E S un hecho constatado el que toda persona que interactúa con cristales de cuarzo maestros desde la transparencia de su corazón, se da cuenta de que entra en una dinámica de cambio. Este cambio se expresa coincidentemente como una transformación de consciencia: mayor claridad en la forma de pensar, sentir e interactuar consigo mismo, con los demás y con la vida en general. Se da una resonancia natural que incrementa dicha elevación de consciencia, ya que el ser humano es en sí mismo un ser cristalino: tenemos cristales (sílice) en la sangre, en el cerebro, en las terminaciones nerviosas, en el nervio óptico, el fluido cerebroespinal, la piel, las uñas, el pelo, etc.
Este despertar, esta posibilidad de expansión de consciencia consiste en pasar a una frecuencia vibratoria mas elevada, y este cambio está en proporción directa al nivel de cambio en el personal sistema de creencias de cada individuo abierto a interactuar con la energía-luz de todo cuanto lo rodea.

Hoy en día se habla mucho del cambio de código genético, sobre las alteraciones, mutaciones, clonaciones y manipulaciones que se sospecha han sucedido en el ADN humano a través de las diferentes etapas de la evolución como especie y sus distintas razas en el planeta Tierra. Se ofrecen métodos para elevar el código genético, despertar el llamado ADN chatarra y facilitar el despertar de las cualidades desconocidas del hemisferio derecho del cerebro. Sin embargo, algo evidente está empezando a ser tenido en cuenta: los cuarzos de cristal poseen en su estructura, formación y crecimiento un patrón perfecto que, a diferencia del reino animal y vegetal, los hace inmunes a las enfermedades, envejecimiento y muerte; un cuarzo, a menos que se te rompa, permanecerá inalterable para siempre.

Algunos estudiosos metafísicos afirman que es precisamente en esta Era de Acuario cuando el despertar de la consciencia Crística, cristalina, es necesaria para llevar a cabo el proceso de transformación o ascensión planetaria que está realizando el planeta en el que vivimos y que, por lo tanto, nos afecta directamente, y que este tiempo es el momento evolutivo preciso para que la esperada vuelta del Cristo se realice; pues bien, es un hecho que el cuarzo cristal y sus codificados mensajes de energía luz dinamizan la propia energía humana y están a nuestra disposición para que logremos manifestar un mundo de paz, solidaridad, riqueza y bienestar en todos los confines de este planeta, al permitir que nuestra consciencia, nuestra propia vida, sea tan transparente como lo es la energía del cristal de cuarzo. En este sentido, no es casualidad que hoy en día el cuarzo se utilice en tecnología punta como estabilizador y transmisor de energía constante en el interior de computadores (circuitos microeléctricos), relojes, teléfonos, aparatos quirúrgicos, televisión, radio, radares… y que a nivel energético ejerce el mismo poder equilibrador y dinamizador que en el campo electromagnético humano, permitiendo que se dé el equilibrio en nuestro sistema bioenergético. Esto es un hecho. Como también es un hecho que conocer la composición química del cuarzo no es suficiente para explicar sus propiedades energéticas, y dichas propiedades siguen estando envueltas en una aureola de misterio, lo mismo que todo lo que es calificado como sagrado, por lo que al igual que la vida misma, que es lo mas sagrado de todas las cosas, no queda más remedio que experimentarlo en y por uno mismo; lo creamos o no, los cristales de cuarzo nos eligen a nosotros para transmitirnos su maestría: encontrar y reflejar nuestra luz interna.

Los cuarzos maestros son resonadores de la información contenida a nivel celular y permiten que se realice un trasvase no racional ni lógico de la mente supraconsciente a la mente consciente, permitiendo que se den procesos mediante los cuales accedemos a «saber sin pensar», es decir, confiar más en nuestra propia intuición.
Tal y como iremos viendo y sintiendo, un cristal maestro es una base de datos, de información sutil archivada, codificada por la mente-sentimiento que en otros ciclos evolutivos se depositó en ellos para cuando volviera a estar presente en el presente del terapeuta, sanador, médico del alma, sacerdote, sacerdotisa, mago, maga, chamán, chamana y/o persona cuyo vínculo con el reino cristalino lo llevara a conectarse de nuevo con su infinita sabiduría y aplicarlo como medicina cuántica que es.
DESDE EL PASADO AL PRESENTE
Testimonios escritos datados en épocas anteriores a Cristo atribuyen al elemento fuego la procedencia del cuarzo. Decía Plinio que los cristales de cuarzo se formaban al enfriarse el cielo; filósofos griegos y romanos atribuían al agua congelada durante siglos la forma y apariencia del cuarzo cristalino; de hecho, la propia palabra cristal quiere decir en lengua griega «hielo transparente».
Se cree que en la prehistoria, el hombre de las cavernas ya utilizaba el cuarzo cristal de roca para hacer instrumentos (por su dureza) para hacer fuego (por su efecto lupa) y para observar insectos o cosas diminutas (por su capacidad de aumentar la visión como una especie de cristal de aumento).
Desde tiempos remotos, el cristal de cuarzo ha formado parte del aspecto sagrado del hombre: se sabe que los cristales de cuarzo formaban parte de rituales cotidianos y extraordinarios de la vida en civilizaciones pasadas que nada conocían las unas de las otras por encontrarse geográficamente en lugares muy distantes: los indios de Norteamérica empleaban cristales de cuarzo para cortar el cordón umbilical del recién nacido, lo empleaban como «medicina» en su búsqueda de visión, lo disponían en los rituales de enterramiento a sus muertos. Los indios de Centro y Sudamérica consideraban lugares sagrados a los sitios donde había cuarzos y realizaban allí sus ritos y plegarias para armonizarse con la Pacha, con el planeta Tierra.
Para los monjes del Tíbet el cuarzo era un regalo de la Madre Tierra que les aportaba iluminación y conexión con el cielo.

De alguna manera, siempre se supo que el cuarzo emite una vibración que otorga una influencia protectora, armonizadora. Ahora sabemos que los iones que pasan a través de su estructura molecular son capaces de ir neutralizando energías de baja vibración que perjudican nuestro equilibrio energético y que reparan nuestro campo aúrico al permitir que la energía de nuestros centros vitales fluya de forma armónica.
Los poderes mágicos de los cristales fueron transmitidos por historiadores en las crónicas de sus viajes a países desconocidos, al dar testimonio de cómo los brujos, hechiceros y hombres y mujeres medicina, como los aborígenes australianos, africanos, tibetanos e indios americanos, utilizaban en sus rituales e indumentaria dichos objetos a modo de «medicina» (la tradición chamánica considera que es medicina todo lo que viene de la Madre Tierra y sirve para recuperar la salud) ,así como amuletos de todo tipo de aplicación de su oficio en la comunidad que les consideraba sabios y poderosos.
Mas allá de la documentación histórica como legado escrito testimonial, tenemos la información mezclada en forma de mitos, cuentos y leyendas de todos los tiempos y tradiciones de todo el mundo, donde de vez en cuando aparece el reino cristalino. Desde esta perspectiva nos llega también la información del uso y aplicaciones del poder del cuarzo cristal en civilizaciones desconocidas (e incluso negadas) por la historia y por la ciencia como, por ejemplo, lo relativo a la civilización de Lemuria, la Atlántida, la tradición mágica celta o los albores de la egipcia y sus megalíticas construcciones, sin dejar de mencionar la omisión científica respecto al descubrimiento de objetos tallados de cuarzo cristal con herramientas y/o procedimientos aún hoy desconocidos para los que no tiene explicación, como, por ejemplo, los cráneos de cristal (calaveras de cuarzo).

Personalmente, creo que en civilizaciones pretéritas en las que el nivel tecnológico estaba a la par con la conciencia, el funcionamiento de los poderes del cerebro permitía la comunicación hoy llamada extrasensorial y facilitaba la comunicación pensamiento-sentimiento, excluyendo la necesidad de escribir o leer, por lo que no era necesario tener libros o archivos escritos de nada, ya que tecnología y espiritualidad estaban unidas, eran la misma cuestión. Sobre por qué desapareció dicha humanidad y sus avances tecnológicos sin dejar rastro, y el ser humano suprahumano pasó a vivir en cuevas, a tener una expectativa de vida de treinta años y la necesidad de volver a inventar la rueda por estar enfocado únicamente en un tercio de su capacidad cerebral, nada se sabe y solo se intuye una caída dimensional debida al uso y abuso de tecnología destructiva y poderosísima, tan poderosa que ni siquiera ha dejado huella de su existencia.
EN LA INTUICIÓN, NO EN LA RAZÓN
Sea cierto o no, lo importante es lo que en el corazón de cada persona vinculada a los cristales de cuarzo resuena, y «casualmente» hay una creencia no racional generalizada: la certeza de que Lemuria existió, Atlántida existió, la sabiduría de civilizaciones, poderes, dones, conexiones con seres evolucionados extraterrestres o intraterrenos es un hecho expresado por muchas personas de tiempos pasados y presentes. El recuperar mensajes, enseñanzas y sabiduría grabadas y archivadas por uno mismo en una o varias vidas vividas en estos lugares y que regresan a través del mismo cuarzo cristal que ya sostuvieron manos y corazones sanadores… regresa. Es lo que sentimos muchas personas, aunque no sea ni lógico ni sensato para la mente racional, pero el vínculo que sentimos con el cuarzo cristal nada tiene que ver con la mente, sino con el corazón, y ahí no hay dudas sino certeza y entrega transparente.
PARA LO QUE NO HAY RESPUESTA: EL VÍNCULO CHAMÁNICO Y EL CUARZO CRISTAL
El poder del cristal de cuarzo ha acompañado desde siempre a todos los hombres y mujeres de poder de todos los países y culturas; en todas las etnias aborígenes de los confines de la Tierra encontramos la utilización de cetros de poder, bastones de mando, varas mágicas, instrumentos para convocar la lluvia, abrir portales dimensionales, invocar al gran espíritu y un largo etcétera de instrumentos cuya finalidad era, y es, ejercer el poder personal utilizando el cuarzo cristal. Cabe destacar la evidencia de que estos hombres y mujeres de poder no se conocían entre sí ni habían recibido información hablada o escrita los unos de los otros, y la mayoría de las veces hasta desconocían que existieran otros continentes y, sin embargo, la utilización y devoción de sus poderosos instrumentos realizados con cristales de cuarzo era la misma para realizar sus rituales.
HERRAMIENTA SAGRADA

El cuarzo cristal de roca ha formado parte de ritos y cultos sagrados mágico-religiosos en todos los rincones y tiempos de la Tierra; por ejemplo, el hecho de su «efecto lupa» capaz de prender fuego situándolo sobre ramitas secas al darle el sol directamente, tuvo que haber provocado un respeto y admiración que le otorgaron el calificativo de divino o enviado por los dioses en tiempos antiguos; algo que es transparente, que refleja la luz y la refracta en los colores del arcoíris, que se encuentra de forma natural en la tierra, que nadie ha visto crecer, que está frío y además pesa, provocó, cuando menos, admiración y respeto en todos los confines del planeta.
Magos, brujos y sanadores de China y Japón llegaban a ingerir pequeños fragmentos de cuarzo para «asimilar» su poder sagrado.
Hombres y mujeres medicina de Norteamérica empleaban el cuarzo cristal de roca para ampliar su visión y realizar viajes de consciencia para encontrar remedios y soluciones para el bien de la comunidad en la que vivían o en la sanación de algún enfermo.
En la India también era considerado un instrumento sagrado y formaba parte de los altares, rituales y ceremonias de los sacerdotes de los diferentes cultos allí arraigados.

Algunos astrólogos de la Edad Media coincidían en su convicción de atribuir la analogía del cuarzo cristal de roca con las Pléyades, señalando una vinculación especial con toda la leyenda y mitología a modo de creencia sobre su procedencia arraigada en el planeta Tierra como semillas procedentes de esta constelación.
RUEDAS DE MEDICINA
Cabe destacar algo en común en todas estas civilizaciones pretéritas y que es la Rueda de Medicina. Se trata de un círculo representativo de la comunión en equilibrio de la vida física-espiritual con el cosmos. Los círculos de piedra donde se realizan rituales sagrados están presentes en casi todos los continentes. Su patrón es el círculo porque representa la comunión, la igualdad, la maestría y el aprendizaje, a la vez porque en un círculo no hay ni mayor ni menor, ni más ni menos importante a nada ni nadie: el círculo es la representación o patrón energético de la igualdad.

Los hombres y mujeres medicina utilizaban todo tipo de herramientas de poder; según fuera su especialidad, así denominaban a la rueda de medicina, y en todas ellas se rinde tributo a los cuatro elementos, los guías espirituales, al cosmos y a los antepasados.
EL VÍNCULO CRISTALINO
Para trabajar con la energía de los cuarzos maestros no es necesario tener ningún don especial, tan solo es necesario un requisito: la transparencia de intención. El cuarzo es un amplificador y potenciador de la conciencia, una herramienta de elevada vibración que actúa a modo de amplificador, guía y maestro de sanación, por lo que una persona que no haya trabajado en sí misma, en su propia elevación de pensamiento, sentimiento y emoción, poco o nulo resultado tendrá al intentar convertirse en un sanador de cristales de cuarzos maestros, ya que la ley de afinidad y el principio de resonancia electromagnética no se activarán y tarde o temprano desistirá en querer sintonizar con las propiedades de los cristales de cuarzo maestros.
Por otro lado, una persona de cálido corazón, pureza de intención, sentimiento sincero de mejorar su vida y ayudar a su prójimo, al sostener un cristal de cuarzo en sus manos recibirá una gratificante e inexplicable sensación de afinidad y no necesitará ninguna preparación intelectual o racional para convertirse en un experto en el uso y manejo de los minerales, pues serán ellos mismos quienes a nivel perceptivo/intuitivo le descubrirán los secretos de cómo utilizarlos y aplicar su sabiduría. Toda persona que se siente atraída por los cristales de cuarzo y de algún modo empieza a integrarlos en su vida, en realidad está siguiendo el plan evolutivo de su alma, siguiendo el designio de conectarse con su cristo interno, con su cristal o transparencia real.
Es un hecho que las personas que están en contacto consciente con el cuarzo (a través de la meditación sobre todo) experimentan estados de transformación, ampliación de consciencia, mayor concentración en todos los ámbitos de su vida diaria y verifican que sus cuarzos son capaces de almacenar y de transmitir información. Los tratamientos cristaloterapéuticos con cuarzos amplifican la función cerebral del hemisferio derecho aportando claridad en cuanto a sentimientos, intuición, desarrollar las facultades psíquicas, sentir un mayor equilibrio emocional, fuerza interior, mayor capacidad para celebrar la vida, fortalecer el campo aúrico y los centros vitales experimentando más vitalidad y mejor salud física, ya que todo esto es ni más ni menos lo que nos ofrece su maestria
LUZ CRISTALIZADA DE ELEVADA VIBRACIÓN
Se dice del cuarzo que es luz cristalizada y se sabe que posee una cualidad piezoeléctrica (amplifica su campo vibratorio al recibir calor), la cual es fácil de comprobar si nos situamos a oscuras en una habitación y golpeamos dos cuarzos entre sí: veremos saltar chispas de luz. La capacidad vibratoria de los minerales ha sido medida en laboratorio y se sabe que, por ejemplo, el cristal de cuarzo amatista vibra a una velocidad de 750 trillones por segundo.

Otra maravilla que podemos observar en los cuarzos es su capacidad de reflejar los colores del arcoíris: solo tenemos que sentarnos en una habitación con luz diurna, de espaldas a una ventana por donde entre la luz directa del Sol y alzar el cuarzo que sostiene nuestra mano: inmediatamente veremos reflejarse en las paredes de la habitación los colores del arcoíris.
La interactuación con los cuarzos maestros tiene como objetivo principal ofrecernos la posibilidad de entrar en contacto con nuestra propia esencia divina: nuestra luz interna, nuestra esencia cristalina.
Abramos, pues, la puerta de nuestro corazón y nuestra mente y recibamos de nuevo a estos seres cristalinos y a la enseñanza que nos brindan a través de su sabiduría de luz.
