Capítulo I
LA GEOLOCALIZACIÓN ONLINE COMO NEGOCIO
«No podemos descubrir un mundo nuevo usando mapas
viejos»[]
En la antigüedad se pensaba que la Tierra era el centro del Universo, posteriormente
se confirmó que giraba alrededor del Sol, y hoy más que nunca la Tierra gira alrededor
del individuo que, gracias a su hiperconectividad, se ha convertido en el centro de
todo.
Los mapas tradicionales están muriendo. Ya no se necesita mirar un mapa con cientos
de datos y recursos, ahora es el mapa el que se adapta a nuestros gustos y a nuestras
relaciones. Desde el momento en que se activa la posibilidad de ser geolocalizados
en el móvil, el mapa sitúa los datos que nos interesan a nuestro alrededor, ofreciéndonos
exactamente lo que queremos y vinculando nuestra posición con nuestros contactos en
los medios sociales.
Además de la posibilidad de la ubicuidad (estar en diversos espacios al mismo tiempo),
obtenemos información a tiempo real. Se trata de una auténtica revolución porque altera
las dos dimensiones en que nos movemos: la espacial y la temporal.
La tecnología ha sido el catalizador del cambio en la sociedad reciente: en primer
lugar por la aparición de los ordenadores y su incorporación a todas las disciplinas
y, en segundo lugar, por la aparición de Internet, tanto en el acceso a la información
geográfica como en el acceso a herramientas para el tratamiento de esta información
(Almar, 2010)
1. Las nuevas tecnologías de la información
El uso de las nuevas tecnologías de la información afecta directamente a la geografía
y las personas, los dos elementos básicos para el desarrollo de los territorios, que
no se entienden el uno sin el otro. Al fin y al cabo se está hablando de las personas
que generan y comparten información y del espacio o el lugar desde el que lo hacen.
Las Tecnologías de Información Geográfica (TIG) vinculan el espacio donde se desarrolla
la actividad con la información que se genera en el mismo. Analizan el territorio
y son por tanto desarrolladas por la geografía y otras disciplinas afines. Se vinculan
con los Sistemas de Información Geográfica (SIG), en los que se utilizan los ordenadores
y el análisis multivariable en estudios y previsiones territoriales que de otra forma
sería imposible realizar. Esto se tratará en el capítulo de aplicaciones de geolocalización
online: la web geoespacial y su uso para localizar personas u organizaciones en los
mapas online.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se complementan con las
anteriores al vincular las personas y sus conversaciones, lo que permite conectar
directamente con el elemento humano. Dichas personas son los actores sociales de la
comunicación en el territorio. Esto se tratará asimismo en el mismo capítulo: los
medios sociales y su uso para informar y compartir a través de Internet.
2. El uso comercial de la geolocalización online
Desde hace unos años las grandes marcas han intentado explotar la geolocalización
porque la consideran un elemento estratégico de primer orden. Las empresas han apostado
directamente por utilizar la geolocalización en el ciclo de vida comercial del producto:
desde la planificación hasta la venta, pasando por la promoción y fidelización del
cliente. En el mundo online, todos los
medios sociales[] tienen elementos vinculados directamente con la geolocalización online, por ejemplo:
-
Facebook lleva años intentando captar esa cuota de mercado, en su día con Facebook
Places, Facebook Deals y más recientemente con las estrellas de los negocios locales
incorporadas a las páginas. Gowalla fue una herramienta que tuvo cierta relevancia
hasta que Facebook la compró, incorporó su equipo a la compañía y la cerró.
-
Google unió primero Places a Google Plus para crear Google Local, que acabó después
en Google My Business. También tiene publicidad geolocalizada mediante Google Adwords
Express.
-
Foursquare y Yelp son las redes más exitosas basadas en la geolocalización. Aunque
en el fondo son muy diferentes, ambas basan su modelo de negocio en crear una comunidad
de usuarios y empresas y ofrecer publicidad.
-
Twitter ha incorporado búsquedas geolocalizadas, aunque no tiene un elemento específico
basado en la geolocalización.
-
Pinterest incorpora el servicio Place Pins para crear tableros geolocalizados a través
de un mapa vinculado a Foursquare.
-
Instagram proporciona un mapa de fotos geolocalizadas por los usuarios, permite búsquedas
por localización y está vinculada a Facebook Places en la búsqueda de lugares.
Asimismo, los
Sistemas de Información Geográfica[] han desarrollado la cartografía online y todos disponen de herramientas para crear
y gestionar mapas online en la nube.
Pero también hay que tener en cuenta que algunas de estas grandes compañías no han
conseguido centrar su modelo de negocio y obtener rentabilidades económicas importantes
Por ello hay que tener cuidado con las numerosas aplicaciones para móviles que ofrecen
la geolocalización como un fin y no como un medio, especialmente si no establecen
objetivos ni métricas de evaluación que midan su eficiencia.
Aun así la geolocalización online es más vigente que nunca, no es que haya llegado
para quedarse, es que en realidad siempre ha estado aquí, y en estos momentos se presenta
como una poderosa herramienta para todo tipo de organizaciones con una propuesta de
valor para captar clientes y diferenciarse de la competencia.
3. La larga cola de la geolocalización online
La geolocalización online forma parte de lo que se denomina «larga cola», término
que define una característica de las distribuciones estadísticas (Zipf, Ley de potencias,
distribuciones de Pareto y, en general, distribuciones de Lévy) (Requejo Alemán, 2008).
Básicamente trata de mostrar que en los negocios hay unos pocos productos que abarcan
la mayor parte del mercado y una multitud de pequeños negocios que se reparten en
el resto. De esta forma, podemos hablar de dos tipos de mercado muy distintos aunque
complementarios:
-
El mercado de masas: centrado en el alto rendimiento de pocos productos y que, según
algunos expertos, ya se está quedando atrás.
-
El mercado de nichos: se basa en la suma o acumulación de pequeñas ventas de muchos
productos, que puede igualar o superar al primero.
Existe pues una tendencia cada vez más acusada a la diversificación de productos y
servicios para adaptarse a la que es también una microsegmentación cada vez mayor
de los usuarios. Éstos se distribuyen en nichos de mercado muy concretos y requieren
de las empresas un alto grado de conocimiento para poder ofrecerles aquellos productos
o servicios que quieren o necesitan. Puede decirse que se trata de una evolución del
«toyotismo» o modelo just in time adaptado al sector servicios (Yasuhiro, 1996).
El uso de la geolocalización online en una organización quizás no tenga un impacto
muy grande o llegue a un número muy elevado de usuarios. Pero forma parte de esa larga
cola, de manera que su uso en diversas aplicaciones o a través de diversas acciones
puede ser tan importante como una gran acción centrada en un solo segmento del mercado.
Un negocio, aun cuando tenga una única presencia física (una tienda, por ejemplo),
debe estar presente en internet en cambio en diversos medios sociales (diversos espacios),
ya que tipos de público diferentes lo buscarán seguramente en plataformas distintas
para poder acudir después a la tienda física.
Así pues la geolocalización online permite no sólo segmentar la demanda a partir de
dónde se encuentra, sino hacer que una organización tenga presencia en Internet a
través de diversas herramientas que conforman la larga cola de la geolocalización.
4. Los modelos de negocio de la geolocalización
Los elementos básicos de un negocio son el producto o servicio que se vende y el contenido
que se genera para mostrarlo. Pero la clave está en distribuirlo. Para ello se debe
atender a los actuales modelos de negocio existentes en la web para distribuir contenidos
digitales. La geolocalización online no sólo identifica un lugar sino que ofrece un
contenido asociado a dicho lugar.
Los contenidos digitales generan nuevas maneras de distribución, comercialización
y consumo, y con ello, abren la puerta a nuevos modelos de negocio y dan oportunidades
a los agentes que participan en la cadena de valor de los contenidos y a otros nuevos
entrantes (Sanjaime et al, 2013).
Las empresas que utilizan la geolocalización online como herramienta de marketing
deben identificar el modelo de negocio en el que se quieren centrar para lograr resultados.
Algunos de los modelos de negocio para la distribución de contenidos geolocalizados
que se pueden identificar son:
-
Modelo de corretaje (brokerage). Los corredores (brokers) son creadores de mercados, atraen y enlazan a compradores y vendedores y facilitan
las transacciones.
-
Modelo del comerciante (merchant): mayorista y minorista de bienes y servicios. Las ventas pueden estar basadas en
listas de precios o en subastas. El núcleo del negocio es la venta, que se puede presentar
de muy diversas formas, como subastas, venta directa de almacén, tiendas que ofrecen
sus productos online, venta de bits (música, software, libros).
-
Modelo del fabricante (o modelo directo). Se basa en la capacidad de la web para permitir
que cualquier compañía pueda encontrar compradores directos de sus productos o servicios
y de ese modo reducir el número de agentes del canal de distribución. El modelo debe
estar basado en optimizar la eficiencia, mejorar el servicio de atención al usuario
y mejorar el conocimiento de las necesidades de los usuarios finales.
-
Modelo de afiliación. En contraposición con el portal generalizado, que pretende captar
un alto volumen de tráfico hacia un único sitio, el modelo de afiliación pretende
captar oportunidades de venta en otros portales a través de la transmisión de incentivos
económicos a éstos, que se convierten en afiliados, para que ofrezcan sus servicios
a los usuarios. Esto se puede hacer con una cesión de un porcentaje de la venta.
-
Modelo de comunidad. Se fundamenta en la fidelidad de los usuarios, que invierten
tiempo y emociones en la comunidad. La ganancia se basa en la venta de productos o
servicios auxiliares o complementarios al principal, o en contribuciones voluntarias
de los usuarios. Otra opción es obtener la ganancia a través de publicidad contextual
en los servicios gratuitos, y con cuotas de suscripción en los servicios premium.
-
Modelo de suscripción. Se carga a los usuarios una cuota periódica –diaria, mensual
o anual– por suscribirse al servicio. Es común en portales que combinan contenidos
gratuitos con contenidos o servicios premium. Los modelos de suscripción y publicidad
se combinan frecuentemente.
-
Modelo de utilidad o de servicio. Este modelo, también denominado «bajo pedido» (on-demand), se basa en el pago por uso de un producto o servicio. A diferencia de los servicios
de suscripción, éstos se basan en las tasas de uso real.
Así, habrá que tener en cuenta que las aplicaciones de geolocalización online deben
responder a un modelo de negocio determinado de los que hemos visto y contemplar,
por tanto, de dónde proceden las fuentes de ingresos. Esto es un elemento crucial
para el éxito de las mismas.