Considerando los innumerables gestos que hacemos con las manos cada día, no resulta sorprendente que lo primero que tendemos a ver en las manos de una persona son los dedos. Si alguien está señalando o saludando con la mano, o entregando dinero u otros objetos, es probable que usted se fije en el largo y en la forma de los dígitos, especialmente si se salen de lo común por algún motivo: por ejemplo, son extraordinariamente largos y elegantes, o curiosamente cortos y gordos. De hecho, muchas veces nos sorprendemos, porque no esperamos ver uñas comidas en una persona muy acicalada o nudillos huesudos en alguien que parece más bien gordo y fuerte.
Estas características de nuestros dedos y muchas otras nos dan una valiosa información sobre nuestra personalidad. Los dedos largos o cortos, gruesos o delgados, doblados o rectos, rígidos o flexibles, redondeados o puntiagudos, nudosos o lisos nos proporcionan inmediatamente pautas sobre nuestro temperamento y comportamiento instintivo.
¿Sus dedos son largos o cortos? Puede saberlo comparando el largo del dedo medio con el largo de la palma de la mano. Con una regla, mida el dedo medio desde la punta hasta la línea donde el dedo se une con la palma. A continuación, mida desde este punto hasta la muñeca. Si su dedo medio es más de tres cuartos el largo de la palma, puede decir con seguridad que usted tiene dedos largos. Cuando la relación entre dedo y palma es menor, los dedos se consideran cortos.
Los dedos largos pertenecen a las personas que se fijan en los detalles. Estas personas son pacientes y metódicas, les encanta pasarse horas estudiando escrupulosamente minucias y enredos. Si usted tiene dedos largos, tiene la habilidad de centrar la atención en los detalles y de ver los defectos más pequeños a veinte pasos. Es meticuloso con todas las tareas que emprende y nada le parece demasiado trabajo cuando se trata de hacer las cosas bien. Nada de atajos si esto puede socavar la calidad de su trabajo.
Los dedos cortos son señal de fuertes facultades intuitivas e instintivas. Pertenecen a las personas que trabajan con rapidez, ven algo con una sola mirada y leen entre líneas. Si usted tiene dedos cortos, seguro que es un excelente organizador, capaz de tener una visión general de una situación más que de preocuparse por los detalles más pequeños. Si un atajo le permite llegar a su destino con mayor rapidez, usted lo usa. Preocuparse por los detalles no es lo suyo y de hecho, es algo que lo impacienta. Usted no es de los que se quedan quietos, prefiere acabar una tarea y pasar el siguiente reto.
En la mano ideal, el dedo medio generalmente es más largo que sus vecinos a cada lado. Los dedos índice y anular normalmente son iguales o casi iguales en largo y lógicamente el dedo meñique, como su nombre indica, es más corto que los demás.
Cuando juzgue el largo de sus dedos, es importante medirlos con mucho cuidado usando una regla. Algunos dedos parecen ser más cortos de lo que son en realidad simplemente porque están insertados en la palma un poco más abajo que los otros. Esto pasa mucho con el meñique, que cuando empieza realmente muy abajo indica una falta de confianza en sí mismo. Descubrir que un dedo es realmente más largo que lo que parece normalmente da muchos ánimos porque muestra que el talento está allí pero enmascarado por una baja autoestima. La indicación de todas las habilidades y capacidades latentes indicadas en otras partes de la mano también ayuda a que su dueño refuerce su confianza en sí mismo.
En algunos casos es el dedo índice el que está insertado más abajo que los demás y cuando esto pasa puede significar un complejo de inferioridad. Cuando nos encontramos con uno así, seguro que su dueño es una persona pendenciera.
Investigaciones recientes llevadas a cabo por una importante universidad británica han confirmado algo que los analistas de manos saben desde hace miles de años: que el largo del dedo anular de un hombre refleja su potencia sexual y fertilidad.
Tradicionalmente, el dedo anular se ha considerado un indicador de nuestra creatividad. Un anular largo representa nuestro sentido de felicidad y satisfacción en la vida, pero si es corto en comparación con el índice, revela inhibiciones fundamentales y falta de disfrute espontáneo. Cuando pensamos en creatividad, automáticamente tendemos a pensar en el talento artístico, pero la creatividad es el acto de crear, y el acto más fundamental de creación es el de producir una nueva vida. Éste es el vínculo que se ha confirmado entre el largo del dedo anular de un hombre y su potencia fértil.
Cuando se trata de la fertilidad de una mujer, es su dedo índice el que hay que analizar. Es el dedo que corresponde a nuestro sentido de poder personal e impulso del yo. Según la investigación, un dedo índice largo en la mano de una mujer predice una fuerta capacidad reproductiva. Se ha descubierto que las mujeres con índices largos tienen también más posibilidades de embarazos sanos y tienden a tener familias más numerosas. En el análisis de manos, un índice largo es señal de naturaleza asertiva y mandona, tal vez las características necesarias en una mujer que tiene que criar a un montón de hijos. Los índices destacadamente cortos denotan timidez y sentimientos de inferioridad.
Tanto en los hombres como en las mujeres, los índices cortos también pueden proporcionar otras pautas sobre nuestra sexualidad y orientación sexual. Se cree que un índice marcadamente más corto que el anular puede indicar tendencia a la homosexualidad. Dado que nuestras manos se forman muy al principio de nuestro desarrollo fetal, el largo de los dedos bien podría estar determinado por la mezcla hormonoal en el útero y cualquier desequilibrio aquí podría provocar diferencias en el largo de los dedos.
Obviamente, hace falta medir los dedos con mucha precisión ya que es muy posible que un índice parezca más largo o más corto por la forma de poner la mano o por el lugar donde se inserta en la palma. De todos modos, descubrimientos como éstos hacen mucho para establecer la credibilidad de la quiromancia al confirmar que verdaderamente es posible leer la formación genética de una persona en su mano.
Algunos dedos son lisos (a), mientras que otros tienen articulaciones con marcadas protuberancias (ver Figura 4-b). Cuanto más lisos los dedos, con mayor rapidez se forman las impresiones y más rápidas son las respuestas. Hágale una pregunta a alguien que tenga los dedos lisos y probablemente reciba una respuesta inmediata.
Las articulaciones prominentes, que dan lo que se conoce como «dedos nudosos», revelan un carácter más analítico, o sea alguien que es más lento en responder porque necesita tiempo para procesar la información. Hágale una pregunta a esta persona y probablemente tendrá que esperar un momento para que le responda.
Esto es especialmente así cuando las articulaciones superiores están destacadamente desarrolladas, ya que esto es señal de una mente meditativa o contemplativa. Los poseedores de dedos así también pueden ser bastante exigentes y críticos con los demás. Pero cuando sólo las articulaciones basales están bien formadas, es señal de alguien que necesita vivir en un entorno ordenado y estructurado. Estas personas son frecuentemente muy autodisciplinadas e insisten en llevar una existencia limpia y ordenada.
Los dedos que son flexibles revelan una naturaleza elástica y generosa. Los dedos rígidos que no se doblan para nada en las puntas indican una disposición rígida.
Figura 4
Los dedos pueden acabar en una variedad de formas (ver Figura 5), tales como:
• Redondeada.
• Aplastada, conocida como cuadrada.
• En punta, con lo que el dedo parece afilado.
• En forma de espátula, o sea que la punta del dedo es más ancha.
En algunas manos todos los dedos acaban en la misma forma y eso crea un conjunto. Analizar un conjunto es bastante sencillo, pero otras manos pueden tener dedos que acaban en formas diferentes y en ese caso, habrá que valorar cada dedo por separado.
Figura 5
Hablando en general, los dedos que acaban en puntas redondeadas denotan una forma de ser amable y receptiva. Los dedos de punta cuadrada son señal de una naturaleza práctica y la predominancia de este tipo de dedos en una mano indica que su dueño es capaz de transformar ideas en realidad. Los dedos afilados son señal de idealismo, por lo que las personas que tienen varios dedos así se forman impresiones rápidamente y responden de forma instantánea a la información que les llega. Los dedos cuyas puntas tienen forma de espátula indican inspiración y actividad, y quien posea la mayoría de dedos de esta forma generalmente será muy inventivo.
Históricamente, cada dedo recibía el nombre de un dios romano cuyas características simbolizaban aquellos aspectos de la personalidad que el dedo representa. En la actualidad, en la quiromancia tradicional todavía se conocen con dichos nombres porque indican muy adecuadamente lo que los dedos representan.
Debido a que este dedo representa el ego y el yo conciente recibe el nombre de Júpiter, el líder de los dioses. Es el dedo con el que señalamos, a nosotros mismos y a otros. Es el dedo que sacudimos en admonición y el que usamos cuando queremos enfatizar lo que estamos diciendo.
Dependiendo de su largo, de su forma y de cómo lo movemos, el índice revela lo que pensamos de nosotros mismos y cuál es nuestra postura en la vida. Además, indica facultades de liderazgo y confianza en uno mismo como individuo. Si quiere saber cómo le va a ir en un entorno competitivo, éste es el dedo que hay que examinar.
Si su índice es recto, muestra una sana imagen de sí mismo; es señal de confianza y seguridad en uno mismo.
Un índice que se inclina visiblemente hacia el pulgar denota una personalidad ambigua, y si se inclina hacia el otro lado, hacia el dedo medio, indica que uno no se siente a gusto con las características de la vida competitiva. Más bien, usted es un trabajador duro y completo que prefiere vivir la vida apartado de las luces de candilejas. Si es sólo la punta la que se curva muy claramente hacia el dedo medio, puede indicar un fuerte egoísmo.
Cuando el índice es igual de largo que el dedo medio hay que comprobar que no se trate de un dedo medio inusualmente corto. Si el índice, el medio y el anular son más o menos iguales, se puede suponer con seguridad que es el dedo medio el que no tiene una medida regular. Si el dedo índice es realmente el más largo, sugiere fuertes dotes de mando y autoridad. En una personalidad positiva, esto indicaría un líder firme pero justo. En una persona negativa, sin embargo, esto podría indicar que se trata de un matón.
Los índices cortos invariablemente denotan falta de confianza en sí mismo, pero hay que confirmar que el dedo encaje en la palma en una línea pareja con el resto de dedos. Si está más abajo, es probable que el dedo sea más largo de lo que parece (ver Figura 6). De todos modos, los índices que están insertos muy bajos en la palma generalmente sugieren la presencia de un fuerte complejo de inferioridad.
Observe la punta de este dedo. Si es cuadrada, muestra habilidad práctica. Si es redondeada o incluso afilada, sugiere que su dueño entiende rápidamente lo esencial. Una punta en forma de espátula aquí generalmente forma parte de un conjunto, pero revela que su dueño tiene cualidades de liderazgo y que se le encontrará al frente de cualquier situación.
Como dedo que representa la estabilidad y la responsabilidad, este dedo recibe el nombre de Saturno, el dios de la experiencia, la sobriedad y la sabiduría. Según el largo y su forma, éste es el dedo que hay que examinar en busca de pautas sobre el sentido del deber y el compromiso de una persona.
Figura 6
De forma ideal, el dedo medio debería ser un poco más de un centímetro más largo que sus vecinos a ambos lados. Esto indica una persona en la que se puede confiar, con una actitud firme y equilibrada ante la vida. Si el dedo es marcadamente corto, el enfoque es poco convencional. La persona con un dedo medio corto puede ser irresponsable y nada conformista; no hay que esperar que siga reglas o normativas, sino más bien que actúe según su tendencia a burlarse de las leyes en todas las ocasiones posibles. Un dedo medio demasiado largo se asocia con una naturaleza mórbida o melancólica. Un dedo de Saturno muy largo es frecuentemente señal de pesimismo o soledad.
Un dedo medio inclinado hacia el índice confirma el impulso a tener éxito. Inclinado hacia el anular, sugiere que su dueño se confía demasiado, lo que le impide desarrollar todo su pontencial. Llevarlo recto y extendido describe a su dueño perfectamente.
Cuando la punta del dedo medio es cuadrada, revela una forma de ser conservadora o disciplinada. Una punta en forma de espátula denota un pensador profundo, alguien muy cauto, incluso con tendencias espartanas. La punta redondeada indica una actitud más despreocupada y la afilada marca a la persona que todo lo deja para después.
Representa la capacidad creativa, el talento artístico y la apreciación del arte y recibe el nombre de Apolo, el dios del Sol.
Pintores, escritores y actores frecuentemente tienen dedos de Apolo rectos y bien formados que parecen destacar entre los otros dedos. Un anular bien proporcionado refleja un individuo culto que disfruta expresándose bien y encuentra satisfacción en sus habilidades. Un dedo anular corto sugiere que su dueño tiene una actitud materialista más que creativa con respecto a sus asuntos.
Cuidado con los dedos de Apolo extra largos, ya que son la marca del jugador. Los empresarios deberían tenerlo presente, especialmente a la hora de contratar a directivos para sus departamentos financieros.
Un dedo anular de punta redondeada refleja buenas dotes de expresión creativa. Si la punta del dedo es cuadrada, su dueño será una persona práctica, pero con falta de imaginación o inspiración artística. Una punta afilada indica tendencias idealistas e ideas poco prácticas. Una punta en forma de espátula denota talento dramático, por lo que es frecuente verla en las manos de actores o en personas predispuestas a la exageración.
El dedo meñique recibe el nombre de Mercurio porque, como mensajero de los dioses, representaba las comunicaciones, y eso es precisamente con lo que se asocia al más pequeño de nuestros dedos de la mano. Nos da pistas sobre nuestra capacidad de aprender e impartir información. También puede decir algo sobre nuestras capacidades mentales y literarias, nuestros talentos e intereses en el mundo de los medios de comunicación, la ciencia, los negocios, la medicina o la tecnología. Para ser el dedo más pequeño, ¡sí que esconde mucha información!
Con una regla, mida el largo del dedo meñique y compárelo con el del dedo anular. Muchos meñiques parecen más cortos de lo que son sólo porque se implantan en la palma más abajo que sus vecinos (ver Figura 6). Podemos decir que el dedo de Mercurio es largo cuando llega a la mitad de la falange superior del dedo anular (o la sobrepasa).
Un dedo de Mercurio muy largo, que llega hasta la falange que tiene la uña del dedo anular, es la mejor señal de un buen orador. Las personas que tienen con fuertes dotes literarias o poder de oratoria frecuentemente poseen un dedo meñique largo. Si el suyo es especialmente largo, tal vez signifique que está destinado a ser escritor; lo que ciertamente significa es que es un buen conversador e ingenioso además.
Un dedo meñique corto es lo contrario y significa que su dueño tiene dificultades para expresar sentimientos y conceptos en palabras.
Un meñique recto es la mejor señal de una persona honesta, llena de integridad. Uno que se curva hacia el anular significa que la persona es altruista, siempre dispuesta a anteponer a los demás o preparada para sacrificar sus sueños y ambiciones a favor de sus seres queridos.
Pero si sólo es la punta del dedo la que se curva, entonces estamos delante de una persona sagaz y observadora, con mucho conocimiento. Esto es bastante diferente de un meñique torcido, que indica precisamente una persona poco honesta.
Un meñique de punta afilada pertenece al seductor, la persona que tiene el don natural del encanto oral. Los poseedores de este tipo de dedo son buenos vendedores, aunque también es útil para cualquier persona que se dedique a los negocios o los medios de comunicación. La punta redondeada de este dígito denota una persona bienhumorada, de inteligencia despierta. Las puntas cuadradas o en forma de espátula no son frecuentes en este dedo, pero cuando existen forman parte de un conjunto. Ambas formas denotan aquí una naturaleza práctica y revelan que la persona posee la habilidad y capacidad de poner en práctica sus ideas.
Como seres humanos, somos la única especie con pulgares altamente desarrollados que podemos mover de forma opuesta a los demás dedos. Esta acción de pinzar nos permite agarrar y manipular objetos con toda precisión y con un sofisticado grado de movimiento. El desarrollo de nuestros pulgares es tan crucial para la destreza de nuestras manos que algunos quirománticos consideran que el pulgar es el indicador más importante de nuestro carácter y personalidad.
Tradicionalmente, el pulgar representa nuestra fuerza de voluntad y la lógica. Según su tamaño y forma, revela nuestra fuerza, iniciativa y fuerza de carácter. Su flexibilidad, así como la forma de llevarlo, nos dirá mucho sobre nuestro nivel de resolución, persistencia y firmeza de mente y espíritu.
Pero el pulgar debe dar la impresión de mezclarse bien con la palma y los dedos. Debe hacer que la mano parezca bien equilibrada. Una mano pequeña y delgada necesita un pulgar pequeño y delgado. Si es demasiado grande, la persona puede ser de naturaleza fuerte y dominante. Del mismo modo, un pulgar que es demasiado corto o demasiado delgado en una mano grande y fuerte sugeriría una personalidad débil, con falta de determinación, fácilmente influenciable por los demás y por las circunstancias externas. La Figura 7 muestra una variedad de formas y tipos de pulgares.
Figura 7
Al valorar un pulgar, la primera regla es buscar el equilibrio: el pulgar debe complementar el resto de la mano y dar la impresión de pertenecer a un todo. Una mano bien equilibrada, con todas sus partes en armonía, es señal de un individuo bien adaptado.
La segunda regla es que las dos secciones que forman el pulgar deben ser aproximadamente iguales en longitud (a). La sección superior, o sección de la una, representa la fuerza de voluntad y la segunda sección simboliza la razón y la lógica. Si la sección superior es marcadamente más larga que la otra, podemos deducir sin temor a equivocarnos que la voluntad se impondrá a la razón, por lo que su dueño tendría tendencia a actuar sin pensar. En cambio, si es la segunda sección la que es más larga, entonces el proceso de razonamiento domina la determinación a actuar y debilita el impulso de la persona. En este caso habría muchas palabras y buenas intenciones, pero pocas acciones para llevar los planes a la realidad.
Cuanto más flexible sea el pulgar, más adaptable será la persona. Un pulgar que se inclina hacia atrás en la sección superior es señal de una naturaleza flexible (b). Por el contrario, si el pulgar es rígido, podemos estar seguros de que su dueño tiene actitudes fijas y una personalidad inflexible.
¿Qué angulo forma el pulgar con la palma de la mano? La norma para una mano en descanso es que el pulgar forme un ángulo de aproximadamente 45 grados con la palma, pero si le pedimos a una persona que extienda su pulgar veremos que el ángulo de apertura puede ir desde los 30 grados hasta más de los 100.
Básicamente, cuanto más amplio sea el ángulo de apertura, más extrovertido será el individuo. Una gran apertura muestra una naturaleza expansiva y extravagante, con pocas inhibiciones. La capacidad de concentración puede ser pobre, ya que las personas con esta mano tienden a distraerse fácilmente y a trabajar a impulsos espasmódicos.
Una apertura de 90 grados es señal de una naturaleza en equilibrio. La persona es franca y abierta, cálida, amigable y de trato fácil.
Cuanto más cerrado es el ángulo, más estrecha es la visión y más cauta e inhibida es la persona (c). Es la señal de un individuo más bien reservado, con dificultades para hablar abiertamente de sus sentimientos o para compartir sus ideas. La capacidad de concentración, sin embargo, no presenta problemas. En realidad, estas personas son persistentes y testarudas. Si el ángulo de apertura es muy agudo, puede ser signo de tacañería. A estas personas les gusta agarrarse no sólo a sus emociones, sino también a sus billeteros.
Siempre que el pulgar parezca estar en armonía con la mano, un pulgar fuerte en una mano de apariencia fuerte denota vitalidad, resistencia, determinación y sentido común.
Cuanto más refinado sea el pulgar, más refinado es el pensamiento. Un pulgar de hermosas proporciones, largo y elegante, revela un pensamiento lógico e intelectual (d).
Un pulgar delgado, de apariencia débil, indica falta de fuerza y naturaleza vacilante. Si a un pulgar visiblemente le falta vitalidad, a su dueño también. No importa que la mano sea rica en talento o que las líneas de la palma prometan mucho; si el pulgar no tiene la suficiente fuerza para proporcionar el impulso necesario, el potencial de la persona difícilmente se desarrollará como haría falta para hacerla llegar al éxito.
Cuando la segunda sección es gruesa y el pulgar tiene lados paralelos, a la persona le falta tacto. Los dueños de pulgares así tienden a ser bruscos y con frecuencia meten la pata. Un pulgar con forma de reloj de arena, en cambio, denota dotes diplomáticas y las personas cuyos pulgares tienen esta forma poseen una inmensa capacidad de discreción.
Pero normalmente es la forma de la punta del pulgar la que permite ver enseguida cuál es el enfoque vital de la persona. Una punta afilada, por ejemplo, revela de forma instantánea a una persona que actúa impulsivamente. Las personas que tienen este tipo de pulgar están bien versadas en las artes de la manipulación y saben exactamente cómo salirse con la suya.
Un pulgar de punta más redondeada es señal de una mente creativa. Estas personas saben expresarse con elocuencia y les gusta causar buena impresión donde quiera que vayan.
Un pulgar de punta cuadrada denota a la persona práctica, llena de sentido común, que tiende a guiarse por las normas y cree en la honradez y el juego limpio.
La originalidad y una buena imaginación pertenecen a una punta en forma de espátula (e), pero hay que asegurarse que verdaderamente es un pulgar cuya punta tiene forma de espátula y no una falange superior bulbosa. Se diferencian porque la punta en forma de espátula está bastante bien formada y se ensancha hacia ambos lados de la uña. La punta bulbosa, en cambio, tiende a presentar toda la sección superior gruesa y carnosa en todo el contorno.
Una punta bulbosa sugiere agresión. Las personas con este tipo de pulgar tienen mucha energía reprimida y si no pueden canalizarla hacia una actividad física, es probable que recurran a la violencia cuando se sienten acorralados. Esta forma también se conoce como pulgar «en maza» y nos advierte sobre una naturaleza obstinada, terca.
Observemos ahora la punta del pulgar de perfil. ¿Tiene forma entallada, cincelada, como si se hubiera desbastado desde la articulación hacia la punta? Si es así, es una forma de pulgar encantadora, que revela buenas dotes psicológicas y excelentes habilidades sociales. Los poseedores de este tipo de dedo son personas afables que se relacionan fácilmente con los demás.
Se pueden saber muchas cosas de una persona por sus uñas. Las uñas comidas, por supuesto, sugieren una disposición ansiosa; las uñas sucias y mal cuidadas pueden indicar despreocupación por la higiene o falta de orgullo personal, mientras que unas uñas muy manicuradas nos llevan a pensar que se trata de una persona muy meticulosa con su presencia.
En todo caso, se trata de observaciones «cosméticas» que los analistas de manos toman como un hecho, pero en las uñas se pueden ver datos mucho más profundos e importantes, porque no sólo nos dan información sobre carácter y temperamento, sino también valiosas indicaciones sobre el estado de nuestra salud.
Las uñas pueden tener varias formas fácilmente identificables (ver Figura 8). Las principales categorías son:
• Cuadrada.
• Ancha.
• En abanico.
• Avellanada.
• Estrecha.
Dentro de cada grupo también pueden haber variaciones. Al valorar la forma de una uña sólo cuenta la parte rosa y viva, no el extremo al que se le puede dar forma según el gusto de su dueño. Lamentablemente, las uñas mordidas frecuentemente presentan formas distorsionadas que dificultan su inclusión en la categoría adecuada.
Figura 8
Se identifica fácilmente por una base estrecha y lados paralelos, y puede ser grande o pequeña. Esto se puede medir por la cantidad de dedo que se ve alrededor de la uña; si la uña cubre casi toda la punta, se trata de una uña grande, pero si se ve mucho dedo alrededor de la uña, se trata de una uña pequeña.
Las uñas cuadradas revelan un temperamento estable y una naturaleza generalmente bien equilibrada. Cuanto mayor tamaño tenga la uña, más tolerante, de trato fácil y mente abierta será la personalidad. Cuando la forma cuadrada es comparativamente pequeña, puede indicar una mentalidad crítica y exigente. Las personas con uñas cuadradas pequeñas a menudo tienen una visión cínica de la vida. Ya sean las uñas grandes o pequeñas, las personas que tienen uñas cuadradas tienen una gran memoria y nunca olvidan un desaire.
Desde el punto de vista de la salud, la hipocondría se asocia con esta forma de uña.
No hay que confundir una uña comida con una ancha y para estar absolutamente seguros de que se trata de una uña ancha, hay que poder ver el extremo blanco. Una uña ancha verdadera tendrá una base recta y lados paralelos, pero será mucho más ancha que larga. Cuando se da este tipo de uña, suele ser en los pulgares.
Sus dueños con frecuencia poseen fuertes temperamentos; tal vez se enfaden lentamente, pero cuando lo hacen explotan como volcanes. El lado positivo es que estas explosiones al menos limpian el aire y una vez que su furia se ha aplacado, no guardan rencores ni hacen recriminaciones duraderas.
Dada la tendencia a las violentas erupciones momentáneas de furia, no es sorprendente que la uña ancha se vincule con una predisposición a los ataques fulminantes.
Esta uña también se conoce como uña en forma de concha, dado que su forma triangular recuerda a una venera. Se encuentra en personas sensibles propensas a la tensión nerviosa. Curiosamente, las uñas a veces pueden adoptar esta forma cuando sus dueños están pasando largos períodos de tensión; si esto ocurre, es una advertencia de que el sistema nervioso tiene problemas. El mensaje aquí es sencillo: aprenda a relajarse, tómese tiempo libre y delegue, porque de otro modo pueden haber serias repercusiones en la salud.
Esta forma tiene una base redondeada de presencia agradable y recuerda a una avellana, de ahí su nombre. Las personas con uñas de este tipo tienden a ser soñadoras y de naturaleza plácida, aunque cuando están molestas se pueden mostrar enfurruñadas durante mucho tiempo. Desde el punto de vista de la salud, la tendencia en estas personas es a vivir según sus nervios.
Las uñas estrechas tienen una base redondeada y son largas y gráciles, estando rodeadas muy visiblemente por el dedo. Pueden ser señal de una naturaleza fría y egoísta. Físicamente, tienden a demostrar que la salud de su dueño no es muy robusta. Estas personas parecen poseer mucha energía nerviosa y pueden ser hipersensibles.
Si las uñas estrechas parecen garras, el egoísmo puede ser una característica de la personalidad especialmente marcada. Esta forma de uña también puede ser señal de deficiencias alimentarias, caracterizadas por una asimilación pobre y una eliminación lenta.
Una vez valorada la forma, el paso siguiente es considerar la condición real de las uñas (ver Figura 9). ¿Presentan alguna malformación o peculiaridad? Hay que observarlas de perfil para ver si son cóncavas, en forma de plato, o si están marcadas por estrías muy visibles.
Nuestras uñas están hechas de queratina, una proteína que el cuerpo produce constantemente y que se transforma en una película dura y córnea para proteger las delicadas puntas de los dedos. Una uña tarda seis meses, de promedio, en crecer desde la cutícula hasta la punta. Esto se conoce como la parte viva de la uña, opuesta al extremo blanco formado por células muertas que, por consiguiente, no duele cuando lo cortamos o limamos.
Curiosamente, el ritmo de crecimiento puede variar. Las uñas crecen más rápidamente en tiempo caluroso que frío, más rápido en la mano derecha que en la izquierda (esto en las personas diestras, pero al revés en los zurdos) y más rápido en las manos que en los pies. El ritmo de crecimiento también puede variar de acuerdo con nuestra salud.
Debido a que la uña está en constante producción, cualquier trauma repentino para el sistema (un shock o una dieta extrema, por ejemplo) influirá en el proceso y dejará alguna marca en la uña. El proceso de formación de una uña se puede asimilar a una cinta transportadora. Cuando todo va bien, la cinta seguirá pasando a una velocidad constante y con un grueso siempre igual, pero si se cambia la consistencia del material usado para hacer la cinta o se corta el suministro de energía temporalmente, la cinta transportadora probablemente se moverá a tirones o se volverá despareja, con bultos, muescas o surcos.
Estas irregularidades apuntan directamente a problemas de salud, especialmente los surcos horizontales que indican que ha ocurrido algo que ha alterado la delicada producción de queratina. Por ejemplo, un cambio en la consistencia puede tener su origen en deficiencias de vitaminas y minerales, en reacciones alérgicas o en cambios repentinos de la alimentación. Un choque emocional o la aparición de una grave enfermedad (ambas relacionadas con la interrupción temporal de la fuente de energía) también pueden causar un surco profundo, dado que en ese punto la producción de queratina se habría interrumpido o se habría vuelto considerablemente más lenta.
Sabiendo que una uña tarda aproximadamente seis meses en crecer, podemos establecer cuándo ocurrió el incidente. Un surco profundo a mitad de la uña, por ejemplo, sugiere que el hecho tuvo lugar hace tres meses. Más arriba en la uña indicaría tal vez una antigüedad de cinco meses, mientras que más abajo o más cerca de la cutícula indicaría un hecho bastante reciente. Una serie de surcos que le dan a la uña una presencia corrugada sugiere un problema alimentario continuado o que su dueño ha pasado un largo período de tensión. En estas circunstancias habría que tomar medidas para enderezar el problema, dado que el sistema obviamente está sufriendo una anomalía. Pero si se trata de un surco aislado que se repite en el mismo lugar en todas las uñas, probablemente se pueda explicar por una situación de duelo, por ejemplo, o un cambio importante en la alimentación, hechos ambos que se pueden fijar en una fecha determinada. Si usted encuentra un surco, compruebe que se repita en todas las uñas en el mismo punto, porque una sola marca en el pulgar, por ejemplo, puede haber sido causada por una lesión física, como pillarse el dedo en una puerta o golpéarselo con un martillo.
Figura 9
Las estrías verticales, como costillas que recorren las uñas, son diferentes de los surcos horizontales. Pueden estar vinculadas a problemas de piel, reumáticos o de desequilibrio hormonal.
Ahora observemos la uña de perfil. Lo ideal es que las uñas tengan una apariencia elástica, ligeramente arqueada desde la cutícula hasta la punta, pero muchas veces nos encontramos con una uña que se hunde visiblemente en el medio. Esto se conoce como uña en forma de plato o uña cóncava y es señal de desequilibrios químicos causados por serias deficiencias de nutrición.
La forma contraria es la uña convexa. Aquí la uña se curva claramente hacia abajo y su parte blanca cubre y rodea la punta del dedo. Las uñas convexas generalmente indican problemas respiratorios y son frecuentes en las manos de grandes fumadores. Cuantas más uñas se encuentren afectadas, más seria será la implicación para los pulmones y bronquios.
La uña convexa también se conoce como uña hipocrática, llamada así por el padre griego de la medicina moderna, Hipócrates, que fue el primero en describirla, así como a las condiciones asociadas hacia el año 400 a.C. De hecho, Hipócrates reconoció el valor diagnóstico de la mano y las uñas y utilizó sus observaciones para confirmar sus descubrimientos al tratar pacientes. Él creía especialmente que las uñas reflejan la condición del cuerpo interno.
Las personas que tienen uñas convexas o hipocráticas encuentran conformidad en el hecho de que pueden recuperar la forma normal si las condiciones físicas de la persona mejoran. Bajo circunstancias normales, los grandes fumadores que dejan el hábito pueden esperar que sus uñas distorsionadas recuperen la normalidad en cuestión de pocos años.
El tejido de las uñas es traslúcido y el color proviene de la base debajo de ellas. En una mano blanca, esa base debe tener un saludable color rosa, y en una mano negra o asiática debe tener una tonalidad beige o de color caramelo. La decoloración es señal inmediata de que algo va mal en el sistema.
Un color pálido sugiere falta de hierro. Una tonalidad azulada se vincula con desórdenes respiratorios o cardiovasculares. El amarillo puede indicar problemas hepáticos o renales. Y el rojo, o un oscurecimiento del color original puede avisar de problemas circulatorios.
Las manchas también son indicadores de salud. Las manchas blancas, que antes se creía que eran provocadas por la falta de calcio, ahora se consideran señal de desequilibrio de zinc o magnesio. Las rayas blancas horizontales aparecen en una variedad de condiciones y pueden estar vinculadas con deficiencias nutricionales, envenenamiento mineral, fiebre aguda o enfermedad coronaria. Las marcas rojas en las uñas a veces acompañan a una presión arterial alta, mientras que las manchas negras pueden indicar infecciones bacterianas que afectan al corazón.
La porción blanquecina semicircular en la base de la uña, conocida como lúnula, es en esencia la raíz de material queratinoso que forma la uña. Lo ideal es que cada uña tenga una lúnula blanca y saludable en la base, pero no siempre es así. Las lúnulas son muy claras en los pulgares y menos evidentes en los meñiques. La falta de lúnulas o la presencia de muy pocas indica una constitución débil y tal vez un tiroides menos activo de lo normal. Unas lúnulas excesivamente grandes sugieren una predisposición a una glándula tiroides demasiado activa. Si las lúnulas están pobremente formadas o teñidas de rojo o azul, la tendencia es hacia desórdenes respiratorios, problemas cardiovasculares o enfermedades cardíacas.
Como sucede con todas las marcas de nuestras manos, aunque heredamos el color, la forma y tamaño de las lúnulas, la mejora de nuestra salud, nuestra visión de la vida y nuestro bienestar general se reflejarán directamente en una mejora del color y de la condición de nuestras uñas.