Trabajar con los ángeles no tiene nada de místico, ya que están siempre a nuestro lado, a todas horas, y están encantados de ayudarnos. De hecho, nos ayudan constantemente sin preguntarnos, pero no solemos darnos cuenta y nos limitamos a atribuir a la «buena suerte» las cosas buenas que nos pasan. Sin embargo, focalizar un problema concreto y concentrarnos en el ángel adecuado nos proporcionará una extraordinaria orientación y ayuda de parte del ángel en cuestión. Tu implicación activa en el proceso de sanación permitirá que los ángeles concentren sus esfuerzos con más precisión y energía.

Los ángeles traen la magia a nuestras vidas y pueden obrar milagros para enderezar las cosas cuando se tuercen. Son capaces de arreglar nuestros problemas más complicados y llevar sanación y armonía donde hay disonancia y aflicción. Llevan consuelo donde hay pesar y llevan su amor incondicional para levantarnos el ánimo, independientemente de la cantidad de errores que creamos haber cometido en la vida. Están siempre a nuestro lado para echar una mano e inspirar cuando sea necesario.

A los ángeles les complace especialmente trabajar con las personas para llevar amor divino y sabiduría al mundo. Es su deseo trabajar así con los seres humanos. Su bálsamo sanador salvará dificultades de tu vida y ayudará a sanar el mundo donde haya adversidad, conflicto y desesperación.

Podemos ayudar enormemente a los ángeles a hacer su trabajo, lo que redundará en nuestro beneficio, sintonizando con su energía, porque su energía está en los planos etéreos y podemos hacer de eslabón entre lo etéreo y la materia densa de la Tierra. Podemos ayudar a canalizar la luz de los ángeles hacia el lugar de la Tierra donde se necesite y, desde la Tierra misma, aumentar el poder de esa luz. Trabajar con los ángeles y colaborar en su misión de llevar el amor divino y la sabiduría a toda la humanidad es el propósito de nuestras vidas. Este es el trabajo que ansía nuestro espíritu y que puede proporcionarnos la mayor de las satisfacciones y recompensas.

Sea cual sea el problema, y por grande y complicado que pueda parecer, los ángeles pueden darnos la capacidad de hacerle frente y seguir avanzando. Con su ayuda podemos fácilmente encontrar soluciones a problemas que parecen insalvables. Su suave roce alentador y sus sabias palabras aportan inspiración y ánimo cuando estamos hundidos y desbordados. Si las circunstancias se antojan difíciles, la sanación de los ángeles puede ayudarnos a recuperar el control de nuestras vidas y superar los problemas con facilidad.

Sea como sea que visualices a los ángeles, son siempre energías positivas cuya única razón de ser es el bienestar de toda la humanidad, la Tierra y todos los seres vivos. Reconocer su existencia y el trabajo que realizan en favor de la humanidad puede abrir la puerta a una maravillosa relación creativa que traerá a tu vida una honda felicidad y plenitud. Trabajan incansablemente detrás del escenario donde hay disonancia tanto en el plano personal como en el global, y nos guían siempre para permitir que vivamos vidas felices y plenas. Pero a menudo el mundo material nos absorbe y distrae en exceso como para ser conscientes de la presencia y la guía angelical. Cuando «desconectamos» el ego y dejamos que nuestro yo espiritual establezca contacto con los ángeles, los resultados pueden ser asombrosos y tajantes. Ser conscientes del auxilio angelical en cualquier situación le dará a esa ayuda una fuerza extra, porque habremos abierto un canal directo para dejar que fluya la energía de los ángeles.

El propósito de los ángeles como mensajeros es revelarnos a cada uno de nosotros la verdad: que somos seres perfectos con un poder enorme y que no hay nada que temer, porque recibimos orientación divina y apoyo angelical cada instante de nuestras vidas. Los ángeles ven a todos los humanos como seres espirituales hermosos y no se dedican a juzgarnos, a ninguno de nosotros. Entienden lo densa que es la materia de la Tierra y lo fácil que nos resulta volvernos negativos al intentar afrontar el día a día. Este es el mensaje que traen los ángeles, y su amor, su guía y su apoyo son el amor, la guía y el apoyo divino.

Los ángeles quieren que los veamos como amigos que ni mucho menos emiten juicios sobre nuestros errores y debilidades, y están deseando ayudarnos a crecer y prosperar en la vida. Su magia puede hacer realidad nuestros sueños y tanto más felices nuestras vidas. Es una verdad maravillosa que conviene tener presente en la vida cotidiana. Los mensajes de los ángeles son siempre edificantes, positivos y están llenos de esperanza.

La sanación de los ángeles actúa en nuestro cuerpo emocional y mental para darnos una comprensión más honda de nuestro yo espiritual. Ayudándonos a conectar con nuestro yo espiritual, los ángeles pueden proporcionarnos una paz profunda y la certeza de que todo está bien en nuestra vida.

La sanación de los ángeles nos pondrá en contacto con nuestro yo superior (en lugar del yo inferior del día a día), el núcleo de nuestro ser, que posee todas las respuestas a los interrogantes de nuestras vidas. Este yo superior posee los secretos del verdadero camino de nuestra vida, un camino que solo puede traernos felicidad y alegrías. Son estos secretos de nuestro ser interior los que los ángeles pueden revelarnos, ya que lo saben todo sobre nosotros, lo bueno y lo no tan bueno, y saben el camino que deberíamos tomar para alcanzar esta dicha divina.

Los ángeles conocen nuestro yo verdadero mejor que nosotros y entienden los temores y la falta de confianza que pueden conducirnos por un camino negativo. Ellos nos apartan poco a poco de estos patrones negativos y nos ponen en contacto con nuestro yo auténtico y positivo, que puede llevarnos por un sendero vital acertado.

A la hora de trabajar con los ángeles es importante tener presente que no pueden incidir en nuestro karma, aunque sin duda pueden facilitarnos las cosas y hacer que nos resulten menos dolorosas. El karma es la ley de causa y efecto, lo que significa que recogemos lo que sembramos. Nuestro karma nos da oportunidades para crecer y aprender, y hay un karma bueno y positivo, igual que otro presuntamente negativo. Trabajar con los ángeles y dejar que su amor y su sabiduría influyan en nuestras vidas puede transformar cualquier karma negativo que podamos tener en oportunidades positivas, y los ángeles están siempre con nosotros para ayudarnos a superar los problemas.

Si estás pasando por una época complicada o tienes lo que parece un problema insuperable, hay un ángel que puede ayudarte a superarlo. Trabajando con los ángeles vencerás tus problemas con suma facilidad. El karma no es una ley negativa y de ningún modo debería considerarse un castigo por los supuestos pecados previos. En todo momento actuamos siempre lo mejor que podemos y sabemos, y la ley del karma nos ayuda a entendernos a nosotros mismos, y a aprender y crecer espiritualmente.

Las meditaciones detalladas en este libro traerán a los ángeles a tu lado para compartir contigo su sabiduría y amor sanador con los resultados más sorprendentes. Tengas el problema que tengas, hay un ángel que lo rociará con un bálsamo sanador, trayendo a tu vida inspiración y aliento. Por muy contrariado que estés por algo, hay un ángel totalmente dispuesto a envolverte en unas alas de amor y luz, que llevarán consuelo y dicha sanadora a tu corazón. Siempre que estoy disgustada por algo me imagino que mi ángel de la guarda me envuelve con sus alas de y enseguida me siento llena de energía, y casi puedo oír las sabias palabras que me trae sobre la situación. Las meditaciones diarias de este libro te ayudarán a sintonizar enormemente con la energía angelical en tu vida cotidiana. Es una energía maravillosa que puede inspirarte y obrar milagros para hacer tu vida más feliz y dichosa.

Para empezar este viaje maravilloso y creativo de colaboración con los ángeles, tan solo necesitas dedicar diez minutos al día a contactar con ellos. Disfruta trabajando con ellos, porque traer alegría y felicidad a todas las almas de la Tierra a través de su sanación y guía es el deseo de todos los ángeles.