LA COMUNICACIÓN COMO ESTRATEGIA
Hoy en día las empresas no se diferencian por sus productos, sino por la imagen que
proyectan en la sociedad, lo que sitúa la comunicación en el corazón de la estrategia
de cualquier organización. Tradicionalmente, la comunicación se encontraba entre las
«lógicas marginales» de las empresas, allá donde se amontonan los sentimientos, las
relaciones personales y todo lo que no puede reducirse a un número en la cuenta de
resultados. Cuando, al fin y al cabo, el valor añadido se traslada precisamente hacia
los sentimientos, las relaciones personales y, en definitiva, el resto de valores
intangibles, la comunicación pasa a ser una pieza clave para gestionar las organizaciones.
A medida que las sociedades se van haciendo más complejas, se hace más evidente la
importancia de la comunicación en todos los ámbitos. De hecho, comunicación y organización
social son conceptos íntimamente ligados, a partir de la definición de comunicación
como proceso de socialización.
Las empresas son, en último término, formas de organización social en las que un grupo
de personas se pone de acuerdo para lograr un objetivo común y específico de tipo
económico. De forma consciente o no, la comunicación siempre ha formado parte de todas
las empresas, por el simple hecho de ser organizaciones humanas. La cuestión es de
qué manera se gestiona la comunicación en las empresas y qué papel se le otorga en
el diseño y la ejecución de las estrategias corporativas.
Según Kreps (1995, pág. 5), las organizaciones son «colectivos sociales en los que
la gente desarrolla modelos ritualizados de interacción, en un intento de coordinar
actividades y esfuerzos para conseguir metas personales y de grupo». Así pues, una
organización es, en sentido amplio, cualquier colectivo de personas que colaboran
para lograr unos objetivos comunes. Las organizaciones gestionan recursos para poder
lograr sus metas. En el libro hablaremos de organización, desde un punto de vista
amplio, y de empresa, desde una perspectiva restringida a su finalidad económica,
con o sin ánimo de lucro.
Este libro esboza una teoría de la comunicación estratégica en las organizaciones
a partir de las siguientes ideas básicas que después desarrollaremos:
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La organización es un sistema de comunicación que gestiona información, establece
relaciones con varios públicos y genera y consume conocimiento.
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La comunicación es una estrategia fundamental de las organizaciones. Este hecho afecta
profundamente a la gestión empresarial, porque conlleva superar las estructuras jerárquicas
y hacer la empresa más humana y más permeable al entorno. También tiene implicaciones
académicas, porque va más allá de la concepción meramente instrumental de la comunicación
alimentada tradicionalmente desde varias disciplinas.
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El objetivo final de la comunicación corporativa es crear imagen, entendida como sinónimo
de los valores intangibles de la organización. Estos intangibles no se pueden gestionar
directamente porque dependen de factores que no puede controlar la organización, sino
que se tiene que hacer a partir de la identidad corporativa, que incluye lo que quiere
ser la organización (símbolos), los valores y creencias que manifiesta (cultura) y
las acciones que lleva a cabo (hechos).
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La gestión de la comunicación se tiene que profesionalizar y debe ocupar una función
directiva. Es imprescindible formar a profesionales especializados en gestión de la
comunicación e integrar en la alta dirección de la organización el máximo responsable
del área comunicativa.
Las organizaciones que integran la comunicación en su estrategia son las que están
mejor preparadas para superar dificultades. El peso de los valores intangibles como
ventaja competitiva convierte la comunicación en un elemento estratégico, lo que obliga
a replantear muchos procedimientos y estructuras tradicionales de las organizaciones.
Esto también implica gestionar de forma integral todos los aspectos de la comunicación
corporativa.