CAPÍTULO PRIMERO

Primeras poetas conocidas

Tres son las cosas vagas: el rio que non ha agua, et la
tierra que non ha rey, et la muger que non ha marido

Calila e Dimna

La cuna de la cultura en el mundo occidental siempre se ha situado en Grecia, allí nace la novela, la lírica, la arquitectura y la organización política que hoy, como los griegos, llamamos democracia y que parece ser el mejor sistema de gobierno. Pues bien, los primeras mujeres que tomaron su pluma para escribir versos también fueron griegas y aunque se han perdido gran parte de sus obras y hasta de sus nombres, han llegado hasta nosotros unos pocos nombres y unas pocas composiciones o fragmentos de las mismas que nos dan una idea de lo que fueron en su tiempo. De entre todas la más conocida y apreciada en distintas épocas es Safo que hay que situar hacia el año 598 a.c.. Fue apreciada en Roma, que es la civilización que bebió en las fuentes de la griega y la difundió por toda Europa. Escritores latinos como Horacio y Ovidio la mencionan y Catulo, poeta lírico por excelencia, la imita.

La poesía de Safo nos ha llegado a través de retazos, fragmentos incompletos que nos dan una idea de su maestría a la hora de componer versos, sólo nos han llegado dos odas completas: un himno a Afrodita y una oda a su amada. Se le ha llamado la décima musa y el filósofo Platón la ensalza en sus escritos.

El tema de los poemas de Safo que han llegado hasta nosotros es el amor y su poesía es sencilla aunque la profundidad de su sentimiento la hace única. Escribe en eolio, el dialecto de la isla de Lesbos. Vivió toda su vida en Mitilene, capital de la isla, y parece que tuvo una hija, Clais, que menciona en algunos poemas.

Safo no era únicamente poeta sino que tenía un trabajo que consistía en educar a las muchachas de las clases altas en lo que se llamaba formación musical: canto, danza y poesía. Curiosamente la finalidad de esa educación no era tener una mejor formación sino competir con éxito en los concursos de belleza que se celebraban en Grecia al final del verano.

Me quema otra vez el amor que me afloja los miembros

reptil dulce y amargo, invencible.

Sus versos no se traducirán al castellano hasta el siglo XVIII y será admirada por las poetas españolas del XIX, Gertrudis Gómez de Avellaneda, de la que ya hablaremos más adelante, la llamaba Doña Safo con respeto.

Safo no es la única poeta griega importante, también lo es Anite de Tegea (323 a.c.) a la que se ha llamado la Homero femenina de la que se conservan veintidós epigramas en los que canta la naturaleza: fuentes, lagos, árboles y el mundo infantil. Su innovación principal es el que la naturaleza es interlocutora de la voz de la poeta. Y también podemos mencionar a Mero de Bizancio, Nossis de Locres y Erinna de Telos.

Las primeras poetas que escribieron en la península ibérica fueron romanas la más notable fue Pola Romana, esposa del poeta cordobés Lucano que se abrió las venas por orden de Nerón en el año 65 d.c. a los veintiséis años. La Farsalia, obra por la que es conocido Lucano, parece que fue redactada en parte por su esposa. Teófila es el otro nombre de mujer poeta de la época de la romana de la península ibérica.

Las poetas árabes en la España Medieval

Avanzando en la historia después de los pueblos germanos que ocuparon la península, en el siglo VIII llegaron los árabes y permanecieron en ella durante ocho siglos. Durante los siglos VIII al X el Califato de Córdoba fue la organización social y política dominante en la península.

En el mundo islámico los cristianos y los judíos conservan su propia organización religiosa, sus instituciones y sus tribunales para asuntos comerciales y disputas familiares o vecinales. La sociedad andalusí es mestiza, en ella conviven hispano-visigodos, que en gran medida se islamizan, cristianos mozárabes, musulmanes y judíos. Los judíos colaboran con los musulmanes en el comercio y son también médicos y científicos.

Hasta el siglo X la cultura del islam en la península es esplendorosa. También lo es el comercio. Los árabes comercian con oriente textiles, aceite de oliva, manufacturas diversas, armas y obtienen el monopolio del comercio para Europa del oro sudanés, mientras que los reinos cristianos se dedican sobre todo al comercio de esclavos. Se inventó la cristalería en Al-Andalus, hubo grandes progresos científicos y la medicina alcanzó cotas altísimas de modo que muchos médicos árabes trabajaron en las cortes de los reyes cristianos.

Los matrimonios entre emires y princesas cristianas son una constante. A partir del siglo XI por la descomposición del califato en los reinos de taifas la España cristiana avanza, Castilla será el reino que más territorio conquiste aunque mantienen su independencia León, Aragón, Cataluña y Galicia.

Frente al refinamiento de la civilización árabe la cristiana es, sobre todo, ruda y guerrera.

Hasta el siglo XIII la cultura se puede afirmar que estaba del lado de los árabes y los hebreos. Habitualmente los escritos científicos y la diplomacia se trataban en árabe, los judíos utilizaban el hebreo en sus escritos religiosos y filosóficos pero no en los literarios ya que usaban el árabe y el romance, o primitivo castellano, se usaba en la vida cotidiana.

En la cultura árabe florecieron el arte, la filosofía, la poesía. Y es en este ambiente donde vamos a encontrar un número importante de mujeres poetas.

¿Qué mujeres son las que escriben? Fundamentalmente las aristócratas o de familias pudientes que lo hacen en sus harenes y las esclavas cantoras, uno de los oficios que podían desempeñar las mujeres. Precisamente nos han llegado poemas de Uns al-Qulub esclava de Almanzor.

Las mujeres de Al-Andalus, tanto las hebreas como las árabes, aprendían a leer a edades tempranas ya que les era imprescindible para poder leer los textos sagrados, el Corán y la Biblia. También era frecuente que tañeran instrumentos y aprendieran poesía.

El ambiente poético era muy notable entre los varones que se reunían en tertulias para recitar sus poemas e intercambiar opiniones y poemas improvisados. Las esclavas cantoras eran las más relacionadas con estos ambientes literarios ya que las damas de familias importantes no podían asistir a estas reuniones masculinas.

Las esclavas cantoras son auténticas poetas cuyas voces se conservan en las jarchas que son las muestras más antiguas de la lírica española, están escritas con letras árabes aunque las palabras son en castellano, lo que no es extraño dado que las esclavas procedían de los estratos sociales más bajos.

Además de la lírica tradicional que escribían las esclavas hay escritoras de poesía culta pertenecientes a las clases altas de la sociedad. Su poesía nos ha llegado a través de sus amantes, esposos, hermanos.

Casi el único sentimiento del que hablan las poetas árabes es el amor-pasión que causa dolor, tristeza, por el que las enamoradas languidecen. Es un amor que tiene como escenario la naturaleza, la fuente, el río, la sombra de los árboles. Ese mismo escenario lo vimos ya en la poesía griega y lo volveremos a ver en la lírica tradicional castellana. También los poetas varones hablarán de amor. De ellos nos ha llegado El collar de la paloma de Ibn Hazn.

De entre todos los nombres femeninos, y sus obras, mencionaré a Hafsa al-Rakuniyya y Wallada como las más notables.

Wallada, la omeya, vive en Córdoba en el siglo XI. Princesa culta, poeta y mujer libre en su comportamiento es amante del poeta Ibn Haydun que según se dice escribió los más bellos poemas de amor de la poesía andalusí pensando en ella. Es hija del Califa de Córdoba Muhamad III de reinado breve que termina bruscamente al huir dejando a su hija sola. Esta abrió un salón literario, abandonó el harén y entre sus amantes, que fueron muchos al parecer, Ibn Haydun será el que la inmortalice. Wallada es muy explícita en su poesía que rebosa sensualidad.

Doy gustosa mi mejilla a mi enamorado

y doy mis besos a quien los quiera.

Hafsa al –Rakuniyya (1135-1191) granadina de origen bereber los estudiosos de la lírica andalusí la consideran la poeta más importante de Al-Andalus.

La gran mayoría de sus poemas tienen como tema sus amores con un poeta de Alcalá la Real con quien intercambia poemas. El amante es asesinado y ella se viste de luto lo que supone un escándalo por lo que se traslada a Marraquech donde se ganará la vida como maestra hasta su muerte.

¿Vienes tú a mí o voy yo a tu lado?

pues mi corazón se inclina a lo que tu deseas;

mis labios son agua dulce y transparente

y mis bucles ramas que dan sombra.

En el siglo XIII, en el año 1212, los árabes pierden la batalla de las Navas de Tolosa y su poder declina lentamente hasta que los Reyes Católicos toman el reino de Granada en 1492.

La Europa Medieval. La Condesa de Dia y las trobairitz

Vayamos ahora a Europa. En los siglos X al XIII se desarrolla el feudalismo, época en que las mujeres podían administrar y gobernar sus feudos e ir a la guerra. Encontramos mujeres notables en este tiempo como la monja Roswitha (s. X) abadesa de Gandersheim en Alemania que escribió obras de teatro en latín y poemas con claras influencias de Virgilio y otros poetas latinos. Hildegarda von Bingen (1098-1179), conocida como la Sibila del Rhin, fue compositora, escritora, teóloga y una de las personalidades más influyentes de toda la Edad Media. El Ordo Virtutum es quizá su obra más notable.

En los siglos XIII y XIV la situación de la mujer cambia a peor, las mujeres pierden poder y a partir del siglo XVI serán jurídicamente menores e incapaces.

No podemos olvidar que cuando hablamos de la época medieval tanto en España como en el resto de Europa el poder de la Iglesia es importantísimo ya que dicta no solo la moral sino las costumbres y los modos de pensar. En los sermones y en los escritos eclesiásticos la misoginia es generalizada, se da una imagen de la mujer completamente distorsionada entre la fecundidad y la virginidad y se llega a decir que “la muger es comfusión del ome e bestia sin fartura e cuidado e guerra que nunca cesa” (Speculum laicorum).

Retratada como locuaz, celosa, frívola, todos los defectos caben en ella y su cuerpo se considera impuro e imperfecto. Su sexo es la puerta del infierno y la idea del pecado original la aparta de la vida pública. La hermosura lleva al pecado y a la muerte.

La mujer sólo tiene una misión: ser la que provee de hijos al varón y cuida la casa. Es el reposo del guerrero. Su espacio es limitado si es noble puede ir a la iglesia o al cementerio y siempre acompañada, si es villana puede ir al río a lavar o a la fuente a por agua.

Pero a pesar de todo no son analfabetas ya que hay elementos que indican que los libros eran leidos mayoritariamente por las mujeres puesto que los hombres se entretenían en justas, juegos y, sobre todo, en guerrear. Aprenden a leer a rezar y a comportarse siempre modestamente con mesura ya que su único papel en la sociedad es casarse, ser objeto de intercambio entre varones o entrar en un convento. Debe ser guardada y cuando sea madre procurar que sus hijas se casen adecuadamente. El ideal de la mujer se concreta en la necesidad de vivir en el espacio privado, mesurada en todo, modesta en el vestir, poco habladora y laboriosa sobre todo para no tener tiempo para pensar porque el pensar lleva al pecado.

En el siglo XII encontramos uno de los hechos literarios y culturales que tendrá mayor repercusión, tanta que se puede decir sin exagerar que llega hasta nuestros días, es la literatura cortés y su temática que es el llamado amor cortés.

La literatura cortés se desarrolla en las cortes provenzales y en Cataluña, y se escribe en la lengua d’oc o provenzal y la escriben los trovadores. El nacimiento del amor cortés o fins’ amour se sitúa después de la primera cruzada, en unos momentos de relativa tranquilidad y prosperidad y durará hasta la cruzada albigense que se hace para acabar con los cátaros, herejes que querían volver a la pureza de la fe frente a los excesos de los clérigos, que termina en Montsegur en 1244.

Para el desarrollo del concepto de amor cortés fue fundamental la obra de André le Chapelain, De amore (1180) que codifica el sentimiento amoroso como honesto, cortés, refinado, como juego de seducción dejando totalmente de lado la sexualidad ya que Chapelain rechaza la carnalidad de las mujeres y solo tiene en cuenta el ideal. Se puede decir que el amor que luego llamaremos romántico y que vemos hoy en el cine y en algunas novelas nace en el siglo XII en las cortes provenzales.

En sus poemas el trovador declara su amor y sumisión a una dama, generalmente casada, en una relación igual que la que tiene el vasallo con el señor. Amar a una dama aumenta el valor del caballero. Esta idea de sumisión y de elevación de la dama se irá transformando con el tiempo hasta llegar a la divinización de la misma. Los poetas italianos del llamado dolce stil nuovo como Dante o Petrarca recogieron esta tradición del amor cortés en los siglos siguientes. Los poetas ofrecían a su dama fidelidad y amor eterno. El amor cortés fue una especie de amistad amorosa idealizada entre un enamorado de, generalmente baja condición, y una dama casada de alto rango.

Del conjunto de textos trovadorescos hay unos cuarenta y seis escritos por trobairitz que son damas de la nobleza occitana. De entre ellos ocho son diálogos entre el trovador y la trobairitz y trece entre el trovador y una dama anónima que responde al apelativo de “domna”. Se las conoce a través de las Vidas de los trovadores escritas en los siglos XIII y XIV por otros autores.

Las trobairitz son nobles, refinadas, cultivadas, de buena reputación. Utilizan un lenguaje personal, directo que claramente refleja sus deseos personales.

Si je suis pensive et peinée

c’est que vous m’avez oubliée.

(Si estoy pensativa y apenada/

es porque vos me habéis olvidado)

Dice Castelloza de forma sincera.

Las trobairitz más conocidas serán la Conmtessa de Dia, Beiris de Romans, Castelloza, Maria de Ventadorn, Gilhelma de Rosers y Tibors.

La Comtessa de Dia (nacida hacia 1140) descendiente de familias señoriales de Borgoña casó con el Señor de Dia. Nos han llegado cuatro poemas completos. Su expresión es directa y se aleja algo del canon cortés del deseo sublimado. He aquí unos fragmentos que lo atestiguan.

Si cerca de vos algún día yo me tendiera

dándoos amoroso beso

sabed que ebriedad yo tendría

por teneros así en lugar de marido.

Cómo querría una tarde tener

a mi caballero desnudo entre los brazos

y que él se considerase feliz

con solo que le hiciese de cojín.

Lo que deja más encantada

no lo hizo Florís de Blancaflor,

yo le otorgo mi corazón y mi amor

mi razón, misd ojos y mi vida.

Bieiris de Romans escribe un poema dirigido a una tal María, que no es la Virgen, de la que se declara enamorada y que es una rareza en toda la literatura medieval.

Antes de pasar a otro siglo tenemos que mencionar a otra poeta de la que se saben muy pocas cosas, es María de Francia que vivió en Inglaterra en el siglo XII y escribió los Lais en la lengua d’oil o francés del norte. Se la considera la primera poeta francesa.

En el siglo XIII comienza la llamada querella de las mujeres que durará hasta el siglo XVIII que consiste en una especie de enfrentamiento literario entre defensores y detractores de las mujeres que escribirán y publicarán obras a favor o en contra de las mujeres. Alfonso X (s. XIII) en el Código de las siete Partidas que venía a ser algo así como el conjunto de leyes del reino de Castilla dice “De mejor condición es el varón que la mujer en muchas maneras e en muchas cosas, así como se muestra en las leyes de nuestro reyno”. En 1405 Cristine de Pizan, ella misma poeta, escribió uno de los textos más conocidos en defensa de las mujeres, La cité des Dames, en el que ataca a la misoginia por considerar que ataca a la veracidad histórica, reivindica el papel de las mujeres en todos los ámbitos de la vida ciudadana, tanto en la familia como en la cultura, el trabajo, la política y la religión.

En la lírica románica de la Baja Edad Media aparecen unas canciones puestas en boca de una mujer pero de autor masculino que son las llamadas chansons de femmes, Frauenlieder o Canciones de amigo. Estas últimas son las que se desarrollan en la lírica galaico portuguesa que se extiende por toda la península ibérica hasta bien entrado el siglo XV. Es una curiosidad que los hombres en esta poesía utilicen la voz femenina fingiendo una autoría femenina ya que es la única vez en la historia que esto sucede.

Primeras poetas en castellano. Florencia Pinar

Hasta que no llegamos al siglo XV no encontramos a las primeras poetas de nombre conocido que escriban en castellano. Sus poemas están recogidos en los llamados Cancioneros, libros misceláneos que recogen poemas de muy diversos autores en los que la ausencia de mujeres es casi total. Las hay que escriben una poesía que podíamos llamar de circunstancias como Doña Mayor Arias que escribe un poema de despedida a su esposo que marcha con una embajada al Tamerlán de Samarcanda, o Doña María Sarmiento. Pero la única poeta con rasgos individuales y con un sentido de la poesía y de la composición es Florencia Pinar que vivió a finales del siglo XV en la época de los Reyes Católicos y prácticamente no se sabe nada de su vida salvo que tuvo un hermano también poeta.

El amor es el único tema de la poesía de Florencia Pinar, como es común en la poesía de cancionero, aunque ella lo trata de una forma original ya que utiliza en sus poemas animales como elementos metafóricos, como símbolos de significado erótico. Veamos una muestra de su poesía.

El amor es un gusano,

bien mirada su figura:

es un cançer de natura

que come todo lo sano.

Por sus burlas, por sus sañas,

dél se dan tales querellas

que si entra en las entrañas,

no puede salir sin ellas.

No debemos extrañarnos mucho de la presencia de imágenes poéticas que utilizan animales ya que en estos siglos de la Baja Edad Media eran muy populares los bestiarios en los que se describían, y dibujaban, animales reales y fantásticos. Veamos otra muestra

CANCION

Tanto más creçe el querer

y las penas que sostengo,

quanto más quiero esconder

el grado que de vos tengo

El grado creçe mirando

en tanto que más os miro,

y las penas sospirando

si de vos mirar me tiro.

Ya no me puedo valer,

que en punto de morir vengo,

quanto más quiero esconder

el grado que de vos tengo.