Capítulo II

Las políticas internacionales de digitalización
y su desarrollo en España

Javier Alvárez
Josep Vives

1. Los proyectos de digitalización en el mundo

1.1. De la Bibliotheca Universalis a la Biblioteca Digital Mundial

El 21 de abril de 2009 “abría” sus puertas la Biblioteca Digital Mundial liderada por la UNESCO. No pasa mes que no tengamos noticia de alguna nueva iniciativa en el mundo de las bibliotecas, los museos, archivos, etc., en lo que se refiere a la puesta a disposición de a usuarios de fondos a través de la red.

Mucho camino se ha recorrido hasta ahora y seguramente nos encontramos en un momento álgido en lo que se refiere al nacimiento de iniciativas digitales.

El desarrollo de bibliotecas digitales es solamente un aspecto más de los esfuerzos que se han venido realizando hasta ahora para desarrollar la sociedad de la información. Como no podía ser de otra manera, en sus primeros inicios la mayoría de proyectos tenían como objetivo crear las infraestructuras TIC necesarias para garantizar la conectividad. Resuelta en parte la cuestión de los “cables” parece que ahora es el momento de los contenidos.

El desarrollo de las bibliotecas digitales, sin embargo, tiene más años de lo que podríamos suponer en principio.

En 1971, Michael Hart crea lo que algunos autores consideran como la primera biblioteca electrónica, el Proyecto Gutenberg.[1] El planteamiento inicial de este proyecto era sencillo, ofrecer una colección universal de libros en formato electró

nico. La característica particular del mismo, además de continuar vivo en la actualidad, es el hecho que los libros se presentan exclusivamente en formato texto y no con imágenes fruto de una digitalización. En sus inicios no existía otra forma posible, ya que no se disponía de la tecnología actual, pero el fundador de esta biblioteca ha mantenido esta peculiaridad hasta nuestros días. 28.000 libros están disponibles hoy en este proyecto, aunque gracias al desarrollo de programas Gutenberg nacionales se ha llegado a la cifra de 100.000 documentos disponibles.

Ya en 1995 y a partir de las reuniones del G-7 sobre la Sociedad de la Información se planteó la necesidad de crear lo que entonces se llamó la Bibliotheca Universalis[2], en honor al nombre de la primera bibliografía o catálogo con vocación de universal, del suizo Conrad Gesner, publicada en 1545. Dicho proyecto encabezado por Francia y Japón y con la colaboración de los Estados Unidos de América, Canadá, Italia, Alemania y el Reino Unido tenía por objetivo dar acceso a las principales obras culturales y científicas del mundo a través de la red. A pesar de los esfuerzos realizados, sin embargo, más allá de las primeras ideas, el proyecto no dio resultados concretos en opinión de Jacquesson y Rivier (2005).[3]

Es necesario señalar que, en todo caso, TEL ( The European Library) recibirá la herencia de la Bibliotheca Universalis y facilitó el inicio de la cooperación entre bibliotecas en temas de digitalización.

Desde 1995 hasta ahora han ido surgiendo diferentes iniciativas ya sea a partir de la formación de colecciones propias a partir de un país o fomentado la colaboración internacional. En las páginas siguientes se desarrolla el contexto europeo para centrarnos aquí en algunos modelos de ámbito anglosajón.

Y llegó Google Books

En octubre de 2004, la empresa Google anunciaba el proyecto Google Print Library que actualmente conocemos como Google Books. Dicho programa anunciaba la intención de Google de digitalizar fondos de las bibliotecas de Harvard, Stanford, la Universidad de Michigan, Oxford y la New York Public Library con la intención de ponerlos a disposición de todos los usuarios de Google.[4] Si alguna cosa puede decirse de este proyecto es que marcó un punto de inflexión en las políticas nacionales de digitalización. Como reacción, en Europa, la digitalización pasa a ser una cuestión de estado. Jean-Nöel Jeannene, director de la Biblioteca Nacional de Francia fue el primero en poner el grito en el cielo anunciado un cataclismo digital por la previsible invasión que los contenidos electrónicos anglosajones producirían en Internet. No sabemos si Jeanneney exclamaría pero lo cierto es que el presidente francés por entonces, Jacques Chirac recogerá el guante y meterá a Francia y al resto de Europa en una carrera para ser los primeros en tener una biblioteca digital potente. Ironías aparte, cabe reconocer que gracias a Google, los países toman consciencia de la importancia de la creación de bibliotecas digitales y, de rebote, la iniciativa norteamericana servirá de acicate para dar el impulso definitivo a lo que más tarde será Europeana.

Como no podía ser de otra manera, el proyecto de Google llega a España y bibliotecas como la de la Universidad Complutense de Madrid o la Biblioteca de Catalunya se suman a la iniciativa de Google y, de forma complementaria a sus propios programas de digitalización, incorporan ya fondos en lo que ahora conocemos como Google Books.

En octubre de 2008 afirmaba que disponía ya de 7 millones de libros disponibles.

Microsoft no se mantuvo al margen de esta estrategia de digitalización. En Europa, además, se le vio como un posible aliado para hacer la competencia al proyecto de Google. Así, en 2006 se anunciaba la creación de Live Search Books, una nueva biblioteca digital de Microsoft que contaba con la colaboración de bibliotecas como la British Library, Public Library de Nueva York, Cornell, Toronto o California. En 2008, sin embargo, Microsoft anunciaba la cancelación del programa de digitalización[5] debido a motivos estratégicos. Actualmente, más de 750.000 libros digitalizados y 80 millones de artículos de revistas son accesibles gracias este programa. Los motivos argüidos por la empresa para dejar de desarrollar este proyecto hacían referencia a un cambio de visión de la cuestión y a la preferencia por facilitar el enlace en todo caso a las diferentes bibliotecas digitales existentes.[6]

En paralelo a la “guerra” de los dos grandes, Yahoo también mueve ficha y anuncia en 2005 la creación de la Open Content Alliance. OCA se presenta como un consorcio, con el apoyo de Yahoo, que persigue asegurar un acceso permanente y libre a los textos digitalizados a través de cualquier buscador. El consorcio inicialmente fue formado por Internet Archive, la Universidad de California, Toronto y otras instituciones. También contó con la participación de Microsoft mientras impulsaba Live Search Books. Cabe señalar que el proyecto de Google abrió un interesante debate sobre si no se estaba ofreciendo el conocimiento común a una empresa que, legítimamente, lo aprovecharía en benefició propio. OCA se presenta como un proyecto que marca diferencias con Google en el sentido que, desde el principio, asume que todo aquello que se digitalice será de acceso mundial y gratuito para todo el mundo.[7] En dicha iniciativa también participan empresas como Adobe o HP. El fruto de las digitalizaciones de este programa se puede consultar a través de Internet Archives.

Internet Archives es una de las bibliotecas digitales más antiguas, creada en 1996 por Brewster Kahle. El objetivo es construir una biblioteca digital de objetos digitales aunque tiene la particularidad de capturar páginas web con el fin de asegurar su preservación.

Una nueva iniciativa que en los últimos meses ha visto la luz ha sido la Biblioteca Digital Mundial (BDM o WDL) promovida por la UNESCO. En 2005 James H. Billington, director de la Library of Congress, en el transcurso de una conferencia en la UNESCO lanzó la idea de desarrollar una biblioteca digital que sirviera como puente entre las diferentes culturas. A partir de aquí, la UNESCO y la Library of Congress, con el mecenazgo entre otros de Google, trabajó en este proyecto que fue una realidad finalmente en abril de 2009. De este proyecto cabe explicar que no se basa tanto en la cantidad de documentos digitalizados –para ello ya existen otros proyectos– sino que pretender reunir en una única colección los tesoros de las diferentes culturas del mundo, en especial la de aquellas que tienen más problemas para tener presencia en Internet. Actualmente recoge más de 1.200 documentos representativos de las culturas de todo el mundo. WDL permite la navegación por zonas cronológicas y por la fecha de los documentos, de forma que podemos comparar el desarrollo cultural del mundo a partir de la recuperación de los documentos producidos en el mismo período cronológico.

A escala nacional, son varios los países que básicamente a través de sus bibliotecas nacionales y universitarias han emprendido programas de digitalización. Son muchos, demasiados para ser tratados en este libro, pero vale la pena reseñar al menos unos cuantos con la finalidad de estudiar cómo se articulan los proyectos de digitalización en algunos de los países de nuestro entorno.

Los Estados Unidos de América son un referente sin ningún género de duda. De hecho, los ejemplos que hemos dado hasta ahora vienen precisamente de este país –a excepción claro está de Europeana, aunque no olvidemos que la Biblioteca Digital Europea no deja de ser una consecuencia de las políticas digitales norteamericanas.

En este contexto es obligatorio hablar de las colecciones digitales de la Library of Congress[8] que promueve la digitalización de sus fondos bajo diferentes puntos de interés. De esta forma organiza sus fondos digitalizados a partir de colecciones temáticas como American Memory, programa que empezó ya de 1990 a 1994

digitalizando y distribuyendo sus contenidos a partir de CD-Rom. Actualmente, esta biblioteca digital contiene más de 9 millones de objetos digitales. La financiación de este proyecto ha corrido a cargo del Congreso de los Estados Unidos pero también y en mayor parte de patrocinadores privados que han aportado hasta un total de 45 millones de dólares. A partir de esta inmensa colección ha sido posible desarrollar portales temáticos relacionados con algún aspecto de la cultura o vida norteamericanas. También es necesario destacar el liderazgo de la Library of Congress en las cuestiones técnicas que tienen que ver con la digitalización, especialmente en aquellas relacionadas con la preservación digital, campo en el cual, sin lugar a duda esta biblioteca es una referencia mundial.

Igual de importante es la labor de las bibliotecas universitarias norteamericanas. En octubre de 2008 se anunciaba la creación de HathiTrust,[9] un proyecto en la que participan el consorcio de 12 universidades Committee on Institutional Cooperation (Comité de Cooperación Institucional), entre las que podemos encontrar las bibliotecas de la Universidad de Chicago, Illinois, Michigan o Pennylvania y las 11 bibliotecas universitarias de la Universidad de California. El objetivo de esta megabiblioteca digital es sencillo, poner a disposición de sus usuarios la totalidad de los fondos digitalizados por cada una de las instituciones miembros. Actualmente, ya recoge más de 2.800.000 volúmenes de los que el 16% se encuentra en dominio público. Hathi es la traducción al idioma indio de la palabra “elefante” y quiere reflejar la fuerza y potencia de esta biblioteca digital. Los fondos que se depositan son inicialmente aquellos que Google ha digitalizado, de esta forma quieren garantizar el acceso a ellos con independencia de los sistemas de Google.

Es una práctica habitual que las universidades norteamericanas complementen sus propias propias políticas de digitalización con la colaboración con otras universidades, eso sí, parten en primer lugar de un proyecto de digitalización consolidado. Es el caso de universidades como la de Michigan, que fue la primera que acordó con Google la digitalización completa de sus fondos bibliográficos. En 2008 tenía ya digitalizados 1 millón de documentos de un total de 7.5 millones. Igualmente Million Book Collection es el nombre de la biblioteca digital de la Carnegie Mellon University que consiguió en 2007 esta cantidad de documentos electrónicos.

En definitiva, son las bibliotecas norteamericanas las que marcan la pauta en tendencias y proyectos de digitalización. Pero no solamente en cuestiones patrimoniales, tenemos la creación de los repositorios institucionales que albergan la producción científica de una institución determinada. Cómo no citar aquí al MIT, desarrollador junto con HP del programa Dspace, el software más utilizado en España para la creación de los depósitos institucionales.

Hasta aquí hemos vistos que las principales iniciativas parten de las propias instituciones (Library of Congress, universidades) o de empresas privadas ( Google, Microsoft, etc.).

¿Y qué hace el gobierno?, diríamos aquí. De todos es sabido que los Estados Unidos de América nunca han querido tener un ‘‘Ministerio de Cultura’’. Esta peculiaridad tiene sus orígenes históricos en la distribución de competencias entre el gobierno de la nación (el gobierno federal) y el gobierno estatal (de cada uno de los estados norteamericanos). Cada una de las competencias federales fue ganada a pulso a los estados con la mediación del Tribunal Supremo. En el caso de la cultura, los norteamericanos siempre han temido que el gobierno federal pudiera interferir en el desarrollo de las artes y de la cultura, es por eso que no tienen tradición de un ministerio para la cultura. Ahora bien, eso no quiere decir que el gobierno federal se desentienda de la promoción de la cultura. Es aquí donde intervienen las agencias federales. En el caso de las bibliotecas destaca la acción del Institute of Museum and Library Services. El IMLS es una agencia federal que tienen como objetivo dar apoyo a la acción de las 122.000 bibliotecas y 17.500 museos estadounidenses. A partir de programas específicos de digitalización para bibliotecas y museos el IMLS apoya económicamente aquellos proyectos que más se ajustan al perfil previsto en sus convocatorias. El presupuesto solicitado de la IMLS para 2009 era de 271 millones de dólares, de los cuales 214 se destinaban a programas de bibliotecas (estatales mayormente). Así por ejemplo, IMLS otorgó al ETD –el repositorio de tesis de la Universidad de Texas– un total de 824.626 € para el período 2007 a 2010 o la Indiana University School of Library and Information Science 939.000 dólares para proyectos digitales.

Estos fondos federales se pueden complementar con las ayudas de los estados o de otras agencias federales como la National Science Foundation, la NASA o la DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency), agencia esta última que por cierto desarrolló ARPANET, la precursora de Internet.

2. Políticas y programas europeos en materia de digitalización

2.1. eContent (2001-2004)

El 22 de diciembre de 2000, el Consejo de la Unión Europea adoptó la Decisión 2001/48/CE,[10] a partir de la que se pone en marcha el programa plurianual “Contenidos digitales europeos en las redes mundiales”, conocido por su abreviatura en inglés “eContent”. En la citada decisión comunitaria se “adopta un programa plurianual comunitario de estímulo al desarrollo y el uso de contenidos digitales europeos en las redes mundiales y de fomento de la diversidad lingüística en la sociedad de la información’’.[11] Previamente, en marzo del mismo año, un Consejo Europeo extraordinario se había reunido en Lisboa y acordado un nuevo objetivo estratégico de la Unión a fin de reforzar el empleo, la reforma económica y la cohesión social como parte de una economía basada en el conocimiento, destacando la necesidad de evitar la exclusión digital en la naciente sociedad de la información y de reforzar la cohesión social. La decisión enumeraba los objetivos del programa, que expresados de forma resumida eran los cuatro siguientes:

  1. Contribuir a impulsar el uso y el acceso de todos a Internet mediante una mayor disponibilidad de los contenidos digitales europeos en las redes mundiales.
  2. Impulsar el acceso y la utilización del potencial de los contenidos digitales europeos.
  3. Fomentar la diversidad cultural y el multilingüismo, particularmente en las lenguas de la Unión Europea, en los contenidos digitales de las redes mundiales.
  4. Crear condiciones favorables para la comercialización, la distribución y el uso de contenidos digitales europeos en las redes mundiales.

En todos los objetivos, no sólo en el tercero, se enfatizaban los beneficios en cuanto a la cohesión social y las ventajas económicas que se obtendrían a la consecución del programa. Para alcanzarlos, durante un período de cuatro años, desde enero de 2001 hasta el mismo mes de 2005, se aportaba una cantidad de 100 millones de euros. Como es usual en los programas comunitarios, a la Comisión se reservaba la determinación de criterios y contenidos de las convocatorias de propuestas, así como su informe y evaluación dependiendo respectivamente de la cuantía inferior o superior a 700.000 euros.

Cabe subrayar las tres líneas de actuación trazadas, ya que en lo sustancial se continuarán a la largo de programas y acciones comunitarias posteriores:

  1. Mejorar el acceso y acrecentar el uso de la información del sector público.
  2. Aumentar la producción de contenidos en un entorno multilingüe y multicultural.
  3. Aumentar el dinamismo del mercado de contenidos digitales.

Es digno de destacar, en cuanto lo relacionado con digitalización, que, como resultado de la aplicación de tales líneas, se pretendía fomentar la creación de repertorios europeos de datos, mediante el apoyo financiero al acopio de metadatos paneuropeos para la información del sector público, garantizando la protección de datos, así como incentivar a las empresas europeas de contenidos digitales para mejorar sus oportunidades comerciales, favoreciendo de esta forma el patrimonio cultural europeo y estimular el comercio de derechos entro los titulares, productores de servicios de servicios y productos digitales y el resto de los agentes del mercado.

La evaluación final sobre los resultados obtenidos en el programa, realizada en 2006 y publicada en febrero de 2007, destacaba como prioritarios algunos contenidos, y recomendaba las inversiones en la digitalización de los recursos culturales y el impacto económico de la preservación de los recursos digitales, para ser incluidos en el continuador eContent plus.

2.2. Principios de Lund y Plan de Acción

El 4 de abril de 2001, bajo la presidencia sueca de la Unión, la Comisión organizó una reunión de expertos procedentes de todos los estados miembros, en Lund, Suecia. Allí fueron respaldados los resultados obtenidos en una reunión preparatoria celebrada en Luxemburgo el 15/16 de noviembre de 2000 y se subrayaron el valor y la importancia de los contenidos culturales y científicos digitalizados europeos, que representan:

2.2.1. Principios de Lund

Las conclusiones derivadas de la reunión se conocen como Principios de Lund,[12] posteriormente desarrollados por al Plan de Acción de Lund,[13] que establecía la agenda para las acciones a desarrollar tanto por los Estados miembros como por la Comisión. Los estudios previos habían mostrado los principales obstáculos a la digitalización de contenidos como la fragmentación de los planteamientos, la obsolescencia, carencia de medios de acceso sencillos y comunes para el ciudadano, los derechos de propiedad intelectual, la falta de sinergia entre los programas culturales y los de nuevas tecnologías y la escasa inversión y compromiso institucional. En las conclusiones se trataba de hacer frente a estas dificultades, con distintos compromisos a nivel de los estados miembros y de la propia Comisión. En concreto, los Estados miembros deberían comprometerse a:

Por su parte, en el contexto de su programa IST la Comisión, en colaboración con los Estados miembros se comprometería a:

También resultaba necesario abordar una serie de cuestiones técnicas ya presentes o en fase de aparición a través de iniciativas de IDT a corto y largo plazo, por parte de la Comisión, que debería:

Las acciones de los Estados miembros y la coordinación con la Comisión habrían de realizarse a través del NRG ( National Representatives Group), un grupo de expertos nominados oficialmente por los países miembros de la CE (máximo de tres por país) para todas las actividades relacionadas con la coordinación de políticas y programas de digitalización, con especial énfasis en recursos culturales y científicos y en la contribución de las instituciones culturales públicas, llevando a cabo el seguimiento de las acciones y su conformidad con los principios de Lund. Sus reuniones deberían ser semestrales, aunque en la práctica se convirtieron en temáticas, de forma que la primera de ellas, celebrada en Bruselas bajo la presidencia Belga, el 11 de diciembre de 2001, se especializó en temas de calidad y la segunda, ya con presidencia española, que tuvo lugar en mayo de 2002, en Alicante, abordó aspectos sobre preservación digital a largo plazo.

2.2.2. Plan de Acción de Lund

El Plan de acción en materia de coordinación de los programas y políticas de digitalización deriva directamente de los principios de Lund, estableciendo un marco para la realización de acciones de coordinación de la digitalización en Europa y trazando un calendario indicativo pero muy preciso de acciones que se llevarían a cabo antes de finalizar el año 2002.

Entre otras áreas y acciones, como la evaluación de programas, la cooperación o la creación de sitios web nacionales para albergar los mismos, destacaba, como especialmente interesante, dentro del área 2 (Detección de recursos digitalizados), la acción 2a, Inventarios nacionales, con el objetivo de lograr que los contenidos culturales y científicos europeos resultasen visibles y accesibles, mediante la realización de inventarios en los que figurasen los proyectos de digitalización en curso, elaborados a partir de los datos comunicados por los observatorios nacionales, incluyendo también entre las tareas la inclusión de ejemplos basados en actividades de otros países de la Unión. Se resaltaba también la conveniencia de primar los programas gratuitos y de código abierto a la hora de definir las plataformas que sustentarían los inventarios.

Asimismo, la acción 2b, Detección de contenidos digitalizados, destinada a definir una infraestructura técnica duradera para la detección coordinada de contenidos culturales y científicos europeos digitalizados, definiendo los componentes y las normas de carácter técnico que permitirían seleccionar y recopilar los contenidos digitalizados pertinentes, siendo preciso alcanzar acuerdos en cuanto a los metadatos, herramientas de recopilación y servicios de agregación y consulta.

Por último, junto con la necesidad de garantizar la disponibilidad a largo plazo de los contenidos digitalizados de carácter cultural y científico, es importante resaltar, por lo que supone como precedente, la acción 4a, Plan de acción cooperativo para el acceso a contenidos europeos digitalizados de calidad, que aspiraba al desarrollo de un enfoque cooperativo destinado a establecer una infraestructura europea, albergada en el portal “eCulture”), para permitir el acceso al patrimonio cultural y científico digitalizado.

Posteriormente, y ya bajo la presidencia británica, con el modelo de los Principios de Lund se da un nuevo impulso a las políticas de digitalización a través del Dynamic Action Plan for the EU coordination of digitisation of cultural and scientific content.[14]

2.3. eEurope 2005: una sociedad de la información para todos

El Consejo Europeo de Barcelona había solicitado la elaboración de un Plan de Acción eEurope, que se puso en marcha para conseguir una infraestructura de banda ancha ampliamente disponible, en la línea de la estrategia de Lisboa encaminada a convertir a la UE en una economía basada en el conocimiento, por ello la más competitiva y dinámica. El Plan se ultima para su presentación al Consejo de Sevilla, a celebrar en junio de 2002, con medidas encaminadas a fomentar la seguridad de las redes y de la información, la administración electrónica, el aprendizaje por medios electrónicos, la sanidad en línea y el comercio electrónico. Tangencialmente se refiere a la creación de aplicaciones y contenidos digitales, haciendo eso sí, depender el éxito en la implantación del acceso de banda ancha de Internet, y el consiguiente aumento de la demanda, de la disponibilidad de contenidos digitales en línea adecuados.

El plan de acción eEurope 2005 inscrito en la estrategia de Lisboa, propugna la realización de acciones de fomento de servicios, aplicaciones y contenidos seguros basados en una infraestructura de banda ancha, al objeto de estimular el establecimiento de un entorno favorable a la inversión privada que permita crear empleo, impulsar la productividad, modernizar los servicios públicos y ofrecer una participación generalizada en la sociedad de la información a escala mundial.

2.4. eContentplus (2005-2008)

Al tercer año de vigencia de eContent, en febrero de 2004, la Comisión presenta un proyecto de decisión del Parlamento europeo y del Consejo, para establecer un programa plurianual comunitario de incremento de las posibilidades de acceso, utilización y explotación de los contenidos digitales en Europa, continuador del anterior, y nombrado ya como eContent plus. A finales de abril, tras la interposición y aprobación de varias enmiendas en el Parlamento, se eleva una propuesta modificada que desemboca en la Posición común aprobada por el Consejo en septiembre y, finalmente, el 9 de marzo de 2005, en la Decisión Nº 456/2005, que establece dicho programa. El programa sucesor tenía como objetivo de conjunto incrementar las posibilidades de acceso, utilización y explotación de los contenidos digitales en Europa, facilitando la creación y difusión de información y conocimientos –en ámbitos de interés público– a escala de la Unión y como destinatarios a los usuarios finales, tanto ciudadanos como empresas.

eContent plus[15] partía de los avances producidos desde la puesta en marcha de eContent, como la evolución del mercado de contenidos (medios de comunicación, sector editorial, bases de datos en línea y servicios a las empresas), que alcanzaba ya los 515.000 millones de euros en 2002 y del marco legislativo mejorado por las Directivas de reutilización de documentos del sector público, sobre derechos de autor en la sociedad de la información y sobre protección jurídica de bases de datos. Consecuencias directas de la aplicación del programa habrían sido el intercambio transfronterizo de datos en el sector público y el tratamiento del problema de localización de contenidos. Sin embargo, respecto a la evaluación de eContent, como principal aspecto negativo, se mostraba el de presentar un abanico de destinatarios excesivamente amplio, por lo que se disminuirían el número de ayudas para concentrarlas en proyectos rentables, sin subvencionar el déficit financiero de empresas creadoras de contenidos.

La exposición de motivos mostraba ya la consciencia acerca de la importancia de dos innovaciones importantes:

Asimismo se afrontaban los retos planteados de cara al futuro, entre ellos el reparto, acceso y utilización de los contenidos digitales y la necesidad de incorporar a los contenidos metadatos semánticamente bien definidos. Sólo mediante el enriquecimiento de los contenidos, las máquinas serían capaces de comprender y procesar tanto los contenidos como las descripciones de los servicios, al asociarlos a una determinada descripción formal y significativa de sí mismos.

El programa abordaba las siguientes tres líneas de actuación:

  1. Facilitar a nivel comunitario el acceso a los contenidos digitales, así como su uso y aprovechamiento.
  2. facilitar la mejora de la calidad y fomentar las mejores prácticas relativas a los contenidos digitales entre proveedores de contenidos y usuarios, así como entre sectores.
  3. reforzar la cooperación entre agentes interesados en los contenidos digitales y lograr una mayor sensibilización.

Fundamentalmente, los proyectos a financiar serían los encaminados a mejorar las herramientas, procesos y servicios relacionados con la producción, el acceso, el uso y la distribución de los contenidos digitales. El importe financiero del programa se calculaba en 149 millones de euros, de los cuales confirmados para el primer bienio 55,6 y vinculados a la disponibilidad presupuestaria el resto para el período 2007-2008. En julio de 2005, el programa se ampliaba para permitir la plena participación de los estados de la Asociación Europea de Libre Comercio adheridos al Espacio Común Europeo, exceptuando Suiza los restantes, es decir, Islandia, Liechtenstein y Noruega.

Las sucesivas convocatorias de propuestas de acciones indirectas en el marco de eContent plus han estado abiertas a proyectos de información geográfica, contenidos educativos y, a partir de la convocatoria de 2006, incluyendo en proyectos focalizados, dentro de contenidos culturales, científicos y académicos, redes temáticas y proyectos de bibliotecas digitales, progresivamente más importantes.

Concretamente, la de 2008, con un presupuesto de 42,5 millones de euros, admite cinco tipos de proyectos para bibliotecas digitales, frente a uno y dos respectivamente para información geográfica y contenidos educativos:

5.1. Redes de mejores prácticas sobre interoperabilidad de las bibliotecas digitales.

5.2. Redes de mejores prácticas para el uso y los servicios de la Biblioteca Digital Europea.

5.3. Proyectos específicos de contenidos culturales.

5.4. Proyectos específicos de contenidos científicos/académicos.

5.5. Una red temática para la coordinación y el apoyo de la Biblioteca Digital Europea.

En 2006, anunciada la finalización del programa a finales de 2008, considerando la importancia del mismo, las medidas previstas para hacer que los contenidos digitales en Europa sean más accesibles, utilizables y explotables se incluyen para su continuación en el programa de apoyo a la política en materia de TIC establecido en la Decisión 1639/2006, por la que se establece un programa marco para la innovación y la competitividad, 2007-2013.

La evaluación intermedia realizada para verificar el grado de cumplimiento en el ecuador del programa, 31 de diciembre de 2006, destacaba que ya para entonces, el ámbito que había generado el mayor número de propuestas había sido el de los contenidos culturales, científicos y académicos, con 8 proyectos financiados. De entre ellos, el más importante, la Biblioteca Digital Europea, como eje fundamental de la gran iniciativa sobre bibliotecas digitales incluida en la i2010, al ampliar la infraestructura de cooperación de las bibliotecas nacionales europeas, incorporando nuevos socios y agregando contenidos al portal de Internet de la BDE que ya entonces había sido creado. No había duda que, dentro de eContent plus, se contribuiría a la iniciativa principal de i2010, bibliotecas digitales, centrada en la digitalización, la accesibilidad en línea y la conservación del patrimonio científico y cultural europeo.

2.5. i2010

En septiembre de 2005 se presenta la Comunicación 465 de la Comisión al Parlamento Europeo,[16] tras la carta dirigida a la Presidencia y al Consejo por seis Jefes de Estado o de Gobierno de países miembros (Francia, Polonia, Alemania, Italia, España y Hungría), en la que abogan por armonizar las acciones de digitalización ya iniciadas por diferentes bibliotecas nacionales para constituir una red informática accesible en línea, en lo que ya se podría llamar Biblioteca Digital Europea. La carta exhortaba a los ministerios de cultura y de investigación a estudiar la fórmula para seleccionar los fondos digitalizables para evitar duplicaciones, perfeccionar herramientas de búsqueda y presentación, mejorar las técnicas de digitalización y adecuarse a las necesidades de los usuarios.

De esta forma aparecía la “iniciativa insignia” de i2010 sobre bibliotecas digitales, para hacer accesible a todo el mundo el patrimonio cultural y científico de Europa, combinando entornos multiculturales y multilingües con los avances tecnológicos y nuevos modelos de negocio. La comunicación incluye una buena definición de bibliotecas digitales, que serían “colecciones organizadas de contenidos digitales que se ponen a disposición del público... pudiendo contener materiales digitalizados, tales como ejemplares digitales de libros y otro material físico procedente de bibliotecas y archivos, o basarse en la información producida directamente en formato digital”. Esto último sería lo más común en el caso de la producción de información científica, publicada originalmente en formato digital, y almacenada conjuntamente con los documentos analógicos digitalizados, en enormes repositorios.

Las tres vías principales para conseguir sus objetivos eran:

En principio, las tres vías abarcarían conjuntamente la salvaguarda del patrimonio cultural y de la información científica; sin embargo esta primera comunicación se centraba en el patrimonio, reservándose para una comunicación diferente, a publicar en 2006, lo concerniente a las bibliotecas digitales en el área de la información científica. Las dos comunicaciones se verían complementadas por una consulta en línea, cuyas respuestas se utilizarían para una propuesta de Recomendación y para otras iniciativas pertinentes, como la revisión del marco relativo a los derechos de autor.

El documento de trabajo de los servicios de la Comisión sobre evaluación de impacto mostraba los resultados de la consulta en línea efectuada, de la que se recibieron 225 respuestas de todos los ámbitos de interés, como editores, empresas especializadas en tecnologías de la información, instituciones culturales, universidades, administraciones y ciudadanos, procedentes de 21 de los Estados miembros y de 8 países externos. Las cifras resultantes se utilizaron para resaltar el impacto económico de la actividad: más de 300.000 empleados en las bibliotecas europeas, 138 millones de usuarios y, según el informe de Libecon en 2004, más de 2.500 millones de libros y publicaciones periódicas encuadernadas (volúmenes), así como ingentes cantidades de filmaciones, horas de grabación y grabaciones de audio, en torno a los 100 millones de horas, en soporte original y analógico, de las cuales el 70% corría riesgo de deteriorarse.

Tales cifras y consideraciones recordaban la necesidad de la urgente digitalización, para hacer los materiales accesibles en línea, pero también para garantizar su supervivencia. Sin embargo, el ritmo y la eficiencia del proceso podría verse amenazada por dificultades:

Sobre todo esta última restricción afecta notablemente a la accesibilidad en línea.

Respetando la legislación comunitaria y los acuerdos internacionales, el material digitalizado sólo se puede publicar en línea si es de dominio público o si se cuenta con la autorización de los titulares de los derechos. De esa forma, una biblioteca digital se centraría en principio en materiales de dominio público, lo cual para el caso de la literatura, se restringe a las obras anteriores a principios del siglo XX, dependiendo del año de fallecimiento del autor. Determinar la existencia o no de de derechos puede ser más laborioso y costoso que la propia digitalización y publicación en línea, particularmente en el caso de las “obras huérfanas”[17] para las cuales es muy difícil o imposible determinar quiénes son los titulares de los derechos.

Además, para hacer los documentos accesibles en línea, no sólo se trata de publicarlos en un servidor, sino de proveer servicios que permitan al usuario localizarlos y trabajar con ellos. Como en toda biblioteca, ello implicaría una descripción estructurada de los contenidos tanto de las colecciones como de cada elemento.

Tampoco la realización de una copia digital de un libro, grabación sonora o película implica su salvaguarda en el tiempo. Para tal garantía se necesita la preservación de los materiales digitalizados y de los creados directamente con esta tecnología, lo cual supone afrontar:

De esta forma, se puede establecer un paralelismo entre las dificultades con las que se enfrenta la preservación digital y las señaladas para la digitalización:

2.6. Acciones comunitarias 2005-2008

2.6.1. Plan Dinámico de Acción

Bajo la presidencia británica de la UE, con la colaboración del MLA Council, agencia gubernamental del Reino Unido para los Museos, Bibliotecas y Archivos, se pone en marcha el Plan Dinámico de Acción,[18] diseñando una serie de acciones inmediatas para el período 2006-2007, en el marco de seis objetivos que harían de éste el sucesor del Plan de Acción de Lund y de sus principios:

Las cinco áreas de acción a las que se iban a adscribir las acciones inmediatas durante el período eran:

  1. Usuarios y contenidos, con temas clave importantes, como prevenir la duplicación en los esfuerzos de digitalización, establecer estándares de calidad para contenidos y servicios o mantener un equilibrio en los derechos de propiedad intelectual entre el acceso y el uso en relación con los derechos de los creadores y acciones inmediatas como la creación de un espacio informativo único europeo o crear y mantener registros de colecciones digitalizadas en cada Estado miembro.
  2. Tecnologías para la digitalización, con la idea de desplegar nuevas tecnologías y estándares comunes para la digitalización y la acción de seguimiento de los desarrollos tecnológicos emergentes con objeto de servir de guía para la digitalización, almacenamiento y creación de recursos.
  3. Sostenibilidad de contenidos de forma que, para garantizar la viabilidad del acceso existan modelos de negocio para las colecciones digitales, patrocinio público y privado para la digitalización, uso de programas informáticos de código abierto y gestión de derechos digitales. Para ello, una acción inmediata sería la implantación de métodos de reducción efectiva de costes de digitalización en las instituciones culturales.
  4. Preservación digital, abarcando colecciones digitales creadas originalmente en ese soporte, como las de la administración electrónica, por ejemplo. Se trataría de evitar una nueva “edad media” digital, mediante políticas y estrategias comunes de preservación y una continuada identificación de recursos.
  5. Seguimiento del progreso, con medidas para la cuantificación del incremento de recursos digitales y de su uso.

2.6.2. Grupo de expertos de alto nivel

En febrero de 2006, por Decisión de la Comisión, se constituyó un Grupo de expertos de alto nivel sobre bibliotecas digitales, para ser consultado sobre cualquier aspecto de la iniciativa i2010, en materias organizativas, jurídicas y técnicas, con un máximo de 20 miembros seleccionados entre integrantes de instituciones de la memoria, editores y creadores de contenidos, empresas TIC y organizaciones científicas y de investigación. Este grupo debía contribuir también a definir una visión estratégica común de las bibliotecas digitales europeas. Al año siguiente, en marzo de 2007, se instituye el grupo de expertos de los Estados miembros, de composición paritaria y carácter consultivo, con misiones de seguimiento de los avances y evaluación de impacto por la aplicación del programa.

Asimismo, constituiría un foro de cooperación a nivel europeo para el intercambio de información y buenas prácticas en la materia.

De esta forma, los expertos designados se dividieron en dos grupos, el primero llamado High Level Expert Group (HLEG) on Digital Libraries, formado por representantes de instituciones culturales, académicas y empresas tecnológicas y editoriales. El objetivo de este grupo era el de buscar un consenso entre los diferentes actores presentes en el campo de la digitalización de contenidos digitales en campos como el derecho de autor, la colaboración entre el sector público y privado y el estudio de la digitalización en la comunicación científica.

El otro grupo de expertos, Member States Expert Group(MSEG) on Digitisation and Digital Preservation, lo constituyeron representantes de los diferentes países miembros para recoger las mejores prácticas desarrolladas y evaluar el grado de desarrollo de los planes de digitalización de acuerdo con los planes establecidos en el seno de Europa.

Fruto de este trabajo colectivo vieron la luz una serie de documentos que han sido de extrema importancia para el desarrollo de políticas nacionales en el ámbito de la digitalización.

Destacaremos, por ejemplo, el Final Report on Digital Preservation, Orphan Works, and Out-of-Print Works[19] en el que se pone de manifiesto la necesidad de mejorar el marco de las directivas comunitarias sobre propiedad intelectual con la finalidad de facilitar la digitalización de las obras huérfanas. Paralelamente, el Final Report on Public Private Partnerships for the Digitisation and Online Accessibility of Europe’s Cultural Heritage[20] de mayo del 2008, expone las principales iniciativas llevadas hasta el momento en el ámbito de las bibliotecas digitales fruto de la colaboración entre diferentes actores. En el caso español se destaca el proyecto de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes como fruto de la colaboración entre el sector público y privado. Igualmente, y ya en el resto de Europa o del ámbito internacional se describen, entre otros, los proyectos de colaboración con Google y la Universidad de Michigan o el caso de la colaboración entre la Biblioteca Nacional de Francia y la asociación de editores de ese país que ha permitido poner a disposición de los franceses importantes fondos digitales de titularidad privada.

En las conclusiones se señalan algunas de las reticencias que todavía existen para emprender proyectos de digitalización en cooperación entre el sector público y el privado. En concreto se pone de relieve el temor existente a una privatización del dominio público (en el caso de las instituciones públicas) mientras que las empresas indican que no siempre encuentran en estos proyectos un adecuado retorno de la inversión en términos de beneficio económico, imagen o retorno social.

El segundo grupo de expertos tenía como objetivo examinar los progresos de los diferentes estados miembros y otros países que voluntariamente habían participado en relación a las recomendaciones realizadas por la Comisión en agosto de 2006. Cada país participante elaboró un resumen de la situación en su entorno. A falta de un documento recapitulativo descriptivo de la situación en Europa, ofreceremos más adelante un resumen de la situación en España de acuerdo con las informaciones facilitadas a la Comisión.

Dictamen del Comité de las Regiones

Por su parte, el Comité de las Regiones ha dictaminado al respecto de la iniciativa, apoyándola en todos sus términos y destacando que los entes regionales y locales son los principales organismos de aplicación de todas las estrategias de la sociedad de la información y son los que normalmente mantienen las bibliotecas, por lo que debería prestarse la atención adecuada a tal dimensión regional y local. Ello implicaría la búsqueda de fuentes de financiación, la atención a grupos de población con dificultades de acceso y la selección de material cultural a digitalizar, que debería basarse en criterios regionales y locales, así como en la demanda del público y la preservación del patrimonio.

2.6.3. Recomendación de la Comisión

La Recomendación de la Comisión,[21] de 24 de agosto de 2006, sobre la digitalización y la accesibilidad en línea del material cultural y la conservación digital, consolida la iniciativa i2010, recalcando el fomento de la digitalización del material no sólo de bibliotecas, sino de archivos y museos, su accesibilidad a través de Internet y suscribiendo la Resolución 162 de 2002, “Conservar la memoria del mañana – Conservar los contenidos digitales para las generaciones futuras”. Se detiene en aspectos como el “web harvesting” o recolección en la Web y, sobre todo, en la creación de un punto de acceso común multilingüe que permita buscar en línea el patrimonio cultural digital distribuido por toda Europa, conservado en distintos repositorios por distintas organizaciones. La recomendación está en la base de toda la política europea de digitalización, en los dos aspectos, digitalización y accesibilidad en línea y preservación digital.

De forma resumida, la Comisión recomienda a los Estados miembros que:


En relación con la digitalización y la accesibilidad en línea

  1. 1. Reúnan información sobre la digitalización en curso y prevista de libros, revistas, etc.
  2. 2. Preparen objetivos cuantitativos para la digitalización de material.
  3. 3. Fomenten las asociaciones entre las instituciones culturales y el sector privado.
  4. 4. Creen y mantengan instalaciones de digitalización a gran escala.
  5. 5. Promuevan una biblioteca digital europea.
  6. 6. Mejoren las condiciones para la digitalización y la accesibilidad en línea.

En relación con la conservación digital

  1. 7. Establezcan estrategias nacionales para la conservación a largo tiempo.
  2. 8. Intercambien entre sí información sobre las estrategias y los planes de acción.
  3. 9. Incluyan en su legislación disposiciones que permitan la copia múltiple, respetando plenamente la legislación comunitaria e internacional sobre derechos de propiedad intelectual.
  4. 10. Tengan en cuenta la situación en otros Estados miembros, a fin de impedir una divergencia excesiva en las disposiciones en materia de depósito.
  5. 11. Regulen en su legislación la conservación de contenidos Web.

2.6.4. Conclusiones del Consejo de Europa

Por su parte, el Consejo de Europa, en sus Conclusiones de diciembre de 2006 sobre la misma materia, reconoce y aprueba las iniciativas y programas en progreso y subraya el trabajo de la CENL (Conferencia de directores de bibliotecas nacionales europeas) en la creación de la Biblioteca Europea (TEL), el germen de la Biblioteca Digital Europea y los proyectos Michael y Michael Plus. Así, invitaba a la Comisión Europea y a los Estados miembros a contribuir a la creación de la Biblioteca Digital Europea y trazaba un calendario indicativo para las acciones prioritarias, repartidas también como obligaciones respectivas de los Estados miembros y de la Comisión.

Los Estados miembros deberían:

En cuanto a actividades y objetivos de la Comisión:

2.6.5. Información Científica

Mención especial debe hacerse a la cuestión de la comunicación científica. Cuando se habla de políticas de digitalización con demasiada frecuencia se hace solamente referencia a la cuestión de la puesta a disposición en la red de los contenidos relacionados con el patrimonio bibliográfico, documental y museístico. En los trabajos llevados a cabo en el marco de las instituciones europeas es necesario resaltar el énfasis que se ha puesto también por lograr un marco que permita abordar la cuestión de la comunicación de los resultados científicos. Este es un tema de extrema importancia en el seno de la sociedad de la información. Como es sabido, es precisamente en el sector científico –con especial relevancia por parte de las bibliotecas universitarias y centros de investigación– desde donde se ha planteado el actual problema de la distribución de dichos contenidos. Elementos como el incremento de los precios de las suscripciones de las revistas científicas –en lo que se ha denominado crisis de las revista–, la conformación de un casi oligopolio de editores de revistas científicas, el endurecimiento la leyes de propiedad intelectual y de los contratos de los editores, etc., ha provocado también una reacción por parte de instituciones académicas, y más tímidamente, de algunas administraciones, para crear mecanismos de comunicación en formato de acceso libre de los resultados de la investigación científica.

La comunicación de la Comisión de febrero de 2007 (56, final) sobre la información científica en la era digital: acceso, difusión y preservación[22] tiene un doble apoyo en la iniciativa i2010 y en la política comunitaria de investigación, que trata de obtener el máximo beneficio socioeconómico de la investigación y el desarrollo para el bien de la población. Los datos económicos resaltaban que existen más de 2.000 editores de revistas científicas en el mundo, que producen 1,4 millones de artículos al año. Más de una tercera parte de editores y prácticamente la mitad (49%) de las revistas se editan en la UE y dan trabajo directo a unas 36.000 personas.

El acceso a ese conocimiento debería quedar garantizado en la era de Internet. Diferentes son los documentos aprobados a escala internacional a través de las declaraciones de Budapest (BOAI, 2002), Berlín (2003) y Bethesda (2003). Todas ellas hacen un llamamiento a la instauración del acceso libre ( open access) de los resultados científicos.

Tras la Declaración de Berlín[23] sobre el acceso abierto al conocimiento de las ciencias y humanidades de 2003, la intención es que cualquier autor pueda acceder a las aportaciones científicas de forma gratuita, así como utilizarlas siempre que se reconozca la autoría. Por ello, la comunicación afirma que la investigación publicada en artículos de revista financiadas íntegramente con fondos públicos debería ser accesible a todos.

3. Biblioteca Digital Europea, TEL, Europeana y otros proyectos auspiciados por la UE

3.1. La Biblioteca Digital Europea

La propuesta de resolución del Parlamento Europeo, presentada por Marie Hélène Deschamps, sobre i2010: hacia una biblioteca digital europea,[24] en julio de 2007, partiendo del porcentaje ínfimo de contenidos digitalizados en Europa; asumiendo que dichos contenidos no hacen competencia a los tradicionales, además de favorecer a otros sectores económicos y culturales y apoyados en iniciativas anteriores ya existentes, como TEL, TEL-ME-MOR, el proyecto EDL y el entonces proyecto Europeana, recomendaba el establecimiento progresivo de una biblioteca digital europea, como punto de acceso multilingüe, único y directo al patrimonio cultural europeo.

En una primera fase, la BDE debería centrarse en el material textual y libre de derechos, sin renunciar en el futuro a otros soportes, como los audiovisuales. Para ello, las bibliotecas europeas deben incorporar en la BDE las obras libres de derechos ya digitalizadas. Las universidades debían facilitar el acceso a sus tesis y otras investigaciones, respetando los derechos de autor y las instituciones regionales y locales, así como los museos y archivos, sumarse al proyecto de forma coordinada. Sólo así se alcanzará una masa suficiente de contenidos en el conjunto de los Estados miembros. Los programas comunitarios no permiten la financiación directa del proceso de digitalización en sí, por lo que se anima a buscar fórmulas de financiación, incluyendo la asociación con el sector privado.

Desde el punto de vista técnico, es necesaria la adopción de normas comunes, formatos estándares, lenguajes de metadatos consolidados, con el fin de garantizar la interoperabilidad de los contenidos. Asimismo, una interfaz común que dé acceso a contenidos de calidad, con un motor integrado como herramienta de búsqueda y que incluya el texto completo en los digitalizados en modo texto. Tal interfaz debería ser necesariamente multilingüe, y permitiría la búsqueda según distintos criterios.

En cuanto a la gestión, obviamente se establece una distinción entre las obras que pertenecen al dominio público y las protegidas por derechos, incluyendo obras huérfanas y agotadas. El acceso a las primeras no debe representar ningún problema, en cambio para documentos protegidos se podría efectuar mediante enlaces especializados, de acuerdo con los derecho habientes y a cambio de una remuneración justa, en una segunda fase de desarrollo de la BDE. Por último, son de destacar dos recomendaciones, la de colaborar con instituciones de terceros países en el intercambio de experiencias, como la Biblioteca del Congreso, la IFLA o la OCLC, y la de crear un organismo de coordinación europeo para museos y archivos, equivalente a la TEL, para gestionar los contenidos digitalizados de dichas instituciones y hacerlos recuperables por el buscador de la BDE.

El informe es aprobado y elevado a Resolución del Parlamento de Estrasburgo el 27 de septiembre de 2007, por amplia mayoría, 481 votos a favor, 26 en contra y 3 abstenciones, y seguido del documento de trabajo de noviembre sobre la Evaluación de impacto de la incitativa i2010,[25] concretamente de la inclusión digital, así como la comunicación de enero de 2008 sobre los contenidos en línea en el mercado único, interesante de cara a la concesión de licencias multiterritoriales para los contenidos creativos y los sistemas interoperables para la gestión de derechos digitales. Sobre la inclusión digital, en este caso centrada en la actuación de los entes territoriales, volvería a pronunciarse mediante un nuevo dictamen, de julio de 2008, el Comité de las Regiones.

A lo largo de 2008 se han sucedido las disposiciones comunitarias relacionadas con el proyecto ya denominado oficialmente “Biblioteca Digital Europea”, como el dictamen del Consejo Económico y Social, acerca de las implicaciones de la sociedad civil, participando en los criterios de selección de contenidos a digitalizar, fomentando el respaldo de la opinión pública a la financiación del proyecto, alentando la publicación digital y asegurando la inclusión digital de todos. La ciudadanía debe ser informada sobre la BDE. En esta época de globalización, la oferta patrimonial debe responder a las expectativas de los usuarios y los contenidos accesibles a las personas con discapacidad. También debería asegurarse una oferta de contenidos que incluya documentos actuales y recientes, la diversidad cultural y lingüística, la mejora del papel de las bibliotecas públicas en un sistema de accesibilidad en línea a los contenidos, el acceso local del usuario a los servicios y las actividades que orienten al público sobre el manejo de colecciones digitales y contenidos en soporte electrónico.

En abril de 2008 se presentaba la revisión intermedia de la iniciativa i2010, centrada en los avances conseguidos en cuanto al uso de las TIC y el acceso a Internet de los usuarios en un entorno digital. Poco después, en junio del mismo año, la evaluación final del programa eTEN, presentada por la Comisión, resaltaba la mejora de las redes transeuropeas en el ámbito de las telecomunicaciones y su repercusión sobre el desarrollo de las sociedad de la información en cuanto a crecimiento, empleo, cohesión social y participación común en una economía basada en el conocimiento. Además, también en el mes de junio, se presentaron las conclusiones del Consejo y representantes de los Estados miembros sobre el plan de trabajo en materia de cultura (2008-2010), junto con el multilingüismo y el diálogo intercultural, con un énfasis especial en las iniciativas de digitalización y plazo hasta final de 2008 para el lanzamiento de la BDE.

Por último, la Comisión transmite el 1 de septiembre de 2008 al Secretario General del Consejo de la Unión Europea, Javier Solana, la Comunicación de 11 de agosto 513, final, sobre avances en la digitalización y el acceso en línea al material cultural y en la conservación digital en la UE, “El patrimonio cultural europeo a un clic del ratón”. En la comunicación, los avances hacia la biblioteca digital europea y las actuaciones de los Estados miembros se presentan vinculadas al desarrollo de Europeana, como abierta denominación de la BDE en este momento: la “biblioteca, archivo y museo digital europeo se llama Europeana”. Fruto de la colaboración de la Fundación Europea de Bibliotecas Digitales, supone un punto de acceso común que evita la conexión o el conocimiento de distintos sitios y permite el acceso motivado por el ocio, estudio o trabajo a documentación cuyo original se encuentre en cualquier soporte. En cuanto a proyectos de futuro, el de evitar el “agujero negro” del siglo XX, motivado por la legislación sobre derechos de autor, de forma que pudiera existir en la red abundante material cultural anterior a 1900 y muy poco del pasado reciente. La panorámica en cuanto a países es muy diversa desde el esfuerzo inversor de Grecia u Holanda o la fijación de criterios para la financiación de proyectos de España. Trece estados ya han creado o lo están haciendo portales nacionales, en algunos como Francia la Biblioteca Nacional colabora con los editores (en Gallica 2) o el portal Libreka! de los editores alemanes. El tema de las “obras huérfanas” se ha abordado mediante licencias colectivas ampliadas en los países nórdicos y el Reino Unido avanza en cuanto a estrategia nacional de conservación con la creación de la Digital Preservation Coalition donde participan la Biblioteca Británica y varias instituciones de investigación. Son muy diferentes los criterios en la legislación de Depósito Legal, con la inclusión de CD-ROM, publicaciones estáticas o contenidos dinámicos en la Web, o las acciones en cuanto a recolección en la Web por parte de instituciones culturales designadas a tal efecto.

3.2. TEL (The European Library, La Biblioteca Europea)

El portal TEL[26] se pone en marcha, con financiación de fondos europeos, como servicio en línea, en marzo de 2005. En 2008, la Biblioteca Europea proporciona acceso centralizado a los recursos de 48 bibliotecas nacionales de Europa, incluyendo todo tipo de materiales, digitalizados y originales, como documentos textuales, mapas, fotografías, música, etc., permitiendo comprobar fácilmente cuándo determinado elemento ha sido digitalizado por una biblioteca nacional. Con una interfaz disponible en 20 idiomas, la TEL proporciona acceso a 150 millones de registros de toda Europa. El trabajo de mantenimiento, gestión, difusión, diseño, selección e implementación tecnológica se lleva a cabo por la Oficina de la TEL, con sede en la Biblioteca Real de Holanda, Koninklijke Bibliotheek de La Haya. El acceso es libre y gratuito, tratándose de un servicio no comercial.

Fundada en 1987, en Lisboa, entonces con 11 países, entre ellos España, la Conference of European National Librarians (CENL), con sede en Holanda, es una fundación creada para reforzar el papel de las bibliotecas nacionales en Europa, especialmente en lo relacionado con la preservación del patrimonio cultural y el acceso al mismo. Actualmente, en 2008, las bibliotecas nacionales son todas las de estados integrados en el Consejo de Europa, concretamente 47 miembros de 45 países europeos. Los aspectos en los que trabaja están relacionados con los Sistemas bibliotecarios, el Depósito Legal, impreso y electrónico, su preservación y catalogación, la creación de servicios centralizados de bibliografía y referencia, adquisiciones, alfabetización informacional y, últimamente en creación de redes telemáticas y programas de digitalización y preservación digital.

Las bibliotecas nacionales participantes en la TEL están integradas en la CENL, a su vez pertenecientes a los estados que componen el Consejo de Europa.

Atendiendo a su papel dentro de la Biblioteca Europea, se pueden dividir en dos tipos:

Bajo el paraguas de la Biblioteca Europea, también financiados por la Unión Europea, han surgido proyectos relacionados:

3.3. Europeana

El 20 de noviembre de 2008 se inauguraba Europeana,[27] la Biblioteca Digital Europea. Nacía con más de dos millones documentos accesibles de toda Europa y con la presencia, entre otras lenguas europeas, del castellano y del catalán entre sus fondos. Del éxito de su primer día dan buena cuenta los más de 10 millones de visitas por hora que obligaron a suspender temporalmente el acceso para redimensionar el servicio.

El camino hasta Europena ha sido largo –¿demasiado?– estamos en todo caso en el comienzo. Cabe recordar que Europeana es “solamente” un recopilador de contenidos. El esfuerzo de digitalizar, normalizar y preservar los objetos digitales lo llevan a cabo las diferentes instituciones de los países europeos que participan en el proyecto.

La Comisión Europea afronta la creación de una Biblioteca Digital Europea, un recurso único para todo el patrimonio cultural de Europa, que asegure un acceso común a millones de cuadros, impresos, manuscritos, publicaciones periódicas, fotografías, documentos oficiales... procedentes de las bibliotecas, archivos y museos europeos. De esta forma, la biblioteca digital sería un punto de acceso simple, directo y multilingüe al patrimonio heredado de Europa.

Orientado a la demanda más que a la oferta, lo importante no sería dónde se encuentran almacenadas las fuentes del conocimiento, ya sea en archivos, bibliotecas o museos, sino cómo proporcionar acceso a las mismas y cómo ser capaces de utilizarlas y reutilizarlas.

En 2008, la colaboración alcanza a 48 bibliotecas nacionales europeas, proporcionará acceso multilingüe a 2 millones de documentos digitalizados, que llegarán a 6 millones en 2010, incluyendo documentos de archivos y museos y de iniciativas privadas y locales, a través de Europeana Local. Para su implementación, existen dos medios complementarios:

  1. EDLnet, como red multidisciplinar de todo tipo de instituciones, incluyendo archivos audiovisuales.
  2. Fundación EDL, como entidad legal para gestionar y desarrollar Europeana.

La red EDL es un proyecto de dos años de duración, financiado con 1,3 millones de euros, que comienza en junio de 2007 con el soporte de la Biblioteca Real de Holanda. El objetivo de EDLnet, proporcionar acceso multilingüe al conjunto del patrimonio europeo digitalizado, se consigue mediante:

  1. Interoperabilidad humana y política, concertación, colaboración y consenso en la construcción.
  2. Creación de un prototipo de Europeana, con dos millones de objetos.
  3. Elaboración de recomendaciones para la implementación de Europeana en 2009.

Durante 2008, en la Red participan 90 organizaciones, procedentes de todos los estados miembros, de cuatro dominios: archivos audiovisuales, archivos, bibliotecas y museos, con una tipología diversa, que incluye instituciones de investigación, asociaciones multidisciplinares, organismos oficiales y representantes de otros proyectos europeos.

La Red está organizada en cuatro áreas de trabajo:

En cuanto a la Fundación EDL, con los objetivos generales comprometidos por sus miembros de cooperar, estimular iniciativas para conjuntar todos los contenidos digitales y apoyar la digitalización del patrimonio cultural y conocimiento científico, cuenta entre sus asociados con:

Además, como miembros de la Fundación se han incluido, en el ámbito nacional:

Asimismo, la Fundación EDL es socio de varios programas en curso, dentro de eContentPlus, como EPA, para archivos, ARROW, sobre gestión de derechos entre Bibliotecas y Editores, ATHENA, en el ámbito de los museos y EFG, para archivos fílmicos.

La planificación para 2008 de la red EDL y Europeana incluía la publicación prevista para noviembre de 2008 –calendario que se cumplió– de un prototipo final, que proporcione acceso a 2 millones de objetos digitalizados, de los cuatro dominios, cobertura paneuropea, interfaz multilingüe. En junio de 2009, el modelo de negocio final, la estructura organizativa, todas las especificaciones técnicas y funcionales y las recomendaciones finales de usabilidad estarán listas, y en preparación el sitio definitivo de Europeana. Para 2010 se proporcionará acceso a un mínimo de 6 millones de objetos, y se continuará mejorando la disponibilidad de contenidos digitales procedentes de colecciones de las instituciones europeas, en colaboración con los programas mencionados, así como de European Film Gateway y de EDL Local y de Europeanna Connect que implementará nuevas funcionalidades a Europeana y proyectos relacionados, dentro de la Fundación EDL, como EuropeanaTravel, EuropeanaMovies y EU Screen.

3.4. Europeana Local

En junio de 2008, EDLocal se convierte en Europeana Local, construida a partir de las numerosas redes de instituciones locales ya existentes, para conjuntarse en un consorcio que representa a 27 países con experiencia en el sector cultural, bibliotecas digitales, estándares y servicios agregados.

Los socios ya han identificado y enumerado 20 millones de piezas que podrían estar disponibles en los próximos tres años. Gran parte de los contenidos se encuentran en el contexto de los contenidos disponibles en Europeana y las fuentes locales y regionales serán mejor apreciadas cuando esta forma de funcionar se pueda extrapolar a las instituciones culturales europeas de todo tipo, especialmente por el rápido crecimiento de la digitalización en los niveles local y regional. La idea es establecer procesos que faciliten a las instituciones la posibilidad de aportar sus propios contenidos a Europeana, aprovechando las infraestructuras, instrumentos y estándares, especialmente OAI-PMH, preparadas para migrar en el futuro a tecnologías de la Web semántica.

Los resultados que se esperan incluyen el establecimiento de una red de repositorios regionales interoperables a través de Europeana la integración de los prototipos de ambos servicios, y el desarrollo de áreas temáticas para los servicios de Europeana que integren contenidos tanto de niveles nacionales como de regionales y locales.

La forma en la que se conseguirán esos resultados consiste en el establecimiento de una red recolectable de repositorios OAI y en la agregación de contenidos que complementen los de Europeana en términos de situaciones locales. Los proveedores de contenidos tendrán a su disposición una red que permita recolectar, indizar o enriquecer sus contenidos dentro de Europeana, siguiendo los protocolos OAI-PMH, los perfiles de metadatos y SKOS. Tales estándares serán utilizados en todo el sector patrimonial, lo que posibilitará la interoperabilidad de contenidos dentro de Europeana.

Una vez asegurada la utilización de protocolos y estándares comunes, es necesario un análisis de los contenidos de las regiones participantes, para identificar “temas” de importancia general, crear un entorno experimental al que se puedan conectar los proveedores de contenidos. En este entorno se probará la recolección de contenidos provistos por una red distribuida de servidores asociados a Europeana Local. El proyecto ofrecerá formación y servicios de asistencia técnica a los socios y proveedores de contenidos, lo que incluye mejores prácticas en instalación, y uso de herramientas relacionadas con repositorios OAI-PMH, conversión de bases de datos, mapeo de metadatos, descripción de colecciones, conversión de vocabulario mediante SKOS, gestión de derechos y enriquecimiento semántico.

3.5. Otros proyectos y actuaciones en Europa

DIGICULT: En los orígenes de los proyectos europeos se encuentra DigiCULT, programa puesto en marcha en 2002 para beneficiar al sector del patrimonio cultural, mediante el seguimiento y evaluación de las tecnologías emergentes que permitieran el acceso y la preservación de la herencia cultural europea. Se trataba de una medida de apoyo, con una duración prevista de 30 meses, basada en el estudio sobre escenarios futuros para la economía cultural, puesto en marcha entre 2000 y 2001, y que trazaba la hoja de ruta para las tecnologías relacionadas con la preservación del patrimonio cultural hasta 2006.

MINERVA es una red ministerial entre países miembros de la UE, para discutir, relacionar y armonizar las actividades relacionadas con la digitalización, crear una plataforma común acordada a nivel europeo y redactar pautas y recomendaciones sobre digitalización, metadatos, accesibilidad a largo plazo y preservación. Mediante el consenso entre los gobiernos nacionales, aspira a coordinar los programas de los estados miembros. También ha establecido contactos con otros países no miembros, organizaciones y redes internacionales, especialmente con los acometidos bajo la influencia de DigiCULT y acordes con el Plan de Acción de Lund.

MinervaPLUS: Este programa surge para extender las redes temáticas ya existentes, en la línea del precedente MINERVA, a los nuevos países de la Unión, coordinando también sus políticas nacionales y enlazando las mismas con la política comunitaria.

A partir de 2006, MINERVA eC es la Red Ministerial para revalorizar las actividades en digitalización eContentplus, en apoyo de la Biblioteca Digital Europea.

Como red temática en el área de contenidos culturales, científicos y educativos, continúa el precedente proyecto Minerva, ya bajo i2010 y el Plan Dinámico de Acción de 2005, en coordinación con el NRG, grupo de representantes nacionales ya mencionado.

Los principales objetivos de la red consisten en la creación de productos de valor añadido a nivel europeo, disponer del estado del arte en el sector, contribuir a evitar la fragmentación y duplicación de esfuerzos en digitalización, todo ello basado en la coordinación de actividades de los estados, movilización de los distintos actores en el proceso de creación de contenidos, creación de un Espacio Informativo Cultural Europeo, definición de indicadores, solución común para cuestiones legales y elaboración de un Informe Anual basado en los datos recogidos y su análisis estadístico.

MINERVA eC ahonda en la consecución de la interoperabilidad entre redes existentes, mejora de la accesibilidad, visibilidad, difusión y promoción del uso de recursos digitales por los ciudadanos y las empresas, fomenta la competitividad en el mercado y apoya a la Biblioteca Digital Europea.

GABRIEL –GAteway and BRIdge to Europe’s National Libraries– fue el portal Web de las bibliotecas nacionales europeas, 43 en total de 41 países (una por estado, excepto Rusia e Italia, con dos). Además de información práctica sobre el uso presencial de las bibliotecas, su historia, colecciones, etc., ofrecía información sobre OPACs y los servicios Web de cada Biblioteca, hasta junio de 2005, en que deja de funcionar para integrarse en la TEL.

MultiMATCH es un proyecto también relacionado con el acceso multilingüe, que pretende hacer posible a los usuarios explorar e interactuar con el contenido patrimonial en línea, a través de distintos tipos de soportes y sin barreras lingüísticas. Desarrolla un motor de búsqueda diseñado específicamente para acceder, organizar y personalizar la presentación de la herencia cultural desde sitios Web en múltiples lenguajes.

eRMIONE es un programa dedicado a mejorar el acceso multilingüe a recursos de e-aprendizaje en el campo del patrimonio cultural. Ofrece a profesores y estudiantes cursos de formación y contenidos educativos que permiten seguir las clases sobre materias de interés europeo mediante aulas virtuales.

EURIDICE valida los modelos de negocio implicados en la utilización de material sujeto a derechos de autor en un contexto educacional. Ofrece un servicio especializado de biblioteca digital, ofreciendo 10.000 documentos históricos de archivos y bibliotecas, la mayoría de ellos inéditos, normalmente destinados a instituciones educativas del campo de humanidades.

FUMAGABA es un proyecto de Biblioteca Europea, previsto para 2008-2009, financiado por la Agencia Suiza de Desarrollo y Cooperación, con el objetivo preciso de integrar completamente en la TEL a las bibliotecas nacionales de países de la antiguas Yugoslavia y Unión Soviética, no integradas en la Unión, pero sí las instituciones en la Conferencia de Bibliotecas Nacionales.

DISMARC es un conjunto de colecciones de grabaciones de audio, de contenido educativo, científico o musical, que serán puestas a disposición del público por proveedores como archivos, empresas audiovisuales, museos, universidades, institutos de investigación, etc. De esta forma, los metadatos asignados previamente según diferentes criterios por cada proveedor de audio, mediante su transformación a un protocolo común DISMARC serán claves para la recuperación de los archivos, almacenados de forma que sean buscables y recuperables de forma simultánea, independientemente del formato de metadatos de origen.

El proyecto se ha centrado en grabaciones musicales y proveedores audiovisuales, emisoras de radio y televisión fundamentalmente. Está liderado por la Radio Berlín-Brandemburgo y por el momento los socios pertenecen a Europa Central, Gran Bretaña y Escandinavia.

DELOS. Esta red pretende integrar y coordinar las actividades de investigación desarrolladas por cualquiera de los equipos involucrados en la construcción de la Biblioteca Digital Europea, así como en las áreas relacionadas con el objetivo de poner en marcha una nueva generación de tecnologías para bibliotecas digitales.

Entre sus objetivos destacan los de definir teorías sobre el ciclo de vida de la información digital, así como investigar sobre sistemas integrados de gestión específica para bibliotecas digitales, con tecnología ad hoc. Por otra parte, se pretende difundir las tecnologías de gestión de bibliotecas digitales en dominios más amplios, a través de un Centro virtual de formación para comunidades de usuarios interesadas en tales tecnologías. DELOS pretende de esta forma consolidar una red de investigadores expertos y proporcionar un foro de intercambio de experiencias e ideas entre las Bibliotecas Nacionales y la Biblioteca Europea.

Convoca reuniones entre investigadores y ofrece un premio anual para jóvenes investigadores que presenten comunicaciones a la conferencia anual.

DELOS colabora con la Biblioteca Europea en materias como la validación y perfeccionamiento de un modelo de referencia para la TEL, acceso multilingüe, elaboración de pautas y de software experimental y diseño de la interfaz de acceso, navegación a través del mismo, presentación de resultados, etc.

MICHAEL, proyecto colaborativo entre Francia, Italia y Reino Unido tenía como principal objetivo el desarrollo de un portal, inicialmente creado en Francia, con la finalidad de integrar distintas iniciativas nacionales y hacer interoperables los distintos portales de archivos, bibliotecas y museos ya existentes. El proyecto tuvo continuidad mediante MICHAEL Plus, al que se incorporaron ya distintos países, como Alemania, Suecia o España, por ejemplo.

Fundamentalmente, el portal es útil para que los usuarios puedan buscar, explorar y examinar descripciones de los recursos que poseen instituciones de toda Europa, a modo de inventario del patrimonio cultural europeo. Un resultado técnico muy importante es proporcionar protocolos de interoperabilidad para que desde los distintos países se aporten datos al portal y un programa informático de código abierto para integrar instancias nacionales construidas en Apache Tomcat, Cocoon, XtoGen, XML, etc. En el portal, las búsquedas se pueden agrupar por colecciones digitales, clasificadas por materias, cobertura geográfica o período.

También es posible buscar según tipos de instituciones o servicios que ofrecen.


BRICKS agrupa, mediante una federación internacional, a instituciones de la memoria, investigadores e industrias tecnológicas en el campo de las bibliotecas.

Se compone de:

NUMERIC: El estudio Numeric tiene como objetivo la medición del progreso de la digitalización del patrimonio cultural europeo. Se trata de un proyecto que define medidas empíricas para las actividades de digitalización, los recursos empleados y los progresos en la materia realizados por las instituciones culturales que convierten sus colecciones “analógicas” en digitales, sean archivos, bibliotecas o museos. Las estadísticas que midan los costes, la cantidad de materiales digitalizados y la accesibilidad en línea de los mismos se requieren para identificar el progreso de la digitalización en Europa, establecer comparaciones entre países de la UE, EFTA, Estados Unidos, Canadá, Australia, China e India, estimular futuras digitalizaciones y proporcionar información fidedigna para gobiernos, agencias de estadística, instituciones, editores o empresas.

El primer año del estudio (2007/8) se dedica a la evaluación de investigaciones previas y la obtención de una imagen preliminar, comenzando por una definición consistente de actividades de digitalización, la diversidad de materiales a considerar, que harían imposible la elaboración de un censo, siendo más práctica la aproximación a métodos simples que establezcan, por ejemplo, la proporción estadística de documentos físicos digitalizados en un muestreo de instituciones que permitan estimar el avance medio en Europa.

Las normas ISO proporcionan definiciones fiables en varias áreas y algunos indicadores de rendimiento que evalúan las actividades de digitalización (ISO 11620), para todo tipo de documentos electrónicos, incluyendo descargas desde bases de datos, catálogos en línea o sesiones de Internet. Sin embargo, estas definiciones no existen en otro tipo de instituciones como los archivos fílmicos, por lo que era necesaria la formulación de nuevas definiciones. Con tal elaboración y las estadísticas publicadas por Eurostat y UNESCO sería posible plantear una encuesta cuyos resultados, evaluados por colaboradores expertos en cada país, pudieran mejorar e incrementar el bosquejo inicial.

El paso siguiente, previsto para 2008/2009, es la aplicación de estándares comunes y definiciones que sean aceptables para cualquier gestor de instituciones culturales. Esta encuesta se consensua en abril de 2008, cuando expertos de los estados miembros de la Unión Europea, reunidos en Luxemburgo, adoptan una metodología común, así como un acuerdo sobre la identificación de las instituciones relevantes en cada Estado, seleccionadas para participar en la encuesta a lo largo del segundo semestre de 2008. En este semestre se está cumplimentando y enviando para ser tabulada durante el mes de noviembre, con datos descriptivos y cuantitativos agrupados en hojas de cálculo con Definiciones, Contexto (datos generales), Estándares (unidades, costes, etc.), Actividad (número total de documentos por tipo de material, porcentaje de los mismos digitalizado), Proyectos de digitalización específico y Comentarios.

El proyecto MEMORIES diseña nuevas herramientas para la indización, búsqueda y recuperación de contenidos de audio, así como ayuda a la implementación de bases de datos de archivos sonoros. Basado en el modelo de referencia OAIS y en el estándar ISO para bases de datos abiertas. La indización permitirá abordar la creación de productos que hagan viable financieramente la digitalización de materiales analógicos, y el motor de búsqueda aplicable también a ámbitos como la educación, telecomunicaciones o emisiones de radio y televisión.

EASIER: También relacionado con los archivos sonoros, este proyecto FP6 aspira a convertir los archivos digitales de sonido en más fáciles de usar, integrando el procesamiento de voces y música. Es un proyecto novedoso, que quiere facilitar herramientas interactivas al usuario, para que pueda no sólo acceder, sino experimentar y editar por sí mismo.

CONTRAPUNCTUS está orientado a satisfacer las necesidades de los músicos ciegos, que podrán disponer de una biblioteca en línea y acceder a música escrita en caracteres Braille, mediante un formato para digitalización y almacenamiento de datos Braille en XML.

PrestoSpace es un proyecto dedicado a la preservación de materiales audiovisuales. Se trata de preparar un plan de negocios, buscar inversores y socios comerciales para poner en marcha “factorías de preservación” que exploten los resultados tecnológicos e industriales. A pesar de que las grandes emisoras han digitalizado ya sus fondos, utilizando costosa y compleja tecnología, una solución semiautomatizada puede ser accesible para colecciones de audiovisuales pequeñas y medianas.

El proyecto CASPAR, Cultural, Artistic and Scientific knowledge for Preservation, Access and Retrieval, responde a la necesidad de una solución integral para los procesos de preservación, basado en el modelo de referencia del estándar OAIS para gestión de bases de datos. Temas como la estandarización, autenticación o gestión de derechos son claves para CASPAR, que será probado en distintos tipos de comunidades y tipos de información digital, e integrado en distintos sistemas operativos ya existentes.

PLANETS es un proyecto para investigar los procesos y flujos que intervienen en las funciones de preservación, que permita definir, evaluar y ejecutar planes de preservación. También se centra en las metodologías, instrumentos y servicios que faciliten a los usuarios el análisis automatizado de objetos digitales y en soluciones que permitan a las organizaciones implementar herramientas para la toma de decisiones sobre preservación a largo plazo, que aseguren el acceso imperecedero a contenidos digitales y el control sobre los costes de la preservación.

DPE (Digital Preservation Europe), surge a partir de ERPANET, y se establece para mejorar la coordinación, cooperación y consistencia en las actividades en curso para asegurar la efectiva preservación de los materiales digitales entre todo tipo de organizaciones. Con esta finalidad, el proyecto ayudará a poner en común las experiencias en la investigación académica, industrias culturales y administración pública. Tanto ciudadanos como especialistas dispondrán de ejemplos de buenas prácticas, cursos de formación y estándares certificados para los procesos de digitalización.

DILIGENT crea un programa experimental de colaboración entre comunidades de eCiencia. Los investigadores pueden utilizar la infraestructura para operar con una red compartida de recursos como ficheros, bases de datos y herramientas de software para crear bibliotecas digitales bajo demanda. Por ejemplo, grupos de investigación virtuales pueden crear una biblioteca digital específica para ellos, lo que aligera los costes y aumenta las posibilidades de difusión en los ámbitos de eCiencia y de patrimonio cultural.

DRIVER también contribuye a mejorar las infraestructuras del conocimiento en Europa. Trata de demostrar la interoperación entre las redes de datos y los repositorios de conocimiento, como partes integrantes de la e-infraestructura de investigación y educación en Europa. Entre otras comunidades de investigación, una de las más dependientes de la e-Infraestructura es la astronomía.

EURO-VO-DCA es una implementación europea para observatorio virtual. Producirá un servicio virtual que permita manipular datos y tareas relacionados con la investigación astronómica.

BELIEF es un proyecto tendente a constituir un punto focal para la infraestructura de investigación en materia de repositorios digitales, facilitando el intercambio de conocimientos entre expertos y potenciales usuarios, mediante la Biblioteca Digital BELIEF, que proporciona un repositorio central sobre e-Infraestructura, dirigido especialmente a Ciencias biológicas estudios sobre el genoma y bioinformática, para gestionar grandes sumas de datos multimedia producidos por la literatura científica.

El proyecto TNT, especializado en Arqueología, proporciona un inventario interactivo que incluye al menos el 60% de las excavaciones y el 35% de los yacimientos arqueológicos, así como datos sobre 800 fósiles humanos y 200 especímenes. NESPOS forma parte del proyecto, como un servicio en línea para estudios profesionales, con herramientas para visualización 3D, además de ARCH, un canal multimedia de contenidos científicos a nivel divulgativo.

El proyecto IMPACT, dentro del 7º Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico apoya a la red de centros de competencia para la digitalización, con un proyecto de más de 15 millones de euros, cofinanciados en sus dos terceras partes por la UE.

4. Políticas, proyectos y actuaciones en España

4.1. Políticas y planes estatales

4.1.1. El Plan AVANZA

El programa INGENIO 2010 es una iniciativa gubernamental española lanzada en 2005, en la línea de la Estrategia de Lisboa, con el objetivo de superar el retraso con respecto a la UE en materia de I+D+I, en términos inversores con respecto al PIB y en cuanto a participación empresarial en la inversión. La convergencia con la Unión Europea debería lograrse en 2010, pasando del 1,05% de inversión respecto al PIB en 2003 al 2% en 2010, y la contribución privada desde el 48% al 55% durante el mismo período, mientras el porcentaje del PIB destinado a las TIC se incrementaría desde el 4,8% de 2004 hasta la media de la UE-15, el 7% en 2010.

La nueva filosofía propugnada por INGENIO 2010 debería transformar la antigua política de proyectos individuales, específicos, cortos en el tiempo, atomizados y de bajo riesgo comercial, por otros integrados en redes y consorcios, incardinados en grandes líneas de investigación, de larga duración y escala, con mayor riesgo comercial y evaluados a lo largo de toda la vida del proyecto.

También en 2005, el Consejo Asesor de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (CATSI), en su ponencia final sobre contenidos digitales, propugna la cooperación con la industria, para poner en marcha un modelo de negocio rentable, ante el notable incremento de hispanohablantes con acceso a Internet (9% en 2004), mientras el idioma español en cambio sólo representaba en ese momento un 3,1% de los contenidos existentes en la Red. Junto con el apoyo a la industria, el sector público debe contribuir por sí mismo a la creación de contenidos, por ejemplo mediante la digitalización y difusión de fondos del patrimonio cultural, sobre todo de archivos y bibliotecas, mediante la regulación del depósito legal electrónico, que establezca la obligación de entregar una copia digital de los libros publicados, especialmente en el ámbito de la investigación científica.

Durante el mismo año, dentro del denominado Plan Avanza, se presentan las Propuestas de cara al nuevo Plan para el Desarrollo de la Sociedad de la Información y de Convergencia con Europa y entre las Comunidades Autónomas, entre las que se encontraban los acuerdos para impulsar la sociedad de la información en educación, y el apoyo a las Bibliotecas Virtuales de acceso libre y en su caso gratuito, en las que se organizase, con la implicación y participación de las CCAA, la recopilación de publicaciones de interés, sin descuidar las lenguas oficiales de cada uno de los territorios. Ello se unía a interés por potenciar el valor del idioma castellano en el plano internacional y utilizar los contenidos digitales para dar a conocer la riqueza cultural española a la ciudadanía y al resto del mundo.

La Ley 56/2007, de 28 de diciembre, de Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información, continuando las iniciativas del Plan Avanza en el plano normativo, pretende reforzar los derechos de acceso de los usuarios, con medidas como la puesta a disposición de la sociedad de los contenidos digitales públicos, cuando no afecten al funcionamiento administrativo o al interés general, y los derechos de propiedad intelectual pertenezcan a las administraciones o sean de dominio público. Esos contenidos se divulgarán telemáticamente sin restricciones tecnológicas, pudiendo copiarse o redistribuirse sin más que citar la autoría. También se posibilita la cesión de los derechos de explotación por parte de los titulares para que una copia digitalizada de las obras se pueda poner a disposición del público en los mismos términos.

De forma paralela, la disposición adicional tercera de la ley 23/2006, de 7 de julio, por la que se modifica el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, hace referencia al fomento de la difusión de las obras digitales en los siguientes términos:

“El Gobierno favorecerá la creación de espacios de utilidad pública y para todos, que contendrán obras que se hallen en dominio público en formato digital y aquellas otras que sean de titularidad pública susceptibles de ser incorporadas en dicho régimen, prestando particular atención a la diversidad cultural española. Estos espacios serán preferentemente de acceso gratuito y de libre acceso por sistemas telemáticos, mediante estándares de libre uso y universalmente disponibles. Asimismo, a estos espacios podrán incorporarse las obras cuyos autores así lo manifiesten expresamente”.

Así, y por la orden del Ministerio de Cultura de 30 de marzo de 2007, se constituye la Comisión Española sobre la digitalización y la accesibilidad en línea del material y la conservación digital (CEDALMAC) de la que se hablará en las siguientes páginas.

El Ministerio de Cultura ha convocado ayudas para fomentar, por una parte la creación de recursos digitales mediante la digitalización directa de materiales, así como su tratamiento para que la asignación de metadatos cumpliendo el protocolo que permita su carga en repositorios OAI, y por otra la transformación de los recursos digitales ya existentes en recursos digitales accesibles según el citado protocolo. Las ayudas se pueden destinar a la contratación de personal específico y a la contratación de servicios externos, excluyendo los gastos corrientes de funcionamiento o las inversiones en infraestructura. Estas convocatorias, diferentes a las que anteriormente contrataban servicios de digitalización documental, han tenido lugar en mayo de 2007 y marzo de 2008, por un montante en cada caso de 1.650.000 euros para administraciones, entidades y fundaciones del sector público y 300.000 euros para entidades privadas sin ánimo de lucro.

4.1.2. Colecciones digitales

En los antecedentes se encuentra el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico, programa conjunto del Ministerio de Cultura y las Comunidades Autónomas, en marcha desde 1988, destinado a la descripción de libros y otros fondos bibliográficos depositados en bibliotecas e instituciones españolas públicas o privadas que forman parte del Patrimonio Histórico Español, de acuerdo con la Ley 16/1985.

Tras la última actualización vigente (28 de agosto de 2008), con un contenido centrado en ediciones de obras impresas entre los siglos XV y XX, hasta 1958, aunque se hayan empezado a incluir otros materiales bibliográficos, como manuscritos o música impresa, el catálogo contiene 852.692 registros distintos, correspondientes a 2.341.326 ejemplares, de 746 bibliotecas.

La Biblioteca Virtual de Prensa Histórica afronta la preservación y difusión de éste que es uno de los materiales en mayor peligro de desaparición debida a la acidez del papel y a su uso y reproducción frecuentes, tratándose además casi siempre de ejemplares únicos y difícilmente accesibles. También producto de la cooperación entre el Ministerio, las Comunidades Autónomas y otras instituciones de la memoria, como ateneos, fundaciones, universidades o incluso empresas periodísticas que mantienen sus cabeceras del siglo XIX o principios del 20.

En abril de 2008, se disponía de casi 2.000 cabeceras, con antigüedad desde 1777, depositadas en 45 bibliotecas, correspondientes a 3.906.000 páginas de 140 localidades en las que se imprimió prensa.

Además de la digitalización y almacenamiento, la BVPH proporciona herramientas de búsqueda y presentación basadas en estándares que van más allá del formato MARC bibliográfico: esquemas de metadatos como MARC XML, Dublin Core ISO 15836:2003, METS o PREMIS. De esta forma se alimenta un repositorio OAI-PMH que proporciona visibilidad como proveedor de datos OAI para los recolectores más importantes, incluso por los buscadores generales de Internet, como Google.

Los últimos avances en la BVPH tienden a mejorar el acceso multilingüe, incorporar ficheros en formato PDF de forma diferenciada a los existentes JPEG, el reconocimiento óptico de caracteres sujeto al estándar METS / ALTO, del cual ya se ha superado el medio millón de páginas, permitiendo establecer tanto la estructura de los ficheros y también las coordenadas de los caracteres y el proyecto de nuevos sistemas de agregadores de contenidos RSS para conocer las actualizaciones progresivas de la base de datos, recolectable a su vez por el recolector promovido por el Ministerio, del que se habla más adelante. Este proyecto cooperativo cumple explícitamente con todas las condiciones técnicas requeridas por la iniciativa i2010 y en algunos casos la supera, siendo cuantitativa y comparativamente más importante que otros europeos o internacionales del mismo tipo.

La Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico se crea en 2007 a partir del catálogo colectivo, como medio de conseguir su salvaguarda y difusión mediante reproducciones facsimilares digitales, por el momento de manuscritos e impresos, procedentes de colecciones de monasterios, Bibliotecas Públicas del Estado y otras como las de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID), con fondos importantes sobre la independencia de las repúblicas iberoamericanas y de la Biblioteca Central Militar, de la que se están incorporando fondos sobre la Guerra de la Independencia, en su bicentenario. Además, se va a constituir una colección de Bibliotecas escolares históricas, con fondos históricos de los institutos de bachillerato.

La BVPB contribuye al proyecto de Europeana, algo posible por el cumplimiento de los requerimientos técnicos exigidos y por la calidad de los fondos reproducidos, junto con los de Prensa Histórica en número e importancia representativos del conjunto del patrimonio bibliográfico del Estado.

En cuanto a características técnicas son las reseñadas para la BVPH, lo que le permite constituirse en proveedor de datos de OAI-PMH por www.openarchives.org y formar parte de los recolectores como OAISter. Además dispone de servidor SRU, a partir de la antigua tecnología Z39.50, por tanto proveedora de Web Services y recogida en el registro de la Biblioteca del Congreso, así como también en su registro de objetos digitales estructurados conjuntamente (puntos de acceso, descripción, fondos y copia digital) según METS.

A mediados de 2008 incluía más de 730.000 páginas, correspondientes a 2.500 títulos, y está prevista la incorporación a lo largo del año de 1.500 nuevos títulos y 300.000 páginas en distintos soportes, como grabados y mapas.

Como se ha visto, ambos proyectos, la BVPH y la BVPB se ajustan en cuanto a estándares y protocolos a los requeridos por la Biblioteca Digital Europea: Dublin Core ISO 15836:2003, SRU/SRW, PREMIS, MARC-XML, MADS y MODS, METS, OAIS e ISO 14721, a los que también deberán hacerlo preceptivamente los proyectos subvencionados mediante las convocatorias públicas. También cumplen con las recomendaciones MICHAEL y MICHAEL Plus de acceso multilingüe según Viaf, de ficheros de autoridades en múltiples lenguas, en este caso las oficiales en el Estado: castellano, catalán (en todas sus variantes), gallego y euskera, además del inglés, actualizados en línea a partir de los campos de autoridad 7XX del MARC 21 y registros descargados desde la Bibliotecas Nacionales, Regionales y Biblioteca del Congreso. En el futuro se implementarán las directrices DRIVER que permitirán diferenciar los registros con posibilidad de búsqueda en texto de los de imagen, así como por contenido, tipos de material o fechas.

Una de las actuaciones más importantes de la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria del Ministerio de Cultura es el Directorio y Recolector de Recursos Digitales, llamado actualmente Hispana,[28] en la línea trazada por las recomendaciones europeas tendentes a conseguir la Biblioteca Digital Europea, fundamentalmente estandarización, archivos abiertos, control y coordinación de proyectos, posibilidad de búsqueda y recuperación conjunta y evitar la duplicación en las reproducciones de materiales ya digitalizados.

En Hispana se presentan listados y descritos en una ficha básica los distintos proyectos e iniciativas de digitalización en España, además de los propios documentos digitalizados accesibles de forma conjunta por el buscador. El recolector se puso en marcha en 2005 y ha pasado de permitir el acceso a 120.000 recursos procedentes de 25 repositorios OAI-PMH y 55 proyectos de digitalización a 194 proyectos incluidos en el Directorio en la actualidad (verano de 2008), con acceso a más de 300.000 recursos digitales y 55 repositorios OAI-PMH. Se trata de uno de los 32 servicios registrados actualmente en la lista de proveedores en Open Archives Initiative [29] o OAISter.[30]

La composición del directorio LDAP de proyectos es muy diversa. Predominan en el conjunto las iniciativas de universidades (90, casi la mitad, mayoritariamente fondo antiguo y tesis), proyectos de la Administración Central, bibliotecas autonómicas, llamadas indistintamente digitales o virtuales, grandes proyectos como la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes o DIALNET junto a otros restringidos a fondos muy locales o específicos, de ateneos, ayuntamientos o diputaciones, fundamentalmente de carácter patrimonial y fondos de archivos.

4.1.3. Biblioteca Nacional de España

La BNE ha intensificado los proyectos de digitalización de sus fondos a partir de 2003, en colaboración con otras instituciones. En 2007 toma posesión como nueva Directora General Milagros del Corral, y en su primer y breve discurso destacó que la BNE debe cumplir su función, incorporarse decididamente a la era digital y encontrarse en la Sociedad Global del Conocimiento en el lugar que le corresponde. Poco después se presenta, dentro del programa “Pensar en español” la Biblioteca Digital Hispánica,[31] en principio un proyecto de digitalización de las joyas bibliográficas de la Biblioteca, seleccionadas por un comité de expertos que preside el profesor Blecua.

Con el soporte y financiación de la Sociedad Estatal Red.es, la BNE trata de superar la anterior dificultad técnica de integración en la TEL como miembro de pleno derecho, al haberse producido una digitalización de piezas valiosas sin cumplir con las normas y estándares que permitan la interoperabilidad, mediante la creación de una nueva plataforma y la implementación de la citada Biblioteca Digital Hispánica.

Actualmente, la BNE ya proporciona acceso a importantes colecciones digitalizadas de sus fondos, como a los 454 carteles, incluyendo la sección Guerra Civil, casi 5.000 grabados, Historia (349), Dibujos, Mapas, 200 obras maestras y 347 obras de Hispanoamérica y oportunamente también 166 obras sobre Guerra de la Independencia, Filología y Carteles, presentadas como componentes actuales de la BDE, con un total de 10.000 obras consultables y descargables.

La Biblioteca Digital Hispánica tiene voluntad de constituirse como la “Europeana española”, mediante la cual sea posible incorporar las colecciones digitales en la TEL, aprovechar completamente las imágenes anteriormente escaneadas, haciéndolas accesibles previa asignación de metadatos y migradas ya a una plataforma compatible con el protocolo OAI-PMH, realizado el acceso a colecciones específicas representativas del tesoro bibliográfico, y constituirse en proveedor de contenidos del resto de colecciones a nivel nacional, además de ofrecer un canal de cooperación con las bibliotecas españolas e iberoamericanas. En el futuro se prevé un rápido y masivo incremento de piezas y colecciones, creación de recursos educativos, un plan de preservación de obras únicas y la implicación total en la Biblioteca Digital Europea.

Otros fondos interesantes digitalizados son la magnífica colección de ediciones históricas de El Quijote, la Exposición Virtual sobre Goya en la Biblioteca Nacional, que incluye las Estampas, la colección de música, compuesta por 261 reproducciones digitales de partituras ya la Hemeroteca Digital. Esta última forma parte del proyecto BDH, fue creada en 2007 para proporcionar acceso público a la prensa histórica albergada en la Biblioteca, con una colección inicial de 143 títulos editados entre 1772 y 1933, con una colección de 500.000 páginas digitalizadas y con opción de búsqueda dentro del texto, al haber sido tratadas con OCR, y una previsión de 4 millones de páginas. Un criterio de selección, además de la representatividad y pluralidad ha sido el de existencia de la colección completa.

La hemeroteca digital, además de la búsqueda en texto y la visualización en PDF proporciona completa información bibliográfica sobre los primeros números editados, además de ofrecer información adicional y una presentación sobre las colecciones hemerográficas y enlaces a otras posibles digitalizaciones Por último, reseñar que la BNE ha potenciado últimamente la cooperación efectiva con otras entidades y administraciones. Fruto de la misma es el convenio acordado con la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes en 2007, continuador de anterior firmado en 2004 que permitió crear como portal conjunto la colección de Clásicos españoles depositados en la Biblioteca Nacional, una muestra representativa de sus fondos, que se verá potenciada con el futuro portal del Teatro del Siglo de Oro.

Producto también del interés mutuo y de similar espíritu de colaboración es el Convenio de colaboración entre la Biblioteca Nacional, y la Comunidad Autónoma de Andalucía, para la realización de un proyecto de digitalización de obras de dominio público que se conservan en la Biblioteca Nacional y que son de interés para la Biblioteca Virtual de Andalucía, publicado en julio de 2008. La Junta de Andalucía se compromete a sufragar y realizar con sus medios humanos, maquinaria y software, la digitalización de los fondos seleccionados, en las condiciones técnicas, de manejo y manipulación fijadas por la BNE, en el interior de sus instalaciones y bajo su supervisión. Asimismo, Andalucía facilitará a la Biblioteca Nacional copia digital de las reproducciones efectuadas, de las que la BNE conserva los derechos de explotación, mención que figurará en las imágenes y ambos firmantes pueden utilizar las reproducciones para su difusión externa, incluyéndola en sus colecciones digitales, BDH y BVA.

4.1.4. La Comisión Española sobre la digitalización y la accesibilidad en línea del material y la conservación digital (CEDALMAC)

Siguiendo las recomendaciones de i2010 en Europa, con los objetivos ya reseñados de facilitar la accesibilidad, la digitalización y la preservación de las colecciones entre 2007 y 2008 tuvieron lugar los trabajos de esta comisión estatal. Sus funciones son asesoras respecto al Ministerio, de coordinación entre diferentes actores y administraciones y efectivas en cuanto al desarrollo de la Biblioteca Digital Europea. En su composición se incluyen representantes de órganos e instituciones de la Administración Central, hasta ocho representantes de Comunidades Autónomas y representantes de distintas fundaciones y entidades privadas.

La presidencia de la Comisión fue delegada en la Biblioteca Nacional Española siendo su cometido la coordinación de las sesiones y la elaboración de su informe. En febrero de 2008, CEDALMAC tuvo listo su informe para poner las bases al Plan Nacional de Digitalización y acceso a contenidos digitales 2008-2011.[32]

Dicho informe consta básicamente de dos partes, la primera propositiva en la que sugiere las líneas sobre las que se debería basar la política estatal de digitalización, mientras que la segunda parte hace una descripción de las colecciones digitales españolas y su previsible crecimiento durante el período 2008-2010.

Se parte en las conclusiones de los trabajos de la Comisión en la Declaración de Bolonia sobre la lucha contra la fractura digital, la iniciativa i2010 y la ley 37/2007 de 16 de noviembre sobre reutilización de la información del sector público.

Las líneas estratégicas señaladas por CEDALMAC en sus trabajos pasan por:

A criterio de CEDALMAC es necesario establecer un marco de contenidos que sirva a las demandas de la sociedad tanto en lo que se refiere a las necesidades de formación e información de los ciudadanos, haciendo hincapié en la necesidad de considerar no solamente los documentos estrictamente patrimoniales sino también todos aquellos relacionados con la comunicación científica.

Dichos proyectos deben seguir necesariamente los protocolos técnicos actualmente aceptados internacionalmente como OAI-PMH, ISBD(G) y los formatos de metadatos pertinentes. Todo ello siempre de acuerdo con las leyes de protección de datos personales y de propiedad intelectual vigentes.

La Comisión prevé pivotar la comunicación de contenidos digitales a través tanto de la creación de portales y recursos temáticos como la puesta en marcha de servicios interactivos que permitan la personalización de los contenidos de acuerdo con el modelo del Web 2.0.

En cuanto a la preservación de los objetos digitales se remarca la necesidad de desarrollar pautas y procedimientos de conservación del patrimonio digital, aspecto que debería ser posible implementar a través de la adopción de PREMIS y de la reforma futura de la ley de depósito legal de forma que asegure la recolección y conservación de los documentos digitales.

Cabe la creación de un Observatorio digital, según CEDALMAC, para poder hacer un seguimiento de los progresos estatales en la digitalización y puesta a disposición de contenidos en Internet.

Se considera también la necesidad de colaboración tanto entre las diferentes administraciones públicas de España como con el sector privado. Cabe recordar que la mayoría del patrimonio no es gestionado por la administración general del Estado sino por las Comunidades Autónomas y corporaciones locales, además de, por ejemplo, los importantes fondos de la Iglesia católica, las universidades o las entidades culturales de titularidad privada. Igualmente es necesario contar con la colaboración del sector privado y conseguir atraer su interés para financiar proyectos relacionados con la digitalización. En este sentido empresas como Google, Telefónica de España o el Banco de Santander disponen actualmente de programas de colaboración en esta línea.

Otro aspecto básico considerado en el informe de la Comisión es la necesidad de adoptar un modelo multilingüe con la finalidad de reforzar la presencia de todas las lenguas oficiales en España en la red.

Finalmente la Comisión hace referencia a la necesidad de la asignación de recursos económicos concretos destinados a llevar a cabo las iniciativas reseñadas.

Con la finalidad de tener datos actualizados de los proyectos digitales, la Comisión elaboró una encuesta que se distribuyó entre los diferentes interlocutores. Los resultados de dicho estudio permiten concluir que en enero de 2008 se tenía constancia de un total de 273 instituciones con alguna colección digital en Internet que correspondían a 65.054.111 objetos digitales. Del total de instituciones contrastadas, el 62% (170 colecciones) eran museos, 17% (46) archivos y 57 instituciones eran bibliotecas (21%).

Del total de objetos digitales (65.054.111) disponibles en Internet, el 48% correspondía a colecciones depositadas en bibliotecas, el 52% a colecciones archivísticas y el resto a museos.

Según las estimaciones de la encuesta, el presupuesto total de los proyectos de digitalización ascendían a 10.066.044 €. De dicha cantidad, 6.172.207 € (el 61%) fue la inversión realizada por las bibliotecas, el 15% (1.415.516 €) el presupuesto en los archivos y, finalmente, en los museos registrados se dedicaron 2.478.321 € (el 24%) del total.

A partir de los datos obtenidos, las administraciones dedicarán en el trienio 2008-2010 un total de 37.594.263 € para desarrollar y mantener sus colecciones digitales de más de 71.936.635 archivos digitales.

4.2. Comunidades Autónomas

Las Comunidades Autónomas, en su mayor parte con el liderazgo de sus respectivas bibliotecas nacionales o regionales, han comenzado en los últimos años y de distintas formas sus proyectos de digitalización y la puesta en servicio de repositorios con mecanismos de búsqueda, recuperación y descarga, llamados en algunos casos bibliotecas digitales, en otros virtuales u otras denominaciones no siempre clarificadoras de cara al usuario, sobre todo cuando en una Comunidad Autónoma conviven varios proyectos con nombres similares o parecidos.

Hay bastante en común, dadas las relaciones de cooperación entre los productos que ofrecen las universidades. Hasta hoy sin coordinación con las Consejerías competentes en materia de bibliotecas y centros de documentación, salvo contadas excepciones, la mayoría han puesto en marcha proyectos de digitalización de su fondo antiguo (Sevilla, proyecto “Dioscórides de la Universidad Complutense, “Ilíberis”, de Granada, antes “Aljibe”, el proyecto de prensa asturiana antigua “Avance y otros títulos”, de la Universidad de Oviedo, “Pliegos de teatro”, de la misma universidad, DIGIBUR, de la Universidad de La Rioja, Biblioteca Digital Floridablanca de la Universidad de Murcia, además de un largo etcétera).

Son bastante comunes los repositorios institucionales de la propia producción científica de la Institución, mayoritariamente tesis, el caso más numeroso presente en casi todas las universidades públicas, como el e-archivo de la Carlos III, Biblos-e Archivo de la Autónoma de Madrid, DSpace de la Universidad de Burgos, que ofrece acceso a texto completo a las tesis doctorales de esta Universidad, el repositorio institucional de la Universidad de Salamanca, el de Huelva, el Directorio Académico Dadun de la Universidad de Navarra, o el portal de revistas de acceso abierto “Editum”, de la Universidad de Murcia. Mención aparte merece la conocida hemeroteca virtual DIALNET, de la ya mencionada Universidad de La Rioja, iniciado en 2001 y extendido en 2003 por la colaboración de varias bibliotecas universitarias, que, centrada en el ámbito hispano, ofrece alertas informativas y una base de datos exhaustiva de artículos científicos, sin más requisito que la identificación para el acceso.

Cabe destacar los proyectos llevados a cabos por las universidades catalanas ya sea en solitario o a través del Consorci de Biblioteques Universitàries de Catalunya i del Centre de Supercomputació de Catalunya (CESCA). De entre los proyectos de las universidades catalanas sobresale TDX/TDR (Tesis Doctorals en Xarxa/ Tesis Doctorales en Red), un depósito de las tesis leídas en Catalunya pero también en otras Comunidades Autónomas. Es así que forman parte de TDX/TDR todas las universidades catalanas pero también la Universitat de les Illes Balears, la Universitat de València, la Universitat Jaume I, y las universidades de Cantabria, Murcia, Oviedo, Zaragoza y A Coruña. TDX recibe además un apoyo económico de la Generalitat de Catalunya.

En esta misma línea se incluye Recercat un depósito destinado a recoger una parte de la producción científica catalana. En el caso de la producción científica –básicamente los llamados prepints– las universidades catalanas han desarrollado repositorios propios como es el caso de UPCommons de la Universitat Politècnica de Catalunya. UPCommons es, de hecho, un portal de acceso a las diversas colecciones de documentos generados por la UPC: revistas, vídeos, colecciones patrimoniales, comunicaciones en congresos, etc. La Universitat de Barcelona también dispone de diferentes plataformas para la comunicación de sus documentos digitales a través del Dipòsit Digital de la UB de la misma forma que la Universitat Autònoma de Barcelona cuenta con el Dipòsit Digital de Documents del Servei de Biblioteques o la Universitat de Girona a través de su Dipòsit de documents digitals de la UdG.

Al mismo tiempo, otras bibliotecas han optado por desarrollar repositorios específicos destinados a difundir alguna de sus colecciones especiales, es el caso de la Universitat de Girona con la colección Epistolari del Llegat Ferrater Mora o el Fons Bertrana. En la misma línea de trabajo, la Universitat de Lleida gestiona las colecciones digitales Biblioteca Virtual Màrius Torres i el Fons Sol-Torres.

En el caso de la Universitat de València debemos destacar el depósito Somni ( Sueño) que alberga el resultado de la digitalización de su importante fondo antiguo. La Universitat Politècnica de València ha desarrollado RiuNet, su propio depósito institucional como la Universitat d’Alacant con RUA.

La Universidad de Murcia cuenta con la Colección Histórica Digital, un proyecto del que debemos destacar el apoyo económico que recibe de dos entidades bancarias.

Algunos proyectos de universidades nos sirven para enlazar con las líneas siguientes, ya que hacen las veces de una auténtica biblioteca virtual autonómica de tipo patrimonial, aquella que generalmente afrontan las bibliotecas centrales en cada comunidad. Ejemplos serían la Memoria Digital de Canarias, portal que proporciona acceso a patrimonio documental canario en formato facsimilar, al recoger todo lo relativo a autores canarios, obras producidas en el archipiélago o sobre Canarias, en cualquier soporte, sea éste texto, imágenes, audio o vídeo. O la Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha, con fondos fotográficos de la Guerra Civil, Exlibris Cervantinos, en colaboración con la Universidad de Texas, revistas digitales o la digitalización de los diarios editados recientemente en la Comunidad, un proyecto claramente de ámbito autonómico, pero liderado por la Universidad de Castilla-La Mancha en Toledo, con sus fondos digitalizados y los recibidos por la colaboración con otras instituciones, que deberá coordinarse con la futura Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha, BIDICAM, o la colección de prensa histórica realizada en el proyecto cooperativo de la BVPH con el Ministerio de Cultura.

La Universitat Jaume I de Castelló, por su parte, además del depósito institucional de su universidad es la responsable de la Biblioteca Digital de Castelló que recoge la producción de autores autóctonos o de temática castellonense. La Universitat de les Illes Balears ha creado la Biblioteca Digital Científica de les Illes Balears que permite al acceso a una diversa colección de documentos científicos de la propia institución pero también a parte del fondo patrimonial de su territorio con una gran variedad de documentos, cobertura cronológica y temática.

Entre las bibliotecas virtuales de carácter autonómico, puestas en marcha por los respectivos gobiernos y radicadas en la Biblioteca central, destaca por su temprana puesta en marcha la Biblioteca Virtual de Andalucía. Fraguada en 2003, como una de las actuaciones financiadas en el marco de las Medidas de Impulso a la Sociedad del Conocimiento, y puesta en marcha de forma efectiva en la Web en enero de 2004, con un fondo inicial de 500 obras de autor o temática andaluza, supuso una apuesta de la Consejería de Cultura por la preservación y difusión del patrimonio con un coste en su momento elevado, dada la falta de precedentes o ejemplos de buenas prácticas inherente a todo proyecto pionero. En la actualidad ha superado los 3.000 documentos de texto digitalizados, en su mayor parte procedentes del Fondo Antiguo de la Biblioteca de Andalucía, pero también de las Bibliotecas Provinciales con rico fondo patrimonial, sobre la base del inventario que supone su participación en el CCPB, como las de Jaén, Córdoba o Cádiz, incluso Bibliotecas Municipales, no gestionadas directamente por la Comunidad Autónoma. Hasta tal punto es importante esa colaboración, que existen ya más de 1.200 obras digitalizadas en la sección de fondos digitalizados en bibliotecas públicas andaluzas.

La BVA tuvo desde sus comienzos una intención formadora de una conciencia patrimonial andaluza, más allá de la mera digitalización y publicación Web del acervo patrimonial histórico, plasmada también en acuerdos con Universidades andaluzas o el ya mencionado con la Biblioteca Nacional de España. En este sentido, destacar entre las secciones temáticas, la Biblioteca de Autor, que incluye la obra completa del egabrense Juan Valera, la obra completa, compuesta por poesía, teatro y correspondencia de Luis de Góngora y la obra de obligada lectura Los deberes de los corazones, de Ibn Paquda, teólogo y místico judío, a quien se atribuye, entre otros, el legado sufista heredado por la ética judía; Los fondos musicales, una valiosa colección de partituras, música grabada y textos sobre música, en colaboración con el Centro de Documentación de Andalucía, la biblioteca vídeográfica, con la obra del cineasta granadino José Val del Omar, incluyendo sus cortometrajes en formato visualizable y descargable y, sobre todo, la “Biblioteca de voces” subdividida a su vez en “De viva voz”, grabaciones de entrevistas realizadas a autores de gran prestigio y de una dilatada trayectoria vital e intelectual, sobre su vida y obra, y en “Cultura oral”, proyecto que ha superado las 700 grabaciones audiovisuales y estudios social-antropológicos que acompañan a cada una de ellas, con la vocación, en la línea participativa que inspira a la BVA, de permitir que personas del pueblo puedan plasmar con su palabra leyendas, historias o canciones de la tradición oral andaluza, al mismo tiempo que dar una visión científica del contexto y significado de las mismas, en colaboración con los respectivos Departamentos universitarios y Diputaciones Provinciales, comenzando por el proyecto piloto que abarca la provincia de Granada. Por último, la sección, atractiva pero no solamente divulgativa “Hoy en la Historia de Andalucía”, que bajo la ligera fórmula de efemérides diarias relacionadas con Andalucía, presenta enlaces para ampliar cuestiones relativas a los hechos, personajes y lugares del día, mediante referencias a documentos digitalizados en la BVA y al catálogo colectivo de la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía, así como a la Web en general, muy útiles para generar interés entre usuarios de Internet y presentar una visión contextual de la producción documental histórica andaluza en su conjunto.

La Biblioteca Navarra Digital, BINADI, ofrece acceso multilingüe a una colección de obras literarias y científicas navarras, incluyendo literatura, historia y derecho foral, comenzando por algunos manuscritos e impresos, entre ellos algunos incunables; La Biblioteca Digital del Principado de Asturias, también por iniciativa pública desde sus inicios desde 2007 está digitalizando documentos textuales patrimoniales. Por su parte, la Comunidad de Madrid, a través de la Biblioteca Digital Madrileña pondrá a disposición pública copias digitales del patrimonio producido en Madrid, por autores madrileños o relacionados con la Comunidad, comenzando por los fondos ya digitalizados de la Biblioteca Regional “Joaquín Leguina”, junto a la interesante iniciativa residenciada en el portal madrid.org, con publicaciones electrónicas o directamente digitalizadas editadas por la Comunidad o sus Consejerías y organismos desde 1983. Idénticos proyectos presentan Castilla y León y Castilla-La Mancha, con sus respectivas Bibliotecas Digitales patrimoniales creadas en 2007, al amparo de las subvenciones ministeriales y siguiendo sus pautas y estándares.

Quedaría una pléyade de proyectos pequeños o no tanto, pero muy variados en su cobertura y temática, de ámbito territorial restringido, que, conjuntados dentro de los proyectos de sus áreas de influencia dan una visión de la peculiaridad regional o local, y son muy atractivos desde el punto de su vista de la accesibilidad a través de Internet. Entre ellos, uno de los más llamativos es la Biblioteca de Barcarrota, conjunto digitalizado de diez libros y un manuscrito coleccionados y ocultos desde el siglo XVI, muy estudiados e interpretados, relevantes para el conocimiento de una cultura perseguida en la época, entre los que destaca una edición del Lazarillo de Tormes de gran valor bibliográfico. Junto al Archivo de Gabriel y Galán, están registradas en el DRRD junto a la Biblioteca Virtual Extremeña, que ha comenzado con la digitalización de la Revista de Estudios Extremeños de la Diputación de Badajoz, a las que habría que añadir la Biblioteca Virtual de la Diputación de Cáceres. Por su parte, la Junta de Extremadura, a través de su Consejería de Cultura, ha puesto en marcha el proyecto de digitalización “Patrimonio Bibliográfico Extremeño”, en este caso en la misma línea que los demás proyectos de digitalización de tipo autonómico.

En Andalucía, el Archivo Medina Sidonia –de la Fundación Casa Medina Sidonia–, de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, digitalizará fondos del Archivo Ducal, producidos en el antiguo Marquesado de los Vélez y también en Cádiz, la Diputación Provincial ha registrado los proyectos de digitalización que abarcarán “La Biblioteca del Estrecho”, sobre relaciones sociopolíticas entre España y el Magreb, o digitalización de prensa antigua, entre la que destacan periódicos del período de la Constitución de 1812. Por su parte, el Real Instituto y Observatorio de la Armada en San Fernando ha puesto en marcha la digitalización de las Observaciones astronómicas del Real Observatorio de Cádiz, desde la segunda mitad del siglo XVIII.

Otros proyectos a tener en cuenta, por temática, serían el Proyecto Humboldt, de la Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia, que incluye textos producidos por las expediciones científicas de descubrimientos que tomaron las islas como objeto de sus investigaciones o la Biblioteca Virtual Saavedra Fajardo, de la Universidad de Murcia, dedicada a la historia del pensamiento político, que incluye el legado y biblioteca Gabriel Miró, con contenido temático relacionado, o los Manuales Escolares de Nuestros Antepasados, del Instituto de Bachillerato Cardenal Cisneros de Madrid. Por soporte y ámbito territorial, la prensa histórica conservada en el Archivo Municipal de Murcia, la Hemeroteca Histórica Digital del Ayuntamiento de Gijón, Biblioteca Digital Leonesa, de la Fundación Saber.es, Biblioteca Digital de Peñaranda de Bracamonte. Muy adecuado para finalizar esta enumeración, un proyecto que combina ámbito territorial con especialización y antigüedad: el proyecto del Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y la Literatura Infantil y Juvenil, de la Universidad de Castilla-La Mancha, biblioteca electrónica de fondo antiguo especializado en literatura infantil y juvenil, “Colorín, colorado”.

En otras comunidades en las que la biblioteca pública del Estado no ejerce de biblioteca central del territorio han sido sus respectivas bibliotecas nacionales las que han liderado la digitalización del patrimonio. Es el caso por ejemplo de València o de Catalunya. La Biblioteca Valenciana creó en 2002 Bivaldi (Biblioteca Valenciana Digital), con la finalidad de incorporar los documentos del patrimonio Valenciano de la Comunidad. Actualmente pone a disposición de sus usuarios más de 780 obras o 204.800 imágenes. Dichos fondos pueden pertenecer a la propia biblioteca o no.

La Biblioteca de Catalunya dispone de un amplio programa de digitalización de colecciones que realiza frecuentemente en colaboración con otras instituciones. Uno de los proyectos más emblemáticos y pioneros es Padicat ( Patrimoni Digital de Catalunya). Padicat tiene como objetivo capturar y preservar una serie de sitios web destacados para la cultura catalana. Igualmente, ARCA (Arxiu de Revistes Catalanes) permite el acceso y preservación actualmente de 175 títulos de revistas de interés para la cultura que ya no se editan . Otros proyectos propios de la biblioteca nacional de Catalunya tienen que ver con el acceso a colecciones fotográficas, mapas, manuscritos, incunables o partituras. En paralelo, la Biblioteca de Catalunya participa en el repositorio RACO (Revistes amb Accés Obert) que permitía la consulta en 2008 de 206 revistas de interés científico y cultural. Este proyecto se desarrolla fruto de la colaboración con el Consorci de Biblioteques Universitàries de Catalunya i del Centre de Supercomputació de Catalunya (CESCA) y con el apoyo del gobierno catalán. Recordemos también que la Biblioteca de Catalunya participa del proyecto de Google y algunos de sus fondos ya comienzan a estar disponibles en Google Books. Igualmente colabora con la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y con Europeana como miembro de EDLnet.

Cabe reseñar también el depósito Memoria Digital de Catalunya que es resultado de la colaboración de la Biblioteca de Catalunya, el Consorci de Biblioteques Universitàries y diferentes bibliotecas como la del Ateneu Barcelonés i el Centre Excursionista de Catalunya.

Para 2009 se espera un incremento de la actividad relacionada con las actividades de digitalización fruto de una serie de ayudas específicas del Departamento de Cultura y Medios de Comunicación de la Generalitat a entidades con proyectos de digitalización así como el desarrollo de EURECA –un buscador en colecciones digitales catalanas– por parte de la Subdirección General de Bibliotecas y la entrada en funcionamiento del depósito institucional DALI (Documents Accesibles en Línia) del Departamento de Cultura y Medios de Comunicación.

4.3. Estudios territoriales sobre el estado de la cuestión en políticas digitales

Es relevante el hecho de que no exista todavía en España un estudio completo sobre el estado de la cuestión de las políticas digitales. Se hace difícil planificar o coordinar las diferentes acciones cuando no se puede tener una visión global de los esfuerzos que se están realizando. Una primera aproximación se ha realizado a través de los trabajos de la Comisión Española sobre la digitalización y la accesibilidad en línea del material y la conservación digital a la que nos hemos referido anteriormente. En su informe final podemos encontrar algunos datos numéricos sobre les colecciones digitales españolas. Igualmente, la información contenida en el recolector del Ministerio de Cultura Hispana nos facilita también la localización de los proyectos digitales que cumplen con el protocolo OAI-PMH, aunque sabemos que existen colecciones digitales de cierta importancia que, de momento, no aparecen.

Creemos que puede ser interesante como metodología para futuros estudios la experiencia realizada en Catalunya a partir de la colaboración entre la Secretaría General de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información con el Departamento de Cultura y Medios de Comunicación de la Generalitat. El proyecto realizado consistía en elaborar un estado de la cuestión sobre la digitalización de la cultura en Catalunya. Los resultados de dicho trabajo se presentaron en una jornada en 2009 y son consultables en línea.[33] Se pudieron ver proyectos de digitalización y se hicieron públicos los resultados de un estudio encargado específicamente para conocer el estado de desarrollo.

Dicho estudio incluía un diagnóstico de la situación que pensamos que puede ser de interés para analizar otras realidades.

El informe indicaba por ejemplo que:

Y se sugerían una serie de propuestas de mejora:

5. Conclusión

En estas páginas se han esbozado algunos ejemplos de las políticas de digitalización que se desarrollan en el mundo y cómo ha tenido lugar su aplicación en España. Podemos afirmar sin lugar a dudas que nos encontramos en un momento de efervescencia digital. Nunca se habían desarrollado tantos proyectos en tan poco tiempo. Ahora bien, en el momento de escribir estas páginas somos conscientes de la difícil situación económica que atraviesa el mundo. Quizás sea un buen momento para analizar si lo estamos haciendo bien, y si lo estamos haciendo de la mejor y más económica manera posible. Digitalizar es caro y mantener las colecciones digitales mucho más. Es necesario, creemos, optimizar cada euro.

Solamente se nos ocurren dos maneras, coordinación y colaboración. Es responsabilidad de los gobiernos coordinar a nivel autonómico y estatal la digitalización del patrimonio para marcar prioridades y evitar duplicidades. Es cierto que esto no se puede hacer si no es bajo la forma de la cooperación y del estímulo económico. Los proyectos digitales que reciban fondos públicos deberían garantizar el interés y la optimización, compartiendo tantas plataformas tecnológicas como sea posible.

Se echan en falta sistemas de información que permitan una visión global de la digitalización en España. En este sentido podemos sugerir que sería necesario dar impulso a la Comisión Española sobre la digitalización y la accesibilidad en línea del material y la conservación digital y la creación de sus homólogas en las Comunidades Autónomas. Una visión global que elimine las barreras existentes todavía entre archivos, bibliotecas, fonotecas, museos, etc. La digitalización de los contenidos difumina las barreras del soporte físico a que hasta ahora nos habíamos aferrado seguramente demasiado.

En España disponemos de buenas colecciones bibliográficas, de las mejores del mundo, también disponemos de la tecnología y los conocimientos necesarios.

Sin lugar a dudas, en los próximos años el problema vendrá dado por la falta de fondos económicos, debemos pues agudizar el ingenio para continuar ofreciendo a los ciudadanos el acceso a unas buenas colecciones digitales.