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Desfasado, pero no por ello invalidante, aquí está el recuento de las actividades más importantes de la llamada temporada baja del año 2003.

Antes de empezar, les recuerdo varias cosas: que ésta abarca el período abril-septiembre (ambos inclusive), que toma en consideración actividades y accidentes que tienen relación con montañistas chilenos (o extranjeros radicados en nuestro país), que está enfocado netamente al aspecto deportivo, y que, por último, no sería raro que ascensos notables se me quedaran afuera.

Nada malo es bueno

Esta vez no hubo ningún accidente de los serios. Solo sustos, de los cuales el único que merece recordarse es el que afectó a José Barahona.

Tras un intento de escalada al Yerupajá, en Perú, un anclaje de rapel se salió y Barahona cayó 100 metros antes de ser detenido por la cuerda... gracias a que su compañero, tras bajar primero, la había unido a su respectivo relevo. Después de pasar una noche en la pared, fue evacuado gracias a un operativo donde participaron sus compañeros, escaladores norteamericanos, españoles y también porteadores locales. Solo resultó con un esguince en el tobillo.

En la tierra de las nubes

En Himalaya, hubo dos actividades que se desarrollaron en lo que se conoce como el período pre-monzónico.

Una de ellas fue un intento a la ruta normal al Dhaulagiri (8.167 m) por una expedición organizada oficialmente bajo el alero del Club Andino Wechupún. Participaron Luis García, Ítalo Valle, Fernando Luchsinger, Henry Arce, Alex Cattan y Jorge Cartagena (líder). Un grupo experimentado, sumando entre ellos 8 cumbres himaláyicas (2 Cho-Oyu, 3 Shishapangma y 3 Gasherbrum II).

Sin embargo, tales antecedentes no fueron suficientes. Condiciones médicas adversas, desde infecciones estomacales hasta problemas dentales, y un continuo mal tiempo, les impidieron tener una opción seria de cumbre. El punto más alto alcanzado fue el Campo II, a 6.600 metros de altitud.

El Dhaulagiri no había recibido visitas chilenas desde cuando Mauricio Purto, Gino Cassasa, Rodrigo Mujica y Giorgio Cattoni le hicieron un intento fallido en 1989.

La otra actividad fue el esfuerzo en solitario a la ruta normal del Shishapangma (8.027 m) por Misael Alvial. Él pudo equipar 2 campamentos pero no tuvo fortuna en su día de cumbre y fue detenido por mal tiempo a los 7.350 m. Problemas estomacales le impidieron realizar una segunda tentativa.

Esta montaña ya contaba con un ascenso en 1991 por Purto, Valle, Luchsinger y García, más una tentativa de Joaquín Oyarzún en el 2000.

Para terminar, una aclaración. Alvial intentó su montaña solo, lo que significa que él era el único miembro de su grupo, pero no que la montaña estaba desierta (pues, como es habitual, hay otras expediciones alrededor).

Blanca cordillera

Masivas visitas a las clásicas montañas de la Cordillera Blanca, en Perú. Teatro ideal para comenzar a crecer, aunque aquellos que ya están bien creciditos no han hecho mucho más...

La excepción a la regla fue la tentativa, mencionada implícitamente en la sección de accidentes, de un grupo de montañistas de la USACH en el mes de julio al Yerupajá (6.634 metros de altitud). Participaron Luis Contreras, Pablo Cáceres, Rodrigo Zapata, Rodrigo Cid y José Barahona (líder). La expedición instaló un campo alto a 5.250 metros de altitud el 8 de julio, del cual Barahona y Cáceres se lanzaron en pos de la cumbre. Tras pasar una noche a 6.000 metros, se devolvieron desde los 6.350, donde ocurrió la ya comentada caída de Barahona.

En el intertanto, Zapata y Contreras intentaron el Rasac (6.017 m), pero sin suerte. Incluso, Zapata se dio maña para hacerle un segundo intento, esta vez acompañado de escaladores extranjeros, mas tampoco tuvo fortuna.

Algunas consideraciones finales. El Yerupajá es la segunda montaña más alta de Perú (si se consideran las 2 cumbres del Huascarán como una sola) y la mayor de la cordillera de Huayhuash. Es subida raramente; a la fecha de publicación de esta columna, salvo el espléndido ascenso en solitario del ecuatoriano Santiago Quintero el 2001, nadie más ha estado en su cumbre desde 1985.

Real cordillera

En la Cordillera Real de Bolivia, la mejor actividad chilena fue la escalada en agosto de Michael Cantzler y Diego Vergara (ambos del DAV) a la Cumbre Sur del Huayna Potosí (6.070 m), por la ruta francesa (300 m, 55°, AD+).

Habría que agregar que ellos llegaron bien aclimatados ya que en los días anteriores habían subido el Tarija (5.255 m), el Pequeño Alpamayo (5.370 m), el Pico Austria (5.250 m) y el Condoriri (5.650 m).

En nuestro patio

Cerca de Santiago, en el período de Semana Santa, Juan Pablo Meza, Camilo Rada, Viviana Callahan y María Paz Ibarra subieron una montaña en el valle Potrero Alto, pero no supieron identificarla correctamente (aunque el IGM la reporta como Yegua Helada). Las dificultades fueron de II° UIAA. En su cima encontraron un testimonio de gente de Valparaíso que databa del año 2001, quienes a su vez señalaban que habían encontrado una pirca en la cumbre.

Por esos mismos días, y también cerca del grupo de Rada, Evelio Echeverría hizo el primer ascenso de una cima que bautizó como Halcón Alto, en un valle tributario al río Juncal. La altitud reportada fue de 4.493 metros.

Quizás lo más relevante fue la apertura, el 13 de abril, de “Jidah Icelámica”, por Eduardo Mondragón y Mikel Martiarena. Es una cascada de hielo localizada en los contrafuertes del volcán San José, a partir de los 4.200 m. La ruta consta de 360 metros de desnivel (160 de los cuales son escalada neta) con una dificultad global de WI5/V.

Por último, en la semana de Fiestas Patrias (18 y 19 de septiembre), otra vez Rada, más Manuel Bugueño y Matías Aurtenechea, intentaron sin éxito la Cara Sur del Casa de Piedra, meta bien ansiada y no exenta de polémicas. Como cosa curiosa, reportaron haber encontrado en la parte baja un clavo con caracteres chinos y orientales.

Besando el extremo norte

Hubo un intento al Denali (ex McKinley, 6.196 m) por Darío Arancibia, Patricia Soto y Rodericus Kaffi (líder). Su idea era escalar esta montaña dos veces, primero por la ruta normal, ahora llamada Washburn (ex West Buttress), y luego por la Arista Cassin (grado V, 2.700 m, 5.9, 60°).

Todo el grupo hizo cumbre el 2 de junio y regresaron al Campo Base tras 3 semanas de trabajo efectivo. Posteriormente, y tal como estaba planificado, Soto abandonaría la montaña para que Arancibia y Kaffi se dedicaran a intentar la Cassin.

Ellos, tras bajar un desnivel de un kilómetro y medio por la West Rib, abandonaron debido a las malas condiciones climáticas cuando llevaban 250 metros del Corredor Japonés. Adicionalmente, una errónea estrategia de asedio les impidió realizar un segundo intento.

El Denali es el único seis mil en América ubicado fuera de los Andes. Si bien es cierto que es conocido como el “Aconcagua Americano” dada la gran cantidad de ascensos anuales, los escaladores que viven en Chile raramente lo visitan: expedición UC el 82 (Garcés, Jordán, Lucero, Párvex, Roca, Vigouroux), CAI el 88 (Izquierdo, Purto, Valle, Mujica), militares el 88 (Jerez) y femenino el 89 (Gonzáles, Silleruelo, Tejos, Monsalves, Meza).

Existen rumores de otros ascensos, pero, como es habitual, hechos, y no otras cosas, son los que se deben considerar.

El viejo mundo

El conocido escalador Ignacio Morales visitó Europa. Entre mayo y agosto estuvo en España y Francia, enfocándose en la escalada en roca.

A continuación, alguno de sus logros: La Envers des Aiguilles por Subtilités Dulferiennes (TD+, 6a/5.10, 500 m); la Aiguille de Roc (3.300 m) por la vía Tout Va Mal (ED-, 6b/5.10+, 500 m); Grand Capuccin (3.838 m) por la combinación Directe des Capuccines (E+, 6c/5.11+, 400 m) y Bonatti-Ghigo (ED, 6c+/5.11+, 300 m), etc.

¿Te parecen nombres raros? A estudiar entonces...

En Torres del Paine

De Patagonia solo tuve referencias de una actividad. El 24 de septiembre, Catalina Prieto y Marcelo Camus intentaron el Almirante Nieto, llegando Camus a la cumbre después de 8 horas de ascenso (regresar les tomó 7).

Como ha ocurrido antes con otras cumbres, los ascensos a esta montaña se están haciendo lo suficientemente regulares como para dejar de ser mencionados en estos recuentos.

Oscar, Tony, Hugo, Altazor...

Como es habitual, la premiación de la temporada. Son en cuatro categorías: Mejor Expedición, Mejor Ascenso Técnico, Mejor Deportista y Mejor Iniciativa.

Mejor Expedición, Brújula de Uranio. Y el ganador es... nadie. Desierto. Se requería, al menos, que fuese un objetivo de preparación compleja, que hubiera tenido éxito y que nadie se hubiera muerto. Hubo varias que cumplían el primero y el tercero, pero todas fallaron con el segundo.

Mejor Ascenso Técnico, Jeringa de Plutonio. And the winner is... nadie. Desierto. Debía ser un recorrido comprometido, que al escucharnos nos dejara con un sabor a envidia. De la Pared Sur del Morado hacia arriba. No menos.

Mejor Deportista, Ajo de Molibdeno. Ignacio Morales. Este muchacho poco a poco ha ido poniendo la vara más alta en la escalada de dificultad en roca, demostrando una potencia y ambición que prometen cosas mejores.

Mejor Iniciativa. Colchoneta de Tungsteno. Al Tercer Encuentro Nacional de Andinistas. Aunque su fecha de ejecución cayó fuera del período considerado, su organización estaba íntegramente ligada a este semestre. Este premio va con enorme cariño para Fernando Millar y su equipo de trabajo.

Los premios pueden ser retirados el 31 de noviembre en la Capilla de la Senyera.