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Introducción general

1. Introducción

La irrupción de las tecnologías digitales y especialmente del World Wide Web ha provocado la aparición de nuevas formas de creación, producción, distribución y recepción de las producciones audiovisuales, y los efectos son manifiestos en las formas de construcción y consumo de los relatos audiovisuales. Dentro del ecosistema digital actual de medios de comunicación, la manera de mostrar, navegar e interactuar con la información y los contenidos se transforma rápidamente, y esto se aprecia cuando vemos cómo los medios informativos tradicionales (como el periodístico) y los relacionados con la producción audiovisual con determinadas formas de exhibición y distribución (ficción y no ficción), se aproximan cada vez más y dan paso a la creación de proyectos que hibridan las dos fórmulas, la información (contenidos) con el entretenimiento (diversión). Actualmente, la mayoría de proyectos audiovisuales se conciben con relación a una lógica multiplataforma (llamada Crossmedia o 360), en que la mezcla de géneros y formatos forman una característica predominante (llamada transmedia). Todo esto es una consecuencia de la aparición de una nueva “especie” a principios de los años 90 –el World Wide Web–, la cual hizo entrar en crisis todo el ecosistema de los medios, e incluso llegó a amenazar de extinción algún ejemplar de medio histórico. Cada vez que aparece una nueva especie en un ecosistema cambian las reglas del juego. Las viejas especies deben adaptarse –por ejemplo, adoptando rasgos de las nuevas– e intentar sobrevivir.

La incorporación de la interactividad en los procesos de comunicación, gran valor añadido que aportó la red hace dos décadas, supone ir un paso más allá y posibilita la participación e involucración del interactor. Los formatos interactivos han creado nuevas plataformas de visualización y participación capaces de acumular diversos tipos de contenidos, además de conseguir romper con la linealidad imperante del discurso, forma tradicional de consumir los contenidos desde la época clásica griega. Nos encontramos, pues, experimentando un nuevo paradigma donde las audiencias se fragmentan, aparecen nuevas especies mediáticas y la cantidad de contenidos a disposición de las audiencias se incrementa de manera exponencial. Más que desaparecer, los medios tienden a adaptarse y sobrevivir. Hace un siglo, el cine asedió el teatro, que se pudo adaptar a la nueva industria cultural y llegar hasta nuestros días. En la década de 1950, la televisión amenazó la radio y el cine, y sin embargo, estas dos experiencias de comunicación siguen existiendo. La historia se repite con el World Wide Web, un medio que integra todos los demás en un entorno interactivo, definido a menudo como un “meta-medio”, un lugar donde todas las experiencias de comunicación tienden a converger. Hablar del World Wide Web significa hablar de la televisión IP, de la radio en línea, de Wikipedia, de blogs y de redes sociales, etc., un conjunto muy heterogéneo de experiencias de comunicación. Y también, de cómo el género documental comienza a transformarse y a adaptar sus lógicas de creación y producción para conseguir integrarse en este gran medio contenedor y evitar así cualquier riesgo de exclusión.

Gracias a los adelantos técnicos y estilísticos, hoy empezamos a pensar en términos como “multimedia”, “interactivo” y “transmedia”, y los asociamos y aplicamos al complejo terreno documental. En el ecosistema comunicativo presente ha aparecido una nueva especie, un nuevo formato que aún se encuentra en una fase de crecimiento y adaptación al entorno, el “documental interactivo”. Esta nueva especie está buscando su propio espacio –su definición y caracterización– ubicada en un territorio complejo de frontera –medio documental e interactivo– y una estabilización que la lleve hacia la consolidación y asentamiento –organización y producción–, pero al mismo tiempo experimenta una reformulación constante, ya que se encuentra en medio de dos campos de batalla donde las dos fuerzas enfrentadas son poderosas, compiten duro y en vez de unir esfuerzos –aliarse y complementarse–, a menudo solo se encuentran interesadas en imponerse y dominar el terreno que la otra cede. A menudo la narración –storytelling– y la interacción no se entienden y si no se sabe encontrar el término balanceado entre las dos, el funcionamiento de la historia y proyecto se limita por completo.

Desde hace unos años, se ha empezado a experimentar con este nuevo formato audiovisual, ya que las posibilidades de creación son prácticamente infinitas, las fronteras están por delimitar y los límites por explorar y descubrir. Resulta complicado determinar los límites de este nuevo formato y también profetizar sobre el futuro de esta nueva forma de comunicar. El territorio del documental interactivo, pues, está produciendo obras de frontera que integran una combinación de lenguajes y sistemas de comunicación (multimodalidad), junto con nuevas experiencias interactivas donde los usuarios adquieren un papel fundamental (interactividad). Se trata de una forma poco utilizada, analizada y estandarizada, y es precisamente por eso que la creación de este tipo de proyectos no se rige por ningún tipo de convención: el desarrollo de obras que mezclan la tecnología interactiva con la temática documental actual está construyendo una forma que aún está por acotar. Este libro pretende indagar en esta nueva forma de comunicación, partiendo de la premisa de que este formato del género documental es un territorio apenas explorado en su dimensión teórica. Por lo tanto, la posibilidad de evolución y de crecimiento es ilimitada.

La participación del usuario es el elemento clave que articula todo el engranaje del que parte este nuevo formato audiovisual. El lector o usuario (ahora interactor, participante y contribuidor) adquiere en este nuevo espacio las connotaciones propias de un autor y en cierto modo se convierte en el creador de un documental personalizado propio, ya que dirige el control de la navegación (y por extensión, el orden del discurso) y utiliza el gran poder que la interacción permite (la característica definitoria que diferencia el medio digital interactivo gracias a su interfaz). Partimos de la pregunta que se cuestiona si se puede considerar el documental interactivo como una nueva forma audiovisual, y si es así, si se pueden establecer pautas para su evaluación, diseño y producción. En definitiva, nos interesa analizar el modo como las lógicas de producción, exhibición y recepción audiovisuales del género documental tradicional se han visto afectadas con la irrupción en escena de los medios interactivos digitales.

El primer capítulo establece los precedentes y el contexto donde se desarrolla el ámbito del documental interactivo, describiendo los dos ámbitos clave que lo conforman y exponiendo los referentes en tres campos: el del documental, los interactivos y el del documental interactivo. Se establece también en este capítulo una introducción a los principales géneros de la no ficción interactiva. El segundo y tercer capítulo tienen como finalidad situar el contexto del documental interactivo a partir de un seguimiento y enumeración de las diferentes épocas que lo han constituido. El documental interactivo se está constituyendo como una nueva forma audiovisual, con características propias y específicas, y para dar fe de ello en el tercer capítulo identificamos y describimos sus precedentes más inmediatos, la aparición y emergencia en base a su inicial experimentación. El tercer capítulo introduce la consolidación y diversificación de este nuevo formato, contexto imprescindible para conocer, evaluar y llegar a formular una definición y una propuesta taxonómica en el cuarto. Lo que pretendemos en estos dos capítulos es mostrar una breve historia, ya que empezamos a ver obras a partir de los años 80 del pasado siglo. En el cuarto capítulo nos aproximamos a la definición del objeto de estudio, lo diferenciamos de su homólogo audiovisual y le otorgamos un conjunto de características diferenciales. En el quinto capítulo, y fruto de todo el trabajo de campo efectuado en los cuatro capítulos anteriores, proponemos una taxonomía original e innovadora para el estudio del documental interactivo, partiendo de la multimodalidad y la interacción como sus dos atributos principales. El capítulo sexto establece unas perspectivas de desarrollo articuladas a partir del análisis de los diferentes capítulos previos. A partir de la búsqueda de un conjunto de aplicaciones que responden a determinados parámetros relativos al ámbito del documental interactivo, y de un análisis en profundidad de los ejemplos más relevantes y del papel primordial que juegan las modalidades de navegación no lineal y de interacción digital, se detectan posibles nuevas formas de navegación y de interacción con el interactor, al tiempo que se prevén y describen cuáles pueden ser las nuevas modalidades navegacionales y de interacción resultantes en los estadios próximos de la web.

En los seis capítulos del libro hemos intentado sintetizar y reunir la información en un conjunto articulado de tablas y figuras, las cuales ayudan –a modo de esquema y resumen– a entender y condensar buena parte de la materia analizada en el texto. Vamos a empezar por el principio hablando de los dos componentes básicos de nuestro foco de estudio: el género documental y los medios digitales.

2. Los dos ingredientes clave

Con el objetivo de caracterizar el documental interactivo como forma audiovisual específica, partiremos del proceso de convergencia entre dos ámbitos de la comunicación aparentemente muy diferentes, como son la evolución del género documental por un lado, y la aparición del medio digital y su rápida expansión en diferentes ámbitos en las últimas décadas por el otro. Si bien la historia del documental se inicia medio siglo antes que la del medio digital, ambos procesos han avanzado hasta llegar a un punto de convergencia en el momento actual muy prometedor, que podríamos identificar bajo el concepto metafórico de la “singularidad tecnológica”1. Los dos géneros se han encontrado en un medio propicio, como la red, gracias a unas infraestructuras y unas tecnologías que permiten una accesibilidad nunca experimentada con respecto a la información y a los contenidos, una rápida navegación, altas prestaciones técnicas y la interacción entre los diferentes usuarios. Todo ello ha propiciado la emergencia de diferentes formatos y la constitución de nuevos formatos, como es el caso del documental interactivo.

Hacia finales del siglo xx, y sobre todo a principios del xxi, las dos historias ya han recorrido parte de su camino de forma separada y han llegado a un grado de maduración notable. A partir de este primer contacto, cada género adopta un conjunto de propiedades y características propias del otro. En cierto modo, se produce un principio de fusión a partir de una atracción mutua: el género documental aporta sus variadas modalidades de representación de la realidad, y el medio digital, las nuevas modalidades de navegación y de interacción. Nosotros somos los espectadores de esta interesante relación que se ha establecido entre el documental audiovisual y la interactividad digital, y a nosotros nos corresponde la oportunidad temporal de ver y analizar si la fusión será completa o si este nuevo formato no llegará a consolidarse plenamente como tal. La cuestión importante es detectar dónde se encuentran los límites y qué nuevas formas de representación, navegación y de interacción resultarán.

Nos encontramos, pues, en la confluencia de dos campos –el género documental y los medios interactivos– y nos proponemos desarrollar un mapa teórico-analítico de este territorio de frontera. Como hemos visto, este territorio desconocido se conforma a partir de dos ingredientes básicos, el género documental y el medio digital. Para llegar a formular una conceptualización coherente sobre el campo que nos ocupa, hay que conocer a fondo previamente los dos terrenos señalados. Vamos a empezar a poner nombres y citar obras para iniciar nuestro recorrido, con los siguientes apuntes metodológicos.

3. Los referentes desde una triple perspectiva

La metodología principal para elaborar el contenido del libro parte del estudio comparado de la evolución de los dos ámbitos audiovisuales objetos del trabajo, el documental convencional y el medio digital interactivo, para llegar a identificar y examinar las grandes líneas teóricas y aplicadas de confluencia entre los dos ámbitos.

3.1. El documental

Respecto al género documental, recomendamos un análisis centrado básicamente en las obras de tres autores representativos: Erik Barnouw (Barnouw 1996), Richard M. Barsam (Barsam 1992) y Bill Nichols (Nichols 1991, 1994 y 2001). También hemos consultado aspectos importantes de otros autores como Michael Renov (Renov 1993 y 2004), Paul Rotha (Rotha 1952 y 1970), Michael Rabiger (Rabiger 1989), Josep Maria Català (2001, 2006, 2008), Elisenda Ardèvol (Ardèvol 1994, 1996 y 1998), Jan Breschand (Breschand 2002), Josetxo Cerdán y Casimiro Torreiro (Cerdán & Torreiro 2005), Alan Rosenthal (Rosenthal 1988 y 2005), y Magdalena Sellés (Sellés 2008), entre otros. La focalización principal recae en Barnouw, Nichols y Renov, ya que son autores que ofrecen clasificaciones de las diferentes modalidades o tipologías que pueden ser útiles a la hora de plantear ciertas equivalencias con las diferentes modalidades de navegación y de interacción. Además, sus categorizaciones pueden considerarse entre las más aceptadas en un ámbito tan difícil de delimitar como el de la categorización documental.

Para empezar a aprender sobre el género documental, y como elemento metodológico clave creado para tal fin, recomendamos el visionado de la película Metamentaldoc2, un documental audiovisual que se complementa con una plataforma web3. La película explica qué es un documental y las distintas fases y conceptos clave, unido después a un interactivo que ofrece interesantes entrevistas, un aula virtual con más de cien documentos descargables, un recorrido histórico gamificado de toda la historia a nivel internacional y española y una palylist para poder hacer un documental a la medida del interactor. Todo el conjunto genera un metadocumental interactivo que reflexiona sobre el propio género, el primero de su especie en el ámbito latino.

3.2. Los interactivos

Con relación al medio digital interactivo, el análisis que se recomienda se basa en los conceptos teóricos sobre narrativa interactiva y cultura multimedial de autores como Lev Manovich (Manovich 2002), Janet Murray (Murray 1999), George P. Landow (Landow 1995, 1997 y 2005), Espen Aarseth (Aarseth 2003), Ted Nelson (Nelson 1970, 1981 y 1997), Marshall McLuhan (McLuhan, 1968, 1985 y 1987) y Raymond Kurzweil (Kurzweil 1987, 1998 y 2005). Hemos tenido especialmente en cuenta los autores innovadores de nuestro entorno próximo: entre ellos destacamos Xavier Berenguer (Berenguer 1991, 1995, 1996, 1997, 1998, 2000, 2002 y 2004), Ignasi Ribas (Ribas 1998, 2000, 2001, 2008, 2009 y 2010), Lluís Codina (Codina 2009, Codina & Rovira 2006), Carlos A. Scolari (Scolari 2004a y 2004b, 2005, 2008a, 2008b, 2008c y 2009), Hugo Pardo (Pardo 2005, Cobo & Pardo 2007) y Manuel Castells (Castells 1997, 1998, 2001), entre otros.

En la misma línea que en el caso de la obra Metamentaldoc, recomendamos para empezar a nivel metodológico el visionado del documental Societat 2.04, para después enlazar con el documental interactivo y así realizar una primera aproximación al concepto de medio digital y sociedad en red.

Para profundizar más en los personajes y sus respectivas aportaciones, se recomienda la lectura del libro Pioneros de la tecnología digital. Ideas visionarias del mundo tecnológico actual (Tic Cero, Editorial UOC). En él repasamos con detalle la vida, obra y aportaciones de los pioneros del medio digital interactivo. Otro punto de entrada puede ser la web en catalán sobre documental interactivo del mismo autor (documentalinteractiu.com).

3.3. El documental interactivo

Con relación al documental interactivo, el análisis se centra en un conjunto de autores que no siempre hacen referencia a este término pero sí que lo abarcan en alguna de sus facetas. Hay que remarcar que, como se ha indicado anteriormente, el terreno que analizamos no dispone de investigación y delimitación consolidadas, lo que hace difícil seleccionar un corpus sólido de autores y especialistas en la materia. El análisis de partida se ha centrado en autores reconocidos en el ámbito interactivo que han manifestado una cierta voluntad de teorización o de producción documental, como Glorianna Davenport y Mike Murtaugh (1995), Timothy Garrand (1997), Nick Monfort (2003) o Chris Crawford (1992, 2002), entre otros.

Actualmente, los investigadores principales en este terreno específico son Sandra Gaudenzi (2009, 2012), Denis Porto Reno (2006, 2007, 2008), Julia Scott-Stevenson (2011 y 2012), Mandy Rose (2012), Hanne-Lovise Skartveit (2007), Mitchell Whitelaw (2002), Insook Choi (2009), Gene Youngblood (2001), Stuart Dinmore (2008), Andre Almeyda (2010) y Kate Nash (2011), entre otros. También ha resultado muy útil el estudio Documentary and New Digital Platforms: an Ecosystem in transition (2011), del Observatorio Documental Canadiense, y en general otros estudios de observatorios de Canadá, Francia e Inglaterra, basados en el estado del documental con relación a las nuevas plataformas digitales de producción y exhibición.

En este ámbito metodológico, ofrecemos varias opciones para adentrarnos en el terreno. Los portales clave actualmente con relación a la investigación a nivel internacional son los del grupo i-docs5 y el Open Documentary Lab del MIT6. Este laboratorio del MIT cuenta con dos proyectos muy ambiciosos: Moments of Innovation y MIT Docubase, dos interactivos que describen los momentos de innovación entre la tecnología y el documental, y una base de datos/directorio sobre ejemplos de documentales interactivos. A nivel latino, recomendamos visitar la plataforma web interDOC7, la primera en estudiar este ámbito poniendo énfasis en el sector latino y escrita en español.

En el caso de querer consultar proyectos y expertos, recomendamos el proyecto COME/IN/DOC (Collaborative Meta Interactive Documentary)8, un metadocumental transmedia que tiene como objetivo reflexionar sobre el documental interactivo. Las partes que lo forman son un documental web, una instalación interactiva y formación. Cada día hay más producción en el área de la no ficción interactiva y este es uno de sus formatos principales que emerge en los últimos años, pero se necesita todavía una exploración más teórica que práctica. Este proyecto tiene como objetivo lograr una comprensión más profunda de esta forma documental al encontrarnos en el periodo histórico adecuado para reflexionar más profundamente sobre él. El núcleo del proyecto es una plataforma web que contiene un documental interactivo que complementa y enriquece la versión lineal. La plataforma se divide en cuatro secciones interconectadas pero independientes:

1. Iníciate (en el documental interactivo)

2. Aprende (su evolución e historia)

3. Escucha (la voz de los expertos)

4. Produce (tu propio proyecto)

La primera parte es un documental interactivo con contenido ampliado, complementario y enriquecido a partir de las otras partes de la plataforma, de modo que las otras secciones se conectan, y alimentan el documental introductorio. Es el primer paso para sumergirse en este tema, utilizando el mismo formato para explicar lo que es.

La segunda parte consiste en un conjunto de materiales originales e inéditos que muestran la evolución comparativa del cine y los medios interactivos hasta su convergencia, y la aparición del documental interactivo. También se ofrece la breve historia y un conjunto de obras representativas seleccionadas a tal fin.

La tercera parte ofrece una base de datos que se completará progresivamente conteniendo más de 40 entrevistas extensas con la mayoría de los expertos mundiales en este formato en particular. La base de datos es dinámica y el usuario puede buscar a través de un motor de búsqueda o filtros por área. Hay tres diferentes áreas: producción (obras), el mundo académico (investigación teórica) y la organización (eventos).

La cuarta parte de la plataforma se centra en el resultado de la suma de las otras tres, la síntesis final: cómo generar un proyecto de documental interactivo a partir de lo aprendido en las otras partes.

1.1. Esquema que sintetiza la metodología utilizada para llevar a cabo la investigación referente al documental interactivo

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Los siguientes cuadros (1.2 y 1.3) contienen ejes cartesianos donde se dividen algunos de los principales autores teóricos y obras estudiadas durante la investigación previa a la redacción del libro. La división se efectúa en cuatro grandes grupos o terrenos: el género documental (documental audiovisual), el medio digital interactivo (proyectos interactivos), las narrativas interactivas (géneros de ficción y/o no ficción interactivos) y el documental interactivo. De este modo, nuestra temática se puede caracterizar y definir desde una perspectiva transversal y multidisciplinar que abarca diversos ámbitos de estudio y análisis, a pesar de la complejidad que ello conlleva por la extensión del área que se pretende abarcar.

1.2. Autores teóricos estudiados

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1.3 Obras audiovisuales e interactivas analizadas en la investigación

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4. El ámbito de la no ficción interactiva

El ámbito de la no ficción interactiva se configura como un tipo de narrativa que se centra en un tipo de discurso interactivo, cuya propiedad intrínseca se basa en incluir la gestión de las acciones del usuario. Su implementación en el medio digital le añade la capacidad de incluir ilimitadas formas de diálogo e integración de medios. Y la conjunción de esta integración con la interacción es, a nuestro entender, la característica paradigmática de los interactivos multimedia de ficción y de no ficción. Uno de los aspectos más interesantes de la revolución que las tecnologías digitales están propiciando en el audiovisual es la aparición del medio interactivo: un nuevo vehículo expresivo en el que las acciones del usuario están llenas de significado. En palabras de Trip Hawkins9, “en el sentido en que el audio es el medio de escuchar y el vídeo el de ver, el multimedia es el medio de hacer”. Este nuevo medio ha introducido nuevas formas en los accesos tradicionales a la información en general y a la cultura en particular. Uno de los primeros ámbitos en que se han desarrollado interactivos es el de la difusión de las artes plásticas: prácticamente todos los museos, artistas y escuelas o movimientos artísticos tienen como mínimo un CD-ROM dedicado.

Lev Manovich10 nos recuerda que “hoy estamos presenciando el surgimiento de un nuevo medio: el meta-medio del ordenador digital”. El medio digital permite la interactividad, pero no es solo una interactividad cognitiva, como por ejemplo en el caso de un libro o una obra teatral, sino también física: en este nuevo escenario, el usuario no solo tiene derecho a tomar decisiones, sino que es invitado a hacerlo. Con relación a la narrativa, el cambio es enorme: el paso de la responsabilidad del autor de la narración, subjetiva, pero aún fija, el punto de vista de autor, a un proceso abierto e impredecible donde el usuario cuenta con el potencial de muchas historias subjetivas. Los videojuegos han estado tratando con narraciones no lineales desde el principio del medio, casi 40 años atrás, y los resultados, en términos de formas de interactuar con la historia, son sorprendentes: de un fontanero italiano que salta sobre las tortugas a películas interactivas reales. En ambos ejemplos, juegos y películas, aunque tratan personajes de fantasía, existe la representación temporal con el espectador/jugador con el que comparten objetivos, emociones, conflictos, alegrías y tristezas. Es el reino de la ficción, donde el espectador sabe que estas personas representadas no son personas reales y que toda la historia no es otra cosa que el producto de la imaginación del autor11.

Los documentales, por otra parte, rechazan este enfoque de ficción en nombre de una narración más objetiva. Se refieren a la realidad, y esto lo siguen haciendo los documentales interactivos. Estos pueden adoptar diferentes formas, en función de los medios y lenguajes que intervienen, pues lo que es clave es el objetivo de representar la realidad por parte del director y de permitir, en algunos casos, la co-creación por parte del interactor. Dar la oportunidad de interactuar con algo que se ocupa de la realidad tiene un enorme potencial: el internauta tiene la oportunidad de interactuar con algo que no es de ficción, pero que podría tener repercusión en la realidad, dándole forma y en algún momento cambiándola. Las decisiones tomadas en los proyectos de no ficción interactiva no solo afectan al flujo narrativo, sino que tienen la oportunidad de impactar realmente en la forma de percibir la realidad del espectador/jugador. El problema es que la mayoría de los proyectos creados hasta ahora utilizan un tipo de interactividad que es la misma que la utilizada en los juegos en línea o la navegación por la red. Bonino12, haciendo alusión al género específico del documental interactivo, lo afirma de la siguiente manera: “Many iDocs are just linear-documentary shaped by the internet affordances, they are still interactive, but they miss their real opportunity: using interactivity in a way that could potentially affect the reality of the players/viewers and so, affect the way they perceive it”. Por tanto, en lugar de crear narrativas múltiples, subjetivas y personales, como en los juegos o historias, los documentales interactivos y las obras de no ficción interactiva en general pueden crear, como la narración de la realidad, múltiples realidades subjetivas y personales, que potencialmente podrían afectar a la manera en que vivimos. A pesar de este enorme potencial, esta oportunidad no se encuentra explotada en su totalidad. Pero solo es cuestión de tiempo.

Una vez llegados a este punto, y antes de entrar con más detalle en el tratamiento del reportaje y el ensayo, vale la pena hacer una pequeña disgresión sobre las formas como el receptor, hasta ahora un ente neutral, o mejor un “lector modelo” a la manera de Eco13, en las manos del autor, puede acercarse efectivamente a un producto de transmisión cultural y/o no ficción audiovisual o interactiva. Umberto Eco distingue tres formas diferentes de cómo el lector puede acercarse al texto: buscando lo que ha querido decir el autor –intentio auctoris–, buscando lo que dice la obra independientemente de lo que haya querido decir el autor –intentio operis– , o imponiendo una interpretación diferente –intentio lectoris–. La mayoría de autores presuponen adecuadamente que sus lectores tendrán la primera de las intenciones, y esperan la segunda por parte de las lecturas críticas o analíticas. La literatura contiene bellos ejemplos del tercer tipo de lectura, pero hay que decir que probablemente la mayoría de autores se asustaría si previeran muchos lectores como este. Y este es un punto esencial que trataremos más adelante, la posibilidad de expandir la voz narrativa hasta la tercera de las intenciones, la del lector, al haber una pérdida del control sobre la narración por parte del autor.

El ámbito de la no ficción interactiva se configura como un nuevo campo emergente, donde nuevas formas como el periodismo y el documental transmedia, los newsgames, la visualización de datos, las infografías interactivas, el ensayo o el reportaje hipermedia serían solo algunas de sus expresiones y manifestaciones más en boga en la actualidad. Aunque este no es el objetivo de esta obra, hemos creído conveniente describir qué es el ámbito de la no ficción interactiva y separarlo del de la ficción, pues el documental interactivo es un terreno que pertenece a la no ficción y se articula a partir de la interactivdad y la multimodalidad, como vermos en el sexto capítulo, aunque sus fronteras sean permeables y móviles en muchos casos.

Finalmente, queremos dejar constancia de que a lo largo de nuestra investigación hemos comprobado, a partir de un riguroso análisis, que según qué géneros de la no ficción interactiva –ensayo, reportaje y documental– cuentan con un conjunto de estructuras y recursos que los convierten en más idóneos para la no linealidad, la interacción y la multimodalidad. En la figura siguiente se comparan la ficción y no ficción interactivas y se justifica porque creemos que los géneros de la no ficción interactiva son más aptos para la lógica no lineal interactiva que los de la ficción interactiva, con la excepción del género del videojuego, género ideal para romper el flujo debido a su estructura, lógicas, objetivos, retos y progresión. En esta comparativa nos centramos más en el cortometraje, largometraje y cuento interactivo, en contraposición al ensayo, documental y reportaje interactivo.

1.4 Diferencias entre ficción y no ficción interactiva

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5. El documental interactivo, nueva forma audiovisual

Durante las últimas dos décadas, la producción de documentales tradicionales se ha visto complementada y enriquecida por un conjunto de aplicaciones multimedia, las cuales han afectado a las lógicas de producción, exhibición y recepción audiovisual del género documental. Esta nueva dinámica de producción, exhibición y recepción del documental deriva de la confluencia entre el género documental y el medio digital interactivo, confluencia que ha dado lugar al nuevo formato del documental interactivo. Este se ha consolidado, desde su nacimiento, como uno de los formatos por excelencia de la no ficción interactiva. Durante los últimos años, el documental interactivo está experimentando un crecimiento notable debido a diferentes factores favorables. Actualmente existe una muestra suficientemente amplia de casos significativos de documentales interactivos para poder elaborar un marco conceptual diferenciado, sistemático y coherente de este nuevo formato, pues se está caracterizando como un formato audiovisual específico, el cual se configura y responde a un modelo propio de categorías, subcategorías y nuevas lógicas de representación de la realidad. Las principales características diferenciales de los documentales interactivos respecto a los tradicionales son la interactividad y la multimodalidad.

La naturaleza de los tres roles principales del documental convencional –emisor, texto y receptor– se ve profundamente afectada en este sentido: el autor no puede plantearse crear un discurso cerrado y subjetivo, y debe asumir una cierta pérdida de control discursivo, la narración pasa de un orden discursivo basado en un esquema lineal y secuencial a un multidesarrollo de planteamientos, nudos y desenlaces, y el interactor se configura como la pieza clave gracias a la cual adquiere nuevas características generativas (participación, contribución y co-creación). El documental interactivo se encuentra en fase de transición y de expansión, junto al documental tradicional, mientras los distintos actores implicados experimentan las posibilidades de esta nueva herramienta de la realidad gracias a la equiparación de las producciones en sistemas abiertos y generativos, a la utilización de lenguajes de programación multimedia de última generación, el perfeccionamiento de los recursos narrativos y estéticos, a la innovación en el modelo de negocio del sector de los interactivos o en la constitución del propio formato en un metaformato.

Hasta ahora hemos recorrido una parte del camino que nos ha adentrado en el ámbito elegido, es decir, hemos visto cuáles son los dos progenitores básicos del documental interactivo –documental tradicional e interactivos digitales– y algunos de sus relativos y parentescos más cercanos –periodismo, reportaje, ensayo–. En esta primera parte hemos realizado un estudio de los precedentes y el contexto donde se desarrolla el ámbito del audiovisual interactivo. A partir del planteamiento de un estado de la cuestión general sobre el medio digital interactivo, hemos descrito el contexto principal donde se desarrolla este formato, la web, y el tipo de producto en el que se engloba, las aplicaciones interactivas. También hemos realizado una introducción a los principales géneros de la no ficción interactiva, caracterizándolos y diferenciándolos entre ellos. Dentro de los géneros y/o formatos de la no ficción interactiva, el documental interactivo se configura como nuestro objeto de estudio específico, el cual abordamos en los siguientes capítulos. En los dos siguientes capítulos, localizaremos y describiremos la aparición, emergencia, consolidación y diversificación de este nuevo formato, para llegar a formular en el quinto y el sexto una definición, caracterización y propuesta taxonómica originales.