Presentación
1. La comunicación digital como caleidoscopio
Los medios de comunicación de masas tradicionales están viviendo un proceso de refundación de su naturaleza y de sus fines. La emergencia de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación ha comportado un desplazamiento radical de su definición moderna, provocando el surgimiento de nuevas dimensiones comunicativas. Los efectos y consecuencias finales del proceso general de actualización y/o redefinición al cual estamos asistiendo resultan aún inciertas.
Frente al carácter cerrado, estable y mayoritariamente limitado de los contenidos en los medios de comunicación tradicionales, la acción comunicativa a través de los nuevos medios de comunicación digital ofrece contenidos típicamente flexibles, inestables e incluso ilimitados, provocando así un desplazamiento de modelos comunes anteriores y la necesidad de estudio y prospección de nuevas pautas para su necesaria comprensión crítica.
En el seno de este proceso de cambio y sustitución de nociones y herramientas claves, la producción de las aplicaciones y sistemas de comunicación audiovisual digital vive aún actualmente una fase de investigación de sus posibilidades y alcance. Pese a loables hitos en el seno de la tradición literaria impresa, la reciente década de estabilización de creación y producción de aplicaciones multimedia no ha permitido sentar en absoluto bases metodológicas ni pautas y/o criterios comunes canónicos.
En la acción comunicativa digital, la pantalla ya no resulta un espacio cerrado de exposición de datos; la pantalla debe concebirse como un campo abierto de acontecimientos, como un no lugar desterritorializado capaz de convertir al usuario en el auténtico actor de la aplicación.
La previsualización habitual de un proyecto comunicativo que implicaba todo proceso de guionización, sigue centrada en el territorio multimedia en la selección y estructuración de unas determinadas unidades significativas, pero de unas unidades que ahora, en lugar de permanecer estables y definidas, forman parte del imprevisible caleidoscopio en que se convertirá una determinada interfaz gráfica de usuario en cada una de sus visitas.
La conciencia sobre los efectos que plantean los nuevos entornos digitales para la acción comunicativa promueve la redefinición de un amplio abanico de conceptos y categorías utilizadas (demasiado) habitualmente de forma acrítica. La lectura como navegación, el envejecimiento de la cultura tipográfica, la pérdida de las fronteras disciplinares o la actual preeminencia de nociones como por ejemplo red, nexo y nodo son tan sólo algunos de los nuevos lugares que la era digital sitúa en el espacio discursivo central para la acción comunicativa.
De un modo revolucionario, la producción comunicativa en los entornos digitales se caracteriza por su potencialidad de implementación efectiva de aplicaciones sin linealidad, multiformes: obras cambiantes, de apariencia incierta, capaces de adoptar nuevas definiciones en cada una de sus (infinitas) actualizaciones en manos de cada uno de sus usuarios. Imágenes, formas, textos y sonidos interrelacionados, que encuentran su particular alter ego en la figura del caleidoscopio: un tipo de mosaico variable, fragmentario y dinámico de luces y colores que cambian sólo a partir y desde la intervención dinámica del usuario.
2. El contexto de los new media
Este escenario de intensa interrelación entre formas audiovisuales emergentes (por ejemplo, la comunicación móvil), en consolidación (por ejemplo, los videojuegos) o en transformación (por ejemplo, el cine o la televisión) han estimulado un conjunto de reflexiones teóricas en torno a un objeto de estudio que podemos considerar una especie de nuevo ecosistema comunicativo. “Nuevos medios de comunicación”, “new media”, “tecnologías de la información y la comunicación (TIC)”, “comunicación digital” o “formas de la cultura audiovisual digital” son algunas de las expresiones utilizadas por los investigadores que intentan dar cuenta de este nuevo ecosistema, desde una variedad de disciplinas que abarcan las ciencias sociales y de la comunicación, la estética, la narrativa, la antropología, el diseño, la tecnología, la economía política o la crítica cultural.
En el ámbito anglosajón, destacan los trabajos acogidos bajo la denominación new media, que se utiliza frecuentemente en el sector audiovisual. Más allá de las inevitables limitaciones asociadas con esta denominación, creemos conveniente detenernos, aunque sea brevemente, en algunas de las principales aportaciones teóricas a la comprensión del contexto de estos nuevos media (acogiendo dentro del concepto “media” el conjunto de medios tecnológicos y productivos, así como las formas de expresión y comunicación audiovisual dentro y fuera de la industria), ya que creemos que puede ser de utilidad para construir el marco adecuado y relacionar mejor las diferentes secciones de esta obra.
Es importante tener en cuenta antes que nada que el estudio académico de los “nuevos media” aborda el cruce de caminos entre formas audiovisuales emergentes y formas consolidadas y de los procesos de cambio, continuidad, novedad e innovación implicados. Hablar de “nuevos media”, por tanto, hace referencia fundamentalmente a un nuevo contexto de interrelación y no debe ser entendido necesariamente como sinónimo de “media específicamente nuevos”. Sin duda, uno de los objetivos de los investigadores en el ámbito de los nuevos media consiste en identificar las características propias y las potencialidades de los media nuevos de nuestro tiempo (que se traducen en nuevas aplicaciones tecnológicas, nuevas formas estéticas, nuevas formas de comunicación, nuevas formas de negocio, nuevas formas de expresión cultural y de interacción social). También es cierto que se empieza a definir un sector económico identificado bajo la terminología de los “nuevos media” vinculado a Internet, los videojuegos y la comunicación y el entretenimiento digital en general, para poder así distinguirlo de los sectores industriales del audiovisual de mayor tradición, como el cine o la televisión. Sin embargo, como ya hemos indicado al inicio de esta introducción, si queremos comprender adecuadamente este nuevo contexto, es imprescindible tener en cuenta que lo viejo y lo nuevo aparecen totalmente imbricados. Conceptos clave como la importancia creciente del concepto de red como interconexión de nodos sin una jerarquía definida, (1) la lógica de la reme diación, (2) la hibridación de formas culturales visuales, (3) el concepto de matriz intertextual de bienes de consumo, (4) la informatización de la cultura, (5) o la emergencia de una cultura participativa (6) son sólo algunos ejemplos que remiten de forma elocuente a una intensa, incluso febril, interrelación.
He aquí otros aspectos en común entre la mayor parte de los estudios sobre los nuevos media:
La intensa relación entre los diferentes media hace que la especificidad de cada uno pierda importancia.
Predominan las aproximaciones interdisciplinares.
Se producen interesantes contrastes (a veces incluso con posibles puntos de contacto) entre planteamientos aparentemente contradictorios: desde las aproximaciones más o menos deterministas (que sostienen que la tecnología es el motor de los cambios) a los basados en la interacción social (según las cuales la adopción de una determinada tecnología es el fruto de un proceso de negociación y apropiación por parte de sus usuarios), así como desde perspectivas más utópicas (que ven en los nuevos media enormes potencialidades para una mayor democratización libertad para la creación cultural colectiva en detrimento del poder de las grandes corporaciones) a otras más críticas (que sostienen que las estructuras de los nuevos media aparecen altamente normativizadas y reafirman la hegemonía de la ideología capitalista dominante y el poder de las grandes empresas).
Se analiza críticamente el alcance de los procesos de cambio, relativizando las afirmaciones acerca de “avances revolucionarios” y prestando atención a los movimientos cíclicos, continuidades y contextos que permiten observar estos fenómenos como un proceso en marcha. Por este motivo, muchos autores estructuran su discurso desde un punto de vista histórico.
Existen por tanto múltiples maneras y perspectivas para acercarse a los procesos de cambio en el ámbito audiovisual, en función de los principales elementos de interés en juego y las diferentes tradiciones teóricas: así, existe toda una corriente particularmente interesada por las formas culturales audiovisuales, priorizando los aspectos estéticos y tecnológicos; otras investigaciones se centran en los procesos de creación, producción, difusión y consumo de obras/ objetos/ productos; otras focalizan su interés en la (inter)relación entre las tecnologías, los media y la sociedad, considerando los nuevos media como una nueva esfera de comunicación que redefine los hábitos de comunicación interpersonal y social, con Internet como nuevo paradigma comunicativo; podemos también encontrar aquellas que relacionan la producción y el consumo desde el punto de vista cultural e ideológico. Y sin duda podríamos seguir ampliando este listado. Uno de los principales objetivos de este libro es acercarnos, aunque sea de forma introductoria, a esta cambiante diversidad.
3. Sobre el origen y los contenidos de este libro
En este libro se efectúa un recorrido de carácter introductorio por las actuales corrientes de transformación en el audiovisual y las implicaciones del uso de las tecnologías digitales en la producción y consumo cultural audiovisual, combinando el punto de vista teórico con el de la propia industria. Esta diversidad de aproximaciones tiene como objetivo retratar un momento repleto aún de incertidumbres y potencialidades, pero donde ya se pueden vislumbrar muchas realidades tangibles. El inicio de este camino se halla en el trabajo que iniciamos 2002, con reconocidos autores procedentes tanto de la academia, como del mundo profesional para desarrollar materiales didácticos para las asignaturas del segundo ciclo de Comunicación Audiovisual de la Universitat Oberta de Catalunya, titulación que se inició en septiembre de ese mismo año. (7) Al tratarse de una licenciatura nacida en pleno siglo XXI y pensada para un entorno virtual de aprendizaje, consideramos imprescindible que sus contenidos reflejaran en lo posible los procesos de cambio de los medios y formas de comunicación audiovisual de la era digital. Ahora hemos propuesto a alguno de aquellos autores recuperar y revisar alguno de los textos que reflejasen de forma más directa los efectos que los procesos de digitalización han ejercido sobre las diferentes facetas de la creación, producción y difusión de contenidos y el propio consumo audiovisual. El resultado es el libro que está en sus manos, que esperamos resulte de especial interés tanto para los estudiantes de ciencias de la comunicación y como para todos aquellos interesados por los procesos de cambio en los medios y formas de comunicación audiovisual contemporáneos
Sobre la base de una naturaleza interrelacionada y compleja de nuestro objeto de estudio, la transformación de las formas y medios de comunicación audiovisual, hemos planteado dividir el libro en tres secciones, conteniendo cada una de ellas tres capítulos:
I. Direcciones cambiantes. Se centra en el mapa de los principales cambios y desplazamientos aunando factores tecnológicos, políticos, económicos, sociales y culturales: nos servirá por tanto para situarnos en los factores clave en el origen de las transformaciones en marcha, y desarrolla diversos de los aspectos generales que se hallan en el origen de la transformación. El primer capítulo, “Motores de la transformación del mapa de la comunicación: la revolución interactiva”, a cargo de Manuel Campo Vidal efectúa un recorrido histórico por los principales cambios que nos han conducido hacia la sociedad de la información. Para el autor existen tres factores clave en la transformación, que aplica al entramado audiovisual y a las perspectivas de la industria de la comunicación en España: el tecnológico, el factor económico y el factor político. Imma Tubella examina en el segundo capítulo, titulado “De la comunicación de masas a la comunicación multimedia” la crisis de los modelos tradicionales utilizados para comprender los medios de comunicación, cuestionando determinadas concepciones académicas e incluso industriales que no dan cuenta de los profundos procesos de cambio que están teniendo lugar: ¿asistimos al fin de la televisión? ¿Podemos considerar Internet como un medio de comunicación? ¿Debemos replantearnos las teorías existentes y formular nuevas preguntas? Estas y otras cuestiones son las tratadas en este apartado. Finalmente, Antoni Roig aborda el nuevo papel de los espectadores y usuarios en el contexto de la producción audiovisual y de contenidos informativos en el capítulo titulado “La comunicación audiovisual digital: nuevos medios, nuevos usos, nuevas competencias”. El autor destaca las nuevas potencialidades de la producción y distribución de contenidos por parte de los usuarios, así como los retos y transformaciones que ello supone para los profesionales de la información y la comunicación.
II. Tecnologías y contenidos. Ofrece tres visiones sobre sendos aspectos clave del cambio tecnológico y sus implicaciones en la producción y el consumo. En primer lugar Marc Mateu y Ferran Clavell en su capítulo “El nuevo escenario audiovisual: los contenidos multiplataforma” describen, desde una perspectiva industrial, la revolución que supone la producción multiplataforma como oportunidad de negocio que permite la creación y distribución de contenidos audiovisuales en diferentes formatos (lo cual resulta además una forma de rentabilizar los derechos de explotación de bienes y productos audiovisuales). El concepto multiplataforma supone un cambio radical en los sistemas de producción, facilitando la aparición de nuevos hábitos por parte de los usuarios y abriendo las puertas a nuevas formas de consumo, como el vídeo a la carta. En la última parte de este capítulo, los autores se centran en su experiencia en proyectos de creación de universos multiplataforma, ofreciendo al final un breve estudio de caso. A continuación, Ferran Clavell en solitario se sumerge en las revueltas aguas de “La música en la era digital”, centrando su atención en los aspectos tecnológicos (el auge de los formatos de audio comprimidos, los soportes de grabación digital y las redes de intercambio de archivos), así como las proyecciones de futuro acerca de los cambios en la creación, las estrategias de la industria y el consumo de música. Cierra esta sección un apartado de gran importancia, pero insuficientemente tenido en cuenta en ocasiones en el sector audiovisual, que da nombre al capítulo: “El problema de la producción y la preservación de información digital”, escrito por Alice Keefer y Núria Gallart. Una de las más directas consecuencias de la digitalización es la conversión de los objetos audiovisuales en recursos de información: los recursos analógicos preexistentes se digitalizan, mientras que día a día crecen los nuevos recursos directamente diseñados y desarrollados digitalmente. Todos estos recursos son gestionados utilizando multitud de sistemas de codificación, conversión y compresión, en soportes y entornos determinados y están sujetos a diversos peligros, como la obsolescencia tecnológica a la degradación de los soportes que los almacenan y exigen a las empresas unas estrategias de preservación bien definidas. Por otro lado, las autoras también abordan la dimensión de la preservación vinculada con los aspectos de la propiedad intelectual de los recursos, fruto del reto que supone la capacidad de reproducción, transformación, comunicación pública y explotación de estos recursos. Se efectúa un repaso al marco legislativo internacional, a la legislación española y las entidades de gestión de derechos. Como se puede comprobar a lo largo de los tres capítulos que componen este apartado, las cuestiones relativas a la propiedad intelectual resultan fundamentales en los distintos temas en discusión.
III. Formas y lenguajes. Ofrece una completa aproximación a algunos de los cambios más significativos que presentan los contenidos comunicativos de naturaleza digital, centrándose en los aspectos que inciden de forma más directa en el diseño y las formas estéticas y narrativas. En “Lenguajes de la comunicación digital”, David Domingo enumera y presenta críticamente una variada panorámica por los nuevos elementos y nociones clave que estructuran de forma renovada la acción comunicativa en los nuevos entornos digitales. A continuación, “Notas para una estética audiovisual digital” de Jordi Alberich, señala un sugerente catálogo de lugares comunes para fundamentar la reflexión y el análisis estético crítico de las obras y producciones audiovisuales de naturaleza ya digital. Y finalmente, el volumen se clausura con el texto “Nuevas formas en la narración audiovisual”, en el que Jordi Sánchez Navarro ofrece una sugestiva exposición sobre los nuevos hitos propios de las posibilidades narrativas hipertextuales e interactivas en recientes obras audiovisuales digitales, ofreciendo así un conjunto de pautas y herramientas efectivas para la hoy tan útil y necesaria tarea de comprensión de las actuales direcciones cambiantes en el conjunto de la acción comunicativa digital.
Hemos intentado con este libro reflejar, aunque sea fugaz y fragmentada-mente, algunas de las principales cualidades y potencialidades del atractivo, complejo y cambiante caleidoscopio de la comunicación audiovisual digital. Los usuarios son los que tienen la última palabra.
Jordi Alberich y Antoni Roig, septiembre 2005.