Presentación

La práctica psicopedagógica en educación formal y La práctica psicopedagógica en educación no formal son dos volúmenes de una misma obra que tiene la finalidad de ofrecer una visión de conjunto y coherente de la dimensión práctica de la intervención psicopedagógica, prestando atención a los factores, variables y condiciones que la caracterizan.

Dicha obra se dirige fundamentalmente a los alumnos del Practicum de Psicopedagogía y también a los profesionales de la intervención psicopedagógica, pero puede ser también de utilidad para todos aquellos profesionales y estudiantes cuya labor esté relacionada con lograr el incremento de la calidad educativa de los contextos educativos mediante la intervención psicopedagógica.

Intervención psicopedagógica en contextos educativos

La constatación de la expansión sin precedentes que la intervención psicopedagógica ha conocido en los últimos años, unida a la del desarrollo de una sólida identidad facultativa basada, entre otros aspectos, en el esfuerzo de los profesionales, nos ha llevado a plantear una obra de estas características.

El progreso de la intervención psicopedagógica puede constatarse, por una parte, analizando la diversificación de los campos en que la intervención se lleva a cabo, desde los considerados como genuinamente propios de dicha actividad profesional –los relativos a la atención de alumnos con necesidades educativas especiales– hasta otros como los dedicados a atender las necesidades educativas de todos los alumnos de las diferentes etapas educativas y en diferentes niveles de la práctica educativa. Por otra parte, dicho desarrollo también puede ser identificado por la extensión del ejercicio de la profesión a otros contextos educativos diferentes a los escolares, como, por ejemplo, los contextos educativos no formales.

Por este medio se pretende dar respuesta a las necesidades de educación que plantea la nueva sociedad del conocimiento y de la información a todas las personas de todas las edades y a lo largo de toda su vida, y no únicamente a aquellas que se encuentran en un período particular de la misma, como puede ser el período de la escolaridad obligatoria.

Durante los últimos años no sólo se ha incrementado nuestra comprensión de los procesos educativos, sino que además contamos con nuevos elementos para analizar dichos procesos en toda su complejidad y para intervenir en ellos teniendo en cuenta la complejidad de los factores implicados en cada momento. En efecto, los avances que se han dado a lo largo de las últimas décadas en la psicología de la educación, en especial en la comprensión de los procesos psicológicos involucrados en el cambio educativo en general, y en la enseñanza y en el aprendizaje escolares, en particular, han conseguido asentar a la profesión sobre unas sólidas bases de naturaleza teórico-conceptual, técnico-proyectiva y práctica. Dichos avances han contribuido no sólo al progreso de las bases teóricas de la intervención, sino también de la propia metodología de abordaje de los problemas que se generan en los diferentes niveles de la práctica educativa.

La abundante reflexión aportada por los profesionales desde su misma práctica sin duda ha contribuido de manera específica a que los problemas se planteen y se aborden de un modo conceptualmente más riguroso, ajustado a las características específicas y a las necesidades de la intervención en la práctica.

Todos estos avances nos han hecho decidirnos a desarrollar una obra de estas características: por una parte, la evidencia de que el ejercicio de la profesión cubre hoy un espacio más amplio que el que la caracterizó en sus inicios y, por otra parte, la constatación de la existencia de un pensamiento y una actuación de índole práctica de carácter altamente resolutivo, elementos ambos estrechamente unidos a los avances en las disciplinas base de la intervención psicopedagógica que, además, han sido acumulados por los profesionales.

En consecuencia con lo que acabamos de exponer, la obra que presentamos se articula en torno a la dimensión práctica del pensamiento y la actuación psicopedagógicos. Para poner de relieve dicha dimensión práctica, se ha elegido la metodología de análisis de casos de intervención en contextos educativos. Los casos, por una parte, presentan la complejidad propia de toda actuación en situaciones reales y, por otra parte, permiten a los estudiantes y a los profesionales analizar y valorar las condiciones, el método y los instrumentos de intervención utilizados, por lo que pueden servirles como modelos de actuación vicaria y serles útiles para plantear futuras intervenciones en condiciones parecidas. Dicha decisión metodológica no supone presentar la práctica de la intervención aislada de la consiguiente reflexión teórico-conceptual y tecnológico-proyectiva; más bien al contrario: la obra pretende que las tres dimensiones del pensamiento disciplinar y profesional de los psicopedagogos estén presentes y relacionadas en todo proceso de intervención en cada uno de los casos seleccionados para formar parte de la misma. Ello es así porque estamos convencidos de la complejidad propia de todo pensamiento profesional y también de la relación mutua y continua existente entre la teoría, el diseño de la actividad de intervención y la actividad en sí misma. Las tres dimensiones se presentan relacionadas, lo cual subraya su mutua influencia, que hemos pretendido que se concrete configurando un contexto de intervención característico o específico en cada una de las situaciones de intervención desarrolladas por los autores en los sucesivos capítulos de cada uno de los dos volúmenes.

Del mismo modo, la decisión de vertebrar la obra en torno a los aspectos señalados implica, a su vez, ciertos riesgos nada despreciables, entre los cuales podemos señalar, por su relevancia para nuestros propósitos, en primer lugar, el relativo a considerar los contextos de educación formal separadamente de los contextos de educación no formal, en lugar de plantear esta entrada de modo más complejo, sistémico o relacionado. Sin duda, la realidad de la intervención psicopedagógica desborda este planteamiento, pero estamos convencidos de que los profesionales encontrarán el modo de salvar los inconvenientes que pueda plantearles la estructura que hemos elegido para mostrar su trabajo en la actualidad. En segundo lugar, el relativo a disponer de experiencias de intervención psicopedagógica en todos los campos a un nivel de reflexión similar o muy avanzado. Los progresos profesionales no son, hoy por hoy, igualmente significativos, cualitativa y cuantitativamente, en todos los tipos de situaciones y prácticas de intervención y, especialmente, en algunos de ellos el desarrollo de la profesión es aún muy nuevo y las experiencias todavía muy incipientes. Sin embargo, lejos de plantear este aspecto como un inconveniente, hemos preferido considerarlo como un avance e incluir en la obra aquellas prácticas que pueden aportar elementos de reflexión de la situación y que nos ayuden a analizar las condiciones de desarrollo y de progreso de las mismas en las condiciones en las que se llevan a cabo actualmente.

Esta obra se estructura en tres grandes apartados. El primer apartado está dedicado a concretar y orientar claramente las expectativas iniciales del lector sobre la obra global. Ello se lleva a cabo mediante una introducción general elaborada por los coordinadores de la obra, que pretende orientar al lector sobre lo que puede encontrar en la misma.

El segundo gran apartado de cada volumen –denominado Parte I: una teoría de la práctica psicopedagógica– sirve de marco de referencia histórico, teórico y metodológico de los casos y situaciones de intervención que incluye el apartado siguiente, es decir, sirve de referencia de la toma de decisiones en la práctica de intervención. En este segundo apartado podemos encontrar tres tipos de aportaciones. La primera aportación consiste en un recorrido por la historia de la profesión, que describe los cambios de la misma desde sus inicios hasta la actualidad. Dicha descripción es realizada por unos profesionales en activo que presentan sus propias trayectorias en términos autobiográficos. La doble dimensión personal y social-histórica de dicha contribución logra poner de manifiesto, al mismo tiempo, cómo han afectado los cambios en educación al ejercicio de la profesión y el recurso constante de los profesionales reflexivos a la formación permanente, como medio para adaptarse a las nuevas exigencias que éstos les plantean. La segunda y la tercera aportación de este apartado consisten en un modelo de intervención psicopedagógica en su doble dimensión teórica –conceptual y técnico–proyectiva, convenientemente actualizado y acorde con las últimas aportaciones de la Psicología de la Educación. La finalidad consiste en ofrecer un modelo útil al estudiante y al profesional de la psicopedagogía para interpretar las diferentes prácticas o casos de intervención incluidos en el tercer gran apartado de cada uno de los respectivos volúmenes. Como es bien sabido, todo modelo subraya algunos de los elementos y de las relaciones de la realidad que pretende explicar. En este caso, la opción teórica de partida tomada para identificar los elementos que configuran el modelo es la contextual (constructivista socio-cultural).

El tercer gran apartado que configura la estructura –denominado Parte II: contextos de educación para la intervención psicopedagógica– incluye los casos y situaciones de intervención de que consta la obra. La opción elegida para organizarlos ha tenido en cuenta una serie de criterios que exponemos a continuación: La obra considera la intervención como el abordaje de los problemas de modo contextual y sistémico. Es decir, si bien ésta puede centrarse en alguno de los elementos o dimensiones del contexto educativo, debe llevarse a cabo teniendo en cuenta la complejidad del sistema y tomando en consideración los diferentes elementos que conforman de manera característica el contexto en que dicha intervención se lleva a cabo. Esta opción permite poner de relieve no sólo las características comunes de la intervención en dichos contextos educativos formales y no formales, sino también las características diferenciales de cada práctica de intervención, permitiendo que el lector pueda identificar y valorar las que los diferentes casos comparten y diferenciar las que son específicas de cada uno de ellos.

En la configuración de este tercer apartado también se ha pretendido que las diferentes experiencias de intervención abarquen los diferentes ámbitos, niveles y dimensiones de la práctica de la educación en la que la intervención psicopedagógica se lleva a cabo actualmente.

El tercer tipo de consideraciones remite al enfoque teórico de referencia elegido como eje vertebrador del análisis y de la explicación de los procesos de la intervención psicopedagógica. Es decir, al carácter mediado, social y colaborativo-constructivo de la intervención psicopedagógica. La obra considera la mediación psicopedagógica como un proceso de colaboración entre profesionales de la educación para la elaboración y selección de las ayudas educativas necesarias y adecuadas para lograr los objetivos educativos. El psicopedagogo no actúa solo en este empeño, sino que lo hace junto con otros profesionales: los docentes y los que desempeñan otros servicios, creando zonas de colaboración conjunta de desarrollo y prestación de ayudas ajustadas a las necesidades educativas que se desarrollan en cada contexto. Este planteamiento se halla presente, de modo más o menos explícito, en la totalidad de los casos presentados, si bien se concreta de forma específica en cada caso, de acuerdo con las características de la situación y la temática o problema objeto de análisis.

La cuarta opción base de la organización es la consideración de las formas y sistemas en que se organiza la intervención psicopedagógica. Habitualmente, la intervención psicopedagógica se formaliza en una institución para dar respuesta a la demanda de elaboración y desarrollo de planes educativos de carácter institucional y que afecta a todas las etapas de un centro educativo (por ejemplo, en contextos formales se proporcionan intervenciones para el desarrollo del plan de atención a la diversidad de los alumnos, el plan de acogida y seguimiento de los alumnos emigrantes o el plan de acceso de una etapa educativa a otra), si bien dicha intervención puede igualmente formalizarse en torno a la demanda de desarrollo de proyectos o programas de cambio o innovación educativos (por ejemplo, en contextos formales también se dan intervenciones en torno al desarrollo de proyectos y programas de innovación en la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura, de proyectos y programas de innovación en la incorporación de las TIC a la educación, de proyectos y programas en alumnos con dificultades en la adquisición del lenguaje, etc.), y, por otro lado, dicha intervención se concreta asimismo como medio para dar respuesta a demandas de intervención de carácter puntual, cuya elaboración exige el desarrollo de estructuras puntuales y específicas de intervención en un momento concreto. La obra presenta intervenciones realizadas en respuesta a demandas de elaboración de planes, proyectos, programas.

Cada capítulo de este apartado tercero sigue una misma estructura general, que ha sido adaptada en cada caso de acuerdo con las condiciones actuales del desarrollo de la intervención. Dicha estructura responde a los apartados siguientes: introducción general a la temática de la intervención; una relación de las grandes temáticas o áreas de la práctica representativas de la intervención actual en este campo; presentación y desarrollo del caso; síntesis y conclusiones finales; glosario de términos relativos a la temática del caso; bibliografía de referencia; lecturas recomendadas de ampliación sobre el tema y direcciones web y otros recursos de interés para profundizar en el tema. Este esquema global de los capítulos responde nuevamente a la opción vigente a lo largo de la obra, centrada en dejar constancia de las relaciones entre los aspectos teórico-prácticos de la intervención, respondiendo además a la finalidad de ayudar al lector que así lo desee a reflexionar sobre los marcos teóricos y metodológicos de referencia utilizados en el desarrollo de cada uno de los casos objeto de la intervención.

La presentación y el desarrollo de cada caso se llevarán a cabo aportando datos relevantes del contexto de la intervención que permitan al lector dotar de significado al proceso de intervención que se ha seguido, prestando una especial atención a la metodología de análisis utilizada, para que se puedan identificar tanto los recursos empleados como la dinámica de intervención colaborativa seguida con otros estamentos del centro y en diferentes niveles de la práctica educativa.

Siguiendo con este tercer apartado, la segunda parte, Contextos de educación formal para la intervención psicopedagógica, se centra en este tipo de práctica educativa, que incluye actualmente a un elevado número de profesionales de la intervención en activo. Para caracterizar la temática de esta obra se ha tenido en cuenta que en todo momento se trata de contextos educativos altamente reglamentados y formalmente organizados por la sociedad de referencia como, por ejemplo, los contextos educativos propios de la escolaridad obligatoria. El hecho de que dichos contextos se caractericen por poseer los rasgos de intencionalidad educativa, sistematicidad y planificación determina, en algún grado, la intervención educativa, ya que ésta ha de desarrollarse tomándolos necesariamente en consideración.

Sin embargo, la obra que presentamos realiza una aproximación al análisis de la actividad de intervención que toma en consideración no sólo los rasgos comunes de dichos contextos y, en consecuencia, los propios de la intervención psicopedagógica específica, sino también la diversidad de las prácticas que se desarrollan tomando como referencia la concreción de dichos rasgos característicos en cada contexto, para cada colectivo de alumnos, padres y profesionales implicados. Para ello, esta obra se ocupa de las características específicas de la intervención en contextos de educación formal en diferentes etapas educativas o ciclos de la escolaridad obligatoria: educación infantil, educación primaria y educación secundaria; en diferentes niveles de la práctica educativa: en el ámbito del centro, en el ámbito del aula y a nivel de alumno; y con relación a los diferentes estamentos o grupos implicados en la práctica educativa, como pueden ser los profesores individualmente, los equipos educativos de ciclo o de etapa, los padres y los alumnos. Siguiendo este mismo criterio, la obra incluye otros casos cuya acción se sitúa en el ámbito de las relaciones que mantiene el contexto educativo escolar con otros contextos educativos. En síntesis, si bien, en lo esencial la intervención psicopedagógica en la escuela puede centrarse fundamentalmente en la mediación que se lleva a cabo en la relación profesor-alumno-contenido y, particularmente, en el nivel educativo del aula, el criterio escogido para desarrollar esta obra ha sido el de presentar el análisis de la intervención en dicho nivel, vinculando éste con los demás niveles de la práctica educativa y teniendo en cuenta las relaciones del contexto escolar con otros contextos. Además, las experiencias de intervención en contextos escolares incluyen no sólo el trabajo que los psicopedagogos desarrollan con los estamentos más directamente implicados, como pueden ser los alumnos y los profesores, sino también el que estos profesionales llevan a cabo con los padres y otros profesionales de la educación desde diferentes servicios educativos.

Sea cual sea el elemento del sistema en que la intervención se centra, la exigencia es tener en cuenta el conjunto de los elementos y sus relaciones y el conjunto de los implicados, es decir, los roles y las responsabilidades que se derivan de su pertenencia al contexto de la intervención. De ese modo se verá claramente favorecida la presentación al lector de la actuación del psicopedagogo y la de cada uno de los implicados y, en consecuencia, podrá ser claramente apreciada la actividad colaborativa y conjunta desarrollada en la solución del problema planteado en cada situación específica o caso de intervención.

En síntesis, la segunda parte se organiza en torno a los niveles de análisis de la práctica de intervención, tomando en consideración los diferentes colectivos implicados en el contexto de la intervención, de acuerdo con las diferentes temáticas relevantes o áreas y siguiendo formatos de intervención diferentes. Todo ello ha dado lugar a estructurar el tercer gran apartado o parte segunda en cuatro grandes bloques. El primer bloque se refiere a la práctica psicopedagógica en el desarrollo de planes y proyectos institucionales; el segundo bloque corresponde a la práctica psicopedagógica en el desarrollo de proyectos y programas de enseñanza y de aprendizaje; el tercer bloque, a la práctica psicopedagógica en el desarrollo de proyectos y programas de atención a los alumnos con necesidades educativas especiales; el cuarto bloque, a las propuestas y demandas específicas de alumnos, profesores y padres de alumnos relativas a resolver la problemática que plantean las relaciones entre colectivos, desde una perspectiva claramente institucional. Cada bloque incluye un mínimo de cuatro capítulos que abarcan la diversidad de temáticas de intervención relevantes en cada uno de estos ámbitos o niveles de la práctica educativa formal. A lo largo de la obra nos ha parecido indispensable prestar atención a las características de los contextos educativos que configuran la incorporación de las TIC, así como incorporar la dimensión comunitaria de la intervención, que contribuye a poner de relieve hasta qué punto determinados temas objeto de intervención únicamente pueden abordarse desde una perspectiva global.

Resulta a todas luces evidente que una apuesta por una obra de estas características hace muy necesaria la implicación activa del lector, sea profesional o estudiante. Éste pone de su parte el bagaje de experiencias educativas que acumula a uno u otro nivel de la práctica, las cuales le ayudan a dotar a la información de significado y a analizar críticamente las propuestas plateadas. Un caso o práctica de intervención constituye, en definitiva, una experiencia de acción y como tal la hemos planteado en esta obra. Por ello, el caso que se expone no supone la mejor intervención psicopedagógica, ni siquiera la única posible, sino una de las muchas que hubieran podido realizarse dadas las condiciones y la experiencia de los implicados. Por todo ello, en esta obra, los respectivos autores han tratado de argumentar sus opciones y de plantearlas de modo abierto al diálogo con el lector, para que éste, a su vez, elabore sus propias opciones y soluciones de un mismo problema.

Los coordinadores