PRESENTACIÓN

Al terminar los estudios sobre la Teología Moral, mi tutor y amigo, profesor Marciano Vidal, me encomendó aplicar la categoría del discernimiento ignaciano a la reflexión de la ética cristiana. Para un hijo de Ignacio, esta sugerencia se convirtió en un verdadero desafío que me ha acompañado a lo largo de estos años.

¿Qué es el discernimiento? ¿Qué es el discernimiento ignaciano? ¿Se puede hablar de un discernimiento ético? ¿Cómo puede contribuir a la reflexión ética? ¿Cómo puede aplicarse concretamente en los temas éticos de la vida cotidiana? ¿Un recurso reservado para algunos puede ser de empleo universal?

En el fondo, dos son los desafíos: (a) ¿En qué consiste el proceso del discernimiento ético? (b) ¿Cómo formar al sujeto para que lo pueda aplicar en su vida cotidiana? En otras palabras, formular un método y ejemplificar su empleo en una variedad temática que abarca la sexualidad, la bioética y lo social.

Por consiguiente, desde el año 1999, y con la ayuda indispensable del equipo del Centro de Ética de la Universidad Alberto Hurtado, se han ido trabajando temas de relevancia nacional, se ha aplicado el método del discernimiento ético y se han publicado regularmente en la forma de un cuadernillo llamado Informe Ethos.

En el año 2002, con el título de Agenda valórica en Chile: sugerencias para el diálogo, se publicaron los primeros veinte números del Informe Ethos. Posteriormente, en el año 2006, se preparó una segunda edición, titulada Ethos cotidiano: un proceso de discernimiento, en la que se recogían los primeros cincuenta números del Informe Ethos.

Ahora, en este escrito se consideran ochenta y dos números del Informe Ethos ya publicados por separado, introduciendo primero, como en el caso de la publicación de 2006, una muestra del modelo del proceso del discernimiento ético. Así, se pretende presentar una teoría y también demostrar su aplicabilidad mediante su empleo en una amplia variedad de temas cotidianos. Por tanto, la finalidad de este escrito es pedagógico: (a) aprender un método (Primera parte), (b) ejemplificar su aplicación concreta (Segunda parte).

Por consiguiente, en la Segunda parte se ofrece una lectura ética de temas de interés nacional para ayudar en el discernimiento de un juicio ético responsable con vistas a una acción coherente. Se adopta el método ignaciano del triple paso: experiencia (hecho) –reflexión (su comprensión e implicaciones éticas)– acción (elementos para el discernimiento): una reflexión sobre la experiencia con miras a una acción consecuente. De esta manera, no se pretende agotar un tema, como tampoco pronunciar una palabra conclusiva. Su propósito es poner de relieve la dimensión ética en la discusión sobre temas que inciden en la vida ciudadana. Por ello, no es que se quiera pensar éticamente por otros, sino estimular a otros para pensar éticamente.

En la presentación de los temas se coloca el año en el cual fue elaborado cada uno al lado del subtítulo El hecho.

Solo queda terminar con una palabra sincera de agradecimiento. Son muchas las personas consultadas en cada tema, pero no puedo dejar de mencionar a los miembros del equipo del Centro de Ética de la Universidad Alberto Hurtado, sin el cual hubiera sido simplemente imposible la realización de esta tarea de formulación de un método ético y su aplicación concreta. Elizabeth Lira y Verónica Anguita han sido fieles y valiosas compañeras de ruta a lo largo de estos años, como también Andrés Suárez durante estos últimos años. A ellos, mis más sinceros agradecimientos.

Tony Mifsud s.j.
Santiago, 1 de diciembre de 2011