Introducción

Este trabajo pretende adentrarse en el mundo del bilingüismo y el multilingüismo infantil. Comienza con un resumen de las ventajas y desventajas que las últimas investigaciones científicas atribuyen al tema para describir, posteriormente, los elementos principales que se deben tener en cuenta para educar de manera multilingüe y los métodos más utilizados para hacerlo.
Cuando hablamos de multilingüismo en los niños, nos referimos a dos posibles tipos. Cuando los niños han sido expuestos a varios idiomas desde su nacimiento, hablamos de adquisición simultánea de dos o más idiomas. Cuando, por el contrario, han entrado en contacto con un segundo o más idiomas posteriormente, aunque siempre antes de los seis años, hablamos de adquisición consecutiva o secuencial. El límite aproximado entre un tipo y otro es la edad de tres años (Lüdi, 1998).
Durante mucho tiempo, el bilingüismo fue muy criticado, especialmente en todo lo relacionado con las lenguas minoritarias. Además, era considerado una fuente de problemas en el desarrollo cognitivo y verbal del niño. Sin embargo, en los últimos años, esta percepción ha ido cambiando. Por un lado, porque estas suposiciones han quedado desmentidas por las investigaciones más recientes (a partir de Penfield, 1965), que han demostrado que los estudios anteriores habían usado técnicas de investigación incorrectas, como por ejemplo la determinación del coeficiente intelectual a partir de cuestionarios sólo en la segunda lengua, algo inapropiado si se trata de inmigrantes de corta edad. En este sentido, no debemos olvidar que la mayoría de los habitantes del planeta son bilingües (o incluso multilingües), un fenómeno que ha crecido mucho a causa de la globalización. Por otro lado, el contexto político también ha cambiado en muchos países occidentales, que se han vuelto más respetuosos con las lenguas minoritarias.
Dentro de Europa, el multilingüismo está también ganando relevancia a causa de la creciente importancia de la movilidad entre personas de diferentes Estados miembros y de la inmigración, así como del incremento en el número de parejas de procedencia diversa. Ello hace que aumenten los casos de familias con una o más lenguas maternas que se instalan en regiones en las que se hablan uno o más idiomas diferentes a los suyos, lo cual provoca que su descendencia esté expuesta a un ambiente totalmente multilingüe, posiblemente con una mezcla de lenguas mayoritarias y minoritarias. Este es precisamente mi caso: soy catalanoaragonesa bilingüe desde nacimiento, también hablo inglés, francés y neerlandés, y estoy casada con un belga flamenco con el que vivo en Bruselas.
Como he comentado, este trabajo comienza con el estudio de las ventajas y desventajas que se atribuyen al bilingüismo y al multilingüismo. Como veremos, numerosos autores (Baker, 2000; Hoffmann, 1991; Rosenberg, 1996) coinciden al afirmar que el bilingüismo comporta importantes ventajas: más capacidad para comunicarse con un mayor número de personas, más posibilidades profesionales, una apertura a otras culturas, e incluso ventajas en los campos del aprendizaje y la personalidad. Asimismo, consideran importante conocer las lenguas de ambos padres por motivos emocionales y porque ello facilita la relación con las familias. Tienen también en cuenta que el multilingüismo puede comportar ventajas económicas.
Sin embargo, veremos también que en materia de multilingüismo infantil no todo son ventajas, y la creencia de que los niños pequeños pueden aprender varios idiomas sin ningún esfuerzo es inexacta. Como mínimo, se necesitará un esfuerzo importante de los padres para asegurarse de que establecen una estrategia lingüística adecuada, equilibrada y con una exposición lo suficientemente rica en cada uno de los idiomas. Para el niño, el bilingüismo supone también un esfuerzo superior para aprender más vocabulario y lo expone a las críticas de las personas monolingües y a frustraciones en el caso de que el desarrollo de su lenguaje sea más tardío que el de los niños de su misma edad.
Los objetivos de este trabajo son varios. En primer lugar, investigar el estado del conocimiento científico respecto al multilingüismo en niños expuestos a varios idiomas en su ámbito familiar, escolar o del país en el que viven y responder a las preguntas relacionadas con los factores y estrategias que se deben tener en cuenta para educar a un niño multilingüe. En segundo lugar, desmentir, si procede, viejos mitos atribuidos al multilingüismo, como por ejemplo que los niños bilingües no hablan bien ninguno de los dos idiomas, o que el hecho de exponerlos a dos o más idiomas puede hacer peligrar su capacidad de aprendizaje. Finalmente, ejemplificar algunas de las cuestiones precedentes mediante casos particulares de algunas familias multilingües. Los ejemplos proceden tanto de estudios bibliográficos como de mi experiencia personal con mis hijos, y de mi propio trabajo de campo con algunas familias multilingües con niños que han aprendido tres idiomas o más desde pequeños.
Esta obra se inscribe en los ámbitos de conocimiento de la psicolingüística (en particular la adquisición de la lengua), la sociolingüística, la lingüística de contacto, la pedagogía de la lengua y la educación en general.
En lo relativo a la investigación empírica de esta obra, se ha elegido la técnica de la entrevista porque lo que se buscaba era conocer la experiencia de familias multilingües. Se han recopilado datos a partir de las entrevistas a doce familias multilingües con niños de diferentes nacionalidades que viven en Bruselas. El caso nº 1 es el de mi ahijada y el nº 12 es el de mi hija. En los demás casos los padres respondieron a un anuncio publicado en la intranet de la Comisión Europea. Así pues, en cada familia, como mínimo uno de los padres trabaja en una institución de la Unión Europea. Las entrevistas han sido semiestructuradas, lo que me ha permitido concentrar la conversación en las preguntas de investigación y dejar a los padres la libertad de expresarse y añadir todos aquellos aspectos que consideren pertinentes.
El estudio se ha realizado en dos etapas. Una serie de entrevistas que se realizaron durante 2004, coincidiendo con la investigación bibliográfica, y posteriormente otra serie de entrevistas durante 2008. Ello ha permitido observar la evolución de los niños a través de los años. Las preguntas han sido tanto de biografía personal de los padres (idioma, nacionalidad, lugar(es) de residencia desde el nacimiento de los hijos, actividad profesional, etc.) como de aspectos relacionados directamente con la investigación, como por ejemplo la estrategia lingüística de la familia y la manera en la que los niños han progresado hacia el multilingüismo; si el hecho de educar a los niños de manera multilingüe creó algún tipo de estrés en la familia; cómo percibieron los padres la evolución de la adquisición del habla de los hijos; cuál es la percepción de los padres del nivel actual de conocimiento de cada idioma y en qué momento se alcanzó; cómo evolucionan los niños en el colegio; cómo reaccionan respecto al multilingüismo, etc. Asimismo, se les ha preguntado qué ventajas y desventajas encuentran en el hecho de ser una familia multilingüe.
La metodología utilizada ha sido inductiva, basada especialmente en métodos cualitativos, si bien es cierto que se han usado también técnicas cuantitativas, ya que en el cuestionario se han formulado preguntas cerradas. Una vez realizadas las encuestas, se han recopilado las respuestas, descripciones e impresiones de los padres y madres de familias multilingües y se han relacionado entre sí, con el objetivo de buscar conexiones o divergencias y los patrones de comportamiento que se repiten. Seguidamente, se ha observado si las teorías o hipótesis sugeridas por la bibliografía explicaban los datos obtenidos en el trabajo de campo o si, por el contrario, los datos sugerían nuevas hipótesis. Finalmente, se ha tratado de dar respuesta a la pregunta de si se pueden aplicar a los niños trilingües o multilingües las conclusiones consideradas válidas para los bilingües.