Introducción

SUS MANOS SON SORPRENDENTES. Si son largas y elegantes, nudosas y arrugadas, negras, blancas o amarillas, sus manos son hermosasy también son las herramientas más exquisitas que usted posee. Párese un momento a pensar todo lo que hace con manos y dedos cada día: contar monedas, abrochar botones, escribir con un bolígrafo, usar herramientas, hacer funcionar maquinaria, teclear, acicalarse, preparar alimentos, destapar botellas, enhebrar una aguja. Éstas son sólo algunas de las cientos de acciones que podemos realizar sin pensar siquiera en nuestras manos. Trate de imaginar ahora cómo realizaría esas tareas si no tuviera manos.

Es debido a la alineación de nuestros dedos con un pulgar flexible y opuesto por lo que podemos sostener, llevar y agarrar objetos aplicando distintos grados de presión, así como realizar manipulaciones infinitamente complejas, intrincadas y diminutas. De hecho, nuestros pulgares son una obra de ingeniería que no tiene rival en ninguna otra especie.

La capacidad de agarrar un objeto es sólo un aspecto de estas brillantes herramientas multifuncionales nuestras. El sentido del tacto es especialmente agudo en nuestras manos debido a que tenemos más receptores sensores concentrados en la punta de un dedo que en todo el brazo.

Así que, habiendo considerado las acciones que realiza con sus manos, piense ahora en el placer sensual que consigue con el tacto: la seductora sensación de la seda, tal vez, o la fresca sensación del agua escurriéndose entre los dedos, el frescor del mármol pulido, o la emoción de la piel de un amante.

Un uso diferente de las manos lo tenemos en la comunicación. Hacemos gestos, señalamos, enfatizamos lo que decimos con las manos, destacamos lo que queremos decir e indicamos nuestras intenciones a través de movimientos definidos y reconocidos. De hecho, nuestras manos son una parte muy importante de nuestro lenguaje corporal.

Y del mismo modo que hablamos con las manos, si sabemos interpretar las señales nuestras manos pueden hablarnos a nosotros. La forma de la palma de la mano, la formación de los dedos, las marcas de la piel y las rayas, todos estos elementos tienen una historia que contar que, cuando se descodifica, nos proporciona datos sorprendentes de nuestro carácter y personalidad, nuestras emociones, impulsos y deseos subconcientes, caminos profesionales e incluso nuestra predisposición a las enfermedades.

Descodificar el significado de nuestras manos es precisamente lo que la quiromancia nos ayuda a conseguir.

El mapa de la vida

Cuando nos miramos las manos, en esencia estamos mirando nuestro mapa genético, o si preferimos, nuesto ADN en forma gráfica. Aunque cada mano es exclusiva y diferente (ni siquiera nuestra mano derecha es exactamente igual a la izquierda), heredamos la forma y las marcas de las manos del mismo modo que heredamos la forma de la nariz o el color del pelo.

Las marcas de las manos se forman alrededor del tercer mes de nuestro desarrollo fetal. Los patrones de cualquier anormalidad congénita transmitida durante el embarazo de nuestra madre también quedan estampados en esas marcas. Los bebés afectados por el Síndrome de Down, por ejemplo, o aquellos cuyas madres contraen un virus tan agudo como el de la rubeola, nacen con modelos anormales característicos en las líneas palmares y huellas dactilares.

La investigación científica está empezando a demostrar que el entorno hormonal del útero determina la forma y las marcas de las manos, pero sigue sin saberse con precisión por qué la mano refleja nuestra herencia genética mejor que ninguna otra parte de nuestra anatomía. Pero tal vez el hecho de que las palmas de las manos contienen un gran número de terminales nerviosas (muchas más que cualquier otra parte del cuerpo, con excepción de las plantas de los pies) las convierte en un registro ideal de impulsos nerviosos o mensajes químicos. Y hay estudios científicos que nos dicen que se dedica una proporción mayor de nuestro cerebro a las manos que a otras partes de nuestro cuerpo.

Pero aunque todavía no tengamos una explicación científica precisa de cómo o por qué la quiromancia funciona, en los miles de años que las manos han sido objeto de estudio hemos llegado a darnos cuenta que nuestras manos se corresponden con nuestros caracteres y que las rayas de la palma de la mano registran hechos sucedidos en nuestra vida. Además, pueden indicar las tendencias e influencias que nos pueden afectar en los años venideros.

Futuro imperfecto

Todos sabemos que nuestras huellas dactilares no cambian nunca, aparte de hacerse más grandes junto con el resto de nuestro cuerpo a medida que crecemos y nos convertimos en adultos. Las rayas de la mano, sin embargo, pueden cambiar y, de hecho, cambian. Las marcas que tenemos en las manos no son indicadores absolutos de hechos irrevocables; sólo sugieren lo que podría pasar, lo que pasará.

Teniendo esto presente, podemos ver que un buen análisis de nuestras manos nos puede hacer conscientes de lo que puede suceder en el futuro. Estar avisado de antemano de un problema potencial significa que podemos tomar medidas preventivas y con suerte evitarlo. Del mismo modo, saber que nos esperan hechos favorables nos prepara para aprovechar las oportunidades que vendrán y asegurarnos de que no las dejamos escapar.

En esencia, si comprendemos las marcas de nuestras manos, podemos tomar el control de nuestra vida y elegir nuestro destino.

Mano derecha, mano izquierda

Una de las primeras preguntas que las personas hacen cuando comienzan a interesarse por la quiromancia es qué mano deben leer, la derecha o la izquierda. La respuesta es: ambas. De todos modos, cada una de ellas proporciona una información ligeramente diferente.

Si usted es diestro, su mano derecha o dominante, revela su persona pública, es decir, cómo le ve a usted el mundo exterior. Las marcas de esta mano representan su yo adulto, el desarrollo de los talentos con los que nació y el uso que usted hace de sus habilidades. Esta mano también es un mapa de posible hechos futuros.

Su mano izquierda o pasiva, revela su yo íntimo y privado: reacciones instintivas, aptitud natural, habilidades potenciales y cómo se ve a sí mismo. Esta mano representa el lado más profundo e inconsciente de su naturaleza.

Si usted es zurdo, simplemente aplique la regla a la inversa. Por cierto, alrededor del 13 por ciento de la población nace zurda y si usted es una de estas personas, tendrá la buena compañía de Leonardo da Vinci, Paul McCartney, Charlie Chaplin, Cole Porter, Horatio Nelson y Harpo Marx, que son sólo algunos zurdos que han destacado por su grandeza.

Cada una de las manos está vinculada con un hemisferio diferente del cerebro. En una persona diestra, la mano dominante está ligada al lado izquierdo del cerebro, y la mano izquierda está gobernada por el hemisferio derecho. En esencia, las señales que van del cerebro a la mano se cruzan al pasar al cuerpo. La investigación psicológica ha demostrado que cada hemisferio está relacionado con diferentes funciones: el izquierdo con los procesos centrales de lógica, razonamiento y matemáticas, que pasa las señales a la mano derecha, mientras que el hemisferio derecho está relacionado con nuestras capacidades más intuitivas y talentos artísticos, que pasa las instrucciones hacia la mano izquierda. Para las personas zurdas, las funciones y señales se invierten. Estos estudios confirman lo que los quirománticos saben desde hace miles de años: que cada mano representa un lado distinto de la vida de una persona y que hace falta examinar las dos manos para tener una idea completa.

Recuerde, no hay dos manos que sean exactamente iguales. Si usted estudia sus manos con detenimiento, probablemente notará varias diferencias entre la derecha y la izquierda. Tal vez una línea sea más larga en una mano, o un pulgar sea más delgado que el otro, o las huellas dactilares presenten patrones marcadamente diferentes.

Esto quiere decir que hay que esperar que haya pequeñas diferencias. Las discrepancias más grandes, sin embargo, son otra historia y proporcionan una información interesante sobre la capacidad de la persona de equilibrar los procesos racionales con el talento creativo. Lo que hacen las diferencias significativas es revelar un desajuste entre la imagen propia de esa persona y la que presenta a los ojos del mundo exterior.

Por ejemplo, un pulgar fuerte en una mano y un pulgar débil en la otra puede revelar una naturaleza tiránica enmascarada por un exterior encantador y afable. O una línea del corazón corta y curvada en la mano izquierda de una mujer, emparejada con una línea recta en la mano derecha puede sugerir que en el fondo, se trata de una mujer tierna y romántica que sueña con ser raptada por un hermoso héroe. Pero lo que ella presenta es una imagen de autoconfianza y super eficiencia que ahuyenta a todos los candidatos potenciales. La identificación de este tipo de disparidad puede explicar a menudo por qué se producen malos entendidos en una relación, o por qué los hechos nunca cumplen con nuestras expectativas.

Nuestras manos, entonces, son como libros abiertos que contienen una fuente rica de información sobre nosotros mismos, sobre nuestro potencial mental, nuestra salud, nuestras emociones, necesidades e impulsos. Es en este nivel de análisis cuando podemos comenzar a apreciar la profundidad y complejidad de este fascinante estudio y descubrir que cuanto más ahondemos en la observación de las marcas de las manos, más sabremos sobre nosotros mismos y lo que realmente nos conmueve.

Todo lo que tenemos que hacer es saber cómo leer las señales.

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La palma de la mano está dividida en áreas o zonas. Debido a que muchas de éstas son elevadas o acolchadas, se les conoce como «montes». Los dedos están compuestos de tres secciones que se llaman falanges.

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Las cinco marcas más importantes de la palma de la mano se conocen como línea de la vida, línea de la cabeza, línea del corazón, línea del destino y línea de Apolo. Tradicionalmente, los dedos reciben el nombre de dioses antiguos cuyas características describen el aspecto que cada dedo representa.