Prefacio

 

El Gong Fu (Kung Fu) no es un arte marcial como comúnmente se cree, más allá de que tal denominación haya sido adoptada en Occidente para referirse a las disciplinas tradicionales chinas de combate. Lo que vulgarmente conocemos como Gong Fu se trata en realidad del Wu Shu que significa, precisamente, arte marcial, y no comprende una única escuela, sino que engloba un sinnúmero de diferentes disciplinas y estilos. Cabe hacer esta diferenciación porque el Gong Fu es un estado. Tal estado es el dominio absoluto que alcanza una persona de su arte u oficio, y no necesariamente del arte del combate. Gong Fu significa algo así como “habilidad permanente”, sea en la actividad que sea. Cuando alguien domina cabalmente lo que hace, entonces tiene el Gong Fu, adquiere ese estado de habilidad constante. Lo cierto es que el Gong Fu está presente en muchos aspectos de la vida aunque no tengamos conciencia de ello. El objeto de este libro es el logro del Gong Fu en lo que al Yi Jing (I Ching) respecta, y está inspirado en la serie Kung Fu, creada por Ed Spielman, que fue furor en la televisión de los años setenta. Tal inspiración gravita más que nada en los diálogos que el discípulo Kwai Chang, protagonizado por David Carradine, sostenía con sus maestros Po y Kan en el templo de Shaolin. De ahí que este libro se titule El I Ching del Pequeño Saltamontes[1], en alusión al apodo con que el joven Kwai Chang era llamado por sus maestros. Por lo tanto, la presente versión es una interpretación dialogada del Yi Jing entre un discípulo y un maestro, interacción que es característica de la cultura oriental. El lector puede imaginar que es el mismo Kwai Chang el que pregunta y el maestro Po el que, en algunos casos, responde o bien, el maestro Kan, en otros; o, tal vez, no sienta que se trata de alguno de ellos y solo se vea a sí mismo como el discípulo y reconozca la “voz” del maestro como un maestro interior. Esta versión contiene el texto original de la totalidad de las Líneas del Libro de los Cambios, traducido directamente del chino al español por mí: El I Ching tal como es[2]. En los casos de la Sentencia y la Imagen, he introducido directamente diálogos que aluden a sus características, pero sin citar el texto original con el fin de no esquematizar demasiado la obra, cosa que le quitaría naturalidad. Las ideas de la Imagen se plasman en un simple encabezado en cada hexagrama y un pequeño diálogo como remate, al final de cada capítulo. Bajo el título de “El Recuerdo”, antes de las “Líneas”, a las que aquí llamo “Escalones”, dado que tomo a cada hexagrama como un templo, está el diálogo que alude a la esencia de la “Sentencia”, donde interviene un discípulo, aún niño, que bien podría ser el pequeño Kwai Chang. En cambio, en el texto correspondiente a los “Escalones”, (Líneas) vemos a un joven discípulo, ya monje, pero todavía con mucho que aprender. Haber trabajado en esta visión sobre el Libro de los Cambios me ha significado una grata experiencia. He aprendido algo más acerca de este legado milenario al que le he dedicado muchos años de estudio. Dado que Shaolin significa “bosque joven”, como conclusión de esta nueva mirada, a la que descubro como un lozano bosque de bambúes, prefiero adherir a las palabras preliminares de cada capítulo de la serie Kung Fu:   “I seek not to know all the answers but to understand the questions.” [3]   Gustavo Andrés Rocco Buenos Aires, junio de 2013

 

1 Significado de “saltamontes” para la China antigua: “… símbolo de posteridad numerosa y por consiguiente de bendición celeste”. (Jean Chevalier /Alain Gheerbrant, Diccionario de símbolos, Ed. Herder, Barcelona, 1986).

 

2 Zhou Yi. El I Ching tal como es, Grijalbo, Buenos Aires, 2008. Ebook en Versión Completa: El I Ching tal como es. Las Mutaciones de los Zhou, Ramdon House Mondadori, Buenos Aires, 2013.

 

3 No busco saber todas las respuestas sino entender las preguntas”