesgos pueden variar por otros factores como :

7.18. Equipos de protección personal

El equipo de protección personal para el manejo de plaguicidas está compuesto de diversos elementos destinados a evitar la exposición por vía dermal e inhalatoria. Los elementos más comunes son: ropa (permeable o impermeable) guantes, botas, gorro, casco o sombrero, gafas o protector facial y respirador.

El grado de protección de los elementos de protección depende de los siguientes factores:

Ropa de protección

Permeable

Puede ser de una sola pieza o camisa y pantalón separados. Se utiliza de algodón o algodón poliéster. Deben tener manga larga en brazos y piernas. Las mangas no deben recortarse ni remangarse. Se debe tener cerrado la cremallera o botones. No debe presentar desgarres: estos deben remendarse. El almidonar la ropa ofrece mayor resistencia a la penetración de los plaguicidas y facilita la descontaminación al lavarlos. Deben suministrarse al trabajador en cantidad suficiente que garantice el recambio diario, o en caso de contaminación accidental. (Decreto 1843, artículos 179 y 181). En el caso de los agricultores, la ropa de trabajo debe lavarse separada del resto de la ropa. Si está demasiado contaminada debe ser lavada con guantes.

Impermeable

En ciertas aplicaciones la ropa permeable no es suficiente para una adecuada protección y debe ser complementada o sustituida por ropa impermeable la cual es fabricada en diversos materiales como neopreno, PVC o caucho, o revestido con PVC.

Como complemento a la ropa se utilizan delantales de neopreno, los cuales deben cubrir el pecho y los lados del cuerpo. Deben tener una longitud que alcance por lo menos la altura de las botas de caucho.

Los invernaderos deben tener la precaución de realizar la actividad verificando tener un traje en buen estado para evitar la penetración. Utilizar sobre todo una buena higiene personal antes y después de tener contacto con el plaguicida.

Guantes

Se utilizan de diversos materiales impermeables como caucho, PVC, nitrilo, neopreno o vitón. Los de caucho presentan poca resistencia a la penetración de los solventes por lo cual deben cambiarse frecuentemente. Los de PVC deben tener un grosor de 1 mm. Los de nitrilo y neopreno son los más recomendados y deben tener un grosor de 0,5 mm. Los de vitón son los que presentan mayor resistencia a los solventes, pero presentan poca resistencia mecánica (desgarros) y son costosos.

Los guantes no deben llevar forro de tela por dentro, ya que su forro se impregna fácilmente de los plaguicidas. La longitud del guante debe ser tal que cubra por lo menos hasta la mitad de antebrazo.

Cuando están usando los guantes deben evitar el contacto con la cara o el respirador. Antes de quitárselos se deben lavar, cuando se contaminan con plaguicidas lavarse lo antes posible.

En general las mangas de la camisa deben cubrir los guantes, pero cuando se está aplicando en cultivos altos y es necesario levantar los brazos los guantes deben ir por encima de las mangas.

Al terminar el trabajo del día lavar los guantes por dentro y por fuera y verificar que no estén rotos.

Botas

Las botas generalmente son de neopreno, PVC o caucho revestido en PVC. No deben tener forro de tela en su interior. Dependiendo de la actividad que se realice su altura puede variar (tobilleras, media caña o caña altas) los colores claros en las botas son favorables cuando las personas trabajan expuestas al sol ya que se calientan menos y le permiten visualizar mejor su estado de limpieza. Las botas o zapatos de cuero o tela (tenis) no ofrecen adecuada protección para plaguicidas.

Debe verificarse el estado de las botas que no estén con rajaduras o perforaciones y utilizar los calcetines o medias.

Las mangas del pantalón deben cubrir las botas y no ir dentro de ellas para evitar que un derrame accidental que caiga se introduzca en ellas.

Las botas se deben lavar al terminar el trabajo, pero esto se tiene que hacer con los guantes puestos para evitar la contaminación de las manos.

Protección de la cabeza

Puede hacerse por medio de los gorros de tela, cascos de plástico, sombrero, capucha o capuchones impermeables. Previenen la contaminación por salpicaduras, nube de aspersión que pueden caer en el cabello y luego, por el sudor, entrar en contacto con el cuero cabelludo. Deben lavarse a diario.

Gafas y protectores faciales

Se fabrican en acetato, PVC y otros materiales. Previenen la contaminación por salpicaduras o por la nube de aspersión, especialmente al aplicar cultivos altos.

Las gafas deben ser cerradas, con ventilación indirecta. Los protectores faciales, llamados también visores, protegen no solo los ojos sino la cara y se empañan menos, especialmente en climas calientes y húmedos. Deben lavarse diariamente.

Respiradores

Llamados comúnmente máscaras, se obtienen en diferentes modelos y tipos (o cartuchos) que se ajustan a diversas necesidades (Polvos, o vapores y gafas de distinta clase).

Los respiradores para polvos o material particulado pueden ser desechables, o estar compuestos por una pieza facial construida en PVC u otro material, con un filtro reemplazable. Ofrecen diferente clase de filtrado de partículas. Las de tipo A filtran por lo menos un 98% de partículas menores de 10 micras, las de tipo B un 95% y las de tipo C un 90%. Algunos modelos poseen una válvula que facilita la salida del aire expirado. Las máscaras o el filtro se deben cambiar si están en mal estado, pero el respirador se puede identificar que no está sirviendo como filtro cuando se siente el olor de la sustancia o contaminante y la persona comienza a tener dificultad para respirar.

Los respiradores para vapores constan de una pieza facial provista de uno o dos filtros y una o dos válvulas de exhalación. La pieza facial se ajusta a la cara, cubriendo boca y nariz, mediante bandas elásticas o resortes y un arnés o cabezal. Esta pieza se puede obtener en diferentes tallas.

Los filtros y cartuchos están constituidos por un recipiente plástico o metálico, provisto en uno de sus lados de una rejilla y en el otro de un acople que encaja en la pieza facial. En su interior llevan carbón activado en medio de los filtros de material particulado. Generalmente en el acople que encaja en la pieza facial trae incorporada una membrana de caucho llamada válvula de inhalación, la cual permite el paso del aire filtrado, pero se cierra para evitar que el aire expirado entre al cartucho. También en algunos casos se pueden encontrar filtros con prefiltrado removible, que se ajusta al cartucho mediante un aro plástico cubriendo la rejilla.

Las máscaras de “Full face” (cara completa) cubren totalmente la cara y están provistas de un plástico o acetato transparente, que remplaza al visor y las gafas. Pueden estar provistas de cartuchos normales o uno de mayor tamaño llamado “Canister”. Son útiles cuando se manejan sustancias que producen vapores irritantes.

Importante tener en cuenta cuando se usan los respiradores las siguientes recomendaciones:

Las recomendaciones para el almacenamiento, distribución y expendio, transporte, aplicación, autorizaciones, licencia sanitaria, registros, permisos, conceptos, rotulación, envase, desechos, atención y controles médicos publicidad y propaganda, vigilancia epidemiológica, control sanitario, medidas sanitarias, sanciones y procedimientos se encuentran consignadas en el Decreto 1843 del 22 de julio de 1991 el cual debe ser consultado.

7.19. Etiqueta de los plaguicidas

Los plaguicidas en sus empaques o envase deben traer su correspondiente etiqueta, impresa o adherida. Cuando el envase es muy pequeño y no permite plasmar la información básica exigida para su expendio entonces la información complementaria debe ir en un folleto o plegable adjunto. La etiqueta contiene un folleto que resume las experiencias obtenidas en el proceso de investigación y desarrollo de los plaguicidas, para evitar errores leer la información antes de su utilización.

En Colombia el contenido y distribución de la información de la etiqueta está regulado por la Norma Icontec 200 (sexta revisión). La etiqueta debe contener tres cuerpos o secciones:

Cuerpo central

En este se tiene que incluir:

Cuerpo derecho

El cuerpo derecho de la etiqueta está orientado hacia el uso eficaz del plaguicida. Antes de utilizar el producto, buscar la asesoría de un Agrónomo, para conocer las informaciones del producto, los cultivos, plagas y dosis para los cuales se han obtenido el concepto de eficacia, informaciones complementare tales como compatibilidad, fototoxicidad, volúmenes de mezcla que se recomiendan, momento oportuno para la aplicación, teniendo en cuenta el intervalo entre la última aplicación y la cosecha.

“El fabricante garantiza que las características físico–químicas del producto corresponden a las anotadas en esta etiqueta y mediante concepto de eficacia se verificó que es apto para los fines recomendados de acuerdo con las indicaciones de empleo, pero no asume responsabilidad por el uso que de él se haga porque su manejo y empleo está fuera de su control”.

Cuerpo izquierdo

Está orientado al uso seguro del producto. Contiene las siguientes leyendas obligatorias:

Lea la etiqueta antes de usar el producto; “Manténgase fuera del alcance de los niños”; “En caso de intoxicación llame al médico inmediatamente o lleve el paciente al médico y muéstrele la etiqueta del producto”. “Después de usar el contenido enjuague el envase tres veces, vacíe el agua de lavado en la mezcla de aplicación. Luego proceda a destruir el envase” (no reutilice el envase que ha contenido plaguicidas para echar agua potable o alimentos).

Etiqueta de plaguicidas

The pesticide label contains important information, need it! La etiqueta de plaguicidas contiene información importante leala!

7.20. Banda de color

La categoría toxicológica de los plaguicidas se puede identificar fácilmente por la banda de color que aparece en la parte inferior de la etiqueta. En esta aparecen también textos y símbolos en la siguiente forma:

Pictogramas

Estos se encuentran dentro de la banda de color. Son dibujos o símbolos de fácil comprensión que indican las precauciones que deben tomarse cuando se está manejando el producto concentrado, ejemplo: al medir la dosis, preparar la mezcla o cargar el equipo de aplicación, como al hacer la aplicación. Los pictogramas están hechos de forma fácil para que el campesinado que no sabe leer lo aprenda a entender, ya que estos también ayudan a indicar la agresividad de un producto formulado, pero no se encuentran en todos los productos.

Los pictogramas relacionados con precauciones al manejar el producto concentrado, aparecen al lado izquierdo de la banda y los referentes a la aplicación, al lado derecho.

7.21. Rotulado de sustancias químicas

Mediante el uso del Código NFPA704 se rotulan e identifican los productos peligrosos con los siguientes objetivos:

El Código NFPA 4040 establece un sistema de identificación de riesgos para que en un eventual incendio o emergencia, las personas afectadas puedan reconocer los riesgos de los materiales respecto del fuego, aunque estos no resulten evidentes. Este código ha sido creado para la utilización específica de los cuerpos de bomberos. Consiste en una etiqueta que consta del nombre del material y cuatro secciones con un color asignado en cada caso:

Salud Azul
Inflamabilidad Rojo
Reactividad Amarillo
Riesgo especial Blanco

En cada una de las secciones se coloca el grado de peligrosidad: 0, 1, 2, 3,4, siendo en líneas generales, 0 el menos peligroso, aumentando la peligrosidad hasta llegar a 4, el nivel más alto.

Los criterios para establecer los grados de peligrosidad en cada una de las secciones son los siguientes:

Riesgos para la salud

La valoración del riesgo para la salud indicará al personal de bomberos o emergencia alguna de las informaciones siguientes:

La graduación del riesgo para la salud se efectuará de acuerdo con la severidad probable de este hacia el personal y será la siguiente:

Grado 4

Materiales que con una explosión muy corta pueden causar la muerte o lesiones residuales mayores, aun cuando se haya dado pronto tratamiento médico, incluyendo aquellos que son demasiado peligrosos para aproximarse sin el equipo de protección.

Este grado incluye: materiales que puedan penetrar a través de la ropa de protección ordinaria de caucho. Materiales que bajo condiciones normales o bajo condiciones de incendio desprendan gases que son extremadamente peligrosos (tóxicos, corrosivos, etc.), por inhalación, contacto o por absorción a través de la piel.

Grado 3

Materiales que en una exposición corta pueden causar lesiones serias, temporarias o residuales, aun cuando se haya dado pronto tratamiento médico, incluyendo aquellos que requieran protección total contra contacto con cualquier parte del cuerpo.

Este grado incluye: materiales cuyos productos de combustión son altamente tóxicos. Materiales corrosivos para los tejidos vivos o que son tóxicos por absorción por la piel.

Grado 2

Materiales que en una exposición intensa o continuada pueden causar incapacidad temporaria o posibles lesiones residuales si no se suministra pronto tratamiento médico, incluyendo aquellos que requieren el uso de equipos de protección respiratoria con suministro de aire independiente.

Este grado puede incluir: materiales que originen productos de combustión tóxicos. Materiales que liberan productos de combustión altamente irritantes. Materiales que, sea bajo condiciones normales o en un incendio, originen vapores que son tóxicos para quien carece de los elementos de protección adecuados.

Grado 1

Materiales que por su exposición pueden causar irritación, pero solamente producen lesiones residuales menores si no se administra tratamiento médico, incluye a aquellos que requieren el uso de una máscara de gas aprobada.

Este grado puede incluir: materiales que en condiciones de incendio pueden originar productos de combustión tóxicos. Materiales que en contacto con la piel pueden causar irritación sin destrucción de los tejidos.

Grado 0

Materiales que en una exposición en condiciones de incendio no ofrecen riesgos mayores que los que dan los materiales combustibles corrientes.

Riesgo por inflamabilidad

Se considera la capacidad de los materiales para quemarse. Muchos materiales que se quemarían bajo ciertas condiciones, no queman bajo otras. La forma o condición del material, como así también las propiedades inherentes, afectan el riesgo. La graduación de los riesgos se efectuará de acuerdo con la susceptibilidad de los materiales a quemar, como sigue:

Grado 4

Materiales que se vaporizan completa o rápidamente a la presión atmosférica y a las temperaturas ambiente normales, y que están bien dispersos en el aire y se quemarán con mucha facilidad.

Este grado incluye: gases, materiales criogénicos, todo material líquido o gaseoso que, sometido a presión, está en estado líquido o tiene un punto de inflamación menor a 23 °C y un punto de ebullición menor a 38 °C. Materiales que según su forma física o su estado de agregación puedan formar con el aire mezclas explosivas y que están efectivamente dispersas en el aire, tal como polvos de combustibles sólido y nieblas de líquidos combustibles o inflamables.

Grado 3

Líquidos y sólidos que se pueden encender bajo todas las condiciones de temperatura ambiente. Este grado de materiales produce atmósferas riesgosas con el aire a cualquier temperatura o si bien no resultan afectadas por la temperatura ambiente, son igníferos bajo cualquier condición.

Este grado incluye: líquidos que tengan un punto de inflamación menor a 23 °C y un punto de ebullición igual o mayor a 38 °C, y aquellos líquidos que tengan un punto de inflamación igual o mayor a 23 °C y menor a 38 °C.

Grado 2

Materiales que para encenderse requieren ser previamente calentados con moderación o estar expuestos a temperaturas ambientes relativamente altas. Los materiales de este grado en condiciones normales con el aire no forman atmósferas peligrosas, pero bajo altas temperaturas ambientes o ante calentamiento moderado pueden desprender vapores en cantidades suficientes para producir, con el aire, atmósferas peligrosas.

Grado 1

materiales que para encenderse necesitan ser calentados previamente. Los materiales de este grado requieren un considerable precalentamiento bajo cualquier temperatura ambiente antes que ocurran el encendido y la combustión.

Grado 0

Materiales que se queman en el aire cuando se los expone a temperaturas de 815°C por un período de 5 minutos.

Riesgo por reactividad

En esta parte se considera la capacidad de los materiales para liberar energía. Algunos materiales son capaces de liberar energía rápidamente por sí mismos, como ser por auto reacción o por polimerización, o pueden desarrollar una violenta reacción eruptiva o explosiva cuando toman contacto con el agua, con otro agente extintor o con otros materiales.

La violencia de la reacción o de la descomposición de los materiales puede verse incrementada por el calor o por la presión, por otros materiales debido a la formación de mezclas combustible-oxidantes, o por contacto con sustancias incompatibles, contaminantes, sensibilizantes o catalíticas.

Los grados de riesgo por reactividad se valoran de acuerdo con la facilidad, velocidad y cantidad de liberación de energía como sigue:

Grado 4

Materiales que, a temperatura y presiones corrientes, en sí mismos son fácilmente capaces de detonar o descomponerse o reaccionar en forma explosiva. Esta graduación incluirá los materiales que a presión y temperaturas normales son sensibles a los golpes mecánicos y a los choques térmicos localizados.

Grado 3

Materiales que en sí mismos son capaces de detonar o de reaccionar o de descomponerse en forma explosiva, pero que requieren una fuente de ignición fuerte, o antes de la iniciación calentarse bajo confinamiento.

Pueden incluirse: materiales que son sensibles al choque térmico y mecánico a temperatura y presiones elevadas o que reaccionan en forma explosiva con el agua, sin requerir calentamiento ni confinamiento.

Grado 2

Materiales que en sí mismos son normalmente inestables y que fácilmente experimentan cambios químicos violentos pero no detonan.

Pueden incluirse: materiales que a temperatura y presión corrientes, pueden experimentar cambios químicos con rápida liberación de energía, o que a presiones y temperaturas elevadas pueden experimentar cambios químicos violentos.

Además se incluirán aquellos materiales que puedan reaccionar violentamente con el agua o aquellos que puedan formar mezclas potencialmente explosivas con agua.

Grado 1

Materiales que, en sí mismos, son normalmente estables pero que pueden tornarse inestables a temperaturas y presiones elevadas, o que pueden reaccionar con el agua con alguna liberación de energía, pero no violentamente.

Grado 0

Materiales que, en sí mismos, son normalmente estables, aún expuestos en las condiciones de un incendio y que no reaccionan con el agua.

Riesgo especial

En este cuadro se indican los siguientes riesgos especiales:

A continuación se muestra un resumen de lo anteriormente explicado: