Elisabeth Noelle-Neumann: socióloga de la «piel social»

La teoría de la espiral del silencio describe el fenómeno que se puede dar tanto en el comportamiento individual como grupal cuando percibimos que nuestras opiniones, actitudes, valores y comportamientos son minoritarios respecto a los mayoritarios, y decidimos, por miedo a la exclusión y al aislamiento social, mantenerlos en silencio o cambiarlos en la línea de la mayoría.
Esta teoría la formuló, entre 1972 y 1974, la socióloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann (1916-2010). Alexis de Tocqueville analizó el papel de las «mayorías» y las «minorías» asociado a las opiniones publicadas o silenciadas para explicar la Revolución francesa y la independencia de América, una nueva democracia sobre la cual dijo que estaba basada en el hecho de que «entre los americanos, las leyes políticas hacen que la mayoría rija con soberanía la sociedad».
Otros filósofos, como por ejemplo Hobbes, Rousseau, Bentham y Stuart Mill, también han analizado la manera como se crea consenso dentro de la sociedad y cómo, en este proceso, hay minorías que quedan al margen de este. Alexis de Tocqueville ya había descrito en la primera parte del siglo XIX el papel de las «mayorías» y las «minorías» asociado a las opiniones publicadas o silenciadas.
Esta teoría también se ha utilizado para explicar por qué el pueblo alemán apoyó una «ideología minoritaria», que se convirtió en hegemónica en menos de una década en una espiral del silencio que habría provocado que incluso simpatizantes de la izquierda y los católicos acabaran aceptando el nazismo. Es decir, un fenómeno de alienación colectiva analizado en cantidad suficiente por estudiosos como, por ejemplo, Ian Kershaw (1983).
La espiral del silencio es, también, una aproximación teórica a la conflictología y un tratado sobre la condición humana y el poder, sobre cómo se forma la opinión pública a partir de la acción del poder, y quién y cómo legitima este poder.
C. Wright Mills, en White Collar (1951) y The Power Elite (1956), analizó estas relaciones de poder y se centró en las élites hegemónicas. Antonio Gramsci (1891-1937), desde una perspectiva marxista –recordemos que Marx en La ideología alemana afirma que «las ideas dominantes son, siempre, las ideas de la clase dominante»–, habló de la «teoría de la hegemonía». La dominación no se efectúa tanto por medios coercitivos –como había sucedido en la Edad Media–, como por medios simbólicos, y aquí Gramsci habló del papel de los intelectuales en la producción de ideologías hegemónicas (Risquete, 1998).
En las sociedades democráticas, sostiene La espiral del silencio, el miedo ya no está en el castigo público en forma de castigo físico, sino en el psicológico. El individuo acepta unirse a hegemonías por el miedo psicológico a sentirse solo, en minoría. Y es en estas sociedades abiertas donde los medios tienen una influencia central en la formación de nuestra imagen de la realidad social.
El conflicto y el consenso en sociedad, la construcción social de la realidad, y el papel de las élites políticas, económicas y mediáticas, son algunos de los conceptos sobre los cuales está construida la espiral del silencio.
Sin llegar a tener una obra amplia ni monumental, ni tampoco compleja, como la de los también comunicólogos alemanes Niklas Luhmann y Jürgen Habermas, nacidos respectivamente en 1927 y 1929, Elisabeth Noelle-Neumann, nacida en 1916, es, junto a estos dos filósofos, una de las estudiosas de la comunicación humana más importantes de la Alemania del siglo XX (entre otros muchos, destacan Horkheimer, Adorno, Walter Benjamin y Dovifat).
La vida de Elisabeth Noelle-Neumann transcurre paralela a la historia convulsa del siglo XX: desde la Alemania imperial de la Primera Guerra Mundial, pasando por la dura posguerra, el ascenso del nazismo, la Segunda Guerra Mundial, la ocupación y la división, la recuperación como potencia europea y mundial, la reunificación y el liderazgo. Y esta es su obra, que a partir de investigar qué pensaban los alemanes, dio origen a la elaboración de la teoría comunicativa que la ha hecho famosa: la espiral del silencio.
La teoría de la espiral del silencio, lo veremos a lo largo del libro, todavía tiene vigencia en la actual sociedad red porque, al fin y al cabo, se basa en una realidad muy humana que el escritor y periodista inglés Daniel Defoe (1660-1731) explicó en forma de novela de éxito en su Robinson Crusoe (1719): los humanos somos sociales porque no somos animales, y no somos animales porque somos sociales.