Y, de repente, Rosse

Miriam Díaz-Aroca

Y de repente aquí, servidora, honrada con la aventura de prologarte, querida y celebrada F.R., traducido del ëlfico: Fairy Rosse. Por lo de Hada, que no detergente. Haya claridad. Así que, tan a gustito oye. Agradecida y emocionada quedo de tu confianza. Las Hadas ya sublimadas se hablan entre sí, por eso a ti me dirijo autora de “Toda Tu mismidad vibrante y contagiosa“. Y te llamo como uso hacerlo; Rosse. Porque sí.

Me pongo mis alas, bien ganhadas, y me permito la licencia de sobrevolar tu abundante cosecha de éxitos literarios para zambullirme de lleno en tu arco iris fabuloso de humanidad y creatividad.

Ya el evento de conocerte, reconocernos y celebrarnos, es un gozo. Si tuviera que definirte, así de sopetón me brota: –Rosse es libre, con criterio único, brilla y hace brillar, porque le da la gana–. Y escribes libros y hablas por la radio, y, y, y… porque puedes, quieres, sabes, transmites y transformas, sin perder una gota de tu esencia, ofreciendo el torrente de intensidad que tú eres, para tu propia conquista y para conquista del resto de las almas con la que tienes a bien interactuar, como en este y a través de este suculento manual sacudidor de conciencias y encontrador de respuestas.

Como disfrutadora gastronómica que soy, y practicante devota de la misma, recibo el contenido de tu libro, Rosse, como un auténtico banquete elaborado con todo tipo de delicatessen para los sentidos. Horneado con la maestría de tu experiencia, sabiduría y conocimientos, salpimentado con esa deliciosa manera de provocar reacciones, directa y sin contemplaciones. Es un relamerse constante con cada capítulo.

¡Cómo me gustas Rosse!

¡Olé! Y, ¡Olé!

Me chiflan las especias y este tu libro esta llenito de sabores y olores para la mente, el alma y el corazón. Salado por esa jugosa ironía cascabelera que sabes manejar, dulce cuando preparas el terreno para la inyección de fuego picante con la sacudida emocional que consigues al quitar la venda de los ojos, el corsé del cerebro y el cinturón de “castridad”.

Dicen que hay que comer despacito para saborear y hacer una buena digestión. Eso dicen, pero yo soy de extremos y me he devorado el libro y el a mí, así, de una sentada. Y es que, Rosse, creas adicción. Es un enganche catártico y terapéutico bestial. Necesario. Gluten free.

¿Es un libro para todos los públicos? Solo para aquellas/os que tengan el coraje y la determinación de conocerse a sí mismas/os, con todos sus riesgos y con el mayor placer de todas sus benditas consecuencias. Por tu sentido común, sentido del humor y sentido del amor. ¿Verdad que sí, Rosse?

Como tu soberanía bien dice: —Dejaros ya de cuentos y poned un carpe diem en vuestras vidas–. O dos. O una colección. Yo añadiría, con mucha pasión, ponga una Rosse en su mismísima existencia.

Las hadas dejan huella. Tú eres de la más alta jerarquía. Y varios por favores, dos puntos:

1. sigue poniéndote al mundo por montera

2. jamás le pongas silla a la grupa de tu unicornio

3. sigue rompiendo crisálidas a golpe de Varita.

Cada vez hay más mariposas y lo sabes… Te abrazo mucho y bien.

Me voy volando.

Así, de repente.

De repente, así.

De chiripa…