Quiero dar las gracias a mi marido y a mi hija por apoyarme y creer en mí al cien por cien.
A mi maravillosa editora, Nicole Fischer, por emocionarse con estos libros y querer a los personajes casi tanto como yo. Trabajar juntas es divertido y sencillo (¡por lo menos para mí!). Gracias.
A mi agente, Laura Bradford, por su valiosa orientación y por lidiar conmigo cuando llevo puesto mi sombrero de papel de aluminio y no dejo de estirarme después de haber pasado demasiadas horas delante del portátil. Gracias.
A Sophie Jordan por su alucinante apoyo y ser una amiga todo terreno. Gracias.
A Edie Harris por ser una auténtica hinchapelotas y una mandona justo cuando necesito que lo sea. Gracias.
A todas las amigas que tengo que me conocieron con veintipocos, como Roxy, Abby y Honey, y les caí bien de todos modos. Ya sabéis quienes sois, chicas. Os quiero.