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La Luna

 

La vida en la tierra está influenciada dramáticamente por la Luna. Las leyendas hablan de hombres lobos y lunáticos. Los mitos urbanos le atribuyen muchas cosas a la Luna: alcoholismo, conducta desordenada y asesinatos. La evidencia de nuestro mundo físico comprueba la influencia de la Luna.

Durante siglos se ha creído que la Luna afecta el clima. Moon Sign Book, publicado por Llewellyn, ofrece varios ejemplos. Se dice que si la Luna está llena hacia la medianoche, durante los siguientes siete días se disfrutará de un buen clima. Si la Luna llena ocurre al mediodía, el clima será impredecible. Un anillo alrededor de la Luna indica la proximidad de la lluvia, mientras que el mismo anillo a la salida de la Luna indica lluvia torrencial.

 

La Luna pálida trae lluvia, la Luna roja trae viento, la Luna blanca no trae lluvia ni nieve.

Anillo alrededor de la Luna, la lluvia llega pronto.

Cuando alrededor de la Luna hay un halo, el clima será frío y recio.

Luna despejada, pronta helada.

 

Para una indicación de que se aproxima buen clima, la Luna nueva debe proyectar una sombra durante cuatro días. Si esto no ocurre, habrá un clima inclemente. Si el cuerno inferior de la Luna es de color oscuro durante la Luna creciente, indicará lluvia antes de la Luna llena. Por el contrario, cuernos agudos al tercer día de la Luna creciente, pronostica buen clima durante todo el mes. Un cuerno superior nebuloso en la puesta de la Luna trae lluvia antes de la Luna nueva y si el centro de la Luna está brumoso, durante la Luna llena estará lluvioso.

En un mes con dos Lunas llenas, la segunda conocida como Luna «azul», probablemente habrá un clima severo, especialmente en mayo. Una Luna llena en un equinoccio primaveral pronostica inundaciones seguidas de una temporada anormalmente seca. Después de una Luna llena en el equinoccio de primavera sigue un clima con tormentas, pero sobre todo, la primavera será seca.

Los estudios muestran patrones climáticos mensuales que simulan el ciclo lunar. En Supernature, Lyall Watson discute dos estudios independientes llevados a cabo en la década de 1960 sobre los efectos de la Luna en la lluvia. El estudio australiano observó los patrones del clima durante un período de veinticinco años. El estudio americano examinó cuarenta y nueve años de historia climática. Ambos encontraron incrementos de lluvia en los días siguientes a la Luna nueva y llena. Cada estudio presentó la misma conclusión: Existe una relación entre los ciclos mensuales de la Luna y los patrones regulares de lluvia.

La investigación también ha mostrado formación de hielo en nubes altas y la concentración de ozono en la atmósfera sigue las lunaciones. El campo magnético que rodea la tierra fluctúa en patrones similares a los del ciclo lunar. El Journal of Geophysical Research publicó estudios climáticos en la década de 1960, confirmando un número de fenómenos naturales, cuyo ciclo coincidía con el de la Luna. Estos patrones lunares fueron encontrados en la concentración de ozono en la atmósfera, en la cantidad de partículas de hielo en nubes de gran altitud, en las torrenciales lluvias en los Estados Unidos y en Nueva Zelanda, en fluctuaciones del campo magnético y en el número de meteoros que caen en la atmósfera terrestre.

Existen muchos cuentos y creencias, los cuales se refieren al cuidado de animales con las fases de la Luna. En un estudio de cuatro años citado por Watson en Supernature, se encontró que los hámsteres son más activos inmediatamente después de las Lunas nuevas y de las Lunas llenas. Los guardianes en los zoológicos pueden mostrar que los ciclos de apareamiento de sus animales están de acuerdo con los ciclos lunares. Las golondrinas pardas, las cuales son habitantes de las Ascension Islands, son conocidas como «bien despiertas», porque solamente se aparean durante la noche. Las golondrinas pardas se aparean solamente cada décima Luna.

Los efectos lunares más visibles son las mareas oceánicas. Consecuentemente, los animales que normalmente son parte del ecosistema de las mareas están afectados por los cambios de la Luna. Esto es natural, porque las aguas de las mareas son solamente eso —agua oceánica moviéndose en ciclos lunares—. Estos estudios muestran que si las criaturas de las mareas son sacadas de su hábitat normal a una locación cientos de millas tierra adentro, se adaptan a lo que serían los ciclos de las mareas si su nuevo hogar tuviera una línea costera. Esto fue probado con ostras, incluso cuando se mantenían en contenedores sin exponerse a la luz del Sol o de la Luna. El Grunion (un pez pequeño que vive en las aguas costeras de California y México) conoce en cierto grado del aumento del nivel de las mareas de la primavera. En, o justo después de la Luna llena, cuando las mareas de primavera están a punto de retroceder, el Grunion deposita sus huevos por encima de la línea de la marea alta. Allí los huevos se incuban hasta la siguiente marea alta de primavera, cuando salen las nuevas crías y nadan en la marea.

Los nativos de las aguas de las mareas no son las únicas criaturas que reaccionan ante los cambios de la Luna. Como instructor de buceo, observé que la actividad subacuática se hacía más activa durante la Luna llena, y encontré muchos más tiburones, barracudas, rayas y anguilas bajo el orbe brillante. Un tiburón de seis pies de longitud nadaba a la distancia de mi brazo durante una sumergida nocturna fuera de la costa de la isla Bimini en las Bahamas. Sus movimientos predadores y erráticos indicaban que el tiburón estaba buscando comida. Las linternas subacuáticas solamente emiten un haz de luz corto a través del agua, lo cual limita enormemente la visibilidad, pero esa noche el océano resplandecía con una luminiscencia espectral de la luz de la Luna llena. El hecho de distinguir la figura sombreada contra la luz lunar penetrante me dio tiempo para recuperarme y prepararme para la llegada del tiburón, en lugar de llenarme de pánico cuando esta criatura del tamaño de un hombre se abalanzara hacia el rayo de mi linterna.

En los tiempos pre-cristianos, nuestros ancestros eran cazadores y recolectores. Cuando ellos empezaron a cultivar, se hicieron más dependientes del clima. Anteriormente, las inclemencias del clima inhibían la caza; como cultivadores, un clima inclemente podía arruinar toda la cosecha de un año. Ellos empezaron a darse cuenta de los ciclos naturales y adaptaron sus antiguos rituales a su actual existencia. Nacimiento, vida y muerte eran honrados. El poder de lo femenino se hizo obvio cuando relacionaron sus propias experiencias de nacimiento a las de los animales y las plantas.

Ellos aprendieron observando los patrones a su alrededor y las reacciones de otras criaturas vivas. Muchas leyendas tienen su origen en los hechos. En el tiempo antes de la cristiandad, la gente vivía en asociación con los cambios de estaciones de la naturaleza. Ellos plantaban y cosechaban mediante los relojes solares y lunares y pronosticaban el clima observando las señales de la naturaleza. Cuando se examinan las vidas de los habitantes de esa época, es evidente su creencia en la relación de la Luna con la fertilidad y la agricultura. La relación entre los ciclos solar y lunar y la agricultura continúa hasta hoy en día.

La siembra solar suministra la base para la mayoría de las estaciones de la agricultura. La preparación de la tierra comienza alrededor del equinoccio de la primavera. Esta también es la época para la poda. El cultivo y las primeras siembras comienzan en el equinoccio de la primavera y continúan durante Beltaine (celebración pagana durante la primavera). La primera cosecha empieza en el solsticio de verano, mientras la siembra continúa. La miel es recolectada. La primera cosecha real es en Lammas (celebración pagana durante el verano) y se celebra como el día de acción de gracias. La segunda cosecha es en el equinoccio del otoño y la última es en Hallows (celebración pagana durante el otoño —Halloween—). La cosecha que queda después de la siega se deja caer, permitiendo que la tierra reabsorba lo que se desprende de ésta. Las hierbas, cebollas, ajo y ajíes son colgados para que se sequen. Las semillas son recolectadas para la siembra de la primavera del año siguiente.

La jardinería lunar está basada en la siembra, eliminación de maleza y cosecha durante diferentes fases de la Luna. Estas actividades también son coordinadas con los signos de la Luna. Las siembras generalmente resultan mejor cuando se practican en el primero, el segundo o el tercer cuarto de la Luna, siendo cada cuarto más apropiado para algunas plantas que para otras. La eliminación de la maleza y el cultivo se llevan a cabo mejor en el cuarto cuarto de la Luna. Los signos de Agua (Cáncer, Escorpión y Piscis) son las mejores épocas para la siembra y la irrigación. Las Lunas de Fuego (Aries, Leo y Sagitario) son utilizadas para la eliminación de la maleza y la eliminación de plagas.

La vida de la planta responde a los cambios de la Luna. Existen cientos de historias y creencias sobre la siembra y la cosecha. Algunas porciones del mes lunar son mejores para la siembra que otras, mientras algunas son mejores para la cosecha. La cosecha de las plantas para la comida tiene requerimientos lunares diferentes a los de la cosecha de las mismas plantas para propósitos medicinales.

Los almanaques basados en el ciclo lunar han ayudado a los granjeros a planificar con base en el clima y en el ciclo terrestre de las plantas durante siglos. The Old Farmer’s Almanac fue establecido en 1792 por su fundador, Robert B. Thomas (1766-1846), y es «la publicación más antigua publicada periódicamente en Norteamérica». Esta publicación contiene historias sobre todos los aspectos de la vida, así como numerosas cartas e índices que contienen asociaciones astronómicas, lugares astronómicos de la Luna y tablas de mareas, para mencionar unos pocos.

Se han llevado a cabo experimentos para determinar la validez de las afirmaciones acerca de la jardinería utilizando la Luna. Como se discutió en la obra Llewellyn’s 1994 Organic Gardening Almanac, el doctor Clark Timmins dirigió las pruebas en las que los signos de la Luna eran el único indicador para la siembra. Inicialmente no fueron tomadas en cuenta las fases de la Luna. Él descubrió que las remolachas sembradas durante una Luna de Escorpión tenían una rata de germinación del 71 por ciento, en comparación, mientras que el 58 por ciento de las sembradas durante una Luna de Sagitario germinaban. Las caléndulas sembradas durante una Luna de Cáncer tenían una rata de germinación del 90 por ciento, en comparación con una rata del 32 por ciento bajo una Luna de Leo. El doctor Timmins también descubrió que los tomates sembrados durante la Luna de Cáncer tenían una rata de germinación del 90 por ciento, comparado con los tomates sembrados durante una Luna de Leo, los cuales solamente germinaron el 58 por ciento del tiempo.

La experimentación adicional incluyó las fases de la Luna en diferentes signos lunares. Una prueba incluyó el transplante de retoños de tomate durante una Luna creciente de Cáncer y una Luna menguante de Sagitario. Los resultados fueron de un 100 por ciento de rata de supervivencia durante la Luna creciente de Cáncer y de un 100 por ciento de rata de mortalidad para los retoños transplantados durante la Luna menguante de Sagitario.

La prueba llevada a cabo también se dirigió hacia el tamaño de las plantas y del rendimiento. Las plantas sembradas durante una Luna de Cáncer tenían flores doce días antes que aquellas sembradas en Leo. Las plantas sembradas en Cáncer también fueron considerablemente más grandes, cosechables más pronto y produjeron frutos sustancialmente más grandes que los de las plantas sembradas en Leo,

En cuanto a la agricultura se refiere, las fases de la Luna están divididas básicamente en dos: crecientes y decrecientes. Generalmente las cosechas que crecen sobre la superficie terrestre se deben sembrar durante la Luna creciente y las cosechas que crecen bajo la superficie terrestre se deben plantar durante una Luna menguante. Llewellyn’s 1994 Organic Gardening Almanac recomienda sembrar durante los cuartos lunares. Durante el primer cuarto siembre anuales frondosos que crecen sobre la tierra y que producen semillas fuera del fruto; en el segundo cuarto siembre enredaderas anuales que crecen sobre la tierra que producen semillas dentro del fruto, excepto pepinos, los cuales dan mejores resultados en el primer cuarto. En el tercer cuarto siembre bienales, perennes, bulbos y plantas de raíces tales como árboles, arbustos, bayas, zanahoria, cebolla y papas. Reserve el cuarto cuarto para eliminación de maleza y cultivo.

Los estudios llevados a cabo desde la II Guerra Mundial que ligan la metamorfosis de la Luna con las enfermedades y las funciones del cuerpo, demuestran nuestra sorprendente relación lunar. En la década de 1940, las muertes por tuberculosis alcanzaron su punto máximo una semana antes de la Luna llena. Esto se explica por la relación entre el pH de la sangre y las fases de la Luna. En Many Moons, Diana Brueton indica que una teoría similar existe para la neumonía.

Han existido estudios que muestran que el sangrado producido por las operaciones es considerablemente más intenso durante o cerca al tiempo de la Luna llena. Watson, en Supernature, establece que el doctor Edson Andrews, un investigador norteamericano, descubrió que el 82 por ciento de los problemas de sangrado quirúrgico ocurrieron en el segundo y tercer cuarto lunar con un incremento significativo durante la Luna llena.

Los estudios han demostrado una correlación entre los dolores de cabeza por migraña y las Lunas nueva y llena. También se ha descubierto que los patrones de aflicción por migraña coinciden con los ciclos menstruales en la mujer. Lucy, una amiga astróloga, es muy susceptible a los dolores de cabeza por migraña y adquiere uno en asociación con todas las Lunas llenas.

El folclor describe que las mujeres quedan embarazadas durante la Luna llena y que la misma Luna tiene un ciclo menstrual. Aunque sabemos que eso no es cierto, un ciclo menstrual de una mujer tiene aproximadamente la misma duración de una lunación. Los estudios indican que la duración de un ciclo menstrual de una mujer a menudo se mide en asociación con los ciclos lunares y muchas mujeres menstrúan durante una Luna nueva o llena.

También existe un aumento documentado en las ratas de nacimiento durante las Lunas nueva y llena. Un aumento en las ratas de nacimiento fue durante o cerca de la Luna llena documentado por el Tallahassee Memorial Hospital en la década de 1950. Ellos encontraron un incremento sobresaliente en los nacimientos durante la Luna llena. Se encontró una correlación entre el ciclo lunar y la rata de nacimientos en New York City, en donde se estudiaron 510.000 nacimientos entre 1948 y 1958. Según Diana Brueton en Many Moons, dos estudios independientes alemanes encontraron una correlación entre la rata de nacimiento y la marea alta.

Durante siglos, el hombre ha culpado a la Luna por sus defectos. Todo el conjunto del comportamiento emocional y de los desmanes ha sido culpa de la Luna, desde llorar en una película de cine hasta conducir erráticamente, las peleas, el alcoholismo e incluso las violaciones y el asesinato.

La Luna llena nos hace enloquecer a todos un poco. Nos convertimos en «lunáticos». Esta relación entre la Luna y esta locura intermitente es uno de los fenómenos relacionados con la Luna discutidos más ampliamente. «Lunático» es la derivación del latín Luna. Existen muchos coloquialismos que se refieren a nuestras impresiones de la influencia de la Luna tales como lunático, locura intermitente, chiflado, soñador, sombra lunar, brillo lunar, ciego lunar, etc.

Se dice que la Luna tiene el poder de convertir a una persona en hombre lobo. No muchas personas creen que los cambios en la personalidad o en los atributos físicos ocurren a causa de la Luna llena; sin embargo, existe la creencia de que la Luna desata las inhibiciones y aumenta nuestra susceptibilidad a la influencia de otros.

A través de la historia, se ha dicho que el tiempo de la Luna llena transforma a las personas sanas en lunáticas. Los administradores de los manicomios del siglo XVIII eran firmes creyentes de la influencia de la Luna en el psiquis humano, de forma que contrataban personal adicional durante la Luna llena. Las diferencias legales entre estar simplemente afectado por la Luna («lunático») y estar realmente «loco» fue expuesta en la ley. Cien años más tarde, el Acto de 1842 sobre locura intermitente, que se refería al cambio del estado mental de una persona relacionado con el cambio de las fases de la Luna.

Hoy en día, el personal de las salas de emergencias de los hospitales, los servicios de ambulancias y los departamentos de policía y bomberos son conscientes de los cambios que ocurren cuando hay Luna llena. Mientras era tratado de una herida en el pie, mi enfermera relataba historia tras historia sobre que la sala de emergencias se mantenía más ocupada durante esa época del mes. Ella dijo a manera de broma que algunos trabajadores del hospital programaban sus días de descanso durante la Luna llena para evitar el ajetreo.

Yo discutí los efectos de la Luna llena con el jefe de seguridad de una gran cadena de tiendas de departamentos locales. Él me dijo que los robos se incrementaban dramáticamente durante la Luna llena y ellos programaban personal de seguridad extra para enfrentar este incremento.

Los psiquiatras han llevado a cabo muchos experimentos para entender un poco más los efectos de la Luna sobre la humanidad. Los registros indican un aumento sustancial en la admisión a los hospitales mentales durante la Luna llena. La frecuencia de las violaciones, asaltos, incendios premeditados, homicidios, suicidios y otros crímenes violentos aumenta cuando se acerca el tiempo de la Luna nueva y la Luna llena. Se han hecho también muchos estudios que tratan de determinar el alcance del efecto de la Luna en la mente humana y en la capacidad de cometer actos criminales, como se observa en un número de estudios discutidos en Supernature.

Un estudio semejante en Ohio encontró que la admisión a los hospitales psiquiátricos debido a quebrantos emocionales se había incrementado significativamente durante y alrededor de las Lunas llenas. En otro estudio, se examinó la evidencia estadística de la actividad criminal en Florida entre los años de 1956 y 1970. El estudio encontró evidencia de un aumento en los asesinatos durante el período de las Lunas nueva y llena. Se encontró que existía un conjunto similar de circunstancias durante el mismo período de tiempo (1956 a 1970) en el condado Dade, Florida, en donde se analizaron 1.887 asesinatos. Posteriores estudios llevados a cabo en Ohio encontraron que la actividad criminal llegó a su punto cumbre no durante las Lunas nueva y llena, sino tres días después. Este retraso fue explicado mediante el hecho que Ohio está situado en latitudes más hacia el Norte.

El científico Adrija Puharich estudió la posibilidad del aumento de conciencia psíquica y de las habilidades telepáticas durante las Lunas nueva y llena. Sus resultados lo llevaron a concluir que las fuerzas gravitacionales que causan las mareas también actúan sobre la conciencia humana. En Beyond Telepathy, Puharich detalla sus procedimientos de prueba y resultados. Él se preparó durante cinco años para completar un mes lunar de prueba. La prueba fue llevada a cabo mediante el uso de juegos apareados de cartas y un ambiente controlado. Los resultados indicaron un incremento pronunciado en las habilidades telepáticas durante la Luna llena y un incremento significativo un poco menor durante la Luna nueva.

La corroboración posterior proviene del doctor Leonard Ravity, neurólogo, tal como se discutió en Witchcraft for Tomorrow de Doreen Valiente. El doctor Ravity estudió el flujo de los impulsos eléctricos en el cerebro, concluyendo que la Luna tiene un efecto incrementado de locura temporal en las personas ya consideradas como inestables. Midiendo los microamperios que fluyen por las vías neurales del cerebro, el doctor Ravity encontró que estas corrientes aumentaban dramáticamente durante la Luna nueva e incluso más durante la Luna llena.

Las respuestas emocionales que cada uno de nosotros tiene hacia las fases cambiantes de la Luna y los signos astrológicos pueden no ser tan obvios como los estudiados en los hospitales psiquiátricos, pero son reales. Felicidad, tristeza, vigor, apatía, irritabilidad e inestabilidad emocional, son todas mejoradas por la Luna. Nuestra comprensión de estos ciclos lunares nos permiten utilizar el poder de la Luna de forma constructiva.