PRIMERA PARTE
Cambia tus automatismos mentales
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No me resultaba fácil sentarme a escribir. Los obstáculos no eran físicos: yo era perfectamente capaz de sentarme a escribir. Los obstáculos —como la mayoría de los obstáculos que nos impiden lograr aquello que nos importa— eran mentales.
Estaba agobiado, pendiente de hacer un montón de cosas urgentes, de modo que sentarme a escribir casi me parecía dejarme llevar por la indulgencia. El desafío de la escritura siempre tiende a posponerse, incluso cuando se tienen las mejores condiciones, y aquella mañana yo iba de un lado a otro y estaba estresado por el problema de un cliente, dos circunstancias que no se compaginan bien con la disposición pausada y reflexiva que exige la escritura.
Pero, contra todo pronóstico, allí estaba finalmente tratando de concentrarme para escribir.
Acababa de teclear la primera frase cuando la puerta se abrió de golpe y mi hija Sophia, que tenía siete años entonces, entró a toda prisa.
«¡La cocina está inundada!», gritó. «¡Socorro!»
¿En serio? Al parecer, Daniel, su hermano de cinco años, se había olvidado de cerrar el grifo después de llenar un vaso de agua. Vaya.
Mi reacción visceral consistía en soltar cuatro gritos a Daniel y Sophia. Empecé a sentir una oleada de ira y cómo se me tensaban los músculos. En aquel momento, soltarles cuatro gritos parecía justificado y apropiado.
Pero me calmé un momento. Respiré hondo. Cuatro segundos.
Eso fue lo más difícil que hice en todo el día. En principio, respirar es fácil. Pero ¿calmarse unos segundos para respirar cuando estás en medio de un huracán de emociones? ¿Justo cuando te sientes frustrado, enfadado, cansado y preocupado? No, eso no es tan fácil.
Tomarse aquellos cuatro segundos —y tener la claridad mental para hacerlo— es el primer paso para sabotear nuestras reacciones viscerales: el primer paso para tomar la decisión inteligente que necesitamos en aquel momento.
En la primera parte, aprenderás a calmarte —a crear un espacio entre lo que sientes y lo que haces— y a tomar decisiones inteligentes y rápidas que te ayuden a lograr los resultados que quieres. Los siguientes capítulos te mostrarán cómo encontrar este espacio, reforzarlo y ser consciente de qué es lo que ocurre allí. Pero lo más importante es que te ayudarán a descartar los hábitos mentales contraproducentes que obstaculizan tu camino y sustituirlos por otros que sean productivos. Descubrirás cosas como:
• | por qué sucumbir a la tentación es esencial para superarla; |
• | por qué fijarse metas puede mermar tu rendimiento; |
• | por qué desinvolucrarte estratégicamente puede ayudarte a recuperar la concentración y la fuerza de voluntad; |
• | por qué no hacer absolutamente nada puede resolver los problemas más difíciles, y |
• | por qué gran parte de nuestro estrés lo causan sucesos de consecuencias mínimas y por qué cambiar las expectativas —la realidad no externa— es la clave del éxito. |
Espero que los consejos de los siguientes capítulos te ayuden a controlar los impulsos y las tentaciones, y que puedas adoptar hábitos mentales que te proporcionen una vida más productiva, calmada y sosegada.