Lecciones desde la cocina de Thomas Edison
Thomas Edison fue uno de los inventores más prolíficos de la historia, con más de mil patentes a su nombre. Nada era un obstáculo para su creatividad. Cuando un terrible incendio fortuito arrasó su laboratorio, incluso antes de que el fuego se hubiera apagado, Edison ya estaba trazando con entusiasmo los planos de uno nuevo, todavía mayor y mejor que el anterior. ¿Cómo es posible que Edison tuviera una creatividad tan fenomenal? La respuesta, como vas a ver, está relacionada con sus trucos poco usuales para cambiar de modo de pensamiento.
ALTERNANCIA ENTRE LOS MODOS CONCENTRADO Y DIFUSO
Para la mayoría de la gente, el cambio del modo concentrado al difuso ocurre de modo natural al distraerse y dejar pasar un poco de tiempo. Puedes pasear, echar una siesta o ir al gimnasio. O trabajar en algo que ocupe otras partes del cerebro: escuchar música, conjugar verbos ingleses o limpiar una jaula de jerbos.a1 La clave es hacer otra cosa hasta que tu cerebro se libere de pensamientos conscientes sobre el problema. A menos que entren en juego otros trucos, generalmente esto puede comportar varias horas. Tal vez digas: «No tengo tanto tiempo». Sin embargo, lo tienes, si simplemente centras tu atención en otras cosas que debes hacer y lo aderezas con un poco de descanso para relajarte.
Según el experto en creatividad Howard Gruber, las letras abc indican tres cosas que a menudo parecen dar resultados: el autobús, el baño y la cama.2 Un químico notablemente inventivo de mediados del siglo XIX, Alexander Williamson, observó que un paseo a solas equivalía a una semana de laboratorio para ayudarle a progresar en su trabajo.3 (Afortunadamente para él, entonces no existían los teléfonos inteligentes.) Caminar estimula la creatividad en muchos campos. Varios escritores famosos, como Jane Austen, Carl Sandburg y Charles Dickens, hallaban la inspiración durante sus frecuentes y largos paseos.
Una vez te has distraído del problema en cuestión, el modo difuso tiene acceso a él y puede empezar a darle vueltas a su manera, amplia y general, para dar con una solución.4 Tras el descanso, cuando vuelvas al problema, a menudo te sorprenderá qué fácilmente se presenta la solución. Incluso si no aparece, con frecuencia verás el problema más claro. Puede que se necesite mucho trabajo previo en el modo concentrado, pero la solución repentina e inesperada que surge del modo difuso puede dar la sensación de que es el modo «¡Ajá!».
Hallar esa solución inspirada, intuitiva, al problema con el que estás es una de las sensaciones más misteriosamente atractivas de las matemáticas y las ciencias... Y del arte, la literatura y, en realidad, ¡de cualquier otra actividad creativa! Y sí, como vas a ver, las matemáticas y las ciencias son formas de pensamiento profundamente creativas incluso cuando solo las estás aprendiendo en la escuela.

Se cree que el brillante inventor Thomas Edison (arriba) usaba un astuto truco para pasar del modo concentrado al difuso. Se trata de la misma treta usada por el famoso pintor surrealista Salvador Dalí (abajo) para sus creaciones artísticas.

Esa sensación de desconexión, de penumbra, que uno experimenta cuando empieza a dormirse era, al parecer, parte del truco que se ocultaba tras la extraordinaria creatividad de Edison. Al afrontar un problema difícil, en lugar de centrarse deliberadamente en él, Edison, según la leyenda, echaba un sueñecito. Pero lo hacía sentado en una butaca, sosteniendo una bola de metal en la mano por encima de una bandeja que había en el suelo. Al relajarse, sus pensamientos entraban en el modo difuso, libre y abierto. (Esto es un recordatorio de que dormirse es una buena manera de conseguir que el cerebro piense relajadamente en un problema que quieres resolver, o en cualquier trabajo creativo.) Cuando Edison se dormía, la bola se le caía. El golpeteo en la bandeja le despertaba, y así podía reunir los fragmentos de su pensamiento difuso para construir nuevas estrategias de solución.5
LA CREATIVIDAD CONSISTE EN TOMAR LAS RIENDAS DE TUS HABILIDADES Y EXTENDERLAS
Hay una profunda conexión entre la creatividad técnica, científica y artística. El alocado pintor surrealista Salvador Dalí, igual que Thomas Edison, también usaba el truco del sueñecito y la caída de un objeto que estaba sosteniendo para acceder a las perspectivas creativas de su modo difuso. (Dalí lo llamaba «dormir sin dormir».)6 Recabar la ayuda del modo difuso te ayuda a aprender a un nivel profundo y creativo. Hay mucha creatividad subyacente a la solución de problemas en ciencias y matemáticas. Muchas personas piensan que hay una sola manera de resolver un problema, pero a menudo hay varias soluciones distintas, si tienes la creatividad para verlas. Por ejemplo, hay más de trescientas demostraciones diferentes conocidas del teorema de Pitágoras. Como vamos a aprender dentro de poco, los problemas técnicos y sus soluciones pueden considerarse una forma de poesía.
La creatividad, sin embargo, es más que simplemente tener un conjunto desarrollado de capacidades científicas o artísticas. Consiste en tomar las riendas de tus habilidades y extenderlas. Muchas personas piensan que no son creativas, cuando eso es simplemente falso. Todos tenemos la capacidad de hacer nuevas conexiones neuronales y extraer de la memoria algo que nunca fue colocado ahí desde el principio: lo que los investigadores de la creatividad Liane Gabora y Apara Ranjan llaman «la magia de la creatividad».7 Entender cómo funciona tu mente te ayuda a entender mejor la naturaleza creativa de tus pensamientos.
De concentrado a difuso
Lee la frase siguiente y descubre cuántos errores contiene:
Essta frase contiene trees errores.
Los primeros dos errores se descubren fácilmente usando un enfoque de modo concentrado. El tercer, y paradójico, error solo resulta obvio cuando cambias de punto de vista y adoptas un enfoque más difuso.8 (Recuerda que en la nota hallarás la solución.)
ALTERNAR LOS MODOS PARA DOMINAR UNA TEMÁTICA
El caso de Edison nos recuerda algo más. En las materias científicas aprendemos mucho de nuestros fallos.9 Debes saber que estás haciendo progresos con cada error que identificas cuando intentas resolver un problema: hallar errores debería darte una sensación de satisfacción. Al propio Edison se le atribuye la frase: «No he fracasado. Solo he encontrado 1.000 maneras que no funcionan».10
Los fallos son inevitables. Para superarlos, empieza pronto con tus deberes y, a menos que realmente disfrutes con lo que estás haciendo, haz que tus sesiones de trabajo sean cortas. Recuerda: cuando te tomas descansos, tu modo difuso continúa trabajando en segundo plano. Es una oferta inmejorable: continúas aprendiendo mientras te lo tomas con calma. Algunas personas creen que nunca entrarán en el modo difuso, pero esto es sencillamente falso. Cada vez que te relajas y no piensas en nada en particular, tu cerebro entra en un modo por defecto natural que es una forma de pensamiento difuso. Todo el mundo lo hace.11
Dormir es probablemente el factor más importante y efectivo para hacer que el modo difuso trate con un problema difícil. Pero no te dejes engañar por la naturaleza relajada y en ocasiones adormecida del modo difuso. Dicho modo se puede comparar con un campamento base en una expedición de alpinismo. Los campamentos base son puntos de descanso esenciales en la larga ascensión hacia cimas escarpadas. Se usan para descansar, reflexionar, comprobar el equipamiento y asegurarse de que la ruta escogida es correcta. Pero nunca confundirías el descanso en el campamento base con el trabajo duro de llegar a la cima de la montaña. En otras palabras, que uses tu modo difuso no significa que puedas echarte por ahí y esperar a conseguir tus objetivos. Con el paso de los días y las semanas, es la práctica distribuida, la alternancia entre la atención del modo concentrado y la relajación del modo difuso, lo que da resultados.12
Recabar la ayuda del modo concentrado —que suele ser lo que necesitas para que un problema entre en tu cerebro por primera vez— requiere toda tu atención. Los estudios han demostrado que solo tenemos cierta cantidad de energía mental, o fuerza de voluntad, para este tipo de pensamiento.13 Cuando tu energía flaquea, a veces puedes desconectar cambiando a otras tareas que requieran atención, como pasar de las matemáticas al vocabulario francés. Pero cuanto más tiempo dediques al modo concentrado, más recursos mentales estarás utilizando. Es como una sesión intensa y prolongada de levantamiento de pesas mentales. Por eso pueden ser tan refrescantes los breves interludios que implican moverse o hablar con los amigos, en los que no necesitas concentrarte intencionadamente.
Quizá desees aprender a progresar más rápidamente, controlar de alguna manera el modo difuso para que asimile nuevas ideas más rápidamente. Pero compáralo con el ejercicio. Levantar pesos constantemente no hará crecer tus músculos, pues necesitan tiempo y descanso para desarrollarse antes de ejercitarlos de nuevo. Tomarse tiempo entre sesiones de levantamiento de pesos ayuda a desarrollar músculos más fuertes a largo plazo. ¡La persistencia a lo largo del tiempo es la clave!
USA ESTAS HERRAMIENTAS DE MODO DIFUSO COMO RECOMPENSAS TRAS UN INTENSO TRABAJO EN MODO
CONCENTRADO14
Activadores generales del modo difuso
• Ir al gimnasio
• Jugar al fútbol, baloncesto o un deporte parecido
• Correr, caminar o nadar
• Bailar
• Ir en coche (como conductor o pasajero)
• Dibujar o pintar
• Tomar un baño o una ducha
• Escuchar música, especialmente instrumental
• Tocar canciones que conoces bien
• Meditar o rezar
• Dormir (¡el modo difuso definitivo!)
Los siguientes activadores del modo difuso es mejor usarlos con brevedad, como recompensas. (Estas actividades pueden hacerte entrar en un modo más concentrado que las anteriores.)
• Jugar a videojuegos
• Navegar por la red
• Hablar con amigos
• Ayudar voluntariamente a alguien en una tarea simple
• Leer un libro relajante
• Enviar mensajes de texto a los amigos
• Ir al cine o al teatro
• Mirar la televisión (dejar caer el mando a distancia si te duermes no cuenta)
NO TE PREOCUPES POR ALCANZAR EL NIVEL DE LOS CEREBRITOS
A menudo, los estudiantes que empiezan a lidiar con las materias científicas se comparan con otros, que son caballos de carreras intelectuales, y se dicen a sí mismos que deben alcanzarles. Entonces no se toman el tiempo extra que necesitan para dominar verdaderamente las materias, y quedan todavía más rezagados. Como resultado de esta situación incómoda y descorazonadora, algunos estudiantes acaban abandonando innecesariamente las matemáticas y las ciencias.
Toma distancia y echa un vistazo objetivo a tus puntos fuertes y débiles. Si necesitas más tiempo para aprender matemáticas y ciencias, esa es simplemente la realidad. Si estás en el instituto, intenta adecuar tu horario, tómate el tiempo que necesitas para centrarte en las materias más difíciles y limita la cantidad de trabajo a volúmenes manejables. Si estás en la universidad, intenta no matricularte en muchos cursos difíciles a la vez, especialmente si también estás trabajando. Para muchas personas, menos cursos de temática científica pueden significar más cursos de otros tipos. Evita la tentación de comparar tu nivel con el de tus compañeros, especialmente en las primeras fases de la universidad.
Puede sorprenderte descubrir que aprender despacio puede significar que aprendas más profundamente que tus compañeros de clase más rápidos. Uno de los trucos más importantes que me ayudó a reconfigurar mi cerebro fue aprender a evitar la tentación de seguir demasiadas materias científicas a la vez.
EVITA EL EFECTO EINSTELLUNG (QUEDARSE ATASCADO)
Recuerda: apegarse a la primera idea que te viene a la cabeza cuando intentas resolver un problema de los deberes, o durante un examen, puede impedirte hallar una solución mejor. Los jugadores de ajedrez que experimentan el Einstellung creen de verdad que están examinando el tablero en busca de una solución distinta. Pero el estudio cuidadoso de la dirección de su mirada demuestra que continúan centrándose en la solución original. No es solo su mirada, sino su propia mente la que no puede distanciarse lo suficiente para lograr un nuevo enfoque del problema.15
Según investigaciones recientes, el parpadeo es una actividad vital que proporciona otra manera de reevaluar una situación. Cerrar los ojos parece aportar una micropausa que desactiva momentáneamente nuestra atención y nos permite, por el más breve de los momentos, refrescar y renovar nuestra consciencia y perspectiva.16 Así, el parpadeo puede desconectarnos momentáneamente de nuestra perspectiva de modo concentrado. Pero por otro lado, cerrar los ojos de forma deliberada puede ayudar a concentrarnos más profundamente: a menudo las personas miran hacia otro lado o se tapan los ojos para evitar distracciones cuando se concentran en busca de una respuesta.17
Ahora podemos empezar a entender a Magnus Carlsen y su genialidad al valorar la importancia de distracciones aparentemente triviales. Cuando Carlsen se levantó y volvió la mirada —y su atención— hacia otros tableros de ajedrez, quizás estuviera ayudando a su mente a saltar por un instante fuera del modo concentrado. Fijar los ojos y la atención en alguna otra cosa posiblemente fue decisivo para permitir que su intuición difusa se pusiera a trabajar en la partida contra Kaspárov. ¿Cómo pudo Carlsen cambiar de modo con tanta rapidez e inspirarse de repente? Sus conocimientos de ajedrez probablemente tuvieron algo que ver, junto con sus propias habilidades prácticas intuitivas. Esto indica que tú también puedes desarrollar maneras de saltar con rapidez entre el modo concentrado y el difuso cuando estás adquiriendo conocimientos de alguna materia.
A propósito, Carlsen también debía saber que levantarse súbitamente desconcentraría a Kaspárov. A ese nivel de competición incluso ligeras distracciones pueden ser desconcertantes, un recordatorio para ti de que la atención profundamente concentrada es un recurso importante del que no quieres que te aparten. (Es decir, a menos que sea el momento de alejarse a propósito y dejar que el modo difuso tome el relevo.)
Resolver un problema difícil o aprender un nuevo concepto casi siempre requiere uno o más períodos en los que no estás trabajando conscientemente en el problema. Cada interludio durante el cual no estás centrado en el problema permite que tu modo difuso lo vea desde un nuevo punto de vista. Cuando tu atención concentrada se centra otra vez en él, consolidas nuevas pautas e ideas aportadas por el modo difuso.

Aprender bien significa dejar pasar cierto tiempo entre sesiones de estudio concentrado, para que las pautas neuronales puedan consolidarse adecuadamente. Equivale a dejar tiempo para que se seque el cemento cuando construyes una pared de ladrillos, como se muestra a la izquierda. Intentar aprenderlo todo a última hora en unas cuantas sesiones no da tiempo a que las estructuras neuronales se consoliden en la memoria a largo plazo: el resultado es un caótico montón de ladrillos como los de la derecha.
ALTERNAR EL PENSAMIENTO CONCENTRADO
CON EL DIFUSO
Como intérprete de piano durante quince años, a veces me encontraba con alguna pieza particularmente difícil. No me salía, sin más, así que obligaba a mis dedos a tocarla una y otra vez (aunque de manera muy lenta o incorrecta), y luego me tomaba un descanso. Al día siguiente, cuando lo intentaba otra vez, era capaz de tocarla perfectamente, como por arte de magia.
Hoy he decidido concederme un descanso con un problema de cálculo que era lioso y estaba empezando a enfurecerme. En el coche, de camino a la feria renacentista,b me vino la solución y ¡tuve que anotarla en una servilleta de papel antes de que se me olvidara! (Tened siempre servilletas en el coche. Nunca se sabe.)
TREVOR DROZD , estudiante de tercer curso de Ciencias Informáticas
Los tiempos de descanso entre períodos de trabajo concentrado deben ser lo bastante largos para que tu mente consciente desconecte totalmente del problema en el que estás centrado. Normalmente unas pocas horas son suficientes para que el modo difuso haga progresos significativos, pero sin llegar a dar tiempo de que la inspiración se desvanezca antes de pasar al modo concentrado. Una buena regla a seguir, cuando estás aprendiendo nuevos conceptos por primera vez, es no dejar los temas aparcados más de un día.
El modo difuso no solo permite ver las cosas desde otros puntos de vista sino que también parece facilitar la síntesis y la incorporación de las nuevas ideas en relación con los conocimientos previos. Esta práctica de mirar las cosas desde una nueva perspectiva también nos ayuda a entender por qué consultar con la almohada antes de tomar decisiones importantes suele ser una buena idea,18 y por qué es importante tomarse vacaciones.
Cuando te abres camino entre nuevos conceptos o hacia la solución de nuevos problemas a tu cerebro le cuesta cierto tiempo resolver la tensión entre los modos de aprendizaje concentrado y difuso. Trabajar en el modo concentrado es como fabricar los ladrillos, mientras que hacerlo en el modo difuso es como ir uniéndolos poco a poco con cemento. La capacidad para mantener la tarea a distancia, pacientemente, a pequeños ratos, es importante. Por eso, si la tendencia al aplazamiento es un problema para ti, te resultará vital aprender algunos de los próximos trucos neuronales para afrontarla con efectividad.
QUÉ HACER CUANDO ESTÁS REALMENTE ATASCADO
Las personas con mucho autocontrol pueden ser las que tengan más dificultades para obligarse a relegar su modo concentrado y facilitar que el modo difuso empiece su trabajo. Después de todo, han tenido éxito porque a veces podían continuar cuando otros flaqueaban. Si te encuentras a menudo en esta situación, puedes usar otro truco. Ponte como regla escuchar a compañeros de estudios, amigos o seres queridos que pueden percibir cuándo empiezas a estar peligrosamente frustrado. A veces es más fácil escuchar a otra persona que a ti mismo. (Cuando mi marido o mis hijos, por ejemplo, me dicen que deje de trabajar en los fallos de un programa de ordenador, yo misma sigo esta regla, aunque en aquel momento siempre protesto.)
Obsérvate a ti mismo
La próxima vez que te sientas frustrado por algo o por alguien, intenta tomar distancia mentalmente y observar tu reacción. Ocasionalmente, la rabia y la desilusión pueden tener un papel en la motivación para el éxito, pero también pueden desactivar áreas clave del cerebro que necesitamos para aprender. Si la frustración asoma, suele ser un buen indicador de que deberías tomarte un descanso, una señal de que necesitas cambiar al modo difuso.
Hablando de conversar con otras personas: cuando estás verdaderamente atascado, nada te ayuda más que recibir alguna inspiración de un compañero de clase, algún otro estudiante o el profesor. Pregunta a alguna otra persona acerca de una perspectiva distinta sobre la solución de un problema o de una analogía distinta para entender un concepto; sin embargo, es mejor que empieces peleando con el problema a solas antes de hablar de él con los demás, porque así los conceptos se consolidarán y serás más receptivo frente a las explicaciones. A menudo aprender significa comprender lo que nos hemos tragado, y para ello tenemos que habernos engullido algo. (Recuerdo que en el instituto yo miraba a mis profesores de ciencias con beligerancia, culpándoles de mi falta de comprensión, sin darme cuenta de que era yo quien tenía que dar el primer paso.) Y no esperes hasta una semana antes de los exámenes parciales o finales para recibir este tipo de ayuda. Haz consultas desde el principio y con frecuencia. A menudo el profesor puede replantear las cosas o explicarlas de un modo distinto que te ayude a entender la asignatura.
EL FRACASO PUEDE SER UN GRAN MAESTRO
Cuando estaba en el instituto decidí matricularme en una asignatura de Ciencias Informáticas. Acabé suspendiendo el examen final. Pero no acepté el fracaso, de modo que un año después me matriculé y lo probé otra vez. De algún modo, el hecho de estar alejada de la programación durante casi un año y luego volver a ella me hizo dar cuenta de lo mucho que en realidad la disfrutaba. En el segundo intento superé fácilmente el examen. Si hubiera tenido demasiado miedo al fracaso para matricularme la primera vez, y luego una segunda vez, ciertamente hoy no sería lo que soy, una apasionada y feliz científica informática.
CASSANDRA GORDON, acerca de sus experiencias en primer curso
de Ciencias Informáticas
Comprende las paradojas del aprendizaje
El aprendizaje es, a menudo, paradójico. Aquello que necesitamos para aprender es lo mismo que obstaculiza nuestra capacidad para hacerlo. Necesitamos hacer un esfuerzo de concentración para ser capaces de resolver problemas, pero al mismo tiempo también puede cerrarnos el acceso al nuevo enfoque que quizá necesitemos. El éxito es importante pero también lo es el fracaso. La persistencia es clave, pero una tenacidad inoportuna puede causar frustraciones innecesarias.
A lo largo de este libro, vas a encontrar varias paradojas del aprendizaje. ¿Sabrías prever cuáles podrían ser algunas de ellas?
INTRODUCCIÓN A LA MEMORIA DE TRABAJO Y LA MEMORIA A LARGO PLAZO
En este punto, será útil hablar de algunas nociones básicas sobre la memoria. Para nuestros propósitos, solo vamos a hablar de los dos sistemas de memoria principales: la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo.19
La memoria de trabajo es la parte relacionada con lo que estás procesando en tu mente de manera inmediata y consciente. Solía pensarse que nuestra memoria de trabajo podía recordar siete cosas —o bloques— a la vez, pero ahora existe la creencia generalizada de que la memoria de trabajo solo puede recordar unos cuatro bloques de información. (Tendemos a agrupar las cosas en secciones automáticamente, de modo que nuestra memoria de trabajo parece más grande de lo que realmente es.)20
Puedes imaginar la memoria de trabajo como el equivalente mental de un malabarista. Las cuatro cosas solo se mantienen en el aire, o en la memoria de trabajo, porque vas añadiendo un poco de energía. Es la que se necesita para que tus vampiros metabólicos, los procesos de disolución naturales, no consuman los recuerdos. En otras palabras, necesitas mantenerlos activamente; si no, tu cuerpo enviará la energía hacia otra parte y olvidarás la información que habías recibido.
Tu memoria de trabajo es importante para aprender matemáticas y ciencias porque es como tu pizarra mental particular donde puedes garabatear unas cuantas ideas en las que estás pensando o que estás intentando comprender.

En general, puedes mantener aproximadamente cuatro cosas en tu memoria de trabajo, como se muestra en la imagen de la izquierda. Cuando dominas una técnica o un concepto de las matemáticas o las ciencias, ocupa menos espacio en tu memoria de trabajo. Ello libera espacio mental para pensar, de modo que puede tratar más fácilmente con otras ideas, como se ve a la derecha.
¿Cómo mantienes las cosas en la memoria de trabajo? A menudo es por medio de la repetición; por ejemplo, puedes repetirte un número de teléfono hasta que puedas anotarlo. Puede que cierres los ojos para evitar que otras cosas invadan el limitado espacio de tu memoria de trabajo mientras te estás concentrando.
En cambio, la memoria a largo plazo puede compararse con un almacén. Una vez las cosas están allí, generalmente allí se quedan. El depósito es grande, con espacio para miles de millones de cosas, y es fácil que algunos paquetes queden tan profundamente enterrados que sea difícil recuperarlos. Las investigaciones han demostrado que cuando tu cerebro pone un bloque de información en la memoria a largo plazo por primera vez, tienes que revisitarlo unas cuantas veces para aumentar las probabilidades de encontrarlo en el futuro cuando lo necesites.21 (Los aficionados a la tecnología a menudo comparan la memoria de trabajo con la memoria de acceso aleatorio de un ordenador [RAM]c, y la memoria a largo plazo con el disco duro.)
La memoria a largo plazo es importante para el aprendizaje de las matemáticas y las ciencias porque es donde almacenas los conceptos y técnicas fundamentales que necesitas usar en la resolución de problemas. Mover la información de la memoria de trabajo a la de largo plazo es algo que lleva tiempo. Para apoyar este proceso, puedes usar una técnica llamada «repaso espaciado». Como quizás has adivinado, esta técnica consiste en insistir en lo que estás intentando memorizar, como una nueva palabra de vocabulario o una nueva técnica para resolver problemas, pero espaciando el repaso a lo largo de los días.
Dejar un día entre los episodios de repaso, extendiendo tu práctica a lo largo de unas cuantas jornadas, realmente marca una diferencia. Las investigaciones han demostrado que si intentas que algo se pegue a tu memoria repasándolo veinte veces en una tarde —por ejemplo— no funcionará tan bien, ni mucho menos, como si lo repasas el mismo número de veces a lo largo de varios días o varias semanas.22 Esto es parecido a la construcción de la pared de ladrillos que hemos visto anteriormente. Si no das tiempo a que el cemento se seque (para que las conexiones sinápticas se formen y se fortalezcan), no obtendrás una buena estructura.
CONSEJOS SOBRE EL SUEÑO
Muchas personas te dirán que no pueden echar un sueñecito en pleno día. Una sola cosa que aprendí en una única clase de yoga a la que asistí hace varios años fue cómo disminuir mi ritmo respiratorio. Lo que hago yo es ir respirando con lentitud y no pensar que tengo la obligación de dormirme. En cambio, pienso cosas como: «¡Hora de dormir!», y me concentro solo en mi respiración. También me aseguro de que la habitación esté a oscuras, o me cubro los ojos con uno de esos antifaces que se usan en los aviones. También pongo la alarma de mi móvil para que suene a los veintiún minutos, porque si una cabezadita se convierte en un sueño más largo puedes quedarte atontada. Esta cantidad de tiempo me da lo que podríamos llamar un reinicio cognitivo.
AMY ALKON, autora de una columna semanal de consejos y reina de las cabezaditas
Deja que tu mente trabaje en segundo plano
La próxima vez que estés tratando con un problema difícil, trabaja en él durante unos cuantos minutos. Cuando te quedes atascado, pasa a otro tema. Tu modo difuso puede continuar trabajando en segundo plano en el problema más difícil. Cuando vuelvas a él más tarde, a menudo quedarás gratamente sorprendido por el progreso que has hecho.
LA IMPORTANCIA DE DORMIR PARA EL APRENDIZAJE
Puede que te sorprenda saber que el simple hecho de estar despierto crea productos tóxicos en tu cerebro. Durante el sueño, tus células disminuyen de tamaño, lo que causa un notable incremento en el espacio entre ellas. Esto es equivalente a abrir una compuerta: permite que pase un fluido limpiador y arrastre las toxinas.23 Dicha higiene nocturna es parte de lo que mantiene sano tu cerebro. Cuando duermes demasiado poco, la acumulación de estos productos tóxicos explica, según se cree, por qué no puedes pensar con claridad. (La falta de sueño está relacionada con enfermedades que van del alzhéimer a la depresión. La falta prolongada de sueño es mortal.)
Los estudios indican que el sueño es una parte vital de la memoria y el aprendizaje.24 Parte de lo que este aseo somnoliento especial hace es borrar aspectos triviales de los recuerdos y al mismo tiempo fortalecer las áreas importantes. Durante el sueño, tu cerebro también ensaya algunas de las partes más difíciles de aquello que estés intentando aprender, repasando una y otra vez las pautas neuronales para profundizarlas y fortalecerlas.25
Finalmente, se ha demostrado que el sueño marca una diferencia en la capacidad de las personas para resolver problemas difíciles y hallar significado y comprensión en lo que están aprendiendo. Es como si la desactivación completa del «yo» consciente en la corteza prefrontal ayudara a otras áreas del cerebro a empezar a hablar más fácilmente unas con otras, permitiendo que hallen la solución neuronal de tu problema mientras duermes.26 (Por supuesto, debes plantar la semilla para tu modo difuso mediante un trabajo anterior en modo concentrado.) Parece que si repasas el material justo antes de echar una cabezadita o una siesta tienes más probabilidades de soñar con ello. Si vas incluso más allá y te planteas mentalmente que quieres soñar con ello, al parecer este truco incluso aumenta las probabilidades.27 Soñar con lo que estás estudiando puede incrementar sustancialmente tu capacidad de comprensión: de algún modo consolida tus recuerdos en bloques más fáciles de retener.28
Si estás fatigado, a menudo es mejor simplemente irse a dormir y levantarse un poco más temprano al día siguiente, de modo que estudies con el cerebro más descansado. Los estudiantes experimentados confirmarán que dedicarse a estudiar una hora con el cerebro reposado es mejor que estudiar tres horas con el cerebro cansado. Una mente falta de sueño simplemente no puede hacer las conexiones usuales que realizas durante los procesos de pensamiento normales. Pasar la noche antes de un examen sin dormir puede comportar que —a pesar de estar perfectamente preparado— tu mente sea simplemente incapaz de funcionar de modo correcto, por lo que obtendrás una mala nota.
UN MÉTODO PARA MUCHAS DISCIPLINAS
Los enfoques concentrado y difuso son valiosos para todo tipo de ámbitos y disciplinas, no solo las matemáticas y las ciencias. Como indica Paul Schwalbe, experto en lengua inglesa:
«Si tengo dificultades al trabajar en un problema, me echo en la cama con una libreta abierta y un bolígrafo y simplemente escribo mis pensamientos acerca de ello mientras me viene el sueño, y algunas veces también justo después de despertarme. Parte de lo que garabateo no tiene ningún sentido, pero en ocasiones adquiero una mirada totalmente nueva sobre mi problema».
EN RESUMEN
• Usa el modo concentrado para a empezar a tratar con los conceptos y los problemas de ciencias y matemáticas.
• Tras tu primer trabajo duro en modo concentrado, deja que el modo difuso tome el relevo. ¡Relájate y haz algo distinto!
• Cuando aparece la frustración, es el momento de centrar tu atención en otra cosa y dejar que el modo difuso empiece a trabajar en segundo plano.
• El trabajo en matemáticas y ciencias es mejor en pequeñas dosis: un poco cada día. Esto da a ambos modos, el difuso y el concentrado, el tiempo que necesitan para actuar y para que puedas entender lo que estás aprendiendo. Así es como se construyen estructuras neuronales sólidas.
• Si la tendencia al aplazamiento es un problema, intenta poner un temporizador de veinticinco minutos y concentrarte intensamente en tu tarea sin permitir que te aparten de ella ni mensajes de texto, ni páginas de internet, ni otras distracciones atractivas.
• Hay dos sistemas de memoria principales:
a) La memoria de trabajo, como un malabarista que solo puede mantener cuatro cosas en el aire.
b) La memoria a largo plazo, como un almacén que puede contener grandes cantidades de material, pero necesita visitas ocasionales para que los recuerdos se mantengan accesibles.
• El repaso espaciado ayuda a trasladar los recuerdos de la memoria de trabajo a la de largo plazo.
• El sueño es una parte crítica del proceso de aprendizaje. Te ayuda a: a) Hacer las conexiones neuronales necesarias para los procesos normales de pensamiento. Por eso es tan importante dormir la noche antes de un examen.
b) Resolver problemas difíciles y hallar el significado de lo que estás aprendiendo.
c) Reforzar y ensayar las partes importantes de lo que estás aprendiendo y eliminar trivialidades.
PÁRATE A PENSAR
Levántate y tómate un pequeño descanso: ve a beber un vaso de agua o a comer algo, o haz como si fueras un electrón y orbita una mesa cercana. Mientras caminas, comprueba cuánto puedes recordar de las ideas principales de este capítulo.
POTENCIA TU APRENDIZAJE
1. Nombra algunas actividades que te parezcan útiles para cambiar del modo concentrado al modo difuso.
2. A veces puedes tener la certidumbre de que has explorado nuevos enfoques para analizar un problema, cuando en realidad no lo has hecho. ¿Qué puedes hacer para adquirir consciencia más activamente de tus procesos de pensamiento y que eso te ayude a estar abierto a otras posibilidades? ¿Deberías mantenerte siempre abierto a nuevas posibilidades?
3. ¿Por qué es importante usar el autocontrol para obligarte a ti mismo a dejar de hacer algo? ¿Puedes pensar en situaciones fuera del ámbito de los estudios en las que esta habilidad también podría ser importante?
4. Cuando estás aprendiendo nuevos conceptos, te interesa repasar el material de estudio antes de que pase un día para que los cambios iniciales que has hecho en tu cerebro no se desvanezcan. Pero tu mente a menudo se preocupa de otras cuestiones: es fácil dejar pasar varios días antes de volver al mismo material de estudio. ¿Qué tipo de plan de acción podrías desarrollar para asegurarte de que repasas adecuadamente un material nuevo e importante?
LOS CONSEJOS DEL NEUROPSICÓLOGO ROBERT BILDER
SOBRE LA CREATIVIDAD

Robert Bilder… haciéndolo sin más en Makapu’u, Hawái.
El profesor de psiquiatría Robert Bilder es el director del Centro Tennenbaum de Biología de la Creatividad, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Dirige la iniciativa Mind Well [Piensa bien] para potenciar el logro creativo y el bienestar psicológico de los estudiantes, del personal de administración y servicios y del profesorado de UCLA.
Las investigaciones en biología de la creatividad sugieren varios ingredientes que todos nosotros podemos añadir a nuestras propias recetas para el éxito. El número uno es el factor Nike: Just do it! («¡hazlo sin más!»).
• En la creatividad, los números cantan: el mejor indicador de cuántas obras creativas producimos en nuestra vida es... el número de obras que producimos. A veces me parece un tormento dar el paso y exponer mi trabajo a otras personas, pero cada vez que lo hago resulta beneficioso.
• Afrontar el miedo: tras dar una charla en la sede principal de Facebook me dieron un cartel de motivación con la frase: «¿Qué harías si no tuvieras miedo?». Intento mirarlo cada día, y me propongo hacer algo valiente a diario. ¿Qué es lo que temes? ¡No permitas que te detenga!
• Las rectificaciones son inevitables: si no te gusta el resultado, ¡vuelve a empezar!
• La crítica nos hace mejores: al exponer nuestro trabajo a otros, y al exteriorizarlo de modo que podamos inspeccionarlo nosotros mismos, adquirimos una claridad y una perspectiva únicas y desarrollamos planes nuevos y mejorados para la siguiente versión.
• Ten disposición para la discrepancia. Hay una correlación negativa entre el nivel de creatividad y la tendencia al acuerdo, de modo que las personas más discrepantes tienden a ser las más creativas. Cuando recuerdo las pocas veces en las que descubrí algo novedoso, fue porque cuestioné las respuestas ya existentes. Por eso creo que avanzamos en el camino creativo siempre que remontamos un problema hasta sus fuentes y cuestionamos nuestras propias suposiciones (junto a las de otros); después ¡vuelta a empezar!