Un encuentro de mentes

Prefacio a la traducción en castellano

El libro Un encuentro de mentes ha sido ampliamente usado como una introducción comprehensiva al psicoanálisis relacional. Sin embargo, desde su publicación, el mundo del psicoanálisis relacional ha experimentado profundos cambios. Quizá el más significativo haya sido la inesperada y trágica muerte de Stephen Mitchell el 21 de diciembre de 2000, lo que constituyó la dolorosa pérdida del más prolífico autor relacional y de su liderazgo teórico.

La muerte de Steve produjo una serie de efectos colaterales al interior del mundo psicoanalítico y traumatizó a la comunidad relacional. Como Steve era mi amigo más cercano, también fue una terrible pérdida personal para mí. Sin embargo, el psicoanálisis relacional ha continuado floreciendo y se ha esparcido internacionalmente.

En nuestro ensayo introductorio: Psicoanálisis relacional: la emergencia de una tradición (1999), Stephen Mitchell y yo nos referimos a la tradición relacional y no tanto a la Escuela Relacional, en pos de iluminar lo que identificábamos como una propensión o una tendencia reciente dentro del psicoanálisis americano, más que una escuela formalmente organizada o coherente, o más que un sistema de creencias. El psicoanálisis relacional comparte un conjunto particular de inquietudes, conceptos, enfoques y sensibilidades.

Aunque a veces, debido a propósitos específicos, Mitchell describía estos desarrollos como revolucionarios más que como evolutivos, él reconocía que esto no era una simple representación de la realidad social, sino más bien una construcción diseñada para lograr ciertos objetivos pragmáticos en la arquitectura y estética de la edificación teórica.

Era cauto en cuanto a reificar el psicoanálisis relacional como una escuela o un sistema coherente, prefiriendo ver al psicoanálisis relacional como una “tradición dentro de una tradición”. Una vez escribió que entre sus fantasías más grandiosas –y él rápidamente reconocía con su agudo ingenio, que él tenía fantasías muy salvajes y grandiosas– que nunca imaginó que su posición en el psicoanálisis relacional fuera comparable a las de Klein o Kohut en el desarrollo de una escuela de psicoanálisis. De hecho, hasta donde yo sé, de cualquier manera que el psicoanálisis relacional sea considerado una escuela, puede ser la primera escuela psicoanalítica que no se desarrolla exclusivamente en torno a un solo líder. Por supuesto, estoy pensando en Freud, Jung, Adler, Klein, Kohut, Winnicott y Lacan. Quizá, en algún sentido es algo más cercano al grupo Intermedio Británico y, en alguna forma, así el grupo “intermedio” también puede ser visto como un “¡grupo confuso!”.

Me parece que en comparación con la mayoría de las escuelas de pensamiento psicoanalítico, la tradición relacional desde sus comienzos ha sido mucho más pluralista y descentralizada. Creo que esto tiene algo que ver con la gran generosidad, con el espíritu colaborativo y con la carencia de preocupación obsesiva por la propiedad y hegemonía de las ideas de Steve.

Steve dejó que el psicoanálisis relacional creciera y se desarrollara libremente más allá de su propia contribución personal. Como resultado, la teoría relacional puede ser más diversa y pluralista, menos definible que otras escuelas instauradas sobre la base de un fundador único.

Un encuentro de mentes puede ser leído como una introducción a la historia del giro relacional del psicoanálisis americano. Debería enfatizarse que en Un encuentro de mentes, me limito principalmente a desarrollos dentro del psicoanálisis americano. Quizá valdría la pena revisar aquí que cuando Greenberg y Mitchell (1983) publicaron Relaciones de objeto en la teoría psicoanalítica –que se convirtió en un clásico instantáneo– usaron el término “relacional” para referirse a un grupo de teóricos que no se definían a sí mismos como relacionales, ni miraban su propio trabajo como conectado con ningún movimiento o tendencia que más tarde sería considerada como relacional. Fueron Greenberg y Mitchell, como historiadores y estudiosos del desarrollo de la teoría psicoanalítica, quienes los categorizaron retrospectivamente como pertenecientes al giro relacional en el psicoanálisis.

Sin embargo, en los años que siguieron inmediatamente a la publicación de su texto en 1983, el término relacional comenzó a usarse de otra forma.

Se comienza a usar explícitamente y en forma deliberada como pancarta para una nueva escuela de psicoanálisis, un nuevo movimiento que era contrastado con la teoría y técnica clásica. Este cambio en su uso se puede apreciar más fácilmente en la publicación de Mitchell (1988) Conceptos relacionales en el psicoanálisis, en donde las ideas comenzaron a desplazarse en esta dirección. En su trabajo de 1988, Mitchell amplió su colaboración anterior con Greenberg, yendo más allá de su posición de historiador y estudioso del psicoanálisis. En ese momento introdujo dos nuevas innovaciones. Primero desarrolló un marco, una estructura para contener, o un plan para elaborar una teoría relacional. Mitchell estableció un esquema que le permitía a cualquier pensador recurrir a conceptos relacionales de una amplia variedad de diferentes teorías psicoanalíticas y formular una integración relacional única. Este marco incluye tres dimensiones: un polo del sí mismo; un polo del objeto y un polo interaccional, de modo de formar una estructura amplia e inclusiva. Mitchell demostró de forma convincente que las teorías relacionales podrían dividirse respecto del énfasis que ponían en uno u otro de estos tres polos.

Habiendo establecido este plan general, Mitchell entonces comenzó a desarrollar su propia integración de los conceptos relacionales dentro de lo que él llamó la teoría relacional del conflicto. Este segundo proyecto estaba basado en el primero, pero se mantuvo separado e independiente de él.

En 1988 se aprobó una vía u orientación relacional en el Programa Posdoctoral de Psicoterapia y Psicoanálisis de la Universidad de Nueva York. Esto ayudó a establecer el nuevo movimiento como un plan de estudios alternativo formal, dentro de un programa de entrenamiento psicoanalítico que era bien considerado. En 1990 le presenté a Mitchell a Paul Stepansky, editor en jefe de Analytic Press. Esta presentación fue hecha con el abierto propósito de fundar la primera revista dedicada al psicoanálisis relacional. Al cabo de un año, asombrosamente, esto condujo a la creación y publicación del primer número de Psychoanalytic Dialogues: A Journal of Relational Perspectives. Psychoanalytic Dialogues llegó a ser una revista líder en el psicoanálisis, y modelo para la promoción de una apertura y para el intercambio respetuoso de diversos puntos de vista. Habiendo comenzado como la expresión de un pequeño grupo de analistas con ideas afines que rodeaban a Mitchell en la ciudad de Nueva York, se ha transformado realmente en una revista internacional, con un grupo universal de lectores, recibiendo artículos de todo el mundo.

En 1992, Mitchell creó la Relational Perspectives Book Series dentro de Analytic Press y poco después me pidió que me uniera a él como coeditor. En 1999, junto a Mitchell editamos lo que llegó a ser la primera serie de artículos de psicoanálisis relacional (Mitchell y Aron, 1999) y al año siguiente, justo antes de su muerte prematura, Mitchell inició la fundación de la Asociación Internacional de Psicoanálisis y Psicoterapia Relacional –International Association for Relational Psychoanalysis and psychotherapy (IARPP)– de la cual llegué a ser presidente fundador.

En un comienzo, Mitchell me había pedido ser presidente, pero yo tenía reparos, aduciendo que solo él podía ser el primer presidente de tal asociación. Él no deseaba una posición política o administrativa. Este nunca fue su interés, pero accedió a regañadientes si yo tomaba la vicepresidencia y el manejo de este aspecto del trabajo. Trágicamente, la vida y la muerte dictaminaron otros arreglos y me transformé en el presidente fundador de la asociación. Aunque en un principio la Asociación Internacional de Psicoanálisis y Psicoterapia Relacional estuvo compuesta por un pequeño grupo que, en gran medida, eran analistas de Estados Unidos, ahora es realmente una asociación internacional, con un rápido crecimiento entre sus miembros, con un incremento de la junta de directores internacionalmente representativa y con una serie de conferencias y actividades internacionales regulares.

Los lectores que estén interesados pueden unirse, aprender más y mantenerse al día de los desarrollos al interior de la asociación, consultando en el sitio web: www.iarpp.org.

The Relational Perspectives Book Series que editó junto a Adrienne Harris (publicado ahora por Toutledge Press, Taylor y Francis) ya ha publicado 55 volúmenes, el más reciente de los cuales es mi más reciente trabajo escrito, con Karen Starr (2013): A Psychotherapy for the People: Toward a Progressive Psychoanalysis.

Luego de la muerte de Steve, un grupo de nosotros, que incluía sus más cercanos colegas, creamos el Centro Steven A. Mitchell para Estudios Relacionales. El centro, dirigido actualmente por Anthony Bass, concentra sus esfuerzos en el área de Nueva York. Claramente, el psicoanálisis relacional continúa prosperando sobre una base local e internacional y mi esperanza es que esta traducción de Un encuentro de mentes proveerá a los lectores de habla hispana de una fácil introducción a los orígenes de este desarrollo dentro del psicoanáliisis contemporáneo. También puede constituir una buena forma para agradecer a los muchos estudiantes de habla hispana que participan en mis grupos de estudios en Nueva York cuando están “visitando” Estados Unidos, en distintos momentos de su vida.

Tengo una gran deuda de agradecimiento con mi traductora y colegas asociados. Alejandra Stevenson Valdés es la directora de publicaciones de Ediciones Universidad Alberto Hurtado en Santiago de Chile. Agradezco a Tita Szmulewicz, psicóloga clínica Universidad Católica de Chile, magister en Psicología Clínica. Estudios Sistémicos Avanzados de Familias y Parejas de la Universidad Alberto Hurtado, docente e investigadora UAH y UDD, miembro de la IARPP, la traductora; a Margarita Díaz Cordal, psicoanalista Asociación Psicoanalítica chilena, miembro de la IARPP, directora del magíster Trauma y Psicoanálisis Relacional Universidad Alberto Hurtado-ILAS, por motivar el proyecto y a Carla Fischer Canessa, psiquiatra Universidad de Chile, psicoanalista Asociación Psicoanalítica chilena, miembro de la IARPP y docente Universidad Alberto Hurtado; por el consejo conceptual, respecto de la traducción.

Me parece muy apropiado que yo escriba esta introducción a la edición en castellano de Un encuentro de mentes, justo antes de la Conferencia Internacional de la IARPP, que se realizará en noviembre de 2013 en Santiago de Chile.

Justamente, en noviembre de 2012 tuve la suerte de visitar Santiago de Chile, en donde dicté conferencias en la Universidad del Desarrollo y en el capítulo chileno de la Asociación Internacional para el Psicoanálisis y la Psicoterapia Relacional (IARPP).

Deseo agradecer a los copresidentes de la conferencia: Juan Francisco Jordán Moore y María Eugenia Boetsch Salas, quienes me recibieron muy cálidamente y han trabajado en forma ardua para promover en psicoanálisis relacional en Chile. También, especiales agradecimientos a mis amables anfitriones: Bárbara Ortúzar y Edgardo Thumala.

Esperemos que esta traducción ayude a difundir el entusiasmo y la efervescencia intelectual generada por el psicoanálisis relacional entre los hispanohablantes y demás lectores a través del mundo.

Referencias

Aron, L. and Bushra, A. (1998). Mutual Regression: Altered States in the Psychoanalytic Situation. J. Amer. Psychoanal. Assn., 46:389-412.

Aron, L. and Starr, K. (2013). A Psychotherapy for the People: Toward a Progressive Psychoanalysis. Routledge.

Greenberg, J. R. and Mitchell, S. A. (1983) Object Relations in Psychoanalytic Theory. Cambridge: Harvard University Press.

Mitchell, S. (1988), Relational Concepts in Psychoanalysis. Cambridge, MA: Harvard University Press.

Mitchell, S. A. (1997) Influence and Autonomy in Psychoanalysis. Hillsdale, NJ: The Analytic Press.

_______ and Aron, L. EDS. (1999), Relational Psychoanalysis: The Emergence of a Tradition. Hillsdale, NJ: The Analytic Press.